Serpiente del Nilo

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7: Yuugi desaparece

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-Esa regla es sólo para los gatos y las pertenencias vivas del faraón- arguyó la serpiente.

-Pero usted debe cumplir las leyes que han sido escritas- dijo el sacerdote.

-Ni siquiera saben si ha muerto. Sólo tienen prisa por apaciguar la curiosidad del pueblo y de los esclavos, para evitar una revuelta-

-Así es, Hijo del Nilo, pero debemos hacerlo. Por el bien de Egipto-

-Por su bien, no por el bien de Egipto- dijo la serpiente, enojada.

-De todos modos, los preparativos ya están hechos. Sólo vinimos a buscarlo-

-Me niego-

-Debe ir-

-Atem me prometió la libertad, y las promesas de un faraón siempre se cumplen-

-Oh, pero eso sólo se lo dijo a usted... A nosotros no nos dijo nada-

-Seth, por Anubis, déjate de tonterías. Sé lo que tramas y no caeré-

-Su familia opina diferente, Hijo del Nilo... –

-¿Qué?-

Por unos instantes, la serpiente se quedó estática. Seth sonreía. Y sabía que ésa sonrisa sólo la usaba cuando tenía todas las cartas ganadoras en la mano. Pudo ver en sus ojos que no mentía, y eso la llenó de furia.

-Muy interesante, el haber nacido en familia de esclavos... Un gran honor para ésa familia, que no supo apreciar su verdadero valor... Pero el faraón dispuso que se enterraran todas sus pertenencias con él, y que si se necesitaban para algo, que se abriera su tumba y que se sacara lo necesario. Pero para eso se necesita un guardián... ¿Y qué mejor que el espíritu del Hijo del Nilo?-

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Y había accedido. Salvó a su familia, cuyo padre lo había despreciado por ser diferente y cuya madre trataba de protegerlo, aún a costa de su vida. Seth se había salido con la suya. Lo había sacado del camino, porque ella sabía lo que iba a pasar. Pero Seth era más rápido. Y por eso había ganado. Milenios atrás, en Egipto.

Pero ahora era diferente. Estaba furioso con Atem y con Seth. Tuvo una muerte lenta, enterrado vivo en la tumba del faraón. En la copa que le habían ofrecido había una gran cantidad de somnífero, y cuando despertó, no podía moverse. El funeral había terminado y allí se quedó, en la oscuridad de su sarcófago, envuelto en lino, sufriendo lentamente hasta que llegó su muerte.

Como serpiente era muy resistente al hambre. Pasaron dos semanas antes que pudiera morir. Y en ése tiempo lo atormentaron los recuerdos. Los de su madre y de su verdadera familia, que había sido asesinada luego del funeral del faraón. Los de la vez en que, desobedeciendo a su madre, vino para ver de cerca el palacio y lo nombraron Hijo del Nilo, por poder predecir muchos sucesos que los sacerdotes no veían. Todos los recuerdos dolorosos que no había querido recordar, ahora lo atormentaban. Y siguieron atormentando su alma durante milenios.

Por eso ahora quería venganza.

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Anzu ya lo había notado. Amin era muy amable con todos, menos con Kaiba. Con Mokuba parecía tener un vínculo especial, pero con su nii-sama se sacaban chispas. Juono dejó de ser el blanco de los insultos de Kaiba, siendo sustituido por Amin. No eran palabras directas, pero las indirectas llovían cuando estaban juntos. Y Amin se volvía agresivo cuando el CEO lo insultaba. Principalmente, por su nacionalidad o su religión. Y eso Amin no lo toleraba.

Los insultos iban y venían en español, japonés, inglés, hebreo e Idish (1) Ya empezaba a hacerse famosa la rivalidad entre Seto Kaiba y Amin Vom Hügel. Y no sólo en la escuela, sino en todo lugar en el que se encontraban. Sólo cuando estaba Mokuba cesaban las hostilidades a un nivel más "normal". Pero la tensión siempre estaba en el aire.

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Hasta que Anzu decidió dar el primer paso. Yuugi ya no quería salir de casa, y faltaba poco para que perdiera las ganas de vivir. Anzu debía hacer algo, y lo iba a hacer ahora, en ése instante.

Primero debía hablar con Amin sobre ésa carta. Ése había sido el punto de partida y de ahí debía empezar. Esperó a Amin a la salida, luego de haberse peleado con Kaiba, para variar, y lo tomó de la mano. Esto sorprendió mucho a Amin, ya que Alicia le había dicho que en Japón el contacto físico en público era muy extraño, y las chicas usualmente no tomaban la iniciativa. Lo llevó a un lugar apartado, entre las murmuraciones de los alumnos que los veían, y allí lo soltó.

-Amin, necesito que me ayudes y no aceptaré un no por respuesta- empezó Anzu, decidida.

-Eh, es... está bien, si puedo hacerlo- dijo Amin confundido.

