Capítulo 24:
Había pasado una semana, en la que el pelo de Snape había vuelto a la normalidad y todos los de séptimo año estaban llenos de exámenes. En esos días no habían podido ver a Ginny, ya que de verdad estaban estudiando y Hermione estaba muy ocupada para aprovechar de pasar unos minutos con sus amigos y sólo en clases conseguían ver a la castaña. Harry ya había ido dos veces a la enfermería por estrés (n/a: eso es un total milagro!) y Ron una vez por lo mismo(n/a: q habrá hecho Merlín para q eso ocurra? O.o?).
Se sentía cada vez mucho más frío y las navidades se acercaban, haciendo que muchos tomaran ánimos para los últimos exámenes del semestre y poder descansar.
-¡Terminamos! – gritó Ron saltando de alegría en la sala común y comenzando a bailar.
-Ron... – dijo Harry – Es genial que hayamos terminado esta condena insufrible de exámenes, pero no bailes así, pareces un gorila salvaje muerto de hambre – Ron dejó de moverse y vio la cara de su amigo una gran sonrisa.
El agujero se abrió y entró Hermione. Miró a sus amigos y les sonrió luego se tiró en un sillón y cerró los ojos. Los dos muchachos sonrieron. La castaña aún con los ojos gritó:
-¡Terminé!... ¡Sí! - y se calmó para poder ir donde estaban sus amigos.
-Hubieras visto a Ron celebrar, parecía un gorila salvaje muerto de hambre – dijo Harry – no como tu celebración civilizada.
-¡Cómo King-Kong! – Harry y Hermione se echaron a reír y Ron arqueó una ceja – Lo siento...algo muggle.
Eso era algo que a Ron le molestaba. Muchas veces Harry o Hermione decían algo relacionad con los muggles y ellos se reían y él no entendía nada. Se sentía apartado en cierto sentido.
Siguieron conversando y luego se fueron a dormir.
oooooooooo
"Querido Diario: 12 de diciembre
Ha pasado un mes aproximadamente desde que peleé con Gin. Con los exámenes me he podido distraer, pero ya que terminaron hace tres emanas no he podido dejar de sentirme tan mal como aquella noche.
Estaba en la biblioteca, sentí ruidos extraños y al ver quienes eran me encuentro con la hermosa sorpresa que eran Ginny y Draco besándose. De la impresión grité y ellos se dieron vuelta. Gin me miró con una cara de espanto, nerviosismo y sorpresa mientras Draco sólo sonreía de forma maliciosa, tan hipócritamente como él sabe hacerlo.
Me enojé y luego en la noche estaba peleando con Ginny, me dijo que si para mí la amistad era sólo contarse secretos y chismes entonces a ella no le servían ese tipo. De verdad me hirió con esas palabras, para mí la amistad es más que eso...
Creo que la amistad es confiar a alguien tus secretos, tener un hombro en donde llorar, con quien reír, con quien divertirte, con quien estudiar, con quien puedes conocer muchas más cosas y alguien que te aporte muchas cosas a tu vida. Todo eso lo he encontrado en Harry, Ron (aunque ya sabes que él es algo más) y Gin.
¿Qué haré? Siento que ella es la que me debe una disculpa por haberme dicho eso, pero fui yo la que armé tal escándalo por verla de esa forma con Malfoy.
Siempre he pensado que la amistad te hace sufrir y tener alegrías, pasar buenos y malos momentos y sobre todo: Deja huellas en tu vida. Huellas que hacen que cada vez que pienso que tengo amigos hagan que me sienta feliz de estar rodeada de tan bellas personas y que los quiero mucho.
No sé que haría sin ellos, creo que sería la misma amargada y malcriada niña de once años que llegó a Hogwarts, pero en estos momentos creo que necesito mucho a Ginny...la extraño." puso punto final, cerró el diario y se fue a tomar desayuno.
