SE FUE...PARA NO VOLVER


Ya habían pasado tres días desde que había tenido aquel perturbador sueño, sueño que le decía que el ya no volvería, inquietándola cada vez más, cada día que pasaba lo extrañaba y temía que no regresará, mientras todas las noches aquel sueño volvía para atormentarla más y más, ya no sabía que hacer, estaba desesperada, tenía un mal presentimiento ante todo esto.

Sin embargo, no estaba totalmente sola, los amigos de su esposo fueron a visitarlos esperando poder verlo, llevándose la sorpresa de que el no se encontraba, que se había ido de viaje a una reunión con los apaches, pero algo les decía que no debían irse, así que decidieron esperarlo, sorprendidos de que Anna no pusiera objeción, llevando así dos días en aquel lugar.

Aunque ella no quisiera aceptarlo, deseaba que se quedarán, algo le decía que los iba a necesitar más que nunca, que necesitaría del apoyo de ellos y que ellos debían estar presentes ante algo que ni ella sabía que era.

Aquel día había amanecido totalmente nublado, llenando de melancolía la ciudad y todos sus rincones, acongojando más el atormentado corazón de aquella joven de cabellos rubios que estaba sentada observando la nada sumergida en sus pensamientos, cuando un golpe a su puerta la hizo salir bruscamente de ellos, creyendo que era aquella persona con la que soñaba su regreso, corrió hacia la puerta, sin importarle que los presentes vieran su desesperación, sin embargo, al llegar a ella, se detuvo antes de abrirla, un escalofrío recorrió su cuerpo entero, un presentimiento de que lo que estuviera atrás de aquella puerta no le gustaría, la haría sufrir; abrió la puerta lentamente, hasta que pudo ver a aquel que había llamado.

Silver – dijo Anna, sorprendida ya que el debería estar con Yoh, temerosa de lo que fuera a decir aquel hombre al ver que se encontraba lastimado, con miedo de la noticia que le llevaba.

¿quién es Anna? – dijo Len al acercarse a la chica, que se había quedado totalmente inmóvil ante la puerta - ¡ah! Eres tu Silver – se respondió él mismo al acercarse hasta la puerta con los demás, ya que al ver a Anna correr hacía la puerta pensaron que era su amigo, sin embargo, al igual que Anna se quedaron sorprendidos del estado en que se encontraba el apache y de la tristeza marcada en su rostro.

¿dónde esta Yoh! – exigió saber Anna, preguntándole repentinamente a aquel que se encontraba en la puerta de su casa - ¡dime donde esta¡porque no ha venido¡porque no estas con él¡porque no vino él¡dímelo! – gritaba la joven desesperada ante la ausencia de su esposo.

Anna...tranquilízate...por favor... – pedía el apache a la rubia

¡como quieres que me tranquilice! – respondía cada vez más alterada por no recibir respuestas ante sus preguntas - ¿qué paso? Por favor, Silver dímelo, te lo ruego – decía un poco más tranquila, y el llanto amenazando con salir de sus ojos.

Esta bien – respondió dispuesto a darles la noticia a todos – hace tres días estábamos...estábamos en la aldea realizando lo que faltaba para terminar con la reunión y todos pudieran partir a sus hogares, cuando... cuando de repente...nos atacaron en la aldea, todos peleamos y vencimos, Yoh, peleo contra el líder de aquel ataque, lucho con todas sus fuerzas, pero...sin embargo... – dijo callando por unos momentos ante el dolor de los recuerdos y pensando en el dolor que le causaría a todos saber el destino de aquel chico, pero sobre todo a aquella mujer que quedaría destrozada por la noticia.

¡pero que! – pregunto la joven, sintiendo un gran dolor en el pecho, presintiendo que lo que le dijeran no la tranquilizaría, su corazón le dictaba que solo le causaría más dolor.

¿qué paso con Yoh? – pregunto Horo Horo ante el silencio de Silver, mientras los demás esperaban ansiosos la respuesta de este.

Yoh...Yoh...Yoh murió – dijo inclinando la cabeza para no ver el rostro de los demás, derramando lagrimas ante aquellas palabras que aun le dolían al pronunciarlas, sintiendo vergüenza por no haber podido hacer nada para ayudarlo para evitar tal desenlace.

