La mayoría de personajes pertenecen a J.K.Rowling.

1. Una mirada afuera…

- No es bastante ya que tenga que aguantar a un montón de vejestorios aburridos con sus dilemas democráticos, sino que los he tenido que aguantar yo solo.

- También estaba yo Ron- dijo Ginny mirándolo de reojo.

- Ya sabes a lo que me refiero- Ron se detuvo a mirar por la primera ventana que se cruzó en su camino por el amplio pasillo que cruzaba gran parte del Ministerio de Magia.

Desde la ventana se podía observar el amplio paisaje que mostraba la ciudad de Londres, sus transeúntes caminaban de un lado a otro, demasiado preocupados en sus tranquilas vidas para darse cuenta que, frente a ellos, se encontraba el imponente edificio del Ministerio de Magia.  Pero, uno de los inconvenientes, podría ser, que la mayoría de ellos eran muggles, y no podían verlo.

Ginny observaba a su hermano,  por la expresión que reflejaba su rostro, ella podía adivinar a ciencia cierta, que sus pensamientos estaban muy lejos de donde se encontraban.

Muchas horas habían pasado en la gran sala. Al principio ella se había alegrado de volver a ver a caras tan conocidas como la de la profesora Mcgonagall o el mismísimo director Dumbledore, que a pesar de los años transcurridos, seguía teniendo el mismo rostro como el primer día que lo vio en Hogwarts.

Pero asuntos delicados los habían llevado allí, y no era momento para gratos reencuentros.

Pero todo había terminado, por fin después de dos años de reuniones, consejos y muchas asambleas, el caso de hacía dos años había concluido.

Intentando relajar el ambiente, Ginny se dirigió a su hermano.

- Bueno, al fin y al cabo te habrás alegrado de esta resolución.

- Supongo que sí Ginny.

- Supones? Hacía mucho tiempo que deseabas esto, y ahora pones esa cara, no te entiendo.

- Por supuesto, pero puede ser que a pesar de todo, habrán cosas que no se arreglarán por un juicio tan largo.

La joven asintió tristemente, las cosas habían cambiado, pero tampoco era tan grave, las cosas mejorarían, las cicatrices se cerrarían, y quizá algún día las cosas volverían a estar como antes.

- Tranquilo Ron, todo saldrá bien, ahora vayámonos de aquí.

- No estaré tranquilo, hasta el día que Malfoy esté bajo tierra.

- Bueno según lo que nos han dicho hoy, lo estará dentro de poco.

Y con paso veloz, Ron caminó en dirección al ascensor mágico para abandonar aquel edificio, seguido de cerca por Ginny.

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Mucho más lejos de donde se encontraba Londres, en una de las tantas zonas ocultas a vista de los muggles, Harry se encontraba practicando conjuros con Remus Lupin.

Ahora la casa del antiguo profesor se había convertido también en la suya.

Pero, a pesar de aquellos días de paz, habían cosas que no lograba olvidar…

- Agh!...- se quejó Harry sujetándose del brazo derecho.- diablos, no puedo…

Lupin lo observaba sentado en su sofá, no quería intervenir y molestar al muchacho, pues conocía demasiado bien a Harry, y este repudiaría cualquier intento de ayuda.

Cansado, Harry dejó su varita encima de la mesilla y fue a sentarse junto a Remus.

- Admitámoslo Lupin, es imposible, llevo dos años intentando, pero nada…

Era cierto, desde el accidente ocurrido en la última batalla, Harry fue atacado, y causa de ello su brazo derecho no había vuelto a ser el mismo. Centenares de tratamientos recibió, pero ninguno, ante el desconcierto de los medimagos, no había podido volver a realizar bien ningún hechizo con la varita. Y no solo el hecho de haber perdido la única oportunidad de convertirse en un auror, rompiendo uno de sus grandes sueños, sino que no pudo volver a practicar el quidditch como antes, y eso le frustraba sobre manera.

Para si mismo se había convertido en una carga, quien lo iba a decir hacía unos años, el gran Harry Potter, el que había sido el héroe del mundo mágico, se había convertido en un don nadie sin habilidad mágica extraordinaria, como lo habían llamado muchos. Ahora solo era la sombra de alguien famoso que hubo hacia tiempo.

- Harry, las cosas no van así- dijo Lupin dirigiéndose a él- no debes renunciar al primer fracaso que se te presente, si lo haces, no tendrás ningún resultado.