Cuando atravesó la puerta se encontró con Harry y Ron sentados como de costumbre conversando y a Ginny al lado de ellos. Hermione suspiró y se acercó, saludó a los muchachos y se sentó delante de Gin y al lado de Ron. Todo estaba en completo silencio, ninguno quería hablar de nada, el ambiente era muy tenso y si uno de los muchachos decía una broma no iba ser muy agradable la reacción de las chicas.
-Siento hacer eso – se disculpó Ginny y sacó su varita – Odio pedir las cosas de esta forma, pero si no hablamos Hermione te juró que vas a ver como dejaré tus orejas – apuntando a la chica d cabellos castaños mientras los muchachos miraron asustados a Ginny.
Ella tenía las orejas rojas y esa era una muy mala señal para todo el que se enfrente a un miembro de la familia Weasley.
-Te portas como una Slytherin – le dijo Hermione tranquilamente – Jamás creí que me amenazarías de esa forma...
-Yo tampoco, pero creo que hay algunas cosas que explicar amiga mía.
-No somos amigas así que cuida tus palabras – los dos jóvenes disfrutaban estar en asientos de primera fila para este partido de palabras - ¿Qué pasaría si me niego?
-Vas a tener una orejas rosadas de conejo... – respondió amenazadoramente la pelirroja.
-Bien, si lo haces te las verás conmigo Ginevra Weasley, ya sabes todos los medios que tengo para hacerte perder tu reputación – esta vez los dos chicos quedaron impresionados por las palabras de Hermione que parecía que Malfoy le había enseñado a usar ese tono de voz.
-Lo sé, sé con quien me meto. Golpe bajo Hermione...Bien¿hablaremos? – preguntó impaciente la muchacha.
-Vale, si intentas algo vas a ver lo que te haré niñita – y las dos se pusieron de pie y se fueron lentamente hasta llegar a la puerta y doblaron.
Ron y Harry se miraron confundidos. Prefirieron no hacer ninguna pregunta y continuaron engullendo.
Ya eran las tres de la tarde y las dos muchachas no aparecían. Los dos jóvenes se estaban preocupando y ya estaban apostando a que se debía a dos razones: Ginny está enterrando el cuerpo de Hermione en el cementerio o Hermione estaba matando a Ginny, pero cuando se abrió el retrato entraron las dos muertas de la risa y conversando animadamente, haciendo que los dos se relajaran muchísimo y que esa indiferencia de semanas haya acabado por fin.
-Bien, hemos vuelto a ser amigas... – dijo Ginny feliz.
-Nunca hemos sido amigas... – le repuso la casta y los tres jóvenes miraron sorprendidos a la chica - Siempre hemos sido hermanas – y volvieron a reír.
-Me alegro por ustedes... – dijo sinceramente Ron.
Siguieron conversando hasta que Ron puso un semblante serio y dejó de reírse. Los demás miraron confundidos al muchacho y dejaron de reírse para saber que había pasado.
-Debo comentarles algo...Terminé con Luna – dijo y todos sonrieron en especial Hermione.
-¿Por qué? – preguntó la pelirroja al ver que sería extraño que Hermione preguntara visiblemente feliz.
-Bueno, no nos veíamos mucho y a cada uno nos gusta una persona diferente – dijo y se sonrojó al decir eso.
-¡Aja! Picarón Ronald Weasley – le dijo Harry entre risas con Ginny.
Hermione de verdad estaba muy feliz. Ahora podría tener a Ron sólo para ella y algo le decía que era ella de quien estaba enamorado. Pero decidió unirse a las risas de sus amigos y también Ron. Ron miró a Hermione y él a ella, con esas miradas prenetantes que se dieron los dos se dijeron varias cosas, transmitiendo de verdad la felicidad y cariño que se tenían mutuamente.
oooooooooo
Llegó la navidad, muchos de los estudiantes se fueron a sus casas a pasar las festividades y como era costumbre, Ron, Harry y Ginny se quedaron en el castillo, porque la familia Weasley iba a viajar a Egipto y no podían llevar a Harry así que los dos hermanos se quedaron acompañando al amigo. Hermione se había ido a su casa, Ron se había puesto muy triste, pero Hermione lo animó con que no se iría de por vida y que volvería a la semana.
