Capítulo 11:

Después de dos días de aquel viernes, una chica de 17 años regresaba al colegio Hogwarts de Magia y Hechicería sentada en un vagón de tren sola, pero feliz. Recordando todo lo vivido ese fin de semana, las penas y alegrías y sacó su diario para escribir, ya que no había tenido tiempo de hacerlo anteriormente.

Sólo se escuchaba los ruidos del tren a doblar un poco en las vías y de vez en cuando se escuchaba el hojear de algunas revistas que la chica veía en su compartimiento del vagón.

" Querido Diario:

Tengo tantas cosas que contarte, estos días en Londres han sido los mejores de toda mi vida, pero creo que partiré diciéndote las cosas en orden y calmadamente...

Cuando me fui el viernes le dije al oído a Ron: "Ojalá que tú me extrañes, porque yo lo haré...". ¡Hubieras visto como se puso de rojo!, pero esbozó una sonrisa en su rostro. No me voy a resignar a perderlo, tengo la certeza que yo de verdad le gusto y si tengo que pelear por él, así será, así que si Luna o cualquier fastidiosa chica quiere pelea ¡Aquí estoy para dársela!

Al llegar en la tarde a Londres, me encontré con mi primo Justin esperándome. Vieras que está tan lindo, juro que si no fuera mi primo le pido que salga un día conmigo. El punto es que se alegró de verme y me contó los detalles de cómo falleció la abuela.

También de que se apenaba de que mis padres no hayan podido ir a buscarme, pero eso no importa, porque a lo que me enteré después es una gran noticia.

Llegué a la casa de mis tíos, todos me saludaron algo tristes, ya que a ellos les afectó aún más la muerte de la abuela, pues vivía en aquella casa con ellos. Dejé mis cosas en la habitación de mi prima Fionna, que tiene unos 13 años y bajé para estar más con mi familia.

El sábado fue el funeral. Mis padres llegaron temprano a recogerme como a las 8 de la mañana y me fui a mi casa.

Al llegar a mi casa me sentí muy feliz, abrí la puerta de mi habitación que comúnmente desde septiembre hasta junio estaban cerradas y ahora lo estaban. Mis padres estaban tristes por no haberme ido a recibir en mi llegada y por la poca comunicación que tuvimos, pero estaban muy ocupados trabajando.

Me cambié y fui al funeral. Al ver a mi abuela allí adentro, con sus ojos cerrados y en su rostro no se veía sufrimiento, si no todo lo contrario, se veía paz y parecía que estaba soñando eternamente, comencé a llorar, por haber perdido a mi querida abuelita, la que siempre me apoyó al ir a Hogwarts, la que leía cuentos en las noches cuando era pequeña, la que me defendía de mis primos cuando me querían matar por haberles roto algo, su ayuda incondicional...

Después de aquellos momentos en el funeral, en donde reflexioné el valor de la vida y de la familia, me di cuenta que soy afortunada al no haber muerto con Lord Voldemort el año pasado, tengo mucha suerte de haber quedado viva y que mis amigos también.

El sábado en la tarde fui con Justin y Fionna a ver una película al cine, cuando comprábamos las entradas me encontré con Josh Hilton, amigo que tenía en la primaria antes de irme a Hogwarts, y nos saludamos.

Conversamos unos minutos y te cuento que está tan bonito...Hace tiempo que no nos veíamos y creo que me faltaba ver a alguien de mis antiguos compañeros y cuando nos fuimos me dijo: "Creo que ahora estás más guapa que antes, espero que nos veamos otro día..." Ay...(suspiro) ojalá me quedará una semana completa en Londres para ir a tomar un helado con él y ver a mis otros compañeros, en fin...

Continuando con lo de ir a ver una película lo pasé muy bien y cuando Fionna fue al baño y me quedé a solas con Justin. Empezamos a hablar hasta que le saqué información valiosa¡Le gusta Lavander! Con esto Lavander se va a morir y cuando lo vea van a poder salir juntos...Increíble¿no? Nunca pensé que mi primito se guardaba eso.

Hoy domingo fuimos al centro comercial (Justin, Fionna y yo) y lo pasamos genial. Compré libros, ropa, productos para mi cabello, una mochila nueva, ya que la mía era una completa indecencia y tomamos un helado.

