Aquí tenéis el otro capítulo! Espero que esta vez esto me conserve los acentos y los guiones en su sitio, porque los he corregido ya ochocientas veces! Por cierto, os dije que os iría poniendo links para que viérais los dibujos que he hecho para ilustrar la historia, y aquí tenéis:
http: a todos por dejarme reviews. Nos os preocupéis XD, que tengo escritos 11 capítulos, así que cada día iré subiendo uno, hasta que llegue al 12, que es el que estoy acabando esta semana. Atentos, que a partir del capítulo que viene Sakura ya entra en la casa Hyuga y la historia arranca! Espero que os guste.
Kakashi meneó la cabeza. Había visto todo lo ocurrido desde el árbol, y no sabía si bajar a consolar a Sakura o no. Sabía que era una persona emotiva, pero no quería ofender su orgullo bajando a por ella como si tuviera doce años. No. Mejor esperaría a que se serenara. Luego hablaría con ella. Ahora le duele, pero con un poco de suerte, se dará cuenta de que es lo mejor que podría haberle pasado, pensó para sus adentros.
Echó una ojeada hacia atrás para controlar que Naruto estuviera haciendo los ejercicios de chakra que le había mandado. El ninja estaba concentrando el chakra en una pequeña bola luminosa en el hueco de la mano. Kakashi sonrió. Rasengan. Naruto se acercó de puntillas para coger un saltamontes y meterlo dentro de la bola de chakra. Con un suspiro, Kakashi dejó de mirar. Menos mal que no le enseñé el chidori- se felicitó-lo habría usado para calentar el ramen instantáneo…
Mientras tanto, Sakura trataba de ponerse en pie. Ya no lloraba, pero las piernas le temblaban ligeramente por la tensión acumulada. Su único deseo era marcharse de allí sin tener que cruzarse con ellos. No podría soportar las preguntas de Naruto, ni la enigmática expresión de Kakashi, ni la mirada de desprecio de Sasuke. Se sentía desorientada y estúpida, como cuando tenía doce años y se dedicaba a perseguir a Sasuke por Konoha. Quería gritarle, odiarle por la manera en la que la había herido. Pero en lo más profundo de su ser, una parte reconocía como cierto todo cuanto le había escupido el Uchiha. Esa dolorosa certeza no la dejaba respirar. Tenía razón. Su falta de habilidad en todas las técnicas la convertían en un lastre.
Fue una carga en el País de la Ola, cuando protegían a Tazuna-san. Fue una carga cuando se enfrentaron a Gaara en la invasión de Konoha. Fue una carga cuando delató su posición en la misión en el país de la Roca. Sakura enumeró en silencio todas las ocasiones en las que había tenido que ser rescatada o salvada. 25. Y las que había ayudado…si el cumpleaños de Ino contara como misión…Sintió como las lágrimas volvían a escocerle. No, por favor. Contrólate, al menos hasta que llegues a casa, se ordenó mientras elevaba la vista al cielo para detener el flujo.
-Oi, Sakura- la sobresaltó la voz de Kakashi.
Se dio la vuelta rápidamente, pestañeando para eliminar el efecto vidrioso de las lágrimas.
-Si- dijo con un hilo de voz.
Kakashi hundió las manos en los bolsillos y se acercó a ella lentamente. Sakura bajó la vista.
-No tienes que decirme nada, sensei- dijo lo más serenamente posible.
-Cuando he dicho antes que Sasuke ya no era el mismo me refería a esto, Sakura. He estado con él durante todos estos meses y he visto cómo se iba consumiendo por dentro, lentamente. Cada día más agresivo, más ferozmente obsesionado con incrementar su poder fuera como fuera.
Sakura le miró, sonriendo con amargura.
-Siempre ha sido así.
-No, Sakura. Pero ya hace tiempo supe que se nos iría de las manos algún día.
Sakura también lo sabía. Rememoró aquella tarde, en la que había contemplado horrorizada cómo Sasuke, ciego de rabia, se dirigía hacia Naruto con el chidori electrificando su mano.
-Ha vuelto a ver a Itachi¿verdad? Mientras entrenábais…
Kakashi asintió.
