A la mañana siguiente, Sakura aún estaba en brazos de Morfeo cuando Ino llamó ruidosamente a la puerta. La señora Haruno abrió y sonrió al verla tamborileando los dedos nerviosamente contra el dintel.
- Ino! Así que ya habéis vuelto de las vacaciones…pasa, pasa, ahora aviso a Sakura-dijo, haciéndose un lado.
-Vale- sonrió Ino, y pasó al interior.
-Quieres desayunar-ofreció la señora Haruno.
-No, gracias.-se llevó las manos al estómago- Estoy a dieta estricta. Se me está poniendo el culo gordo y Shikamaru no me querrá así.
-Dudo que a Shikamaru le venga de 200s gramos, Ino- resonó desde lo alto de la escalera la voz de una somnolienta Sakura.
Ino soltó una carcajada. Observó a su amiga bajar pesadamente los peldaños, vestida aún con el pijama de hojas rosas que usaba desde que tenía 12 años.
-Pues a tí si que te viene de 200 gramos- señaló su figura¿Desde cúando tienes tetas?
-Desde que tú colgaste el cerebro en el ropero-replicó Sakura, sacándole la lengua.
Una gota de sudor se deslizó por la frente de la señora Haruno.
-Esto…os dejaré solas. Voy a comprar. Sakura, no olvides hacerte la cama y pasar por los cuarteles de chuunin a firmar. Hasta luego!
Sakura bostezó, asintiendo. Levantó la mano en un gesto de despedida.
-Sí. Hasta luego, mamá.
-Adiós, señora Haruno- canturreó Ino con voz aflautada. Esperó a oír el sonido de la puerta cerrándose para arrimar de inmediato una silla y sentarse al lado de Sakura.
-Bueno-se crujió los nudillos y situó su cara a pocos centímetros de la de su amiga- Cuéntame absolutamente todo lo que ha sucedido mientras he estado fuera. ¿Algún progreso con Sasuke? Chouji me dijo que le vio el otro día llevando una katana al afilador…
Sakura, aún en el limbo, no pudo evitar sonreír levemente ante la locuacidad de Ino.
-Sí, porque se presenta a las pruebas para ANBU.
- Las pruebas de ANBU! Tienen el mejor uniforme de la villa. Sasuke vestido de ANBU…¡Kami-sama!…- Ino hizo ademán de golpearse la cabeza contra el respaldo de la silla. Le brillaban los ojos- No me niegues que derretiría el hielo.
Sakura suspiró. Se sirvió el té en la taza y lo removió con la cuchara.
- Te va a costar creerlo, Ino, pero mi actitud hacia él ha cambiado mucho.
Ino frunció los labios, divertida.
-Seguro. Como el año pasado.
-No, esta vez ya no hay vuelta atrás, Ino. Ya no- y le relató todo lo sucedido hacía dos días. Ino escuchaba con atención, reflejando en su expresión lo que Sakura le contaba.
-Qué cabrón más repugnante- escupió Ino en su mejor tono desdeñoso.
-Pero tiene razón, Ino. Y a diferencia de otras veces en las que me he sentido infravalorada, esta vez no me importa aceptar que soy débil, porque ya he empezado a ponerle remedio.
Ino la miró con curiosidad.
- Remedio?
Sakura asintió.
-Hinata va a ayudarme con el control de chakra. Hemos hecho un pacto-explicó, ilusionada- Ya que las dos estamos en la misma tesitura, hemos acordado que entrenaremos duro durante seis meses, y si conseguimos algún resultado, nos presentaremos a las pruebas de jounin.
Ino se echó a reír.
- A las pruebas de jounin? Tú estás mal de la cabeza- se dio una palmada en la rodilla, sin poder dejar de reír.
Sakura frunció el ceño y la pellizcó en el brazo.
-Oye, que no hace gracia. La que fue a hablar, que aún no es ni chuunin- recriminó Sakura, indignada.
Ino se limpió las lágrimas de reírse, divertida.
- Por lo menos yo no pido peras al olmo, lista. El examen de chuunin te costó dos años pasarlo. Sasuke ya era jounin cuando tú conseguías llegar al nivel de Iruka. ¿Realmente crees que tienes una mínima oportunidad de llegar ahí¿Al nivel de Asuma o Kurenai?
