Por fin se desvela el motivo del rechazo de la familia Hyuga al noviazgo entre Naruto y Hinata! Sale el oscuro secreto a la luz!
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"Naruto, ve a buscarme una jarra de sake- exigió Jiraiya, clavando la mirada en su pupilo- Te toca a tí ahora"
"Aaaahh! Quée? Siempre invito yo!- gritó el aludido, crispado-No has pagado un solo desayuno desde que empezaste a entrenarme!"
Jiraiya frunció el ceño y dio una palmada en la mesa.
"Desagradecido!-clamó-Pues bien, ya no te entrenaré más!"
"Siempre dices lo mismo!"
Por toda respuesta, Jiraiya le dio la espalda, convirtiéndose en la indignación personificada. Naruto oyó que murmuraba, como dirigiéndose a la inmensidad de los cielos:
"No querer pagarle una mísera jarrita de sake a tu maestro, que se desvive por ti. Hago de ti un hombre de provecho y así me lo pagas- suspiró, para reforzar el efecto, y añadió, asegurándose de que Naruto le oía- Cúan desagradecida es la gente. Pobre de mí"
Naruto gruñó, exasperado. Siempre era igual.
"Ya voy- rezongó, poniéndose en pie- No sé cómo no te da vergüenza tomar sake tan temprano"
Jiraiya no respondió, pero vio con satisfacción por el rabillo del ojo que Naruto cogía su sapo-monedero de mala gana y se dirigía hacia la barra. El rubio jounin comenzó a contar las monedas sobre su palma.
Cinco...veinte..treinta...treinta y dos...treinta y seis...Maldito viejo...otra vez me quedaré sin poder invitar a Hinata se lamentó Naruto, lanzándole una sombría mirada a Jiraiya.
"Sí?"
Naruto se volvió hacia las mujer de la barra.
"Hola...Eh...un tazón de ramen picante y una jarra de sake, por favor-"pidió, apoyándose con desgana en la barra.
"Enseguida- dijo una de ellas, la más joven. Echó una ojeada a la bandana de Naruto y preguntó, mientras servía el sake en la jarra- Venís de Konoha?"
"Eh?- Naruto levantó la vista, y sonrió satisfecho- Sí! Soy un ninja de Konoha!"
La joven sonrió y se inclinó sobre el mostrador, con aire confidente.
"Ya veo... Entonces...sabéis algo de lo del asalto a la casa Hyuga? Nos llegaron rumores que..."
Naruto se quedó lívido.
"Qué?" preguntó, con los ojos desorbitados.
"No lo sabéis?- las mujeres se miraron y la mayor se volvió hacia Naruto- Hace tres días alguien entró en la casa Hyuga. Se rumorea que querían asesinar a la heredera"
Naruto sintió que se le secaba la boca de repente. Se inclinó sobre la barra, clavando una apremiante mirada en las mujeres.
"Cómo!- gritó, nervioso.- Quién?"
"Entonces no sabéis nada?- preguntó la más vieja, decepcionada- A nosotras nos llegó ayer el rumor. No sabemos si es cierto. A lo mejor sólo es un chisme, la gente dice muchas tonterías..." -añadió, en un intento de calmar la visible zozobra de Naruto.
Pero nada podría haber tranquilizado a Naruto en esos momentos. Corrió como una exhalación hacia Jiraiya y lo agarró de la manga, obligándole a levantarse
"Qué te pasa ahora?- preguntó el ero-sennin, perplejo- Y mi sake?"
"Olvídate del sake!- gritó Naruto, empujándole hacia la puerta- Alguien ha atacado a Hinata!"
"La chica Hyuga?- Jiraiya recordó que Naruto se lo había mencionado alguna vez- Y qué quieres que haga yo! Ni siquiera he desayunado!"
Naruto se detuvo en seco y le miró, entrecerrando los ojos. Jiraiya retrocedió un paso y agitó la mano.
"Está bien, está bien. Invocaremos a GamaBunta. Llegaremos más rápido.Pero las explicaciones se las darás tú! Tiene un humor de perros cuando se le llama a estas horas!"
Naruto ya estaba mordiéndose el pulgar para realizar la invocación.
Hinata...
El estómago se le había cerrado repentinamente. El mero hecho de pensar en que podría estar herida lo volvía loco de aprensión.
