Capítulo 03 El Ataque Al Callejón Diagon

La mañana siguiente, Harry se despertó temprano y se duchó antes de bajar a las cocinas. Allí estaban desayunando los Weasley, Tonks, Remus, Dumbledore y McGonagall.

"Buenos días." Saludó el adolescente sentándose a la mesa, con un bostezo.

"¿Dormiste mal?" Preguntó Molly preocupada. Eran casi las 7.15 de la mañana y era demasiado temprano para que alguno de los jóvenes se levantara.

"Este verano se modificaron mis hábitos de sueño. Es raro que duerma hasta más tarde de las 8.00." Explicó Harry preparándose una taza de café como a él le gustaba.

"¿Por eso el café así?" Preguntó Remus viendo el gusto del joven.

"Me termina de despertar." Comentó Harry comenzando a leer el Profeta.

"Maldito hijo de mil...!" Exclamó de repente el adolescente leyendo el diario sorprendiendo a todos que seguían sus conversaciones normales.

"¿Qué sucede?" Preguntaron los hombres sorprendidos mientras las 3 mujeres miraron al estudiante con una mirada de reprobación por sus palabras.

"Si Fudge quiere guerra, eso va a tener." Dijo Harry dándoles el Profeta.

En el articulo que el joven leía, el Ministro volvió a atacar contra él. Esta vez, acusándolo de vender drogas Muggles además de ser un drogadicto. En el articulo se omitía el detalle de su trabajo en los Servicios Secretos, además de la encarcelación de Percy.

"Luna Lovegood!" Gritó el joven usando la chimenea.

"¿Harry? ¿Qué deseas a las 7.30 de la mañana?" Preguntó somnolienta la estudiante de Ravenclaw.

"Dile a tu padre que si quiere una nueva entrevista conmigo, que me encuentre hoy al mediodía en el Caldero Chorreante. Voy a darle una entrevista que hará parecer a la del año pasado como una charla de estudiantes en una Sala Común del Colegio. ¿Está claro?" Preguntó Harry con un tono de voz que informaba que eso no era una broma.

"Dice que te verá a la 1 en punto del mediodía." Transmitió la chica luego de unos minutos.

"Lo veré entonces. Perdóname por haberte despertado tan temprano." Se disculpó Harry con una sonrisa de culpa.

"Dame una caja de Ranas de Chocolate de Hogsmeade y estarás perdonado." Se rió Luna.

"Tienes un trato." Contestó Harry finalizando la conversación. Acto seguido volvió a la mesa a terminar su taza de café en silencio.

"Estás jugando con fuego, Harry. Ten cuidado de no quemarte." Advirtió Dumbledore seriamente.

"Se equivoca en eso, Profesor. Yo no juego con el fuego. Soy el incendio al que todos temen. Fudge quiere jugar un juego que va a perder. Y lo hará sufriendo por el mismo arma que quiso usar contra mí." Replicó el joven seriamente antes de tomar el Profeta y leer la sección de Quidditch.

"La guerra se ha desatado. Fudge contra Harry. No quisiera estar en medio del campo de batalla de ella." Comentó Bill por lo bajo, ganándose unas risas de Remus, su padre, Dumbledore, Charlie y los mellizos que acababan de bajar a desayunar. Molly, Tonks y Minerva no parecían muy a gusto con el comentario.

"Veo que no bromeabas cuando dijiste que eras madrugadora." Dijo Harry al escuchar pasos entrando en la cocina que pertenecían a Karen.

"Suelo levantarme aún más temprano a veces." Respondió Karen con una sonrisa, sentándose a tomar algo de desayuno.

Para las 9.30, Ginny y Ron habían bajado también a desayunar. Arthur había ido a su trabajo en el Ministerio, mientras que Bill y los mellizos se habían ido al Callejón Diagon para los suyos. Remus y Minerva habían ido, junto Dumbledore a Hogwarts para arreglar ciertos temas del nuevo año escolar, mientras Charlie había salido a visitar a unos conocidos.

"Tengo que ir al Callejón al Mediodía. ¿Alguno quiere venir?" Propuso Harry a sus amigos.

"Debo terminar deberes del Colegio." Dijo Ginny negando con su cabeza.

"Seguro!" Exclamó Ron.

"De acuerdo." Asintió Karen.

"Veamos si ha vuelto cierto miembro del trío." Murmuró Harry marcando un número telefónico en su celular. Luego de unos segundos colgó con una pequeña sonrisa maléfica en sus labios.

"¿Tienes ganas de divertirte un poco?" Preguntó Harry a Ron en un susurro.

"¿Cómo?" Preguntó Ron confundido.

"Espérame y ya verás." Contestó el joven de pelo negro antes de cambiar sus ropas a las que usaba para el Servicio Secreto.

