Harry Potter y los otros personajes son de JK Rowling. La historia es mía y lleva 5 años en mi mente.

Capitulo 2: El ataque de los dementores.

Pasaron las semanas conversando animadamente por cartas con sus 2 amigos, cada 2 días o era Hermione o Ron que le enviaban una misiva contando anécdotas, comentándole noticias o solamente manteniéndole ocupada la mente en otra cosas, así las cosas no se veían tan oscuras ni tan tétricas.

Jueves 25 de Julio

Querido Harry

Ojalá no te estés aburriendo mucho, tengo muchas ganas de que nos juntemos luego, Ron dice que falta muy poco pero no me dice cuando, siempre me dice que es "confidencial", pero estoy segura que ni él sabe cuando te irán a buscar. Será mejor que vayas terminando ese ensayo acerca de las batallas campales de los Trolls de Oslo, te envío unos apuntes que creo te serán útiles, los saque a final del curso para poder escribir tranquila esas 2000 palabras éste verano, como yo ya lo termine, lo puedes usar tu, claro.

Me despido con cariño. Abrazos Hermione

Lunes 29 de Julio

Harry

No tienes idea que pasó ayer, estaba Ginny y yo ayudando un rato en la tienda de Fred y George cuando les llego un cargamento muy muy curioso, lo trataron de econder rápidamente pero explotó, no sabes la conmoción que hubo, la tienda estaba llena. A Ginny se le han quemado las puntas del pelo.

Fred Y George no paraban de reír, menos mal no hubo ni un herido, pero mi mama venia justo a buscarnos y los regañó por horas.

Hoy tuvieron que cerrar el local para repararlo, no parábamos de reírnos.

Nos Vemos pronto Harry

Ron

PD: Papa dice que pronto sabremos en qué fecha te vienes a la madriguera

Así era como Hermione insistía en mandar más consejos y apuntes para que incluyera en los trabajos de Verano y Ron contaba sus aventuras en Sortilegios Weasley.

Había sido un Martes muy tranquilo, Harry se levanto del escritorio,y dejando los pergaminos todos desordenados, solo se dío cuenta de lo oscuro que estaba cuando apago la luz, se tiro a la cama mirando el techo, no podía creer, quedaban 10 minutos y se convertiría en un muchacho de 16 años, vio el viejo reloj de mesa que estaba a su lado, faltaban 5 minutos, 4... suspiro, Hedwig no quería traer ni llevar nada, así que seguramente no obtendría nada por ahora, 3 minutos, pero quizás mañana, quizás una tarjeta, 2 minutos, cada vez falta menos para volver a la seguridad del castillo, 1 minuto, pronto vería a Ron y a Hermione.

- Feliz dia Harry – se susurró, mientras Hedwig entraba rápidamente revoloteando sobre él, se posó en su hombro y le mastico un poco los lentes – gracias Hedwig – dijo, mientras la acariciaba, parecía muy satisfecha. Dejo a la lechuza en su en el bode de la ventana abierta y se acostó, esa noche se durmió casi enseguida.

Harry despertó en el alba, cuando Hedwig entraba con los restos de lo que parecía una rana. Se quedo mirando como las estrellas se desvanecían a raíz de la luz, al poco rato sintió a Tía Petunia acercarse, toco la puerta.

- Harry, el desayuno va a estar en listo en un rato mas – Dijo Petunia

- Gracias Tía – respondió. Harry se levanto despacio, se vistió y bajo.

Abajo estaba tío Vernon y Dudley con cara de "porque nosotros" sentados en la mesa de la cocina, sobre la mesa había un pequeño paquete de papel café. Harry se sentó extrañado. Tía Petunia le sirvió un café y unas tostadas, mientras carraspeaba "ejem"

- Harry, feliz día – dijo Tío vernos mirando a Petunia, mientras Dudley le acercaba el paquete de papel café a sus manos.

