Capítulo 31:

Este día de Junio se llevaba a cabo la última visita a Homesgdade y los estudiantes de tercero hasta sexto eran lo que lo disfrutaban al máximo, pero algunos de séptimo no. Muchos compraban trajes de gala para la graduación que se llevaría a cabo ese jueves, antes de partir en el tren para llegar a Londres y no volver a ir al colegio Hogwarts.

Harry y Ron ya habían elegido sus túnicas. Harry una verde esmeralda, muy parecida a la que usó en cuarto, pero como creció esa ya no le quedaba y Ron una azul marino, él podía comprarse una túnica ya que Fred y George tenían mucho éxito en la tienda de bromas.
Pero Hermione y Ginny, ella tenía que comprarse un vestido de gala porque obviamente fue invitada por su estupendo (pero no es mío ...Quiero a Harry!) novio y Hermione es pareja de Ron. Ya habían estado una hora viendo vestidos y vestidos, mientras los dos muchachos estaban que se traían unos sacos de dormir para instalarse a vivir allí.

¿Cómo puede ser que se tarden tanto? – preguntó como por décima vez Ron en cinco minutos apoyando su mentón en la palma de la mano.
- Bueno, creo que deben escoger lo que para ellas sea perfecto – respondió Harry fastidiado.
- ¿Has leído un libro de sicología femenina?
- No, oye, sólo creo que debe ser por eso – replicó Harry haciéndose el ofendido.
- Bien.

En los vestidores...

Bien, déjame ver ese vestido – pidió Ginny saliendo desde su vestidor con un vestido color rojo, escotado, largo y con vuelitos.
- Mira – dijo Hermione saliendo unos segundos después con un vestido color piel hasta las rodillas, strapless y un escote.
- ¡Se te ve bien! – exclamó la pelirroja – Sólo que...Si te agachas un poco, enseñarás demasiado.
- Sí, vamos a ver la opinión de los chicos – opinó la castaña y salieron de los vestidores.

Cuando ellas salieron Harry y Ron tenían la esperanza de que Merlín los había escuchado. Al verlas Ron empezó a notar el cuerpo de Hermione viendo aquellas partes desconocidas para su vista que por supuesto que le gustaban, pero...no iba a permitir que saliera con ese vestido. Harry también comenzó a ver el pronunciado escote de Ginny, pero sintió un codazo de parte de Ron que se dirigió directo a sus costillas que lo miraba con cara de: "Cuidado, ella es mi hermana".

Y bien¿qué opinan? – preguntó la pelirroja dándose una vuelta.
- Pues, se ven bien, pero...¿No crees que ese escote es muy...? – no podía encontrar Harry la palabra adecuada.
- Sí, ya lo había pensado, así que este vestido no lo compraré – rectificó ella sonriendo y sonrió a Harry.
- Ron...Créeme que he notado como me miras – dijo algo malhumorada y ahí fue cuando Ron volvió a la realidad y le sonrió nervioso – Si quieres darme la opinión del vestido te lo agradecería... – Harry y Ginny se rieron de la actitud del pelirrojo.
- Vale...Hermione, quiero que te quites eso ¡ahora! No te voy a dejar salir con ese vestido que no tapa casi nada... – criticó Ron cruzándose de brazos.
- Pero parece que a ti te había gustado mucho – replicó con voz de niña pequeña.

'Por supuesto que me gustó...Merlín, no soy ciego' pensó Ron.

Vale, mejor vayamos a ver otros vestidos – ordenó torciendo los ojos la castaña y volvieron a entrar en los vestidores.

Una hora más tarde...
- ¡Miren! – gritó entre risas Ginny saliendo junto a Hermione de los vestidores.

Harry y Ron se quedaron paralizados. Tenían los ojos como platos de lo abiertos que lo tenían y la quijada parecía mucho más grande que el rostro. Las chicas sólo rieron nuevamente ante la reacción de ellos.

