Declaimer: Los personajes de Card Captor Sakura no me pertenecen (aunque no me molestaría que me regalen a Shaoran y Eriol ), lamentablemente el Estudio Clamp me gano de mano y se los quedaron ellas.
Un príncipe que se convirtió en sapo.(by Lady Verónica Black)
¿Cómo podría la bibliotecaria de un pueblo saber que el hombre del que se enamoró dos años atrás era un príncipe? ¿O qué el hijo que habían concebido era el heredero de una corona? Lo único que Tomoyo sabía era que el encanto seductor de ese hombre la había hecho mujer, y que aun después de tanto tiempo ella lo seguía amando...
-Capítulo Cuatro-"Adiós, amor..."
Eriol abrió los ojos y la vio acurrucada a su lado y las piernas entrelazadas con las suyas.
Lo revivió todo a modo de impactos visuales, una continua muestra de imágenes en su cabeza que solo lograron confundirlo más de lo que estaba antes de volver a Nanticoke.
-Oh, Dios mío –murmuro Eriol, volviendo la cabeza para que Tomoyo no viera la expresión de repugnancia que sentía.
No debido a ella, sino por lo que acababa de hacerle. Ya había estado a punto de destrozarla una vez y ahora volvía a hacerla sufrir. Había perdido la razón hasta el punto de ni siquiera acordarse de sacar la caja de preservativos del cajón del mueble que había al lado del sofá. Sin embargo, no podía negar el intenso placer que era hacerle el amor a Tomoyo ni el alivio que sentía después de llegar al clímax. Incluso ahora, tumbado al lado de ella, parecía sentirse en el paraíso.
Hacia mucho tiempo que no le hacia el amor a una mujer de forma tan completa. Cierto que había coqueteado, seducido y satisfecho a muchas, pero después de la aventura que tuvo con Tomoyo sus relaciones con otras mujeres fueron diferentes. Era cierto que lograba satisfacerlas como amante, pero no muchas se daban cuenta que él abandonaba la cama sin haber llegado al clímax. A las mujeres les era más fácil fingir, pero los hombres también conseguían encontrar maneras de hacerlo. Y él últimamente había encontrado muchas.
Eriol gruño para sí. ¿Por qué hacer el amor con ella le era tan fácil?
-Lo siento, esto no debería haber pasado –dijo Eriol bruscamente.
Tomoyo pareció dejar de respirar al escuchar aquellas palabras.
Eriol se separo de ella, se sentó en el borde del sofá y se cubrió el rostro co las manos. La había hecho sufrir y ahora mucho más. No había sido su intención, pero era difícil considerar los sentimientos de los demás cuando lo único que sabía hacer era pensar en sí mismo.
"Soy un maldito egoísta.", pensó Eriol.
Sin saber que hacer o que decir, Eriol se puso de pie y luego se agacho para recoger lo que le parecían los pantalones que había llevados puestos esa tarde.
-¡Levántate! –ordeno él sin contemplaciones.
Se puso los pantalones sin molestarse en ponerse ropa interior.
Tomoyo se pego un almohadón en el pecho. No tenia nada puesto. Lo miro con expresión interrogante y preocupada al mismo tiempo.
-¿Qué has dicho?
La agresiva tensión de la voz de Tomoyo lo puso a la defensiva. Había esperado lagrimas, quizás que se negara a salir del barco, incluso histeria femenina.
"¿Porqué van a preocuparme unas lagrimas de mujer?", le preguntó una voz interior, "Tomoyo sobrevivió una vez, volvería a hacerlo. Has hecho lo que te habías propuesto al venir aquí, ¿no?."
Sí. Había vuelto a ver a Tomoyo y la había poseído de vuelta. Eso era lo que le había dicho a Ron que pensaba hacer. Ahora podía seguir con su vida. Si su destino era tener una esposa real y a la vez un harén, ¿porqué iba a quejarse?