Anna quedo totalmente en shock ante la noticia que le acababan de dar, sentía como si le hubieran arrancado el corazón en vida, le dolía hasta el alma, no podía, no quería creer que el estuviera muerto, no podía ser verdad, el le prometió que volvería¡se lo prometió! Y las promesas que el le hacia siempre las cumplía, además le prometió que todo estaría bien¡como rayos estaría todo bien si el ya no iba a estar con ella¡¡si el ya no volvería nunca más,... si, ya no regresaría a su lado jamás, se había ido para siempre de su lado, rompió su promesa, la única que no pudo cumplirle en toda su vida, pero la más importante para ella y la que le fue imposible cumplir a él.

Ella fue sintiendo como las lagrimas salían sin control de sus ojos¿detenerlas? Para que, si tenía una razón para llorar, una muy buena razón para enloquecer en ese momento, para comenzar a gritar descontroladamente, para maldecir a todo el mundo, para quererse morir, para gritar sus deseos de que se pudra en el infierno aquel que le arrebato a su amado esposo, a su querido Yoh, al amor de su vida, aquel detestable ser que lo alejo de ella, para dejarla sufriendo sin control, aquel que no solo se llevo su vida de el, sino que con la de el también se llevo la de ella; pero no, ella no podía hacer nada de eso, no por que no quisiera, sino por que su cuerpo no respondía, estaba totalmente inmóvil, su mente apenas estaba tratando de asimilar aquel suceso, ya que alma y corazón se aferraban a que era mentira, a que esto era solo un sueño, un mal sueño, un maldito sueño del que tenía que despertar, un sueño más de los que tenía todas las noches y la atormentaban, sin embargo, se fue dando cuenta que de este sueño, no, de esta pesadilla, jamás despertaría por que esto era realidad, era su terrible realidad, su maldita y vil realidad que se ensañaba con hacerla sufrir, cada vez más.

¡Yoh! – grito Anna, cuando al fin las palabras pudieron salir de su garganta, desgarrador grito que solo una persona con el corazón totalmente destrozado puede dar, grito lastimero que le llego hasta el fondo del corazón a todos al ver a esa mujer fuerte, valiente, fría, calculadora, totalmente destrozada, derrotada por el dolor, el dolor de perder a aquel hombre que fue el único capaz de ver a través de su frialdad su cálido corazón, aquel que se tomo el riesgo de descifrar sus pensamiento y de penetrar en su alma - ¡no¡¡¡Yoh, no¡¡¡no puedes estar muerto¡¡¡no...no puedes..no puedes...no...puedes – dijo antes de perder la conciencia y caer desmayada ante tal dolor, esperando que al despertar todo sea mentira, pero desgraciadamente solo despertaría para seguir sufriendo la perdida de su amado.

¡Anna! – dijo Len sosteniéndola para que no cayera al piso – llevémosla a su recamara.

Si – respondió Tamao con lagrimas en los ojos, adelantándose para preparar el futón para recostar a la joven.

Pasa Silver – le dijo Horo totalmente devastado ante tal noticia.

No, debo volver – respondió rechazando la invitación – traerán su cuerpo en unas horas, para que puedan sepultarlo.

Si, gracias...le avisaremos a su familia... – trato de decir serenamente pero las palabras se ahogaban en su garganta.

No se preocupen, yo lo haré – dijo el apache – solo les pido que cuiden de ella, los necesita mucho.

No tienes que pedirlo – le contesto Horo – lo haremos con gusto, es lo menos que podemos hacer por ella y por...por...Yoh... ya que a él le debe haber preocupado el dejarla sola ya que la amaba mucho – dijo mientras las lagrimas empezaban a correr por sus mejillas – además, ella lo amaba demasiado y debe estar sufriendo mas que nadie.

Gracias... – dijo mientras se retiraba – y...díganle a Anna...que...que lo...que lo siento mucho...de verdad lo siento... – le dijo al chico antes de irse.

