6. Cuando el pasado y el presente se encuentran...

- Perfecto, maravilloso, espléndido...- la voz de Ron resonaba por
todo el departamento- las cosas se ponen más interesantes a cada
minuto que pasa...

- Quieres calmarte Ron?- decía Ginny con impaciencia.

- Que me calme?- dijo irónicamente- nos acaban de informar que han
visto en la casa de los Malfoy deambular a unos sospechosos, y luego
nos enteramos que se tratan de Parkinson y Zabbini que hacia siglos
que no hacían acto de presencia. Y para colmo se han llevado algo, y
los vigilantes del Ministerio no han podido alcanzarlos...

Harry estaba leyendo el informe que acaban de recibir sobre el
incidente en la mansión Malfoy y Luna miraba distraídamente al
pasillo para ver como la gente pasaba con montones de papeles.
Al ver que nadie le interrumpía, Ron continuó:

- Esto tiene que ver con ese traidor, estoy completamente seguro,
ahora que ha vuelto a aparecer en el mundo mágico, todos sus
cómplices pierden el culo para ganarse una buena posición... y
Hermione está envuelta en todas sus macabras maquinaciones- el rojo
era ya algo permanente en el rostro de Ron, pero no parecía que iba a
disminuir en absoluto- cuando tenga a ese engominado enfrente... no
responderé de mis actos frente a la ley...

-No dices más que estupideces...así que cállate y no nos contagies de
tú histeria.

Ron se dio media vuelta y vio con una mezcla de sorpresa y alegría,
como el rostro desfigurado de Ojo loco Moody aparecía tras la puerta,
seguido de Tonks y Lupin.

-Por fín, a ver si podéis hacer callar un rato a mi hermano- dijo
Ginny cruzándose de brazos.

-Y los demás?- preguntó Harry desviando un poco su atención de los
documentos que todavía revisaba.

-Estan investigando por otros medios...- dijo Lupin.

-Entiendo...- fue lo único que dijo Harry para volver a releer los
papeles.

Luna miró de reojo a Harry y se levantó de su asiento. Lentamente,
como si nada, le arrebató de las manos los documentos y los tiró a un
lado.

-Dejemos de pasar horas aburridas tras montañas de papeles- dijo con
su voz soñadora- hay que ponerse a trabajar...
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*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Uno...dos...tres...cuatro...no había forma, intentaba conciliar algo
de sueño contando los segundos que marcaba un lejano reloj.
Pero quien podía dormir en semejante situación?
Hermione se encontraba sentada en el suelo, en la esquina más oscura
de toda la habitación. Allí había una cama y un sofá, pero prefería
no utilizar ninguno de los dos, a saber quien habría dormido antes en
ellos.
El descuido de todo el mobiliario que había visto hasta ahora, daba a
conocer la precaria situación en que se encontraban Draco y su madre.

Ahora, Hermione intentaba recapacitar de todo lo ocurrido. El
encuentro con él, su consiguiente rapto, ahora su cautividad y un
futuro bastante negro. No hacia falta ser adivina para saber que no
le esperaba ningún reencuentro agradable.

De nuevo le venía a la mente la expresión de crueldad que le mostraba
ahora el rubio. Tanto la odiaba? Era normal, ella le detuvo y por
ello fue a Azkaban...
Pero en que estaba pensando? Él los traicionó, se lo merecía. Dañó
gravemente a Harry, y si ella no hubiera reaccionado quien sabe lo
que hubiera pasado...
Aun así...

Por fin los párpados comenzaron a pesarle y segundos después estaba
profundamente dormida.

Una niebla espesa inundó su visión, los sueños son así. Ocultos entre
la niebla, evitando que la gente vaya más allá de lo que se les deja
ver.
Se sentía flotar, y entrecerrando un poco los ojos, pudo divisar una
imagen. Al acercarse vio un reflejo de un pasillo. Ella sabía
perfectamente que era aquel lugar. Hogwarts.
Sus pasos no le dejaban ir más allá y se tuvo que conformar en ser
una simple espectadora.
De inmediato se llevó ambas manos a la boca. Recordaba lo que iba a
pasar, y no sabía si...quería verlo.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Andaba rápidamente por los pasillos, de vez en cuando se giraba para
comprobar si alguien la seguía, pues notaba pasos. Pero allí no había
nadie.
Cuando giró por una estatua, alguien la cogió del brazo y la atrajo
hacia un pequeño pasillo. De inmediato se encontraba arrinconada
entre la pared y el cuerpo de Draco.
El muchacho la miraba algo divertido, pero en sus ojos se divisaba un
extraño brillo.

