Gracias a Bonnie Radcliffe por sus comentarios.

Y Gracias a todos por tomarse la molestia de leer este FF...

IN VERITAS

Ginny levantó la mirada.

Allí estaba Harry, mirándola pacientemente.

Ella sabia muy bien que él no desistiría en obtener una respuesta. Por lo que lentamente se apartó de la esquina que ocupaba y se colocó en medio de la habitación.

Saco su varita mágica de un bolsillo de su túnica y dando movimientos circulares en el aire, hizo aparecer una esfera de cristal, en cuyo interior había una bruma tornasol que se arremolinaba violentamente.

-Aquí esta la respuesta a tu pregunta... dijo Ginny entregándole la esfera a Harry en sus manos.

Luego volvió a alejarse.

Harry miro el interior de la esfera. Fueron apareciendo imágenes.

Pudo ver con lujo de detalles todo lo que había pasado desde el momento en que ella se había apartado de él, luego de que habían visto a Hermione desaparecer con Draco.

No pudo disimular su asombro al observar como Ginny se transformaba en Ninfa y como lo besaba de aquella forma tan apasionada. No podía creer que ella pudiera desbordar tanta pasión y sensualidad.

Pero tampoco podía creer que por un simple beso el pasado hubiese cambiado de una forma tan radical.

Tenia que haber algo más.

Sin embargo eso fue todo. Un beso. Tan solo eso. Un beso.

-Pero... ¿eso fue todo?... por un beso... ¿todo este lió?... dijo Harry con indiferencia, mientras le daba vueltas a la esfera como esperando que mostrara algo mas.

Ginny sintió un leve mareo.

Esa no era la reacción que ella esperaba. Tal parecía que el atrevimiento de ella y el hecho del beso en si, no significaban nada para Harry.

Ella cerró los ojos con fuerza, para reprimir las lagrimas que comenzaban a brotar de sus ojos.

Harry levantó la mirada y al ver la reacción de Ginny ante sus palabras, comprendió que se había extralimitado. Por lo que se acercó a ella y acariciando su rostro le dijo con ternura.

-¿Por qué lo hiciste?...

Ginny abrió los ojos. Y apartó con delicadeza la mano de Harry.

-No quiero tu lastima... le reprochó ella mientras se secaba las lagrimas que se habían logrado escapar.

-Yo no te tengo lastima... tu no eres una mujer a la cual se le pueda tener lastima... además tu sabes que te quiero...dijo Harry tratando de reparar su error.

-Ese es el problema Harry... tu me quieres... pero... yo... te amo... confesó Ginny sin inmutarse... te amo como una mujer ama a un hombre... mi piel se estremece con el mas mínimo roce... mis labios desean cada minuto ser besados por los tuyos... mi cuerpo espera anhelante el calor de tu pasión... desde hace muchos años, no pasa una noche, que no sueñe contigo... haciéndome el amor.

-Oh... susurro Harry con sorpresa.

Aunque él ya sabia eso desde hacia mucho tiempo, el oírlo de sus labios le causó un impacto inusitado.

-¡Veo que te sorprendes!... dijo Ginny con ironía.

-Bueno Ginny... sonrió Harry con timidez... no todos los días... una chica le dice a uno que lo ama... y que lo desea de esa forma... tan especial.

-¡¡Por favor Harry!... ¡no estoy para bromas!... ¡ni para que te burles de mi!... dijo Ginny muy molesta... ¡¡TE ACABO DE ABRIR MI CORAZÓN!... ¡¡ACABO DE CONFESARTE MIS MAS HONDOS DESEOS... MIS MAS PROFUNDOS SENTIMIENTOS!

-¡¡Pero si no me estoy burlando!... se defendió Harry... se que no es fácil asumir los sentimientos... ¡¡pero es que me has tomado por sorpresa!.

-¿Qué te he tomado por sorpresa?... ¡¡NO SEAS HIPÓCRITA!... ¡¡si leíste mis pensamientos!... ¡en ellos descubriste sin permiso mis sentimientos por ti!...

Ginny lo encaró con furia.

Harry retrocedió unos pasos. Supo que las cosas estaban escapándosele de las manos.

