Boulevard of Broken Dreams
V.
Después de aquello, Rukawa confesó a un psicólogo que su tío empezó a someterle a diferentes abusos pocos meses después de que se instalara con él y su familia. El día que le violó fue el último que pasó con ellos antes de marcharse al extranjero; según palabras de Heiji fue su 'regalo de despedida'. Gracias a los informes del psicólogo y de los médicos que habían atendido a Rukawa y a Sakuragi, unos días después la juez que se encargó del caso consideró que Rukawa no estaba en sus plenas facultades psíquicas cuando atacó a Heiji en defensa de Sakuragi y le condenó a dos años de libertad vigilada y a someterse a terapia psicológica durante ese tiempo.
En Shohoku sólo el director, algunos profesores y el entrenador Anzai se enteraron de lo sucedido. En cuanto a los miembros del equipo el entrenador les dijo que Rukawa se había lesionado el hombro en una caída y que para evitar males mayores el médico le había recomendado reposo absoluto, pero pocos se lo creyeron, el que menos Ryota.
Dos días después de la vista judicial Sakuragi decidió ir a casa de Rukawa. No había vuelto a verle desde la 'charla' en la comisaría, ni siquiera durante la vista.
Espero que no me odie por ello…, pensó preocupado mientras caminaba.
Cuando llegó observó sorprendido un gran camión de mudanzas aparcado frente a la casa. De la puerta principal salió el padre de Rukawa cargado con dos enormes cajas.
- Se mudan? – preguntó Sakuragi en cuanto el señor Rukawa llegó hasta él y dejó las cajas en el suelo.
- Sí. Pero no te preocupes, no nos vamos muy lejos, apenas nos movemos unas cuantas manzanas.
- Uff... menos mal – suspiró el pelirrojo – Y eso?
El señor Rukawa bajó un momento la mirada apenado y luego la dirigió hacia una ventana que Sakuragi supuso sería la de la habitación del kitsune.
- Lo hacemos por Kaede… el psicólogo nos dijo que no debería pasar en esta casa ni una noche más.
- Entiendo… Cómo está?
- No sé que decirte… apenas ha hablado con nosotros en estos días. Sólo espero que algún día nos perdone por haber estado tan ciegos…
En ese momento salió Rukawa sujetando unas cuantas bolsas con la mano izquierda. Aunque ya no llevaba el cabestrillo, tenía el brazo derecho encogido. Miró un momento a Sakuragi con aire ausente y luego dejó las bolsas junto a las cajas.
Se hizo un silencio incómodo.
- Bueno, ya quedan pocas cajas que sacar – dijo el señor Rukawa - Kaede, por qué no aprovechas para descansar un rato y te vas con Sakuragi a tomar algo?
Rukawa sólo se encogió de hombros, lo que su padre tomó como un 'Sí' y se metió de nuevo en la casa después de despedirse de Sakuragi.
Ambos chicos se quedaron de pie uno frente al otro, mirando al suelo sin saber qué decir, hasta que Sakuragi reunió valor para hablar.
- Nos vamos? – preguntó tímidamente.
Como respuesta Rukawa empezó a caminar y el pelirrojo le siguió situándose a su lado.
- Qué tal el hombro? – preguntó Sakuragi después de muchos minutos de silencio.
- Bien.
- Ya no te duele?
- No.
- Así que os mudáis…
- Sí.
- …
El pobre pelirrojo se devanaba los sesos intentando encontrar algún tema de conversación que acabara con esa tensión entre ellos. Tardó unos segundos en darse cuenta de que Rukawa se había detenido, volvió unos pasos atrás y se colocó de nuevo junto a él. Habían caminado tanto que se encontraban frente a la misma playa donde habían estado en su primera y única cita. No hacía ni tres semanas de ella, pero parecía que hubieran pasado tres años.
- Nos sentamos en la arena un rato? – preguntó de pronto Rukawa.
- Claro...
Se sentaron cerca del agua, algo movida a causa del viento que azotaba la solitaria playa.
- Rukawa, yo… - empezó el pelirrojo.
- Gracias – le interrumpió Rukawa sin mirarle.
- Uh?
- Gracias por volver al gimnasio ese día.
- Ah… pues…
- Cómo sabías que él estaba allí?
- Cuando regresaba a casa junto con Yohei vimos pasar a Heiji en el coche en dirección a Shohoku.
- Pero porqué avisaste a la policía?