Naruto formó el sello rápidamente y completó la invocación con éxito. Con una gran explosión humeante, el gran Rey Sapo Gamabunta se personó ante ellos con un mayestático rugido. Los pájaros chillaron en las ramas ante la súbita aparición de un sapo de treinta metros. No sólo era su Majestad Anfibia, al fin y al cabo. También estaba del peor humor posible.
"QUÉ TRIPA SE OS HA ROTO?-"bramó, escrutando a los dos insignificantes humanos a sus pies.
Jiraiya le dio un codazo a Naruto. Éste miró al sapo y gritó:
"Tienes que llevarnos de vuelta a Konoha todo lo rápido que puedas!"
Gamabunta no podía prestar crédito a lo que oía. Su poderosa lengua se disparó como un látigo en un irritado chasquido.
"QUÉ INSOLENCIA ES ESA! NO SOY EL TRANSPORTE DE NADIE!" vociferó. Los árboles se agitaron ante la potencia de su voz, y en la lejanía, los pájaros huyeron en desbandada, asustados.
Naruto miró al sapo indignado. ¡No había tiempo para discutir!
"Oye tú!- le apuntó con el índice- Han atacado a alguien muy importante para mí y necesita mi ayuda, así que déjate de historias! Tienes que ayudarme a llegar cuanto antes a Konoha!"
"CÓMO OSAS MOLESTARME A ESTAS HORAS CON EXIGENCIAS ESTÚPIDAS !HAS TRAÍDO SAKE, AL MENOS?"
Fue la gota que colmó el vaso. Naruto perdió los estribos.
"PERO QUÉ OS PASA A TODOS CON EL SAKE?- estalló- ESTOY RODEADO DE BORRACHOS!- miró a Jiraiya, y después a Gamabunta, y cerró los puños- MUY BIEN! NO ME AYUDEIS! PUEDO HACERLO YO SOLO!" y echó a caminar, visiblemente ofuscado.
Gamabunta no dijo nada. Dio una larga chupada a la pipa y suspiró. Sus vidriosas pupilas buscaron las de Jiraiya, pidiendo una explicación. El viejo maestro levantó el meñique, indicándole que se trataba de la novia de Naruto, y se encogió de hombros.
"Ese muchacho está loco- murmuró el sapo, cambiándose la pipa de lado- Me debes una, Jiraiya"
"Hecho- sonrió el ero sennin, subiéndose de un salto a la espalda de Gamabunta.-Vamos a por Naruto. El muy idiota encima se ha equivocado de dirección"
Neji basculó sobre un pie y esquivó hábilmente el vuelo del kodachi.
"Eso no ha estado mal- dijo, lanzando la ofensiva- No pierdas la posición."
Sakura sonrió y esquivó la finta de Neji sin problemas. Al principio, le había costado bastante controlar sus movimientos en el hielo. Hacía poco que el estanque se había congelado y la superficie aún estaba muy húmeda y resbaladiza. Y como atractivo añadido, podía romperse en cualquier momento. Motivo de más para agudizar el control de chakra en los pies, le había dicho Neji. Si el hielo se rompía, se caerían los dos al agua. Neji había dejado muy claro que no contemplaba la opción de darse un baño a cero grados.
Por eso, la atención de Sakura estaba dividida entre esquivar y defenderse de los ataques de Neji y mantener la emisión constante de chakra de sus pies para no resbalar y evitar que la concentración de su peso resquebrajara la superficie del estanque.
Durante media hora, lo único que se oyó fue el entrechocar del acero y la respiración agitada. Las sandalias se deslizaban sobre el hielo con un áspero silbido, chirriando ligeramente cuando giraban o saltaban. El azote del viento había encendido las mejillas de los dos shinobis y hacía que sus ojos estuvieran llorosos, pero no por ello iban a detenerse.
Llevaban ya cinco horas así.
Totalmente absorbida por la presencia de Neji, Sakura no se dio cuenta de que estaba helada hasta que pararon para descansar. Advirtió con sorpresa que Neji parecía... ligeramente fatigado? La idea de que ya no le resultara tan fácil vencerla sin esfuerzo la divirtió. Se sentó en el suelo y le miró desde abajo.
"Estoy mejorando" preguntó, sonriente.
Neji hizo una mueca, como si le hubiera hecho gracia la pregunta, y enfundó la katana.
"Si mejorar significa que ahora podrías vencer a Konohamaru...la respuesta es sí" respondió con sorna.
"Y por eso estás cansado?" insistió con malicia ella.