-No vas a quejarte?- le dijo lentamente- ya me había acostumbrado a
las protestas diarias.
-Para que voy a decirte nada, al final siempre acabas haciendo lo
que te viene en gana, Malfoy.

Hermione le miró un instante a la cara, pero se sintió algo
avergonzada y desvió hacia un lado los ojos.
Draco, al percibir esto, dejó de sonreír y le cogió delicadamente la
barbilla para que le volviera a mirar.
Hermione intentaba que él la soltara, pero el no cedió, y siguió
observándola. Su rostro reflejaba la intriga de estar buscando, y ese
algo parecía estar en la cara de la chica.
El estar tan cerca, el sentir sus ojos clavados en ella, el
silencio...
Por qué estaba haciendo él aquello? Es que siempre quería incomodarla
y molestarla de cualquier forma?
Al fin, él aflojo la presión de su mandíbula y separó un poco las
distancias, pero sin dejarla del todo.
Con una expresión indescifrable...

-Desde cuando?

-Perdona?- dijo ella incrédula.

-Desde cuando estás interesada en mi?

-QUÉ??...Pe-pero...de que tonterías estas hablando?- su voz sonaba
totalmente nerviosa.

-Nunca te han dicho que tú cara es un reflejo de lo que piensas?

-Eres un creído, Malfoy. Piensas que todas las chicas tienen que ir
detrás tuya?

-En absoluto. Ahora volviendo a lo de antes, desde cuando empezaste a
sentir algo por mi?- no había broma ni ironía en sus palabras, eso
hizo que Hermione se pusiera más nerviosa.

Draco la observaba esperando una respuesta, ella apretó los labios
convirtiéndolos en una fina línea y volvió desviar la mirada.
Él miró el suelo y volvió a hablar casi en un murmullo.

-Hace poco te pregunté que si te decía que me importaba lo de Weasley
y tú, que harías.- Hermione seguía con la mirada hacia otro lado-Tú
respuesta fue simple...sonreír. Debí darme cuenta en ese momento.
Aunque mentiría si dijera que lo ignoraba.

Él levantó lentamente la mirada, y vio que ella seguía con la mirada
desviada. Draco suspiró profundamente e intentó buscar su mirada.
Con una leve sonrisa dijo suavemente:
-Mírame...Hermione.
La joven se sobresaltó y giró su vista sorprendida hacia el rostro
del chico.
-Has dicho mi nombre, por qué?

-Parece que era la única forma para que te giraras – dijo él sin
esfumar aquella leve sonrisa.

Hermione apretaba los puños, intentando aferrarse a algo para no
perder el valor y salir corriendo.

-Estás temblando?- dijo sorprendido el rubio- desde cuando la
sabelotodo Granger tiene miedo a algo?

-No juegues conmigo- dijo apretando los dientes.

Y fuera de toda expectativa, Draco colocó delicadamente una mano
sobre la mejilla de Hermione.

-Tanto confías en mí para tener esos sentimientos?- su mirada buscó
una respuesta en los ojos de ella- si que han tenido que cambiar las
cosas dentro de ti para pensar así...es algo que me inquieta, y no se
por qué?

Hermione siguió callada.

-Tú silencio me confirma mis sospechas.

-Supones mucho. En ningún momento se te ha pasado por la cabeza que
puedes estar equivocado.

-Lo estoy?

Ella quería decirle, no, gritarle de que estaba equivocado, que se
tragara todas esas fanfarronerías. Pero no podía, su voz había
desaparecido. No podía mirarle a la cara y decirle que todo eso era
mentira, no podía...todo su temor, todo lo que había intentado
evitar, su secreto...su secreto...su...
La voz de Draco le devolvió a la cruda situación:

-Yo...Yo se que lo tendría que decir...pero no puedo. Es demasiado
complejo, la situación lo es. Y a pesar de todo, sigo siendo el de
antes. Hay cosas que no pueden cambiar. Lo siento...

