Capítulo 21. Al principio.
Cambiante, distinto… lo que comenzó siendo un intenso odio, terminó por sufrir una metamorfosis que lo convirtió en un intenso amor.
-LENA HIYASAKI- (Luciéndose por cursi)
Yami miró a Yuugi quien sonreía alegremente tras haber recibido aquella llamada por parte de Joey, quien les había dicho que finalmente tras tres largos días de ausencia iba a hacer acto de presencia en la tienda de juegos de Yuugi para poder hablar con ellos de un tema que se le hacía de vital importancia, especialmente ahora que ya estaba bien.
A Yami eso le dijo que se trataba de Kaiba, por mucho que el pequeño quería negarlo, diciéndose que era algo más lo que el rubio quería tratar, que de todas formas la convivencia entre el CEO y Joey no existía más.
El ex Faraón entendía perfectamente la preocupación de su Aibou, pero también sabía que estaba siendo muy prejuicioso, aunque sabía que lo hacía por el bienestar de Joey, especialmente por todo el dolor que la vida le daba… cosa que el mismo Joey finalmente decidió confesarles.
Sonrió, a él le gustaba ver feliz al pequeño Yuugi, porque en su inocencia actuaba como el niño inocente que era, con el alma limpia que poseía… seguía sin entender por qué la negación a la fugaz relación entre su mejor amigo y uno de sus más grandes rivales.
Tal vez sólo quería evitarle sufrimiento al rubio, pero así no era la vida… porque para madurar se requiere sufrir de ciertos golpes para ir fortaleciendo el carácter y ser capaces de soportar los más duros golpes de la vida.
Yami sabía que podía confiar en la fortaleza del rubio, porque le había visto superar muchos retos difíciles, la relación sentimental con el CEO era una barrera más que iba a superar… No iba a impedirle desarrollar su fortaleza espiritual y sentimental porque tenía miedo a verlo sufriendo.
Eso no era de amigos.
Yuugi se sentó a su lado, con una taza de té que preparó para su Yami, quien la tomó entre sus manos tras dedicarle una sonrisa de agradecimiento al pequeño que la respondió mucho más afectivamente, con un sonoro beso que le plantó en la mejilla al más alto.
"Gracias, Yami." Dijo Yuugi, acurrucándose en el pecho de Yami y sintiendo los brazos de éste rodear su cintura con firmeza, pegándolo más a su cuerpo. "Por todo lo que has hecho por mí."
La parte oscura de Yuugi sólo sonrió y levantó el rostro del pequeño para darle un suave beso en los labios.
"Lo dices por Joey y Kaiba?"
"Ya todo se arregló Yami, así que ya no tengo de qué preocuparme." Afirmó Yuugi, aunque no estaba tan seguro.
Podía oír la voz triste de su amigo por el auricular, no se reponía completamente de aquel drástico cambio que hubo en su vida tras haber salido de la del CEO, tal vez ninguno de los dos estaba completamente bien, y eso lo sabía porque aún recordaba su conversación con Kaiba Kun.
"No puedo renunciar a ello. No quiero renunciar a ello."
Por qué Kaiba sonó tan honesto?
Le preocupaba que en verdad hubiese existido algo entre ellos dos porque no quería ver como los dos se aislaba, negándose a sí mismos sus propios sentimientos, especialmente siendo las personas tan necias que eran.
Conocía perfectamente bien el carácter de Joey y sabía que no iba a ser quien cediera, y del mismo modo conocía el siempre arrogante y frío carácter del CEO, también sabía que él iba a esperar a que Joey diera el primer paso.
Y podía sonar muy poco amigable para Joey, pero estaba con el CEO en ese aspecto, porque, como todos le venían diciendo al rubio, él era el más afectado, así que más que nadie todo dependía de él.
"Tú no, Aibou, pero sin que te ofendas, estás siendo muy egoísta. Lo sabías?" Le preguntó, reafirmando la presión en su cintura, para que Yuugi no se sintiera ofendido, no quería dañarlo.
"Sé que sí, Yami, pero yo se lo dije a Kaiba Kun." Respondió. "Y él decidió esto, estuvo en sus manos en un principio evitar algo así. No lo hizo porque no quiso."
Yami negó, pero no agregó nada más, en ese momento su aibou estaba en una actitud muy infantil y no quería terminar recalcándoselo más porque terminarían en una discusión y lo último que quería en ese momento era una pelea con su hermoso pequeño.
No iba a caer en una pelea por culpa de Seto Kaiba y su rubio amigo, además, si se reconciliaban, Yuugi tendría que acostumbrarse.
"Vamos, Yuugi, Joey nos debe estar esperando."
Yuugi rió.
"No creo que haya llegado tan rápido a la tienda de juegos, Yami, pero es una buena idea esperarlo allá abajo, para que le recibamos después de no haberlo visto en tres días."
Yami estaba seguro que el motivo del egoísmo del pequeño Yuugi era debido a la seguridad del rubio, éste siempre había sufrido y si demostraba estar encariñado con Kaiba y el CEO actuaba como un imbécil, eso iba a dañar a Joey y ninguno quería ver al rubio sufrir.
