De recuerdos y esperanzas

Por: Andy Yogima.

Nota importante: Nada de lo presentado en este fic es mío; exceptuando a Nicole, la historia de los Devencrow y la trama que son todos productos de mi imaginación - Presento está historia solo como entretenimiento sin fines de lucro, no gano nada con ella ya que todo lo relacionado con Harry Potter pertenece a J. K. Rowling. Agradeciendo su comprensión, continuemos -

"De recuerdos y esperanzas" es la secuela de "Mi linda Nicole", que si no han leído habrá un par de datos que posiblemente no entiendan. Así que quienes no han leído la precuela, los invito a hacerlo, no les tomara mucho son solo 8 capítulos -

Capítulo 1. El relicario de plata

El cielo lucía de un impresionante color negro-azulado bañado por los brillantes colores de las estrellas. El aire estaba impregnado por una dulce esencia de tranquilidad y a pesar de ser una noche como cualquier otra, había algo en el ambiente que la hacía diferente.

Levantó sus ojos verdes como esmeraldas hacia el firmamento, vislumbrando una sencilla estrella alejada del resto, que brillaba especialmente con un ligero tono dorado, como si hubiese un destello externo que le proporcionara aquel fulgor.

Acababa de iniciar su quinto curso en Hogwarts, y no había sido exactamente como esperaba. Ni siquiera había cumplido una semana en el castillo y ya se había ganado una detención con la nueva profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras: Dolores J. Umbridge.

Miro el dorso de su mano, ahí estaba la prueba de las detenciones. Como una especie de tatuaje, estaba impresa la frase: "No debo decir mentiras". Rozó suavemente la marca con el pulgar izquierdo. Sonrío con ironía, sería capaz de tatuarse esa misma frase en la mente con tal de que Voldemort no existiera. Suspiro, eso era muy dramático, incluso para él. Tenía la sensación que su vida nunca cambiaría, con o sin un Voldemort asechante.

Bajo del umbral donde estaba sentado, en el fondo de la torre de Astronomía, oscura y silenciosa. Descendió a paso lento regresando a la sala común de Gryffindor. Estos últimos días habían transcurrido tan extraños que… Ahora conocía la existencia de la Orden del Fénix, los asuntos generales sobre ella, Sirius seguía fugitivo y encerrado en la mansión Black y ahora él era vigilado por la Orden.

Bufo irritado, aquello era lo que más le molestaba. Lo hacía sentirse como un niño que no es capaz de cuidar de si mismo. Dobló en una esquina deteniéndose de golpe, al final del pasillo vislumbro a la profesora McGonagall acompañada por una joven ligeramente más alta que la profesora y bastante más joven, parecía una estudiante. Pelirroja y vestida elegantemente en azul.

Mantuvo la mirada hipnotizada en la mujer, olvidándose por completo de donde estaba y el problema en que se metería si la profesora se percataba de su presencia. Notó que la pelirroja susurraba y sonreía con ternura. Pudo ver su rostro, de tez blanca y ojos azules…

"Azules" pensó bajando la mirada "Mi madre tenía ojos verdes" Se ocultó tras la base de una antorcha recargándose en la pared. Suspiro, pesadamente.

-Buenas noches, señor Potter –levantó la vista al escuchar esa voz tan dulce que se dirigía a él, sorprendido vislumbro a la joven pelirroja sonriendo ampliamente.

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Ron llegó a la sala común respirando tan profundamente como si estuviese a punto de sumergir la cabeza en agua. Llegó frente a la chimenea, tambaleándose cayó sobre un sillón pequeño. Hermione recostada a lo largo del sillón contiguo, dejo el libro que leía para prestar atención a la llegada de su amigo, que por la expresión en su rostro era obvio que no la había pasado bien en su ronda nocturna por el castillo: deber de un prefecto.

¿Qué tal te fue?

-Aburrido –canturreo semejando el aullido de un lobo- le di mil vueltas al castillo y no me encontré con nadie. Ni profesores, alumnos… ni siquiera a Filch o su gata.

-Que extraño, no es muy tarde –consulto su reloj- el castillo no debería estar tan desolado- se sentó dejando de lado su libro¿no viste a Harry?

¿Otra vez se fue?

-Mmm, me temo que si. Después de la comida, creo.

-Me da la impresión que está huyendo de nosotros –musito pensativo.

-Yo creo que necesitaba un tiempo a solas. Para reflexionar –añadió ante la mirada de incertidumbre que tenía el pelirrojo- han pasado demasiadas cosas extrañas, no creo que sea fácil asimilar eso –se puso de pie- y tengo la impresión de que algo le molesta, pero aún no sé que es.

-Eres muy observadora –murmuro mirando el fuego ardiendo en la chimenea.