Son...vestidos...de...de...¡novia! – dijo unos segundos después Ron.

¡Así es! – respondió Hermione sonriendo abiertamente.

Las dos andaban con vestidos de novias. Ginny con uno escotado y largo, con una cola y Hermione tenía puesto uno al estilo antiguo con vuelo y cola de tres metros.

Por lo que veo no les ha gustado – comentó Ginny encogiéndose de hombros.
- No es eso...si no que...Bueno...es extraño verlas vestidas de novias, no se van a casar y también se ven...muy bien – contestó Harry tratando de aparentar tranquilidad mientras se levantaba del asiento y abrazó a Ginny.
- Gracias, pero esto era sólo para divertirnos así que nos iremos a quitar los trajes ahora – le dijo la pelirroja sonrojándose.
- Tú eres la novia más hermosa del mundo – comentó Ron besando a Hermione.
- Así me gusta – dijo ella entre risas y se fue junto con Ginny a quitarse los vestidos.

Quince minutos después...

¡Al fin salimos de esa maldita tienda! – gritó contentó Ron mientras caminaban en las calles.
- Oigan, necesitábamos nuestro tiempo para escoger el vestido perfecto – replicó Ginny después de un suspiro.
- Pero ya estábamos pensando en pasar nuestras vacaciones allá – comentó entre risas Harry.
- Que graciosos – criticó entre dientes Hermione.

"Querido Diario:

Ya se está acabando el año escolar, y con él se acaban los años que pasé en este colegio. Todo acabó, todo será diferente, nada volverá a ser igual. Me da mucha pena pensar que no volveré al inicio de septiembre acá y volveré a ver a mis amigos, a estudiar, a divertirme e intentar ser la mejor del mundo, la más reconocida, la más conocida, la más estudiosa...
Han pasado tantas cosas, Ginny y Harry son novios, Voldemort fue derrotado, me hice amigas de Parvati y Lavander y estoy junto a Ron, tantas cosas, tantas emociones vividas en tan sólo dos años, en realidad...siete años, desde que recibí esa carta que decía que era bruja y vendría a estudiar a Hogwarts sabía que nada sería igual y que viviría experiencias increíbles y lo fueron, fueron increíbles e intensas.

Hubieron acontecimientos tristes como cuando Cedric Diggory murió o Sirius cayó bajo el velo hace dos años atrás, pero también algunos llenos de dicha: Cuando Harry descubrió que Sirius era su padrino, mi primer beso o los partidos de Quiddittch ganados, mas cada uno han dejado una huella impresa en mi alma, en mi corazón y creo que ni el paso del tiempo borraran esas marcas.

¿Qué me depara el destino? No lo sé, no quiero preocuparme del futuro. Hay que vivir el día a día, sin pensar en el futuro ni tampoco torturarse con el pasado, porque tenemos que intentar vivir la mayor cantidad de emociones en nuestra vida; tanto como el sufrimiento, la alegría, la dicha, el dolor, la pena, el enojo, la seriedad, la confusión y sobre todo...El amor.

Vivimos para eso, amar y lo mejor de ese sentimiento es cuando sabes que eres amado y empiezo a pensar que eso es cierto. Estoy feliz, amo y soy amada.
Y ahora que salgo del colegio, cierro un capítulo de mi vida, pero se abre otro. No es el fin de esto, sino todo lo contrario, es el comienzo de algo nuevo...".

Eso era lo último que había escrito esa tarde, después de ir al pueblo los cuatro llegaron a Hogwarts y comenzaron a conversar mientras ella escribía en su diario. Luego de que ella se fuera a dormir junto con Ginny y Harry lo esperó algunos minutos para subir, pero como él estaba ocupado con un pergamino para Snape sobre Pociones para que le subiera de alguna forma su calificación.

Cuando ya había terminado, el pelirrojo se percató que las pertenencias de Hermione habían quedado en la mesa y vio como su diario se había quedado abierto como aquella noche en que lo leyó. Nuevamente tuvo ese conflicto de conciencia si entre leerlo o no y al final, como nadie resiste aquella tentación lo leyó.

