Capitulo 5: Cuenta con nosotros
-así que tu eres la pequeña Hooly… dime¿Cómo te sientes?- preguntó afectuosamente Dumbledore mientras le dirigía a la niña una profunda mirada amistosa, la niña se agarro con algo de fuerza a la túnica de Agustine quien la tomaba de los hombros.
-si…- contesto levemente con la voz un tanto quebrada por el llanto que momentos antes había dejado salir, estaba completamente confundida, no sabia ni donde se hallaba ni que era lo que estaba pasando, de pronto se había despertado en ese lugar con un montón de gente que nunca antes había visto.
Cornelius Fudge solo se limito a examinarla con la vista, todo parecía normal, hasta que sus ojos se encontraron con aquello que comprobaba lo que Ossan les había dicho momentos antes, en la mano derecha de Hooly se apreciaba con algo de dificultad lo que parecía ser un tatuaje con la forma de una "D", no pudo evitar dejar salir un pequeño susurro "Diaghal", Ossan logro escucharlo y agrego:
-espero que con esto… usted señor Fudge pueda creerme.
- por supuesto que no le creo nada todavía, hasta que me presente algo verdaderamente creíble, ese tatuaje de la pequeña muggle no representa mucho…
-esta "pequeña muggle" tiene su nombre Cornelius, y es Hooly, te agradecería mucho que la llamaras así.
Hooly se había mantenido en silencio escuchando la conversación, la habían llamado "muggle" ¿que era eso? Se preguntaba interiormente, ahora su confusión era muchísimo mayor, trató de distraerse y volteó a otro lado para evitar las miradas de los demás, mala decisión…
-¡HAAA!- grito con fuerza abrazándose al hombre de cabellos dorados que la agarraba de los hombros y escondió su cara en la túnica de este.
-¿Qué, que ocurre?- preguntaron a la vez las dos mujeres que se habían mantenido pasos atrás, la niña solo señalo en dirección a la chimenea.
-¡con que era eso, no te preocupes, no esta enojado, solo que su cara es así- contesto Agustine mirando el retrato del fundador del grupo.
-¡no se refiere a eso tonto!- la mujer delgada le dio un codazo y luego continuo.- la niña jamás había visto un retrato mágico, es obvio que se espante.
Dumbledore se paro de su asiento y se dirigió a donde se hallaba Hooly, todos los ahí presentes se dedicaron a observar con atención.
-Hooly, no debes de tener miedo, no te haremos nada malo, nosotros estamos aquí para ayudarte- tomo a la niña de los brazos y esta volteo encontrándose con los ojos de Dumbledore que brillaban detrás de sus viejas gafas de media luna, no sabia porque pero estando cerca de aquel hombre se sentía tranquila, casi sin darse cuenta se separo de Agustine tomando la mano que Dumbledore le ofrecía, caminó a su lado hasta sentarse en el sillón al lado de Dumbledore quien sonreía.
-siempre he pensado que la mejor forma de que un niño se sienta a gusto es tratándolo con mucho cariño, no en vano he sido director de Hogwarts muchos años.
-usted siempre ha sido así profesor, me alegra mucho que no haya cambiado en nada, muchos darían lo que fuese para ser como usted.- agrego Ossan dibujando una sonrisa en su rostro.
-y lo pueden lograr, solo que desafortunadamente a veces los problemas y otras cosas nos hacen olvidar que jamás debemos dejar a un lado nuestra niñez, pero ahora dejemos de lado esta charla y continuemos con lo demás.
Dumbledore le dirigió una sonrisa a la niña y esta se la devolvió, cada vez se sentía mas a gusto a su lado, recordó nuevamente a su familia y pregunto en voz baja:
-mi…mi familia esta…
-Hooly, se que eres aun muy chica para recibir una noticia así pero te suplicare que trates de calmarte por favor…- comenzó a decir Dumbledore con algo de pesar, volteó en dirección a Ossan y este asintió con la cabeza.- ellos, tus padres y tu hermana, desafortunadamente fallecieron…
Al principio pareció no entenderle, no quería entenderle, aquel hombre debía de estarle jugando una broma, lo miro fijamente a los ojos que ya casi estaban inundados en lagrimas, nuevamente el llanto se estaba apoderando de ella y solo se aferro a la túnica de Dumbledore quien le acaricio el cabello mirándola con compasión, tanto Ossan como Agustine y las otras dos mujeres se unieron al dolor de la niña, al único que pareció no importarle nada fue a Fudge quien solo dibujo una mueca de fastidio en su cara mientras perdía la vista en el retrato del señor Versalles quien lo miraba con reproche.