****

Un rato más tarde, los 3 caminaban por las calles Muggles del Londres, siguiendo a Harry. Repentinamente este se detuvo frente a una casa de 2 pisos, pintada de color rojo.

"Pónganse mi capa." Instruyó Harry a sus acompañantes dándoles la capa de invisibilidad.

Cuando ambos estaban cubiertos por ella, Harry tocó el timbre y esperó por unos momentos hasta que una mujer salió a atender.

"Busco a Hermione Granger. Pertenezco al MI-5." Declaró el joven en un tono muy serio mostrando su placa a la mujer.

"Pase, por favor." Indicó la mujer dejándolo entrar. Ron y Karen los siguieron en silencio.

"¿Quién es la chica?" Preguntó Karen mientras la mujer fue en busca de Hermione.

"Tu Madrina y nuestra mejor amiga." Explicó Ron esperando.

Unos segundos después, Hermione llegaba a la sala acompañada de la mujer y de un hombre, sus padres. Los 3 estaban confundidos por la visita del miembro de los Servicios Secretos.

"Es bueno verte de nuevo." Dijo Harry girando a ver a su amiga con una gran sonrisa.

"¿Servicios Secretos, eh?" Preguntó Hermione acercándose a él, antes de darle un cachetazo.

"A mi también me da gusto, Hermione." Dijo el adolescente masajeándose la mandíbula.

"Mamá, Papá, este bromista es mi mejor amigo Harry Potter." Presentó Hermione a los dos adultos que los miraban confundidos.

"Esto no es broma. Ni esto." Declaró el adolescente mostrándole su placa y el arma que tenía en su cintura.

"¿Qué demonios haces con el MI-5?" Preguntó Hermione shockeada revisando la placa.

"Larga historia, pero hay alguien que queremos presentarte." Dijo Harry al tiempo que Ron se sacaba la capa revelándolo a él y Karen.

"Hola." Dijo Ron abrazando a su amiga.

"Ustedes dos están locos." Sentenció la chica antes de presentarlo a Ron a sus padres.

"Hermione, te presentamos a Karen, la octava hija Weasley y tu ahijada, además de la mía." Presentó Harry a Karen a su amiga.

"¿Qué me perdí este mes?" Preguntó Hermione muy confundida a sus amigos. Antes de que le respondieran, le preguntó a Harry: "¿Sabes que te están acusando de vender drogas?"

"También fui acusado de asesinato." Contestó el chico.

"¿Qué pasó este mes mientras estuve de vacaciones?" Preguntó Hermione muy confundida.

"Escucha, vamos al Callejón, ¿quieres venir?" Preguntó Ron antes de darle alguna respuesta a su pregunta.

"Esperen que voy a buscar algo de dinero." Contestó Hermione luego de recibir el permiso de sus padres.

****

Poco más de media hora más tarde, los 4 estaban sentados en una mesa del Caldero Chorreante con una cerveza de manteca al lado de cada uno.

"Esa es la historia detrás de Karen, mis servicios en el MI-5 y la venta de drogas." Dijo Harry cuando le terminaron de contar los eventos de los últimos días.

"Ahora entiendo porque Fudge sigue atacándote tanto." Declaró la joven cuando terminó la historia.

Durante otra hora siguieron hablando, hasta que Harry de repente dijo: "Karen vuelve a los cuarteles de inmediato."

"¿Qué sucede?" Preguntaron sus amigos sorprendidos.

"No preguntes, hazlo. Y dile a cualquiera que esté allí que alerte a la Orden por posible ataque de Mortífagos en el Callejón. Necesitaremos refuerzos cuanto antes." Instruyó Harry a la niña antes de llamar a Tom.

"¿Hay alguna manera de alertar a los negocios discretamente? Creo que va a haber un ataque de Mortífagos pronto." Dijo el chico en un susurro que solo escucharon sus amigos y Tom.

"¿Qué te hace sospechar eso?" Preguntó Ron sorprendido.

"Desde que llegamos, cada 5 minutos ha entrado un grupo de 6 personas cada uno. De los 10 que vi, en al menos 4 había Mortífagos de importancia. Si eso es casualidad, yo soy el Ministro de la Magia." Declaró con seriedad Harry.

"Pasaré el alerta de inmediato." Comunicó Tom mientras Karen fue hacia la chimenea a usarla.

"Vamos a buscar un lugar para la defensa del Callejón." Dijo Harry a sus amigos levantándose de la mesa, seguido por los otros 2 de inmediato.

"El de los mellizos parece ser un buen lugar. Esta en el comienzo del Callejón y podría funcionar para detener el ataque hasta que lleguen los refuerzos." Dijo Hermione cuando el trío estaba en el Callejón viendo a su alrededor los negocios.