-Más bien creo que tú no eres muy atento –subió las escaleras hacia los dormitorios de las chicas dejando a Ron absorto en sus pensamientos.

Desde que Harry había llegado a Grinmauld Place, antes de iniciar el curso, y al ser informado de los últimos sucesos acontecidos a su alrededor; el ojiverde se volvió algo reservado. Cuando estaban juntos los tres seguía comportándose igual que siempre pero de cuando en cuando buscaba estar solo y pasaba horas diarias lejos de la sala común. Ni Ron ni Hermione sabían a donde iba en aquellas excursiones, pero normalmente volvía tarde. El pelirrojo se levanto pesadamente subiendo las escaleras a su dormitorio, esperaría a Harry allí.

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La vista frente a ellos era brillante y mágica. Viendo a Hogwarts desde fuera nadie creería que existiera un espectáculo tan flamante en un lugar así, pero la realidad era que ahí estaba. En el tercer piso; Harry fue guiado por pasillos estrechos que no recordaba haber visto, y finalmente llegaron a una pequeña puerta que del otro lado no continuaba un camino. Solo existía la presentación del bello panorama, sin barandal y solo con un pequeño escalón, frente a ellos lucía el cielo lleno de estrellas, con múltiples colores entre azul y negro, un cuarto de luna brillaba de fondo en medio del espeso bosque. Daba la sensación de que estaban a miles de kilómetros de Hogwarts, en un espacio sin habitantes.

-No sabía que existiera este lugar –murmuro Harry sin apartar la vista del frente. A su lado, la joven pelirroja sonrío mirándolo con ternura.

-Yo he estado aquí antes –musito casi en un susurro- hace muchos años.

¿Quién es usted? –preguntó por primera vez en la noche, al caer en cuenta que no sabía quien era su acompañante.

-No estoy en tu contra, si eso es lo que te preocupa –sonrío, por un segundo Harry no entendió a lo que se refería. Cuando creyó tener una idea, no tuvo tiempo de hablar- tú me recuerdas a una persona que quise mucho –tomó el rostro del chico por el mentón mirándolo fijamente- pero tus ojos tienen un color muy peculiar.

-Podría decir lo mismo de usted. Me recuerda a… alguien –su voz se apagó bruscamente sintiéndose torpe.

¿A quién? –preguntó interesada- no sería la primera vez que mi aspecto da una idea tergiversada de quien soy.

-No importa, solo… Usted me recordó a mi madre, pero ella falleció hace algún tiempo.

¿Quiénes son tus padres?

-Ambos fallecieron… si conoce bien a McGonagall, ya le habrá dicho quienes son: James y Lily.

La joven pelirroja permaneció impasible, ni seria ni triste, no reflejaba ninguna emoción en su rostro pero sus ojos se notaban iluminados por un extraño destello de nostalgia como si estuviese escarbando en lo profundo de sus recuerdos.

-Si, algo escuche de eso –susurro consultando inconscientemente su reloj- es tarde, la profesora Umbridge ya debe saber que estás fuera de la torre. Deberías volver.

-Bien, pero no me dijo su nombre.

-No me hables de usted, prácticamente tú y yo podríamos ser hermanos. No de sangre, claro –rió levemente ante la perplejidad del ojiverde- mi nombre es Nicole Devencrow.

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Harry volvió a su habitación hallando a todos sus compañeros dormidos, incluyendo a Ron que estaba tirado al lado de su cama profundamente dormido. Cuidadosamente coloco a su amigo sobre las sábanas con un hechizo de levitación. Sonrío internamente suponiendo que el pelirrojo había intentado esperarlo, de nuevo.

Entró a su cama mirando el techo sin mucha intención de dormir, a pesar de que ya era más de media noche. Cruzó los brazos detrás de la cabeza recordando las palabras de Nicole: todas sus frases dichas como una especie de acertijo, o tal vez ya estaba demasiado paranoico.

Luego de más de media hora tratando de desentrañar el 'misterio' poco a poco el cansancio se fue apoderando de él obligándolo a dormir. En medio de un sueño confuso pudo ver a su madre: Lily, tan joven como en su época en Hogwarts; en medio de una habitación, hincada frente a una niña pequeña que prácticamente podría ser su hermana dado su parentesco. Notaba que sostenían una conversación no muy agradable pero por más que se esforzaba no podía escuchar nada.

Tras varios minutos, la niña extendió un pequeño relicario en forma de corazón, brillante a base de plata, y finalmente escucho lo que decía.

-...es mágico. Guardará cualquier cosa que coloques en el. Un sueño, un deseo, cualquier cosa…

Abrió los ojos bruscamente recibiendo los primeros rayos de sol sobre su rostro. Se reincorporo sintiendo que había dormido demasiado. Tras asearse y vestirse con el uniforme básico, bajo a la sala encontrando a Hermione sumergida en la lectura de un grueso libro rojo.