- No lo sé, Ino, pero no quiero ser la persona autocomplaciente que Sasuke desprecia. No sé si alguna vez llegaré a tener la fuerza de Asuma, o la técnica de Kurenai, o el talento de Kakashi…pero si no lo intento, estaré claudicando antes de empezar, no crees? Estaré dándole la razón a Sasuke. No soy un fracaso. Puedo suplir mi falta de talento con esfuerzo. Necesito demostrármelo a mi misma, Ino- dijo Sakura, mirando a su amiga con decisión.
Ino arqueó las cejas, sorprendida.
-Joder. Me voy un mes y cuando vuelvo te has convertido en Naruto. Me gustaría poder tomarte a chufla, como siempre, pero esta vez no puedo. ¿Esto va en serio, verdad?
Sakura no respondió, pero la serenidad de su mirada hablaba de una determinación inequívoca. Ino estaba sorprendida, tanto o más que cuando se enfrentaron en la preselección de chuunin. El espíritu que había visto encendido en sus ojos en aquel momento volvía a estar presente ahora. Ya sabía lo que significaba. Meneó la cabeza, sonriendo levemente.
-No, si va a ser verdad que has dado un giro radical…ahora sería gracioso que Sasuke empezara a hacerte caso-concluyó Ino con una risita.
Sakura tragó saliva ante semejante perspectiva, pero se recordó a si misma cúal era el propósito principal de su esfuerzo.
-Aunque así fuera, Ino, hay cosas que se dicen y no pueden borrarse. Ya te lo he dicho: esto no es por él, aunque él lo motivara. Es por mi. Y ahora cambiemos de tema. ¿Qué hay de Shikamaru?
-Oh…no se decide- Ino cerró el puño- A veces le daría un puñetazo. Chouji me ha dicho que sabe que Shikamaru me quiere, porque él se lo contó, pero que no me decía nada porque sería complicado y le daba pereza- el tono de Ino crecía, indignado¿Tú crees que eso es un argumento?
Sakura no pudo evitar reírse.
-Muy propio de Shikamaru. Pues si él no se decide ¿por qué no se lo dices tú?
Ino puso cara de no entender ni el idioma de la pregunta.
- Cómo voy a preguntárselo yo? Eso tiene que hacerlo él…
-Creí que eras más aguerrida, Ino. ¿O será que tienes vergüenza?….
Ino se sonrojó, para sorpresa de Sakura.
-No.- recostó la barbilla en el respaldo de la silla. Permaneció en silencio durante unos segundos y soltó un bufido.- Bueno, de acuerdo, sí. Mucha.-Miró a su amiga, muy seria- Me gusta mucho, Sakura…la verdad es que no sé qué he hecho todos estos años detrás de Sasuke, cuando aquello que siempre he querido ha estado frente a mis narices desde el principio.
Sakura sonrió con malicia.
-Ahora podría echarte en cara el "Yo siempre le querré, porque no hay otro hombre que merezca estar a mi lado tanto como Sasuke Uchiha", o el "Nadie que no sea Sasuke me pondrá un dedo encima", o "Hay cosas eternas, como mi amor por..
-Vale ya - atajó Ino, de mal humor- Una puede cambiar de opinión. De hecho, rectificar es de sabios. Me cansé de perseguir quimeras, de correr detrás de alguien que jamás tuvo un mínimo gesto de reconocimiento. Me echas en cara que me rindiera, pero es que no me rendí, Sakura. Simplemente me quité la venda de los ojos y aprendí a discernir entre amor y obsesión.
- Me estás llamando obsesa- gruñó Sakura entre dientes.
Ino se encogió de hombros.
-Hombre, con esa frente…
Sakura soltó una carcajada.
-Serás imbécil…
Y empezaron a pegarse en broma, armando un divertido jaleo, idéntico al que organizaban cuando eran pequeñas. Al minuto estaban aún riéndose, cada una en una punta de la habitación.
-Basta - jadeó sonriente Sakura. Alzó una mano, claudicante- Vamos a dejarlo aquí, que tengo que ir al cuartel de chuunin. Ya has oído a mi madre.
-Vale, te acompaño. A lo mejor Shikamaru está allí…
- Para qué, si no le vas a decir nada.
