Capitulo IV
By Unmacht Hugo
-el viento esta disminuyendo, tal vez en unas horas podamos partir- Kuno
miraba hacia el cielo
-estoy preocupada, el mar estaba muy malo anoche- Ukyo estaba
desesperada por partir desde la mañana, Ryoga y Mousse parecían
extremadamente tranquilos.
-no te preocupes U-chan, esos dos son huesos duros, deben estar sobre la
playa esperando nuestra llegada-
-Shampoo estar segura de eso- Shampoo estaba preocupada por otra cosa,
Ranma y Akane estarían verdaderamente solos mientras ellos no pudieran
volver, y Akane, sabiendo eso, podría hacer de las suyas, si fuera ella
no dejaría pasar la oportunidad, ella no podía permitir esto, algo debía
hacerse, corrió a la pequeña cocina tomo un poco de agua fría y empapo a
Mousse con ella.
-Mousse, volar ahora y revisar costas, rápido- Mousse quería negarse,
movió las alas y chillo bien fuerte.
-moverse ya o...- Shampoo empuñaba un gran cuchillo de cocina, era
evidente que lo mejor era hacerle caso, Mousse emprendió vuelo hacia el
sur.
Ryoga se acerco a Ukyo y Kuno.
-¿Qué le pasa ahora? Pregunto a ambos, Kuno levanto los hombros, Ukyo
hizo gesto de pensar.
-tal vez no quiera que ambos estén solos mucho tiempo-
-¿eso crees?
-eso es lo que yo, desearía- los dos muchachos la miraron, comprendiendo
lo que decía, Kuno empezaba a aceptar que la relación de Ranma y Akane
tal vez ya fuera inquebrantable, el echo ver como ellos se arriesgaban
mutuamente en la tormenta lo demostraba, pero para Ukyo aun era difícil
de aceptar, y Shampoo parecía decidida a continuar la batalla.
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Akane despertó pasado el mediodía, el sol bastante alto en el cielo
indicaba esto, estaba cubierta con la camisa a guisa de sabana, estiro
el brazo tratando de encontrar a Ranma a su lado pero no encontró a
nadie, se sentó sobres las hojas que formaban su lecho, la camisa
resbalo, haciéndole tomarla rápidamente para cubrirse con ella, pero
luego recapacito que después de lo que paso la noche anterior, Ranma no
vería nada mas de lo que ya había visto, así que se la puso
tranquilamente, abrochando solo los dos botones mas bajos.
-ahora, ¿donde esta ese baka?- miro hacia los costados y no vio nada,
pero una voz a su espalda la hizo poner en guardia.
-¿despierta ya? Ranma se encontraba contra la línea de árboles, había
cortado varias ramas grandes de palmeras y las estaba acomodando,
armando una especie de casa circular, aunque del lado de la playa no
tenia "pared" dejando desde el interior una amplia vista de la playa.
Akane se acerco y contemplo el trabajo de Ranma.
-¿desde cuando estas trabajando?
-desde muy temprano, algún pájaro creyó que mi cara era un buen lugar
para echar sus desperdicios-
-OH, pobrecito- la vos de Akane era evidentemente sarcástica, y era
evidente que no podía retener la risa.
-y bien, ¿Qué te parece?- Ranma se aparto unos pasos y con un ademán le
indico que pasara, el techo estaba apenas sobre su cabeza pero al menos
era algo mas "intimo", en el piso la arena fue evidentemente limpiada,
no podía ver ninguna piedra o concha o caracol, cerca de la pared
derecha, Akane vio algo en el suelo, tubo que entrar definitivamente a
la casita y ver, un poco oculta estaba una cama, una sola y de mayor
tamaño de las que había preparado la noche anterior. Akane se dio vuelta
furiosa
-¿como te atreves?, has dos cama maldito baka-
-¿pero que te pasa?, yo pensé que tu y yo...-
-solo hazlo- totalmente desorientado Ranma junto algunas hojas mas,
separo algunas de la gran cama que había preparado, mientras Akane
preparaba las cosas para el almuerzo
-listo, ¿te gusta ahora?- Akane volvió a mirar y volvió a gritar.
¿Es que no tienes cerebro?, tienes que dejar una más grande idiota-
-no te entiendo, definitivamente que no-, Akane sonrió.
-Es para cuidar apariencias baka, solo pienso que debemos usar una-
Ranma bajo la cabeza y gimió
-mujeres, no las entiendo- realizo modificaciones nuevamente, dejando la
cama original un poco mas grande, bajo la mirada atenta de Akane, que
cuando termino se acerco y apoyándose en su hombre simplemente dijo
-aprobado-
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-están como a una diez millas de aquí, en una isla pequeña- Mousse
gritaba desde el baño mientras se vestía.
-¿Qué estaban haciendo? Shampoo parecía impaciente por respuestas
-no se, parecían que estaban preparando alguna comida en una olla-
-entonces la encontraron, te lo dije- Ryoga codeo a Ukyo
-¿de que hablaban? Shampoo seguía impaciente.
-no lo se, desde esa altura no se podía escuchar-
-Kuno, ¿cuando podemos partir?-
-en algunos minutos supongo, bella hija del cele...-
-¿cuanto tardaremos?
-estaremos cerca de las diez u once de la noche-
-perfecto-
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-delicioso, gracias- Akane se sentía orgullosa, bajo la atenta mirada de
Ranma, siguiendo instrucciones al pie de la letra, resistiendo todas las
tentaciones por improvisar algo, probando cada ocho segundos la cocción,
mirando a ojo de lombriz las llamas, había cocinado una deliciosa sopa
de arroz con sal. Tal vez no era mucho, pero era un comienzo, y Ranma
era dolorosamente consciente de lo que Akane podía lograr con agua,
arroz y sal. La ONU podía bien declarar esa isla peligro mundial,
fabrica de armas química o algo por estilo. Con un anzuelo y línea que
había en la mochila de Ryoga, había logrado pescar un par de peces, que
se asaban al fuego. Ambos estaban comiendo y se sentían de buen humor.
