Serpiente del Nilo
10: El desafío de la Serpiente
Cuando la Serpiente vino por Yuugi, ambos estaban dormidos. O eso aparentaban. Ella sabía que ambos estaban fingiendo, y no se molestó en irse. Se quedó allí un buen rato, mirándolos, sin hablar, hasta que...
-Dejen de hacerse los dormidos. Yuugi, es hora de que vuelvas a tu mundo, y no quiero escenas dramáticas. Yami se queda y punto-
-No quiero- dijo Yuugi, decidido, levantándose de la cama.
-Sabes que si no obedeces, les daré algo de mi veneno y lo haré igual-
-No lo toques- dijo Yami, levantándose con una mirada fiera.
-No lo haré si demuestra ser lo suficientemente civilizado- dijo la serpiente.
¡Te desafió a un duelo¡Si gano, Yami se va conmigo- dijo Yuugi.
-No. No quiero que alguien más se vaya al Reino de las Sombras-
¿Qué-
-Tal y como lo oyes. No sólo de Atem quiero vengarme. Él es una pieza, pero no la principal... Por más que haya sido monarca en su vida pasada-
¿Entonces...-
¿Entonces qué, pequeño-
¿Por qué me trajiste aquí-
-Eso pregúntaselo a Amin. Si lo encuentras antes que yo- levantó su mano, extendiéndola hacia Yuugi –Vamos-
-No sin Yami-
-Tu abuelo te espera-
Yuugi se quedó sin habla.
-Ya una vez tuviste que decidir entre tu abuelo o hacerla caso a Yami... ¿Recuerdas cuando él quería matar a Kaiba para poder pelear contra Pegasus¿Acaso esto te parece diferente? Si quieres te puedes quedar aquí... Pero no volverás a tu mundo, y serán mis sirvientes. Nunca volverás a ver a tu abuelo, quien ya se está muriendo de pena. Y si me traes a quien quiero, tal vez tengas una oportunidad de llevarte a tu yami... –
¿Qué es lo que quieres- preguntó Yuugi, vencido.
-Primero, tu Artículo del Milenio- dijo la Serpiente, extendiendo la mano. Yuugi vaciló, y miró a Yami. Éste asintió, y Yuugi se sacó el Rompecabezas, entregándoselo a la Serpiente –Y, lo más importante, a Seto Kaiba-
Cuando Yuugi salió de la estrella, lo primero que vio fue a Amin, mirándolo preocupado.
¡Yuugi¿Estás bien- se abalanzó sobre él, preocupado ¿No estás lastimado-
-Estoy bien, ella no me hizo nada-
Algo en la voz de Yuugi hizo que Amin se detuviera.
-Yuugi, no tengo palabras... Nunca pensé que ella fuera así, antes de venir a Japón no... No era así-
-Lo sé, y no es a Yami a quien más odia-
¿Eh-
-Quiere matar a Kaiba. Y me pidió que lo llevara con ella-
-Más te vale que no le hayas hecho nada, Atem- le dijo la Serpiente, recelosa.
-No soy como crees. Si me vieras tal cual soy, no estarías haciendo esto-
-Me tienes harto con tu ego, Atem. Alguien debería enseñarte algo de humildad... Quizás sí traiga a Yuugi para que te enseñe algunas cosas. Ese niño es adorable (1), incluso cuando se enoja. Cuando todo termine, los llevaré conmigo... pero no estoy seguro adónde-
¿A qué te refieres-
-Morí hace mucho Atem. Igual que tú. Para mí no existe dificultad alguna en ir a cualquier lugar... El Reino de las Sombras, el País de los Muertos, el mundo real... Y no importa cuántas personas haya, yo puedo hacer lo que sea-
¿Y por qué no sales de tu cárcel y te vas- preguntó Yami, sobador.
-Porque aún estás aquí. Y Seth aún está vivo-
Lo primero que hizo Yuugi al volver fue tomar el teléfono más cercano y marcar a su casa. Le contestó Anzu, quien se sorprendió muchísimo al oírlo.
¡Yuugi¡Estábamos muy preocupados por ti¿Estás bien¿Qué te pasó¿En dónde estás- dijo la chica, apenas lo oyó.
-Estoy bien, no me ha pasado nada y dile a mi abuelo que ya voy para all�- dijo Yuugi -Y Amin y Kaiba vendrán conmigo.
Miró a Amin, quien no despegaba los ojos del suelo. Se sentía terrible por todo lo que había pasado. No quiso salir de su habitación, pero Yuugi lo llevó de la mano hasta donde estaba Kaiba. Abrió la puerta sin golpear, y Kaiba se sorprendió al verlo, al verlo entrar, al verlo vestido y maquillado así, al verlo con Amin de la mano y, sobre todo, al verlo por primera vez entraba a un lugar sin esperar el permiso.
-Kaiba, Amin y yo tenemos muchas cosas que contarte. Pero primero debemos ir a casa de mi abuelo, y necesito que tú estés presente-
Yuugi había contado todo lo que había pasado. Cómo la Serpiente quería vengarse de Yami y de Kaiba, en especial de Kaiba, y cómo había conocido a Amin: cómo se lo había llevado, y cómo lo había hecho volver. Amin sentía que se estaba muriendo de la vergüenza.