Ino hizo una mueca.
-Claro que sí. Sólo espera a que le tenga delante…
Sakura arqueó una ceja.
-Sólo necesitas eso? Haberlo dicho antes…
Henge!
El humo se disipó y reveló la transformación de Sakura en una copia perfecta de Shikamaru. Aún sabiendo que no era más que una técnica de imitación, Ino pegó un respingo.
-Có…cómo lo has hecho-dijo, atónita- En teoría sólo puedes imitar algo que estés viendo en ese preciso momento…
Sakura soltó una risita. Se rascó la cabeza, imitando a Shikamaru.
-Es demasiado problemático explicárselo a una lerda como tú, Ino. Es broma. No sé, siempre he podido hacerlo, supongo que porque tengo buena memoria y puedo recordar con detalle cualquier cosa. Eso ayuda a la hora de crear una réplica fidedigna .
Ino boqueó. Observó la ropa de Shikamaru, perfectamente imitada, sus rasgos, los mechones de la coleta. Sacudió la cabeza, incrédula.
-Sí, pero, TAN perfecta…¿me estás diciendo que podrías convertirte en cualquier persona que hubieras visto alguna vez?
-Supongo que sí, no lo he probado. Pero bueno, ahora soy Shikamaru. ¿No tienes nada que decirme, valiente?
Ino se rió, divertida. Se aclaró la garganta y dio un paso hacia él.
-Bueno, Shikamaru…-carraspeó de nuevo- Había pensado que a lo mejor te apetecería…-se detuvo, incómoda. Chasqueó la lengua con fastidio.- Uf…aunque sepa que eres tú, pareces él. No puedo decírselo.
-Vamos, haz un esfuerzo- la urgió Sakura, metiéndose las manos en los bolsillos. Me estoy metiendo demasiado en el papel, pensó al darse cuenta de lo despreocupado de su pose.
Ino adoptó una expresión seria y dio otro paso hacia delante.
-Hace mucho que nos conocemos, Shikamaru. Y bueno, somos amigos desde que éramos pequeños. Yo estaba obsesionada con Sasuke y no era sensible a lo que me rodeaba. Lo…lo que quiero decir es que me he dado cuenta de que siento algo por ti, algo muy fuerte, y estaba tan ciega que no me había percatado de ello. Si..si tú quisieras salir conmigo..alguna vez…
Sakura-Shikamaru se aclaró la garganta. Se rascó el hombro y dijo:
-Bueno, es que a mí no me gustan con el culo gordo, pero si te pones a dieta a lo mejor me lo pienso…
Ino cerró el puño y lo balanceó, furiosa, ante la cara de Sakura-Shikamaru.
- Idiota! Tómatelo en serio!
Con una pequeña explosión de humo, Sakura recuperó su forma original. Seguía riéndose con ganas, y más todavía al ver la cara de perros de Ino.
-Has estado muy bien- dijo, con la voz entrecortada por la risa- Casi me convences, Ino…
Ino frunció el ceño pero no pudo evitar sonreír levemente.
- Ahora si, pero ya veremos luego. Con el Shikamaru real delante, será otro cantar-suspiró.
- No te preocupes. Él tiene tantas ganas o más que tú de que te atrevas, así que te lo pondrá fácil. Voy a vestirme, ahora bajo.-dijo Sakura, subiendo las escaleras.
Un cuarto de hora más tarde, las dos muchachas cruzaban el umbral del cuartel de los Chuunin de Konoha. Saludaron a Iruka, que estaba revisando unos documentos. Éste alzó la vista, y miró a Sakura, sorprendido.
-Sakura -sonrió- Eres tú?
Ella se echó a reír.
-Claro que soy yo! Pero como hace tanto tiempo que no nos vemos…
-A decir verdad, te he reconocido por el pelo- Iruka se dio una palmada en la rodilla y señaló la figura de la chuunin¡Estás muy cambiada¡Mírate, en un año has crecido lo que no has crecido en tres¿Te ha visto ya Kakashi?
Sakura asintió.
-Sí. Él también se sorprendió.
Iruka sonrió con malicia.
-Ya me imagino. Ese bastardo pervertido…
Sakura se sonrojó. Ino soltó una risita, divertida por la situación.
