Capítulo Dos: La Carta del Ministerio
Harry se había desmoronado sobre su cama. ¿Como había podido ser tan tonto? Ahora todos irían a preguntarle porque se zafó de la cena y el tendría que inventar alguna excusa sosa que sea creíble… no podía decirles lo que había pasado esa tarde, de ninguna manera.
Un rechinado de puerta comenzó a sentirse después de aquel pensamiento y Harry descubrió a su mejor amigo entrando por ella con expresión de preocupación. El chico fingió no haberlo visto y se cubrió la cara con un cojín.
"¿Puedo pasar?" Preguntó Ron
"Es tu pieza y ya estás adentro… ¿Qué quieres?" preguntó Harry con cierto sarcasmo, era obvio a que venía Ron.
"Bueno… quería preguntarte si tu actitud tiene algo que ver con Ginny…"
"¡NO ME HABLES DE ESA PE…"
"¡Harry! Cuidado con lo que dices de mi hermana¿eh?" dijo el pelirrojo fundido en cólera.
"Lo… lo siento Ron… no sé que me pasó, me descontrolé" se disculpó el chico de ojos verdes sacándose el cojín de la cabeza y sentándose en el borde de la cama.
"Ok, ok… no importa…" dijo Ron sonriendo y tratando de subirle el ánimo a su amigo "¿Que pasó esta tarde?"
"Promete no decírselo a nadie…" miró Harry desafiante a su amigo.
"Palabra de castor" respondió Ron poniéndose una mano en el corazón.
"Deja de bromear Ron, esto es en serio" dijo Harry
"Lo siento… sólo quiero saber que pasó… no creo que haya sido tan grave ¿o si?"
"Ron… Ginny está saliendo con un chico Muggle"
"�¿QUEEEEEE? Mi hermanita y… ¿un muggle?"
"En realidad es un squib, pero asiste a un internado muggle y vive una vida muggle normal"
"Pe… pero…" continuó Ron aún sorprendido "Ella siempre saltaba de alegría cuando recibía tus cartas Harry… no me explico como puede ella haberte rechazado"
"Simplemente me dijo que estaba saliendo con este tal Sam Martin y que no quería que nuestra amistad se terminara, pero de verdad estaba enamorada de él" dijo Harry imitando a medias la voz de Ginny. "De todas formas, no eran mis cartas las que recibía, sino que las de Sam"
"Lo… lo siento mucho Harry" respondió Ron dándole una palmada en el hombro a su amigo "Pero hay más peces en el mar¿no? Digo… mi hermana no es la única chica en el mundo¿o si?"
"No… creo que no" dijo Harry un poco más animado, sin embargo pensaba en lo linda que se había vuelto Ginny este último tiempo y de cómo pasó de ser la pequeña hermana de su mejor amigo a toda una mujer "Pero… ¿que hay de Hermione?" preguntó queriendo evadirla de sus pensamientos.
"¿Hermione?" la voz de Ron se volvió más quebradiza "A… ¿A que te refieres?"
"¡Vamos Ron!" dijo Harry "No vas a mentirme ahora, se nota de lejos que babeas por ella"
"Pues… la verdad… yo…"
Ron no alcanzó a responder. En la cocina se escuchaban gritos, sollozos y golpes simultáneamente. "Salvado por la campana… bueno… quizás no campana" pensó Ron mientras bajaba las escaleras echo un bólido al lado de Harry, incluso Ginny, que había estado encerrada en su habitación todo el día, salió para ver que había sucedido.
La escena que verían, sería una que no olvidarían nunca:
Toda la familia Weasley, incluida Hermione, estaba sollozando en la mesa, a excepción del Señor Weasley (quien sostenía un trozo de papel, mirándolo estuefacto) y la Señora Weasley (quien sollozaba en silencio).
Hermione parecía una veela enfurecida en el estado que estaba "¡No puede ser!… ¡Ese maldito y piojoso cretino!" gritaba la chica.
La mayoría de los chicos Weasley golpeaba la mesa con desesperación y Bill se tiraba los cabellos como si estuviera desquiciado.
"¿Qué pasó?" preguntaron Ron, Harry y Ginny al mismo tiempo.
"Chicos, es mejor que se sienten y vean esto" dijo el Señor Weasley aventándole a Harry un pedazo de papel. "Lo leería, pero creo que no puedo" sentenció por último y se fue a la cocina.
Harry, Ginny y Ron miraron el papel como si se tratase de un arma mortal, o de una bomba que estuviera a punto de estallar. Harry desdobló el papel con cuidado y los tres leyeron.
Querida comunidad del mundo mágico:
La Gran Guerra ha comenzado, como lo predijeron filósofos y célebres contemporáneos; la amenaza que más temimos por tanto tiempo esta hoy sobre nosotros.
Quien-no-debe-ser-nombrado ha matado a muchos que les han obstruido el paso, ni siquiera los muggles están a salvo, y es por ello que la comunidad mágica y no mágica debemos hacer las paces, más aún ahora que la escuela de Hogwarts de magia y hechicería fue destruida…
"¿QUEEEEE¡HOGWARTS FUE DESTRUIDO¡PAPÁ¡PORQUE NO ME HABÍAS DICHO ANTES!" Gritó Ron a la cocina furioso y echando humo por las orejas.
"Tú padre no lo sabía Ron…" dijo la madre del chico abrazándolo "Sólo sabía que Quién-no-debe-ser-nombrado quería destruir algo… pero nadie tenía idea de que y por ello esperaba la carta del ministerio, amor"
Harry y Ron estaban estupefactos, pero Ginny ya había comenzado a llorar. Le quedaban sólo dos años para terminar la escuela¿Qué iba a hacer ahora?
"Y… y…" dijo Harry quien aún no podía creer que esto estuviese pasando "¿Como terminaremos el año?"
"Tendrán que terminarlo en un internado muggle, es por ello que Cornelius quiere que unamos a ambas comunidades, pero para ello debemos actuar como sus semejantes, y no como sus enemigos" dijo la Señora Weasley con toda sensatez "Si siguen leyendo verán las ins…"
"¡NO QUIERO SEGUIR LEYENDO!" Estalló Ron. "¡Esto no puede estar pasando!"
"Y no es todo lo que está pasando…" Dijo el Señor Weasley saliendo lentamente de la cocina "Dumbloedore está en San Mungo, trastornado, y sin el mago más poderoso en combate…"
Todo parecía una pesadilla, y una de muy mal gusto. Nadie quería creer lo que estaba pasando, nadie quería vivir una vida sin Hogwarts. Voldemort lo había arruinado todo una vez más.
Harry decidió que no podrían mantenerlo fuera por mucho tiempo, esa misma noche iría en busca del Señor Tenebroso.
Un beso a todos, espero lean :) jejeje...
