LO SIENTOOOOOOOOOOO . No se que estupidez hice y subí de nuevo el capítulo 10 perdooooooon

Ahora si es el 11 y espero lo lean y me dejen su comentario .Además creo que me odian por el simple hecho de que me tome todo el tiempo del mundo para escribir este último capítulo. Pero tengo mis razones personales... una es la escuela... otra es un trabajo final de Geografía y... buenas se me acabaron las razones y le verdad tenía flojera, pero aquí está el último capítulo de este fic.

Disfrútenlo.

Título: Lo lamento

Capítulo 11: Por fin la cura

—diálogos—

pensamientos—

CAMBIO DE ESCENA

—Todo lo que necesitaba está en... —

No terminó la frase y salió corriendo en busca de Aome. Era el mediodía y necesitaba apurarse o la sacerdotisa moriría si no llegaba antes del anochecer.

Luego de mucho correr, atropellando a medio mundo, Inuyasha llegó a la aldea del pozo. No perdió el tiempo y entró en la cabaña donde estaban Miroku, Sango, Shippo, Kirara y Kaede. Estos se le quedaron viendo con los ojos como platos.

—Inuyasha ¿qué pasa¿Por qué tu ropa está rasgada?—

—...— no le respondió al kitsune

— Encontraste la cura ¿verdad?— dijo el monje esperanzado

—¿Ya sabes cómo salvar a Aome?— agregó Sango

—¿DÓNDE ESTÁN LAS SERPIENTES QUE LE REGALÉ A AOME?— gritó Inuyasha —HABLEN—

Todos estaban muy confusos, pero Kaede reaccionó y sacó de debajo de unos tablones un saco blanco.

—Bien, ahora me tengo que ir—

Y salió de la cabaña a toda velocidad seguido por todos sus compañeros. Inuyasha saltó dentro del pozo por donde se asomaron Miroku y Sango. Shippo bailaba contento con Kirara. Sango sonrió, hacia tres días que no lo hacía, sin contar el incidente del bosque con el monje.

—Estará bien, Inuyasha lo prometió—

Miroku asintió y se sentó junto a la exterminadora para esperar el regreso de Aome e Inuyasha (N/A otra ves? )

Del otro lado del pozo Inuyasha se encontró con un desesperado Sota.

—Inuyasha ayuda a mi hermana—

—Y ¿qué crees que estoy haciendo?—

Sota sobre la espalda de Inuyasha recorría las calles para llegar al hospital. Cuando entraron Sota se dio cuenta que con la prisa de llegar las orejas de Inuyasha estaban al descubierto. Miró frenéticamente a todos lados y al no encontrar nada con que cubrirlas saltó sobre la cabeza del chico.

—¿QUÉ HACES?—

—Tú sólo ve con Aome—

Inuyasha obedeció y fuera del cuarto de Aome se encontraban Ayumi, Eri y Yuca que parecían muy preocupadas. Inuyasha ni saludó sólo entró en el cuarto. Sota se encargó de sacar a las enfermeras a empujones y después de cerrar la puerta tras de él...

—¿Qué sucede? Oô— preguntaron todos los que estaban afuera

—XDDD emmh... ejem... —

Dentro del cuarto Inuyasha pidió a la señora Higurashi que buscara unos recipientes.

—¿Encontraste la cura?—

Inuyasha esbozó una sonrisa para confortar a la madre de Aome —Sí, pronto estará bien—

Luego Inuyasha sacó unas cuantas serpientes del saco y con sus garras las hizo tiras. Una sustancia morada escurrió de las serpientes al momento que se recolectaban en el recipiente. La sangre de estos reptiles tenía una especie de antídoto para ayudar a cerrar las heridas del gran oyente y de Murashi. Cuando un pequeño balde se llenó Inuyasha apuró a la madre de la chica para que se apurara y se lo pusiera a Aome.

—La sangre se evapora muy rápido—

Como Aome tenía heridas a lo largo de todo el cuerpo la señora Higurashi cerró las cortinas y se lo administró a su hija mientras afuera Inuyasha recolectaba más sangre y se la pasaba por otro lado de la cortina. Poco después la señora Higurashi se separó de Aome e invitó al mitad-bestia a pasar con su hija. Este se acercó y se sentó junto a Aome. Se puso de cunclillas en el suelo para observar como su rostro recuperaba color rápidamente . Su respiración regresaba a la normalidad al igual que su pulso y poco a poco fue abriendo los ojos para encontrarse con un chico de cabello plateado y orejas de perro que la miraba con una sonrisa. Lo único que la hizo fruncir el ceño fue que al fijarse mejor en esos ojos dorados percibió miedo y tristeza. Aome se sentó siendo vigilada de cerca por el hanyou.

—¿Qué te sucede Inuyasha?—

—Nada, sólo estoy feliz de verte como antes—

—No, tu mirada es diferente—

—¿Qué? No, no digas eso. Estas bien y eso es lo que importa— luego se levantó del suelo y se sentó frente a Aome.

Aome se le acercó y lo rodeo con sus brazos, pegó su cabeza al pecho de Inuyasha y cerró los ojos.