-Esto…venía para firmar mi alta para este año. ¿Hay alguna misión a la vista?
-Casi nada, y me extraña porque sabemos que en los demás países hay mucho movimiento en estos momentos. Parece que aquí nos toca estar tranquilos durante al menos un par de meses…
Sakura buscó con el índice su nombre en la lista y firmó al lado.
-Bueno, si surge algo, avisadme. Hasta luego- Sakura le devolvió el boli a Iruka y se despidieron con una sonrisa.
Nada más salir a la calle, se toparon con Shikamaru, que caminaba hacia el cuartel con su habitual paso desganado. Ino se quedó helada y se forzó a sonreír. Shikamaru se detuvo frente a ellas y les sonrió.
-Hola, Sakura. Ino, no me dijiste que volverías antes de octubre- añadió en tono casual.
Ino se cruzó de brazos y adoptó una pose de indiferencia.
-Cambio de planes. De todas maneras, tenía pensado ir a verte esta semana…
-Muy cierto, porque tiene algo muy importante que decirte, verdad Ino- la interrumpió Sakura, sonriendo con malicia.
Ino se quedó lívida. Shikamaru la miró.
- Algo muy importante? El qué-inquirió con curiosidad.
-Te mataré -le susurró furiosa Ino a Sakura. Ésta se echó a reír y le dio una palmadita en la espalda antes de alejarse.
Shikamaru miró a Sakura marcharse, sin entender nada. Se volvió hacia Ino, que esta ruborizada hasta las orejas.
- De qué va todo esto?
Ino resopló con fastidio.
-De nada.- respondió secamente- Ven conmigo, vamos a ver a Chouji.
Shikamaru seguía sin entender la extraña actitud de Ino, pero se limitó a encogerse de hombros y a seguirla, sintiéndose más contento por su vuelta de lo que estaba dispuesto a admitir.
- Se quedó petrificada, con cara de querer estrangularme allí mismo delante de Shikamaru. Así, con esta cara- Sakura imitó la expresión de Ino horas antes.
Hinata y Hanabi se reían a más no poder.
-Pobre Ino, yo me hubiera muerto de vergüenza-dijo dulcemente Hinata.
-Y ella también. Espero que haya servido de algo y esta noche Konoha pueda celebrar una nueva unión.
-Ojalá sea así- deseó Hinata.
-Mi madre dice que el amor es como el agua: no sólo se adapta al recipiente y a las circunstancias, sino que siempre fluye en busca de una salida- recordó Sakura, ensimismada. Arrancó una brizna de hierba y suspiró.
-Bueno…Sakura-chan, deberíamos entrenar¿ no- la voz de Hinata sonó, perezosa, desde el parterre de margaritas en el que estaba tumbada.
-Hmm…
Hanabi, viendo que ninguna de las dos tenía intenciones de ponerse manos a la obra, se incorporó de un ágil salto y comenzó a tirar decididamente del brazo de Sakura. Ésta remoloneó pero finalmente se puso en pie pesadamente, imitada por Hinata.
-Oh no, ahí viene Neji- informó Hanabi, que espiaba de puntillas tras la rama de un árbol.
Sakura se volvió y vio a Neji bajar al jardín, vestido con la camiseta de rejilla del uniforme de jounin y el kimono blanco arremangado en torno a la cintura, como si le molestara. Tenía la katana en la mano derecha y un kodachi en la otra. Al divisarlas, una expresión de fastidio apareció en su rostro, pero pasó de largo sin decir palabra.
-Mejor que vayamos al bosque entonces- sugirió Sakura. Así no molestaremos a su señoría.
Hinata asintió y las tres dejaron atrás el jardín para internarse en el pequeño bosque propiedad de la familia Hyuga. A pesar de que el día era bastante caluroso, la tupida vegetación ofrecía una fresca penumbra. Caminaron hasta llegar al nacimiento del riachuelo. Allí, Hinata les indicó que se quitaran las sandalias y se metieran en el agua.
-Vamos a practicar el control de chakra empleando el agua - explicó, metiéndose en el riachuelo, cuyo escaso caudal apenas cubría más arriba de la pantorrilla.
Hanabi y Sakura la imitaron. El agua estaba bastante fría, lo cual era un descanso para sus sobrecalentados pies. El viento hacía susurrar las hojas y se oía el trino de algunos pájaros lejanos.