Los otros 2 asintieron y se dirigieron a la tienda de Fred y George. Luego de una charla donde se les explicó la situación y las sospechas del ataque, los dos Weasley decidieron unirse al trío en la defensa, poniendo la base de ella en su tienda.

****

Cuando Karen retornó a los Cuarteles, comenzó a buscar a uno de los adultos que solía haber allí. Era regla que al menos un miembro de la Orden debía estar allí en todo momento.

"Karen, ¿no habías ido con Harry y Ron al Callejón?" Preguntó Ginny cuando la niña entró en la Biblioteca.

"¿Dónde están los adultos?" Preguntó Karen con seriedad.

"¿Qué sucede?" Inquirió Ginny preocupada.

"Harry me mandó a avisarle a la Orden que quizás habrá un ataque en el Callejón. Me pidió que diera la alerta para que les envíen refuerzos allí a ellos dos y Hermione." Explicó la menos de las 2 niñas.

"Profesor Dumbledore!" Gritó Ginny a la chimenea lanzando un puñado de polvos Flu.

"Srta. Weasley, ¿qué sucede?" Preguntó el Director cuando su cabeza apareció unos segundos después.

"Posible ataque de Mortífagos en el Callejón Diagon. Harry envió a Karen para que diera el alerta y pidiera refuerzos." Explicó Ginny con seriedad, finalizando la conversación.

"Remus, avisa a la Orden de posible ataque en el Callejón! Todo el que esté disponible debe ir de inmediato! Este es un código 2!" Gritó Albus al licántropo tan pronto como la charla había concluido.

"Hecho!" Gritó Remus mientras dejaba la Oficina del Director.

"Kingsley, envía Aurors allí de inmediato!" Instruyó Albus al jefe de los Aurors luego de explicarle la situación.

"Estamos saliendo ahora!" Respondió Shackebolt luego de dar algunos gritos a sus subordinados.

"Minerva, ven conmigo. Molly regresa a los Cuarteles." Ordenó Albus a las 2 mujeres antes de que separaran sus caminos.

****

En la tienda de bromas propiedad de Fred y George Weasley, sus dueños estaban junto a sus amigos; Harry Potter, Ron Weasley, que era su hermano, y Hermione Granger. Los mellizos y su hermano estaban en la planta baja del local, mientras los otros 2 estaban en la planta alta.

Los 5 esperaban el ataque de Mortífagos y los refuerzos que enviaría la Orden del Fénix. Pero hasta que la ayuda no llegara, ellos debían encargarse de detener, aunque sea momentáneamente a las fuerzas de Voldemort lo mejor que pudieran.

"¿Ven algo?" Preguntó Fred a Harry desde abajo.

"Varios de los negocios acaban de terminar de cerrar. Solo dos o tres no han terminado. ¿Ustedes ven algo?" Preguntó Hermione mientras Harry preparaba varios cargadores de su arma.

"Nada aún." Contestó Ron.

"Recuerden: párenlos como sea pero no maten a nadie. No nos servirá de nada si los envían a Azkaban por usar el Kedavra." Advirtió Harry a sus amigos mientras veía por la ventana.

"Estén listos Ustedes 2! Ahí vienen!" Gritó Fred viendo a los Mortífagos caminando por el Callejón.

"Cuando diga 3, ataquen!" Gritó Harry posando su arma en la ventana y apuntando a la cabeza del líder de los Mortífagos.

"Tres!" Exclamó el joven disparando su arma y dando en el blanco. El Mortífago cayó muerto de inmediato.

En ese momento, los Mortífagos se dieron cuenta de que el ataque que planeaban no iba a ser tan sorpresa como parecía en un comienzo. Antes de que pudieran empezar a contrarrestar los ataques de los jóvenes, Harry ya había matado a otros 10.

"¿Cuantos hay?" Preguntó Fred a Hermione mientras los 3 que estaban abajo atacaban con sus varitas y algunos productos de la tienda.

"Más o menos, 100. Uno más, uno menos." Contestó Hermione aturdiendo a uno de los atacantes.

"George me dijo que te diera esto." Dijo Ron a Harry entregándole una caja. Dentro de ella había varios productos que se parecían a granadas Muggles.

"¿Qué hacen?" Preguntó Harry lanzando una.

"Lo mismo que las Muggles. La Orden nos pidió que las hiciéramos." Contestó Fred al tiempo que la que Harry había lanzado explotó cerca de un grupo de 10 Mortífagos, hiriendo a 4, matando a 3, mientras que el resto logró escaparse sin daños de la granada.