Finalizó de leer lo que había escrito esa tarde y se dio cuenta de algo...Desde que había estado "saliendo" con ella¡todavía no le pedía que fuera su novia!

'Bien, no es nada serio...En definitiva, somos dos amigos que se dan besos, abrazos y se dicen cosas melosas sin ningún compromiso alguno. O sea, ella puede estar con otro y no tiene sentimiento de culpa, porque no somos nada...Bien' pensó Ron pero una vocecita en su cabeza dijo:

"Deberías saber que así no son las cosas, pídele que sean novios y así siempre tendrás la seguridad que es sólo tuya..."

'¿Sólo mía?...Tienes razón eso haré, le pediré que sea mi novia mañana en la mañana y listo'.
- "Haber, en primer lugar nunca digas que es tuya, eso es MUY posesivo de tu parte Ronald Weasley y segundo, no se lo tienes que pedir como si le pidieras que te prestara el lápiz así como así. Tienes que hacerlo de una forma...especial".

'Vale, pero ¿especial¿Te refieres romántica?'.
- "¡No sé, puede ser de forma romántica o puede ser de una forma chistosa, eso lo tienes que decidir tú..."

'¿Cómo qué podría ser?'.
- "¡Oye! Agradece que te ayudé con tus asuntos amorosos, pero no pienso decirte que debes hacer, además tengo otros asuntos que atender"

'¿Cómo una voz puede tener otros asuntos que atender?...¡Hola¿Estás ahí?...¿Voz!...Se fue' pensó Ron y se sentó en un sillón para ver cuál sería la forma más especial de pedirle que fuera su novia.

Al parecer Merlín lo escuchó, porque se le ocurrió la forma. Corrió a sacar su tintero y pluma y tomó el diario de Hermione. Sabía que corría muchos riesgos al hacerlo de ésta forma, pero al final todo estaría bien.

oooooooooo

Hermione bajaba las escaleras a paso lento, a pesar que había dormido varias horas, por alguna extraña razón tenía mucho sueño. Vio la hora y ya Harry con Ron debían estar en clases de Adivinación y Ginny en Defensa Contra las Artes Oscuras. Como ya habían acabado los exámenes finales de Aritmeticia, ella tenía dos horas completamente libres en la mañana, antes de ir a Encantamientos y en la noche asistir a la última clase de Astronomía.

Se acercó a la ventana junto a los sillones de la sala común. La abrió y sintió como una fresca brisa golpeaba en su rostro. Cerró los ojos y respiró hondo, adoraba esa sensación en las mañanas, la energizaban instante. Se dio vuelta y se encontró con que sus libros se le habían quedado en la mesa. Fue a recogerlos y vio su diario cerrado con un pedazo de pergamino sobre él. Lo tomó con mucha curiosidad y lo leyó:

"Abre tu diario y lee la última página"

Eso era lo que decía y por la letra adivinó que era la de Ron. Pero...Abrir el diario...¡El había leído su diario¡Lo había abierto! Hermione se puso pálida, o sea que si por alguna razón llegó a suceder eso y leyó todo lo que había escrito a lo largo de ese año; él iba a saber todos sus sentimientos y pensamientos.
- ¡RON WEASLEY! – gritó furiosa Hermione arrugando el trozo de pergamino, tanto que ya llegaba a empezar a temblar el castillo con la resonancia de su voz en él.

oooooooooo

Pues, creo que te salió la carta de mala suerte, amigo – respondió sonriendo burlonamente Harry enseñándole la carta con una calavera llena de cuchillos.
- Como si eso fuera posible, no he hecho nada malo... – respondió nerviosamente Ron "Ella querrá matarme en estos instantes".
- ¿Qué?
- Nada, no he dicho nada... – y siguieron con la clase de Adivinación.

oooooooooo

Ella trató de mantener la compostura y tranquilizarse, pero el hecho de que hayan invadido su privacidad hacía que se pusiera histérica.
Tomó su diario y lo abrió.