-Primero quiero que me prometes que me dirás toda la verdad y que no me esconderás nada-

-Dentro de lo posible, lo prometo-

La chica tomó aire y empezó.

-Quiero que me hables sobre ésa carta, el Dios del Nilo-

-Ah, cómo te explico... – Amin se tomó la cabeza por un momento, y después empezó –Es algo que me llegó por correo, no tenía remitente y el sello era de Israel. No sabía para qué se usaba la carta, hasta que encontré a Alicia y empezamos a jugar Duelo de Monstruos, y ahí me enteré de los Dioses Egipcios... Y que ésta carta no había sido visto nunca. Me dijo que era más rara que el Mundo Toon... ¿De ésa había una sola carta que usó... Maximilian Pegasus?-

-Sí, así es-

-Bueno, y entonces empecé a jugar y nunca la había usado. Es más, creía que la había dejado en mi país, fuera de mi baraja, pero entonces apareció en el combate contra Kaiba, y ya viste lo que pasó. Está obsesionado con ella, y ya me tiene harto con sus indirectas. Y cada vez que saco la carta de mi baraja, aparece de nuevo. Y después empezaron a pasar... Cosas raras, y Alicia también las veía-

-¿Cosas raras? ¿Cómo cuáles?-

-De repente el día soleado se llenaba de nubes, a veces llovía, otras veces aparecía una niebla espesa, y un verano –escucháme bien, un verano- cayó nieve sólo sobre mi cuadra, incluso se congelaron las plantas de la plaza que está frente a mi casa. Y en la zona donde vivía en ése entonces no nevaba nunca. Y... creo que eso es todo- finalizó Amin.

-¿Y nunca tuviste sueños raros o cosas así? Con ése Dios del Nilo o con algún tipo de Serpiente-

-A veces, cuando era chico soñaba que me perseguía una Serpiente como ésa... Hasta que una vez me atrapó y no me hizo nada. Estaba sollozando y desde ésa vez nunca más me atacó. Es más, me sacaba de mis pesadillas, y nunca más me habló. Antes chillaba cosas... desagradables, pero después... –

-¿Después qué pasó?-

-Desapareció. Y más tarde, unos tres o cuatro meses, llegó esa carta rara-

-¿Y nunca más volviste a ver a ésa Serpiente?- Anzu estaba emocionada. Estaba llegando más hondo de lo que había supuesto.

-No, salvo ésa vez e que Kaiba me retó y salió ésa carta. Yo tenía siete en la mano, así que tenía que jugar una, y la puse en modo de defensa. Debía tener algún efecto flip escondido, porque arrasó con todos los monstruos de Kaiba. De hecho, nunca había jugado con ésos discos de duelo, y me impresionó la calidad delas imágenes. Perecían reales-

"Y tal vez lo fueran" pensó Anzu.

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Apenas se despidió de Amin, Anzu fue a la tiende de juegos. Tenía que decírselo todo a Yuugi. Pero Yuugi no estaba. Lo buscó con su abuelo Sugoroku por toda la tienda, la casa, y hasta llamaron a sus amigos. Incluso a Kaiba. Amin tampoco había llegado, pero apenas lo hizo se comunicó con Anzu. No, Yuugi tampoco estaba con él, dijo Amin, y no lo había visto. Tampoco fue a la escuela.

Algo estaba mal. Terriblemente mal.

Yuugi nunca había salido antes sin avisar, y menos aún cuando en teoría estaba en su habitación. Allí había estado toda la mañana, durmiendo en su cama, según comprobó su propio abuelo. Pero desde el mediodía no había ido a verlo. Yuugi se había negado a comer.

Salieron a buscarlo, Amin incluido. Kaiba organizó una búsqueda por toda la ciudad, pero no había ni rastros de Yuugi. Bueno, sí, había una pista, pero era tan desconcertante que no sabían para dónde ir.

Habían encontrado la baraja de Yuugi.

Todas las cartas estaban allí, incluso la de los dioses Egipcios. Pero el tema era en dónde la habían encontrado. El museo estaba cerrado ése día. ¿Qué hacía la baraja frente a un sarcófago con forma de serpiente?

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Bueeeeeeno, decidí apresurar las cosas. El misterio se va a aclarar de a poco, y hay algunas... cosas que nadie ha sacado a la luz aún...

(1) Este idioma es uno de los másusados en la sociedad judía.

M. G.: Suguroku es Salomon,el abuelo de Yuugi. Cuando tengas otras dudas sobre mi idioma, pregunta nomàs.

Kaori asamiya: En este capítulo se explica algo de por qué la Serpiente le tiene tanto odio a Yami, pero aún más a Kaiba. Ahora me bajo tus capítulos y te dejo rewiews.

NETHED: Anzu va a tener mucho que ver, pero en la segunda parte del fic. La sangre del faraón no va a correr, pero creo que Kaiba va a terminar siendo comido por un dragón.

Nos leemos

Nakokun