—Dime que te sucede, dime la verdad ¿qué fue lo que hiciste para ayudarme?—

Inuyasha se quedó sin habla, no quería decirle sus razones por sentirse así, no quería preocuparla. Entonces optó por abrazarla también firmemente y recargar su cabeza sobre la de la sacerdotisa.

—No tiene caso ocultarme algo, sabes que te lo voy a sacar tarde o temprano— dijo la sacerdotisa después de haberse sorprendido del acto del hanyou.

Inuyasha se dio cuenta de eso y acercó más a Aome.

—Inuyasha—

—Aome tenía miedo de perderte—

—Yo pensé que no te volvería a ver—

—No se que hubiera hecho si te perdía— dijo el hanyou en voz baja —Nunca me lo hubiera perdonado—

Aome iba a decirle que tenía total confianza en que la ayudaría, pero Inuyasha siguió hablando.

—Aome, desde que Naraku mató a Kikyo juré que no volvería a amar a nadie más y lo que más me ha costado ha sido volver a creer en las personas, en especial en las que me han ayudado en diferentes ocasiones—

—Eso ya lo sé Inuyasha— dijo Aome con pesar

—Se que no te agrada Kikyo, pero ella siempre será parte de mi pasado y la voy a proteger de Naraku, es mi deber hacerlo. No puedo dejar que la mate de nuevo—

Aome se sentía cada ves peor por las extrañas confesiones del chico que la abrazaba de manera tan protectora.

—¿Por qué me dices esto?—

—Aome, escúchame. Kikyo fue la segunda mujer a la que amé. Mis sentimientos por ella nunca desaparecerán, pero ahora ya no son lo más importante para mí— la chica se preparó para que Inuyasha le dijera que Kikyo era lo más importante para él, pero el mitad-bestia la abrazó con más fuerza y escondió su rostro en el cabello azabache de la chica.

—Aome no quería perderte, no quería que sufrieras lo mismo que Kikyo. NO QUIERO VOLVER A PERDER A LA PERSONA QUE MÁS AMO— (N/A me esforcé mucho para buscar las palabras exactas de Inuyasha ya que él nunca daría una confesión tan directa)

Aome se sorprendió —¿Qué?—

—Quiero que permanezcas a mi lado, por favor— dijo ruborizado.

Aome sonrió tiernamente se separó de Inuyasha y dijo —Tonto, nunca te voy a dejar solo, tú lo sabes— y le dio un suave besó en los labios al pobre Inuyasha que se quedó petrificado haciendo que se sonrojara y le sonriera tímidamente.

—Gracias—

Luego la señora Higurashi se acercó a los dos.

—Mamá perdóname por haberte preocupado— pero ella sólo la abrazó y luego también abrazó a Inuyasha sin soltar a su hija que por consecuencia hizo que los dos golpearán cabeza con cabeza.

Cuando los soltó le entregó sonriente la cachucha azul con logotipo blanco a Inuyasha quien le dio las gracias. En ese momento la puerta de la habitación se abrió de golpe dejando pasar a cinco personas muy apuradas.

—Hermana— y el niño abrazó a Aome casi llorando —Estaba preocupado, no vuelvas a hacer algo semejante— agregó en modo de regaño.

—Gracias por todo lo que hiciste hermanito— le sonrió

—Hija estas bien, y yo que me esforcé para hacer un conjuro mágico— T0T dijo el abuelo.

—Como si hubiera funcionado anciano— ¬¬ le respondió con descaro el chico de orejas de perro.

—Nunca pensamos que estarías tan mal amiga— dijeron al unísono las amigas de Aome

—Chicas gracias por preocuparse, pero ya estoy bien gracias a Inuyasha—

De un momento a otro la s tres chicas atacaron al hanyou con preguntas.

—Ey, esperen¿qué, no yo ... emh...aagh... ¡déjenme respirar!— gritó frustrado

Aome veía la escena risueña, algo cansada, pero feliz de ver que a Inuyasha le importaba mucho.

—Hermana ¿por qué sonríes?—

O.O —No por nada— U y le sonrió a su hermanito.

Después las enfermeras junto con un par de doctores entraron a la sala y echaron a empujones a todos dejando sola a la chica antes enferma. Afuera Inuyasha comenzó a golpear molesto la puerta con los puños.

—Oigan que hacen déjenme entrar—

Como Sota vio que las amigas de Aome lo miraban O.O raro les dijo al oído.

—Es que es muy posesivo y conservador—

—¿Qué dijiste? Yo no soy posesivo—

—Sí claro— ¬¬

—... —O.OU

Dentro los doctores revisaron al Aome y se sorprendieron de que estuviera curada y la dieron por alta.

—Esto se quedará como un milagro en tu expediente médico— y la dejaron para que se cambiara. Como su uniforma estaba manchado de sangre y algo rasgado (N/A ¬¬) su madre le llevó un falda rosa, camisa azul y un suéter azul claro bordado en las mangas. Cuando salió su madre la ayudó a sostenerse y todos la miraron tensos.

