Capítulo 09 Primera Semana de Clases

El 2 de septiembre era sábado y Harry aprovechó eso para dormir bastante luego de la patrulla de la noche anterior con Katie. Luego de cambiarse, fue a almorzar casi a las 12.30.

"¿Descansaste bien?" Preguntó Dumbledore cuando Harry se sentó en su asiento.

"Bastante. Hace tiempo que no dormía tanto sin interrupciones." Comentó Harry tomando una taza de café. La noche anterior mientras patrullaba, había ido a ver a Dobby a las cocinas y le explicó como quería su café matutino. Dobby le prometió que se encargaría personalmente de eso.

"¿Sigue de mal humor?" Le preguntó el adolescente a Minerva señalando a Snape que lo miraba con deseos de matarlo.

"Maldijo bastante luego de que te fueras con el Director. Odia que alguien más se quede con la última palabra en una discusión." Explicó la Directora.

"¿Dumbledore no abandonaba su puesto hoy?" Quiso saber Harry confundido.

"Lo hará el lunes en la mañana." Informó McGonagall antes de agregar: "Todo el Colegio está enterado de la pelea entre tu mascota y la gata del Sr. Filch de anoche."

"Que raro." Comentó el adolescente con sarcasmo en su voz.

"¿Qué sucedió anoche con el Sr. Limmert? La Srta. Chang me informó que fue a su oficina anoche." Preguntó Flitwick de repente.

"Nada de que preocuparse." Comentó Harry simplemente antes de ir a la Mesa de Gryffindor para hablar con Katie, Ron y Ginny.

"Encuéntrenme en el campo de Quidditch en un rato. Quiero discutir un par de cosas con Ustedes 3." Dijo el Profesor antes de ir a sus habitaciones en busca de su escoba.

Menos de 15 minutos más tarde, el Buscador estaba en el cielo probando su nueva escoba. Esta nueva Saeta era mucha más veloz y maniobrable que la anterior. Harry se lanzó en una zambullida desde lo más alto del campo y cayó en picada a gran velocidad. Poco menos de un metro antes del suelo, levantó la escoba, retornando al sitio anterior.

"Si quería llamar a una practica, nos hubieras avisado!" Gritó Katie cuando los 3 llegaron al campo.

"Necesitaba volar un rato." Se disculpó Harry yendo junto a sus compañeros de equipó a los vestidores para hablar.

"Chicos, tenemos problemas." Comenzó el Buscador una vez que estaban sentados los 3. "El equipo el año pasado al perderme a mí y a los mellizos, fue un desastre casi total.

"Ron, tienes problemas para concéntrate cuando juegas con tanto público. O cambias eso o tendremos muchas anotaciones en contra nuestra." Le dijo al Guardián, que asintió avergonzado, sabiendo que era verdad eso.

"Katie, necesitamos rearmar a los cazadores. Tú te gradúas este año así que necesitaré que dejes algunos Cazadores listos para el próximo año." Continuó esta vez con la Premio Anual.

"De eso me encargaré yo." Prometió la Cazadora.

"Ginny, ¿sigues como Buscadora o necesito encontrarme un Reserva?" Preguntó Harry llegando al último de los jugadores.

"Quería intentar como Cazadora." Informó Ginny.

"Ya que arreglé este punto, hay otros 2 que quiero hablar." Prosiguió el Capitán.

"Primero: Reservas. Necesitamos un equipo completo de Reserva. El año pasado pasó lo mismo que en mi primer año, hubo problemas porque solo había 7 jugadores en el equipo y se lo debió rearmar de apuro. Esta vez no pasará eso."

"Cuando hagamos las pruebas para el Equipo, incluiremos ese punto." Dijo Katie asintiendo a lo que Harry decía.

"Segundo punto: Bateadores. O hacemos clones de los mellizos o encontramos a alguien mejor que los actuales. O podríamos hacerlos mejorar." Dijo Harry exponiendo el último punto de la charla.

"¿Cómo hacemos clones?" Quiso saber Katie con curiosidad.