No acaba de entender lo que estaba pasando, Draco lo estaba diciendo,
sin burlarse de ella, sin meterse con sus, ahora descubiertos,
sentimientos. Para luego disculparse de que no podía corresponderle.
Su vista empezó a nublarse, por que? Pero si ella no esperaba nada,
ni siquiera que se supiera lo que sentía, entonces?
La mano fría en su otra mejilla hizo que se sobresaltara un poco.

-Por qué tienes que ser así?- dijo con cara inexpresiva- siempre me
he metido contigo, con tu procedencia, y ahora...ahora estas aquí
delante mía...y yo...no se que pensar ya. Pueda que me arrepienta de
esto pero...

Hermione abrió atónita los ojos al sentir los labios del joven en los
suyos. Sin querer se vio devolviéndole ese beso que había ansiado
tanto. El tiempo parecía haberse detenido cuando...

-Se puede saber que estáis haciendo vosotros dos?

La voz enfadada de Harry hizo que se separaran rápidamente.
Draco se pasó una mano por su fino cabello y volvió a tener aquella
sonrisa cínica que tanto le caracterizaba.

-Tranquilo Potter, no vayas a darnos un sermón.

Una mirada fugaz a Hermione y pasó sin detenerse por el lado de Harry
hasta perderse al girar una esquina.
El muchacho miró incrédulo a Hermione.

-A que ha venido esa escena?
La chica todavía sonrojada, se aclaró la garganta y comenzó ella
también a andar. Pero antes de seguir adelante.

-No ha sido nada, no se repetirá.

-Por tú bien, y creo que el mío, mejor que no se entere Ron.

Hermione dudó de seguir andando, pero levantó la cabeza y se marchó.

*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*

Las nieblas se cerraron frente a sus ojos, y comprendió que el
recuerdo había terminado.
Aquel día había creído que las cosas cambiarían...y claro que
cambiaron. Al cabo de unos días, él volvía a burlarse de ella, y
aquel fugaz momento parecía haber quedado muy atrás.
Aquella vuelta a la rutina podía suponer uno de los dolores que jamás
pensó que podría tener. Y la necesidad de resguardarse en un lugar
seguro se hacía cada vez más intensa. Hasta que comprendió, que su
lugar, era junto a Ron. Era así de simple, y se vio obligada, una
enorme necesidad, de enamorarse de su mejor amigo. Pero aun así...la
huella había sido profunda, y cualquier indicio de una vuelta a la
confianza se vio truncada por la traición de aquel que...

Las nieblas comenzaron a encerrarla y fue consciente que los sueños
se habían acabado, era hora de volver a despertarse.
Pero su despertar fue más inmediato de lo que esperaba, el ruido de
una puerta al abrirse estrepitosamente, hizo que se sobresaltara y
fuera consciente de donde estaba....
*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-*-
*-*-*-*-*-*-*-*-*

El sonido de un libro al cerrarse retumbó en la pequeña habitación.
Se había cansado de leer una y otra vez la frase, seguía sin
enterarse, su cabeza estaba en otra parte.

Draco se levantó de la silla y estiró un poco sus pies. No entendía
como podía seguir dándole vueltas a lo mismo.
Aquella imagen que observaba tan a menudo desde su pequeña ventana de
barrotes en Azkaban.
Una vez más la recordó.

A la lejanía, entre una bruma espesa que se alzaba cerca de la
orilla, ahora se veía tan lejana. Siempre llovía, pero eso no impedía
que aquella figura, se quedara quieta observando hacia el enorme
edificio que era la prisión.
Podría ser cualquier persona, era lógico, alguien que observaba con
curiosidad la tenebrosa Azkaban, pero...él sintió quien era, a pesar
de las dudas que esto acarreaba.
Aquella ligera figura, con una gruesa capa que le cubría hasta la
cabeza, pero dejando entrever, alzados por el viento, pequeños
mechones de pelo ondulado. Estaba lejos, pero era increíble la
percepción que tenía.
Solo conocía una persona que le hiciera tener esa sensación, no podía
explicar que especie de sensación, pero algo de nerviosismo notaba.
Por qué estaba allí? Se regodeaba de su libertad frente a la patética
situación en la que él estaba? Tenía ganas de salir de allí en ese
momento y abrazar con sus manos aquel fino cuello, apretarlo tanto
como pudiese y ver la cara de sufrimiento de ella... pero eso no
quitaba la inquietud de saber, que estaba haciendo ella allí.
Era su forma de visitar a aquel que se burló de ella, aquel que le
hizo daño?

