Capítulo 9

Peter Pettigrew estaba tirado y amarrado por una fuertes y grandes cuerdas. Harry se dio cuenta que había hecho magia, la que se iba a armar con el Ministerio y su ley para moderar el uso de magia en menores. Pero eso no importaba en esos momentos. Ahí estaba Colagusano tirado y tembloroso.
-Pet...- dijo Tonks pero Bill le tapó la boca. Nadie hablaba y la gente pasaba sin darse cuenta que el culpable de la muerte de los Potter estaba ahí. Bill agarró la mascara y se la puso a Colagusano.
-No hay que llamar la atención. Fleur, Tonks, vamos a llevarlo al Ministerio, queda cerca de aquí. Fred, George, vallan allá, dejen a Harry, Ron. Hermione y Julien. Avísenle a mamá, Kingsely y demás y que ellos le digan a Dumbledore que venga al Ministerio. Rápido.- dijo Bill y los gemelos los guiaron hacia donde estaba el translador que los iba a llevar a Grimmauld. Harry seguía sin creerse lo que hizo y a quien lo hizo. ¿Por qué lo venía siguiendo? Quería saber que pasaba.
-Fred, quiero ayudar a Bill. Déjenme ir.- dijo Harry mientras todos estaban ya tocando el translador.
-No.- respondieron al unísono y con un tono que hacía que te arrepintieras de todos tus pecados. Todos estaban estupefactos. Nadie hablaba ni hacía nada. Llegaron al parque y rápidamente fueron al Cuartel. La señora Weasley estaba en la puerta.
-Ya llegaron. ¿Qué tal les fue?- dijo alegremente pero al ver la cara de todos y contarlos mentalmente dijo –¿Dónde están Bill, Fleur y Tonks?
Fred y George le explicaron rápidamente lo que había pasado y las instrucciones que les había dado Bill.
-¡Dios mío! Ahorita les digo a todos y le aviso a Dumbledore.- dijo precipitadamente la señora Weasley y se fue corriendo escaleras arriba. Todos se sentaron y miraban a Harry de reojo, al parecer Remus le había contado ya a Harry lo de la traición de Peter puesto que ella miraba a Harry como nadie nunca lo había hecho, con una compasión y comprensión infinita. Harry no se sentía bien con todas las miradas sobre él y escuchando a la Orden de aquí para allá así que se levantó y se dirigió al cuarto. No se preocupó de cambiarse la ropa ni nada, tan solo se acostó y trató de despejar su mente. Ron subió unos dos minutos después.
-¿Harry? Sé que estás despierto. ¿Harry?- pero él no respondió, no quería verse vulnerable. El sentimiento que se había disminuido en esos momentos estaba renaciendo con toda su intensidad. El odio hacia Peter subía mientras más pensara en él. Por su culpa no tenía padres, por su culpa culparon a su padrino sin razones, por su culpa Sirius estaba muerto, por su culpa su vida había sido así, TODO POR SU CULPA. Harry sentía que sí no los hubiera traicionado Colagusano, en esos momentos tendría unos padres.

Peter Pettigrew vivo.

El día de ayer unos aurores llevaron al Ministerio al mismísimo Peter Pettigrew, al que todos pensaban muerto siendo asesinado por Black y teniendo como testigos a varios muggles. Grande fue nuestra sorpresa al ver que traía la Marca Tenebrosa tatuada en su brazo y estaba tan asustado que no quería dar declaraciones y pedía urgentemente hablar con Albus Dumbledore, actual director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Esto pone en duda la repentina decisión ya hace años del señor Barty Crouch de mandar a Sirius Black sin una previo juicio y la decisión del actual Ministro de Magia, Cornelius Fudge, de seguir el camino del señor Crouch y dar permiso a los dementores de besarlo cuando se hubo escapado de la prisión Azkaban. El día de hoy por la mañana se efectuará un juicio pero sin estar presente Sirius Black, ya que sigue profugo de la justicia. Le tendremos informado cualquier noticia acerca de este juicio en el que se tratará la muerte de los grandes aurores Lily y James Potter, la fuga de Sirius Black y se tratará toda la información posible que den los testigos.

Rita Skeeter.