-y ¿Qué le dirás a tu madre cuando volvamos?-
-no se, ¿acaso debería saberlo alguien mas?-
-¿crees que se de cuenta?-
-no se, ¿hacemos algo distinto desde anoche?-
-no observas-
-si, se dará cuenta, rayos- Ranma se dio cuenta de que todos notarían
que algo paso entre ellos cuando vieran, por ejemplo a Akane descansando
con la cabeza en el regazo de Ranma, ese no era la forma en que se
solían comportar.
-tal vez podríamos actuar- dijo Ranma
-yo no quiero actuar, me siento bien así-
-serás viuda antes de casarnos-
-¿tal vez no diga nada si...?-
-¿si llegamos y decimos que queremos casarnos lo antes posible?- Ranma
hizo un gesto cómico.
-¿Qué te pasa, acaso ahora no quieres?- Akane se incorporo un poco
-si quiero, pero hasta papa y el tuyo se darán cuenta que tú y yo...-
-bueno, en ese caso veremos quien enviuda primero, papa me matara antes
que tu madre lo haga contigo-
-JA JA JA, competencia de quien enviuda primero- Ranma se tomaba el
estomago
-tu padre puede que te felicite, aunque sea en secreto, pero papa me
matara, y luego competirá por matarte con tu madre- Akane también se
reía a mandíbula batiente.
-o, tal vez nos obliguen a casarnos, ahora si, queramos o no, como ambos
queremos, tal vez sea lo mejor- Ranma tenia gesto pensativo.
-bueno al menos no tendrán que hablarnos de las flores y los pájaros-
Akane se volvió a apoyar en Ranma, este puso ahora un gesto de serio
-Ranma, hay cosas de la vida que te debo explicar- Ranma imitaba la vos
de Genma, Akane rió nuevamente y siguió el juego
-Kasumi o tu madre pueden venir y decirme, Akane tengo que explicarte
algo con respecto al matrimonio- ambos se morían de risa
-pagaría por ver su cara cuando les digas, tía, ya lo se, tuve clases
practicas-
-Hablando de clases, ¿no te gustaría seguir practicando? –
-hum, ¿crees que tengo que seguir practicando?-
-tú y yo, cuando lleguen a buscarnos, no podremos...-
-sshh, vamos a ver que tan privado es la casita-
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El Trueno Azul llego a la isla cerca de las doce de la noche, todos
estaban pendientes de la mas mínima señal de vida que pudieran ver, en
si les extrañaban no ver nada, parecía que la isla estaba desierta, pero
un rato después notaron las tenues llamas de una fogata que se consumía.
Kuno bajo el ancla, el pequeño bote salvavidas se deposito en la
tranquila agua que daba a la playa, y se acercaron hasta donde estaba la
hoguera. Conducido por Kuno, Ukyo, Mousse y Ryoga fueron los primeros en
desembarcar, el kendoista dio vuelta al bote y se fue a buscar a
Shampoo, Hapy y Cologne, unos minutos después todos estaban en la playa,
Ryoga y Mousse acercaron unos troncos al fuego y los encendieron a
manera de antorchas, cerca de donde comenzaba el bosque de palmeras,
había algo extraño, algo que no encajaba, se acercaron y notaron que era
una pequeña choza, tal vez estuvieran ahí. Mousse, Ryoga y Ukyo iban
delante iluminaron el interior y se quedaron duros como estatuas, unos
segundos después una abatida Ukyo se dio vuelta y se dirigió hacia un
árbol y empezó a zozollar, Shampoo se encamino hacia la choza, Ryoga y
Mousse no se dieron cuenta
-¿por que Ukyo llora, que es lo que...? Shampoo también se quedo dura ante
la visión que tenia a su vista, en una cama estaban Ranma y Akane,
totalmente desnudos, abrazados y muy juntos, demasiado juntos..., Shampoo
hizo lo que cabria esperar de una novia despechada.
Grito.
Grito muy fuerte, suficiente para asustar a Ryoga, Mousse y despertar a
Ranma y Akane, que sorprendidos solo atinaban a intentar cubrirse
mutuamente, lo que hacia gritar aun mas a Shampoo.
-dejar de tocarse pervertidos-
La descubierta pareja ahora se peleaban desesperadamente por cubrirse
con la camisa, por supuesto, destrozaron la prenda antes de lograr algo.
-salgan de aquí pervertidos- ahora era Akane la que gritaba
descontrolada, lo que hacia la situación mas caótica aun, Ryoga y Mousse
salieron de la choza, pero Shampoo seguía gritando, entre ambos la
sacaron, Akane se vistió con una camisa que le alcanzo Mousse mientras
Ranma se ponía el pantalón muerto de risa, no una risa de gracia sino
una nerviosa.
-¿de que te ríes? a Akane nada le parecía gracioso
-ahí va cualquier intención de mantener esto en secreto-
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Demás esta decir que la situación en el yate no era la mejor, Shampoo y
Ukyo se sentían traicionadas, Ryoga y Kuno lo mismo, Cologne no dijo
nada, pero el echo de preparar algo en la cocina indicaba que algo
planeaba, Hapy se maldecía a si mismo por no haber sido el primero en
entrar para poder ver el cuerpo desnudo de Akane, quien junto con Ranma
parecían estar en el medio de un juicio sumario.
-¿tienen idea de lo que han hecho?- la voz de Kuno era solemne y seria
-¿a que te refieres, no te entiendo? Ranma se hacia el desentendido
-habéis mancillado el honor del ángel Tendo, deberéis pagar por ello-
-disculpa pero ella fue la que me proboc- Auch-
-¡Ranma!- Akane se puso roja como un tomate.
-¿ser eso cierto, chica pervertida?-
-paso lo que paso y a nadie mas le interesa, para cuando volvamos a
tierra firme planearemos la fecha de la boda- Ranma se abrazo a Akane,
por detrás de Shampoo y Kuno vio a Ukyo sentada con la cabeza gacha, era
tal vez lo único que le incomodaba.
-¡así que no se metan en nuestras cosas! Ambos salieron de la cabina y
subieron hacia la proa, Ryoga meneo la cabeza, Kuno se dirigió hacia el
timón y Shampoo se dirigió hacia la cocina, al pasar frente a ella Ukyo
la escucho murmurar.
-Ya vera esa perra-
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-esta furiosa, puede ser peligrosa- Ukyo había convocado a reunión,
Kuno, Ranma, Ryoga, Mousse, y Akane la escuchaban. Los hombres se
acercaron al timón para deliberar, Ukyo se encontró a su pesar sola con
Akane.
