AEQUIVOCUS

Harry detuvo su caminar, y volvió su mirada tras de sí, al escuchar la voz de Ginny.

La pelirroja corrió hasta su encuentro, por lo que su respiración se torno agitada y sus mejillas algo sonrosadas.

Él no pudo dejar de ignorar el vació en su estomago al saberla dispuesta a acompañarlo.

-Yo voy contigo... a donde tu vallas... dijo Ginny luego de que su respiración se había calmado un poco.

Harry tomó una de las manos femeninas entre las suyas y besándola delicadamente dijo:

-Prométeme... que pase lo que pase... siempre será así.

-Te lo prometo... afirmó Ginny mientras posaba suavemente sus labios en la mejilla masculina, para concretar un beso que en aquel instante significo mucho para ambos corazones.

Tomados de la mano, caminaron apresuradamente por el sendero que conducía hacia la arboleda, para por allí llegar al Bosque Prohibido.

La luna parecía seguirlos, mientras miles de estrellas titilaban nerviosamente en el oscuro firmamento.

-Ese ruido que escuchaste... fue cuando Gram me proteguio del ataque de unos mortifagos que me habían asediado... me tomaron por sorpresa... explicó Harry al llegar a la arboleda... recuerdas que tuve una pesadilla la noche antes.

-Si... Ron avisó a Dumbledore sobre eso... fue por ese sueño que decidiste ir al bosque prohibido tu solo... recordó Ginny mientras las imágenes de aquella noche se apilaban rápidamente en su mente... por eso no avisaste a nadie... sino hubiese sido porque Ron estaba pendiente de ti... nadie hubiese imaginado que ibas a verte con Voldemort esa noche.

-Mi imprudencia pudo haber hecho que las cosas se hubiesen salido de control... dijo Harry avergonzado... quizás Voldemort y sus mortifagos pudieron haber atacado al colegio... a todos esos chicos indefensos.

-Pero eso no paso... razonó Ginny... ya no vale la pena que te atormentes por eso en este instante... ya bastante tienes con tener que revivir todo nuevamente.

Al decir estas ultimas palabras el cuerpo de Harry se tensó. Algo que Ginny noto, ya que éste le apretó la mano.

Se acercaron sigilosamente hasta un claro del bosque, donde sobresalían enormes raíces de los centenarios árboles que se erguían majestuosos hasta el cielo.

-Vamos a escondernos ... de un momento a otro debe aparecer... dijo Harry en un susurro... no.. en ese no... por aquí... es mas seguro.

Condujo a Ginny detrás de un grueso tronco, algo alejado.

Como escuchando sus palabras, pocos segundos después, Voldemort apareció en medio de aquel lugar.

Vestía una fina túnica de razo negro, su piel de color cetrino, parecía forrar los huesos de su cara. No tenia cabello, por lo que la parte de piel que cubría su cráneo brillaba a la luz de la luna. Sus ojos rojos parecían estar llenos de fuego con unas enormes pupilas rasgadas y sus finos labios dibujaban una macabra sonrisa en su rostro.

Su fascie tenia mucha semejanza con la de un reptil, pero el gran parecido lo coronaban sus narinas que se dilataban al compás de su respiración.

Sin embargo, su porte era elegante, y con finura, apartó un poco la capa que llevaba sobre los hombros para adelantarse unos pasos, mientras olfateaba el aire, como lo hace una serpiente al ir tras su presa.

-El muchacho ya debe venir... acérquense mis mortifagos... la fiesta esta por comenzar... pero recuerden... él... es mío... dijo Voldemort con voz fría mientras chasqueaba sus dedos.

Varias decenas de mortifagos aparecieron de entre los árboles.

Lucius Malfoy y Bellatrix aparecieron detrás de aquel árbol donde Ginny pensaba esconderse en un primer momento.

Esta vez fue Ginny la que apretó con fuerza la mano de Harry. Su corazón se había acelerado. No quería ni imaginarse lo que pasaría si eran descubiertos.