"Cualquiera lo estaría si tuviera que corregir tantos fallos por segundo- replicó Neji, pero el brillo burlón de su mirada echaba por tierra la seriedad de su tono. Se ajustó la katana y el kodachi al cinto y dijo: Ahora practicaremos un par de técnicas..."
Sakura soltó un resuello ante la idea. Ahora que habían parado, le había venido el frío de golpe y sentía todo el cuerpo entumecido y helado. Se frotó los brazos y miró a Neji con desmayo. Éste arqueó una ceja.
"Qué."
"No podemos dejarlo por hoy? Tengo mucho frío-"suplicó ella.
"El frío es psicológico"
"Entonces esto me lo estoy imaginando?" le espetó Sakura, enseñándole sus manos, casi azules del frío.
Neji no pudo evitar sonreír levemente, divertido.
"Haruno...Crees que el difunto hokage obtuvo el título en un sorteo? Crees que los conocimientos y las técnicas le llegaron por ciencia infusa un día , mientras se echaba una siesta? Se levantó y dijo " Oh Dios mío, cúantos conocimientos tengo, no hace falta ni que me entrene, me tumbaré al lado del brasero".
Sakura suspiró.
"Sabía que me dirías algo así" murmuró, sombría.
"Pues si me conoces tan bien no te hagas de rogar- replicó Neji- Sabes que no me gusta."
Sakura asintió con la cabeza resignadamente. De repente, el silbido de una cremallera la hizo alzar la mirada, para ver a Neji quitándose su chaleco de jounin y tendiéndoselo.
"Póntelo- le ordenó, viendo su expresión anonadada- A ver si dejas de protestar y podemos hacer algo útil en toda la mañana"
Sakura miró aturdida la ropa que él le ofrecía, como si no hubiera visto un chaleco en su vida. Neji chasqueó la lengua con fastidio.
"Reacciona, mujer" le espetó, echándole el chaleco a las manos. Comenzó a caminar por el bosque en dirección a la casa.
Sakura miró el chaleco y sintió que el corazón le daba un vuelco. Acarició con la punta de los dedos el tejido. Aún conservaba la tibieza del cuerpo de Neji, y su olor a limpio. Se lo puso y se levantó, apresurándose para alcanzarle antes de que tuviera que esperar demasiado.
"Vaya, creía que el frío era psicológico" rió Sakura, al sorprender a Neji abrazándose los costados.
"El frío es psicológico, pero tampoco soy de piedra- replicó éste, sin volverse. Miró a Sakura de soslayo e inquirió, con retintín- Y a tí, se te ha pasado...el frío?"
Sakura sonrió, algo avergonzada al ver a Neji en sudadera mientras ella acaparaba dos chalecos.
"Sí- repondió- pero Neji, de veras...- se interrumpió al ver la expresión alerta de Neji.- Qué..qué sucede?"
Éste alzó una mano, imponiéndole silencio. Su mirada estaba atenta al camino que llevaba a la casa. Sakura contuvo la respiración, presa del presentimiento de que algo iba mal. Vio cómo las venas de las sienes de Neji se hinchaban, activando su byakugan.
"Neji- preguntó, atemorizada- Qué pasa?"
"Ha vuelto" respondió.
Sakura enmudeció, aterrorizada. Sintió que el cuerpo se le paralizaba.
Itachi.
"Sígueme- ordenó Neji- Yo los distraeré. Tú busca a Hinata y llévala con Tsunade. Sakura- la agarró del brazo- Escucha: pase lo que pase, no mires a Itachi a los ojos. En ningún momento, entendido?"
Sakura asintió, pálida.
Atravesaron raudos el bosque saltando de rama en rama hasta que llegaron al porche del jardín. Neji se situó a un lado y desenfundó la katana con sigilo, inclinándola hacia él para que no brillara. La fuente de chakra se movía por el pasillo. La interceptarían antes de que llegara al cuarto de Hinata.
Neji corrió el shogi con cuidado y le hizo un gesto con la cabeza a Sakura. Empuñando la katana, abrió hacia el pasillo, justo a tiempo de ver cómo la corredera del cuarto de Hinata se cerraba. Sakura tragó saliva, sintiendo náuseas por la aprensión de volver a encontrarse con el hermano de Sasuke. Se llevó una mano a la boca y contuvo las arcadas, sin dejar de seguir a Neji.
Todo ocurrió muy rápido. Neji destrozó el shogi de Hinata e irrumpió como una tromba en la habitación, abalanzándose sobre el intruso. Hinata chilló, despavorida. Sakura se echó a reír histéricamente, de puro alivio.