-Akane-
-si U-chan- Akane se esperaba otra reprimenda, ahora por parte de Ukyo
-cuídalo por favor, ¿me lo prometes?- Akane observo a Ukyo, la tristeza
en esas palabras y el rostro arrasado en lágrimas le indicaba que para
Ukyo decir esto era caminar sobre vidrio molido. Tomo la mano de Ukyo.
Te lo prometo-
Ukyo levanto su vista y trato de sonreír, luego se dio vuelta y poniendo
el mejor tono de voz que le quedaba pregunto
-¿Ryoga, como vamos a repartir las guardias?
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Kuno volvió a decidir por su cuenta las guardias, el montaría la primera
con Ukyo, Ranma y Akane la segunda, Mousse, Ryoga y Shampoo la ultima.
Era una manera de tener vigilada a Shampoo, ni Kuno ni Ukyo estaban en
su nivel, Mousse estaba un poco por debajo de ella, Ranma y Ryoga eran
los únicos que podrían enfrentarse a ella, dejar a Ranma o Akane con
ella era tal vez darle malas ideas a la suerte, así, que obligada a
montar la guardia con Mousse y Ryoga, no le quedaría mucho espacio para
venganzas o provocaciones. A Ranma y Akane se les dejo el cuarto que
ocupaban los hombres en el comienzo del viaje, a Shampoo eso le pareció
el ultraje definitivo.
¿Los van a dejar dormir solos?
¿Algo le molesta, bella damisela?
-con esa provocadora aquí, tal vez no podamos dormir-
-no te preocupes, mi futuro esposo y yo al menos tenemos la moral que te
falta- la voz de Akane sonaba especialmente irónica, a Ranma le dio
gracia escuchar esas palabras, pensar que hacia una semana Akane hubiera
matado a quien le hablara de la boda. Pero Akane no se detuvo.
-ven Ranma, vamos a descansar, hace frío, abrázame por favor- Ranma le
siguió el juego y abrazo a Akane, juntos entraron a la pequeña cabina,
dejando a Shampoo, literalmente, arrojando rayos por los ojos.
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-es un cuarto chico- Akane se quedo mirando la pequeña cabina
-si, es verdad-
¿Cómo podían dormir tres al mismo tiempo aquí?
-uno en la cama, otro en el futon, y otro en ese cajón-
-bueno, tú puedes dormir en la cama, yo lo haré en el futon-
-lo que tú quieras-
Unos golpes se escucharon en la puerta, Ranma se acerco a abrirla,
Shampoo entro a la cabina, con una vasija con agua, mojo rápidamente a
Ranma y luego a Akane.
-así se mantendrán calmados- la voz de Shampoo sonaba extremadamente
sarcástica, la nuevamente pelirroja Ranma miro a la minimizada Akane. Y
suspirando le dijo-
-tal vez sea lo mejor
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La mañana llego sin novedad, Ryoga y Shampoo realizaron la primera
guardia, Ryoga vigilando estrechamente al mar por un lado y a su
compañera por el otro, pero la mañana llego sin muchas noticias. Kuno y
Ukyo se presentaron a cumplir su turno, Ranma, Akane, Cologne y Hapy
preparaban el desayuno. Cologne preparaba en realidad una especie de te,
llamo a Akane a solas y sirviéndole una taza empezó a hablarle.
-esto es para evitarte posibles problemas -
-no se a que se refiere- Akane pareció no entender la conversación,
Cologne resoplo
-niña, problemas de nueve meses, ¿entiendes ahora?- Akane se sonrojo,
bajo la vista y empezó a beber el te, hizo gesto de asco.
-¿tiene que saber tan feo?-
Cologne sonrío
-me alegro por ti niña, ¿sabes, el sabor es inversamente proporcional al
placer que una siente?- Akane volvió a ponerse roja como un tomate.
-¿no entiendo por que me esta ayudando tanto?, esto debería ayudarle a
Shampoo-
-tengo mis razones niña-
-¿son tan importantes como para mantenerlas en secreto?
-si-
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Al otro día, el Trueno Azul por fin llego a la desembocadura del rió ,
pero grande fue la sorpresa de todos al ver que el comúnmente caudaloso
y tranquilo rió apenas parecía un arroyo en tiempos de sequía, Kuno y
Cologne miraban con fastidio el raquítico curso de agua.
-no podremos remontar esto así- Kuno se apoyo contra la baranda
-tienes razón, tendremos que ir a pie-
-¿será un viaje largo?-
-cuatro días por lo menos, no podremos seguir el curso del rió, mas
adelante se desvía al sur, una cosa es seguirlo en bote, otra a pie,
tendremos que cruzar la selva a caminando, tu, Ukyo y Ranma tendrían
mucho trabajo-
-¿por que Ranma y yo?
-por que en esta selva, a un par de días de camino, llueve eternamente,
tú, Ukyo y Ranma deberán cargar al resto para no retrasarnos-
- yo ir con airen-
- ni lo sueñes, yo iré con Ranma- Akane se cruzo frente a Shampoo, Ranma
se acerco y se coloco en el medio
- comprende Shampoo, no podría ir con un gato-
- no ser justo-
- bella damisela, yo solicito vuestro permiso para poder cargarla-
- Shampoo querer ir con airen, no con chico de la espada-
- yo te llevare Shampoo- la intervención de Mousse hizo que Shampoo lo
mirara muy mal.
- acaso me llevaras volando, cuando entremos en la selva convertirás en
ciego pato-
-no perdamos más tiempo, todos carguen algo hasta que se transformen,
luego veremos como seguiremos-
La caminata se inicio por la mañana, se adentraron en la oscura selva y
iniciaron el camino, un muy duro camino, era imposible ver mas de dos
metros, iban tropezando con todo las ramas, y raíces que parecía salir
del piso por delante de ellos, el calor era insoportable, así como la
humedad, haciendo pensar que no haría falta lluvia para transformar a
alguien. Una de las peores cosas que suele pasar en la selva, es la sed
que acompaña a un viajero, pero el grupo no quería consumir sus
cantimploras todavía, pero llegado el mediodía muchos estaban buscando
la manera de conseguir un poco de H2O
-rayos que calor, desearía tomar un poco de agua ya- Ryoga se pasaba
constantemente un pañuelo por la frente
-tienes razón, el sol no llega hasta el piso ¿como puede hacer tanto
calor?