-Discúlpame por ello... no fue con intención... no quise entrometerme en tu intimidad... Ginny tu eres mi amiga... no podemos permitir que tonterías como estas empañen nuestra relación.

Harry no había terminado de hablar cuando comprendió que se había vuelto a equivocar, que no supo expresar con palabras lo que realmente sentía, y lo confirmó cuando sintió sobre la piel de su mejilla izquierda el dolor de una bofetada.

-¿Tonterías?... dijo Ginny entre sollozos... ¿te parece que mis sentimientos son tonterías?... ¡Por Merlín!... ¡mejor dejamos esta conversación así, porque no esta conduciendo a nada!

Harry se froto la mejilla con el dorso de su mano. Su orgullo masculino había sido ofendido, pero al ver que Ginny estaba dispuesta a marcharse se lo impidió tomándola del brazo. Sabia que era el momento de la verdad.

-No Ginny... no voy a permitir que te vallas... no voy a permitir que tu también me dejes.

-No me toques... dijo Ginny aun molesta... eso es lo único que te importa... eres un egoísta...

-Ginny... no digas eso... dijo Harry con tristeza... eres muy importante para mi... me apoyaste cuando todo era muy confuso para mi... no me abandonaste... y te aseguro por lo mas sagrado... que yo nunca me imagine que tus sentimientos hacia mi, fueran tan fuertes... perdóname por no poder corresponderte como tu te lo mereces.

Ginny descubrió en esos ojos verdes que la miraban fijamente, la verdad sincera de un corazón. Sintió perder las fuerzas. Sus piernas no soportaron más su peso.

Harry la sostuvo a tiempo antes de que ella cayera al suelo.

-¡Ginny!...¡Ginny!... ¡RAYOS!... dijo Harry desesperado... ¿qué tienes?...

Ginny lo abrazó con fuerza, y comenzó a llorar inconsolablemente.

-Dime que aun me queda una esperanza...

Aquella bofetada había sido nada, comparada con lo que esas palabras, que Ginny le susurró al oído casi como una suplica, provocaron en él.

Harry sintió una puntada de dolor en su corazón.

Sus ojos se humedecieron. La apretó aun mas contra su pecho, para tratar inútilmente de borrar el daño que le hacia. A ella, a quien tanto le debía, a ella que le hubiese entregado su alma si él se la hubiese pedido.

Y se recriminó a si mismo por no amar a esa mujer que temblaba indefensa entre sus brazos, y que lo amaba incondicionalmente.

Ginny intentó separarse al comprender que le iba a resultar muy difícil refugiarse de la verdad, que el silencio de Harry le gritaba.

Pero él no se lo permitió. No quería que se fuera de su lado.

-Perdóname por hacerte sufrir... perdóname por ser el ladrón de tus sueños... perdóname por ser un idiota... perdóname Ginny... perdóname... dijo Harry mientras le besaba los ojos, tratando de recoger aquellas lagrimas derramadas por su causa.

-No importa Harry... ya no importa... dijo Ginny levantándose del escalón donde se habían sentado en algún momento que ella no recordaba... ya nada se puede hacer... no se puede forzar al corazón.

Harry se incorporo a su lado.

Tres campanadas anunciaron que el tiempo se había acabado.

La puerta por donde se había marchado Dumbledore se volvió a abrir; y por ella surgió el director de Hogwarts con actitud recelosa.

Volvió sus ojos hacia Flawkes, su ave fénix, testigo mudo de lo ocurrido en el despacho; y al ver en su rostro una expresión de profunda tristeza, comprendió impotente que las cosas no habían marchado como él esperaba.

-"Que lastima"..., pensó Dumbledore mientras movía su cabeza lateralmente con desaliento.

Harry y Ginny volvieron su mirada al mismo tiempo hacia él.

Dumbledore le dijo con apremio, mientras le entregaba el giratiempo en su mano,

-Ya es hora... deben apurarse... todo esta por comenzar de nuevo.

El joven mago cerró su mano en un puño alrededor del giratiempo. Se acercó a la puerta del despacho, le dedicó una mirada a Ginny y al ver que ella no correspondió a su gesto, bajó la mirada y abandonó el lugar.