El intruso no era otro que Naruto.
"Joder! Qué susto me has dado, Neji!- gritó, lívido de espanto- Baja eso, me vas a degollar!"
Neji le soltó y bajó el arma lentamente, su ferocidad convertida en estupor. Las venas de sus sienes desaparecieron, devolviendo su mirada a la normalidad.
"Qué haces aquí?-"preguntó, finalmente.
Naruto se puso en pie y se sacudió la ropa.
"Estaba con Jiraiya en la montaña, al otro lado, cuando me enteré de que Hinata había sido atacada. Vine lo antes que pude- explicó, con la voz aún entrecortada. Sus vivaces ojos azules se clavaron en él- Qué ocurrió?"
Sakura abrió la boca, pero Neji le lanzó una mirada disuasoria.
"Nada- respondió éste, con serenidad- Simples ladrones."
Sakura le miró, perpleja. No iba a contarle a Naruto lo de Itachi?
"Por lo que me dijeron parecía algo grave- insistió Naruto- Como si Hinata hubiera resultado herida."
"Bueno, pues ya ves que no lo está- replicó ásperamente Neji- Su protección es asunto de la familia, no tuyo. Estoy seguro de que Hinata te agradece el interés que te has tomado por venir hasta aquí, pero como ves, está perfectamente. Así que tu presencia aquí es innecesaria."
Sakura le miró, boquiabierta. A qué venía aquella hostilidad?
Naruto cerró los puños, airado, y se encaró al esbelto Hyuga. Los pálidos ojos de Neji mantuvieron sin parpadear su mirada furibunda.
"No me obligues a echarte, Naruto" advirtió, muy despacio.
Naruto se rió entre dientes, feroz.
"Tú me vas a echar?"
"Crees que no puedo?" preguntó Neji, sin parpadear.
Hinata gimió angustiada y miró a Sakura, sin saber qué hacer. La tensión iba haciéndose cada vez más insportable, y Naruto no tardaría en perder los nervios. Sakura estaba demasiado sorprendida para entender lo que estaba pasando, pero ella sabía a qué se debía y también sabía que Neji podía acabar con Naruto sin problemas. Era un Anbu, al fin y al cabo. Haciendo un esfuerzo por superar su nerviosismo, se volvió hacia su novio.
"Naruto-kun...-le puso una mano en el brazo, tímidamente- Por favor...haz caso de Neji. No te preocupes por mi. Estoy bien. Por favor" le suplicó, apretando su mano.
"Hinata..." la miró, desconcertado. Su expresión denotaba el hercúleo esfuerzo que estaba haciendo por contenerse. Tras unos segundos tan tensos que se podrían haber cortado con un cuchillo, Naruto aflojó los puños.
"Nos veremos luego- le musitó a su novia, tras dirigirle una cortante mirada al Hyuga.- Adiós, Sakura-chan" le dijo, apretándole suavemente el brazo antes de desaparecer en el pasillo.
Cuando oyeron el portazo, Sakura se volvió hacia Neji, con los ojos abiertos de par en par.
"Por qué...por qué has echado a Naruto? Sólo venía a interesarse por Hinata!"
Neji le echó una mirada glacial.
"No te metas en esto, Sakura" la cortó.
Ésta miró a Hinata, que estaba cabizbaja y con las manos nerviosamente enlazadas a la altura del estómago. Al notar las miradas fijas en ella, sus mejillas se sonrojaron intensamente.
"Me decepcionas, Hinata- dijo Neji, mirándola con dureza- Quiero pensar que tu comportamiento con Naruto se debe a la inconsciencia y no a la irresponsabilidad, pero por algún motivo, no me convenzo. No obstante, mi decepción no debe importarte tanto como la que sentirá tu padre si se entera. El egoísmo de tus actos nos traerá la desgracia a todos"
Hinata no despegaba la vista del suelo. Se había ido encogiendo ante las palabras de su primo, hasta replegarse completamente en si misma, derrumbada, como un árbol tronchado por el viento. Su expresión reflejaba tal sufrimiento que Sakura sintió que le bullía la sangre en las venas. Miró a Neji, anonadada y furiosa.
" Por qué le dices eso? Cómo puedes ser tan...tan cruel!" estalló.
"No me importa que sea débil, pero no permitiré que sea egoísta" replicó Neji.
Se hizo silencio. Hinata rompió a llorar, quedamente. Sus hombros se estremecían con los espasmos del llanto. Sakura se volvió hacia Neji.