-esperad un segundo, leí en una publicación una moderna manera de
obtener agua- Kuno se acerco con una vasija a un árbol de grandes hojas
y lo observo detenidamente, Ranma se acerco, al verlo a su lado Kuno le
paso la vasija.
- Sostén esto Saotome-
-¿que vas a hacer, supongo que no lo pate...? antes que Ranma
completara la frase Kuno había pateados ya dos veces el árbol, lo que
provoco una gruesa lluvia, Akane y Ryoga que se habían acercado saltaron
hacia atrás, alejándose del árbol, pero Ranma la recibió de lleno sobre
su cabeza.
- Idiota- solo dijo la pelirroja, mientras nubes de vapor parecía salir
de su cabello, en su mano sostenía, casi llena la vasija.
- vieron, es un práctico y sencillo método descubierto el mes pasado por
un explorador, lo leí en una revista-
-¿moderno?, papa y yo lo utilizábamos siempre. Ranma paso la vasija a
todos que tomaron un poco, continuaron el viaje, pero pasada la media
tarde, era evidente que el cielo sobre ellos estaba encapotado, gris y
pesado. Cerca del anochecer decidieron acampar, si entrarían en el
territorio de las lluvias, Ranma, Ukyo y Kuno deseaban estar
descansados, una vez que entraran bajo la lluvia, ellos llevarían todo
el peso.
La noche paso sin sobresaltos. La llegada del día, bajo unas espesas
capas de nubes paso desapercibida para todos, hasta mediodía Ryoga se
dio cuenta de que la mañana había pasado hacia largo rato. Lo que obligo
a todos a ponerse rápidamente en camino. Cerca de las dos de la tarde
bajo una fina llovizna, poco a poco, Mousse primero, luego Akane,
después Ryoga y por ultimo Shampoo se fueron convirtiendo en las formas
de sus maldiciones. Como lo había anticipado, Ranma llevaba a Akane,
Ukyo cargo a Ryoga, Kuno a Shampoo, ubicándose a retaguardia (no por
gusto, pero en un intento de acercarse a Ranma, Shampoo lo había puesto
extremadamente histérico, o histérica en este caso), Mousse se vio
forzado a volar, no quería viajar ni con Cologne ni con Happosai, pero a
el realmente no le molestaba. Otra vez cerca del anochecer, levantaron
las tiendas para pasar la noche.
Levantar una tienda no es fácil, no después de dos días de caminata por
una densa selva. No es fácil levantarla en una noche despejada y
estrellada. Ni siquiera en un hermoso atardecer. Mucho menos en un
atardecer lluvioso, con la ropa empapada, la tela parece pesar el doble,
parece que se ha pegado y cuesta extenderla, lo que hace que se moje mas
y termine... pesando aun mas, no es fácil hacerlo con las manos libres
y secas, y si para peor se esta cargando a algún peludo animalito, que
en otro momento enternecería al corazón mas duro. Pero en ese momento,
por alguna endemoniada razón olían mal, pesaban más que antes y no
ayudaban mucho que digamos.
Con Kuno manteniéndose a distancia, que se había echo cargo de todas las
mochilas, con una Shampoo tan calada como el (lo que la hacia ver
exageradamente flaca) sobre su hombro, observaba a Ukyo y a Ranma (los
cuales hay que decirlo cargaban a Ryoga y a Akane a su vez) que trataban
de levantar la maldita tienda. Ukyo trataba de clavar las estacas, pero
la tierra estaba demasiado húmeda para eso, por lo que, en medio de una
semioscuridad creciente, buscaba alguna piedra para asegurar las
cuerdas. Por su parte, Ranma, con más experiencias en esto de acampar al
aire libre, ya había terminado con su lado, no tuvo problemas en
asegurar sus estacas, y decidió probar la seguridad, para ello, tomo a
Akane de sus hombros, y la arrojo sobre la tienda.
Si la idea era que la zorrinita rebotara sobre la firme tienda a sus
brazos, grade fue la desilusión de Ranma al verla hundirse junto a una
informe masa de telas y caer al suelo con sonoro "TUC", Akane reapareció
por entre las telas echando fuego por sus ojos.
-pero ¿que diablos?, Ukyo ¿no aseguraste las estacas?-
-en eso estaba, so calabazo, ¿no tienes un poco de paciencia?-
-no se trata de paciencia, pero a este paso la tormenta terminara antes
de que tú acabes-
-no me eches la culpa, no estoy aquí para recibir tus quejas-
-hazte a un lado, veré que esto este listo lo mas pronto posible-
-ah no, ni se te ocurra, yo me encargo de este lado-
-¿cuanto durara esto? Un Kuno extremadamente húmedo, que seguía
sosteniendo a una Shampoo en su forma felina, observaba a las dos chicas
corretease mutuamente alrededor de la tienda. P-chan con los ojos
abiertos como un huevo frito tenia ganas de decir algo, pero, ¿que se
podía agregar? Ukyo y Ranma continuaban persiguiéndose hasta que lo poco
de la tienda que estaba en pie termino por venirse abajo.
Por fin, casi una hora después Ukyo y Ranma por fin dejaban lista la
tienda, esta, especialmente traída por Kuno, era de las mas grandes que
se podían comprar, en ella entraban todos cómodamente, y incluso se
podía encender una pequeña fogata, si se conseguida leña seca; por
supuesto. Como era de esperare, no había leños, ramas o siquiera hierbas
secas, así que todos se estrujaron contra un pequeño hornillo, Ranma,
Kuno Ukyo continuaban con ganas de pendencia, Akane, Shampoo, Ryoga y
Mousse se gruñían mutuamente, incluso Cologne y Hapy parecían
desagradados con la idea de permanecer allí toda la noche.