- Gracias – dijo Harry algo confuso, tomo el paquete y lo abrió, era el viejo reloj de pulsera de Dudley, algo sucio pero en buen estado. Estaba terminando su café y tostadas, cuando escucho tocar la puerta. Tío Vernon se levanto y fue a atender. Volvió al rato un poco asustado con un sobre y un paquete del porte de una caja de zapatos.

- Son tuyas - Vernon ya estaba acostumbrado a recibir las cartas de parte del Sr. Weasley, Harry las recibía directamente, ya que el Sr. Dudley no se atrevía ni abrirlas. Harry tomo el sobre y la caja y subió a su habitación. Abrió el sobre, adentro se encontraban varias cartas. Una de ellas con letra muy prolija le llamo la atención

Querido Harry

Muy feliz cumpleaños! El papa de Ron me dijo que podíamos mandarte saludos para tu cumpleaños, que no te tratáramos de enviar nada por lechuza. Muy muy feliz 16 años, ojalá que no te estén torturando mucho los Dudley así hasta disfrutas tu nuevo cumpleaños. Te debo el regalo, más bien espero dártelo más adelante, cuando nos juntemos en la Madriguera.

Muchos abrazos

Hermione

PD: Hoy no te mando apuntes solo porque es tu cumpleaños.

Harry sonrío, parecía que no se habían olvidado de él. Siguió leyendo el resto de las cartas.

Feliz Cumpleaños Harry

Te debo el regalo, ya que papa dice que no te mandara nada muy grande, así que mejor te lo entrego cuando llegues a la madriguera. Me dijo que será muy pronto. Nos Vemos, ojalá la estadía con los Dudleys no sea tan desagradable, ya nos vemos.

Ron

La última carta era del Sr. Weasley

Querido Harry

Feliz Cumpleaños Harry. Te escribo para avisarte que el día Domingo 11 dentro de 2 semanas iremos a buscarte alrededor de las 5 de la tarde, llegaremos por la chimenea de la señora Figg, y te iremos a buscar a pie. Espéranos en tu casa, no es seguro aun que salgas de ella. Molly te ha enviado chocolates.

Me despido hasta entonces

Arthur Weasley

PD: no se te olvide avisarle a tus tíos.

Así pasaron los días, ya era Domingo y solo faltaba 1 semana para irse a la madriguera. Se sentó en la cama con la espalda en la pared, mirando a la ventana. Vio a Hedwig revoloteando afuera de la ventana cerrada, le abrió y entró contenta con comida en el hocico. El chico de pelo negro la miro pasar y volvió a la cama. De repente una lagrima callo por su mejilla, Harry había vuelto a recordar la muerte de su padrino. Se quedó dormido muy tarde torturándose por la muerte de Sirius.

La mañana siguiente los Dursleys le avisaron que saldrían de compras ese día, y que su almuerzo estaba en la nevera. Harry se quedo solo en Privet Drive desde temprano. Se dedico a ver televisión cuando sonó el timbre el timbre que anunciaba que el cartero había dejado una carta. La recogió y comenzó a leer la prolija letra que esta tenia, definitivamente era de Hermione.

Querido Harry

Te escribo para contarte que me he ido a Bulgaria a ver a Víctor. Espero volver para el Domingo, el día que llegas a la madriguera, pasare el resto del verano con ustedes.

Víctor insistió tanto que tuve que ir a verlo, pero solo será una semana.

Nos Vemos en la Madriguera.

Abrazos Hermione.

Pasaron los días calmados, en la noche de Miércoles se quedo dormido muy tarde y comenzó a soñar, llevaba tiempo si notar que sus sueños eran tan vividos.