- Llevo dos años practicando y nada…cuanto tiempo deberé esperar a que me salga un hechizo como dios manda? Para que entonces toda mi educación en Hogwarts? Todo se ha ido al diablo por…

- Déjalo, mortificarse no servirá de nada, solo hay que mirar hacia delante y seguir.

Antes las charlas con Lupin le reconfortaban, pero últimamente no, solo tenía una cosa en la cabeza; tanto sacrificio para qué?.

Un ruido en la chimenea hizo girarse a ambos. En el salón de al lado una oleada de humo salió despedido. Ron se encontraba de pie sacudiéndose todos los restos de ceniza que llevaba por todo el cuerpo.

- Hay mejores maneras de llegar aquí, Ron- dijo amablemente Lupin.

- Lo sé, pero siempre preferí el método de siempre.

Harry entró en el salón, y con cierta duda le tendió la mano a su viejo amigo.

- Que tal estas Ron?

- Por tu cara mucho mejor que tú amigo.

Harry le devolvió la sonrisa, le alegraba ver a Ron, pero cada vez que lo veía y sabía que él estaba haciendo todo lo que él había querido, una tristeza lo invadía.

- Qué tal están todos?- preguntó Harry evitando pensar más en lo mismo.

- Bueno, últimamente no veo a muchos de los que conocemos…pero eso no es lo que me ha traído aquí.

Harry le invitó a que se sentara y Lupin también se sentó.

- Por fin se ha decido, verdad?- preguntó Harry.

- Al final hemos ganado.

- Ganado? El que condenen a muerte a Malfoy no nos hace ganar nada, Ron- interrumpió Lupin.

- Pero al fin se hará justicia…- replicó Ron.

- Justicia…- dijo más para si mismo Harry-…justicia, no me parece que sea justicia, pues en parte nosotros, o más bien, yo soy responsable de lo que pasó.

Ron se levantó de inmediato de su asiento:

- Tú? Pero que dices Harry? No eres responsable de aquello, no lo asumas, él es el único culpable.

- El confiar, el descuido…también son indicios que pueden llevar al fracaso, Ron…y por ello uno también puede ser culpable.

- Tonterías…- Ron seguía de pie observando a su amigo- desde que estás aquí con Lupin se te pega más su forma de hablar tan filosófica que no pega nada con tú carácter…

- Estoy aquí Ron…- decía con una sonrisa Lupin.

- Y? Las verdades a la cara, no?

- Claro, claro, continua por favor- dijo cruzándose de brazos Remus.

Pero a pesar de todo, Harry ya no escuchaba, se miraba sus manos y no prestaba atención a Ron.

- Ron…

- Qué..?- Ron parecía molestado de ver que Harry no le había estado prestando atención a lo que había estado diciendo antes.

- Las has visto?

El joven pelirrojo suspiró y se volvió a sentar.

- Ya sabes que prefirió alejarse todo esto, Harry.

- Pero no sabes nada de ella?

- Por supuesto que si, pero cada vez que hablamos cosas de nuestro mundo, pues…simplemente cambia de tema.

- Ya veo…

Lupin seguía la conversación, pero sin interrumpir a aquellos muchachos que tanto habían madurado desde sus primeros años en la escuela Hogwarts.

- Podrías ir a verla…- dijo mirándolo de reojo Ron- le gustaría volver a verte después de tanto tiempo.

- No lo sé Ron…

- Pero en serio Harry que no te entiendo…es nuestra mejor amiga y tú…simplemente no puedes hacer como si no existiera.

- Qué?- ahora era Harry quien se levantó a mirar directamente a Ron- le debo mucho y lo sabes…no vuelvas a decir que hago como si no existiera…

El silencio reinó en la sala, hasta que Ron cerrando los ojos dijo:

- Haz lo que quieras Harry, hace mucho tiempo que dejé de entenderte…

Harry desvió la mirada y observó por la ventana; el cielo estaba despejado y no había nada porque alarmarse, aun así…algo dentro de él le impedía seguir adelante.

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Volviendo de nuevo al centro de Londres, el día a día se vivía con normalidad, todos los establecimientos de las grandes avenidas daban la bienvenida a los pequeños compradores, y en una callejuela poco transitada, se encontraba una pequeña librería de toda clase de libros. A través de la enorme cristalera se solía observar niños pequeños sentados en las mesas de lecturas obligando a sus madres a leerles su cuento favorito.

Pero en este momento, se observaba la librería cerrada, y en la puerta, colgado, un cartel con un "Enseguida vuelvo"

Pero la tienda no estaba del todo vacía, pues en el cuarto trasero, lejos de miradas indiscretas, dos amigas charlaban animadamente.

