Capitulo 4 "Sin miedo"

Arima: Yukino, ya puedes pasar.

Yukino: Gracias, ahora voy.

Arima¿Te sientes mal, espero que no tengas fiebre, estas roja.

Yukino: Je, je, je, hay... Este, no es, no, bueno, no me siento mal.

Arima¿Segura, porque estas muy rara.

Yukino¿Yo, olvídalo, estoy bien, ya me voy a bañar, antes de enfermarme de verdad.

Arima: Espera, quiero decirte algo, es sobre lo que paso y también algo más.

Yukino: Lo más cierto que te puedo decir, es que no entiendo.

Arima: Di..di…discúlpame, bueno, en realidad, lo que paso, fue producto de… Yukino, te amo y sabes que es en serio y yo, desde hace tiempo tu me…. haces sentir diferente, ya había soñado muchas veces en abrazarte como lo hice en el cine, pero me he abstenido de hacerlo antes, y ahora con tus besos, no pude contenerme.

Yukino: Entonces por eso retrocedías cuando te besaba o abrazaba.

Arima: Si, porque precisamente, no quería hacerte enojar o confundirte, como paso hoy.

Yukino: Arima, sabes que te amo y esto es algo que no pensé antes, no se como portarme o que decirte, pero en algo no te equivocaste, me sentí bien... es mejor que vaya a bañarme.

Arima: Lo puedes pensar mientras te bañas, me gustaría saber que, que pensar o como no hacerte pasar otro susto o que se yo, piénsalo ¿si?

Yukino: Si.

Arima había sostenido la mano de ella antes de que entrara a bañarse, y la soltó después de mirarla con mucha ternura, murmurando muy bajo un "te amo". Yukino dentro del baño, se miraba en el espejo y no sabía que exactamente creer, recordó lo que le sucedió en su casa, se desnudo y se toco exactamente donde Arima la había acariciado, no era la misma sensación, las manos de él se sentía muchas veces mejor que una propia caricia, entro a la regadera y comenzó a bañarse aun pensando en la platica que tuvo con Arima.

Ni Arima, ni Yukino se habían percatado que estaba descompuesta la chapa de la cerradura del baño y se entre abría la puerta, él se había acostado pensando en lo de el cine, tragándose las ganas de hacer muchas cosas y después de tener un rato los ojos cerrados, se incorporo de golpe, diciéndose que no quería seguir pensando en ello, abrió los ojos y miro la puerta del baño, y de inmediato los ojos se le abrieron más, Yukino se reflejaba por el espejo del baño, un tanto empañado por el vapor de el agua, pero su imagen desnuda se notaba y Arima no podía despegar su mirada y sin percatarse, se levanto de la cama y se dirigió a la puerta del baño. Yukino seguía pensando, pero mientras se bañaba, repitió algunas caricias que Arima le hizo, no se dio cuenta que él estaba tras la puerta mirándola, ella dio un jadeo pronunciando el nombre de Arima y en ese momento, él se saco la chamarra y dejo caer la sabana, entro en silencio, ella estaba de espaldas y en el momento en que soltaba otro jadeo volteo y al abrir los ojos, se encontró frente a frente con Arima, quiso gritar, pero puso sus manos en su boca y lo miro a los ojos.

El agua tibia recorría su cuerpo y sintió que todas sus emociones se revolvían, le agradaba sentir que un calor salía de su interior y cerro los ojos, Arima dio unos pasos, Yukino abrió los ojos y lo abrazo, él también la abrazo y le comenzó a besar el cuello, ella le acariciaba la espalda que ahora se mojaba también bajo la regadera, él acariciaba desde el cuello de Yukino, hasta abajo, donde sus manos alcanzaran a tocar, ella jadeaba con una sonrisa en los labios, y cada que lo hacía, Arima la apretaba a su cuerpo, en ese momento el agua tibia dejo de fluir y empezó a caer fría, ambos respingaron y se separaron, él tomo una toalla y rápidamente salió del baño, Yukino también agarro una toalla, pero se quedo allí, salió envuelta en la sabana, Arima la veía como una hermosa diosa, estaba enrojecido igual que ella.