Estaba en un pasillo oscuro, iluminado solo por los rayos del sol que atraviesan las los resquicios de los bordes de la puerta a su espalda, dio media vuelta hacia la luz, en ese momento un silencio sepulcral lo oprimía, bajo los dos peldaños que lo separaban de la calle muggle a la que salió, miro a todos lados, la gente caminaba de un lado a otro, entrando a las tiendas, saliendo con bolsas de compras sin ninguna preocupación, se escuchaba la clara risa de una niña, busco el sonido y lo encontró justo al lado de la niña cuya risa se escuchaba tan claramente, había una figura plateada, entre una vidriera de una botica y una ventana rota, Harry cruzó en diagonal hasta el punto donde evitando tropezar con personas y autos, por culpa de un auto azul que le costó esquivar perdió la silueta plateada, busco entre la gente y llego al punto donde estaba, la acera bajo sus pies se esparcían unas gotas de sangre, miro hacia ambos lados buscando un rastro, iban a ningún lugar.

Al instante el frio le calo los huesos y un grito lo hizo saltar, se dio vuelta para encontrar el origen de aquel sonido. Lo que antes era una calle llena de vida, ahora era una calle llena de muggles en el suelo, tirados en distintas posiciones, autos estacionados en distintos patrones, casi como si estuvieran por chocar. Sentía el frio, el sonido de la respiración y túnicas de las criaturas más desagradables del mundo mágico, pero no los divisaba, solo los sentía cerca y se aproximaban rápidamente, examino a sus alrededores y diviso a una chica de unos 15 años a unos 100 metros de él cruzando la calle, se le quedo mirando fijamente, un halo la cubría, se llevó una mano a la nariz al mismo tiempo que él, para vérsela llena de sangre, se dio cuenta que el estaba ensangrentado también, levantó la vista y ella le susurro – Harry –

Se despertó de golpe, con el cuerpo adolorido, empapado en sudor, con la cicatriz palpitante, cuando alzó la vista vio como ya había amanecido y tía Petunia se encontraba cerca tratando de despertarlo.

- Ha-haha-Harry - Preguntó con una fina y temblorosa voz

- si - casi no pudo hablar, apenas podía aguantar el dolor de cabeza

- Estabas gritando - acoto Petunia - muy fuerte, cuando abrí la puerta - y se quedo muda

Harry se tomaba su cicatriz con las 2 manos, habría sido solo un sueño u otro cambio de humor de Lord Voldemort, quizás, pero no lo había visto ni lo había sentido como otras veces, la chica, le recordaba a alguien, pero no lo recordaba, poco a poco los recuerdos nítidos del sueño se iban esfumando en el vapor de la conciencia. Tía Petunia por fin se atrevió a hablar.

- Harry, el desayuno ya va a estar listo - muy asustada

- En un momento bajo tía, gracias - dijo entre dientes

Petunia cerró la puerta y 2 pares de ojos lo miraban detrás de ella, eran definitivamente Tío Vernon y Dudley que se había acercado a ver el alboroto, un cuchicheo se sintió en el pasillo y luego en la escalera. Harry se levanto y fue al baño, se lavo la cara con mucha fuerza intentando acar esa inquietud que lo perseguía, bajo a la cocina, se sentó a la mesa callado y se tomo su café lo más tranquilo que pudo, ya que sus brazos tiritaban un poco, casi se notaban vibrar, ya que estuvo a punto de derramar todo el café en el diario del sr. Dursley. Todo fue muy normal, un incomodo silencio que le entregaban los Dudleys, Tío Vernon fue a trabajar de costumbre y él se encerró casi todo el día en su pieza pensando en ese extraño sueño.