- Cierra los ojos…

- Vale…

- Ahora…ábrelos!!

Al abrir los ojos se encontró con una enorme cabeza de león desgastada por los años, al verlo ahogó un grito de sorpresa.

- Por todos los dioses Luna, quita esa cosa de delante mío…

-  Hermione, que aguafiestas eres…

- Simplemente no me gustan estas clases de bromas, y quítate ese sombrero.

Con cara de fastidio Luna se quitó el sombrero que había utilizado en quinto curso para animar al equipo de quidditch de Gryffindor, pero estaba claro que su intento por sorprender a Hermione no había conseguido el éxito planeado.

- Lo siento Luna, pero ya sabes lo que opino de todo esto…

- Antes no decías lo mismo.

- Pero antes yo también formaba parte de ello, lo siento pero ya tomé mi decisión.

- Y todos tus conocimientos de magia, todos tus esfuerzos para convertirte en la mejor bruja, para qué? Para convertirte en una simple vendedora…

- A mucha honra Luna. No tengo ganas de volver a tener la misma conversación de siempre. Ya me toca soportarla cuando vienen Ron y Ginny, ya ahora tú.

- Muy bien, no diré más.

Hermione se levantó de su asiento y fue a traer una bandeja de galletas y dos vasos de té de una repisa de la habitación.

- No estará muy bueno, pero me voy superando- dijo tímidamente Hermione.- y cuéntame, que has estado haciendo desde la última vez que nos vimos, que fue hace…

- Casi un año, Hermione.

- Tanto?

- Mi entrenamiento para ser auror me tuvieron muy ocupada.

- Auror? Así que al final eso es lo que elegiste? Me alegro mucho.

- Gracias.

Luna se quedó pensando tristemente, hacía solo dos años que Hermione también deseaba convertirse en toda un auror, pero ahora la veía y se entristecía que todos los planes que tenían ellos, se hubieran esfumado.

- Así que te sigues viendo con Ron y Ginny, eh? Y los demás?

- Pues…no he visto a nadie más, hace poco que me asenté definitivamente aquí.

- Y hasta entonces que estuviste haciendo?

- Pues no se, viajar un poco, despejarme de todo supongo.

- Entiendo, pero Hermione yo no se…

- Da igual Luna, no hace falta que hablemos de cosas tristes, nos hemos encontrado y eso es lo principal.

- Claro…pero mi llegada aquí no es solo por reencontrarnos Hermione.

La joven miró extrañada a su amiga, aunque a Luna Lovegood siempre la envolvió un alo de misterio.

- Tengo un presentimiento, y todo se debe a un sueño que se ha ido repitiendo desde hace algún tiempo es sobre…

Un ruido en la ventana hizo que Luna parara de hablar.

- Es Hedwid!!- dijo sorprendida al ver a la lechuza de Harry.

- Pues a que esperas, ábrele.

Lentamente e insegura, Hermione se acercó a la ventana y abrió a la hermosa lechuza de su amigo, que hacia tanto tiempo que no veía.

- Trae una carta- la cogió temblorosamente de su pata y dejó que Hedwid se colocara en un lugar más cómodo.

Luna no dijo nada, pues se imaginaba lo que pondría.

Hermione, abrió lentamente la carta y se colocó en un lugar alumbrado, al leerla cerró los ojos y respiró profundamente. Involuntariamente se le cayó de las manos y la carta allí se quedó.

Querida Hermione:

Se que hace mucho tiempo que no te escribo y tampoco nos vemos, pero suponía que tendría que darte esta noticia yo mismo.

Después de estos dos años que han transcurrido, en el que el Ministerio ha llevado a cabo las investigaciones de los que participaron en la batalla, han terminado todas sus sentencias.

Con ayuda de todas las pruebas y los testigos, el último caso y más delicado ha finalizado.

Hermione, Draco Malfoy será ejecutado dentro de muy poco.

Todo ha terminado.

Harry.

- Hermione…- dijo Luna levantándose- así que te lo ha dicho. Me lo imaginaba.

- Esto…- Hermione intentaba despejarse la cabeza, pero un dolor empezó a invadirle, una angustia que hacía tiempo no sentía- Luna…que era eso del sueño?

- Creo que mejor te deje ahora, te veo agotada.

- Otro día entonces vendrás?

- Por supuesto amiga mía.

Con un abrazo las dos amigas se despidieron, pero antes de irse, Luna vio colgado de un perchero un manto que emplean las brujas para guarecerse del frío y la lluvia.