UuU —Ya estoy bien, no se preocupen—

Inuyasha después se encargó de ayudar a Aome quien estuvo a punto de decir su conjuro por que el chico insistía en cargarla en sus brazos y siguieron a los demás que ya se habían despedido. Al llegar a casa, la madre de Aome preparó la cena mientras los demás veían televisión e Inuyasha jugaba con el desgraciado Buyo. Al terminar de cenar Aome subió a su cuarto a dormir e Inuyasha como siempre se sentó en el suelo al pie de la cama y ojeo álbumes de fotos. A la mañana siguiente Aome estaba empeñada en ver a sus amigos de la otra época.

—No puedes ir, tienes que descansar—

—Inuyasha déjame ir, Shippo, Sango, el monje Miroku y la anciana Kaede deben estar preocupados—

—Entonces yo les diré que estas bien—

—Inuyasha... no me dejas otra opción— tomó aire por lo que Inuyasha se alejó de ella.

—No por favor, no el ABAJO—

—Entonces ¿me llevaras?— dijo sonriendo

—Uff— úu dijo con un tic en el ojo —ya que tienes tanta energía—

Al poco rato la señora Higurashi accedió e Inuyasha y Aome se fueron hacia el pozo, lo atravesaron y al salir Aome vio como Shippo esperaba pacientemente a que ella saliera del pozo y se sentara en la orilla.

—Shippo ¿estas bien?— el zorrito parecía a punto de llorar.

—AOME...buaa...buaaaaa—y saltó a los brazos de la joven quien le correspondió.

—Tenía miedo de que el bestia de Inuyasha te dejara morir—

—No te preocupes, yo confío plenamente en él—

Shippo la soltó para que saludara a los demás. Inuyasha quien salió también del pozo se sentó en el pasto y Shippo saltó a su cabeza.

—¿Qué quieres niño?— le preguntó cansado.

—Inuyasha perdóname por haberte dicho que Aome no te importaba—

—¿Hoe?— O.O —Ya no importa está bien—

—Entonces ¿no estas molesto?—

—No, pero si sigues sobre mi cabeza tendré una razón para estarlo—sonrió, Shippo también y bajó de su cabeza.

—Aome, estas bien— dijo Sango

—Sango— y las dos amigas se abrazaron.

—Pensé que no te recuperarías—

—Siento haberte preocupado. Por cierto, el monje no se aprovechó de la situación ¿verdad? o lo mataré —ÒÓ como respuesta Aome vio como Sango se sonrojaba mucho.

—Sobre eso debo decirte algo— dijo apenada Sango

—¿Pasó algo entre ustedes dos?— O.O

—SEÑORITA AOME— interrumpió el monje Miroku

—Miroku— el monje la abrazó y se separó de ella

—Si necesita algo no dude en pedírmelo—

—Muchas gracias monje Miroku. Eres muy atento—

Luego Aome se llevó aparte a Sango

—¿Qué sucedió?—

—Pues... yo...— y le contó toda la historia desde que Kohaku la recordaba y la visitó, cuando Miroku la detuvo en el bosque y cuando le dio las gracias por el beso. Aome estaba fascinada.

—Creo que debería enfermarme más seguido ¿no crees?— dijo Aome guiñándole un ojo mientras Sango reía del comentario.

Después de cenar y cuando todos estaban dormidos Aome se acercó a Inuyasha.

—Oye, sobre lo del hospital ¿lo que dijiste fue en serio?— preguntó con temor

Inuyasha agachó la cabeza para ocultar que se había ruborizado y luego vio a Aome a los ojos con una sonrisa.

—Nunca había sido tan sincero— dijo al instante en que Aome se recargaba en su hombro y se preparaba para dormir.

Todavía faltaba mucho para derrotar a Naraku y tenían que recuperar a Kohaku, el hermano de su mejor amiga. Tal ves Miroku dejaría de ser un pervertido y mujeriego y se preocuparía más con Sango. Y esperaba poder presenciar ese momento. Les faltaba mucho para recuperar la perla de Shikon, pero Aome no sentía miedo ni preocupación. Sus mejores amigos la acompañaban y ayudaban en todo lo que podían y la persona que más amaba en el mundo estaba a salvo, junto a ella y sabía que algún día le correspondería de una forma u otra.

FIN

Se acabó. Espero que les haya gustado la historia en sí. Pronto volveré con otro fic titulado "Vidas olvidadas" que será casi puro MirokuxSango , por que son mi pareja favorita Pero lo voy a publicar hasta Agosto porque necesito pasarlo a computadora y voy a salir fuera de la cuidad todas la vacaciones.

Como ya no los voy ver hasta regresar a clases les deseo lo mejor en los exámenes finales o semestrales, lo que tengan nn. Que se la pasen súper en sus vacaciones. Disfruten de sus familias y amigos cada segundo por que nunca se sabe cuando puedan perderlos. Lo digo por experiencia propia.

Espero sus comentarios y que también me acompañen en mi próxima, no tan próxima publicación.

¡FELICES VACA-CIONES!