-Buenos días –saludo sentándose a su lado.

-Buenos días –sonrió dejando su lectura- te notó más alegre.

-He tenido mucho en que pensar.

-Y supongo que ya encontraste las respuestas que necesitabas.

-No –dijo tranquilamente con una sonrisa inocente- pero ayer conocí a una persona que… no sé como explicarlo, creo que me ayuda a relajarme.

¿En serio¿Y quién es?

-Nunca la había visto, su nombre es Nicole Devencrow. Creo que es amiga de McGonagall.

-Devencrow… me suena conocido –musito tratando de recordar.

-Espero que no digas que es peligrosa –se puso de pie- me parece una buena persona.

-Entonces me gustaría conocerla –sonrío tratando de no mostrar su recelo¿te parece si vamos a desayunar?

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-Señorita Devencrow –una voz exageradamente chillona y empalagosa la obligo a detenerse, aunque al reconocerla no tenía muchas intenciones de escucharla. Pero había discutido con McGonagall sobre eso y no la desobedecería ni a ella ni a Dumbledore.

-Dígame, profesora Umbridge –giro con una falsa sonrisa en su rostro.

-Que gusto encontrarla –chillo extendiendo un bloque de hojas rosas- ya que su estancia aquí será indefinida, me he tomado la molestia de enlistarle las reglas que… debe acatar para que su visita sea agradable.

-Muchas gracias –susurro peligrosamente suave- pero… me temo que llega tarde –extendió el bloque de regreso- la profesora McGonagall ya me ha explicado lo necesario.

-Ah, ya veo. Pero conserve el reglamento, tal vez pueda serle útil –Dolores continuo su camino alejándose.

En cuanto Nicole perdió de vista a la profesora extendió el brazo con el bloque de hojas sobre su palma, al segundo siguiente los papeles estallaron en una leve llama que fluía de su propia mano. Sonrío traviesamente.

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Pociones a la primera y Transformaciones la siguiente, ambas de dos horas. Afortunadamente no habían compartido clase con los Slytherin, de lo contrario habría sido mortal. Y dado que la mitad de ese tiempo en las aulas los profesores habían recitado su discurso sobre los Timos, el alumnado estaba feliz de recibir un merecido almuerzo.

Harry en particular había dedicado la mañana a mirar de reojo por cada pasillo y en cada dirección diferente a su camino con la esperanza de ver a Nicole. Hecho que nunca ocurrió. Repentinamente sentía mucha curiosidad por esa chica y tenía muchas preguntas que hacer.

¿Estás bien? –preguntó Hermione devolviéndolo a la realidad.

-Si¿por qué lo preguntas?

-Estás muy distraído.

-He estado buscando a Nicole.

¿Nicole? –intervino Ron¿quién es ella?

-El ángel guardián de Harry –dijo Hermione esperando que el aludido negara, al contrario de ello sonrió.

-Si ese ángel te puso de buen humor, debe ser una buena persona –comento el pelirrojo.

-Iré a recoger mis libros de Adivinación –sonrío abandonando el comedor.

¿Quién es Nicole? –volvió a preguntar, queriendo conocer todos los detalles del ángel guardián.

-No lo sé, Harry dice que la conoció ayer. No me dijo mucho –miro de reojo a espaldas de Ron que giró disimuladamente captando lo mismo que Hermione: Cho Chang había seguido con la mirada a Harry.

-El ángel debe ser alguien muy especial, hasta hizo que Harry se olvidara de Cho –mofo el pelirrojo al ver la cara de decepción de la Hufflepuff. Hermione lo miro reprobatoriamente antes de abandonar el comedor.

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Nicole llegó al piso superior justo a tiempo para ver a Harry ingresar al aula de Adivinación. Se detuvo a una distancia prudente para no ser vista por el ojiverde. En cuanto el chico se perdió en la escalerilla, giro extendiendo su brazo mirando un pequeño collar de plata del que colgaba un relicario en forma de corazón hecho del mismo material. Frotó levemente la cara superior de la pieza, al instante éste emitió una suave luz azul. Sonrío guardando el relicario.

-Sé paciente, no puedo entregárselo ahora. No está listo –murmuro casi inaudible. Cerró los ojos recordando…

-Flash Back-

Era una tranquila tarde de otoño. Hacia ya casi 6 meses que habían llegado a aquella casa; sencilla en medio de un bosque profundo, pero eso no le quitaba el calor de hogar. Y hasta ahora era el mejor lugar que habían encontrado para esconderse. Una bella melodía salida del cuarto más abrigado de la casa, inundaba la zona de una fresca sensación de tranquilidad. Una pequeña niña, pelirroja de 7 años era la dueña de tan linda voz. En cuanto la canción, recitada en lengua extraña, cesó, la pequeña elevo la mirada hacia su madre quien acababa de ingresar al cuarto.