- Yo sabía que algo malo pasaba…, pero no que fuera tan grave…
- …
- Porqué no me lo contaste? Peor aún, porqué te alejaste de mí nada más llegar él?
Rukawa no contestó. Siguió contemplando el mar y se pasó una mano por los despeinados cabellos en un vano intento por devolverlos a su sitio.
- Deberías haber confiado en mí…
- Porqué? – preguntó el kitsune en voz muy baja – Porque tendría que confiar en ti?
- Porque te amo, Kaede Rukawa.
Rukawa se giró sorprendido hacia el pelirrojo, mirándolo por primera vez a los ojos desde que lo vio en la puerta de su casa. Como si pensara que eso estuviera mal, desvió de nuevo la vista enseguida.
- No digas tonterías – murmuró.
- Por qué es una tontería?
- Como puedes decir eso… después de lo que ha pasado, lo que he hecho… como te traté…
- Eso ya no importa.
- Sí que importa…
- Mírame.
- No…
- Porqué no? Tan feo soy?
Rukawa no lo pudo evitar y soltó una risita, aún sin mirarle. Sakuragi se quedó completamente maravillado al escucharle, y sin darse cuenta alargó su mano para tocar la mejilla de su adorado kitsune. Rukawa cerró los ojos y se tensó un poco al notar el contacto pero no se apartó.
- Mírame – repitió, pero Rukawa no le hizo caso.
Con la mano que le acariciaba la mejilla le cogió de la barbilla y le obligó a que girara la cara hacia él, pero los ojos azules seguían ocultos. Suspiró y apoyó su frente en la suya, ahora acariciándole los cabellos.
- Por qué no quieres mirarme a los ojos?
- Porque no quiero que leas en ellos mi vergüenza… - confesó por fin Rukawa.
- Baka kitsune… - Sakuragi suspiró de nuevo – No tienes porqué sentir vergüenza de nada. Tú no tienes la culpa de lo que te hizo ese cerdo…
- Hablas como mi psicólogo…
Ahora fue Sakuragi el que soltó la risa. Luego se puso serio y se separó un poco de Rukawa.
- Mírame… por favor.
Rukawa abrió los ojos y le miró. Le miró con tal intensidad que el corazón de Sakuragi dio un vuelco: sintió como si se enamorara otra vez de la misma persona.
- Dame otra oportunidad – dijo resuelto.
- Qué? – exclamó Rukawa.
- Dame otra oportunidad para estar a tu lado.
El chico moreno le miró confundido. Era él quien lo había arruinado todo, quien se había alejado del pelirrojo, quién le había mentido, ignorado e insultado. Y Sakuragi era el que le pedía otra oportunidad?
- No.
Sakuragi sintió un doloroso pinchazo en el pecho al escuchar la respuesta, pero afortunadamente el dolor duró poco.
- Dámela tú a mí – continuó Rukawa.
El pelirrojo sonrió y le acarició de nuevo los cabellos.
Segundos después ambos empezaron a acercar lentamente sus labios a los del otro. Rukawa cerró de nuevo los ojos, pero esta vez Sakuragi hizo lo mismo.
Cuando por fin los labios se unieron en un suave pero firme beso Sakuragi abrazó a su zorro por la espalda y lo atrajo más hacia él. Se besaron hasta que les faltó el aire.
- Dime una cosa, Sakuragi – dijo Rukawa cuando se separaron.
- Hanamichi.
- Hanamichi… - repitió con una leve sonrisa.
- Qué ibas a preguntarme?
- Porqué te pusiste tan furioso con de la prisión juvenil?
Sakuragi desvió la vista algo incómodo, no le gustaba hablar de ese tema pero no quería mentir a su koi ahora que lo había recuperado.
- Verás, cuando iba a la escuela Wakou solía meterme en muchos líos acompañado de Yohei, Ookusu, Noma, Takamiya y otro amigo que se llamaba Satoshi Nawamura.
Se llamaba, pensó preocupado Rukawa.
- Un día, a principios del tercer curso, Satoshi se encontró a unos chicos de otra escuela con los que peleábamos a menudo y se enfrentó solo a ellos. Uno de esos tipos rompió una botella y le amenazó con ella… no sé que pasó exactamente pero al final fue Satoshi quien se la clavó en el cuello al otro tipo…
Sakuragi respiró hondo y continuó.