"No tienes corazón- le escupió, mirándole a los ojos- No te importa en absoluto hacer daño. Crees que "lo correcto" justifica cualquier medio, verdad?"
"Qué sabrás tú- siseó Neji con rabia. Su mirada ya no tenía nada de apacible. Ahora parecía incandescente, igual que su tono. Frunció el ceño, amenazador- Tú no tienes ni idea de lo que ha pasado en esta casa"
"Pues cuéntamelo" repuso Sakura, sosteniéndole desafiante la mirada.
Neji no respondió. Salió de la habitación, cerrando violentamente el shogi tras si. Sakura cerró los ojos y se frotó ligeramente los párpados, intentando serenarse. La expresión de Neji había denotado que sus palabras le habían herido. Pero acaso no había herido él a Hinata? Miró a la menuda Hyuga, que lloraba con la cara cubierta por las manos.
"Hinata- se acercó a ella y la abrazó con dulzura- Vamos...no llores. No lo decía en serio"
Hinata negó con la cabeza y alzó su rostro enrojecido hacia ella.
"Tiene razón, Sakura- sus labios hinchados se contrajeron en una mueca de dolor y sollozó- Tiene razón"
"Pero por qué?- Sakura buscó su mirada, sin éxito- Hinata...por qué te ha dicho todo eso? Fue algo que pasó hace tiempo?"
Hinata asintió, sin dejar de llorar.
"Qué ocurrió, Hinata?" insistió Sakura, tomándole la mano, preocupada.
De pronto, la corredera de shogi se abrió y apareció Neji en el umbral. Las dos mujeres se volvieron, sobresaltadas.
"Si quieres saber algo, Sakura, yo te lo contaré- dijo fríamente-Deja a mi prima en paz. Tiene que reflexionar"
Sakura le miró, sorprendida, y se volvió hacia Hinata. Ésta seguía muy abatida pero al menos había dejado de llorar. Sakura titubeó.
"No voy a ofrecértelo dos veces, Sakura- le espetó Neji. Miró a su prima y añadió- Hinata, deberías lavarte la cara. Tu padre no tardará en llegar y no creo que quieras que intuya lo sucedido al verte con la cara enrojecida "
Sin proferir palabra, Hinata obedeció, tras mirar a Sakura de una manera que no pudo identificar. Tuvo entonces el presentimiento de que lo que Neji iba a contarle cambiaría para siempre su percepción de la familia Hyuga. También estaba sorprendida por el hecho de que se hubiera ofrecido a contárselo. Cuando Hinata hubo salido de la habitación, Neji se relajó visiblemente y se apoyó contra la pared. Sakura le miró con recelo.
"Estabas escuchando?" le preguntó, para romper el silencio.
"No. Iba al jardín cuando pensé que prefería contártelo yo. Hay cosas que Hinata no sabe"
"Por qué vas a contármelo?"
"Porque sé que tú has favorecido los encuentros de mi prima con Naruto. Sé que si se ven es gracias a ti, así que es contigo con quien he de hablar si deseo que esto termine"
"Entiendo" musitó, con cierto resquemor.
"No es nada personal, Sakura- dijo Neji, mirándola a los ojos. Se volvió hacia la ventana y se apoyó en ella, dándole la espalda- No es porque sea Naruto"
"Entonces, por qué...?" preguntó ella, sintiendo que la curiosidad la corroía.
"Porque es el recipiente del Kyuubi- respondió Neji. Oyó a Sakura abrir la boca para preguntar, pero se le adelantó- La heredera del clan no puede concebir al hijo de un demonio"
Sakura frunció el ceño. Había algo que no encajaba.
"Neji, sabes que lo del Kyuubi es circunstancial. Está sellado en Naruto, pero un sello no es hereditario. El niño no le debería absolutamente nada al zorro de las nueve colas"
"Él no le debería nada, pero Hinata sí. Sakura...- Neji se volvió y la miró con seriedad- Si Hinata decide, pese a todo, unirse a Naruto, será sellada por su padre y formará parte del Bouke. Como yo"
Las palabras de Neji sonaron terribles y desproporcionadas en la quietud del cuarto. Sakura le miró, consternada.
"Qué...qué quieres decir?"
Por toda respuesta, Neji se llevó las manos a la nuca y deshizo el nudo de la bandana. Se la quitó con suavidad, soltando su larga melena de ébano y frotándose ligeramente las sienes allí donde la bandana le molestaba. La visión del sello en su frente hizo que Sakura tragara saliva. Allí estaba el yugo de la tradición, el precio de la gloria y la perdurabilidad. Allí estaba la muerte del padre de Neji y su propio destino.