Arima: No tengo perdón.

Yukino: Yo, no te detuve, no se que paso.

Arima: Pero tengo la culpa, te mire por el espejo.

Yukino¿Me viste por el espejo, discúlpame, yo hace un rato también te vi

Arima: No me di cuenta, pero yo, cuando te vi en la bañera me acerque y cuando te vi tocándote, gimiendo, pronunciando mi nombre, perdí el control.

Yukino¿y... también me, me, vist,e toc,an,do,me, que horror, me pensaras una pervertida.

Arima: Tal vez vas a pensar que el pervertido soy yo, ya que han sido muchísimas veces las que me toco pensándote.

Yukino¿Entonces yo no estaba loca, me dio miedo la primera vez que lo hice, entonces ¿no es malo?

Arima¿Cómo crees que aguante tanto tiempo sin tocarte así, no es malo, mientras no se abuse de eso.

Yukino: No te creo un pervertido Arima.

Arima: Entonces ya no estas asustada.

Yukino: No, pero ahora...

Ambos estaban sentados en el filo de la cama, mirándose mientras platicaban, cuando se iban sincerando, Arima se acercaba más a ella y cuando ella le respondía el no sentirse ya mal con eso, lo miro y le echo los brazos encima mientras lo besaba, él se dejo caer en la cama, acariciando el cabello húmedo de Yukino, ella se incorporo lentamente, lo miro con mucha ternura, la sabana callo al piso y Arima la volvía a contemplar, ahora por voluntad propia de ella, él hizo lo mismo mientras ella se recostaba y Arima se acostó sobre ella. Por mucho rato se besaron los labios, de distintas maneras, ya fuese con pasión o con ternura, mientras las manos, ambos, recorrían el cuerpo de su pareja a su libre antojo, Arima metió una de sus piernas entre las de ella, acariciándole su pelvis, con cada movimiento que daba, Yukino cada vez se estremecía más, sus jadeos eran más intensos con cada momento que transcurría y eso a Arima lo excitaba mucho.

Con mucho cuidado acomodo ambas piernas entre las de ella y para no asustarla, le acariciaba la cintura, las caderas y sus piernas, mientras besaba las mejillas de ella, luego bajaba a su barbilla, terminando en su cuello, Yukino se sentía tan diferente, que de pronto ya no se sentía ella misma, sino alguien muy diferente, pero al mismo tiempo, no quería soltar a Arima, sino deseaba hacerle distintas caricias, pero aun no sabía como, en ese momento abrió los ojos y puso atención a lo que sentía entre sus piernas, recordó que en el cine le toco ese lugar con sus manos, pero ahora sentirlo en ese lugar, la enloquecía, jamás había sentido el sexo de un hombre, a medías pensaba ella, que sería molesto, pues le parecía grande y ancho, pero lo volvió a pensar y no supo porque esa idea le gusto. Él se percato de la curiosidad de Yukino, pues cuando la rozaba con su miembro ella gemía, pero se quedaba pensativa un momento, le tomo su mano y la hizo que lo tocara, al principio Yukino se asusto al sentir el sexo de Arima en su mano, pero se tranquilizo y lo comenzó a acariciar y él dio un gemido.

Arima: Te sientes bien Yukino.

Yukino: Sí Arima, estoy muy bien.

Arima: Aun puedo parar.

Yukino¿Quieres parar?

Arima: No, pero no quiero hacer algo que te asuste.

Yukino: No me siento asustada.

Arima: Yukino, entonces¿puedo seguir?

Yukino: No quiero que pares.

Arima: Hay Yukino, te deseo tanto.

Continuara...


Nota Autora: Mil gracias por todos sus comentarios, de verdad me encanta saber que tengo seguidores jajajaja espero que no sea por la dejades de este anime en fic y sea de los poco que hay (es broma), en fic, les agradesco a:

Sus opiniones, sugerencias y demás, me han dado mucho animo y les anticipo que este es el penultimo capitulo, ya pronto les dare una conclución que espero les guste tanto como a mi jejejejeje n.n.. sigan dejando sus opiniones!

Nos vemos después ñ,n