Ginny mantenía su mirada posada en Fawkes. Sintió sobre si la mirada de Harry, pero no tenia intenciones de acompañarlo, por lo que decidió ignorarlo.

Unas lagrimas rodaron por sus mejillas al escuchar el sonido de la puerta al ser cerrada.

-¿No piensas acompañarlo?... preguntó Dumbledore con cautela

-No... negó Ginny con rencor

Dumbledore se sentó en los dos primeros escalones de la pequeña escalera que conduce a su habitación. Y la invitó a sentarse a su lado.

Ella así lo hizo y dejó descansar su cabeza en su hombro mientras no podía evitar volver a llorar.

-Se lo que por él sientes... pero a veces es necesario dar tiempo al tiempo y no forzar los sentimientos... dijo Dumbledore con voz paternal...

-Ya me di por vencida... dijo Ginny resignada... Harry no me ama... y no voy a seguir mendingando su amor.

-El amor no se puede mendingar Ginny, es un sentimiento demasiado puro, como para que nosotros los hombres podamos amoldarlo a nuestros deseos... reflexionó Dumbledore... quizás anhelas algo que aun no esta a tu alcance... recuerda que Harry es solo un ser humano... lleno de defectos... y que ha pasado por momentos muy difíciles.

-Eso no lo justifica... dijo Ginny molesta.

-Mi pequeña niña... tu piensas y sientes como una mujer... dijo Dumbledore con paciencia... pero Harry ahora necesita a la amiga que tiene en ti... para ti es muy difícil asumirlo... lo se... pero esa es la verdad... su verdad... escogiste un mal momento para declararle tu amor.

-Ahora resulta que tengo la culpa del rechazo de Harry... intento defenderse la joven pelirroja.

-Yo no te estoy acusando de nada... ni te estoy juzgando... solo estoy tratando de hacerte ver las cosas de forma objetiva... dijo Dumbledore con calma... de que entiendas que cada acontecimiento tiene su hora fijada.

Ginny se mantuvo en silencio. Un torbellino de sentimientos se hacia cuna en su corazón.

Dumbledore se puso en pie y dedicándole una sonrisa, dijo con dulzura

-Quedas en tu casa... ahora debo atender otros asuntos... pero recuerda que debes volver a la casita del prado... para regresar al presente de donde vinieron... y dile a mi yo futuro, que si piensa cambiar el color de la alfombra del baño que no le haga caso a Dobby, de seguro él querrá opinar y sus gustos en colores son poco adecuados.

Y tras guiñarle el ojo con cariño se volvió sobre sus talones y abandonó su despacho, dejando a Ginny con una pequeña sonrisa en los labios, pero presa de contradictorios pensamientos.

Harry ya había llegado al claro del bosque y se vio a si mismo, recostado del tronco de un árbol, sin camisa, y lleno de temores y dudas

-Tal vez todo sea inútil... tal vez no logre cumplir con la profecía... me siento tan débil... ellos son muchos... yo solo no podré... no puedo.

Allí sin atrever a moverse, permaneció durante varios minutos. Luego se escuchó un ruido de pisadas.

Harry supo que el momento había llegado. Se puso en pie y se vistió rápidamente, mientras se repetía internamente:

-"No podré... no podré"

Voldemort apareció repentinamente. Parecía asustado, como si escapara de algo o alguien.

Pero su temor se hizo mayor cuando se encontró frente a frente con Harry.

Ambos se miraron con odio. Y levantaron la varita al mismo tiempo asumiendo posición de combate.

Voldemort inició el ataque primero, pero debió protegerse porque Harry contraataco sin piedad. Y para sorpresa de ambos, uno de los hechizos impactó sin problemas en el pecho del Señor Oscuro haciendo que su cuerpo se levantara unos centímetros del suelo y saliera disparado hacia unos arbustos, donde cayó pesadamente.

Harry se sintió mas confiado, por lo que el valor se incrementó en su corazón. Intentó acercarse para tratar de rematar con una maldición mortal. Pero otro ruido de pisadas apresuradas le hizo desistir.

Ron Weasley apareció por el lado este de aquel lugar. Traía consigo una espada de plata, con empañadura de rubíes.

-Ron... amigo... dijo Harry con una sonrisa.