Llego la hora de la cena y Tío Vernon no tardaba en llegar, mientras Duddley Tía Petunia y Harry lo esperaban viendo televisión en la sala. Se sintió llegar el auto y caminar por sobre la gravilla afuera en el patio, entró saludando a su mujer y su hijo en la sala cuando empezaron las noticias de las 6, la noticia central dejo a Harry helado en el sillón:

- Esta tarde 190 personas se encontraron desmayadas en un radio de 2 calles al suroeste de Londres en los limites con Surrey, las autoridades notaron el incidente cerca de las 16:30 horas de esta tarde, cuando una gran cantidad de personas transitaban por esas calle, el colapso masivo afecto no solo a los peatones, sino también a los automovilistas y residentes del sector, los oficiales de investigación aún no dan con las causas del desvanecimiento colectivo, pero fuentes no oficiales lo atribuyen a una bolsa de gas carbónico o derivado que fue expulsado al ambiente debido a excavaciones de un nuevo ducto a 5 cuadras de allí, pero los testigos creen que el incidente se debe a una causa un poco mas sobrenatural, ya que después de despertar en brazos de los rescatistas los afectados presentaron severos cuadros de angustia, crisis de pánico y ataques de terror, algunos comentaban que se sentían enormemente deprimidos aunque segundos antes del evento se encontraban en perfectas condiciones, relatando horrible imágenes de espanto que repasaban sus peores momentos en su vida. Aunque no hay heridos de consideración los afectados fueron trasladados a los hospitales de la zona para un chequeo médico completo antes de volver a sus casas - dijo un comentarista joven de pelo rubio, mostrando imagenes de la calle en cuestión, era idénticamente igual a la calle que Harry había visto en sus sueños.

- Por eso era que había embotellamiento esta tarde- dijo Tío Vernon mientras Tía Petunia le sostenía el abrigo mientras se lo sacaba. Duddley miro a Harry que se encontraba al otro lado de la habitación.

- Papa, Harry- dijo Duddley, el Sr. Dursley intercambio una mirada profunda con su esposa quien había dejado caer el abrigo. Sonó la puerta, alguien tocaba de ella, Harry apenas respiro y el Sr. y la Sra. Dursley saltaron de su lugar, tocaron la puerta una vez más, aun más fuerte.

- Quién es? - grito Tío Vernon aterrorizado. De afuera empezaron a gritar.

- Harry somos nosotros, el Sr. Weasley y Ron y la Orden - parecía la verdadera voz. Harry se asomo por la ventana, eran ellos, Dumbledore lo saludaba como si nada estuviese pasando, estaba el Sr Weasley, Tonk, Moddy y Ron tratando de pasar por entre los adultos, aunque el ya era más alto como su padre. Miro a hacia adentro y le señalo la puerta para que la abriera.

- No hay problema, es Dumbledore, estamos a salvo- dijo Harry con un tono calmado, como si todo se hubiese arreglado. Abrió la puerta y todos entraron.

- Harry!- grito Ron y lo abrazo, estaba más alto, mas colorín que nunca, lleno de pecas, cada vez más parecido a Bill pensó Harry. – Estas bien- dijo Ron con un tintineo en su voz, algo de miedo se notaba en éste.

- Buenas noches Harry - dijo con voz profunda Dumbledore - esperábamos que te encontraras bien - con una voz relajada y una sonrisa muy tenue.

- Que ha pasado, que ha paso en Londres? - Harry le preguntaba a todos, ellos sabrían la respuesta.

- Dementores - dijo suavemente el director - cientos de ellos - miro a Vernon Dursley - no se preocupen, no pasara nada aquí, nos llevaremos a Harry esta noche.

Harry se quedo helado, miro a Ron y este le asintió con un leve movimiento de su cabeza. Miro a Tonk y ésta le dio una sonrisa, El se iría con la Orden a un lugar seguro.

-Harry, anda a buscar tu baúl con Ron, que nosotros conversaremos con tus tíos - Dijo el Sr. Weasley, y Ron buscó la mirada de Harry para subir por las escaleras. El solo los siguió.

- Que ha pasado? Tiene que ver con los dementores? - pregunto Harry a Ron.

- Ellos piensan que puedes estar en peligro, después de lo del año pasado, yo solo me escabullí para venir con ellos - Dijo Ron sonriéndole - No me despegue de mi padre desde que las cosas se pusieron raras, no tuvo otra opción que traerme.