"Recuérdenme que si salimos vivos de esta, invierta otros 5000 Galeones en la tienda!" Gritó Harry mientras Ron y Hermione se dedicaban a lanzar más granadas mientras su amigo seguía con las balas.

"Hecho!" Contestó Fred aturdiendo 2 más.

Tanto para los Mortífagos como para los 5 jóvenes, la tienda era el lugar que determinaría el éxito o fracaso del ataque. Si los Mortífagos lograban pasar el negocio, nada los detendría de proseguir con los demás. Los jóvenes sabían esto por eso aumentaban la fuerza de los ataques.

"¿Dónde demonios está la Orden y el Ministerio?" Preguntó Ron lanzando otra granada.

"Excelente pregunta. Si alguien tiene la respuesta que me la dé!" Gritó Harry mientras cambiaba de cargador su arma.

"¿Cuántos cargadores te quedan?" Preguntó Hermione a Harry, viendo unos cuantos vacíos cerca suyo.

"Solo dos, este y uno más." Respondió Harry antes de gritarle a los mellizos: "¿Cuántos quedan?"

"Menos de 35, unos más, unos menos." Contestó George lanzando un pantano portátil, y atrapando en él a otros 5, mientras Ron lanzaba una granada hacia ellos.

En ese momento, se escuchó una nueva explosión y todos se giraron hacia la fuente del ruido. Los jóvenes sabían que si eran refuerzos para sus enemigos, la pelea estaba perdida. Se estaban quedando sin armas de ataque.

"Es Dumbledore con la Orden!" Gritó Hermione a ver al anciano Director liderando los refuerzos.

"Gracias a Dios! No creo que hubiéramos sobrevivido mucho más tiempo así." Dijo Harry con alivio al ver la ayuda que les llegaba.

Los Mortífagos, que no superaban más de 15 para ese momento, al ver a la Orden del Fénix y los Aurors, decidieron que lo mejor era la retirada. Uno a uno fueron desapareciéndose dejando a sus compañeros heridos o muertos en las calles y a su propia suerte.

"Era hora de que llegaran." Dijo Harry a Dumbledore cuando el quinteto fue hacia el anciano mago.

"Los Mortífagos habían sellado la entrada al Callejón y nos tomó bastante tiempo resolver ese problema." Explicó Albus seriamente, antes de preguntar: "¿Dejaron algo para nosotros?"

"Si, tienen que recoger a los cadáveres y arrestar a los pocos que dejamos vivos. Que no fueron muchos, le diré." Comentó George con una sonrisa maléfica, señalando a los heridos.

"¿Cuántos?" Preguntó Madame Bones, al escuchar su ultimo comentarios.

"¿Vivos o muertos?" Preguntó Harry guardando su cargador en uno de los bolsillos de su sobretodo y el arma en su cintura.

"Ambos." Contestó Amelia.

"La ultima vez mi cuenta llegó a 60 muertos y 26 heridos. Los otros 14 escaparon. Por supuesto que puede haber un margen de error, mínimo pero margen de error aun." Contestó Harry.

"Una pequeña masacre causaron aquí ustedes." Comentó Shackebolt acercándose al grupo luego de revisar varios de los cadáveres y el estado de los heridos.

"Detuvimos el ataque. Si alguno quiere quejarse, hágalo con Dios, no con nosotros." Replicó Fred en un tono muy serio, que ninguno de los presentes jamás había oído en él.

"Gracias a nosotros 5, el ataque de los Mortífagos fue un rotundo fracaso. ¿De qué se quejan? ¿De nuestros métodos? Los usados por los Mortífagos son igual de malos o peores." Agregó Ron en el mismo tono que el mellizo.

"A eso no hay argumento con que ganarle." Dijo Amelia a Albus y Kingsley con un suspiro.

"Auror Shackebolt, venga! Entre los muertos está Bellatrix Lestrange!" Gritó un Auror de repente.

El grupo se acercó vieron, que efectivamente, ese era el cuerpo de la Mortífaga escapada de Azkaban el año anterior. Luego de mirar alrededor por unos segundos, Harry se dio cuenta de algo.

"Ella fue la primera que maté." Dijo de repente a sus acompañantes.

"¿Ella era la líder?" Preguntó Hermione sorprendida.

"Eso parece." Respondió Harry revisando su frente y viendo que tenía un balazo justo donde había apuntado al comienzo de la batalla.

"Por favor, denme una lista de los Mortífagos tan pronto como se hayan identificado sus cadáveres." Instruyó Dumbledore a Shackebolt y Bones, quienes asintieron prometiendo que la tendría lo antes posible.