-¿Estas bien?... ¿Donde esta Voldemort?... preguntó Ron preocupado.

-Estoy bien... dijo Harry tranquilo, luego se volvió hacia su izquierda y señalando hacia los arbustos continuo... y Voldemort esta por allá

-Te veo muy tranquilo... acotó Ron con recelo... quizás no debí tomarme la molestia de traerte esto.

Le mostró la espada. Harry se encogió de hombros

-Si quieres puedes retenerla... por ahora no la necesito.

Ron lo miró con asombro, le parecía que su amigo estaba peligrosamente confiado.

Un par de rayos color verde cayeron entre los dos magos, por lo que debieron separarse con brusquedad, para buscar refugio.

Harry perdió equilibrio y cayo al suelo. Y lo que a continuación sucedió se desarrollo en segundos.

Voldemort se acerco rápidamente hasta su enemigo sin dejar de apuntarlo con su varita.

Ron sospechó lo que Voldemort pretendía, por lo que no dudo en interponerse entre ambos.

-¡¡Aveda Kedabra!... gritó Voldemort

Ron levantó la espada como reflejo defensivo, lo que impidió que el rayo cayera sobre él, y por ende sobre Harry.

Sin embargo el impacto fue tan fuerte, que Harry debió abrir sus brazos para impedir que el joven pelirrojo chocara contra el suelo.

En un primer momento su impresión fue que su amigo estaba herido, o quizás muerto, ya que no respondió a sus llamados.

Desesperado se levantó y apretó su varita en la mano derecha.

-"Tengo que hacerlo... debo hacerlo...", pensó Harry apuntando a Voldemort.

-No puedes... no tienes la fuerza suficiente para acabar conmigo... se burlo Voldemort.

-"Tiene razón... no puedo...", continuo titubeante... "pero tengo que hacerlo... hacerlo ahora"

Pensó invocar la maldición mortal contra Lord Voldemort, mientras el permanecía con su actitud burlesca.

Pero de una varita mágica surgió un rayo verde que cortando el viento, llegó a su destino sin problemas.

Voldemort siguió con la mirada el camino del rayo mortal, desde su origen hasta ver como impactaba contra su pecho, para luego extenderse por sus brazos, sus piernas y su cabeza. Simplemente una mirada vidriosa anunció la efectividad del hechizo convocado. Luego sus rodillas se doblaron abruptamente. Su cuerpo y su rostro se hundieron rápidamente en el suelo.

Harry respiraba con dificultad, y su corazón parecía querer salirse de su pecho. Frías gotas de sudor rodaron por su cuerpo.

Volvió su mirada tras de si.

Draco Malfoy tenia una actitud fría y la varita mágica levantada que aun apuntaba hacia Voldemort.

-Ya todo termino Potter... dijo Draco con voz queda.

-Pero... pero... titubeó Harry sin poder creer lo que veía... ¿qué... qué hiciste?...¿por... por qué lo hiciste?

-No lo hice para ayudarte... replicó Draco indiferente y con actitud hostil... lo hice por mi dignidad... puedes llevarte los honores.

Harry volvió sus ojos hacia Ron, y una sensación de vergüenza se adueño de él, al darse cuenta de que su amigo había presenciado todo lo ocurrido.

Ron se puso en pie con algo de dificultad, y mirando extrañado a Draco le dijo con reserva:

-¡Si piensas que te lo vamos a agradecer estas muy equivocado!...

-¡Guárdate tus agradecimientos Weasley!... no me interesa nada de ustedes... ¡y menos de ti!... dijo Draco con asco... ¡mago de tercera categoría!... ¡sin dinero!... ¡sin linaje!... ¡sin nada!

El rostro de Ron se coloreo de escarlata y se acercó con violencia hacia Draco.

Lo golpeo con violencia en su cara.

Draco intentó defenderse, pero Harry lo detuvo.

-¡Por favor!... dijo Harry molesto... ¡no es momento para esto!.

Le parecía increíble que se iniciara una pelea, justo al lado del cuerpo inerte de Lord Voldemort.

-Weasley algún día vas a tener que pagar por todo... y devolverme lo que me has quitado... dijo Draco en un susurro.