- Hermione, para que necesitas eso si tú has dejado atrás todo lo relacionado con el mundo de la magia?- dijo esperando la respuesta.

- Yo…bueno, supongo que estará ahí desde hace mucho tiempo, ni recordaba haberlo dejado ahí.

- Sabes que mientes muy mal?

Hermione miró al suelo sin saber que responder, y esperó a que Luna se marchara.

- Bueno te dejo entonces, pero solo te digo una cosa…sigue mojada, no es muy recomendable que una bruja que no emplea la magia se pasee por páramos peligrosos bajo la lluvia…- viendo que Hermione levantaba la cabeza sorprendida prosiguió- resérvala…puede que la necesites de nuevo pronto.

Dicho esto Luna desapareció frente a Hermione.

La joven se volvió y vio la carta de Harry en el suelo. Hedwid seguía en la repisa.

- Lo siento Hedwid, no tengo respuesta, mejor vuelve con Harry.

Hermione le abrió la ventana y la lechuza voló hasta perderse entre los edificios.

Dejó la ventana abierta y observó el lugar por donde se había marchado Hedwid.

Echaba de menos a sus amigos, claro que si, pero…había aborrecido todo ese mundo, tantos enfrentamientos, tantos peligros, todo para que? Para en ocasiones ganar, otras perder…era lógico, pero no quería volver…quería seguir en paz, a pesar de que sus escapadas dijeran lo contrario.

-Ya no se repetirán…todo se ha acabado.

-----------------------------------dos años antes--------------------------------------

Le habían dicho que saliera con los demás, que se ocupara de los más pequeños, pero ella no hizo caso.

Corrió por todos lados en busca de sus amigos. Por qué ella debía huir mientras ellos seguían luchando?

Aurores, mortífagos…centenares de magos enfrentándose unos con otros. Vio como habían muchos caídos, muchos de ellos los conocía, incluso habían alumnos de Hogwarts.

Vio a Ron peleando junto a Lupin y demás integrantes de la Orden del Fénix. Dumbledore y los demás profesores, también se encontraba Snape, luchando codo con codo para detener a todos los magos tenebrosos y dementores que se habían aliado con el bando oscuro.

Pero dónde estaban Harry y Draco? Y lo más importante, dónde estaba Lord Voldemort?

Corrió y corrió hasta que escuchó un estruendo, como una gran explosión.

Su corazón se encogió al presentir lo peor. Al llegar al lugar se detuvo de inmediato detrás de una columna. Vio en el suelo el cuerpo de Voldemort, de pie, alrededor estaban Harry y Draco.

- Oh dios, por fin…por fin cayó- era la voz de Harry. Eso quería decir que Voldemort por fin había muerto?- Lo hemos hecho bien, Malfoy.

Draco se dio la vuelta a mirar de frente a Harry, y dibujó una sonrisa cínica que hacía demasiado tiempo que no mostraba.

- Por supuesto, Potter, lo "hemos" hecho muy bien- alzó su varita y la apuntó directamente a Harry.

- Pero qué…?- no le dio tiempo a terminar la frase, de la varita de Draco salió un extraño hechizo que Harry no logró escuchar.

Harry cayó al suelo y se cogió fuertemente ambos brazos con las manos. Un terrible dolor le invadía en esa zona, pero miraba con desprecio y odio a Draco.

- Tú…

- Si, YO Potter, pero ahora lo que debería preocuparte es…

- Crucio!!!

Draco se retorció en el suelo, sorprendido todavía, miró a Harry, pero era imposible que él hubiera realizado ese hechizo en su situación.

No, no había sido él, miró hacía la derecha y la vio.

De pie, apuntándole directamente, estaba Hermione, con los labios apretados, y unas ligeras lágrimas en los ojos.

- Entrometida…si-siempre tienes que estar en los lugares menos oportunos- Malfoy respiraba dificultosamente a causa del hechizo.

- Eres un desgraciado,  además de un sucio traidor…

- Y que vas a hacer al respecto, Granger?- de nuevo el tono despreciable había vuelto a su voz.

Hermione vio nerviosa como el muchacho se levantaba, Harry mientras tanto observaba la escena con temor, pero no podía hacer nada, sus brazos no le respondían.

- Te crees que puedes hacer algo contra mi? No eres capaz, eres solo una…

- No te atrevas a decirlo…Malfoy.