-Así que la Serpiente engañaba al Gato- dijo Kaiba –No me sorprende. Es demasiado ingenuo, y más tonto que el Perro-
Amin levantó la vista, sorprendido. Esperaba que Kaiba le echara la culpa de todo, pero no lo había hecho. Es más, lo había defendido, o algo parecido.
-Ella decía que odiaba a un tal Seth... Y como tú.. bueno, como tú no creías en esas cosas, no pensé que tú fueras ése a quien se refería- dijo Amin, casi sin voz.
-Entonces le demostraré de qué estoy hecho- dijo el CEO, levantándose –Gato, vamos a donde ésa Serpiente y más te vale que no mientas. Vas a ir con nosotros-
¿Nosotros-
-Yuugi no va a dejarme en paz si no va. Tú no te vas a escapar, y más porque eres el que debe saber en dónde se esconde ésa cosa. Así que vámonos ya-
-Vaya, que rápidos son- dijo la Serpiente, mirando un espejo de agua –Atem, ahí viene tu contraparte, y viene con compañía... – Miró a Yami, quien estaba inmovilizado, en medio de un Círculo de los Hechizos. Estaba encadenado al piso, con las manos atrás de la espalda, aún con su ropa de faraón.
Yami no dijo nada. Sólo miró a la serpiente a los ojos.
-No te moverás hasta que Seth pague lo que me hizo-
-Kaiba no es un rival fácil de vencer-
-Tu nuca me has visto pelear... –
-Abre la puerta de ésa cosa para ir con ésa engendro del demonio- le dijo Kaiba a Amin.
Amin tomó nervioso su estrella, y dijo algunas palabras en hebreo. Una luz fría los envolvió a todos (aunque más que luz, parecía agua) y Yuugi, Seto y Amin desaparecieron. El resto de la banda se había quedado para ayudar al abuelo de Yuugi a reponerse... O eso creían.
-Se parece mucho al antiguo Egipto- dijo Kaiba, sorprendido.
-A ella le gusta mucho este ambiente... Siempre me contaba cosas sobre Egipto, aunque no me gustaban mucho al principio-
¿Y por qué le dices ella si es él- quiso saber Yuugi, aún vestido como un príncipe egipcio.
-Porque a las serpientes, no importa si son hombres o mujeres, se las trata siempre de ella. Es una costumbre antigua, no me preguntes por qué-
Frente a ellos se extendía una ciudad egipcia, que dormía en medio de una noche de Luna Llena. Las pirámides se recortaban a lo lejos, y en el mismo centro de la ciudad se alzaba, majestuoso, el palacio del faraón. Había antorchas alrededor de cada columna.
Kaiba no dijo nada. Sólo comenzó a andar hacia el palacio.
-Será mejor que andes con cuidado, Kaiba. Nunca la había visto así de enojada... Y no creo que se calme así como así-
-Quiere un duelo, y la venceré. Así podemos volver a nuestro mundo y dejamos encerrada a esa cosa. Y después nos darás una muy buena explicación, porque sé que no nos dijiste todo lo que sabes, Gato- miró a Amin con ojos de hielo –Y más te vale que hayas traído tu baraja-
-Eh... Sí, pero no sé de qué serviría. Ella quiere pelear contigo-
-Cállate Gato, y dinos en dónde está la Serpiente ésa-
-No se esfuercen- dijo la Serpiente –Yo los llevaré-
Allí estaba, sobre ellos, volando con sus enormes alas. Con un movimiento de sus manos, todos se encontraron en una arena de duelo. Pero esta era una de las antiguas arenas, y todos pudieron ver cuanto esplendor había tenido Egipto en sus años de gloria. Las antorchas iluminaban todo el lugar, y el incienso perfumaba el ambiente. Yuugi reconoció ése aroma: era le mismo que había en la habitación de Yami.
¿En dónde está Yami- preguntó, serio, a la serpiente.
-Él está aquí, no le he tocado un solo pelo- dijo la Serpiente, del otro lado de la arena, haciendo aparecer a Yami entre las sombras. Aún estaba sobre el Círculo de los hechizos, encadenado. Y tenía una mordaza hecha con vendas de lino –Si ganas, él se va... Pero si pierdes, Kaiba, todos se quedarán aquí... Como mis esclavos-
-No te tengo miedo, reptil asqueroso- dijo Kaiba.
-Pero aún hay más, Seth- dijo la Serpiente, con veneno en la voz. Con un movimiento de su mano, hizo aparecer otro Círculo de los Hechizos. Y allí...
(1) Nooooo, no va a haber Serpiente/Yuugi. No va a haber nada de eso en ÉSTE fic. En otros... No, tampoco, sería pederastia y zoofilia.
Sí, soy mala, los dejo en suspenso hasta el próximo capítulo. Y sí que va a ser largo... Y emocionante. ¿A que no adivinan quién es el segundo rehén de la Serpiente¿Cómo se llama la Serpiente¿Y qué relación tiene con el Dios del Nilo?
Nos leemos
Nakokun