"Sí, esperémosle abajo."
Tras un cariñoso beso, Yami y Yuugi decidieron ir a la tienda de juegos, allí verían al rubio, quien decidió buscarlos a ellos.
Sí, antes que al propio Seto Kaiba.
oOoOo
Mokuba desde que se levantó corrió a la habitación de su hermano, para ver si podía convencerlo de quedarse todo el día en la mansión, como el día anterior, pero se llevó la enorme sorpresa que su hermano no estaba ya en su cama, y corrió a la planta baja a ver si alguno de los empleados sabría indicarle dónde estaba Seto.
La dama de llaves, Madeline, le dijo que su hermano no estaba y que dejó dicho que iba a demorar, que le dijeran a su hermano que no le esperara despierto, porque no tenía planes de regresar temprano.
El pequeño cerró los ojos.
Justamente el mismo día en que Joey iba a ir a la mansión Seto no iba a estar y eso haría al rubio sospechar que el CEO no quería en verlo, aunque eso no podía estar más lejos de la verdad, porque el castaño ni siquiera se enteró que su hermano había convencido al rubio.
Serenity habló con él la noche anterior.
"Estás seguro que es lo que debemos hacer." Fue lo que preguntó la chica, nerviosa y sin saber cómo iba a reaccionar Kaiba si se encontraba de pronto con el motivo de su tristeza ante él, diciéndole simplemente adiós.
No muy bien, pensó la chica.
"No lo sé, Serenity, pero algo debemos hacer… yo no puedo dejar que mi hermano sufra y tú no puedes dejar que el tuyo sufra." Fue la única respuesta que él dio. Muy buena.
Todos sabían que para ser apenas un niño, Mokuba era muy inteligente y sabía, a diferencia de su hermano, cómo tratar a las demás personas, por eso mismo, Serenity supo que estaba bien lo que estaban haciendo. Además, como el pequeño decía, era por el bien de sus hermanos.
No iban a quedarse de brazos cruzados viendo como se desmoronaba la felicidad de las dos personas a quienes más amaban.
Tenían que hacer algo al respecto.
Cuando Mokuba iba a marcar al móvil de su hermano, el teléfono sonó y tuvo que responderlo.
"Mokuba, soy yo, Joey." Escuchó del otro lado de la línea… sólo sonrió nerviosamente, esperando que no le pidiera que le comunicara con su hermano, además, no podían terminar su relación de aquella manera. Quién termina algo tan bonito por teléfono. Eso es ser demasiado informal.
"Hola, Joey!" Saludó el pequeño, nervioso, muy nervioso. Qué querría Joey? "Sucede algo malo?"
Hubo un corto silencio.
"Sólo llamaba para decirte que primero voy a reunirme con mis amigos para hablar con ellos de todo lo que pasó… por eso mismo voy a tener que retrasar un poco mi visita a tu hermano. Espero no le moleste que le haga esperar." Dijo, aclarándolo, porque sabía muy bien que el CEO odiaba la tardanza en las personas, no quería que le odiara también por ser impuntual.
Mokuba rió.
"Oh, no te preocupes, tómate tu tiempo, porque él va a trabajar tarde… ayer cuando le comenté de tu visita, me dijo que te avisara que vinieras un poco más tarde, porque él tenía una importante reunión de trabajo, planeada desde hace seis meses y no puede faltar a ella." Mintió.
"Bien, entonces estaré un rato con mis amigos, si a tu hermano en verdad no le molesta que llegue tarde."
"Para nada!" Dijo Mokuba. "Bueno, Joey, yo tengo que irme porque también tengo unos asuntos que atender. Nos vemos en la noche!"
Sin esperar a que el rubio se despidiera de él, cortó la llamada.
Corrió afuera de la mansión, hasta donde estaba el chofer que como siempre había vuelto para ver si al joven Mokuba no se le ofrecía algo.
"Joven Mokuba, va a salir a algún lado?" Preguntó cortésmente, abriéndole la puerta de la limosina.
El joven de cabello negro negó y recuperó el aire que le hacía falta.
"Puede decirme dónde está mi hermano? Adónde le llevó?" Preguntó, casi suplicante, sabiendo que el chofer le diría sin necesidad de tanta súplica, pero si lo hacía más dramático quizá hasta obtendría que el chofer le ofreciera llevarlo con él.
El chofer asintió.
"Fue a la convención de proyectos tecnológicos de las empresas de mayor renombre mundialmente. Fue uno de los invitados de honor, Joven Mokuba. Quiere usted que lo lleve all�?" Preguntó.
Mokuba negó.
"A qué hora tiene que ir a recogerlo?" Quiso saber Mokuba, curioso en verdad porque no quería que su hermano quedara mal en una reunión de la que no estaba ni siquiera enterado, pero en la que su ausencia tendría un efecto devastador en el joven Joey, quien tras una plática con Mokuba había aceptado a encontrarse con Seto, cuando menos para una despedida.
"Dijo que fuera por él a las 18:00 hrs, por qué, Joven Mokuba? Usted necesita hablar con su hermano?"
"Sí, es una cuestión muy urgente." Respondió el pequeño.