-escucha Hooly, se que esto es muy difícil para ti, a cualquiera le resultaría difícil perder a sus familiares y sobretodo cuando se es niño aun, pero tu familia murió por protegerte, ellos murieron porque te querían…
La niña solo permaneció llorando un rato mas mientras abrazaba a Dumbledore con fuerza, se sentía totalmente destrozada, ahora estaba comprendiendo que todo era real y que no era un sueño como ella había estado pensando, se sentía completamente vacía, cansada, y sobretodo, se sentía totalmente sola. Al final pudo decir levemente entre sollozos:
-pero yo… ¿Qué voy a hacer ahora, a donde iré, yo… ¡yo no tengo a nadie mas!… por favor, dígame que es mentira…- otra vez no pudo terminar de hablar porque tenia la garganta completamente congestionada por el llanto, ni Ossan ni Dumbledore podían sentir el dolor que la inundaba en esos momentos.
-Hooly, déjame prometerte que yo mismo me encargare de buscar a los culpables de esto, no nos quedaremos de brazos cruzados, ellos tienen que pagar esto que te han hecho… lo que nos han hecho…- agrego Ossan con amargura en su voz.
-no estas sola querida, todos nosotros estamos contigo y te prometemos que lograremos castigar a los asesinos de tu familia, solo confía en nosotros, no te abandonaremos- dijo la señora delgada acercándose a ella, se inclinó y la abrazó.
-¡por supuesto que cuentas con todos nosotros pequeñita! No te dejaremos sola, si tu quisieras podemos ser tu nueva familia- agrego Agustine mirándola con una gran sonrisa que a Hooly le inspiro muchísima confianza, ella se seco las lagrimas y los miro.
-¿de… de verdad puedo vivir con ustedes?- pregunto con un hilo de voz.
-¡claro que puedes vivir con nosotros Hooly¡A esta casa le hace falta el toque de una niña!- dijo con entusiasmo la señora regordeta a la vez que alzaba las manos con animo, Hooly se sentía cada vez mas a gusto con esas personas, empezaba a resignarse y dibujó una leve sonrisa en su rostro.
-pero antes debemos presentarnos, yo soy Sophie Frenneston- dijo la señora delgada que tenia el moño púrpura en la cabeza mientras le extendía la mano para saludarla, Hooly la saludó con animo.
-y yo soy Anette Frenneston, la hermana menor de ella, mucho gusto- agrego la señora regordeta acercándose para saludar a la niña.
- y yo me llamo Philip Agustine- dijo el otro señor mientras le alcanzaba la mano, Hooly pudo ver la marca de sus dientes en el brazo de Agustine y dijo rápidamente:
-¡yo… discúlpeme, no fue mi intención lastimarlo!
-oh, no te preocupes por eso, se arregla rápido- hizo un movimiento con su varita y luego la marca desapareció.- listo ¡como nuevo!- le guiño un ojo. La niña se quedo boquiabierta.
-bueno, solo falto yo, Hooly, yo soy Ossan Diaconus, pero puedes llamarme solamente Ossan, y este gran hombre de aquí es el profesor y director Albus Dumbledore, uno de los mejores magos de todos los tiempos.
-basta Ossan, harás que me sonroje- dijo Dumbledore mientras miraba a la niña y le dedicaba una sonrisa muy emotiva.
En todo ese alboroto se escucho lo que pareció un estornudo fingido:
- ¡ah si, Hooly, este hombre que ves aquí es Cornelius Fudge, el ministro de magia.- Fudge solo movió un poco la mano como saludo. Hooly no entendió esto último¿había dicho ministro de magia?
Dumbledore le dirigió una mirada rápida a Ossan y luego le dijo:
-Ossan, desde este momento cuentas con todo mi apoyo, esto que nos has dicho es un verdadero problema, las cosas serán mas difíciles, solo queda esperar que Voldemort no se entere tan pronto, estoy casi seguro que buscara una alianza y si esto fuera posible entonces no creo que se pueda lograr mucho.
- gracias profesor Dumbledore, solo quiero hacer una petición mas, creo que ya sabrá de que se trata…
- así es amigo, no te preocupes, yo cuidare de ella.
- me alegro mucho, personalmente creo que uno de los lugares mas seguros del mundo es el colegio Hogwarts.
-es verdad, a pesar de todos los problemas que hemos tenido siempre sale adelante- miro a Hooly que había dirigido su vista a Dumbledore, estaba confundida, no entendía nada de lo que decían con respecto a ese tal Voldemort y ese asunto de que iba a ir a un colegio.
- en Hogwarts no solo aprendes a usar la magia correctamente, también aprendes a conseguir verdaderos amigos, estoy seguro que ahí encontraras grandes amigos Hooly- contesto Dumbledore.
-¿ma…magia?- pregunto débilmente Hooly.