Quiero que te abras – dijo en voz baja y una pequeña chispita de color morado salió del candado al costado del diario y pudo abrirlo.
Paso de página en página hasta que se detuvo en la última. Allí vio que Ron le había escrito algo con una letra bastante dedicada y la tinta color negro. Ella sólo suspiró cerrando los ojos, por algo debió haber hecho eso, alguna razón ha de tener esto.

Se sentó en su sillón favorito y comenzó a leer las líneas que le escribió el muchacho pelirrojo.

"Hermione:

De seguro estabas con un ataque de: "¡TE ODIO RON!" por haber leído tu diario y debo aceptarlo; sí, lo he leído. Pero ahora tienes que estar más calmada e intentando encontrar una buena razón para que me haya arriesgado a hacer esto y otra buena razón para no fusilarme.
Bien, me gustaría decirte que te quiero mucho. Desde que íbamos en cuarto empecé a darme cuenta que esos celos descontrolados contigo no eran normales y ahí fue cuando caí en la cuenta que mis sentimientos con respecto a ti no eran de amistad, eran algo más especial y profundo, podría decirse que amor.

En quinto después de lo del Departamento de Misterios casi me muero cuando te vi en la enfermería aún inconsciente y el año pasado cuando Voldemort intentó matarte y tuviste esa pequeña batalla yo estaba muy preocupado por ti, este año siempre fue igual, tú no estabas al pendiente de mí.

Pero leí tu diario (Vale, lo leí entero...) y me di cuenta que desde antes tú te sentías atraída hacia mí y todo lo que sentiste por el tema de Luna e hace sentirme bastante culpable. Lo siento mucho, no quería causarte daño, pero cuando uno está enamorado puede cometer muchas locuras¿verdad?

Tal vez no estemos por siempre juntos, tal vez algún día nos separaremos, pero me gustaría que supieras que ahora te amo más que a nada en el mundo, porque nada valgo sin tu amor, nada valgo sin ti.
Bueno, discúlpame por no haber soportado la tentación de leer tu diario, pero no pude evitarlo, fue inevitable.

Un beso enorme y espero que pienses en mí todo el día,
Ron

PD¡Ah! Se me olvidaba...¿Te gustaría ser mi novia hasta que algún día te pida que nos casemos o el rompimiento de nuestra relación nos separe?
PD2: Sé que esa pregunta llegó muy tarde, pero más vale tarde que nunca...
PD3: Nos vemos en la atrde
PD4: Lo siento, en la PD3 quise decir: "tarde"
PD5: Disculpa por tantas posdatas..."

.La castaña estaba derramando una lágrima mientras sonreía de alegría. Eso si que fue muy tierno de su parte, algo raro en Ron, pero como dicen: "El amor cambia a la gente".
Se levantó del sillón y tomó un trozo de pergamino, escribió en él y se atravesó con pasos seguros el agujero de la Dama Gorda.

Caminó hasta la conocida torre de Adivinación y se detuvo en la puerta. Recordó como le había gritado a la profesora por su incompetencia y que eso del ojo interior era lo más ridículo que había escuchado en su vida y se retiró de clases en tercero para nunca más tomar esa materia y se prometió no volver a esa aula, pero lo que se hace por amor...

oooooooooo

Bien niños míos, es así como el arte de la Adivinación se usa también para el comercio... – la profesora Trewlancey estaba hablando, pero fue interrumpida con unos golpecitos de la puerta - ¡Pase!

La puerta se abrió y entró Hermione muy seria y caminó hasta llegar a la profesora con las miradas impresionadas de los estudiantes que pensaron que jamás la volverían a ver allí.