"Bingo, ahora estamos todos en la fiesta. Ha llegado el invitado que faltaba a ella." Comentó Harry con sarcasmo cuando Fudge se acercó al grupo. Antes de que llegara, el joven le preguntó a Amelia: "Si lo mato, ¿puedo hacerlo pasar como un enfrentamiento entre un sospechoso y un miembro de los Servicios Secretos ante el Ministerio? Mis jefes no dirán nada en mi contra si lo hago. Después de los que maté hoy, uno más, uno menos no hará absolutamente nada."

"Lamento decir que no." Respondió Madame Bones sacudiendo su cabeza.

"Deberé controlarme entonces." Suspiró Harry mientras el Ministro, seguido por varios de sus colaboradores llegaban a ellos.

"Era hora de que llegara, Sr. Ministro." Dijo con tono de reproche Fred.

"¿Qué ha sucedido aquí?" Preguntó uno de los colaboradores, viendo los cuerpos esparcidos por todas partes.

"¿A él tampoco?" Preguntó Harry a Amelia, mientras Kingsley informaba de la batalla. Nuevamente, Madame Bones sacudió su cabeza, pero considerando muy seriamente la chance de darle permiso para hacerlo.

"Al menos Madame Hopkirk no quiere expulsarnos todavía." Comentó Hermione seriamente.

"Y Fudge no pidió mi arresto ni el suyo." Replicó Harry con tono sombrío.

"¿A cuantos llegaron los muertos?" Preguntó Fudge a Shackebolt.

"Tonks! ¿Tienes números?" Preguntó Kingsley a la otra miembro de la Orden que era Auror.

"Hasta el momento tenemos 58 muertos, 30 heridos y un número indeterminado de Mortífagos que escaparon. Pero calculamos que no es mayor a 15." Informó Tonks leyendo unos papeles y entregándoselos a su Jefe.

"¿Identificados?" Preguntó Amelia seriamente.

"De los cadáveres, aún faltan reconocer 6. De los heridos, han sido reconocidos todos. Han sido llevados a San Mungo para ser tratados antes de ser interrogados." Explicó la Auror.

"Curiosidad: ¿cuántos muertos a causa de mis balas?" Preguntó Harry con curiosidad.

"Mataste a 37 con las balas. De los otros, 20 murieron por las granadas que lanzaron. El restante murió al por causas que aún investigamos." Informó Tonks antes de retirarse.

"Más de la mitad." Comentó Hermione felicitando a su amigo por su efectividad en la defensa del Callejón.

"Supongo que deberé cubrirme un poco las espaldas con mis jefes." Murmuró Harry a si mismo.

"Te equivocabas, faltaba ella. Mafalda Hopkirk." Murmuró Amelia a Harry señalando a una mujer que iba hacia el grupo.

"Cartón lleno. La ultima bolilla ha caído del bolillero." Comentó Fred a los otros 4.

"Madame Hopkirk, un placer conocerla." Dijo Harry saludando a la Señora cuando llegó al grupo.

"Igualmente, Sr. Potter." Respondió Mafalda, antes de saludar a los demás y pedir explicaciones del porque de los hechizos efectuados por Ron y Hermione durante ese día.

"Hubo un ataque de Mortífagos y debimos defendernos." Explicó Hermione, mientras Ron asentía a su lado.

"Somos testigos de eso." Aseguró Harry mientras los mellizos asintieron.

"¿Hechizos realizados?" Interrogó Hopkirk a los dos estudiantes, escribiendo varias cosas en un papel.

"Encantamientos aturdidores, de desarme..." Comenzó Hermione recordando todos los hechizos hechos.

"Algunos de inmovilización total, piernas de gelatina..." Enumeró Ron.

"Todos de defensa, ¿no es así?" Preguntó la Jefa del Uso Indebido de la Magia.

"Sí." Contestaron los dos estudiantes a la vez.

"Eso era todo lo que necesitaba saber." Anunció Mafalda terminando de escribir.

"¿Seremos expulsados?" Preguntó Hermione con temor.

"No. No necesito ser una genio para saber lo que ha sucedido aquí. Y los hechizos realizados por ustedes dos apoyan sus testimonios." Informó Mafalda antes de retirarse.

"No parecen muy contentos con eso." Comentó Harry a Albus señalando a varios de los colaboradores de Fudge que discutían entre ellos.

"Tus acciones de la última semana no han sido bien recibidas en el Ministerio. Creen que tus amigos son... cómplices en tus crímenes. El artículo de esta mañana no los ha dejado bien parados, por así decirlo." Contestó Amelia con disgusto ante Fudge y sus ayudantes.

"Arréstenlos a los 5!" Ordenó de repente Fudge a Shackebolt señalando al trío y a los mellizos.

"¿Bajo que cargos se nos arrestaría?" Preguntó Harry antes de que los Aurors se acercaran al grupo.