-Bueno, y ahora qué- preguntó Sakura, observando a Hinata.
Ésta miró nerviosamente el agua y tragó saliva.
-Pues…ahora ahuecad la palma de la mano y coged agua.
Y esto qué tiene que ver con el control de chakra? se preguntó Sakura, pero hizo lo que Hinata había dicho.
-Bien. Ahora tratad de concentrar el chakra en la palma, de manera que…
-No se puede- protestó Hanabi, dejando caer el agua- Se me escapa por entre los dedos.
Hinata sonrió.
-Bueno, es que de eso se trata. Tenéis que concentrar el chakra en la masa q tengáis en la mano de manera que podáis controlar todo movimiento, e incluso evitar la fuerza de gravedad. Por decirlo de otra manera: que el agua que cojáis, esté imantada a vuestra mano y no se escape ni una gota.
Sakura observó el goteo que se escurría entre sus dedos y tintineaba en la clara superficie del riachuelo. Esto es imposible. Subir a los árboles sin usar las manos y caminar sobre el agua es mucho más sencillo que esto.
Hinata supervisó los progresos de las dos chicas.
- Conseguís algo?
-A mi se me calienta el agua, pero nada más-se quejó Hanabi, soltándola e inclinándose para recoger agua de nuevo.
A mi ni eso se deprimió Sakura, observando la cada vez más exigua cantidad de agua que le quedaba en la palma de la mano. Cerró los ojos y volvió a concentrarse. Notó el chakra fluyendo cálido a través del entramado de vasos sanguíneos, expandiéndose rápidamente hacia la mano. Apretó la mandíbula. Sus párpados se contrajeron, tensos por el esfuerzo. Vamos. Vamos. Las yemas de los dedos comenzaron a arderle. El fulgor azulado del chakra envolvía su mano; podía sentirlo. Sus dientes presionaron dolorosamente unos contra otros en un último esfuerzo. Un poco más. Ya casi…
Con un grito de dolor, Sakura dejó escapar el agua.
- Quema! Quema- se sopló la palma enrojecida¡ Joder ! Casi iba a lograrlo…
Hinata se acercó y le examinó la mano.
-Lo que estamos haciendo es muy parecido al primer paso del Rasengan no jutsu. Se trata de convertir la fuerza centrífuga del agua en centrípeta. Todo el juego de chakra se basa en este punto.
- Sí, y supongo que el agua sólo sirve para facilitar el ejercicio, pero tú nos has dicho que teníamos que hacer una especie de campo magnético que pegara el agua a nuestra mano. ¿Eso qué utilidad tiene en un enfrentamiento?
-Hmm- Hinata se quedó pensativa, buscando un ejemplo- Ah…sí. ¿Has visto alguna vez a Neji luchar?
-Sí, en el torneo de chuunin, contra Naruto.- recordó Sakura.
-Hum, pero ahí no… ¿No le has visto nunca usar el estilo Juuke?
- El "puño suave"? Sí, hace mucho tiempo, cuando os enfrentasteis en la preselección, pero yo estaba en la balaustrada, y desde ahí no se veía demasiado bien.
Hinata se mordió el labio, pensativa.
-Es que no se me da muy bien explicar en qué consiste…Neji sería perfecto para hacernos una demostración, pero…
-Pero es Neji, ese es el problema- remató Sakura sombríamente.
-Yo podría decírselo, no puede negarse-dijo Hanabi- Papá le dijo el otro día que tenía que ayudarme en mi entrenamiento. Podríais mirar.
Sakura miró con asombro el rostro serio de Hanabi.
-Sabes, Hanabi- dijo lentamente- eres tan lista que das miedo.
- Y qué dijo Neji de que le encomendaran tu entrenamiento-preguntó Hinata, inquieta.
Hanabi soltó una risita.
-Dijo "Por supuesto"y sonrió. Bueno no sonrió, fue como si enseñara los dientes-aclaró.
Entonces estará encantado con la idea de interrumpir su entrenamiento darle clases a una niña de nueve años y a dos palurdas como nosotras. Visto así, es una ventaja. Si nos mata no tendremos que presentarnos al examen de jounin.