Nota del autor
Si lo acepto, lo de la tienda es un robo descarado al libro Tres hombres
en un bote, pero, como dicen en Holiwood, hay diez historias, el resto
es cambiarle el guión, vaya mi homenaje a Jerome K Jerome
Hugo
By Unmacht Hugo
-el viento esta disminuyendo, tal vez en unas horas podamos partir- Kuno
miraba hacia el cielo
-estoy preocupada, el mar estaba muy malo anoche- Ukyo estaba
desesperada por partir desde la mañana, Ryoga y Mousse parecían
extremadamente tranquilos.
-no te preocupes U-chan, esos dos son huesos duros, deben estar sobre la
playa esperando nuestra llegada-
-Shampoo estar segura de eso- Shampoo estaba preocupada por otra cosa,
Ranma y Akane estarían verdaderamente solos mientras ellos no pudieran
volver, y Akane, sabiendo eso, podría hacer de las suyas, si fuera ella
no dejaría pasar la oportunidad, ella no podía permitir esto, algo debía
hacerse, corrió a la pequeña cocina tomo un poco de agua fría y empapo a
Mousse con ella.
-Mousse, volar ahora y revisar costas, rápido- Mousse quería negarse,
movió las alas y chillo bien fuerte.
-moverse ya o...- Shampoo empuñaba un gran cuchillo de cocina, era
evidente que lo mejor era hacerle caso, Mousse emprendió vuelo hacia el
sur.
Ryoga se acerco a Ukyo y Kuno.
-¿Qué le pasa ahora? Pregunto a ambos, Kuno levanto los hombros, Ukyo
hizo gesto de pensar.
-tal vez no quiera que ambos estén solos mucho tiempo-
-¿eso crees?
-eso es lo que yo, desearía- los dos muchachos la miraron, comprendiendo
lo que decía, Kuno empezaba a aceptar que la relación de Ranma y Akane
tal vez ya fuera inquebrantable, el echo ver como ellos se arriesgaban
mutuamente en la tormenta lo demostraba, pero para Ukyo aun era difícil
de aceptar, y Shampoo parecía decidida a continuar la batalla.
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Akane despertó pasado el mediodía, el sol bastante alto en el cielo
indicaba esto, estaba cubierta con la camisa a guisa de sabana, estiro
el brazo tratando de encontrar a Ranma a su lado pero no encontró a
nadie, se sentó sobres las hojas que formaban su lecho, la camisa
resbalo, haciéndole tomarla rápidamente para cubrirse con ella, pero
luego recapacito que después de lo que paso la noche anterior, Ranma no
vería nada mas de lo que ya había visto, así que se la puso
tranquilamente, abrochando solo los dos botones mas bajos.
-ahora, ¿donde esta ese baka?- miro hacia los costados y no vio nada,
pero una voz a su espalda la hizo poner en guardia.
-¿despierta ya? Ranma se encontraba contra la línea de árboles, había
cortado varias ramas grandes de palmeras y las estaba acomodando,
armando una especie de casa circular, aunque del lado de la playa no
tenia "pared" dejando desde el interior una amplia vista de la playa.
Akane se acerco y contemplo el trabajo de Ranma.
-¿desde cuando estas trabajando?
-desde muy temprano, algún pájaro creyó que mi cara era un buen lugar
para echar sus desperdicios-
-OH, pobrecito- la vos de Akane era evidentemente sarcástica, y era
evidente que no podía retener la risa.
-y bien, ¿Qué te parece?- Ranma se aparto unos pasos y con un ademán le
indico que pasara, el techo estaba apenas sobre su cabeza pero al menos
era algo mas "intimo", en el piso la arena fue evidentemente limpiada,
no podía ver ninguna piedra o concha o caracol, cerca de la pared
derecha, Akane vio algo en el suelo, tubo que entrar definitivamente a
la casita y ver, un poco oculta estaba una cama, una sola y de mayor
tamaño de las que había preparado la noche anterior. Akane se dio vuelta
furiosa
-¿como te atreves?, has dos cama maldito baka-
-¿pero que te pasa?, yo pensé que tu y yo...-
-solo hazlo- totalmente desorientado Ranma junto algunas hojas mas,
separo algunas de la gran cama que había preparado, mientras Akane
preparaba las cosas para el almuerzo
-listo, ¿te gusta ahora?- Akane volvió a mirar y volvió a gritar.
¿Es que no tienes cerebro?, tienes que dejar una más grande idiota-
-no te entiendo, definitivamente que no-, Akane sonrió.
-Es para cuidar apariencias baka, solo pienso que debemos usar una-
Ranma bajo la cabeza y gimió
-mujeres, no las entiendo- realizo modificaciones nuevamente, dejando la
cama original un poco mas grande, bajo la mirada atenta de Akane, que
cuando termino se acerco y apoyándose en su hombre simplemente dijo
-aprobado-
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-están como a una diez millas de aquí, en una isla pequeña- Mousse
gritaba desde el baño mientras se vestía.
-¿Qué estaban haciendo? Shampoo parecía impaciente por respuestas
-no se, parecían que estaban preparando alguna comida en una olla-
-entonces la encontraron, te lo dije- Ryoga codeo a Ukyo
-¿de que hablaban? Shampoo seguía impaciente.
-no lo se, desde esa altura no se podía escuchar-
-Kuno, ¿cuando podemos partir?-
-en algunos minutos supongo, bella hija del cele...-
-¿cuanto tardaremos?
-estaremos cerca de las diez u once de la noche-
-perfecto-
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-delicioso, gracias- Akane se sentía orgullosa, bajo la atenta mirada de
Ranma, siguiendo instrucciones al pie de la letra, resistiendo todas las
tentaciones por improvisar algo, probando cada ocho segundos la cocción,
mirando a ojo de lombriz las llamas, había cocinado una deliciosa sopa
de arroz con sal. Tal vez no era mucho, pero era un comienzo, y Ranma
era dolorosamente consciente de lo que Akane podía lograr con agua,
arroz y sal. La ONU podía bien declarar esa isla peligro mundial,
fabrica de armas química o algo por estilo. Con un anzuelo y línea que
había en la mochila de Ryoga, había logrado pescar un par de peces, que
se asaban al fuego. Ambos estaban comiendo y se sentían de buen humor.