Largos minutos pasaron, durante aquella interminable espera.

De repente se escucharon pisadas que se acercaban a gran velocidad.

Y un Harry Potter con un pálido y sudoroso rostro, pero con varita en mano, apareció por entre unos arbustos.

Su actitud era de valentía.

Al ver a Voldemort rodeado de mortifagos, no se inmuto, sino que con paso decidido se acerco a él.

A Harry le pareció que el tiempo se había detenido. Podía jurar que aquellos catorce meses no habían pasado.

-Buenas noches... señor Potter... dijo Voldemort con burla... sea usted bienvenido a esta cordial despedida...

Los mortifagos rieron a carcajadas.

Harry pudo ver como los músculos de su cara se tensaban y como apretaba la varita mágica con fuerza.

Recordó el hormigueo que había corrido por su brazo al hacer aquello e instintivamente metió su mano en el bolsillo y al tocar la varita con sus dedos, sintió un ligero alivio.

-Eres muy valiente... enviando a tus mortifagos a atacarme por la retaguardia... y mas aun que estas rodeado de tus aduladores... dijo el Harry del pasado con voz cansina, mientras miraba con desprecio a Lucius y a Bellatrix... pero me gustaría ver si eres tan hombre como para medirte a solas conmigo...

-Potter, Potter, Potter... veo que la paciencia no es tu virtud... dijo Voldemort con falsa quietud... pero deberás acostumbrarte... porque aquí quien dicta las reglas del juego soy yo.

-Terminemos con esto de una vez... le reto Harry alzando su varita... me querías a mi... y aquí me tienes...

-No... no... no... dijo Voldemort con tono divertido mientras movía su cabeza lateralmente... te equivocas... tu solo eres un estorbo... del cual pronto me liberare... yo estoy aquí por algo más...

-¿Querrás decir por alguien más?... preguntó Harry con duda, sin poder evitar que su mirada se desviara en dirección a Hogwarts

-Ja, ja, ja... eres inteligente... si... eres un mestizo muy sagaz... dijo Voldemort con ironía.

-¿Mestizo?... mira quien habla de pureza de sangre... el hijo de un muggle y una bruja... dijo Harry mirándolo con desprecio.

Ginny volvió a apretar con fuerza la mano del Harry del presente, al ver como Voldemort se acercaba peligrosamente al Harry del pasado, al tiempo que los mortifagos levantaban sus varitas listas para atacar.

-Me estoy cansando de tus insolencias muchacho... dijo Voldemort apretando los labios por la rabia... pero pronto te callare para siempre.

-Bien... estoy aquí... adelante... le desafió Harry acortando la distancia entre ellos.

Voldemort lanzó rápidamente un hechizo desarme que Harry supo repeler fácilmente con un hechizo escudo.

Pero debió reaccionar rápido ya que varios hechizos fueron lanzados por algunos mortifagos, y mientras rodaba por el suelo para salvar su vida, podía escuchar las risas burlescas de Voldemort.

-Son unos cobardes... dijo Ginny con furia al ver aquel ataque desigual.

Harry la miro de reojo. Su rostro se había coloreado de escarlata, al tiempo que apretaba las manos una contra la otra con impotencia.

Solo en ese instante cayo en la cuenta de algo.

Si bien estaba muy feliz de tener a Ginny a su lado, en ese momento tan difícil para él. También era cierto que ella seria testigo de todo lo que esa noche había ocurrido. De todo.

Se alejo un poco de ella. Y mientras se observaba a si mismo tratando de librarse de múltiples ataques realizados al mismo tiempo, supo que tal vez había sido un error permitir que ella lo acompañara.

-Pero este chico... ¿de que esta hecho?... preguntó Lucius Malfoy confundido, quien le lanzaba por tercera vez un hechizo aturdidor... no puede ser... ningún hechizo le halla hecho daño.