"Asesinato a mansalva, mataron a 60 personas!" Exclamó Fudge antes de girarse a Kingsley y decirle: "Quiero que los...!"

"Termine esa frase y jalo el gatillo!" Amenazó Harry apuntando su arma a la cabeza del Ministro.

"Harry, baja el arma." Pidió Dumbledore, mientras a su alrededor varios Aurors apuntaban sus varitas al estudiante.

"Guarden las varitas todos!" Gritó Shackebolt a sus subordinados. Lentamente, todos ellos obedecieron, sin sacar su vista de la escena ni la mano de la varita.

"¿Arrestarnos por detener un ataque de Mortífagos, Fudge? Ese es el trabajo del Ministerio, no de 5 adolescentes! Y ni a Usted y ni a sus ayudantes los vi aquí hasta que el ataque ya había concluido! ¿Por qué no me explica eso?" Interrogó Harry sin sacar su vista del Ministro ni bajar su arma en ningún momento.

"Eso quisiéramos saber nosotros también." Dijo el dueño de la tienda de Quidditch acercándose junto a los propietarios de otras tiendas.

"¿Están todos bien?" Preguntó Harry sin girar la vista.

"Gracias a Usted, Sr. Potter. Su advertencia llegó justo a tiempo." Contestó la dueña de la tienda de lechuzas. A su alrededor todos los demás asintieron a esto. El estudiante asintió con una sonrisa.

"¿Los negocios?" Preguntó Amelia a los dueños.

"Solo algunos recibieron daños menores. Pero después de la tienda de ellos, todos están sin daños." Informó otro miembro del grupo señalando a los mellizos.

"Nosotros construimos la defensa allí." Informó Fred mientras los demás asentían.

"Su tienda era EL negocio a vencer para los Mortífagos. Si ustedes caían, el resto de las tiendas sería destruida con toda seguridad." Aseguró el dueño de la Librería.

"Mataron a 60 personas!" Gritó Fudge a los demás, sudando por el arma que tenía en su cabeza.

"Pásame la lista de los cadáveres y heridos identificados." Ordenó Harry a Shackebolt, quien se la dio sin dudar. El joven la miró leyendo los nombres de todos los allí enlistados antes de devolvérsela.

"Lea los nombres de los muertos número 1, 15, 28, y 52. Y también el de los heridos número 13 y 23." Pidió Harry a Kingsley.

"Lestrange, Bellatrix." Comenzó a enumerar el Auror.

"Mortífago que escapó de Azkaban el año pasado." Dijo Harry antes de señalarle a Shackebolt que siguiera.

"Malfoy, Lucius." Fue el siguiente nombre de la lista.

"Amigo personal del Ministro y gran colaborador monetario de él."

"Nott, Lucas."

"Trabajador del Ministerio."

"MacNair, Walden."

"Otro trabajador del Ministerio."

"Esos fueron los nombres de los muerto," Informó Shackebolt antes de agregar: "los de los heridos son:

"Malfoy, Draco."

"Estudiante de Hogwarts e hijo de Lucius."

"Lestrange, Rudolph." Fue el último nombre.

"Otro de los Mortífagos que escaparon el año pasado." Dijo Harry antes de volver su atención al Ministro: "Ahora, Fudge, ¿por qué no nos explica la razón de que el Ministerio no lograra atrapar a ninguno de los nombrados antes del ataque, cuando Lucius Malfoy había sido puesto bajo arresto en Junio y dos de la lista trabajaban para Usted?"

Fudge trató de abrir la boca y decir algo, pero nada parecía salir de ella. Mientras tanto, Amelia le había ordenado a los Aurors que bajaran su varita, viendo que la situación estaba casi bajo control. El resto del grupo solo seguía las acciones en silencio.

"Diga adiós!" Dijo Harry apretando el gatillo.

CLIC!

Del arma no salió ninguna bala. Fudge casi sufrió un infarto por eso, al igual que todos los que veían la escena. Harry bajó el arma y se la colocó en su cintura de nuevo.

"La próxima vez, el cargador va a estar lleno." Advirtió el joven antes de marcar un número en su celular. "Soy Ángel Negro, necesito a McKinnon... Tengo un 628... Espero."

"¿Un qué?" Preguntaron todos al mismo tiempo.

"Muerto por enfrentamiento contra un Oficial de la ley." Explicó Tonks a los demás, que se pusieron a escuchar a Harry.

"Tengo un 628 en un ataque de Mortífagos en el Callejón Diagon... El ultimo reporte fue de 37 míos... Ve como me cubres... Necesito algo más... Un pasaje de ida a Hawaii para mañana al mediodía... No, solo de ida... Sí, dejo el país... Para siempre probablemente... Pasaré por allí mañana en la mañana... Adiós." Dicho esto, el adolescente marcó otro número telefónico.