-Hinata- dijo Sakura, dubitativa- Pensándolo bien, no creo que sea tan buena idea molestarle después de todo…
Hinata suspiró y señaló a Hanabi, corriendo hacia el jardín.
-Demasiado tarde.
-Entonces no nos queda otra que seguirla-se resignó Sakura, echando a caminar.
Hanabi estaba hablándole a Neji al lado del estanque. Nada más llegar ellas, la mirada irritada del Hyuga confirmó los temores de Sakura.
Vamos a morir.
Hanabi se acercó a ellas sonriendo satisfecha.
-Sí que nos lo va a enseñar- anunció, muy complacida.
Neji resopló. Se sentó en uno de los bancos cercano al estanque y limpió con cuidado la afilada hoja de la katana antes de introducirla en la funda. Al depositarla en la hierba, la manga del kimono se alzó, revelando un antebrazo níveo, sin una sola marca o herida. Cómo puede entrenar tanto y no tener ni un solo rasguño, se preguntó Sakura. Quizá es tan diestro que no da ocasión a otros de herirle o mancharle. Tragó saliva al recordar las escarificaciones que presentaban los brazos de Sasuke. Parecían tomarse el entreno muy en serio, pero al tiempo, de manera muy diferente. Le contempló mientras limpiaba el kodachi. Neji era ligeramente más alto que Sasuke, y tenía un aspecto totalmente adulto; los rasgos rectos, el gesto impasible, como si su rostro fuera una máscara perfecta que no dejara traslucir una sola de sus emociones. Sakura se preguntó si debajo de aquella cara de poker se escondía alguna emoción. Se preguntó también si alguien como Neji se permitía el lujo de tenerlas.
-Qué miras.- no fue una pregunta, sino una agresiva constatación. Neji no había levantado los ojos una sola vez de su tarea, pero había detectado su atención.
Sakura dio un respingo.
-Nada. Te miraba.
Neji arqueó una ceja y la miró, hosco, con su espeluznante mirada pálida. Meneó la cabeza y guardó el kodachi en la funda. Lo dejó en el suelo y se levantó.
-Bueno, Hanabi, si quieren mirar, démosles algo que mirar-dijo, mientras se ajustaba el kimono a la cintura. Adelantó un pie y alzó la palma de la mano izquierda a la altura de la barbilla, en posición de defensa.- Vamos.
Hanabi asumió la misma posición y acto seguido, lanzó la primera ofensiva al corazón de su primo. Neji la esquivó sin mayor problema, y lanzó la suya al costado de Hanabi. Hinata observaba la escena con interés; Sakura estaba fascinada por la gracilidad de los movimientos que realizaban.
-Es increíble- musitó, viendo los destellos de chakra en los golpes. Se volvió hacia Hinata- Y lo de la imantación del chakra? Ellos no tienen nada en las manos, sólo irradian chakra, y eso no tienen que magnetizarlo…
-Sí-concedió Hinata- Es verdad, pero es que cuando tocamos al adversario con esta técnica, no sólo "golpeamos" con nuestro chakra, sino que atraemos, absorbemos parte del suyo y obstruimos sus puntos de chakra con su propia energía.
- Como los polos de un imán- preguntó.
-Más o menos. Por eso era importante que practicarais con el agua, porque sirve de guía para saber si estás realizando la atracción correctamente. Fíjate en la mano de Neji cuando golpea a Hanabi- señaló Hinata- El chakra que destella es de ella, que es atraído por la mano de Neji.
Sakura observó con atención los movimientos de Neji.
-Tienes razón; muchas veces ni llega a completar el golpe…debe ser una sensación extraña perder el chakra así…
De pronto, Hanabi trastabilló al esquivar un golpe dirigido a su brazo y cayó de espaldas con un quejido de dolor. Sakura se acercó a ella de inmediato para ayudarla a levantarse, pero un gesto de Neji la detuvo.
-No.- dijo, sin inmutarse- Si se acostumbra a que alguien la ayude, nunca confiará lo suficiente en sus habilidades.
Sakura le miró, suspicaz.
-Sólo tiene nueve años, Neji -replicó.
-Eso es algo que ningún enemigo tendrá en cuenta - terció él, secamente. Dio un paso hacia Hanabi, cubriéndola con su sombra- Arriba, Hanabi.
