Capítulo III

-Harry, cariño, cuéntame, ¿cómo has estado?- preguntó la señora Granger mientras su esposo manejaba fuera de Privet Drive.
-Bien, gracias.- respondió Harry sin poderse explicar por que diablos respondía tan cordialmente a los padres de Hermione.
-Que bueno. Hermione nos ha contado mucho de ti pero nunca nos había comentado que eras tan guapo y…
-¡Mamá!- interrumpió Hermione sonrojándose un poco al igual que Harry.
-Lo siento tan solo digo la verdad. También nos habló de su otro amigo, Don Weezly…- dijo la señora Granger
-Ron, mamá, es Ron Weasley.- respondió Hermione con cierto aire de aburrimiento.
-Eso, sí, y sus aventuras estos últimos 5 años. Siento mucho lo de tus padres y tu padrino Harry.- dijo la señora Granger, con la dulzura de una madre.
-No se preocupe.- respondió Harry, lanzándole una mirada de enojo a Hermione que tan solo respondió encogiendo los hombros un poco y dedicándole una peculiar sonrisa.
-Es por eso que vives con tus tíos, ¿no es así?-
-Así es- respondió Harry con aburrimiento.
-Con todo el respeto que se merecen tus tíos, Harry -continuó el señor Granger mientras conducía- pero son un poco…..mhhh….exagerados, o ¿cómo decirlo? Hipócritas, diría yo….-
-¡David! ¡No seas así en frente de Harry…- reclamó la señora Granger
-No se preocupe señora Granger, ellos son los culpables de mi sufrimiento durante mi vida, antes claro de que ingresara a Hogwarts. Y aún así me siguen haciendo la vida imposible durante los veranos.- respondió Harry, tratando de calmar un poco a la señora Granger. Hermione iba viendo hacia el espejo con cierto aire de aburrimiento, como si fuera cosa de todos los días.
-Ah, Harry, disculpa no habernos presentado antes, es que tus tíos, bueno, yo soy Alexandra Granger y él es mi esposo, David Granger.
-Bueno, yo me presentaría pero ya saben mi nombre, pero bueno, no importa, mi nombre es Harry Potter.- dijo Harry al instante tratando de ser educado pero no se explicaba por que.
-Lo sabemos cariño, y ehh… ¿cuál era el nombre de tus padres Harry?- preguntó la señora Granger preocupándose por que Harry no se pusiera triste.
-Lily Potter, Evans era su apellido de soltera y James Potter.- respondió Harry con un leve nudo en la garganta. Dicho esto, la señora Granger puso una cara de que se había extrañado de los nombres de sus padres, a lo que Harry respondió:
-¿Pasa algo señora Granger?-
-No, nada -tratando de recuperar su aire amable.
-Ya llegamos Harry, bienvenido a nuestra casa: No. 37 de Youth's Refugee.- interrumpió el señor Granger, estacionándose en una casa naranja combinado con rojo de dos pisos con un jardín frontal amplio y muy bien adornado con una cerca baja de madera pintada de blanco, unas flores de distintos colores distribuidas ordenadamente en el jardín y un gato en las escaleras esperando a que sus dueños le abrieran la puerta.
-¡Crooshkans! ¿Qué haces aquí afuera? Pensé que te habías perdido.- dijo Hermione corriendo para abrazar a su gato.
-Que bueno que lo encontraste cariño.- dijo dulcemente la señora Granger mientras se bajaba del auto.
-Bueno Harry, a bajar tus cosas.- dijo el señor Granger mientras abría la cajuela. Harry sacó su baúl y se lo llevo a la casa, mientras que el señor Granger lo ayudaba con su escoba y la jaula de Hedwig. Cuando Harry entró a la Aquícasa se sorprendió al ver el buen gusto que tenían para la decoración. ( ) Algo que le llamó la atención fue quecada quien se lo imagina como quieran ;) tenían fotos de toda la familia en muchos lugares, ceremonias, festivales, estudios, todo. Una que le llamó mucho la atención fue una en la que Hermione salía con un bonito vestido beige moderno y pegado con un poco de escote y un peinado muy bonito que le dejaba unos cuantos chinos libres. Sonreía efusivamente y la fotografía era de cuerpo completo. Había un jardín de fondo y parecía ser una boda.