"Por qué no le marca a su celular?" Preguntó el sujeto, intentando serle de utilidad a Mokuba en ese momento.
"Porque si está en una convención en la que va a presentar su nuevo proyecto dudo mucho que tenga su celular encendido, y si es así, de todas formas no lo va a atender, aunque sea yo." Fue la sabia contestación de Mokuba que al conocer tan perfectamente a su hermano estaba consciente que éste se mostraba siempre pendiente a su trabajo y a la competencia.
No iba a dejar de prestar atención ni aunque Mokuba estuviera gritándole en la cara, así de concentrado estaría.
Además, su hermano siempre mostraba una alta concentración, muy pocas cosas realmente le harían apartar su atención de algo.
"Entonces, si le llevo?"
Mokuba volvió a negar.
"No, pero cuando vaya a ir por él, ahí si iré con usted."
"Entendido, joven Mokuba."
"Y si viene alguien llamado Joey Wheeler, por favor, dígale al otro chofer que le lleve a la corporación Kaiba, a la oficina de mi hermano. No importa cuantas preguntas haga Joey, sólo llévelo allí, por favor." Pidió el niño, entrando a la casa para irse a arreglar.
Sabía que su hermano era muy capaz de arruinar lo que él y Serenity habían logrado tras haber hablado con Joey y no quería que se perdiera una excelente oportunidad de reconciliación entre ambos jóvenes.
Por eso mismo, aunque él tuviera que interferir una vez más, iba a encargarse que la reconciliación entre Seto y Joey sí se llevara a cabo y que la despedida de Joey no fuera más que una idea que consiguieran borrar de la mente del rubio.
Así éste y su hermano finalmente vivirían la historia de amor que les correspondía pero que el destino, torturante, les arrebató de las manos, al momento en que decidió darle a Joey de regreso todas sus memorias, pero por muy doloroso que fuera, eso estaba haciéndoles ver a ambos que en el fondo realmente se necesitaban y que lo suyo sí fue cierto.
"Joey Wheeler?" Preguntó, para estar seguro de lo que estaban diciéndole, para no cometer ninguna equivocación.
"Así es: Joey Wheeler. Un joven rubio, con eso basta, no?" Dijo. "Además, tengo que irme a preparar unas cosas, de hecho, necesito que me lleves a buscar a una persona y nos conduzcas a KC."
El chofer sonrió, asintiendo con un movimiento de su cabeza.
"Entendido, Joven Mokuba."
El pequeño corrió a su habitación y en un dos por tres se arregló, como desayuno sólo tomó una rebanada de pan tostado untado con mantequilla y tomó un largo sorbo de jugo de naranja y salió apresuradamente.
Tenía un día muy agitado, y con ayuda de Serenity tenía que planear algo perfecto para que ni el carácter arrogante de su hermano ni el orgullo desmedido de Joey fueran a arruinar todo lo que ellos dos hicieran, por el bienestar de sus respectivos hermanos mayores.
oOoOo
May, Tea, Tristán, Yami y Yuugi vieron como Joey se tronaba los dedos con nerviosismo y como evitaba mirarlos a los ojos, como consecuencia de lo que iba a contarles.
Aún no sabía cómo hacer para sacarlo de su interior pero cada vez que pensaba en cómo hacerlo se convencía de que en verdad era un error y estar enamorado de alguien tan opuesto como él era un completo error. Algo de lo que debía irse olvidando, aunque no quisiera.
"Bien, Joey," Empezó Tea, sonando insegura al momento de hablar, quizá Joey no quisiera hablar todavía con ellos y eso no sería muy bueno, especialmente si alguno de ellos alejaba de nuevo al rubio. "qué es lo que querías decirnos?"
Tristán asintió y May no hizo más que sonreír, comprendiendo lo que estaba pasando.
Serenity le había dicho que ella siempre estuvo de acuerdo en que ella y Joey tuvieran algo, pero ahora su hermano estaba enamorado de alguien más y ella, como su hermana, debía brindarle la protección que necesitaba.
No iba a darle la espalda porque le amaba e iba a hacer lo posible porque su hermano y su amor se reencontraran.
Con eso, May entendió que de quien estaba hablando la pelirroja era del mismísimo Seto Kaiba y eso respondía las dudas que Joey le dejó cuando ni siquiera se expresó mal del CEO ni siquiera argumentó que estaba enfadado por haber sido cuidado por él, lo cual a ella le pareció casi milagroso, considerando lo mucho que esos dos siempre se habían repudiado mutuamente.
Pero a ella no le afectaba en nada, porque lo suyo con Joey no progresó debido a su coquetería con los demás, por eso no le reprochaba nada al rubio, además, si Kaiba era capaz de brindarle a éste la estabilidad que tanta falta le hacía, ella no iba a negárselo.
"Antes que nada, Joey… yo no tengo nada en contra de eso, así que por mí está bien, y no tienes que darme ninguna explicación." Terminó la rubia, dando media vuelta, dispuesta a marcharse, porque allí no había nada que pudiera interesarle.