-Fue pura casualidad. Pensé que entrenarle cerca del mar sería bueno para que practicara las técnicas de agua, que son su punto débil. No contaba con que la Akatsuki iba a tener algún interés en el tránsito comercial de la playa. Puedes imaginarte el resto.
-Itachi estaba allí, y Sasuke se volvió loco-adivinó Sakura en voz alta, imaginando la escena.
-Más que eso, Sakura. Intentó usar el poder del sello de Orochimaru.
Sakura se quedó boquiabierta.
¿Qué? Pero…pero el sello tenía un contrasellado-dijo, tratando de comprender- se lo hiciste tú, durante la preselección de chuunin! Además, en otras ocasiones ya había perdido el control del sello y se le había extendido.
-Sí, pero es que esta vez él voluntariamente apeló al sello de Orochimaru, Sakura.
-Voluntariamente…
Un viento helado recorrió su interior, paralizándola. La realidad de sus palabras era monstruosa, terrible. ¿Qué anidaba en su interior¿Tan fuerte era que vendería su propia alma para conseguirlo¿Vendería su propia alma a Orochimaru?. Sakura sintió como el corazón le latía dolorosamente, punzando sus sienes. Que Sasuke hubiera apelado al sello de Orochimaru significaba que ya no le importaba absolutamente nada. Estaba vacío por dentro, como un autómata. Cerró los ojos, sintiéndose impotente.
Kakashi le puso la mano en el hombro.
-Nunca se me han dado bien estos temas, Sakura. Vi lo que pasó antes, pero no le detuve porque pensé que necesitabas darte cuenta. Lo siento mucho- Sakura pudo notar la preocupación en la voz de su maestro.
Los dos guardaron un cómodo silencio durante unos segundos.
- Creo que es la primera vez que hablamos de algo asi, sensei- dijo ella, extrañada por lo comfortable de la situación.
Kakashi le dio una palmadita en el hombro y sonrió suavemente.
-Supongo que siempre he prestado más atención a Naruto y a Sasuke que a ti, porque al ser tan madura siempre he dado por supuesto que podías arreglártelas sola…
Las palabras de Kakashi le recordaron lo que le había dicho Sasuke antes. La mirada de Sakura se ensombreció.
-Puede que fuera más madura….pero siempre he sido una carga para vosotros. No tengo la capacidad de Naruto, ni las cualidades de Sasuke. Soy un cero a la izquierda en cualquier misión...un peligro para mis compañeros-su voz se quebró y dio paso a un llanto silencioso.
-Sakura…. parece que fue ayer que tuve que avisar a Kurenai porque te había venido la regla en mitad del entrenamiento- dijo Kakashi, mirando al cielo.
El estupor cortó las lágrimas. Sakura se volvió sorprendida, sin acabar de creerse lo que había oído.
-Qué?
Kakashi sonrió y la señaló.
-Nada, al menos has dejado de llorar. No se me ocurría otra manera.
-Qué imbécil…-gruñó Sakura, pero no estaba enfadada.
-Siento no haber podido hablar de esta manera contigo antes, Sakura. Lo que intento decirte es que no debes malgastar tu vida corriendo en pos de alguien que ya no es quien tu crees.
-Si yo no fuera un lastre él nunca me habría despreciado-susurró Sakura.
-Sakura…-Kakashi estaba frente a ella. Le levantó con el pulgar el rostro para que le mirara- Hace muchos años que nos conocemos. Que no tengas la habilidad de ellos dos no quiere decir que no hayas mejorado en lo tuyo. Quizá no seas buena en taijutsu, ni en ninjutsu, pero eres realmente buena detectando genjutsu. ¿O debo recordarte que fuiste la única que no cayó dormida cuando Orochimaru durmió al estadio entero en el examen de chuunin¿Dónde estaba Naruto? Dormido como un tronco.- Kakashi hizo un significativo gesto con las manos- Busca aquello en lo que destacas y trabaja duro para pulirlo. Perfecciona tu control del chakra. Pero hazlo por ti y sólo por ti. Al final del día, la única a la que debes rendir cuentas es a ti misma, Sakura. No a Sasuke.
Sakura se limpió las lágrimas con el dorso de la mano, asintiendo en silencio.