"¿Dejará el país ahora?" Preguntó con incredulidad un colaborador del Ministro.

"No lo culpo de querer hacerlo." Comentó Amelia.

"Sé lo que me dijiste de este número, pero necesito un favor importante... En el Banco Nacional de Inglaterra hay una cuenta a mi nombre con 300.000 Euros... Necesito que los cambies a dólares y abras una cuenta en un Banco del Caribe... De Hawaii si es posible... Me marcho mañana al mediodía... Llámame cuando termines eso." Con eso, terminó la charla.

"Señor Potter, no puede dejar el país cuando estamos en guerra!" Exclamó Fudge desesperado ante esa posibilidad.

Harry no respondió. Tomó su varita de uno de sus bolsillos, la elevó y luego la rompió en dos partes en sus rodillas. Mientras todos veían esta escena con los ojos abiertos como platos, el joven lanzó los 2 pedazos al piso.

"Suerte." Dijo Harry antes de irse del lugar sin hacer más comentarios al respecto.

"Harry!" Gritaron todos al mismo tiempo tratando de detenerlo.

CRACK!

Todos giraron para ver la fuente del ruido y vieron a Hermione sosteniendo dos partes partidas de una varita, la suya. Sin más comentarios, comenzó a caminar detrás de su amigo. Unos segundos después, Ron hacía lo mismo y los seguía a los dos antes el espanto y el shock de todos los adultos.

"Quisiera saber como le explicará a la comunidad Mágica que Harry Potter y sus dos amigos, la esperanza para acabar con la guerra se han marchado por su culpa." Comentó ácidamente Fred al Ministro antes de seguirlos junto a su hermano mellizo.

Fudge no hizo comentarios, hizo unas señas a los colaboradores y se marcharon en silencio. El resto de los adultos los miraban en silencio, mientras Dumbledore revisaba las 3 varitas.

"Es un truco." Dijo Albus con los ojos brillantes a Kingsley, Minerva y Amelia.

"¿Qué quieres decir?" Preguntó Madame Bones confundida.

"No son sus varitas." Explicó el Director antes de hacerle señas a Minerva para que lo siguiera e indicarle a Shackebolt que necesitaría un informe en cuanto estuviera listo.

"Esto se pone más interesante cada día que pasa." Comentó Amelia al Jefe de los Aurors, quien solo asintió antes de seguir con su trabajo.

****

Al llegar a los Cuarteles, Minerva y Albus fueron enfrentados por una muy enojada Molly Weasley que les exigió una explicación de porque el trío había roto sus varitas y pensaban en dejar el país permanentemente.

"¿Dónde están?" Preguntó Dumbledore interrumpiendo a Molly.

"En la biblioteca con los mellizos." Contestó la matriarca de la familia.

Dumbledore fue hacia allí y abrió la puerta para encontrarse a los 5 sentados allí leyendo en silencio. El Director se aclaró la garganta para hacer conocida su presencia. Los jóvenes levantaron la vista y recibieron al grupo con una sonrisa.

"Excelente show el de Ustedes con el Ministro, les diré." Comentó el anciano Director al trío sentándose en una silla, mientras los demás hacían lo mismo.

"Gracias." Respondieron los estudiantes.

"¿Puedo preguntar qué planeaban con eso?" Preguntó McGonagall al trío.

"Sacar a Fudge del Ministerio! ¿Qué otra cosa?" Preguntó Harry con sarcasmo.

"¿Y como es eso?" Preguntó Molly confundida.

"Sus acciones de hoy al querer arrestar a los responsables de que fracasara el ataque al Callejón, le puso en contra a todos los dueños de los negocios. Varias personas fueron testigos de la rotura de varitas además de mis 2 comunicaciones telefónicas, donde dije que abandonaba el país y la guerra. ¿Qué creen que pasará cuando se entere el público?" Interrogó Harry seriamente.

"¿Realmente cree que Fudge va a permitir que esto salga a la luz?" Preguntó Amelia entrando en la sala en ese momento. Madame Bones se había unido a la Orden extraoficialmente ese verano.

"Por favor, quítese la capa." Dijo Fred a alguien que estaba en la sombras.

Unos segundos después apareció el padre de Luna Lovegood con una pluma y varios pergaminos en la mano. Sonrió a todos antes de sentarse, dándole la capa de invisibilidad a Harry.

"Debía reunirme con él al mediodía. Lo encontramos saliendo de uno de los negocios cuando acabó el ataque. Le dimos mi capa y le dijimos que se mantuviera en silencio. Vio y escuchó todo lo que pasó allí en vivo y en directo." Explicó Harry mientras Hermione revisaba el artículo y modificaba ciertas cosas de él, como el incidente en el que Harry le gatillo el arma a Fudge, estando esta vacía y el Cuartel de la Orden.