"Serenity te lo dijo." Fue lo único que comentó antes de ver como la rubia se perdía tras la puerta, sin despedirse de ninguno de los que estaba allí presente.
Yuugi cerró los ojos, si era lo que estaba pensando, el motivo por el que May se había ido era el mismo en el que había estado pensando tan obsesivamente durante todo el tiempo en que su amigo estuvo amnésico.
"Amigos, lo que quiero hablar con ustedes tiene que ver con lo que pasó mientras yo estuve amnésico." Empezó, sonriendo levemente. "Primero quiero disculparme por haberlos hecho a un lado de mi vida, pero ustedes saben que como no recordaba absolutamente nada de ustedes no quería verme obligado a portarme bien con ustedes, por ese motivo fue por el que los expulsé de mi vida… además, estaba cómodo en la mansión Kaiba, porque allí todos me trataban muy bien, incluso Kaiba." Dijo, consciente que para ese momento alguno de sus amigos iba a protestar, pero vio la mirada que Yami le dirigió a Tristán, casi obligándole a callarse, al menos hasta que el rubio terminara de exponer su punto. "Para ustedes debió ser muy difícil que yo escogiera a Kaiba sobre ustedes, pero fue un impulso que se dio en ese momento, porque ustedes me hicieron sentir abrumado, no quise lidiar con unos amigos como ustedes en ese momento, porque me iba a ver en la necesidad de esforzarme por recordar, y cada vez que lo intentaba eso terminaba por hacerme sufrir un intenso dolor de cabeza."
Todos los allí presentes comprendieron eso, de haber estado ellos en la misma situación que el rubio probablemente hubiesen hecho lo mismo, porque sentirse así de perseguido por las emociones afectivas de los amigos iba a resultar un enorme problema, y ninguno se sentía con la capacidad de ser capaz de autopresionarse sólo por complacer a alguien más.
Comprendían que estuvo mal querer apartar a Joey de los Kaiba, porque a pesar de todo ellos eran capaces de brindarle la ayuda que en ese momento necesitaban, e incluso el CEO corrió con todos los gastos, debido a que por la falta de trabajo del padre de Joey, éste no poseía seguro social.
"Entiendo, Joey." Intervino Tea, sentándose finalmente en un mullido sillón, ya que Yuugi les había dirigido al interior de la casa luego que todos se hubieran reunido en la tienda de juegos. "Pero, qué es lo que te tiene tan nervioso?"
"Es que no he terminado, Tea." Sus ojos color caramelo vieron a Yuugi, porque sabía que su mejor amigo conocía perfectamente la relación que, en su estancia en la mansión, se había formado con Kaiba. "Porque lo que yo quiero decirles tiene un poco más de complicaciones que eso."
Yami sonrió, definitivamente si lo que iba a decir Joey era que quería estar con Kaiba iba a haber muchas complicaciones.
"Antes que nada," Interrumpió Tristán. "por qué no has vuelto a tu casa, hermano? Nos tenías muy preocupados porque te has estado escondiendo de todos nosotros!"
"No estoy escondiéndome, pero no planeo volver a casa, porque mientras estaba con Kaiba mi padre lo demandó diciendo que no quería devolverme con él, cosa que no era cierta, y como mi padre había ido a amenazarme al hospital, Kaiba le dio dinero para que nos dejara en paz."
Tristán lanzó un gruñido.
"Por su culpa, tú estás en una enorme deuda con ese arrogante ricachón." Espetó el ojiverde.
Eso era lo de menos, al menos para Joey ya que si lo que estaba involucrado a fondo en todo eso eran sentimientos a quién le iba a importar una interminable deuda con una de las personas más ricas del mundo entero.
Kaiba no iba a ser tan cruel en la cuestión monetaria, eso no era lo que molestaba al rubio, lo que le inquietaba era el hecho que estaba enamorado del CEO. Cómo se había enamorado de alguien que le trataba tan mal?
Ocurrió de pronto, cuando recuperó la memoria aún estaban vivos los recuerdos de lo sucedido en su amnesia, aún podía ver aquella faceta de Kaiba que éste siempre escondía a los demás pero que a él le dejó, más que verla, experimentarla. El amoroso Kaiba que por las noches lo abrazaba a su cuerpo para que no sufriera aquellas tormentosas pesadillas, el mismo que le daba un beso en los labios cuando se quejaba de lo mucho que quería recuperar sus memorias, el mismo que le entregaba afecto ilimitado, sin condiciones.
Por eso mismo terminó enamorándose de ese CEO, el que no era cuando era Joey Wheeler, el perro, sino el que era cuando él era el amnésico Joey Wheeler que, desvalido, necesitaba el apoyo de alguien, la protección de alguien.
Por qué no podía simplemente cerrar los ojos y olvidar todo lo que atravesó en la mansión Kaiba?
Sería mucho más fácil para todos, incluido Kaiba y su hermano menor, quien estaba esmerándose demasiado para que esos dos tuvieran una conversación decente, y eso era algo que Joey agradecía.
Contaba con el apoyo incondicional de Mokuba.
Pero no tenía lo más importante, lo fundamental, que era el amor de aquel por quien estaba sufriendo.
Irónico, no?