Harry se sentía aliviado, Dumbledore estaba ahí, pero las imágenes del sueño de la noche anterior aún lo perseguían, como pudo saber que pasaría, que significaba eso. Saco las cosas que le quedaban en la tabla suelta bajo la cama y lleno su baúl. Bajaron con este al living.

- No se preocupen - decía Dumbledore con una voy dulce - no les pasara nada - Vio que Harry bajaba con Ron - Bueno, nosotros nos retiramos, que tengan unas bonitas vacaciones - hizo una especie de reverencia y les indico a la Orden que saliera. Todos se despidieron. Antes de que Harry saliera de la puerta Dumbledore lo tomo fuerte por el brazo y lo llevo así todo el camino a la casa de la Sra. Figg. Iban todos rodeándolo, protegiéndolo mirando a todos lados con las varitas en alto, pero la calle se encontraba oscura, habían apagados los faroles.

Llegaron a la casa de la Sra. Figg, que saludo a Harry amablemente, se quedaron ahí un rato, Harry conversaba con Ron acerca de las medidas de seguridad extremas que se estaban tomando, Tonk miraba nerviosamente por la ventana, donde los faroles se habían prendido otra vez. Vieron a gente desapareciendo como hacían Fred y George el verano pasado, como revisando si había algo malo y dándole informes a Dumbledore que se encontraba dando instrucciones en el medio de la habitación. La Sra. Figg les ofreció unos bocadillos a todos, pero nadie acepto, solo Harry y Ron que veían el panorama extrañados.

Después de casi 1 hora Dumbledore se acerco a Harry.

- Es hora de irnos - le sonrío - despídete de la Sra. Figg.

- Adiós Sra. Figg, muchas gracias por los bocadillos - dijo Harry mientras Dumbledore lo arrastraba al centro de la habitación. Detrás de donde Dumbledore se encontraba había una mesita, con algo arriba de esta, Moody estaba al lado de la mesa como un centinela, con su ojo mágico dando vueltas sin parar y su ojo normal mirando la mesa.

Todos rodearon la mesa, Ron trato de pasar a través de todos y se puso a un lado de Harry, Dumbledore estaba del otro.

- A la cuenta de 3 – dijo Dumbledore mientras todos tomaban esta especie de palo roído, lo levantaron, Harry y Ron lo tomaron, Dumbledore tomo su varita – 1, 2 y 3.

Parecía que un gancho lo tomaba del ombligo y lo tiraba adentro. Llegaron a una plaza, parecía conocerla, caminaron no más de una cuadra y lo recordó.

- Grimauld Place – susurro, Ron solo lo miró y se sonrío.

- Llegamos – Dumbledore abrió la puerta del numero 12, parecía diferente, parecía más acogedora.

- Harry Potter – grito una voz chillona – Harry Potter, Dobby está muy feliz de ver otra vez a Harry Potter.

Harry vio al elfo con curiosidad, era Dobby no había duda alguna. Sus orejas de murciélago, su nariz curva, sus grandes ojos, pero llevaba un trajecito sastre, muy ordenado, como los que usan los mayordomos, con un simpático sombrero de copa, con orificios para las orejas.

- Dobby, que haces aquí – pregunto Harry mientras todos los magos y brujas de la orden pasaban junto a él.

- Dobby es el elfo maestro a cargo de la Orden Señor. Dobby tiene la importante tarea de cuidar la casa de la orden. – dijo Dobby muy emocionado, casi llorando.

- Dobby muéstrales sus habitaciones al Sr. Potter y al Sr. Weasley por favor, la orden tiene una reunión, luego bajan a comer - dijo Dumbledore amablemente tomando el hombro de Harry.