-así es, se me había olvidado ese detalle, tú eres una bruja Hooly, naciste con poderes mágicos.- dijo Ossan mirándola con sus penetrantes ojos azules
-pero yo… yo jamás he hecho nada así…
-claro Hooly, nadie sabe nada de esto hasta que pasa algo extraño, por ejemplo yo, mi padre era mago y mi mamá muggle, jamás me dijeron que era mago hasta que un día estaba tan furioso que hice explotar la televisión.- agrego Agustine tomando partido en la conversación.
-yo tampoco lo sabia hasta que cumplí los 11 años, el día de mi cumpleaños me sentía tan feliz que empecé a saltar, salte tanto que no me di cuenta cuando ya estaba rebotando sin parar por toda la sala- dijo animadamente la señora regordeta dirigiéndole una gran sonrisa.
Hooly olvido por completo sus penas y se dedico a sonreír y a escuchar con atención, Dumbledore agrego:
-Hooly¿quieres venir conmigo a Hogwarts? Es el colegio donde muchos magos han aprendido a usar sus poderes, tu puedes aprender también junto a muchos niños que al igual que tu apenas conocen su naturaleza, dime ¿tu quieres?
-si… me gustaría mucho- contesto Hooly mas animada, Dumbledore sonrió y luego volteo a ver al ministro de magia.
-Cornelius, no te preocupes, si no quieres creer en este momento esta bien, solo espero que logres darte cuenta del error que cometes al ignorar esta situación.
-Dumbledore, siempre preocupándote por los demás, ya he dicho que no creeré nada de lo que me han dicho hasta que me presenten pruebas lo suficientemente creíbles para apoyarlos, tienen 48 horas para hacerlo, después de eso olvídense de la ayuda por parte del ministerio de magia- y diciendo esto Fudge se levanto de su lugar y salio por la chimenea, Hooly se quedo boquiabierta, no dejaba de sorprenderse, Agustine sonrió al ver la expresión de la niña, camino hacia ella y le dijo:
-esa es la red flu, luego te explicaremos todo con mas detalle, por ahora debes de ir a descansar, todavía quedan algunas horas de descanso, sugiero que las aproveches porque mañana hay mucho que hacer.
-y Hooly, recuerda que puedes confiar en nosotros.- agrego Ossan mirándola con sus expresivos ojos azules y dirigiéndole una sonrisa por demás emotiva, Hooly se levanto y fue caminando entre las hermanas Frenneston hasta la puerta echándole un ultimo vistazo a la habitación, realmente le había agradado estar ahí con esas personas, con todas menos con Fudge que a su parecer debía de ser un hombre muy duro y estricto.
Dumbledore y Ossan fueron los únicos que quedaron en aquella habitación, permanecieron en silencio unos segundos y luego Dumbledore le pregunto a Ossan mientras tomaba asiento nuevamente invitando a su acompañante a hacerlo también.
-dime Ossan¿saben exactamente el lugar al que Diaghal quiere llegar?
-no profesor, eso no lo sabemos, ese sitio quedo oculto, se dice que desapareció por completo tras la muerte de Tobías Virgil pero esto no es posible, quizás lo único que ocurrió fue que cambio de lugar.
Los dos hombres tenían sus cabezas llenas de todo tipo de especulaciones, todo esto resultaba un verdadero problema, además de tener que luchar contra el mago tenebroso más poderoso de la historia, lord Voldemort, ahora también tenían que evitar el regreso de otro de los magos más peligrosos del pasado, Dimitri Diaghal y su grupo de Ancients.
Ossan se estuvo pasando las manos innecesariamente por el cabello para alisarlo, pues lo tenía perfectamente peinado, sus ojos estaban perdidos en el suelo que estaba adornado con un esplendido piso de mármol muy brillante, vio reflejado en este su rostro y luego mas arriba el rostro de Albus Dumbledore, aun como una imagen borrosa no dejaba de trasmitir seguridad y confianza.
-profesor Dumbledore, yo quisiera pedirle algo mas, mire, no es que desconfíe de Hogwarts y su seguridad pero yo… quiero saber si me dejaría estar presente en el colegio para proteger a la niña, porque no dudo que vayan a intentar algo y quisiera estar preparado…
-Ossan, sabes que en Hogwarts siempre serás recibido, y precisamente has dado en el clavo, el colegio se a quedado nuevamente este año sin un profesor de defensa contra las artes oscuras, y estaba buscando a alguien con muchos conocimientos en el tema y capaz de llevar a cabo su trabajo sin inconvenientes, y quien mejor que un auror para impartir esta materia¿Qué dices, aceptas?- dijo Dumbledore dirigiéndole una gran sonrisa y mirándolo con sus profundos ojos que irradiaban paz.