"Éste es el sello del Pájaro Enjaulado- dijo Neji, rozándolo con los dedos. Su tono encerraba una pulsante tristeza- Los hijos menores de la familia son sellados a los pocos años de nacer, cuando son capaces de activar el byakugan. Sólo los miembros del Souke conocen y poseen el poder de activar y desactivar el sello. Lo hacen por dos motivos: para evitar la dispersión de la línea genética y para evitar que la rama secundaria se rebele.- Hizo una pausa y miró a Sakura- Si Hinata y Naruto se casan, Hiashi se verá obligado a sellar a su hija para proteger el byakugan del Kyuubi. Eso quiere decir que Hinata pasará automáticamente a ser del Bouke, y que Hana bi será designada heredera de la rama principal"
"Pero Neji... Por qué? Por qué Hinata tiene que pagar su amor con un sello? Ella ama a Naruto y el sentimiento es recíproco. Sabiendo que el Kyuubi no intervendría en el mapa genético del niño, por qué no permitir que pueda ser feliz con la persona que ella ha elegido?"
Una amarga sonrisa se dibujó en los labios de Neji.
"Porque se estableció que jamás debería volver a suceder algo así. Por el bien de todos"
Sakura descargó las palmas contra el alféizar, sin dejar de mirar a Neji.
"Por qué? Qué pasó? Me estás contando lo que sucederá pero no por qué sucederá Dónde está el problema,cúal es el secreto?"
Neji se pasó las manos por la cara, eligiendo la mejor manera de comenzar. Sentía los ojos de Sakura monopolizándole, punzándole, sondeándole. Apretó la bandana en su mano y dijo, sin mirarla:
"Sucedió hace unos sesenta años. Habashi era entonces el patriarca del clan, y todo el mundo esperaba que su mujer concibiera un heredero antes de su muerte, dada la avanzada edad de él. Justo cuando se creía que ya no habría heredero, su esposa quedó embarazada de una niña, Natsumi. Resultó ser una persona dócil y obediente, con un carácter retraído y firmemente ligado a la voluntad de su padre - Neji hizo una pausa y lanzó una significativa mirada a Sakura - Supongo que te suena familiar"
Sakura asintió en silencio. Neji carraspeó antes de proseguir.
"Bien. Ella creció, y evidentemente, la familia comenzó a buscar posibles pretendientes para formalizar una unión, puesto que ella era demasiado tímida como para acercarse a ninguno de los hombres de la villa. Al menos, eso era lo que la familia pensaba. Natsumi al parecer ya había elegido por sí misma. Se veía en secreto con un ninja de otra villa, un exiliado que había acudido a Konoha en calidad de médico. Él no..."
"Un exiliado?" le interrumpió Sakura, sorprendida.
"Sí- respondió Neji- Aunque quizá sería más correcto decir que renegó de su villa, lo cierto es que sus compatriotas le invitaron amablemente a abandonar el país"
"Por qué?"
"Porque le temían. Él, al igual que Naruto, tenía también sellado un demonio, uno tan poderoso como el kyuubi e igual de dañino. Con la diferencia de que no le sellaron al nacer, sino que se prestó él mismo voluntario. Hizo un pacto con ese demonio, por así decirlo"
Sakura se mordió el labio inferior. En el jardín, se oía el desgarrado y áspero sonido de los grajos peleándose. Miró a Neji, cuyos ojos parecían brillar en la penumbra del día.
¿ Y qué pasó?
"Cuando la familia se enteró, le prohibieron que le viera. Le echaron de la casa y le advirtieron que no volviera a acercarse a ella. Pero no sirvió de nada. Natsumi tenía la cabeza llena de las estupideces que él le había contado, y una noche..."
" Se fugaron" adivinó Sakura.
Neji asintió.