No habían hecho nada muy fuera de lo normal, no podían ni jugar Quiddittch por la nieve que caía afuera y sólo podían estar dentro del castillo. Pero a pesar de esas limitaciones no se las pasaban tan mal, gracias al mapa de Harry iban algunas veces al pueblo en busca de golosinas, cervezas de mantequillas y aprovecharon para comprar regalos de navidad, además que iban a la cabaña de Hagrid, quien estaba bastante contento que por fin los desconsiderados lo hubieran ido a ver.
Llegó el 25 de diciembre y los tres muchachos ya se encontraban abriendo los regalos. Parecían unos niños pequeños de lo emocionados que estaban, hasta Ginny los retó de que como era posible que a los 17 años que tenían se seguían comportando de tal forma. Los dos se avergonzaron y siguieron abriendo los regalos de una forma civilizada y adecuada para su edad.
-¿Qué digo?...¡Viva Navidad! – gritó Ginny y se abalanzó a romper los envoltorios de los regalos.
-¡Tramposa! – gritó Ron.
Harry recibió un suéter de los señores Weasley, una caja para guardar sus lentes de parte Ron, una nueva túnica de parte de Remus Lupin, un juego de pelotas de Quiddittch de parte de la Orden completa, un nuevo reloj despertador de Hagrid y...
-Ese regalo es de parte mía y Hermy – dijo Ginny cuando tomó una caja envuelta en papel dorado.
-Bien...Veamos qué es – y la abrió cuidadosamente.
Era un álbum negro en que cada página había una foto de cada uno de sus amigos (Ron, Hermy y Gin) con una dedicatoria y otras fotos pequeñas en donde aparecía la personas con Harry. Harry sonrió ampliamente, era de verdad un detalle muy lindo de su parte.
-Gracias por haberse preocupado – sonrió a sus amigos – De verdad es...hermoso.
-Se le ocurrió a Gin y a Hermy – dijo Ron dándole los créditos a las chicas.
-Muchas gracias... – le dijo Harry a Ginny y la abrazó.
-De nada – respondió levemente sonrojada.
Ginny recibió una falda color rojo de parte de sus padres, un collar de parte de Ron, una nueva mochila de Harry, un set de plumas de parte de la Orden, unos pases gratis para ir a HoneyDukes de parte de Hermy y un libro con todas las criaturas de parte de Hagrid y Remus Lupin.
-Gracias por el collar hermanito y a ti por la mochila, de verdad la necesitaba – dijo Gin sonriendo al chico de pelo negro revuelto.
Ron recibió un suéter, artículos para el pelo de parte de su hermana, una...¡escoba nueva! de parte de la Orden (- Una Nimbus 2000 – dijo casi sin palabras el emocionado Ron), unos guantes de guardián de piel de dragón de parte de Hagrid, una caja para guardar su varita de parte de Remus y...nada más.
-¿Seguros que no hay un regalo por allí sin abrir? – preguntó Ron enojado.
-No... ¿Por qué? – preguntó su hermana revisando el set de plumas.
-Porque no hay un regalo de Hermione para mí... – respondió casi sin aliento el joven y subió a su cuarto.
-No puede ser...Debió haber sido un error¿cómo puede ser que ella no le regalara nada? – preguntó Harry incrédulo sentándose al lado de la pelirroja.
-Si le mando algo...sólo que esta noche recibirá el regalo – contestó la pelirroja maliciosamente.
-¿Cómo sabes?...Ok¿qué hará Hermy? – preguntó al ver la cara de la chica.