Hasta su hermana estaba apoyándole, pero el único que le interesaba le daba la espalda y estaba muy ocupado en una convención de negocios importantes, donde iba a exponer su nuevo proyecto, aquel por el que Joey siempre le reprendía, el que ocasionaba que se desvelara, que madrugara, que se esforzara demasiado, llevando sus capacidades al límite y sobrepasándose.
"La deuda no es el problema, verdad, Joey?" Preguntó Yami, consiguiendo una mirada levemente enfadada por parte de su aibou.
Joey sonrió, asintiendo.
"Es parte del problema, pero no la deuda en efectivo." Afirmó, ganándose una mirada penetrante por parte de todos sus amigos, motivo por el cual se sonrojó profundamente. "Cuando estuve con Kaiba sucedieron muchas cosas entre nosotros dos… al principio, como no sabía quién era, iniciamos una agradable relación amistosa y como él demostraba preocupación por mí, me sentí muy a gusto a su lado, por eso mismo empezaron a surtir ciertos efectos en la relación que yo tenía con él, y él empezó a atraerme, física y emocionalmente."
Tea lanzó un leve gritito de sorpresa, Tristán estuvo a punto de estrellar su puño en la pared y Yuugi sólo negó.
Esperaba incluso más por parte de sus amigos, gritos enfadados, voces coléricas, pero a lo mejor era sólo la sorpresa la que estaba conteniéndolos momentáneamente; aún así era mejor salir de ese problema de una buena vez, ya que no ganaba nada guardándose todo ese sufrimiento en el interior.
"Estás jugando, Joey. Deja eso, hermano!" Pidió Tristán, sus ojos verdes fijos en el rubio que simplemente bajó la cabeza.
Estaba apenado porque era complicado confesar que estaba enamorado de Seto Kaiba.
"Pero eso pasó en cuando recordaste, no es así, Joey?" Preguntó Tea, pensando que no había motivo para preocuparse, ahora que el rubio sabía toda la verdad sobre Kaiba no iba a gustarle.
Joey negó.
"Entonces lo que Kaiba Kun nos dijo era cierto." Empezó Yuugi. "Ustedes dos no midieron las consecuencias y a pesar de saber la situación en que estaban involucrándose decidieron seguir con eso… ahora tú eres el que está sufriendo."
Joey iba a aceptarlo, cuando repasó en su mente lo recién dicho por su mejor amigo.
"Hablaste con Kaiba? Sobre lo nuestro?"
Yuugi asintió. "Y me dijo que iban a seguir con eso, que era decisión de ustedes y que no íbamos a impedirlo. También dijo que si terminaba iba a ser por ti."
"Por qué me dices esto, Yuugi?" Preguntó. "Si no quieres que esté con Kaiba porque me dices que lo que viví con él sí fue cierto?"
Yuugi cerró los ojos.
"Porque te entiendo, Joey. Sé que no quiero que sufras, y si tú no lo buscas, él no va a buscarte, porque él me dijo que tú ibas a odiarlo después de lo vivido entre ustedes… y me cansé de ser egoísta contigo, porque tú te mereces la felicidad… aunque sea con Kaiba Kun." Aceptó el pequeño, arrepentido de haber sido tan prejuicioso en una relación entre su mejor amigo y el CEO.
"No es cierto." Intervino Tristán. "Que él te apoye no significa que yo también lo haga. Kaiba no es una buena opción para ti."
Joey rió.
"La es May?" Preguntó, burlón. "Lo siento, amigos, pero es decisión mía, como Mokuba y Serenity me dijeron. Lo que pase a partir de ahora va a depender de mí, porque soy yo el más interesado, no creen?"
Tea asintió.
"Si es lo que te hace feliz, como amiga tuya no voy a interponerme en tu felicidad Joey, porque no estaría siendo una amiga de verdad si lo hiciera." Dijo la muchacha, mirando a Tristán.
Con esa mirada estaba prácticamente obligándolo a que le dijera algo similar.
Más el ojiverde no hizo eso.
"Yo sigo sin estar de acuerdo, hermano, pero no voy a impedírtelo… aunque yo sé que es incorrecto y que terminarás con el corazón destrozado." Dijo, confiando en sus palabras, como si conociera tan bien a Kaiba.
Joey asintió.
"Pero yo tendré que lidiar luego con ese corazón roto, amigos… Porque voy a disfrutarlo todo lo que pueda, si no funciona, al menos tendré unos buenos recuerdos, no creen?"
"Por supuesto, Joey… y sabes que siempre vas a contar con nosotros." Dijo el ex Faraón.
oOoOo
En todo el trayecto a la oficina, el CEO estuvo en completo silencio, aburrido y sin ganas de volver a KC, pero su secretaria le llamó diciéndole que había algo muy importante que requería solución inmediata, motivo por el cual iba a tener que llegar tarde a casa, mucho más tarde de lo que le había dicho a Mokuba.
El chofer que iba adelante, llevaba una sonrisa de oreja a oreja, porque Mokuba le había contado de la pequeña sorpresa que le había preparado, tras haber modificado su plan, por eso mismo no iba allí mismo con su hermano, como al principio planeó.