Permiso, profesora. Necesito hablar urgentemente con el señor Weasley – pidió con una de las sonrisas más cínicas, pero creíbles la castaña.
- ¿Podría decirme para qué?
- Por unos problemas que tenemos con la profesora McGonagall y los alumnos de primer año – respondió ésta.
- Está bien – dijo la profesora y se dirigió a Ron – Puede irse, señor Weasley – al decir esto Ron que estaba muy asombrado con la presencia allí de Hermione se levantó y se fue afuera del aula junto con su "amiga".

Cuando salieron Ron estaba de lo más desconcertado con que Hermione haya ido al aula de Adivinación, porque en tercero juro que jamás volvería a poner un pie allí y cuando hubiera visto a Voldemort con tutú rosa podría ser que pudiera entrar, pero eso nunca ha pasado.

Ron se acercó a la muchacha que estaba a espaldas de él y puso sus dos manos en los hombros de ella y la volteó delicadamente. Vio como ella tenía la vista puesta en el piso y al levantarla esos ojos cafés lo miraban con rabia.

Bueno, supongo que no hay ningún problema con McGonagall y los de primer año¿qué pasa? – preguntó nervioso el pelirrojo.
- ¿Qué pasa¡Eres un cínico, Ron! Leíste mi diario, invadiste mi propiedad privada¿qué tienes en la cabeza además de ese cabello pelirrojo? Eres un mentiroso y curioso, no debiste haberlo hecho – respondió ella enojada, aunque estaba actuando eso, porque en verdad si que estaba conmovida con lo que hizo.
- Oye, ahí te escribí las razones y de verdad me disculpo, además no debes negar que este cabello pelirrojo te encanta (n/a: A quién no? Ron, te amo!) – dijo susurrando al oído de la castaña y se acercó peligrosamente a sus labios.
- ¡Ah no, Ronald Weasley! – y lo empujó con una fuerza inexplicable, porque en realidad tenía unas ganas de besarlo – No creas que sólo con un beso se arreglan las cosas – criticó ella entregándole el pergamino que había escrito antes de salir de la sala común – Bueno, nos vemos en la tarde – dijo por último y comenzó a bajar las escaleras de caracol velozmente.

Ron se había quedado observándola en silencio hasta que su figura se perdió y se agachó para recoger el papel que le dejó. Puso su espalda en la muralla de piedra y se deslizó hasta sentarse, desdobló el pergamino y comenzó a leer.

"Ron:

¿Cómo te atreves a leer mi diario! Y como tenías razón, estaba en la fase de: "TE ODIO RONALD WEASLEY", pero cuando leí lo que me escribiste de verdad me conmoví. No puedo creer que hayas escrito algo tan tierno y en serio te lo agradezco.
Y debes tomar en cuenta que yo también te quiero mucho, tanto como para ir al aula de Adivinación y encontrarme cara a cara con la loca del ojo interior.
Bueno, espero que estés bien,

Hermione

PD1¡Por supuesto que me gustaría ser tu novia, Ron!
PD2: Un beso enorme para ti, amor
PD3: En verdad te diré sólo Ron, suena mejor que: amor".

Ron sonrió complacido, en verdad no se esperaba que le respondiera de esa forma, pero qué más da, sucedió y ahora está de novio.


Notas de la autora¿No les ha sucedido que después de un tiempo lo que escribes no te gusta? Este es mi caso... Creo que he cambiado mucho como para encontrar ya insoportable (mi subconsciente necesitaba decirlo), así que reprimiré comentarios del capítulo... Aunque este es el penúltimo!

Es horrible, estoy con un resfriado de los mil demonios... Mis mejores amigos están siendo los pañuelos desechables y eso no es tan agradable. Odio el invierno! Envidio a los que tienen verano, primavera en realidad, y tienen sol.

Bueno, con mis pañuelos desechables en mano me despido. Ojalá que les haya gustado este capítulo y me dejen algún review, ya que nada de tiempo les quita, para saber qué opinan.

¡Adiós!

Sirenita con gripe