Miró a Kakashi con los ojos verdes aún rutilantes por las lágrimas. Éste mantuvo con amabilidad la mirada, para infundirle valor, sorprendiéndose secretamente de la tonalidad que habían adquirido sus ojos por el llanto.
-Tienes razón. Me entrenaré -dijo Sakura, mirándole con decisión- Voy a hacer todo lo que esté en mi mano para incrementar mi destreza.-cerró el puño-Voy a lograr que me respete, para que nunca pueda volver a hablarme como me ha hablado hoy. Sobre todo, es por mí -añadió rápidamente, viendo la cara de Kakashi.
Éste asintió, satisfecho.
- Yo tengo que ocuparme de Sasuke. Ya sabes que se presenta a las pruebas de ANBU. Sólo otro ANBU puede prepararle, aunque en este caso sea un ANBU inactivo. Pero puedo pedirle a Anko, o a Genma, que te entrenen. Ahora todo está tan tranquilo que no hay jounins fuera de la villa en misiones especiales.
-No hace falta. Ya sé quién puede enseñarme el control del chakra mejor que nadie-dijo Sakura, sonriendo levemente- Sé que ella puede enseñarme bien. Cuando quiera mejorar el taijutsu o el ninjutsu, entonces esperaré a que acabes con Sasuke. Si quieres, claro.
-Hecho.- Kakashi sonrió.
Sakura asintió y miró durante unos segundos el cielo nublado, frotándose los brazos.
-Bueno…creo que será mejor que me vaya a casa. Creo que ya he tenido bastantes emociones por hoy. Por favor, no le digas nada a Narutoél…
Kakashi sonrió e hizo un gesto.
-No le diré nada. Se comería vivo a Sasuke. Aunque he de decir que está mucho más calmado desde que sale con Hinata. A veces está casi tranquilo-bromeó.
Sakura sonrió levemente.
-Naruto también ha cambiado bastante, pero no tanto como para que le eche de menos. Me alegro de que sea el mismo para según qué cosas-dijo, recordando que Naruto la había tirado al suelo un rato antes.
-Mala hierba nunca muere-se limitó a decir Kakashi. La miró apreciativamente -Tú has cambiado, Sakura, aunque creas que no. No escuches nada de lo que pueda decirte Sasuke. Ya no eres la niña de doce años que protegía a Tazuna. Está en tus manos ser lo que tú quieras-añadió, presionando cariñosamente el índice contra su mejilla.
Y acto seguido, desapareció con un pequeño puf de humo.
Si las palabras podían reparar el efecto devastador de Sasuke minutos antes, esta era la prueba definitiva. Sakura se sorprendió agradeciéndole de corazón a Kakashi que hubiera presenciado la escena, para poder hablar con ella de esta manera. Es como descubrirle de nuevo. Y pensar que creía que era un simple genio adicto a las historias eróticas. Definitivamente era un hombre de sorpresas. Sakura había perdido la cuenta de las veces que ella y Naruto habían intentado atisbar lo que había bajo la máscara. O el millón de conjeturas acerca de por qué Kakashi ocultaba su cara. Naruto sostenía que Kakashi tenía boca de besugo y por eso prefería taparse. Sasuke, que alguna cicatriz de una batalla lo había desfigurado; y ella pensaba que quizá era para facilitar su posible labor de espía en otros países. Sea como fuese, nunca habían conseguido acercarse a menos de medio metro de su rostro. La sólida mano enguantada del jounin detenía siempre todas sus tentativas. Ha estado con nosotros todos estos años y creemos conocerle bien, pero no sabemos nada de él, se sorprendió Sakura. No sé cómo lo ha hecho, pero a pesar de todo lo que me ha dicho Sasuke, nunca he sentido más ganas de demostrar a todo el mundo que no soy una inútil. No sólo voy a hacerlo por mi, Kakashi. También por ti. Casi debería agradecerte que me hayas abierto los ojos, Sasuke. Puede que de aquí a algún tiempo te lleves una sorpresa.
Sakura sonrió mientras se encaminaba de vuelta a la villa. Una nueva etapa comenzaría al día siguiente. Y una visita a cierta persona sería el primer paso.
