Prologo: Mis Pensamientos

Era una mañana fría y nublada, por la calle apenas y había gente, pues eran vacaciones, todas las calles estaban húmedas pues en la noche callo una lluvia suave, en el parque las plantas, parecía como si quisieran presumir el brillo del rocío en sus hojas, mientras desprendían un dulce aroma. Prácticamente nadie veía esto, pues mucha gente dormía, mientras pocos tenían que hacer algo, y muy contadas eran las personas que veían la belleza del amanecer. Por la ventana de una casa, un joven veía todo esto, apreciándolo demasiado y pensando fuerte mente en su amada, aun desde su cama observaba el paisaje, de momento cerraba los ojos y susurraba un nombre enredándolo en un suave gemido y al abrir los ojos, mirar una fotografía de una mujer, volviendo su vista hacia fuera, mientras sacaba la mano de bajo las sabanas y la apretaba contra las cobijas y la otra la llevaba a su corazón, con la foto, recordaba el momento en que la beso por primera vez y las otras veces, más desde un principio, fue muy inquietante para él, y simplemente sentía no poder más con eso. Dio un golpe en la cama y se dejo caer en ella, miraba el techo de su cuarto recordando el momento en que su rostro se escondía en sus largos cabellos, la calidez de sus brazos mientras acerca se acerca al rostro de ella, el aroma de su cuello que apenas alcanza a rozar con los labios por temor a que ella se aparte, ya por fin llegando a sus dulces labios que se están transformando en adicción para él, tratando de abrir por segundos sus ojos, para contemplarla, pero algo se lo impide, algo que él trata de contener, pues tiene miedo a dar un paso equivocado que termine con esa bella relación. Por fin vuelve a su realidad, solo en su cama, con la luz de la mañana penetrando por la ventana y a causa del frío se termina echando más cobijas encima. Decidió volver a dormir, o más bien, tratar de dormir, pues había ocupado buena parte de la noche sumido en pensamientos que no dejaban de atormentarlo, ya que no podía aun volverlos realidad y trataba de compensarse, según él, para no causarle daño a ella. Volvió a mirar la fotografía y se acostó de costado para seguir contemplándola, cerro los ojos y trato de dormir, por un leve instante se molesto consigo mismo, no podía dejar de tener esos pensamientos, recordó un día que ella estaba de espaldas y el se acerco sin hacer ruido, sintió culpa de no dejarla de mirar de esa manera tan morbosa, desde sus tobillos, subiendo por las curveadas piernas, sus caderas, su cintura, su espalda y cerrando los ojos, se lanzo a ella en un abrazo, en el que alcanzo a rozar sus caderas y quitando rápidamente sus manos de allí, las puso en la cintura de ella, cuando se dio vuelta, tenía sus mejillas enrojecidas y sus ojos apenados, pero no molesta, mientras él también un poco rojo la miraba con mucha insistencia, queriendo decir algo más que un "hola querida niña mía" pero reteniendo sus palabras, le dio otro abrazo y pensó que era mejor besarle la frente en ese momento o terminaría haciéndole otra cosa. Abrió nuevamente los ojos, la amaba demasiado, pero ni por eso soportaba más esa inquietud, ella no era un juego para él, porque pensaba muy seriamente en lo que concierne a su relación, pero en ese momento no pudo más, no quiso pensar más, ya no, a pesar del frió de la mañana era demasiado insoportable ese ardor en su piel y en lo más profundo de su alma, volvió a meter sus brazos bajo las cobijas, dejando bajo su almohada la fotografía y el silencio de la habitación se lleno entre algunos lapsos de minutos en susurros con el nombre de su amada, que se perdían en gemidos, hasta apagarse por completo después del más fuerte gemidos y quedar en total silencio en aquel cuarto. Ya avanzada la mañana, ahora con el sol brillando en el esplendor de esas húmedas calles de la ciudad, llenando de vida nuevamente la vegetación de los parques y calentando la ya pasada frialdad de la madrugada, ya había mucha más gente por las calles, de hecho, eran en su mayoría, familias. En la sala sonó el teléfono por un instante y luego se apago, de la cocina salían aromas muy apetitosos, te aromático, panques, tortilla de mariscos y dulce de manzana, en la sala se escucho nuevamente otro sonido, la televisión fue encendida en un canal de noticias en un alto volumen. Medio atolondrado, se levanto de la cama, después de todo, se río para si mismo, pensando, hasta que pude dormir un rato y ya es hora de levantarse, irónicamente, me siento más cansado que cuando me acosté. Aun con los ojos entre abiertos, se dirigió al baño y después de pensarlo bien, y para evitarse otro suceso como el ocurrido horas antes, decidió bañarse en agua fría, pero ahora no era en realidad lo que le preocupaba más, sino el hambre a causa de sus actos, estaba tan cansado y hambriento, que deseaba ir a comer y después ir a dormir otro rato, pero eso se quedaba en puros deseos, porque tenia cosas que hacer y no se podía permitir tal retraso en su apretada agenda, eso si de verdad quería salir más tarde con su adorada niña. Pensaba rápidamente como apresurarse para poder descansar un poco y no perder tiempo para todas sus ocupaciones, de pronto, pensó antes que nada, ir a comer, no había más que discutirse, tenía muchísima hambre, tanto que ya le nublaba las ideas y se carcajeo, mientras terminaba de bañarse.

Una vos de mujer adulta decía: - ¡Arima! ¿ya estas despierto?, es hora de desayunar -

Arima: Si, en un momento ya voy, gracias tía.

Era extraño, pero a veces se sentía como si viviese con unos verdaderos padres, a pesar de ser sus tíos, la mayor parte del tiempo se sentía algo mal, pero no podía negar que a veces, se sentía bastante bien.

Tío: Muchacho, me sorprende que te levantes un poco tarde, eso si que es novedad, ¿estas repasando tus estudios en vacaciones?

Arima: No tío, sucede que en mis labores extra escolares me exigen cierta responsabilidad, aun más siendo el jefe del grupo, no me gustaría quedar mal ante mis compañero, aunque.... en realidad no puedo decir que fuera todo eso la causa de que me quedara dormido, es una parte, vaya, hoy también tengo labores que hacer.

Tío: Esta bien muchacho, entonces saldrás otra vez, procura no llegar tarde.

Arima: Pido permiso para llegar un poco más tarde, prometí ir a ver a Yukino.

Tía: Si tu tío no te da permiso, yo te lo concedo, ella es buena muchacha además, son vacaciones, tienen que divertirse.

Tío: Esta bien...

Bajando el tono de vos, prosiguió diciéndole a Arima en son de broma.

Tío: Pero no demasiado hijo.

Arima se puso rojo, porque sintió nuevamente algo de culpa por sus sentimientos y trato de disimular contestando con una ligera sonrisa y bajo la cabeza, mientras se sentaba a desayunar. Sus tíos estuvieron platicando sobre las noticias, de momento le preguntaban a Arima sobre la escuela, u opiniones sobre los temas que platicaban. Termino de desayunar y se levanto a lavar sus platos, no sin antes dar gracias y después se apresuro a arreglarse para salir.

Continuara.....


NOTA1: Hola de nuevo a todos, ahora les traigo un Fic de Kare Kano, espero que les guste, ya tenía mucho tiempo que empeze a escribirlo, espero que me manden sus Reviews y acepto sugerencias, nos vemos n-n ...