-y ¿Qué le dirás a tu madre cuando volvamos?-
-no se, ¿acaso debería saberlo alguien mas?-
-¿crees que se de cuenta?-
-no se, ¿hacemos algo distinto desde anoche?-
-no observas-
-si, se dará cuenta, rayos- Ranma se dio cuenta de que todos notarían
que algo paso entre ellos cuando vieran, por ejemplo a Akane descansando
con la cabeza en el regazo de Ranma, ese no era la forma en que se
solían comportar.
-tal vez podríamos actuar- dijo Ranma
-yo no quiero actuar, me siento bien así-
-serás viuda antes de casarnos-
-¿tal vez no diga nada si...?-
-¿si llegamos y decimos que queremos casarnos lo antes posible?- Ranma
hizo un gesto cómico.
-¿Qué te pasa, acaso ahora no quieres?- Akane se incorporo un poco
-si quiero, pero hasta papa y el tuyo se darán cuenta que tú y yo...-
-bueno, en ese caso veremos quien enviuda primero, papa me matara antes
que tu madre lo haga contigo-
-JA JA JA, competencia de quien enviuda primero- Ranma se tomaba el
estomago
-tu padre puede que te felicite, aunque sea en secreto, pero papa me
matara, y luego competirá por matarte con tu madre- Akane también se
reía a mandíbula batiente.
-o, tal vez nos obliguen a casarnos, ahora si, queramos o no, como ambos
queremos, tal vez sea lo mejor- Ranma tenia gesto pensativo.
-bueno al menos no tendrán que hablarnos de las flores y los pájaros-
Akane se volvió a apoyar en Ranma, este puso ahora un gesto de serio
-Ranma, hay cosas de la vida que te debo explicar- Ranma imitaba la vos
de Genma, Akane rió nuevamente y siguió el juego
-Kasumi o tu madre pueden venir y decirme, Akane tengo que explicarte
algo con respecto al matrimonio- ambos se morían de risa
-pagaría por ver su cara cuando les digas, tía, ya lo se, tuve clases
practicas-
-Hablando de clases, ¿no te gustaría seguir practicando? –
-hum, ¿crees que tengo que seguir practicando?-
-tú y yo, cuando lleguen a buscarnos, no podremos...-
-sshh, vamos a ver que tan privado es la casita-
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El Trueno Azul llego a la isla cerca de las doce de la noche, todos
estaban pendientes de la mas mínima señal de vida que pudieran ver, en
si les extrañaban no ver nada, parecía que la isla estaba desierta, pero
un rato después notaron las tenues llamas de una fogata que se consumía.
Kuno bajo el ancla, el pequeño bote salvavidas se deposito en la
tranquila agua que daba a la playa, y se acercaron hasta donde estaba la
hoguera. Conducido por Kuno, Ukyo, Mousse y Ryoga fueron los primeros en
desembarcar, el kendoista dio vuelta al bote y se fue a buscar a
Shampoo, Hapy y Cologne, unos minutos después todos estaban en la playa,
Ryoga y Mousse acercaron unos troncos al fuego y los encendieron a
manera de antorchas, cerca de donde comenzaba el bosque de palmeras,
había algo extraño, algo que no encajaba, se acercaron y notaron que era
una pequeña choza, tal vez estuvieran ahí. Mousse, Ryoga y Ukyo iban
delante iluminaron el interior y se quedaron duros como estatuas, unos
segundos después una abatida Ukyo se dio vuelta y se dirigió hacia un
árbol y empezó a zozollar, Shampoo se encamino hacia la choza, Ryoga y
Mousse no se dieron cuenta
-¿por que Ukyo llora, que es lo que...? Shampoo también se quedo dura ante
la visión que tenia a su vista, en una cama estaban Ranma y Akane,
totalmente desnudos, abrazados y muy juntos, demasiado juntos..., Shampoo
hizo lo que cabria esperar de una novia despechada.
Grito.
Grito muy fuerte, suficiente para asustar a Ryoga, Mousse y despertar a
Ranma y Akane, que sorprendidos solo atinaban a intentar cubrirse
mutuamente, lo que hacia gritar aun mas a Shampoo.
-dejar de tocarse pervertidos-
La descubierta pareja ahora se peleaban desesperadamente por cubrirse
con la camisa, por supuesto, destrozaron la prenda antes de lograr algo.
-salgan de aquí pervertidos- ahora era Akane la que gritaba
descontrolada, lo que hacia la situación mas caótica aun, Ryoga y Mousse
salieron de la choza, pero Shampoo seguía gritando, entre ambos la
sacaron, Akane se vistió con una camisa que le alcanzo Mousse mientras
Ranma se ponía el pantalón muerto de risa, no una risa de gracia sino
una nerviosa.
-¿de que te ríes? a Akane nada le parecía gracioso
-ahí va cualquier intención de mantener esto en secreto-
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Demás esta decir que la situación en el yate no era la mejor, Shampoo y
Ukyo se sentían traicionadas, Ryoga y Kuno lo mismo, Cologne no dijo
nada, pero el echo de preparar algo en la cocina indicaba que algo
planeaba, Hapy se maldecía a si mismo por no haber sido el primero en
entrar para poder ver el cuerpo desnudo de Akane, quien junto con Ranma
parecían estar en el medio de un juicio sumario.
-¿tienen idea de lo que han hecho?- la voz de Kuno era solemne y seria
-¿a que te refieres, no te entiendo? Ranma se hacia el desentendido
-habéis mancillado el honor del ángel Tendo, deberéis pagar por ello-
-disculpa pero ella fue la que me proboc- Auch-
-¡Ranma!- Akane se puso roja como un tomate.
-¿ser eso cierto, chica pervertida?-
-paso lo que paso y a nadie mas le interesa, para cuando volvamos a
tierra firme planearemos la fecha de la boda- Ranma se abrazo a Akane,
por detrás de Shampoo y Kuno vio a Ukyo sentada con la cabeza gacha, era
tal vez lo único que le incomodaba.
-¡así que no se metan en nuestras cosas! Ambos salieron de la cabina y
subieron hacia la proa, Ryoga meneo la cabeza, Kuno se dirigió hacia el
timón y Shampoo se dirigió hacia la cocina, al pasar frente a ella Ukyo
la escucho murmurar.
-Ya vera esa perra-
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-esta furiosa, puede ser peligrosa- Ukyo había convocado a reunión,
Kuno, Ranma, Ryoga, Mousse, y Akane la escuchaban. Los hombres se
acercaron al timón para deliberar, Ukyo se encontró a su pesar sola con
Akane.