"Al alba nadie sabía dónde estaban. Evidentemente, el suceso no trascendió a la villa: como todo el mundo sabía que ella era muy tímida, supusieron que había asumido el cuidado de la casa y no se percataron de su ausencia. Transcurridos unos meses, volvieron a la villa. Ella estaba encinta de un varón que en teoría era legítimamente heredero del clan. Pretendía que su padre le reconociera como tal y la perdonara.- Neji se interrumpió. Se quedó pensativo unos segundos, como abstraído por algo que había visto en el jardín. De repente, como si se acordara de que Sakura estaba allí, reanudó la narración- Habashi no la escuchó. La ofensa de Natsumi era demasiado grande como para alguien de su temperamento se aviniera al perdón. La repudió, a ella y a su hijo, al que declaró ilegítimo. Un bastardo"
Sakura se llevó una mano a la boca, hondamente afectada por las palabras de Neji. Se imaginó a Natsumi, implorando por ella y por el niño, y el desprecio en la blanca mirada de su padre. Cerró los ojos y meneó la cabeza, como si no pudiera creerlo. Neji siguió hablando, sin mirarla.
"Ella murió poco después, a causa del parto"
"Y el niño?" inquirió ella.
Neji no respondió. Sakura le agarró de la manga, consternada.
"Neji...-la voz se le quebró, volviéndose aguda, estrangulada- Qué ha sido de ese niño?"
"El niño se salvó, Sakura. Su padre lo dejó a las puertas de la villa, y el difunto hokage se hizo cargo de él. Nuestra familia siempre ha sido un pilar para Konoha; el primer Hokage era un Hyuga. Así que cuando Habashi le pidió a Sarutobi que se ocupara del niño en secreto, lo hizo, como favor y en señal de reverencia. Lo crió como si fuera su propio hijo"
Sakura le miró, extrañada.
"Entonces salió bien"
Neji se rió suavemente, sin alegría.
"No- dijo, apoyándose en el alféizar- No salió bien. De hecho, ha sido una desgracia"
Sakura arqueó las cejas, desconcertada.
"Por qué? Si el niño estaba con el Hokage, quitando el pequeño detalle de que tu familia no quisiera reconocerlo, se... podría considerar... que fue... un... final feliz...no? " su tono se había ido extinguiendo al ver la expresión oscura de Neji.
"No hubo final feliz, Sakura. No lo hay ahora tampoco"
"Por qué ? Dónde está él ahora?- preguntó ella, desconcertada- Si sucedió hace cincuenta años, debe ser poco mayor que mis padres. Seguro que debieron conocerle"
"Seguro, pero tú también- dijo Neji, mirándola de reojo- Le conoces bien"
Sakura abrió la boca, sorprendida.
"De veras? De quién se trata?"
"No te haces una idea? Cúantas personas bajo la tutela del difunto hokage han traído la ruina a la villa?"
Sakura no respondió.
"Quizá caigas en la cuenta si te digo que el demonio que estaba sellado en su padre era Manda-sama. La serpiente divina"
Sakura sintió repentinamente que le faltaba saliva. Retrocedió involuntariamente un paso, como queriendo apartarse de las palabras de Neji.
"No puede ser- se pasó las manos por la cara, temblorosa, y repitió- No puede ser.- el labio inferior comenzó a temblarle, anunciando lágrimas- Oh... dios mío...no puede ser. No puede ser verdad"
"Es la verdad, Sakura. Esta familia, que tanto se vanagloria del honor y de la rectitud en la crianza...engendró un monstruo. Alguien que ha intentado varias veces destruir la Konoha que tanto intentamos proteger"
Sakura estalló en sollozos y se dejó caer al suelo, temblando. En la oscuridad de sus pensamientos, se abrieron dos pupilas doradas, rasgadas hacia los lados, y el rostro afilado y aberrantemente joven de Orochimaru.
"Oh, Dios mío...- repetía, una y otra vez, mientras las lágrimas caían por sus mejillas- Oh Dios mío." se agarró los costados y su llanto se hizo más intenso, más desgarrado.
Neji la observaba, conmovido, pero sin atreverse a hacer nada.
" Orochimaru es el precio que pagó esta familia por no proteger a su descendencia. Si hubieran sellado a Natsumi, la aberración nunca se habría producido. El padre de Orochimaru no habría mantenido su empeño en seducirla, porque habría sabido que no podía tener acceso a la línea del byakugan- miró a Sakura, que seguía llorando, con los puños firmemente cerrados contra los costados- A pesar de que Orochimaru no heredara el sello de su padre, éste hizo que de algún modo, su sangre recogiera el pacto de sangre con Manda. Los pormenores no los conozco, pero en cualquier caso explicarían la particular fisonomía de Orochimaru. Excepto en los ojos y la forma del rostro, el resto es... todo nuestro"
Sakura oía las palabras de Neji como si le llegaran de una nebulosa cercana: inconcretas, borrosas, pero certeras. Orochimaru, con su piel blanca y su melena negra, era un Hyuga perfecto a excepción de los ojos. Cómo no había reparado antes en su semejanza física? Alzó la vista, emborronada por las lágrimas, y contempló a Neji. Sí, se parecían. Y ahora Hinata nunca podría tener a quien quisiera. Estaba Hinata condenada al mismo destino que la malhadada Natsumi?