El Harry del pasado lo miro extrañado, no entendía la palabras de Malfoy, ¿qué era eso que Ron le había quitado?.

Pero el Harry del presente entendió perfectamente la actitud y las palabras que Draco había asumido y dicho aquella noche.

Ron pretendió volver a golpear a Draco, pero en ese instante, varios mortifagos hicieron su aparición y al ver a Voldemort muerto, una furia se apoderó de ellos y sin misericordia comenzaron un ataque contra los tres jóvenes, que valientemente lograron defenderse, teniendo incluso que terminar con la vida de algunos de ellos.

Harry se sentía aturdido, al tener que presenciar nuevamente todo aquello. Verse a si mismo como un asesino era algo que pensó no tendría que volver a vivirlo, porque aunque él no había acabado contra la vida de Voldemort si tuvo luego que hacerlo contra algunos mortifagos.

En un momento el furor de la batalla llego al máximo cuando Lucius Malfoy, Bellatrix y un tercer mortifago se unieron a los suyos. Draco miro a su padre. No pudo continuar, por lo que se replegó detrás de un árbol.

Harry lo entendió y no lo culpo por querer esconderse. Decidió continuar la lucha. Pero fue atacado por la retaguardia por cuatro mortifagos que aparecieron de improviso, haciendo que el joven mago perdiera el conocimiento, mientras Ron trataba inútilmente de defenderse.

Ante aquella actitud cobarde, en donde la lucha se había hecho desigual, Draco comprendió que debía actuar, por lo que salió de su escondite y tomando fuerzas decidió que su odio por Ron podía esperar.

Sin embargo la ayuda no se hizo esperar. Los miembros de la Orden del Fénix hicieron su aparición.

Aquella escena el Harry del presente la contempló por primera vez.

Vio con asombro como Lucius Malfoy sucumbía bajo la varita de Remus Lupin; y como otros mortifagos tenían el mismo final.

Poco tiempo después la situación fue controlada, con la ayuda de los aurores que reforzaron los esfuerzos de los miembros de la orden.

Draco se acercó lentamente al cuerpo de su padre. Una solitaria lagrima rodó por su pálida mejilla, mientras tragaba fuerte.

Harry no pudo evitar sentir pena por él. Era un momento muy difícil. Y se sorprendió ver a Ron darle un apretón en el hombro en señal de apoyo.

Draco lo miro con frialdad, pero no lo atacó, ni lo ofendió, tampoco lo rechazo, simplemente se secó el rostro húmedo, con el dorso de su mano izquierda.

Remus se acerco a él y no pudo mirarlo a los ojos.

-Lo siento Draco... dijo Lupin con un dejo de vergüenza en su voz

-No se preocupe... dijo Draco entendiendo la situación... él se lo busco... Cada quien tiene el final que se merece

El joven Malfoy intento alejarse, pero Amos Diggory lo tomo del brazo y le dijo

-Toda esta situación debe ser muy difícil para ti... eres un gran mago... has demostrado la verdadera esencia de tu sangre.

Draco no supo que decir. Se mantuvieron en silencio durante varios minutos. Mientras los aurores destinaban a Azkaban a los mortifagos fallecidos y vivos.

Varios magos se acercaron hasta Lord Voldemort y con un movimiento de varita lo hicieron desaparecer.

Luego Alastor Moody se acercó y dijo con voz gruesa.

-Bueno... creo que ya todo esta en orden... ya el chico Potter ha sido enviado a San Mugo... ahora me gustaría que nos explicaran lo que paso.

Ron tenia una herida en la cabeza que sangraba moderadamente, Draco un labio roto y un ojo morado. Ambos se miraron por un instante

-La profecía ha sido cumplida... dijo Ron sin apartar su mirada hostil de Draco, como advirtiéndole que no hablara.

-Potter ha hecho lo que se esperaba de él... dijo Draco altanero sin apartar sus ojos grises del joven pelirrojo.

-Así que eso fue lo que realmente paso...

Ginny Weasley se ubico al lado de Harry Potter.

Él la miro por un instante.

-Si... eso fue lo que realmente paso... yo no fui quien invocó la maldición mortal para matar a Voldemort... reconoció Harry con tristeza... por mi cobardía... es que Voldemort aun sigue vivo.