-Esa fue reciente en la boda de mi tío, el menor de los hermanos.- dijo Hermione, al ver que Harry la veía con mucho detenimiento.
-Pues te veías…ehh….genial, que va, guapísima.- dijó Hermione volteando a ver la reacción de su amiga que se estaba poniendo roja por su comentario.
-Si quieren platican después, ahora a la mesa todos y a comer.- interrumpió la señora Granger
-Gracias señora. Dijo Harry acercándose a la mesa, pero al ver que Hermione se quedaba atrás le dijo- Ejem, ejem, las damas primero señorita Granger.- e hizo una reverencia tipo Dobby.
-Gracias señor Potter.- bromeo Hermione mientras se dirigía a la mesa del comedor.
-Un placer- se dijo a sí mismo Harry mientras seguía a Hermione a la mesa.
-Espero que te guste el spaghetti y la carne Harry- dijo la señora Granger mientras le servía a Harry una ración moderada de ambas cosas.
-Por supuesto.- contestó Harry, feliz de probar algo bueno y decente después de lo que llevaba del verano con los Dursley. El resto de la comida estuvo muy callada y cuando Harry hubo terminado, se dispuso a levantar sus trastes pero la señora Granger se lo impidió.
-No cariño, que amable, pero tú eres el invitado en esta casa. Allá arribas esta el cuarto en donde te vas a quedar. Hermy, ¿podrías enseñárselo por favor?-
-Claro mamá. Sígueme Harry- respondió Hermione mientras le hacía un ademán de que la siguiera hacia las escaleras. Harry la obedeció y la siguió. La planta alta tenía una sala de estar y en las paredes había distintas puertas. Harry siguió a Hermione a una puerta a la derecha. Entraron y la recamara se veía muy acogedora y amplia. Tenía un tocador, dos mesitas de noche, una cama matrimonial, una ventana con vista hacia la calle, una televisión, un teléfono, un closet con puertas y un baño. Harry se sentó en la cama que era muy acogedora. Hermione agarró una silla que estaba junto al tocador, la puso enfrente de la cama y se sentó.
-Y bien, ¿cómo te ha ido en lo que lleva del verano?- preguntó Hermione.
-Pues… más o menos, después de lo de la muerte de Sirius no puedo dormir tan tranquilo sin antes pensar que lo pude haber evitado, pero no quiero hablar de eso ahora, será en otra ocasión.- respondió Harry sinceramente- Háblame de ti, veo que te ha sentado bien el verano.-
-¿Por qué lo dices Harry?-preguntó Hermione sospechando un poco.
-¿Cómo de que por qué? ¡¡Estas hecha un cuerazo!- dijo Harry, desconcertándose un poco de haberlo dicho tan suelto.
-Gracias Harry.- respondió Hermione sonrojándose- Tú también haz mejorado.- remató Hermione sonrojándose más que el cabello de cualquier Weasley.
-Gracias- respondió Harry sonrojándose un poco también- Supongo que Hedwig se quedo aquí, ¿no es así?-
-Sí, esta fuera. Un poco de aire no le sentaría mal.- dijo Hermione recuperando su tonalidad de piel, esa piel que Harry notó que debía estar suave y tersa. Esa cara que hacía que Harry olvidara que estaba en la Tierra y que……
-No puedo esperar a que lleguen los resultados de los T.I.MO.S.- interrumpió Hermione al ver que Harry estaba embobado con… ¿ella?
-Sí, yo tampoco.- respondió Harry volviendo a la Tierra. Hermione soltó una risita nerviosa. Hubo un instante de incómodo silencio pero que muy dentro de cada quien querían que durara mucho para poder observarse mutuamente.
-Y…-dijeron al unísono y rompieron a reír forjadamente.