Y después de eso fui a un almuerzo familiar con mis tíos, mis padres y mis primos. Lo pasé bien y estaban contentos de volver a verme, pero sólo muy pocos sabían que yo voy a Hogwarts, porque los demás creen que voy a un internado en Liverpool por la falta de tiempo de mis padres y por la buena educación que dan.

Así después de una grata conversación familiar, mis padres me vinieron a dejar a la estación King Cross felices por verme y esperando que me vaya bien en el colegio, además que a Fionna le prometí traerle unas golosinas de HoneyDukes y a Justin que iba a ver que podía hacer para conseguirle una cita con Lavander, lo que no va a ser ninguna misión imposible.

Y ahora me encuentro viajando a Hogwarts. Espero que a Harry le haya ido bien con Josephine y no haya hecho el ridículo como lo hizo en quinto cuando salió con Cho o en sexto cuando volvió a salir con ella y toda la cita culminó en que Harry quedará con una hermosa cachetada estampada en la cara y carne en el cabello. También que Ginny esté cuidándose de su club de admiradores, pues todos los chicos de Hogwarts la persiguen para salir con ella y que Ron...que Ron no se haya metido con Luna, que me esté extrañando (más le vale, si no se las verá conmigo)" y el tren se detuvo haciendo notar a Hermione que ya había llegado y solo tenía que llegar a tomar el carruaje que la esperaba en Hogsmedade para llegar a su colegio a volver a tener su vida común, bueno...ser bruja no era muy común, y ver a sus amigos.

Mientras tanto en el castillo de Hogwarts un chico de cabello negro, alto, de ojos verdes y lentes peleaba en plena sala común con una pelirroja de ojos castaños.

- ¡Estás celoso que tengo un club de admiradores y tú no Harry Potter! – le gritó la chica ya con la cara roja de tanta rabia que tenía por la discusión que era aún más estúpida que las de Hermione y Ron.

- ¿Celoso¡Jamás! Sólo que me arruinaste mi cita con Josephine – le contestó el chico a su vez.

- ¿Por qué lo haría¡No tengo ninguna razón!

La sala común estaba vacía pues todos los alumnos disfrutaban de los últimos días soleados antes de que llegara el otoño y Ron estaba sentado en primera fila viendo por primera vez una discusión tan interesante como esta. Su mirada pasaba de su hermana a su amigo, de su hermana a su amigo y así sucesivamente mientras sus caras se ponían cada vez más rojas y estaban a punto de sacar sus varitas para pelear.

- Tienes muchas razones...Apuesto que todavía te gusto ¿verdad? – preguntó enojadísimo Harry.

- No me hagas reír – dijo Ginny colocando sus manos en sus caderas – Para tu información ya no me gustas. Me gustaste, pero como nunca signifiqué nada para ti, el amor hacía ti se me pasó en 5°, además ¡te odio! Y no se porqué discutimos de esta manera.

- ¡Mientes! Y jamás me odiarías y todo esto empezó cuando estaba en el lago con Josephine y... – ahí comenzó a narrar brevemente la historia Harry (n/a: adelante contaré todo lo sucedido entre Harry y Ginny, ya q creo q quieren saber q les pasa a Hermy y Ron en este capitulo...).

Ron ya cansado de oír sus gritos y ya la trillada historia de Harry, además era tan romántica que ya le daba asco oírla por segunda vez, se levantó de su asiento y se fue a pasear por el castillo.

Mientras caminaba pensaba en que de esa forma tan estúpida se veían él y Hermione al discutir, por esas cosas insignificantes y de una forma tan boba; vio su reloj y se dio cuenta que a esa hora Hermione ya estaría llegando al castillo. Se dirigió como un rayo a las puertas de roble del castillo para recibir a la persona quien más quería en este mundo.

Pero con la desagradable sorpresa que se llevó en cuanto vio a Hermione...¡Hermione y Draco Malfoy estaba dándose un beso!


Notas de la autora: Hola!! Bien, el final tiene una razón y la explicaré en el capítulo 12¿vale? No haría q Draco se besara con Hermy porq sí, aunq ya saben q Hermy lo hace por la apuesta...Y...rayos! Pronto sabrán como reaccionará al día siguiente nuestro Ron...y debo decir q me encantó arruinar la cita d Harry!

Bien, agregaré pronto el capítulo 12. Déjenme su review por favor y muchas gracias a los q he recibido hasta el momento.

Besitos,

Sirenita