-Akane-
-si U-chan- Akane se esperaba otra reprimenda, ahora por parte de Ukyo
-cuídalo por favor, ¿me lo prometes?- Akane observo a Ukyo, la tristeza
en esas palabras y el rostro arrasado en lágrimas le indicaba que para
Ukyo decir esto era caminar sobre vidrio molido. Tomo la mano de Ukyo.
Te lo prometo-
Ukyo levanto su vista y trato de sonreír, luego se dio vuelta y poniendo
el mejor tono de voz que le quedaba pregunto
-¿Ryoga, como vamos a repartir las guardias?
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Kuno volvió a decidir por su cuenta las guardias, el montaría la primera
con Ukyo, Ranma y Akane la segunda, Mousse, Ryoga y Shampoo la ultima.
Era una manera de tener vigilada a Shampoo, ni Kuno ni Ukyo estaban en
su nivel, Mousse estaba un poco por debajo de ella, Ranma y Ryoga eran
los únicos que podrían enfrentarse a ella, dejar a Ranma o Akane con
ella era tal vez darle malas ideas a la suerte, así, que obligada a
montar la guardia con Mousse y Ryoga, no le quedaría mucho espacio para
venganzas o provocaciones. A Ranma y Akane se les dejo el cuarto que
ocupaban los hombres en el comienzo del viaje, a Shampoo eso le pareció
el ultraje definitivo.
¿Los van a dejar dormir solos?
¿Algo le molesta, bella damisela?
-con esa provocadora aquí, tal vez no podamos dormir-
-no te preocupes, mi futuro esposo y yo al menos tenemos la moral que te
falta- la voz de Akane sonaba especialmente irónica, a Ranma le dio
gracia escuchar esas palabras, pensar que hacia una semana Akane hubiera
matado a quien le hablara de la boda. Pero Akane no se detuvo.
-ven Ranma, vamos a descansar, hace frío, abrázame por favor- Ranma le
siguió el juego y abrazo a Akane, juntos entraron a la pequeña cabina,
dejando a Shampoo, literalmente, arrojando rayos por los ojos.
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-es un cuarto chico- Akane se quedo mirando la pequeña cabina
-si, es verdad-
¿Cómo podían dormir tres al mismo tiempo aquí?
-uno en la cama, otro en el futon, y otro en ese cajón-
-bueno, tú puedes dormir en la cama, yo lo haré en el futon-
-lo que tú quieras-
Unos golpes se escucharon en la puerta, Ranma se acerco a abrirla,
Shampoo entro a la cabina, con una vasija con agua, mojo rápidamente a
Ranma y luego a Akane.
-así se mantendrán calmados- la voz de Shampoo sonaba extremadamente
sarcástica, la nuevamente pelirroja Ranma miro a la minimizada Akane. Y
suspirando le dijo-
-tal vez sea lo mejor
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La mañana llego sin novedad, Ryoga y Shampoo realizaron la primera
guardia, Ryoga vigilando estrechamente al mar por un lado y a su
compañera por el otro, pero la mañana llego sin muchas noticias. Kuno y
Ukyo se presentaron a cumplir su turno, Ranma, Akane, Cologne y Hapy
preparaban el desayuno. Cologne preparaba en realidad una especie de te,
llamo a Akane a solas y sirviéndole una taza empezó a hablarle.
-esto es para evitarte posibles problemas -
-no se a que se refiere- Akane pareció no entender la conversación,
Cologne resoplo
-niña, problemas de nueve meses, ¿entiendes ahora?- Akane se sonrojo,
bajo la vista y empezó a beber el te, hizo gesto de asco.
-¿tiene que saber tan feo?-
Cologne sonrío
-me alegro por ti niña, ¿sabes, el sabor es inversamente proporcional al
placer que una siente?- Akane volvió a ponerse roja como un tomate.
-¿no entiendo por que me esta ayudando tanto?, esto debería ayudarle a
Shampoo-
-tengo mis razones niña-
-¿son tan importantes como para mantenerlas en secreto?
-si-
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Al otro día, el Trueno Azul por fin llego a la desembocadura del rió ,
pero grande fue la sorpresa de todos al ver que el comúnmente caudaloso
y tranquilo rió apenas parecía un arroyo en tiempos de sequía, Kuno y
Cologne miraban con fastidio el raquítico curso de agua.
-no podremos remontar esto así- Kuno se apoyo contra la baranda
-tienes razón, tendremos que ir a pie-
-¿será un viaje largo?-
-cuatro días por lo menos, no podremos seguir el curso del rió, mas
adelante se desvía al sur, una cosa es seguirlo en bote, otra a pie,
tendremos que cruzar la selva a caminando, tu, Ukyo y Ranma tendrían
mucho trabajo-
-¿por que Ranma y yo?
-por que en esta selva, a un par de días de camino, llueve eternamente,
tú, Ukyo y Ranma deberán cargar al resto para no retrasarnos-
- yo ir con airen-
- ni lo sueñes, yo iré con Ranma- Akane se cruzo frente a Shampoo, Ranma
se acerco y se coloco en el medio
- comprende Shampoo, no podría ir con un gato-
- no ser justo-
- bella damisela, yo solicito vuestro permiso para poder cargarla-
- Shampoo querer ir con airen, no con chico de la espada-
- yo te llevare Shampoo- la intervención de Mousse hizo que Shampoo lo
mirara muy mal.
- acaso me llevaras volando, cuando entremos en la selva convertirás en
ciego pato-
-no perdamos más tiempo, todos carguen algo hasta que se transformen,
luego veremos como seguiremos-
La caminata se inicio por la mañana, se adentraron en la oscura selva y
iniciaron el camino, un muy duro camino, era imposible ver mas de dos
metros, iban tropezando con todo las ramas, y raíces que parecía salir
del piso por delante de ellos, el calor era insoportable, así como la
humedad, haciendo pensar que no haría falta lluvia para transformar a
alguien. Una de las peores cosas que suele pasar en la selva, es la sed
que acompaña a un viajero, pero el grupo no quería consumir sus
cantimploras todavía, pero llegado el mediodía muchos estaban buscando
la manera de conseguir un poco de H2O
-rayos que calor, desearía tomar un poco de agua ya- Ryoga se pasaba
constantemente un pañuelo por la frente
-tienes razón, el sol no llega hasta el piso ¿como puede hacer tanto
calor?