-Es que en realidad ninguno le ha dado... ¡es muy ágil!... dijo un mortifago de voz gruesa mientras miraba a su alrededor como un lobo en busca de su presa... ¡lo vez!... ¡ha logrado escapar!

-No...¡se ha escondido!... dijo Lucius con rabia

-Pero no por mucho tiempo... dijo Voldemort con una sonrisa.

El mago tenebroso hizo un movimiento con su varita en el aire, e inmediatamente una chica de tez morena y cabellos castaños algo alborotados por la brisa, apareció en medio de ellos.

-Hermione... dijo Ginny tratando de ahogar un grito.

Harry tuvo que detenerla para que la chica no saliera al encuentro de su amiga.

Él recordó perfectamente lo que había sentido al ver a Hermione aparecer en aquel momento.

Su sangre hervía de impotencia y de furia. Quizás fue en esos instantes en que creyó que la amaba.

Pero ahora que lo veía en retrospectiva entendió que aquellos sentimientos habían sido solo porque ella era inocente y por sobre todas las cosas porque era su mejor amiga.

Voldemor se acercó a una Hermione que temblaba como una hoja azotada por el viento, pero que en su mirada reflejaba el temple del que estaba hecha, y que no estaba dispuesta a doblegarse.

Los mortifagos la rodearon. Y Lucius Malfoy la despojó rápidamente de su varita mágica.

-Buenas noches Señorita Hermione Granger... he oído tantas cosas de usted... dijo Voldemort con actitud caballerosa y mientras recorría con sus ojos no solo el cuerpo de la chica sino también su alma y espíritu continuó... ahora entiendo algunas cosas... es usted inteligente, valiente, pero también muy reservada... todo un enigma... la pasión y el deseo hecha mujer... es comprensible... muy comprensible.

Sus ojos se desviaron hacia Lucius Malfoy quien la miraba con rabia y desprecio.

-Si... si... ahora entiendo... dijo Voldemort volviendo a fijar su mirada en Hermione... pero después de todo... eres una sangre sucia... y como tal... no tienes derecho a entrometerme en los asuntos de Lord Voldemort... así que deberás pagar por tu insolencia de pretender a un sangre limpia.

Hermione se estremeció al escuchar aquello y aunque su actitud denotaba incertidumbre y desconcierto, no cedió ni un poco de su entereza.

Ginny miro a Harry interrogativamente. Pero descubrió que él estaba igual de impactado por aquellas palabras.

Durante aquellos minutos él había permanecido oculto, por lo que esa conversación no había llegado a sus oídos.

Pero ahora que podía ser testigo presencial de todo, esa declaración de Voldemort era todo un acertijo.

Aunque quizás no por mucho tiempo.

Voldemort tomó con violencia a Hermione del brazo y la atrajo hacia él, y mientras la apuntaba con su varita gritó a voz en cuello:

-VAMOS POTTER... SAL Y ENFRENTATE A MI... SINO QUIERES QUE TU AMIGUITA MUERA.

-¡¡NO!

Aquel monosílabo lanzado al viento, fue acompañado de un hechizo de desarme que impactó magistralmente en la mano de Voldemort, haciendo que éste perdiera su varita sin remedio.

Minutos de confusión reinaron en el lugar.

Los mortifagos comenzaron a lanzar hechizos en diferentes direcciones sin control alguno.

Harry Potter salió de su escondite. Busco con la mirada quien había gritado y atacado a Voldemort, pero al darse cuenta de que debía defenderse lanzó hechizos contra algunos mortifagos que dieron en el blanco sin problemas.

Vio con horror que Voldemort aun retenía a Hermione a su lado. Aquello lo hizo desconcentrarse y le costo una herida en su hombro izquierdo producto de un ataque de Bellatrix.

Trastavillo para no perder el equilibrio y debió sujetarse con la mano derecha el brazo lastimado, mientras corría nuevamente a su escondite.