Después de unos minutos bajaron Len y Tamao, tras haber dejado a la joven en su recamara, para encontrarse con los demás, que al igual que ellos aun no podían creer la muerte de su amigo, todos estaban totalmente desolados, tristes por la muerte de aquel jovialchico dueño de una inseparable sonrisa, tan lleno de vida, aquel que no merecía este terrible destino.

¿cómo está? – pregunto Pilica a los que iban entrando al lugar donde estaba con su hermano.

Se quedo dormida, estará bien por ahora – respondió el chico mientras trataba de contener las lagrimas, mientras los demás ya las habían dejado fluir sin control – lo peor será cuando despierte y se de cuenta de que todo es real...de que el...ya no volverá...que esta...de que el esta...muerto – dijo dejando escapar las lagrimas contenidas, lagrimas que pedían a gritos salir para aliviar un poco el dolor de su corazón.

Sumergiéndose así todos en el dolor de aquella perdida, ahogando sus penas en llanto y tratando de asimilar aquel suceso aun imposible para ellos.


El dia es totalmente lluvioso, alternando perfectamente con la oscuridad que embarga el corazón de aquella joven, lluvia que lavaba todo menos el dolor que embargabael alma de esa triste chicaque ese día estaba despidiendo a su esposo, como otras veces, solo que ahora el ya no regresaría a su lado de aquel viaje al sueño eterno, a sus apenas 19 años había quedado viuda, a su corta edad había derramado más lagrimas que nadie; aquel día estaba dándole el ultimo adios al amor de su vida.

Yoh...adiós...adios mi amor... – decía tratando de retener las lagrimas, que fluían de sus ya cansados ojos de tantas lagrimas derramadas, que le impedían hablar – espérame mi amor... algún día estaré contigo...con gusto te alcanzaría ahora pero no puedo...no puedo ir...por él... – dijo mientras posaba su mano en su vientre – esperaba que regresaras para darte la noticia, sin embargo, regresaste...pero...pero no te lo pude decir...te fuiste sin enterarte que...que tendríamos un hijo...un hijo fruto de nuestro amor...del gran amor que te tenia y que se que tu me tenias... – dijo volviendo a dejar salir el llanto y caer de rodillas ante la tumba de su esposo, de su amado, de su Yoh.

Después de un rato de estar en silencio, solamente llorando, se levanto y camino hacia la salida de aquel cementerio, aquel en donde el siempre iba a descansar, donde el encontró a su espíritu acompañante, donde iba cuando se trataba de escapar de los entrenamientos, donde le confeso su amor y le dio su primer beso, aquel donde ahora descansarían sus restos eternamente, bajo aquel gran árbol, donde se recostaba a ver las estrellas, estrellas que ahora ella vería todas las noches esperando encontrarlo en alguna, aquel que era el lugar favorito de él, de su querido Yoh; salió decidida a seguir adelante.

En otra situación te reprocharía que me haigas dejado sola, pero no lo hiciste, me dejaste el más bello recuerdo tuyo, el mejor que me pudiste dar – decía mirando hacia el cielo deseando que esas palabras llegaran hasta él para que así pudiera descansar tranquilamente – gracias...muchas gracias, mi amor... ya veras...que todo saldrá bien. – dijo mientras esbozaban una pequeña sonrisa.

En la lejanía, se puede observar como se va perdiendo la silueta de aquella mujer, mezclando la lluvia con sus lagrimas, pero decidida a hacer todo por salir adelante, por seguir su vida, por ella y por aquel pequeño en su vientre, pero sabiendo que jamás se olvidaría de él, ya que le había prometido amor eterno, por que sabia que lo que sentían traspasaba aun las barreras de la muerte.

FIN
¡Se termino, bueno espero les ahiga gustado, espero sus criticas y Hansy, perdón si no te gusto, lo trate de hacer lo mejor que pude, pero como que no se me da mucho el drama, pero fue con cariño, créeme y espero tu critica, porfis.

Bueno me despido y nos vemos en otro fic.

Manden sus reviews.

Bye, nos tamos viendo banda.

"Los recuerdos son lo más bello, siempre y cuando sepas evocar los correctos, los que te hicieron y aun te hacen feliz, no los que te hicieron infeliz y aun te hacen sufrir".