"Ya llegamos, Señor Kaiba." Le dijo, amablemente, el chofer, bajando para abrirle a su jefe la puerta de la limosina.
"Te llamaré cuando vaya a ir a casa." Dijo el CEO, dándole la oportunidad que se diera una descanso momentáneo.
Por el momento no quería trabajar, pero si en verdad era algo tan importante como su secretaria le dijo, realmente necesitaban allí de su presencia, porque todos en la corporación parecían ser unos completos imbéciles.
Subió las escaleras que le separaban de las puertas de cristal, que al sensor de movimiento, se abrieron cuando la presencia del CEO estuvo frente a ella, y a paso presuroso se dirigió al ascensor, para llegar rápido a su oficina, que estaba en el último piso de todo aquel inmenso edificio.
Las luces apagadas de los pasillos no le daban una buena impresión, y de hecho, los únicos que estaban, para en verdad ser una situación de extremada urgencia, eran los guardias.
Dónde podían estar todos los técnicos y asistentes?
Tal vez sí era tan importante que todos estaban arriba trabajando por intentar arreglar el problema de aquel satélite del que su secretaria habló.
Llegó al piso de su oficina y caminó rápido a ella, sorprendiéndose una vez más de ver todo en completo silencio y en completa oscuridad. Abrió la puerta.
Kaiba vio con sorpresa su oficina, y se dividió entre la furia y la fascinación. Dónde estaban sus archivos, su escritorio, su laptop? Por qué había una mesa para dos y una cena servida? No estaba de humor para ese tipo de bromas, y justamente cuando dio la media vuelta, con la más clara intención de abandonar aquel salón, oyó que la puerta se abría, al mismo tiempo que Joey replicaba.
"Ni siquiera me has anunciado con él, Mokuba. Va a enfadarse!"
"No te preocupes, todo lo preparé desde la mañana. Así que disfrútalo, Joey." Fue la respuesta que dio su hermano menor tras cerrar la puerta de la oficina con la llave, dejando a los dos jóvenes encerrados en la enorme oficina del CEO.
Finalmente, tras un largo minuto de silencio, Joey dio media vuelta y vio a Kaiba, quien estaba parado a medio metro de distancia, viéndole fijamente, como si no pudiera creer que en verdad el joven rubio que estaba frente a él era corpóreo.
Sus ojos azules recorrieron a Joey por completo, deteniéndose en sus labios y luego en sus ojos ambarinos, donde había tanta emoción contenida que no sabía cómo transmitirla al otro ocupante de aquella habitación.
Para Joey también era sorprendente ver al CEO frente a él, que no expresaba odio en su mirada, como él había creído que sucedería. Pero el hecho de encontrarse con una cena para 2 preparada por Mokuba, significaba que el pequeño y su hermana aún tenían sus esperanzas puestas en el hecho que podía resurgir el romance entre ambos.
Joey iba a hablar, pero cuando abrió la boca para empezar el corto discurso de despedida que tenía planeado, inició una suave melodía romántica que le hizo cerrar los ojos y sentir como se le erizaban los vellos de la piel.
Estaba atrapado con Kaiba y, la verdad, los dos estaban incómodos porque no se atrevían a hacer ningún movimiento.
"Por qué no nos sentamos?" Preguntó Kaiba, rompiendo el tenso silencio que entre ambos se había establecido desde el momento en que se vieron a los ojos y recordaron tantas cosas ocurridas entre ellos dos.
El rubio sólo asintió y se sentó en la silla que el CEO amablemente le ofreció.
Estaba sonrojado, pero había venido a terminar con su sufrimiento, así que lo mejor iba ser apresurar las cosas, ya que podía ver que Kaiba tampoco tenía ni la más remota idea de qué decirle a su hermoso rubio, pero no podía apartar los ojos de él.
"Kaiba, yo…" Joey vio como el CEO acortaba la distancia, jalando más cerca de él, su silla. Con horror sintió como su corazón latía con fuerza anormal en su pecho, emocionado por la cercanía, por el aroma delicado que el cuerpo de Kaiba desprendía, el mismo que estaba aspirando celosamente. "…sólo quería darte las gracias por todo lo que hiciste por mí. Sé que gastaste mucho dinero conmigo, por eso estoy en deuda contigo."
Dejó de hablar y fijó sus ojos en Kaiba, quien sólo rió un poco, levemente divertido por lo que Joey estaba diciéndole.
Sabía que algo así iba a ocurrir, ahora que el rubio recordaba como se llevaban, iba a ser mejor no demostrar su afecto desmedido, porque iba a terminar con el corazón hecho pedazos, y él odiaría sufrir, porque no estaba hecho para sentir el dolor.
"Deja de burlarte de mí." Ordenó el rubio, subiendo instintivamente sus defensas, porque se lo había repetido todo el día, Kaiba no iba a humillarlo nunca más, porque no era débil.
"No me estoy burlando de ti."
Joey cerró los ojos, porque la voz de Kaiba había sido tan suave.
"Dime lo que querías decirme de una vez." Pidió Kaiba, su voz aún muy suave, como un susurro, porque el ambiente propiciaba esa aura tan íntima, y él no quería llevarle la contraria.