Observó las manos de Neji, reposando a los lados de su cuerpo. La blancura de su frente mancillada por el sello.
Qué esperanza, qué libertad personal cabía en una familia que marchaba a un solo paso?
Iban a cargar sobre el corazón de Hinata el peso de cinco generaciones? Iba a pagar ella los errores de cincuenta años atrás? Ahora entendía la perversidad que escondía el mecanismo de perduración de la familia Hyuga. Se encerraban en su hieratismo, se impedían los cambios, se institucionalizaban las decisiones. Se sacrificaba la personalidad de cada uno en bien del rol que representaban. Y Neji...
Oh, Neji... Tú también estás pagando ese precio.
"Lo siento, Neji- dijo, con la voz nasal propia del llanto- Siento...siento haberte dicho que eras cruel e insensible. De veras. Yo...no sabía nada de esto"
"No importa" dijo él rígidamente, pero su rostro pareció suavizarse. Mirándola con una emoción que Sakura no supo interpretar, le ofreció la mano para ayudarla a levantarse.
"Gracias" susurró ella, aceptándola. Dejó que la fuerza del impulso de él la levantara y su cuerpo oscilara peligrosamente hacia el suyo, como un junco mecido por el viento. Sus ojos, aún húmedos por las lágrimas, resplandecían con un extraño fulgor, como dos trémulas estrellas en un acuario. Neji intentó no fijarse en ellos pero ahí estaban, como dos heridas abiertas en medio de su hermoso rostro. Confundido, apretó los labios ligeramente y recompuso su expresión.
Esperaba que ella dijera algo. Pero no fue así . Sakura alzó una mano lentamente, como si dudara, y la posó con delicadeza en la frente de él. Resiguió el sello con las yemas de los dedos, toda su expresión concentrada en aquellas intricadas líneas que ceñían su piel. Neji la dejó hacer, sumido en un profundo silencio. Volvió a sentir aquella sensación de extrañeza, aquella inexplicable sensación de vulnerabilidad, y le entró un sudor frío.
"Sakura..." dijo, y trató de insulflarse la autoridad que siempre había sentido. Pero no podía articular palabra. Esa tirantez ensu pecho no se lo permitía.
No obstante, antes de que tuviera tiempo de averiguar qué fallaba, los pasos cortos y rápidos de alguien por el pasillo le informaron de la llegada de su familia.
"Hola, Hanabi" saludó Sakura, en cuanto la niña entró en la habitación.
Hanabi advirtió con sorpresa sus ojos enrojecidos, " ojos de llorar" tal como identificó inmediatamente. Su mirada, automáticamente, viajó hasta la cara de póker de Neji y evaluó a su primo durante unos segundos. Neji y Sakura se miraron, incómodos.
"Qué estábais haciendo?" preguntó Hanabi, con una risita.
"No molestes, Hanabi" al oír la voz de su padre, la pequeña retrocedió un paso y se situó contra la pared, con una mueca traviesa.
Hiashi entró en la habitación y realizó el mismo examen que acababa de hacer su hija menor. Sólo entonces, una vez hubo detectado las lágrimas de Sakura y el inusual azoramiento de su sobrino, relajó la expresión en algo cercano a una sonrisa.
"Tú eres hija de Haruno, verdad?- preguntó- Tienes los mismos ojos que tu madre"
Sakura se sonrojó.
"Sí. Dicen que nos parecemos mucho"
"Están en lo correcto.- se volvió hacia Neji y dijo- Dónde está Hinata, Neji?"
"En su cuarto"
Hiashi se atusó el kimono.
"Bien. Un placer...eeh..." la miró, esperando su nombre.
"Sakura" se apresuró a informar ella.
"Un placer, Sakura. Acompáñala a la puerta, Neji" ordenó Hiashi, antes de desaparecer en el pasillo.
Neji guió a una ruborizada Sakura hasta la puerta. Una vez allí, los dos se miraron, incómodos. Neji volvía a ser el hombre de hielo y ella se sentía avergonzada por lo que hubiera podido pensar Hiashi al verla en ese estado. Haciendo un leve gesto con la mano, se despidió de él.
Neji la siguió con la mirada.