-No te voy a decir, sólo debo decirte que tendrás que estar todo el día en tu habitación o conmigo, pero en ningún otro lugar...Ya que no sé donde hará la aparición la espectacular Hermione Granger – dijo y se rió.
El resto del día fue...no muy entretenido. Ron se la pasó encerrado y furioso, o sea Hermione no se había dignado a mandarle siquiera una rana de chocolate, tampoco una carta...Fui millones de veces a la lechucería a ver si había una carta para él y estaba que ahorcaba a Pig y sus otros dos amigos veían divertidos los berrinches del pelirrojo que ni se imaginaba lo que le esperaría...
Ron estaba escribiendo un pergamino puras atrocidades en contra de Hermione; eran las doce de la noche y sus amigos estaban en sus dormitorios durmiendo. Dejó de escribir esas cosas, guardó su pluma, se levantó y...
Allí estaba ella, parada frente a él cerca del árbol de navidad en la sala común. Con una sonrisa y un vestido blanco que la hacía parecerse a un ángel y su pelo ondulado cayendo por su espalda. Ron cerró los ojos para ver si eso era un sueño y no...Allí estaba Hermione, Hermione Granger, su amiga, su mejor amiga, la persona a quien más quería, la chica que tenía un buen cuerpo (n/a: ya saben las cosas q a veces piensan los hombres -... y no daré detalles de ese pensamiento), la quien no le mandó ningún regalo...
-¿Qué haces acá? – preguntó Ron cuando por fin pudo articular una palabra acercándose a la chica.
-Vine a verte y a entregarte tu regalo de Navidad...Feliz Navidad – respondió ella.
-Creí que te habías olvidado de tu amigo el pelirrojo¿eh? – los dos sonrieron - pues...mi regalo... – preguntó como un niño pequeño esperando su dulce.
-Ron... – dijo la chica acercándose más al pelirrojo haciendo que este empezara a sentir calor para la época del año en que hacía frío, que extraño – Tú me gustas mucho y lo siento si te he hecho sufrir, de verdad discúlpame... – fue lo único que alcanzó a decir la castaña y bajó su mirada.
"Dios mío...Adiós amistad contigo para siempre...Nunca más podrá volver a verte la cara Ron..." pensó ella nerviosa.
Ron se acercó lentamente a ella y puso su mano en su mentón e hizo que subiera la vista, dejando sus rostros frente a frente.
-Yo también y sinceramente este es el mejor regalo de Navidad que he recibido... – contestó él y acercó sus labios a los de la chica.
Comenzó con un roce de labios, pero se empezó a hacer cada vez más intenso. Era como si todo lo que tenían que decirse lo hacían por el beso. Él puso sus manos a su cintura y la trajo más a si y ella rodeo su cuello con los brazos haciendo que el beso transmitiera todo lo que se decían con miradas.
Mientras ellos dos seguían en el beso, en el cielo pasó una estrella fugaz, como si el destino haya querido que Hermione se atreviera a decirle todo a Ron y darle tan hermoso regalo de Navidad...
Notas de la autora: Hola! Bien, al fin pude agregar este capítulo después de estos días de total estrés con el comienzo del colegio, con ser la presidenta del centro de alumnas y con el maldito computador (ordenador) que se ha descompuesto y tuvimos que mandarlo a arreglar.
Explico este capítulo tan extraño y romántico: Lo escribí en una etapa de mi vida donde me encantaba el romanticismo y el amor a flor de piel, así que discúlpenme si es muy cebollento y todo eso.
En un principio, no quería que Ginny estuviera con Harry ni con nadie. Luego, se me ocurrió que estuviera besándose con Draco para hacerlas pelear con Herms. El asunto, es que en la otra página donde ya lo publiqué me rogaron que Gin quedará con Harry así que lo hice (Esperen entre el capítulo 29 o 30 para ver eso).
Pues, gracias por todos sus reviews y espero que els haya gustado este capítulo, así que mándenme sus opiniones respecto a este fic!
Millones de besos,
Gabita