Pero antes de perderse tras unos arbustos, lanzo una ultima mirada tras él y vio con alivio que Hermione había cerrado sus ojos y se concentraba en algo, al tiempo que su piel se tornaba incandescente, comprendió que ella lograría liberarse, lo que lo tranquilizó.

Voldemort por su parte agudizo su visión y pudo ver con asombro quien lo había atacado. Un dolor quemante en su mano, hizo que involuntariamente soltara el brazo que sujetaba fuertemente con ella.

Hermione aprovecho aquello para escapar y reunirse con su salvador, quien al rodear con su brazo la cintura de ella, lanzó un hechizo convocador hacia Lucius Malfoy y le arrebató la varita de la chica. Luego la cubrió con su capa y desaparecieron.

Harry y Ginny miraron asombrados todo aquello que se desarrollo rápidamente ante sus ojos:

-¡No lo puedo creer!... dijo Ginny tragando fuerte... ¡es que no lo puedo creer!... ¡¡y por esa!... ¡¡por ella!... que te abandono... y se fue con ese idiota... ¡tu!... ¡tu!... ¡¿rompiste la amistad con mi hermano!.

Harry se recostó del tronco de un frondoso árbol y se dejó deslizar hasta llegar al suelo.

Tampoco podía creer lo que acababa de presenciar.

No podía ser posible que Hermione lo hubiese abandonado en aquel momento.

-"No... ella no pudo hacerme eso... eso no fue lo que ella me dijo... no pudo haberme mentido", pensó con desespero.

-Mi señor... amo... yo... yo... tartamudeo Lucius Malfoy al tiempo que se acercaba sumiso a Voldemort... no se como explicar lo que ha pasado... yo... yo...

-No te preocupes Lucius... dijo Voldemort con furia contenida... ya habrá tiempo para que las aguas vuelvan a su cause... ahora es menester terminar con Potter de una vez... antes de que él venga.

Ginny respiraba con dificultad, la rabia le segaba el entendimiento. No podía permanecer mas tiempo allí y decidió dejar a Harry embebido en sus pensamientos y sin importarle las consecuencias llegó hasta donde estaba el otro Harry.

Se sentía muy confundida. Odiaba con todas sus fuerzas al Harry que había abandonado, pero sentía compasión y preocupación por el Harry herido y solo.

-Pero si son el mismo... se recriminó a si misma mientras se acercaba al lugar por donde Harry había escapado... te vas a volver loca Ginny...

Pensó que mejor era regresar para no ser descubierta y que luego todo fuera un caos mayor, pero la tentación venció a la razón.

Harry se hallaba escondido detrás de unos enormes arbustos, se había despojado de su túnica y de la camisa, y con un toque de su varita había curado la herida de su hombro.

-Tal vez todo sea inútil... tal vez no logre cumplir con la profecía... me siento tan débil... ellos son muchos... yo solo no podré... no puedo... se decía para si mismo un Harry muy abatido y temeroso.

Escuchó un ruido de ramas que se rompen y se levantó con violencia.

Miro a su alrededor y no vio a nadie. Pero sus instintos le indicaban que alguien estaba cerca.

Ginny lo miraba absorta a una distancia prudente. Nunca había visto a Harry con el torso desnudo. Una loca idea cruzo por su mente.

Sabia que no era el lugar, ni el momento, pero tenia que hacerlo.

Era una locura, una irresponsable locura.

Y apuntándose con su varita dijo

-Transformare in Fatum

Una nube amarilla salió de la punta de su varita y la cubrió rápidamente.

Harry se acercó con cautela al lugar de donde había provenido el ruido y con asombro vio a una hermosa mujer que lo miraba de forma extraña.

Por alguna extraña razón Él sabia que la conocía, porque se había visto reflejado en aquellos ojos muchas otras veces.

Tenia una larga cabellera platinada, con una tez muy blanca y coquetas pecas que decoraban su piel, algo que parecía desencajar con el resto de su fisonomía. Llevaba un pequeño vestido hecho de seda blanca, con un cordón dorado rodeando su cintura, dibujándose así, de forma espléndida, sus enormes atributos femeninos.