Pero Tomoyo no estaba llorando ni le estaba tirando objetos a la cabeza, se limitaba a mirarlo fijamente como si estuviera viendo una horrible cucaracha.
Tomoyo se humedeció los labios.
-¿Qué es lo que me has dicho hace unos momentos, Eriol? –pregunto ella en un tono helado.
Él trago saliva, se agacho para recoger la camisa y se la puso.
-He dicho que te levantes. Es hora de que te vayas.
-Es hora de que me valla, ¿eh? –respondió ella con demasiada tranquilidad.
-Sí, me has dicho que querías marcharte antes de las doce de la noche y ya debe haber pasado esa hora hace rato.
-Creo que eso fue antes de que la discusión se volviera... física.
-¿Y...?
-¡Eriol! –dijo ella furiosa-. Lo que ha habido entre los dos no ha sido solo sexo.
Él lanzo una nerviosa carcajada.
-¿No?
-Mírame –le ordenó ella.
Eriol fingió estar ocupado poniendo orden en la habitación. Encontro el corpiño de Tomoyo debajo de un almohadón y se lo tiro. Por fin el silencio de ella lo hizo volverse a verla.
Tomoyo tenía su ropa en el regazo. Ver su cuerpo desnudo casi le dolió físicamente. Lucho contra su deseo de tirarse sobre ella de vuelta y besarla.
-¿Qué quieres? –gruño él furioso.
-No es posible que siempre sea así para ti.
-¿Vos que sabes?
-Lo siento, eso es todo –declaro la amatista con voz temblorosa.
-Pues te equivocas. No empieces a imaginar cosas raras. Tu misma me has dicho que no has estado con otros hombres, así que no tienes la experiencia suficiente para saberlo. ¡Cariño, esto ha sido pura y simplemente algo físico!
-¡No te atrevas a echarme en cara mi falta de experiencia! –le gritó Tomoyo sin preocuparle que pudieran oírla fuera del camarote-. Que no valla de cama en cama a lo largo y ancho de los cinco continentes no significa que no entienda lo que es el am...
-¿El amor? –dijo él en tono burlón-. ¿Es eso lo que crees que ha sido esto?
Tomoyo apretó los labios y lo miro con gesto desafiante.
-Eso es lo que ibas a decir, ¿no? Has admitido que creías que estábamos enamorados hace dos años. Pues te lo diré directamente, para mi solo fue una aventurita de verano, fue solo eso.
-En ese caso, ¿por qué...?
-Ha sido solo sexo, Tomoyo –le interrumpió Eriol co el rostro enrojecido de la rabia y la vergüenza hacia si mismo.
-Esta bien, entiendo –dijo ella con un hilo de voz.
Eriol cerro los ojos y sintió el sufrimiento de Tomoyo como propio. Pero ¿qué otra cosa podía hacer? No le quedaba más remedio que apartarse de su vida para siempre.
Le resulto casi insoportable permanecer en el camarote con ella. Estaba desesperado por deshacerse de ella, y al mismo tiempo, se sentía absolutamente avergonzado de sí mismo, se sentía el ser más cruel y repugnante del mundo. Pero poner distancia entre él y Tomoyo era la única forma que conocía de empezar a sentirse mejor.
-Te esperaré afuera. Si quieres lavarte, en el baño hay todo lo que necesites.
Antes de terminar de hablar, ya había subido la mitad de la escalera que llevaba a la cubierta del yate.
Las tripulación había ya recogido las sillas, había lavado las mesas y ya se había retirado a dormir. Ron estaba en la popa del barco fumando un cigarrillo y contemplando la luna.
-¿Va a necesitar la lancha la señorita? –inquirió Ron con voz carente de emoción.
-Sí –respondió Eriol antes de suspirar.
Ron asintió, su expresión era ilegible bajo las sombras de la noche.
-No parecía muy contenta con usted hace unos minutos.
-Sí, lo sé.
-La mayoría se quedan muy satisfechas.
-Es verdad.
-¿Le ha dado un regalo de despedida?