-esperad un segundo, leí en una publicación una moderna manera de
obtener agua- Kuno se acerco con una vasija a un árbol de grandes hojas
y lo observo detenidamente, Ranma se acerco, al verlo a su lado Kuno le
paso la vasija.
- Sostén esto Saotome-
-¿que vas a hacer, supongo que no lo pate...? antes que Ranma
completara la frase Kuno había pateados ya dos veces el árbol, lo que
provoco una gruesa lluvia, Akane y Ryoga que se habían acercado saltaron
hacia atrás, alejándose del árbol, pero Ranma la recibió de lleno sobre
su cabeza.
- Idiota- solo dijo la pelirroja, mientras nubes de vapor parecía salir
de su cabello, en su mano sostenía, casi llena la vasija.
- vieron, es un práctico y sencillo método descubierto el mes pasado por
un explorador, lo leí en una revista-
-¿moderno?, papa y yo lo utilizábamos siempre. Ranma paso la vasija a
todos que tomaron un poco, continuaron el viaje, pero pasada la media
tarde, era evidente que el cielo sobre ellos estaba encapotado, gris y
pesado. Cerca del anochecer decidieron acampar, si entrarían en el
territorio de las lluvias, Ranma, Ukyo y Kuno deseaban estar
descansados, una vez que entraran bajo la lluvia, ellos llevarían todo
el peso.
La noche paso sin sobresaltos. La llegada del día, bajo unas espesas
capas de nubes paso desapercibida para todos, hasta mediodía Ryoga se
dio cuenta de que la mañana había pasado hacia largo rato. Lo que obligo
a todos a ponerse rápidamente en camino. Cerca de las dos de la tarde
bajo una fina llovizna, poco a poco, Mousse primero, luego Akane,
después Ryoga y por ultimo Shampoo se fueron convirtiendo en las formas
de sus maldiciones. Como lo había anticipado, Ranma llevaba a Akane,
Ukyo cargo a Ryoga, Kuno a Shampoo, ubicándose a retaguardia (no por
gusto, pero en un intento de acercarse a Ranma, Shampoo lo había puesto
extremadamente histérico, o histérica en este caso), Mousse se vio
forzado a volar, no quería viajar ni con Cologne ni con Happosai, pero a
el realmente no le molestaba. Otra vez cerca del anochecer, levantaron
las tiendas para pasar la noche.
Levantar una tienda no es fácil, no después de dos días de caminata por
una densa selva. No es fácil levantarla en una noche despejada y
estrellada. Ni siquiera en un hermoso atardecer. Mucho menos en un
atardecer lluvioso, con la ropa empapada, la tela parece pesar el doble,
parece que se ha pegado y cuesta extenderla, lo que hace que se moje mas
y termine... pesando aun mas, no es fácil hacerlo con las manos libres
y secas, y si para peor se esta cargando a algún peludo animalito, que
en otro momento enternecería al corazón mas duro. Pero en ese momento,
por alguna endemoniada razón olían mal, pesaban más que antes y no
ayudaban mucho que digamos.
Con Kuno manteniéndose a distancia, que se había echo cargo de todas las
mochilas, con una Shampoo tan calada como el (lo que la hacia ver
exageradamente flaca) sobre su hombro, observaba a Ukyo y a Ranma (los
cuales hay que decirlo cargaban a Ryoga y a Akane a su vez) que trataban
de levantar la maldita tienda. Ukyo trataba de clavar las estacas, pero
la tierra estaba demasiado húmeda para eso, por lo que, en medio de una
semioscuridad creciente, buscaba alguna piedra para asegurar las
cuerdas. Por su parte, Ranma, con más experiencias en esto de acampar al
aire libre, ya había terminado con su lado, no tuvo problemas en
asegurar sus estacas, y decidió probar la seguridad, para ello, tomo a
Akane de sus hombros, y la arrojo sobre la tienda.
Si la idea era que la zorrinita rebotara sobre la firme tienda a sus
brazos, grade fue la desilusión de Ranma al verla hundirse junto a una
informe masa de telas y caer al suelo con sonoro "TUC", Akane reapareció
por entre las telas echando fuego por sus ojos.
-pero ¿que diablos?, Ukyo ¿no aseguraste las estacas?-
-en eso estaba, so calabazo, ¿no tienes un poco de paciencia?-
-no se trata de paciencia, pero a este paso la tormenta terminara antes
de que tú acabes-
-no me eches la culpa, no estoy aquí para recibir tus quejas-
-hazte a un lado, veré que esto este listo lo mas pronto posible-
-ah no, ni se te ocurra, yo me encargo de este lado-
-¿cuanto durara esto? Un Kuno extremadamente húmedo, que seguía
sosteniendo a una Shampoo en su forma felina, observaba a las dos chicas
corretease mutuamente alrededor de la tienda. P-chan con los ojos
abiertos como un huevo frito tenia ganas de decir algo, pero, ¿que se
podía agregar? Ukyo y Ranma continuaban persiguiéndose hasta que lo poco
de la tienda que estaba en pie termino por venirse abajo.
Por fin, casi una hora después Ukyo y Ranma por fin dejaban lista la
tienda, esta, especialmente traída por Kuno, era de las mas grandes que
se podían comprar, en ella entraban todos cómodamente, y incluso se
podía encender una pequeña fogata, si se conseguida leña seca; por
supuesto. Como era de esperare, no había leños, ramas o siquiera hierbas
secas, así que todos se estrujaron contra un pequeño hornillo, Ranma,
Kuno Ukyo continuaban con ganas de pendencia, Akane, Shampoo, Ryoga y
Mousse se gruñían mutuamente, incluso Cologne y Hapy parecían
desagradados con la idea de permanecer allí toda la noche.
Nota del autor
Si lo acepto, lo de la tienda es un robo descarado al libro Tres hombres
en un bote, pero, como dicen en Holiwood, hay diez historias, el resto
es cambiarle el guión, vaya mi homenaje a Jerome K Jerome
Hugo