No olvidaba la ocasión en que le robó un beso, incluso ahora se
convencía de que aquello había sido innecesario. Tenía toda la
confianza de la joven, entonces, por qué la besó? Por qué toda
aquella escena? La farsa ya se había cumplido, pero había tenido la
necesidad de...no quería mostrar ninguna debilidad, y menos con esa
sangre-sucia que podía arruinar sus planes. Al fin y al cabo era
humano, tenía ciertas necesidades.
Hizo una mueca divertida. Él, en medio de un plan minucioso, y perdía
el tiempo en niñerías juveniles. Ella acabaría siendo una pieza
fundamental en sus planes, podría haber elegido otra, pero no, la
eligió a ella. Ella era su punto de venganza, no debía ser así, pero
ella trastocó sus planes, debía pagar....

Volvió a coger el manuscrito y lo abrió por la página por la que se
había quedado. De nuevo se encontraba frente a la dichosa frase. Se
concentró y comenzó a leer. Sus ojos se movían según iba a avanzando,
iba a terminar la frase y...
- Mierda!- adiós a la frase, adiós al manuscrito.

Se levantó de la silla de nuevo, volvió a pasearse por la habitación,
miró la mesa y...salió rápidamente de la habitación.
Pasó frente a su madre que seguía tarareando y con la varita en mano,
abrió la puerta donde estaba la habitación donde dormía Hermione.
Cerró la puerta tras de sí. La joven abrió rápidamente los ojos y se
incorporó.
Hermione lo miraba con cierta mezcla de duda y miedo. Se dio cuenta
que Draco estaba respirando dificultosamente como acabado de hacer un
gran esfuerzo.

-Por qué fuiste a la orilla del lago de Azkaban?

Hermione abrió ligeramente la boca pero no contestó. De nuevo volvió
sorprenderle la percepción del rubio.

-Volveré a preguntarlo. Por qué fuiste a la orilla del lago de
Azkaban?

Hermione no contestó, apretó los dientes, y pareció volver a revivir
aquel recuerdo.
De pronto, casi imperceptiblemente notó como unas manos frías le
cogieron de las muñecas haciéndola mirarle a la cara, y Hermione se
encontró con los ojos de Draco.
-No!

Un grito desesperado salió de la boca de ella, no quería...Hermione
se soltó y corrió hacia la puerta. Pera esta no se abrió. Cuando
retrocedía aturdida Draco la sujetó y la joven comprendió que no
podía escapar. No podía ofrecer resistencia cuando el rubio la obligó
a enfrentarse a él. Sujeta ahora contra la pared de la puerta, no
podía hacer otra cosa que volver la cabeza a un lado.

-No me toques- dijo entre dientes.

Él no respondió, pero tampoco aflojó sus manos. Hermione cerró los
ojos, sin saber lo que él le haría y consciente de que era impotente
para luchar contra él sin su varita. EL miedo y el odio se apoderaron
de ella.

-Hermione...-la voz de Draco era suave pero imponía amenaza- por que
ibas aquel lugar tan a menudo?

Ella se mordió el labio hasta hacer brotar una gota de sangre y
sacudió violentamente la cabeza. Esperaba a que él le asiera o algo,
pero no hizo nada. Pero la presión de sus dedos aumentó, se limitó a
decir amablemente.

-Dímelo, Hermione.

Sorprendida por el tono de la voz, ella le miró, y vio el frío en sus
ojos grises. No necesitaba dañarla físicamente, ya lo hacía en su
interior con solo mirarla de esa forma. Quiso forzar su lengua, para
no mostrar ninguna debilidad.

-Yo...no lo se- pudo decir al fin.
-Si que lo sabes, me parece que estamos reviviendo un viejo recuerdo.
Y llevo todas las de ganar, recuerda que tú rostro es un claro
reflejo de lo que piensas.