- Si Sr. Un placer, por aquí Harry Potter y joven Weasley – Dobby los llevo a la misma habitación que compartieron hace 1 año, en el camino no habían cabezas de elfos colgadas de las paredes, parecía que el cuadro de la mama de Sirius no estaba, aunque se veía oscuro el vestíbulo, no se veían cortinas en la pared donde se encontraba.

- Dobby ha sacado a la Sra. Black, puso un adhesivo muy poderoso, nada que Dobby no pueda remover – dijo muy feliz este, orgulloso

Harry y Ron sonrieron. Llegaron a la habitación, su baúl ya se encontraba allí. Dobby se reverencio y comenzó a cerrar la puerta.

- Dobby, espera! Quiero preguntarte algo - dijo Harry antes de que Dobby cerrara la puerta, asomo su cabeza por la ranura que quedaba con ojos de pregunta.

- Que se le ofrece a Harry Potter - dijo el elfo. Harry lo miro y le pregunto

- Dónde está Kreacher? - dijo, mientras a Dobby le crecían sus ojos al doble de su tamaño, miro a cada lado del pasillo y entro en la habitación, cerró la puerta con seguro muy sigilosamente.

- Harry Potter quiere saber lo que le paso a Kreacher.

- Dobby dime qué pasa con él - dijo Harry mientras Ron no entendía por qué Harry le preguntaba eso a Dobby

- Bueno, Harry Potter tiene que saber lo que paso con el traidor, el elfo que deshonro a su familia. - susurro Dobby – Bueno.. lo encontré en el desván, estaba muerto-

- MUERTO? - corearon Harry y Ron muy asombrados

- si, al parecer se sintió muy mal al quedar libre después de la muerte del Sr. Black que se castigo brutalmente hasta que su cuerpo no dio más - Dobby miraba el suelo, mientras se le caía una lagrima lentamente.

- pero cuando? - pregunto Ron. Harry solo miraba asombrado a Dobby.

- Dobby lo encontró a finales de junio, nadie vino a revisa la casa sino hasta que terminó el año escolar - el elfo bajo la mirada. El silencio parecía cada vez más pesado, Dobby no dejaba de sollozar y Ron miraba a Harry con cara de pregunta

- gracias Dobby - dijo Harry - avísanos cuando tengamos que bajar a comer - Dobby salió de la habitación. Ron se sentó en la cama.

- Sé lo tenía merecido - dijo Ron algo feliz.

Despertaron en la mañana y bajaron a desayunar. Ahí se encontraba Mundungus, Tonk y Dumbledore hablando los 3 muy juntos, Harry y Ron se sentaron al otro extremo de la mesa. Dobby mandaba a un par de elfos que parecían ser los cocineros, mientras otro elfo entraba y salía por la puerta de la cocina llevando cubos de agua.

- Bueno Harry - dijo Dumbledore - como ya sabes la casa de la orden es la más segura. Siento mucho si te entristece pero te deberás quedar aquí hasta que la Madriguera este lista. - en ese momento Dumbledore miro a Tonk para que ella siguiera hablando.

- Ehh... claro - asintió - Harry la Madriguera está siendo asegurada para que el-que-no-debe-ser-nombrado no la encuentre, esa protección estará terminada el sábado, así que se podrán ir el domingo. Ron se puede quedar aquí haciéndote compañía, pero no pueden salir de aquí. - termino Tonk con una gran sonrisa

- Tendrán la seguridad de que no serán atacados mientras estén ahí - finalizo Dumbledore - tienen alguna pregunta?

- No, ninguna - dijo Harry desafiante.

- Yo.. yo si tengo una - dijo Ron muy despacio, algo cohibido - Una vez que lleguemos a la madriguera, podemos ir a ver a mis hermanos a Diagon Alley?

- Si y no - dijo Dumbledore - Pueden ir pero solo 1 vez, ya que las redes Flu están siendo controladas, solo les puedo asegurar un solo día para que viajen allí.

- Si claro, entiendo - dijo Ron cabizbajo

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