"Ya lo dije…"
"Bien," Empezó el CEO, cortando un poco más la distancia. "así no vas a interrumpirme mientras yo hago lo mío."
Y sin esperar a que el rubio dijera nada, sujetó al rubio del cuello y le plantó un beso en los labios, dulce y suave, en el que compartía el afecto que se dijo no iba a compartir.
Pero era mejor haber vuelto a besar sus labios, al menos como una despedida a haberse quedado con las ganas.
Cuando Joey lo correspondió, él sintió como su corazón latía con más fuerza, como la sangre bombeaba con violencia a sus mejillas, sonrojándole por haberse atrevido a hacer eso y haber sido correspondido en su deseo por compartir su afecto con el rubio.
Chupó el labio inferior de Joey y suavemente introdujo su lengua en la boca del rubio, tras haberle pedido permiso a éste, quien sin pensarlo mucho accedió a esto.
Sus brazos rodearon el cuello de Kaiba mientras éste descendía sus manos hasta la cintura del rubio y lo abrazaba con fuerza, levantándolo de la silla y haciéndolo aterrizar en su regazo.
"Eso era lo que tú tenías que decirme?" Preguntó Joey.
Y Kaiba simplemente pegó su frente al hombro de Joey quien sentado sobre él simplemente lo abrazó, feliz de haber solucionado eso, o al menos que Kaiba lo hubiera hecho, porque el iba con intenciones de terminarlo todo, porque a pesar de lo que Yuugi le dijo, llegó a la conclusión que quizá en la vida del CEO iba a ocasionar un caos muy grande.
Lo bueno de todo, para él y Kaiba, era que el CEO no pensaba de la misma forma que él y si pasaba o no, no tenía absolutamente nada que ver con la corporación Kaiba porque era algo que trataba sobre la vida privada de Seto, y éste lo había pensando ya.
Los negocios y la vida privada, que ahora eran su hermano y el cachorro, no tenían nada que ver una con la otra.
Una vez más, Joey agradeció.
"Gracias por todo, Seto…"
Kaiba le dio un suave beso en el cuello.
"No, cachorro, gracias a ti." Por darle luz a mi vida, por no irte, y por permitirme estar contigo.
Continúa…
Notas de autora:
Ya los reuní, jeje. Espero que el derroche de miel no les haya parecido excesivo, pero es más bonito cuando la miel abunda en los fics porque así se compensa lo que sufrieron mientras estaban separados, no?
Les prometo que, a las ansiosas por el LEMON, las voy a complacer muy pronto, estoy pensando si es en el próximo capítulo o en el 23… dejen que lo piense un poco. Gracias por todo.
Ahora sí, los REVIEWS…
REVIEWS DEL CAPITULO ANTERIOR
Misao cute girl. Si no te gusta lo que escribo no lo leas, de todos modos yo no obligo a nadie, pero por si no lo sabías existe algo llamado libertad de expresión y bien, del mismo modo en que yo no censuro que vengas a insultarme, también deberías saber que estoy en todo mi derecho de publicar esto aquí o en donde yo así lo quiera… y si no lo sabías, empieza a leer un poco de leyes, digo, si es que sabes leer.
Mellory. Sí, que bueno que te está gustando. MUCHAS GRACIAS!
NaKuRucHaN. Se fue a un motel porque no tenía mucho dinero, además lo que gana en su empleo no basta, y está huyendo de Kaiba, dudo mucho que vaya a un lugar donde el CEO o alguien más pueda irlo a buscar, de todos modos, Moki le encontró.
Sabrina. Espero que el capítulo anterior también te haya gustado, muchas gracias por leer y el comentario positivo.
Forfirith-Greenleaf. Hi! Me alegra que te haya gustado el capítulo, y yo también pienso que si se extrañan se darán cuenta de cuánta falta se hacen el uno al otro, pero no puedo dejarlos mucho tiempo separados. Todas queremos que los dos chicos lindos del anime se junten de una vez. Te gustó la idea de las buenas noches, por algún extraño motivo, sólo imaginé que eso harían, extrañándose tanto. Tú también cuídate mucho… Besos, amiga.
Eiri Saiyuki. Si no lo hacía de ese modo iba a estar muy complicado, porque Joey es terco por naturaleza y eso de hacerlo enamorarse del CEO luego de los sucesos ocurridos iba a tomar un poco más de tiempo. Ya Moki encontró al cachorro, porque su hermano está en fase de negación… una vez más. Ja ne!
Kida Luna. BANG! Oye! Si me sigues disparando no terminaré a tiempo el fic… y lo bueno es que ya tengo más ayuda, porque Yuugi me prestó a los tres dioses egipcios… Ra, Obelisk y Slaifer tienen ganas de 'jugar' un ratito. Sobre la escuela, te comprendo, la presión de algunos profesores es excesiva, dímelo a mí… pero el profesor del debate no fue quien me puso ese 6, de hecho él me dio un increíble 10. Y yo no me junto con cualquier mafioso, los mío son los Yakuza, así que dudo que realmente hayas reducido mi escolta a la mitad… Y no, en mi casa no me castigan porque mi papá siempre me dice el discurso de… 'Tú sabrás lo que obtienes, y es lo que te mereces, yo no tengo que castigarte porque tú misma sabrás qué hiciste mal'. Un poco frustrante, no? Te aclaro algo, Kida, yo no estoy intentando escapar… sólo estoy protegiéndome en el tiempo que dure el fic… jajaja. Cuídense mucho los dos, y nos leemos pronto Ja ne!