La pequeña se llevó una mano a la espalda dolorida y se inclinó hacia delante, en un fútil intento de ponerse en pie. Sakura clavó en Neji una mirada airada y ayudó a la menor de los Hyuga a levantarse. Los labios de Neji se curvaron en una sonrisa despectiva.
-Viendo que Hanabi está tan gravemente herida como para proseguir con la demostración¿quieres ocupar tú su lugar?
Sakura apretó el puño imperceptiblemente. Comenzaba a detestarle. No podía soportar ni su falta de piedad, ni su continua y pomposa condescendencia. Ni su manera de tratar a Hinata y Hanabi. Esbozó su mejor sonrisa.
-Con mucho gusto- respondió, desafiante.
Neji se sorprendió. Sabía que Sakura era estúpida, pero no tanto. La miró irritado.
- No sabes que no tienes la menor posibilidad de tocarme siquiera?
-Sí, pero qué vergüenza supondría para ti si lo lograra, eh -contestó Sakura, temerariamente.
Adelantó el pie, como había visto hacer a Hanabi, y alzó la palma de la mano, imitando la postura de la defensa total. Neji sonrió con suficiencia.
-Tú lo has querido-se limitó a decir.
Hinata gimió angustiada. Había estado observando el curso de la conversación con creciente inquietud, sin saber cómo detenerles. Se interpuso entre los dos.
-Sa…Sakura-chan…por favor…esto es una locura…Neji oniisan- pidió, suplicante.
Sakura miró a Neji y sonrió.
-Soy consciente de que no tengo la menor posibilidad de vencer al que será futuro capitán de los ANBU- dijo serenamente- Y sé también que, con tus capacidades, no necesitas realmente entrenarte todo lo que te entrenas. Ya tienes el nivel de un ANBU, lo superas con creces. Por eso te propongo algo: si logro tocarte una sola vez durante este enfrentamiento, accederás a entrenarme durante estos meses.
Neji la miró, divertido.
-Tú no necesitas entrenamiento, sino un milagro.
Sakura no se dejó amedrentar. Dio un paso al frente.
-No tienes nada que perder.
-Y tampoco nada que ganar, excepto dolor de cabeza- replicó él.
Ella sonrió.
-Si no lo logro, prometo no volver a molestarte en mi vida.
Neji arqueó una ceja. No podía creer que estuviera considerando esa ridícula proposición. El sol debía haberle afectado. Le hizo un gesto con la cabeza a Hinata.
-Apártate, mujer. Tengo un trato que cumplir.
Sakura se paso la lengua por los labios resecos y sintió la grava crujir bajo sus pies al afianzar su postura. Le miró, expectante. Neji, entrecerrando los ojos por el sol, volvió a ajustarse la cintura del kimono y se ató las mangas a la espalda, para poder maniobrar mejor.
-Bien- murmuró, asumiendo su posición frente a ella- Vamos.
Antes de que pudiera levantar la mano siquiera, el puño de Neji en su estómago la envió un metro más allá de donde estaban. Sakura jadeó aturdida y trató de ponerse en pie, pero un kunai clavó su vestido al suelo, impidiéndoselo. Mierda maldijo entre dientes, tratando de ver algo a través de la nube de polvo que había levantado su caída. La patada de Neji silbó en el aire, pasando a milímetros de su rostro. Sakura arrancó de un tirón el kunai y lo esgrimió mientras retrocedía hacia un árbol, intentado estudiar la situación. Es demasiado rápido como para que pueda enfrentarme a él en campo abierto. Esquivó milagrosamente otro kunai. Tengo que conseguir arrastrarle al bosque y pillarle desprevenido. Es mi única posibilidad.
Neji la vio escabullirse hacia el bosque. Muy lista, pensó para sus adentros. Lástima que no te vaya a servir de nada. Alzó dos dedos a la altura de la boca y concentró su chakra.
¡Byakugan!.
Las poderosas venas de sus sienes se hincharon para dejar fluir el chakra hacia las pupilas blancas, aumentando su visión de manera casi ilimitada. Con el intrincado surco de las venas enmarcando su mirada, Neji tenía un aspecto temible. Pero por supuesto, ya lo sabía. Se transportó velozmente hacia el bosque, siguiéndole la pista a la escurridiza chuunin.
