Prólogo
Mucho tiempo había pasado desde que todas aquellas paredes habían visto la locura de la guerra. Demasiado odio, demasiado miedo…
El silencio de la amargura había abandonado aquellos páramos, y la vida continuaba, a pesar de que, en la memoria de muchos perduraba la amenaza continua de que después de todo, no estaban seguros.
La sombra oscura que había destruido tantas vidas seguía estando oculta en algún desquicio de tierra maldita, no muy lejos de allí, fuera del alcance de ojos curiosos que deseaban de una vez por todas librarse de ese temor infundado.
Pero, después de tantos sucesos grabados en las memorias imperecederas de los archivos historiales, Hogwarts nunca cambiaría, seguiría siendo el imponente castillo que había guarecido a tantas esperanzas, y que, algunas veces había logrado salvarlas….y otras veces no.
Muy lejos de aquellos parajes, más allá de toda ciudad mágica…llovía; las gotas alzaban frías salpicaduras en el lago. Desde la orilla, cubriéndose con el grueso manto, observaba las brumas alzarse alrededor, impidiendo la visión del oscuro mundo que se escondía a la vista.
Más allá de toda niebla, en medio de aquel inmenso lago, la gran edificación de piedra húmeda. El sol nunca llegaba a aquel lugar, solo los rayos mortecinos de la luna podían iluminar la oscura piedra.
Gritos, voces suplicantes, sollozos…ni una palabra coherente, frases sinsentido. Aquel lugar no era para víctimas.
En el interior, cientos y cientos de pasillos, llenos de jaulas, demasiados horrores se escondían detrás de ellas, pero…otros horrores merodeaban fuera de ellas. Criaturas de la oscuridad…nunca nadie podría explicar lo que veían por culpa de ellas…
Solo unos pocos podían evitar sus visiones sin volverse locos…aunque peores pesadillas impidieran su sueño.
A la penumbra de una pared, bajo el reflejo del brillo de la luna, una silueta agazapada ocultaba su rostro de aquellas criaturas.
Su aspecto cansado, sudoroso por el esfuerzo de mantener su mente fría… Solo tenía en mente…la venganza. Ese recuerdo era lo único que le permitía no caer rendido a las visiones de sus peores actos o a su propia muerte.
No debería estar allí, eso no era lo planeado…aquel fallo, como pudo cometer aquel error? Estaba en lo cierto, no debería estar allí.
Pero no importaba, saldría, un montón de criaturas asquerosas no iban a impedirle su huída. No importaba el riesgo, ahora no tenía nada que perder, pero mucho que ganar.
Lo pagaría caro, claro que sí, obtendría la venganza de dos años dentro de aquellos muros, y regresaría…había tenido mucho tiempo para planear lo que haría después…y no le costaría mucho, y luego…el sabor de la dulce venganza.
Una sonrisa torcida se dibujo en su espectral rostro, y una risa cínica acompañó a los gritos de angustia que se encontraban en el aire.
Más alejado de aquella celda, unos pisos abajo. Un hombre trabajaba en los archivos que se amontonaban en su mesa de trabajo.
Una tenue luz iluminaba el despacho y nada se esperaba ya para esa tarde. Pero un sonido hizo alzar la cabeza del señor.
- A estas horas, correo?
Una inmensa lechuza gris entró por la ventana y se posó en el escritorio. Llevaba en su pata izquierda un pergamino mojado a causa de la lluvia.
- Una carta del Ministerio…
Los ruidos de los truenos empezaron a sonar por toda la habitación.
Lentamente desató el cordel del pergamino, y lo abrió:
Muy estimado señor:
Desde el Departamento de casos para prisioneros políticos de la prisión de Azkaban, le informamos del veredicto final que tanto tiempo nos ha costado resolver.
Después de dos años de investigaciones y juicios sobre los prisioneros culpables de movimientos conjuntos al grupo llamados así mismos "mortífagos", hemos resuelto el último de nuestros casos.
A continuación exponemos el veredicto:
El día 4 de este mes a las 23.30 horas, después de un día de recibir este pergamino, se acatará a la ejecución del prisionero. La pena de muerte será llevada a cabo por su más conocido método.
Bajo nuestra jurisdicción y el poder que me ha sido otorgado, pongo en sus manos la tarea que se le infunda.
Datos del presidiario:
Prisionero nº 052961
Draco Malfoy
Condenado a muerte en la prisión de Azkaban.
Esto todavía no había acabado….
--------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO--------------------------
Corto, pero intenso. Más de un@ tendrá millones de dudas, pero bueno, esa soy yo, ya me conocéis, no soy feliz si no ataco con la duda.
Poco a poco seguiré escribiendo mi nuevo fic, aunque todavía no he acabado Al Anochecer, pero…no importaa!!!! Jejejeje
Espero que me sigáis apoyando con mi nuevo proyecto, y mi intención será superar el anterior,.
Ya me dais vuestra opinión que es lo que más me importa.
Muchos besos y nos leemos.
Shiro…sassech's de españa.