Harry parpadeo varias veces, para tratar de despertar del sueño en el que pensó que estaba, ante aquella aparición, que tantas veces había estado en sus sueños.

-¿Quien eres?... pregunto él sin dejar de mirarla.

Ella le sonrió y se le acerco sin timidez.

El joven estaba impactado por la belleza de aquella criatura que no pudo moverse, al saberla tan real.

Ginny convertida en ninfa se sintió confiada y sin importarle las consecuencias de su intromisión en el pasado tomo entre sus manos el rostro de Harry y posó con suavidad sus labios sobre los de él.

Pudo sentir su calor y la humedad de su cercanía.

Harry sintió una energía que lo envolvía, mientras el contacto de aquellos labios se profundizaban con los suyos.

En un arrebató de deseo inexplicable, la tomo por la cintura y la atrajo hacia él. La apretó contra su pecho desnudo, al tiempo que aquel beso tierno se transformaba en uno mucho mas sensual y lujurioso.

Podía sentir como las manos femeninas recorrían su espalda, y que era acariciado con sensualidad.

Él fue bajando sus manos hasta las bien formadas piernas de ella.

Sin meditar ni un instante que era todo aquello y el por qué de esa explosión de pasión en su corazón por una ninfa salida de la nada, comenzó a introducir sus manos por entre el vestido y comenzó a subirlo lentamente, mientras sus labios masculinos recorrían sin piedad el cuello de ella, arrancándole suaves suspiros con cada beso.

Igual a como lo había hecho tantas veces en sus sueños.

La cordura volvió a la mente de Ginny por lo que se separó contra su voluntad de aquel tibio cuerpo.

-¿Quién eres?... volvió a preguntar Harry aun mas confundido.

-Alguien que te ama con toda su alma... dijo Ginny alejándose sin apartar su mirada de aquellos ojos verdes... volveré te lo prometo... pero ahora debes cumplir con tu destino.

Harry trato de seguirla, pero unas voces le hicieron volver a su realidad.

Ginny corrió hasta perderse entre los árboles. Se recostó en uno de ellos, y luego de que su respiración volviera a tranquilizarse, invocó otro hechizo para regresar a su fisonomía original.

-Lo que hiciste... no esta bien...

Ginny se volvió asustada, y se encontró con unos ojos azules como el cielo, que la miraban con reproche.

-Sabes que no tenias derecho... has intervenido en el pasado... y ahora el presente será alterado...

-No veo en que puede alterar eso el presente.

Ginny no soportó la mirada del centauro. Sabia que había hecho mal. Pero la razón había sucumbido ante los deseos del corazón.

-Nada va a cambiar... nada... dijo Ginny entre lagrimas mientras regresaba al lugar de donde no debió haberse apartado.

Al llegar al lado de Harry, éste la miro asustado

-¿Dónde has estado?... me tenias preocupado... dijo con un hilo de voz... ¿no sabes que si te acercas mucho te pueden ver?.

-Si lo se... dijo Ginny molesta... pero no te preocupes... ya estoy aquí.

-¿Has estado llorando?... pregunto Harry al tiempo con su dedo índice y pulgar tomaba con delicadeza el mentón de la chica para subir su rostro hasta que sus ojos quedaron al mismo nivel de los suyos... ¿qué te pasa?... ¿te sientes bien?.

Ginny desvió su mirada hasta los labios masculinos y al recordar cuan tibios y húmedos eran no pudo evitar saborear una vez mas aquel beso robado, que de seguro traería fatales consecuencias.

Harry no se percató de aquello, porque había fijado su atención en la batalla que estaba a punto de librarse justo frente a ellos.

Los mortifagos estaban luchando contra los miembros de la Orden del Fénix, y Voldemort se había marchado.

Pero Harry sabia muy bien a donde había ido.