Para sorpresa de Hermione, le soltó los brazos y se volvió, cruzando
despacio la habitación. Sin dejar de observarle, la joven alargó de
nuevo la mano hacia el pestillo de la puerta detrás de ella. Si podía
abrirla sin ruido, tal vez...

-La puerta no se abrirá –dijo Draco, sin mirarla- Permanecerá
cerrada hasta que yo la abra.

Hermione tenía las mejillas sonrojadas de vergüenza por su propia
ingenuidad por no mantener la mente fría en esa situación. Volvía a
jugar con ella. Él se volvió de nuevo de cara a ella. Por un largo
instante, la miró con frío interés, después dijo:

-¿Por qué temes contestar a mis preguntas?
-No tengo miedo.

Pero no podía mirarle; el recuerdo de aquel beso y su consiguiente
reacción, de la traición, y ahora su venganza...esas circunstancias
eran demasiado fuertes.

-Si que lo tienes. ¿Por qué? ¿Temes a que juegue contigo?
-No necesitas que diga nada para que te diviertas a costa de los
demás. Fíjate en lo que le hiciste a Harry, no podrá tener libertad
para hacer magia ni podrá jugar a quidditch en su vida por tú
culpa...tú le hiciste eso.

-Si. Yo se lo hice.

Hermione lo sabía, pero oírlo de Draco que confesaba la verdad con
tanta indiferencia, era aún más impresionante. Todas sus dudas y
confusión se borraron de pronto de su mente, y sólo sintió asco.

-Dioses! –escupió la palabra- Eres un monstruo!

Draco suspiró:

-Ciertamente. Un monstruo cruel, que manipula a la gente a su parecer
para llevar a cabo sus planes, a costa de lo que pueda provocar a los
demás –tenía un brillo en los ojos- No comprendes nada!

-Si que comprendo –replicó ella con voz temblorosa- Comprendo
demasiado bien lo que eres! Contar tus fechorías sin el menor
remordimiento, reaccionar como si no significase nada, enorgullecerte
de ello...

-Enorgullecerme? Si, puede que tengas razón. Muy bien, completaré
esa descripción, ya que veo que me conoces muy bien. No tengo
conciencia, no tengo moral; soy lo que ves en tu propia mente,
Hermione. Me gusta atormentar a los otros por el placer que obtengo
de ello, es por lo único que vivo!- se dominó por no soltar una
carcajada- estás satisfecha?

La estaba desafiando, incitándola a plantarle cara, y un sentimiento
de rebeldía hizo que Hermione no diese su brazo a torcer.

-Sí!- le replicó furiosa- Estoy satisfecha, Malfoy, porque esto me
demuestra que los demás siempre han tenido la razón y yo estaba
equivocada. Tú eres así, cruel, y siempre lo has sido.

Había alzado una mano en señal amenazadora, pero con una gran
velocidad Draco levantó una mano y le agarró la muñeca. Su propia
cólera iba en aumento, con tanta rapidez que apenas podía
contenerla...eso era lo que había querido, aquella situación era la
que había deseado...Ella lo sabía....y le había acusado, como habían
hecho tantos, sin reflexionar, como él sabía que un día haría.
Draco quería herir el alma que se había reflejado en sus visiones en
la prisión, quería tomarse la venganza a que tenía derecho desde
hacía tiempo.

Pero su visión se aclaró y ahora vio las finas facciones y los
grandes ojos de Hermione. Aquel orgullo, que no disminuía a pesar de
la situación. Hermione tenía el valor de echarle en cara lo que
sabía, en vez de herirle por la espalda.

Ella estaba inmóvil, vigilante y alerta, dispuesta a liberarse a la
menor oportunidad. Pero Draco no se la daba. La presa sobre su muñeca
se apretó hasta que el dolor se manifestó en el semblante de
Hermione, pero ésta no dijo nada. Él podía haberle roto el brazo;
podía haberla matado con solo mover su varita...

-Crees que me conoces- murmuró furiosamente él- pero te equivocas,
Hermione. Te equivocas!
Pero que estaba diciendo? Por qué había dicho eso? No era lo que
pensaba, por qué?