"¿Las varitas que rompieron?" Preguntó Minerva con curiosidad.

"Eran de Mortífagos. Las encontramos cerca de la tienda y las recogimos por si debíamos llevar a cabo este show." Explicó Ron, mientras los tres estudiantes mostraban sus verdaderas varitas.

"¿Las 2 llamadas que hiciste?" Inquirió Amelia a Harry.

"La primera fue a mi propio celular. La segunda al Hacker con el que trabajo a veces. Cuando llegué aquí, hablé con mi jefa y la puse al tanto del engaño para que no me contradijera. Luego llamé a Speedrat y le pedí que solo cambiara los Euros a Dólares, pero que no los moviera de banco." Contestó el adolescente.

"Lo pensaron todo." Comentó Albus.

"Antes de que me olvide, mi ultimátum sigue en pie. Y esta vez, no es show. Le quedan 48 horas para responderme." Advirtió Harry a los 4 miembros de la Orden antes de salir de la Biblioteca a cambiarse a un atuendo más cómodo.

"¿Qué ultimátum?" Preguntaron los otros 4 jóvenes y el padre de Luna.

"Si en 48 horas, ustedes 2 y Harry no ingresan en la Orden, él deja el mundo Mágico para siempre." Explicó Dumbledore a Ron y Hermione.

"¿Cuál es la respuesta?" Preguntaron los dos Prefectos al mismo tiempo.

"No lo hemos terminado de decidir aún." Contestó la Vice Directora mientras Dumbledore llamaba a una reunión de la Orden.

"No se anda con chiquitas al hacer un ultimátum." Declaró Fred a los demás mientras dejaban la Biblioteca en búsqueda de Harry. El padre de Luna se había ido a su casa para preparar una edición especial del Quibbler sobre el ataque y los eventos de esa tarde entre Fudge y Harry Potter.

"¿Esperabas menos de él?" Preguntó sarcásticamente Hermione.

****

La reunión de la Orden de esa noche, solo podía ser descripta como caótica. Arthur y Charlie, que estaba ese día en el Ministerio, habían escuchado del incidente del Callejón y exigían explicaciones del porque de la marcha del trío, especialmente de Ron. Los demás pedían ser informados sobre el ataque, además de explicaciones de la marcha del trío.

"Aquí está la lista completa." Dijo Tonks entrando en el reunión con Kingsley y hundiéndose en 2 sillones los dos al mismo tiempo.

"Lo que hicieron fue una masacre! Hay cuerpos desmembrados en 6 partes! Los balazos al cráneo hechos por Harry, eran figurita repetida!" Comentó Shackebolt a Albus seriamente.

"Quizás sí, pero funcionaron sus métodos y tú lo sabes." Replicó Tonks conteniendo un bostezo del cansancio que tenía en ese momento.

"No me quejo, solo los alabo por hacer el trabajo más efectivo que vi!" Respondió el Auror seriamente.

"Destrozos en el Circulo Interno de Voldemort causaron también!" Exclamó Severus retornando de una reunión con el Lord Oscuro.

"¿A qué te refieres, Severus?" Preguntó Moody confundido.

"Están todos muertos! Ni uno de sus miembros ha quedado con vida! Debe rehacer su Círculo Interno íntegramente!" Explicó Snape sentándose al lado de Remus.

"¿Qué planea hacer ahora?" Preguntó Albus seriamente.

"Rehacer sus fuerzas. Perdió casi 100 de sus Mortífagos y todo su Círculo Interno en el ataque, está bajo de fuerzas. No esperaba este revés en absoluto." Comentó el Profesor de Pociones.

"¿Fudge?" Preguntó el Director a Arthur y Amelia.

"Lo de esta tarde y la marcha de Potter, le ha puesto a casi todo el mundo en contra. Los rumores de su destitución suenan cada vez con más fuerza." Informó Madame Bones, mientras Arthur asentía a su lado.

"Agrégale a eso el articulo del Quibbler, y lo tienes fuera del Ministerio." Comentó por lo bajo Minerva al Director.

"¿Cómo sabemos que el ultimátum de Potter no es otro show?" Preguntó Snape cuando la discusión giró al ultimátum dado por Harry y que decisión iban a tomar en cuanto a él.

"No es un show. Hoy nos dijo que iba a pelear en tanto tuviera nuestro apoyo. Antes del ataque pidió refuerzos. Quiere pelear pero a menos que esté aquí no lo hará." Comentó Albus seriamente.

"Volvemos al inicio: ¿qué haremos?" Preguntó Remus a todos los presentes.