Rodeo sin problemas el lugar y caminó con paso seguro hasta una explanada, donde el bosque prohibido se hacia mas oscuro, ya que la copa de los árboles eran muy tupidas e impedían que la luna pudiera iluminar con su brillantes.

Debió retroceder rápidamente y volver sobre sus pasos, al verse a si mismo saliendo por un sendero en busca de Voldemort.

-Se que estas por aquí... vamos... te estoy esperando... dijo el Harry del pasado con paso decidido.

El Harry del presente se sintió algo confundido. Él no recordaba haber dicho esas palabras.

Por el contrario, en aquel momento él se había comportado algo temeroso y no estaba seguro de sus capacidades.

Voldemort salió a su encuentro.

-Esta bien... acabemos con esto de una vez.

Voldemort le lanzo un hechizo que Harry pudo esquivar sin problemas, y sin darle tiempo a reaccionar le lanzo otro hechizo. Esta acción se repitió un par de veces.

Harry se vio a si mismo demasiado seguro, mucho mas de lo que él recordaba haber estado.

Una tercera persona apareció en escena.

-¡Ron!... ¿qué haces aquí?... dijo Harry asombrado ante la aparición de su amigo.

Voldemort aprovechó esto para lanzar un crucio a su enemigo, pero este no había perdido su concentración en la batalla y pudo esquivarlo. Y sin perder tiempo lanzó dos hechizos aturdidores contra su atacante de los cuales uno dio en el blanco.

Ron corrió hasta Harry, pero un hechizo le golpeo en el costado derecho derribándolo al suelo.

-Eres un ingenuo... se burlo Voldemort, quien ya se había recuperado... crees que un simple hechizo como ese... me puedes detener.

Ron yacía medio inconsciente en el suelo, arqueaba su cuerpo, tratando inútilmente de levantarse con ayuda de sus brazos, pero el dolor en el costado le impedía mantener su propio peso.

-Es muy fácil atacar a alguien desarmado... le gritó Harry furioso... tu problema soy yo...

Voldemort sonrió con malicia, y mientras mantenía su mirada fija en Harry, apuntó su varita hacia Ron.

-Crucio... dijo con perversidad.

Harry hizo gala de toda su agilidad y con un rápido movimiento se interpuso entre el hechizo y su amigo.

Preso de los efectos del Crucio, el joven mago se retorcía entre agudos dolores.

Voldemort reía divertido ante el espectáculo.

-Yo que tu no reiría aun... dijo una voz arrastrando las palabras.

Ron se incorporó como pudo, y observó que Draco Malfoy se ubicaba detrás de Voldemort y como éste se volvía para encararlo.

Harry quedo libre de la tortura y logro arrastrarse hasta su amigo

-Quiero creer que has venido a ayudar a tu señor... dijo Voldemort con un extraño tono de voz... que has recapacitado... y vuelves a mi lado.

-No... te equivocas... hace mucho que yo renuncie a ser un mortifago... dijo Draco Malfoy con voz tranquila... así que tu no eres mi señor... ni te debo obediencia... tu nombre y tu presencia solo le ha traído soledad a mi vida.

-No me retes pequeño Malfoy... dijo Voldemort amenazante... sabes bien... que tengo el poder para acabar con todo lo que amas.

Harry y Ron vieron asombrados como Draco retrocedió un paso, pero recapacitó. Parecía no estar dispuesto a dejarse doblegar.

-Te encuentras bien... Vine a traerte esto... dijo Ron en un susurro aprovechando que Voldemort estaba distraído.

Hizo aparecer con un toque de su varita una enorme y brillante espada de acero cuya envergadura estaba cubierta con rubíes.

Voldemort dejó de prestar atención a Draco, para ver impotente y sorprendido como Harry tomaba aquella espada entre sus manos.

Sin embargo había alguien más que estaba aun mas sorprendido de lo que veía.

-"Pero... ¿que esta pasando?... los hechos no sucedieron así", pensó con angustia el Harry del presente.