- Sangre-sucia

Palabras salieron de la boca de Hermione, y Draco cayó inconsciente al suelo. Pero la muchacha no estaba complacida, pero ya no podía hacer nada, sus esperanzas habían sido destruidas…

La noche de la caída de Lord Voldemort, Draco Malfoy fue llevado a Azkaban a la espera de un veredicto que tardaría mucho tiempo, pues…se habían convertido en un traidor en ambos bandos. El dilema de todo el mundo fue; a qué bando pertenecía Draco Malfoy?

La respuesta de Hermione había sido tajante. A ninguno.

Desde ese momento, Harry fue hospitalizado, y Hermione abandonó Londres.

Ron tendría que aguantar el estar en medio de dos territorios.

-----------------------------------------en la actualidad----------------------------

Pero ahora Hermione había vuelto, y esperaba poder llevar una tranquila vida, pero sus visitas nocturnas habían sido frecuentes en los últimos meses.

- Por qué intento buscar respuestas donde no las hay? – suspiró Hermione- todo es absurdo y pronto habrá acabado.

Pero no podía estar más equivocada,  pues el tiempo en Azkaban desde la llegada de la decisión del Ministerio había transcurrido, y hechos recientes alterarían los planes de todos ellos.

Pues una carta urgente fue enviada al Ministro de Magia. Al abrirla se llevó una mano a la cabeza.

Llamó a una mujer que se encontraba afuera del despacho.

- Haz llamar a todo el consejo, y a Albus Dumbledore.

- Y de qué les digo que se trata?

- Solo que es un asunto importante de máxima prioridad.

- Muy bien.

El Ministro dejó la carta en el escritorio. Las letras eran borrosas a causa de la humedad del lugar, pero se leían a la perfección:

  Señor:

     

          Draco Malfoy ha escapado.

---------------------------------------------FIN DEL CAPÍTULO

Finito, caput, dios mio como me ha costado escribir este capitulo, lo he sudado, eh? Y creo que no me ha quedado como yo esperaba, pues creo que me he armado yo sola un lio, pero bueno, espero que haya quedado la mayoria de cosas claras. Esque en serio, quiero poner tanta información, que creo que mucha es demasiado rollo, y poca insuficiente.

Pero este es el resultado y espero que haya gustado.

Ahora a contestar los reviews:

BB: fuiste la primera en leerte el fic, eh? Jejeje, tuviste parte de la exclusiva, y ya ves, algunas cosas se han resuelto, eso espero, pero como siempre dejo la mayoria en suspenso, ejejejeje. Espero que te siga gustando, aunque este solo es el segundo capitulo, todavía queda mucho camino por recorrer, jejeje. Muchos besos wapisima y nos leemos.

Luna-wood: Bueno, hola wapa, aquí tenemos el segundo capitulo, como ves siempre soy mu mala y lo dejo en suspense, pero si no lo hiciera no seria yo, juas juas. Ya veo que sigues mis dos fics ultimos fics, eso me alegra un monton. Espero que esto siga para mucho mas tiempo, muchos besitos.

Rosa: hola wapisima mia, lo de que tiene algo de el hombre de la mascara de hierro, ya te dije que na nai, pues solo por poner el numero del prisionero no tiene nada que ver, asi que…juas juas, propio mio. A ver si te gusta este capitulo, y seguire intentando superarme dia a dia, muchos besos cariñet.

Kore: Hola wapisima, ya ves, estoy inspirada esta semanita y he subido mis dos fics, todo un logro en mi que ahora no tengo tanto tiempo, espero que eso no me haga decaer con mis historias.

Al final, y a pesar de la insistencia que me dabais tú y Rosa, Harry está vivito y coleando, pero un poco lisiao el pobre, pero no podía matarlo, no podía entonces cuadrar ciertas cosas. Espero haberlo resuelto bien.

Muchos besos corason.

J@ina: Siento no haberlo subido antes de que te fueras de vacaciones, pero bueno, asi cuando hayas vuelto te lo lees, y quien sabe, a lo mejor ya he subido el siguiente, cosa improbable, pero bueno, me alegra que te haya gustado el principio, ahora espero que te guste lo siguiente, jejejeje. Muchos besos wapisima.

Pues hasta aquí el capitulo dos, espero no recibir piedras ni nada agresivo, jejeje, solo vuestros comentarios y sugerencias, que siempre serán bien recibidos, exceptuando el matar a personajes que me rompan el esquema de la historia (vale Rosa?) juas juas

Es mi historia y mato a quien quiero, jojojojoj Yo tengo el poder.

Locuras aparte.

Muchos saludos a tod@s y si no nos vemos antes, FELIZ NAVIDAD!!!!! BUENAS FIESTAS!!!!

Mis mejores deseos:

Shiro, sassenach española.