-Me cayeron muy bien tus papás, son muy buena onda- dijo Harry para romper el silencio.
-Gracias, y ¿ya no haz tenido sueños de Voldemort?- agregó Hermione.
-Pues no, ya…. –Harry sabía que estaba mintiendo, ya no podía mentir más, después de lo sucedido el año pasado, menos- la verdad es que he tenido uno nada más.-
-Pero es uno Harry, ¿seguías siendo Vo-Voldemort?-dijo Hermione
-No, esta vez ya no pero…- y Harry le contó lo que había visto antes de que llegaran por él.
-¿Cuál será su plan esta vez?- preguntó Hermione como si fuera a encontrar la respuesta en el techo.
-No lo sé pero me aplicaré más en Oclumancia esta vez.- dijo Harry muy convencido de sí mismo.
-Que bueno. Ehm………, pues….- dijo Hermione tratando de iniciar conversación una vez más. Harry sentía un cosquilleo en su estomago y sentía un gran impulso de correr hacia ella y besarla. Harry se levantó de la cama, Hermione lo imitó. Debían estar tan solo a unos cuantos pasos de cada quien. Ambos se acercaron como hipnotizados. Harry agarró su cuello dulcemente y Hermione lo abrazo por el cuello. Los dos no respondían a ningún ruido exterior, tan solo respondían a lo que su corazón les decía. Podían escuchar y sentir la respiración del otro, estaban a tan solo un palmo de sus labios……
-¡¡Hermione! Bajen por favor.- interrumpió la señora Granger.
Hermione susurró una grosería y dijo – ¿Te urge mamá?-
-Si hija, bajen ya por favor.- respondió la señora Granger a lo que Hermione hizo una mueca. Harry y Hermione de pronto se dieron cuenta de que estaban abrazados muy cerca uno del otro y se separaron instantáneamente. Ambos se miraron perplejos y asombrados de lo que habían hecho aun que no hubieran llegado a darse un beso.
-Bueno… vamos, ¿no?- dijo Hermione sin dejar de ver a los ojos de Harry
-Después de ti- respondió Harry sin dejar de ver tampoco a los ojos de Hermione
-Perdón por…- dijeron al unísono
-Me deje llevar, fue un impulso, perdón…- decía Hermione mientras que Harry le puso su dedo índice en los labios y le decía:
-Vamos abajo y después me dices, ¿vale?- y bajaron a ver cual era la razón por la cual la señora Granger interrumpió un momento tan preciado.
-Tienen visita- dijo la señora Granger al ver que los dos estaban al pié de la escalera. En la sala estaban Lupin y el profesor Dumbledore sentados tomando café con los señores Granger. El profesor Lupin traía la túnica un poco raída y su cara denotaba unas cuantas pequeñas cicatrices. El profesor Dumbledore estaba como siempre pero traía un leve aire de cansancio.
-Hola Harry, Hermione- saludó el profesor Dumbledore
-Buenas tardes profesor Dumbledore, profesor Lupin –dijo Harry.
-Estábamos hablando de que tal vez les gustaría a ustedes venir a Griummauld Place la última semana de vacaciones.- dijo el profesor Dumbledore
-Por supuesto- exclamó Hermione exaltada.
-Ehm… creo que…- Harry no quería volver a Grimmauld Place, a esa casa llena de recuerdos de Sirius, pero debía afrontarlo, tenía que hacerlo.- si, iré.- finalizó Harry
-Perfecto, bueno, tengo todavía varios asuntos que terminar en el colegio, lechuzas que enviar con resultados que esperan ansiosamente los alumnos- y volteo a ver a Hermione- debo decir que varias personas me sorprendieron, sacaron mejores notas de las que yo me esperaba- y volteo a ver a Harry.- así que me retiro. Gracias por el café señora Granger. Hasta luego.-
- Gracias por todo señores. Permiso.- dijo Lupin.
-De nada, cuando quieran. Hasta luego- dijo la señora Granger y dicho esto, ambos profesores desaparecieron.