-Haz estado trabajando mucho en eso –observo sentándose en un banco cerca del balcón de cuyos ventanales estaban abiertos de par en par.

-Si –sonrió sentada en una pequeña alfombra frente al balcón- sé que algún día volveré a verlos y cuando llegué el momento quiero darles una sorpresa.

-Y vaya que se la llevarán. Solo recuerda que estás trabajando magia muy poderosa, no puedes cometer errores.

-Descuida, solo es cuestión de practicar. Ya casi lo domino.

-Nicole –se levanto hincándose frente a su hija¿seguirás renuente al asunto de la clarividencia?

-No puedo aceptar eso –musito bajando la mirada.

-Bien –levanto su rostro- entonces solo contéstame una sola pregunta. Con sinceridad –asintió¿haz visto a Lily o a James, en sueños?

Nicole no respondió. Desde que habían llegado a aquella casa, su madre había ofrecido incontables veces la posibilidad de aprender clarividencia. Y aunque al principio se había emocionado por ello, un sueño con relación a Lily le había infundido un temor por la clarividencia que fue acrecentándose por la continuidad de los sueños. Ahora se negaba a aprender, temiendo conocer situaciones tan graves que no la dejaran dormir.

-Si… -murmuro casi inconsciente.

¿Sabes que eso es un indicio de que puedes ver el destino?

-Si, pero no quiero ver eso –dijo toscamente, poniéndose de pie abandono la habitación.

-Pero no puedes evitarlo. Tarde o temprano tendrás que enfrentarlo…

Continuará…

Notas de la autora: Ok, lo prometido es deuda y aquí está para todos los que lo pidieron (en realidad no fue nadie, yo quise hacerlo para aclarar un par de dudas, y porque no me quería despedir de Nicky' -) la continuación. Con este capítulo ya deben darse una idea de lo que trata la secuela, será un poco más pasiva que la anterior. Nos enfocaremos a los recuerdos de Nicole, historias que narrará a Harry ¿por qué? Ja, ja ese es el nuevo misterio que obviamente tiene que ver con el relicario. Lo único que puedo decirles (o más bien garantizar) es que no va a tener tantos capítulos como en la precuela, así que espero sigan de cerca está nueva historia.

Respondo los reviews del último cap de "Mi linda Nicole":

Mune-potter: Muchas gracias por tu review. Ya establecimos que Nicole y Harry se conocieron, varios años después y como aún nos quedan dos merodeadores vivos (y no traidores) tal vez se vuelvan a ver P Que gusto que te intereses en la secuela, no tomara muchos capítulos así que espero que no se vuelva tediosa. Besos y cuídate )

Florcha: Que bueno que te haya gustado el final ) muchas gracias por tus comentarios no sabes la inspiración que da recibir elogios tan grandes. Espero que con ese final "Mi linda Nicole" se siga manteniendo entre tus fics favoritos, tuvo que ser triste porque era necesario ¿cómo despedirse de Nicole? Ánimo y cuídate.

Herm25: Gracias por tus comentarios y espero que te animes a terminar la secuela. Besos )

Ely-barchu: Gracias por tus comentarios, te confieso que cuando escribí el final también me puse sentimental y ya me andaba arrepintiendo de terminar el fic P Espero seguir viéndote en está secuela, gracias por brindarme tu amistad, igualmente ten presente que si necesitas algo, no dudes en avisarme D Y tranquila, que sabes que sigo muy pendiente de tu fic. Suerte y cuídate, tu amiga Andy.

Sailor Alluminem siren: Que gusto que mi fic te haya gustado tanto, muchas gracias por tus comentarios, me alegra saber que cuento con un apoyo tan grande. Gracias por animarte a ver la secuela, espero tus comentarios sobre el cap. Y efectivamente, J&L son una de mis parejas favoritas (como tenía que ser P) Gracias y cuídate -

Muchas gracias a todos los que se toman la molestia de acompañarme en mis proyectos. Muchas gracias y espero recibir más reviews P siempre son muy útiles a la hora de escribir. Cualquier escena, detalle o situación que les gustaría ver, agradecería me lo comentaran ya que prácticamente está secuela será de peticiones, aclaración de dudas, etc. Pero por supuesto que tendrá su lado misterioso.

Otro detalle, le anote como pareja principal J&L porque con eso inicia la precuela y porque también tendremos a esa linda parejita de regreso (en los recuerdos de Nicky, claro) Hasta la próxima.

Cuídense,

Su amiga,

Andy Yogima.