-No. Y aunque sé lo de no lo aceptaría por nada del mundo.
-¿En serio?
-En serio. Le compre un vestido para que lo llevara puesto en la fiesta, un vestido que vale el doble de la lata que tiene por auto, y me lo ha devuelto.
La boca de Ron pareció moverse hacia un lado.
-Es una chica diferente, ¿verdad? –Ron extendió la mano y tomo el celular que llevaba dentro de su traje, hablo brevemente y colgó-. El chico ha dicho que la lancha estará aquí enseguida, alteza.
Eriol lanzo un gruñido, estaba demasiado cansado para reaccionar al tono irónico y de desaprobación que tenia la voz de Ron. Sentía un gran vacio en el estómago. Tomoyo iba a marcharse esta noche y jamás volvería a verla. Aunque le rogase que se quedara, ella no aceptaría después de la forma como la había tratado.
-Ron, hay algo que deberías saber –murmuro Eriol.
-¿Sí, señor?
-Ella me odia. Y hace casi un año y medio tuvo un hijo. Un niño... es mío.
El pelirrojo tiró al océano el cigarrillo a medio fumar y miró a Eriol fijamente a los ojos.
-Esta seguro que el niño es suyo, señor –no fue una pregunta, fue una afirmación.
-Sí, Tomoyo no me mentiría. Le ha puesto de nombre Dan...de Daniel he de suponer, así creía que me llamaba antes. Aún no conozco al niño, pero le creo.
-Tendrá que decírselo al rey, señor.
Eriol abrió la boca y, después de un minuto, la cerro.
-¿Por qué?
-La situación es delicada, podría haber problemas en el futuro. Ha dicho que es un niño, un varón. Pues bien, legitimo o no, él o su madre podrían reclamar el titulo de príncipe heredero en el futuro.
-Pero esa mujer no tiene una gota de sangre real en sus venas y...
-Debemos de hablar con los abogados de su padre. Estos asuntos son complicados. En cualquier caso, hay que hablar con el rey –Ron se interrumpió pensativamente.
En ese momento, Eriol alzó el rostro al oír el irritante ruido de una lancha a motor acercarse al Queen Elise. La lancha se deslizó por la superficie del agua hasta llegar al lado de la embarcación real. Casi inmediatamente, Tomoyo salió a la cubierta y la cruzo rápidamente hacia la lancha.
Ni siquiera lanzo una ultima mirada a los dos hombres que estaban de pie en la popa. Sus ojos brillaban de furia y de las lagrimas contenidas. Su boca era una firme línea fina. Mientras Eriol la observaba descender la escalerilla hacia la lancha, sintió como si hubiera perdido algo de sí mismo para siempre.
Esa noche lo de él y Tomoyo había dado fin. Y todo por su culpa...
Continuara...Nota de la Autora:
Hola a todos!! Se que el capítulo es corto... pero digamos que lo que se viene en el próximo capítulo es algo muy importante en la trama del fic, así que decidí poner esta escena aparte, el capítulo será pequeño pero creo que explica que la relación amorosa de Eriol y tomoyo esta más que complicada. Eso sí, Eriol cada capítulo la embarra más con Tommy, no se como va a hacer si algún día la quiere volver a tener con él... pero bueh, ya veremos más adelante.
Solo una pregunta, ¿Qué opinan sobre este nuevo Eriol? ¿le estoy dando demasiado el papel de villano?, a los que les gustaría opinar espero sus respuestas con gusto.
En el próximo chap, prometo agradecer uno por uno a los que me dejaron review, pero desde ya, MUCHISMAS GRACIAS A TODOS!!
Att. Lady Verónica Black
PD: Que la magia los acompañe, las estrellas guíen su camino, pero más que nada griten a todo pulmón: ¡¡Viva Xiao Lang Li, Eriol Hiragizawa, Harry Potter y Sirius Black; Los hombres más tiernos y sexys que hay!!"
¡¡DEJEN REVIEWS, PORFISS...!!