Magic. Gracias por el comentario, esos dos ya van rumbo a juntarse, me alegra que te guste. Y sí, Yami y Yuugi van muy bien. No te preocupes, que me estoy apurando para darles un buen final, o al menos eso es lo que espero. Ciao.
Kendra Duvoa. Claro que van a hablar pronto, porque a mí me encanta el CEO y no quiero verlo preocupado… y no te preocupes… al menos ese asunto está arreglándose. Gracias.
Kai 250. Me encantó tu lema, porque es muy cierto, y te aseguro que entre ellos ya no habrá muchas barreras, o al menos como tú dijiste, habiendo amor, serán fáciles de superar. Gracias por el comentario, fue muy agradable, algo así como para levantarme más el ánimo. QUE VIVA EL SETO/JOEY! Y ARRIBA EL YAOI! Bye.
REVIEWS DE ESTE CAPITULO
Forfirith-Greenleaf. Bueno, amiga, ya se reencontraron, y fue iniciativa del CEO, porque si no, ninguno de los dos iba a hacer nada bueno para las fans, por eso Kaiba me susurró al oído que el quería ser el que hiciera lo mejor. Gracias por el comentario, besos.
Oriko Asakura-Tao Li H.U.S.H. Yo estoy muy bien, y tú? Para que veas que sí tomo en cuenta lo que ustedes me dicen, fue Seto Kun quien tomó la iniciativa, y con un beso, como tú querías… espero te haya gustado. Abrazos.
Rei Dark Angel. Gracias por el comentario, y les juro que ahora sí, en el cap. 22 o el 23 les pondré el LEMON.
Kai 250. Gracias, es muy bonito lo que me dices, por eso espero que este capítulo también te haya gustado. Y es muy cierto. ARRIBA EL YAOI, EL SHONEN AI Y SETO/JOEY!
Serena140186. Yo estoy muy bien, y tú? Espero que igual. Escribiendo, llevo entre 4 ó 5 años. Oye, tu política es igual a la que yo tengo, si me gusta el summary leo el primer capítulo y si me engancha, lo guardo en Word. Bueno, sí estoy muy interesada en tu fic, me gustaría leerlo. Bueno, ya se viene el LEMON, del que aquí todas somos fanáticas, no? Igualmente, yo también espero que nos llevemos muy bien. Ciao.
Kida Luna. Mira, si dejas de atacarme, me apuro más con el LEMON, eh! Lo juro, además, ya me deshice de May y ya los volví a juntar. Y tú, Rex, yo creí que en verdad me apoyabas… tanta muerte de animales no es bueno, mira que les voy a mandar a los de Greenpeace. Y por supuesto que me suena la palabra… Y así como dice ese capítulo, Luna, aunque corras, te escondas, no puedes escapar. Tú también cuídate mucho… los dos, y en eso estoy, aunque mis Yakuza son muy eficientes. Ciao.
Tenshi Lain. Hola, gracias por el comentario. Ya me encargaré del padre de Joey y May ya se fue para siempre de su vida. Ciao.
Ishida Rio. Hola! Gracias por el comentario, la necedad de ambos así será siempre, al menos en este cap. Kaiba decidió dejar de lado su necedad, para arreglar las cosas con el cachorro. Espero te haya gustado. Nos leemos.
Caballero-reina12. Para nada, si Kaiba hacía eso, me echaba a perder todo, así que se aguantó y se tragó su orgullo. Gracias por el comentario. Ciao.
NaKuRucHaN. Ya est�, listo para iniciar la planeación del lemon. Gracias por el apoyo, nos leemos.
Ave Suiris. Bueno, ahorrándome complicaciones, decidí que lo mejor era juntarlos de esa forma, porque eso de andar creando más conflictos, cuando aún me queda uno pendiente me da mucho dolor de cabeza. Gracias por el comentario.
Kishe. Ya viste que no, Kaiba no se portó para nada mal, sino que fue él quien arregló todo, además, ya faltaba romance cursi en este fic, no creen? Ciao.
Kida Luna. Ya te pusiste al día! Que bueno! Si sigues lanzándome granadas y una de esas me da, ya verás, te lanzo a mi perro… por muy diminuto que esté (muy chiquito). Por May ni te preocupes, que yo me encargué que una de tus granadas le diera directito en la cabeza. Ya Joey volvió con Seto, porque no soy tan cruel, además si ya hasta May se aprovechó del rubio, bien le toca su turno a Seto… no te preocupes, pronto LEMON! YUPI! Hasta que tengo un brazo nuevo, ya sabes porque me han dado de todo en mi vida, menos un brazo… XD Nos leemos… ciao.