Ella se retorció tratando de liberarse, él la retuvo sin esfuerzo,
pero tuvo que combatir una oleada de pura y cruda emoción que estaba
surgiendo en su interior.

-No me equivoco!—El dolor se reflejaba en la voz de Hermione, y ésta
respiraba con fuerza- Se quién eres y como eres!
-Lo sabes?

-Claro que lo se, te he visto traicionar a los tuyos, y luego
traicionarnos a nosotros por el puro placer de divertirte. No tienes
principios a los que seguir, y por tú propio beneficio arrastras a
los demás a tú desgracia...Fijate en tú madre. Eres un ser
despreciable!

Sus palabras dieron en el clavo, y el dique que aguantaba la marea se
rompió. Draco sonrió de nuevo y, esta vez, su sonrisa hizo que
Hermione se estremeciese de horror. Había ido demasiado lejos...,él
la mataría, y una parálisis de miedo agarrotó sus músculos al prever
el golpe de gracia.
Pero no lo descargó. En vez de esto, Draco se echó a reír, como si se
tratase de una broma.

-Despreciable- dijo suavemente-No, Hermione, esta vez no te equivocas-
La atrajo hacia sí, hasta que el cuerpo de ella quedó apretado
contra el suyo y pudo sentir los rápidos latidos de su corazón-Pero
andas...desencaminada.

Levantando la mano libre, apartó los ondulados cabellos de la cara de
ella. Gotas de sudor brotaban de su frente, y ahora pudo advertir que
estaba temblando. Había ira en su mente; quería golpear, vengarse, y
sin embargo, había más, mucho más, detrás de aquel impulso.

-No soy un monstruo...-dijo, en su tono ligeramente amenazador-soy
bastante humano.

Y antes de que Hermione pudiese apartarse, inclinó la cara sobre la
de ella y la besó. Fue un beso violento, tomado, no pedido; y ella se
resistió con una fuerza que le sorprendió, retorciéndose en su abrazo
y arañándole. Era ágil y flexible como un gato, y su furiosa
determinación pulsó otra cuerda en Draco. Él la besó de nuevo, esta
vez más sensualmente. Las nuevas sensaciones que le invadían le daban
vértigo; la venganza fue eclipsada por algo más fuerte, y más
apremiante, y dejó de pensar por un momento en su plan.

Hermione se desprendió desalentada, y sus miradas se cruzaron
brevemente. Los ojos de ella echaban chispas. De pronto, con una
rapidez que casi pilló a Draco desprevenido, Hermione le arrebató su
varita y la levantó encarándola directamente sobre su corazón.
Con un movimiento reflejo, Draco le hizo perder el equilibrio y la
varita cayó al suelo. Con la mano izquierda agarró la muñeca derecha
de Hermione y la retorció hasta que ella ahogó un grito involuntario.

Ella le miró furiosa, jadeando. Podía tener miedo, pero no se dejaba
amilanar, Draco comprendió que, a la menor provocación, lucharía
contra él como un animal salvaje, y esta constatación le provocó una
nueva descarga de adrenalina.

-Sabes arrebatar una varita- dijo, entrecortadas sus palabras por los
sofocantes latidos del corazón- Pero yo hace más tiempo que tengo que
luchar...y sé defenderme!-Sonrió mostrando sus dientes.-Puedes darme
algo mejor, Hermione?

Ella sacudió enérgicamente la cabeza.
-No!

Los ojos grises que se fijaban en los suyos parecieron inflamarse de
pronto, y Hermione sintió que su voluntad flaqueaba ante la mirada
implacable de Draco. Trató de resistir, pero se estaba debilitando;
una voz interior le recordó lo que él le había echo, lo que les había
echo a todos y de lo que era capaz, y el miedo surgió de
nuevo...,pero mezclado con lo que era un eco de antiguos sentimientos
que creía que había desterrado para siempre, un deseo abrumador...

-Hermione...- La voz de Draco era sibilante, persuasiva; anulaba sus
defensas- No tengo calor? No tengo vida?

Ella trató de negarlo, pero no pudo articular las palabras. Las manos
de él sobre su piel, frías, fuertes, y una necesidad largo tiempo
dormida dentro de ella respondió con una fuerza que no podía
combatir. Jadeó cuando los dientes de él rozaron su hombro, y la
camisa, despojada de su cuerpo, dejó al descubierto su blanca piel.