- Le condenaron a tres años de estancia en un reformatorio cerca de Kawasaki. Fuimos a verle después de dos semanas… tenía la cara destrozada por los golpes, pero lo peor no era eso, ya que como nosotros estaba acostumbrado a las peleas, lo peor era que no parecía él mismo, estaba tan… no sé como decirte… ausente. Nos pidió que no volviéramos así que no nos quedó más remedio que aceptarlo. Tres meses después su madre nos contó que se había suicidado…
Rukawa abrió grandes los ojos al escuchar aquello.
- Satoshi era un chico que cuando quería tenía mucha facilidad para hacer amigos, que es lo que se necesita para sobrevivir en esos sitios, y aún así mira cómo terminó. Y tú, Kaede Rukawa, tan antisocial como eres, tiemblo sólo de pensar en lo que te habría pasado ahí dentro.
Rukawa no sabía que decir, pero en el fondo sabía que el pelirrojo tenía razón. Apoyó la cabeza en el hombro de Sakuragi y dejó que éste lo abrazara.
- Prométeme que no volverás a alejarte de mí – pidió Sakuragi.
- Te lo prometo.
Sakuragi buscó de nuevo los labios de Rukawa y los besó con ansias, mientras con las manos empezó a recorrer su espalda. Lentamente lo tumbó sobre la arena situándose encima, dejó los delgados labios para dedicarse a besar su cuello, mientras metía una mano bajo la camiseta del pálido chico.
- - - Flashback - - -
- He dicho que no, déjame… por favor…
- Estate quieto de una puta vez!
- - - Fin del flashback - - -
- Ba-basta – murmuró Rukawa colocando sus manos en el pecho de Sakuragi, quien se apartó de inmediato y lo ayudó a incorporarse.
- Lo siento, a partir de hoy me controlaré – dijo el pelirrojo.
- Yo… necesito tiempo.
- Lo sé. No te preocupes por mí, soy muy paciente.
Rukawa observó la sonrisa sincera del pelirrojo y sin poder contenerse le abrazó.
- Gracias – murmuró.
- No tienes porqué dármelas, zorro – dijo Sakuragi estrechando fuertemente a su novio.
oooooooo
N/A: ola a todas! Tengo que decir que no tengo ni zorra del sistema judicial japonés, así que me he basado en los 'juicios rápidos' españoles. Tampoco tengo ni idea de que tipo de condena le habría impuesto un juez (o un jurado, a saber) así que, como se dice en mi isla, 'no mirin molt prim', osea, que no sean muy exigentes con el tema.
Como veis esto ya termina, ya avise que sería un fic cortito. Ya sólo queda… supongo que se lo imaginan, no?
Balucita: la verdad es que lo de que Rukawa se cargara a su tío lo pensé desde el principio, por eso me hacía mucha gracia cada review donde me pedíais que Heiji la palmara jeje a que no esperabais que el encargado de cumplir vuestro deseo seria el kitsune?
Lensaiak: es curioso, en un review en otra web me han dicho lo mismo: que estaba bien redactado. La verdad a mí todos me parecen regulares, aún no he encontrado mi propio estilo y tengo la mala sensación de que no mejoro en absoluto con cada fic (snif), así que habrá que seguir practicando!
Bubley: muchos traumas, sí… pero sólo uno por fic, que conste! Sino resultaría demasiado cargante… aunque uno de mis fics favoritos es uno donde a Rukawa le pasa de todo… pero claro, es que mi eso me encanta XDDD
Abuelitnt: que te ha parecido? A mi un poco cursi, la verdad jeje pero ya no quería que Kae sufriera más (en este fic XD). Muchos besos y gracias por el review.
Sakare: weno ya me avisaras cuando este lista, eh? Y ya sabes que puedes colgar todos los fics míos que quieras XD
Elena: mmm me encantaría ser la psicóloga de Rukawa… uy que ya me estoy imaginando cosas perversas! Esta cabecita mía…
Haruko Sakuragi: ooh se me ha inflado el ego con lo Khira-sama jeje me ha gustado XD. Ya he empezado el nuevo fic: 'Un tesoro enterrado', espero que te guste tanto o más que este.
Oruha Shikijou: a mí también me dolió y eso que lo escribía yo… por eso me gustan más los finales felices, es que sino sufro mucho con mi propia historia! Ya tienes aquí el siguiente cap… que lo disfrutes!
Besos
Khira-sama (XDD)