-esto… yo… ¡por supuesto que me agradaría! De esa manera podré estar cerca de la niña y cuidarla lo mejor posible, pero también quisiera que dejara entrar a un asistente, pues quizás no siempre pueda dar las clases, conozco a un mago de nuestro grupo muy bueno.
-por supuesto Ossan.
-profesor, quiero preguntarle sobre este chico, Harry Potter¿el estudia en Hogwarts verdad?
-así es Ossan, el cursara su sexto año en Hogwarts, gracias a el hemos podido enterarnos del regreso de Voldemort, pero¿Por qué la pregunta?
-he, bueno, es que si el estudia ahí y Voldemort esta libre es lógico que querrá atacar el colegio, aunque eso es casi imposible, mientras usted este ahí el no se acercara.
-no estoy tan seguro Ossan, Voldemort recupera cada ves mas sus poderes y los míos empiezan a menguar, ahora quizás sus poderes y los míos se encuentran equilibrados, pero eso no me preocupa tanto, me preocupa lo que pueda hacerle a Harry, Voldemort esta obsesionado en acabar con el, pues sabe que Harry sea quizás el único ser viviente que pueda detenerlo.
-ya veo, tenemos que estar totalmente alertas, cualquier cosa podría ser una trampa- dijo Ossan mirando hacia la chimenea, pregunto casi sin pensarlo:
-¿y en donde se encuentra ahora el chico?
-Harry esta pasando el verano con sus tíos en un lugar llamado Little Whinging, para ser mas exactos, Privet Drive.
-oh, ya veo… ¿el esta seguro ahí, nos enteramos que el año pasado hubo un ataque de dementores en ese lugar, yo no dudaría que volviera a haber otro.
-así es, nunca hay que confiarse, pero afortunadamente este verano a pasado tranquilo, lo he mantenido vigilado sin que el se de cuenta, pero la vigilancia no siempre es del todo buena, y mas cuando los vigilantes son cuervos, estos animales pueden revelar mucha información si no se los trata como quieren.- se quito sus gafas y empezó a limpiarlas nuevamente con un extremo de la manga de su túnica, Ossan lo miraba atentamente, Dumbledore era como un padre para el, de hecho lo había sido en cuanto entro a Hogwarts.
Hubo otro momento de silencio en el que ninguno de los dos hombres se dirigió la palabra, solo se escuchaba el suave fragor de las llamas que ardían incansablemente llenando de un calor agradable el ambiente, Ossan rompió el silencio.
-dígame profesor¿usted cree que podremos acabar con estos problemas?
-no lo se Ossan, existen tantas posibilidades, pero muy en el fondo confió en que todo saldrá bien y podremos vivir tranquilamente al fin.- le contesto Dumbledore con una sonrisa muchísimo mas emotiva que las anteriores, Ossan también sonrió, miro su reloj de pulso y vio que marcaba las 11:38, se levanto junto con Dumbledore y lo acompaño hasta la chimenea.
-supongo que nos veremos en poco tiempo ¿verdad profesor?- dijo Ossan mirándolo con atención.
-claro amigo, nos veremos muy pronto- Dumbledore se acercó a Ossan y le dio un gran abrazo como el que un padre da a un hijo después de que han pasado un largo tiempo sin verse. Ossan también le devolvió el abrazo.
-de verdad me da muchísimo gusto volverlo a ver profesor Dumbledore, desde que salí de Hogwarts no he dejado de agradecerle todo lo que usted hizo por mi.
-Ossan tu no tienes nada que agradecer, todo lo que yo hice fue con mucho gusto, realmente necesitabas alguien que te escuchara y me alegra que hayas podido superar aquella tragedia.
-claro que la e superado, gracias a usted pude entender que la vida sigue su curso aunque aya muchos obstáculos, pero mis deseos de venganza aun no se han ido profesor, se que usted…
-Ossan, yo siempre te dije que la venganza no es buena, lo único que hace es corromper el alma, a veces cuando actuamos por venganza somos capaces de cometer atrocidades¿recuerdas lo que te dije el día que te graduaste?
- si, todavía lo recuerdo "la línea de la venganza no es una línea recta, es un intrincamiento, y en tal intrincamiento…
-es muy fácil perderse"- completó Dumbledore mirándolo con satisfacción.- esta bien Ossan, entonces, hasta pronto, nos veremos en Hogwarts, y cuida mucho a Hooly hasta entonces- Dumbledore miro las llamas y dijo:- bueno, supongo que mas talco no hace mal- y se metió a la chimenea haciendo esta un fuerte crujido para luego volver a estar tan calmada como momentos antes había estado, Ossan solo se que mirando la chimenea con una expresión alegre, mientras a varias millas de ahí cuatro personajes se miraban fijamente sin entender lo que pasaba…