-Draco...no. Por favor, no...

La protesta quedó interrumpida cuando Hermione se tambaleó hacia
atrás bajo una suave pero irresistible presión. Tropezó con la cama,
cayó; sintió el peso y la fuerza del cuerpo de Draco sobre el suyo.
Esta vez, cuando él la beso, no pudo dejar de responderle. El terror
daba paso al deseo, y ya no podía seguir luchando contra él; ya no
quería luchar contra él.
Draco levantó la cabeza. La luz salvaje de sus ojos fue de pronto
mitigada por una expresión que Hermione no se atrevió a tratar de
interpretar, y él sacudió la cabeza, apartando un mechón de cabellos
platinados de su cara. El gesto era tan inocente que ella se sintió
de nuevo confusa; ya no sabía lo que era él...

-Eres valiente-dijo suavemente -y eres honrada...,luchas con esa
nobleza que siempre te ha caracterizado. Podría vencerte fácilmente,
Hermione, y nada podrías contra mi deseo..., pero no lo haré...por
ahora. Todavía conservo algún sentido del honor...y tú no quieres
rechazarme, verdad? –sus manos, ligeras y frescas sobre su piel,
apartaban las molestas prendas- vas a hacerlo?

El cuerpo de Hermione le respondía, contra su voluntad,
atormentándola con un deseo doloroso, y largo tiempo reprimido que
hacía que tuviese ganas de llorar y de gritar, de apartarle y sin
embargo retenerle al mismo tiempo. Un gemido brotó de su garganta, y
sus labio articularon involuntariamente una sola palabra.

-No...

Gritó al sentir la famélica violencia de él al poseerla, pero Draco
le impuso silencio besándola de nuevo y haciendo que cediese a pesar
de ella misma. Y después de la primera resistencia, hubo placer al
mismo tiempo que dolor, un fiero y tembloroso alivio cuando ella le
rodeo con sus brazos desnudos, echada hacia atrás la cabeza y
mordiéndose el labio inferior hasta hacerlo sangrar. Volvió a luchar
otra vez contra él; pero él la tranquilizó y ella volvió a doblegarse
debajo de él.

Por fin, saciado su deseo, Draco recorrió con las manos, lenta y
suavemente el cuerpo de Hermione, siguiendo la ligera curva de sus
senos. Ella yacía, quieta en sus brazos y con los ojos fuertemente
cerrados, como si tratase de negar la verdad. Las lágrimas que se
había negado tercamente a verter brillaron ahora en sus oscuras
pestaña, y un sentimiento que podía ser de arrepentimiento despertó
en Draco.
Pronunció su nombre, y Hermione abrió los ojos, expresando una mezcla
de incertidumbre, acusación y vergüenza. Él quería decir más, pero no
pudo. En vez de esto, levantó la varita con una mano y pronunció una
palabra.
Hermione cerró de nuevo los ojos y su respiración se calmó, con el
ritmo ligero y regular propio del sueño. Él no quería
recriminaciones, no ahora.

La soltó de mala gana, se levantó y cruzó la habitación recogiendo su
ropa, reprimiendo los pensamientos que amenazaban con apoderarse de
él y romper las barreras que había levantado contra el resto del
mundo. Sin mirar hacia atrás, abrió la puerta y se marchó, dejando a
Hermione de nuevo, en un mar de dudas, envuelta por la niebla del
sueño.

------------------------------FIN DEL CAPITULO-----------------------

Sin comentarios.... tenía que pasar, tarde o temprano esta situación
ocurriría, y era inútil alargar la espera, pues la historia continua
para largo, y no espera felicidad a la pobre Hermione, por lo menos
en un futuro cercano. Y Draco? NI siquiera yo, que soy la que
escribo, entiendo lo que pasa por su cabeza. No es irónico?

Un capitulo que mezcla el pasado con el presente, acabando el asunto
que habían dejado en aquel pasillo. Pero sabemos lo que siente
Hermione...falta el otro. Parece que a pesar de todo, sus planes se
anteponen a cualquier acto puramente humano. Jum, que filosofica
estoy hoy.