Harry le pasó el periódico a Hermione que se lo había prestado. Hasta que se daban cuenta de que Sirius era realmente inocente. Por fin Colagusano iba a ir a Azkaban. Por fin Sirius iba a ser libre... sí tan solo estuviera vivo.
-Harry, todo va ir bien y... Sirius por fin será libre...- dijo Ron con un dejo de tristeza.
-¿Ya de que me va a servir Ron?... esta muerto Ron... ¡esta muerto!- gritó Harry a lo que todos en la mesa se quedaron callados y lo vieron con una gran tristeza y pena. Harry no quería verse así, no quería verse débil así que se levantó de la silla y se dirigió al cuarto donde descansaba Buckbeak. Hizo una inclinación, a lo que Buckbeak dobló sus nudosas rodillas alegremente, Harry se sentó en el piso, recargándose en la pared y el hipógrifo recargó su pesada cabeza sobre las piernas de Harry. No quería pensar en nada, tan solo quería... quería salir de ese mundo cruel en donde Sirius estaba muerto y quería regresar a ese día en tercero en donde se dio cuenta de toda la verdad, a esa Casa de los Gritos en donde su vida dio uno de los giros más grandes, a esa media hora de felicidad en la que pensó que dejaría a los Dursley para siempre, al último día que vio a Sirius. Pero no, por más que lo intentaba no podía, tan solo al recordar esos momentos de felicidad se le hacía un gran nudo en la garganta y gruesas lágrimas luchaban por salir. NADIE entendía lo que era su vida, no tener padres, ni siquiera algún familiar más que los idiotas de los Dursley, que su padrino, lo más parecido a un padre, haya muerto por su culpa... por SU culpa. Estar marcado por una cicatriz, tener el futuro del mundo mágico en tus manos, que todos te volteen a ver como sí fueras animal de circo y griten a todo pulmón: "¡Miren es Harry Potter!". Nadie entendía eso... nadie.
-Dumbledore quiere hablar contigo, te espera allá abajo.- dijo una voz que Harry ya conocía. Era Julien que estaba recargada en el marco de la puerta abierta. ¿A qué hora había entrado ella? No la escucho cuando subió las escaleras y abría la puerta pero no importaba tanto en esos momentos. Harry pasó por su lado y bajó, ahí estaba el profesor Dumbledore como siempre, con su cara alegre y tranquila aun que un poco cansada, sus ojos azules que brillaban debajo de sus lentes de media luna.
-Buenas Harry, no tengo mucho tiempo así que vayamos al grano. Ya me contó Bill Weasley lo que pasó el día de ayer con Peter, debo decir que debías de utilizar magia, y tú lo sabes pero como este fue un caso especial Fudge esta de acuerdo conmigo en que no merecer un castigo pero si una advertencia.- Harry se sintió aliviado pero no del todo. –Y el día de mañana se hará el juicio de Peter así que quería saber sí tu puedes venir para presentarte de testigo y defensa también de la inocencia de Sirius.- dijo Dumbledore con toda la calma que lo caracterizaba.
-Iré, pero ya no va a servir de nada... Sirius esta muerto y ya no hay nada que lo regrese.- dijo Harry con tristeza pero se sorprendió al ver que Dumbledore esbozaba una sonrisa grande y parecía contento.
-Nunca juzgues lo que tus ojos ven Harry. Este no es el mundo muggle, hay varias cosas que nos diferencian de ellos. Hasta luego Harry.- termino Dumbledore y se fue dejando a Harry más confundido de lo que estaba. ¿Qué quería decir eso? Harry regresó al cuarto de Buckbeak y vió que Julien estaba acariciando a Buckbeak.
-Cierra la puerta después de entrar- dijo Julien sin voltear a ver a Harry. Él siguió sus "instrucciones" y por fin ella lo volteaba a ver.
-Yo si te entiendo Harry.- dijo viéndolo con esos ojos que tranquilizaban hasta la más fiera de las bestias.
-Tú no me... espera un momento, ¿cómo es que sabes lo que estaba yo pensando?- preguntó Harry, no era posible que Julien supiera Legeremancia. Aparte no la había escuchado decir nada ni nada.
-No preguntes... solo... adivine.- dijo ella aunque se notaba que estaba mintiendo por que se puso un poco nerviosa y volteó sus ojos al hipógrifo. –Mi padre me contó ya toda la historia de la traición de Peter y todo y tengo que decirte que lo siento mucho.- volteó a verlo otra vez y pareciera que se estaba concentrando mucho ya que entrecerró los ojos, os volvió a abrir y dijo: -Sirius esta bien, dice que te cuides y que des testimonio de su inocencia, que te lo agradecerá mucho y que... te verá, no pronto pero te verá.- terminó Julien con una ligera sonrisa en la cara.
-Pero... pero ¿cómo es qué pudiste? ¿Cómo hiciste...?- preguntaba Harry perplejo sin encontrar las palabras correctas. ¿Julien le había dado un mensaje desde el más allá o qué?
-No preguntes... tan solo adivina- dijo Julien simplemente y salió todavía con esa ligera sonrisa y acomodandose su cabello negro ondulado. Aunque Harry estaba estupefacto por el mensaje de Sirius a través de Julien, se dio cuenta que el cabello de ella no era chino como el de Hermione, si o tan solo ondulado, una combinación de lacio con chino al parecer. Pero... ¿cómo pudo ella leer sus pensamientos y después decirle cómo estaba en esos momentos Sirius?