Pues nada, ahora a esperar a ver como se tomaran las cosas después de
ese encuentro tan...pasional.

Por cierto, he empezado a escribir otro fic (no se como lo hago, que
siempre digo que este es el ultimo, y enseguida me inspiro con otro,
aisss no doy abasto) Se llama Arianrhod, y supondreis quien es la
parejita, no? Si quereis ver otro fic 100% Shiro con toda su
crueldad, o no, ahí teneis para serviros. Os espero ahí con vuestros
comentarios. Y voy a los de este fic.

Kore: Hola mi querida sangre sucia, ya ves, hay temita en este cap,
raro eh? Viniendo de mi tendría que haber dejado a Draco con las
ganas, pero NO, jejejeje Yo sigo con mis intentos de seguir
escribiendo la historia sin saber lo que ocurrirá en el prox cap,
pero asi es más interesante, y si sale bien, pues eso es lo que gano.
Pues nada, a ver cuando podemos leer mas de tus historias, que hija
mia, que parsimonia. Jajajaja. Muchos besos wapa.

Aislinn:Gracias por tú eterna paciencia, siento tanto que algunas
veces tarde en escribir, pero hay que tener en cuenta que yo no me
dedico todo el tiempo a escribir, también debo dedicarme a mi carrera
(dios, dije yo eso?) Pero me encanta que sigas ahí, con personas como
tú hacen que me inspire más a la hora de seguir escribiendo. Muchos
besos y a ver que piensas del cap.

Luna-wood: Tú y tus conflictos internos seguis siendo bienvenidos,
jajajajaja. Yo ya acabé la orden del fénix, y buah, quiero más, que
rabia, hasta dentro de muuuuuuuucho muuuuuuuuuucho tiempo no habrá
más, y nos dejan así. Que mal. Pero bueno, siempre tendremos los fics
para que no dejemos de divagar por los mundos de Harry Potter, y una
servidora lo hace con mucho gusto. Muchos besos y no te preocupes,
siempre escucharé atentamente tus divagaciones internas.

Thurisaz7: Hola (un hola lastimero dentro de las profundidades de la
desesperación, y tú sabes porque, snif) Yo intento ser positiva, pero
ya sabes porque estoy así, al iwal que tú. Deberemos encontrar una
solución. Menos mal que este cap no lo he escrito hoy, porque si no,
seguro que me habría cargado a Draco, no se, puede ser porque veo en
el la cara de ese actor ingles que es un bocazas ( se supone que me
gusta tom felton, eh?, esque el chaval me ha pillado fina hoy) espero
que todo sea solo una confusión. No os ralleis las que leais esto,
son cosas de lunáticas. Bueno corazón, no se que más decirte en un
momento así, pero recuerda, todo en esta vida tiene solución, excepto
la muerte y Hacienda, e incluso eso es negociable. Muchos besos y nos
vemos.

BB: Mi querida sangre limpia, mi xiki, creo que habrás sido feliz en
este cap, por fin escribí lo que siempre había faltado en mis fics,
bueno en el anterior, porque en el primero solo tenias unos 16 o 17
años, y yo no puedo poner que esos adolescentes hicieran esas
cosillas, jajaja Pero ahora, con un Draco tan... pues me fue más
fácil. Así que ya me dirás. Un beso wapa.

J@ina: Hola wapisima. De nuevo estoy con un cap más. Acción? En este
cap debe valorar tu lo que crees que es acción, porque se puede
interpretar por...bueno, ya sabes, ejem jijijijii No quiero
atormentar demasiado a Hermione, pero si quiero que Draco resulte un
personaje tan...interesante, pues no puedo evitarlo, así de camino me
sale la vena cruel. Pues eso, a ver que te pareció, y espero verte
tambien en el otro fic. Muchos besos.

Pues hasta aquí hemos llegado una vez más. Creo que este cap me salió
más largo de lo normal. Me siento orgullosa ( jejejejeje
Muchos besos y espero veros por estos lares tan ocultos de la tierra.

Besos.

Shiro, sassech en la otra puerta....

Nota final: gran parte de este capitulo, la encuentro pasional de draco y hermione está sacado del libro El señor del tiempo.