"Manera debe haber y la encontraremos si es necesario." Contestó Ginny riéndose.

"Los nuestros son desastrosos. Solo un milagro los haría mejorar." Dijo Ron ignorando los comentarios sobre clones.

"¿Algún milagro en mente?" Preguntó Harry casi desesperado.

"Ni siendo siameses, esos dos mejorarían!" Sentenció Ginny con ironía.

"TRAIGAN A MCGONAGALL!!" Gritaron Harry y Katie a la vez a Ron y Ginny.

"Los haremos siameses!" Explicó Katie a Ron que los miró confundidos.

"¿A quienes harán siameses?" Preguntó Minerva entrando en ese momento.

"A nuestros bateadores. Buscamos alguna forma de hacerlos mejorar y que trabajen mejor juntos y pensamos que esa es la mejor forma." Explicó Harry a la Vice Directora.

"De hecho, no hemos encontrado otra." Añadió Katie.

"Comiencen de cero, por favor y explíquenme todo esto." Ordenó Minerva viendo a los 4 jugadores.

Harry comenzó a explicarle todo lo que había hablado con los otros 3 para el equipo de este año, obviando lo de los bateadores.

"Para los Bateadores tenemos 3 opciones: una, mejoramos a los que tenemos." Dijo Harry.

"Dos: Encontramos a alguien mejor que ellos." Continuó Katie.

"¿Cuál es la tercera?" Preguntó con curiosidad Minerva.

"Encontramos una manera de clonar a Fred y George!" Dijeron los 4 jugadores al mismo tiempo.

"Dudo que la Escuela sobreviviría a esos 2 de nuevo!" Dijo McGonagall aterrorizada con esa idea.

"Esas son las opciones que tenemos, Profesora." Comunicó Ron a su Jefa de Casa.

"Haremos lo siguiente. Primero se harán las pruebas del equipo para ver si encontramos a alguien mejor que ellos o si han mejorado este verano. Si no lo hacemos y ellos no mejoraron, procederemos con su idea de convertirlos en siameses." Anunció Minerva luego de pensar todo esto un rato.

"¿Y si nada de esto da resultado?" Quiso saber Katie.

"Clonamos a los mellizos y rezamos porque Hogwarts sobreviva a ellos de nuevo!" Comunicó McGonagall rezando no tener que llevar a cabo la tercera opción.

El lunes por la mañana, Minerva McGonagall se preparaba para su primera clase del año con los Alumnos de Séptimo Año de la Clase de los EXTASIS. Mientras los esperaba, comenzó a colocar las piezas del tablero de Ajedrez de Harry en sus lugares. Harry se lo había prestado para que les mostrara a sus alumnos de los últimos dos año en que consistiría el trabajo que les daría la nota del primer trimestre.

"Buenos días a todos ustedes." Saludó la Profesora cuando había tomado lista de los alumnos.

"Buenos días, Profesora." Contestaron los alumnos. Varios habían notado el tablero de Ajedrez en la mesa, y los Prefectos lo reconocieron como el que Karen y Ron habían usado en el viaje en tren para jugar en el compartimiento de Prefectos.

"Veo que varios ya han visto este tablero." Dijo Minerva viendo la actitud de los Prefectos.

"Es el de Harry, ¿verdad, Profesora?" Preguntó Katie levantando su mano.

"Así es, Srta. Bell. Este tablero y sus piezas fueron realizadas por el Sr. Potter este verano. Por favor acérquense para que lo vean con atención." Pidió la Profesora a los alumnos.

Todos ellos se acercaron como les habían dicho y comenzaron a ver las piezas. Todos estaban sorprendidos por el realismo que tenían las piezas y varios lograron entender el significado de cada una de ellas, excepto el Caballo.

"¿Qué representa el Caballo? Parece un perro." Comentó Cho viéndola con atención.

"Eso es algo personal del Sr. Potter, Srta. Chang." Dijo McGonagall seriamente.

"¿Por qué nos lo está mostrando?" Preguntó Katie con curiosidad.

"Como ya saben," Comenzó la Directora, "cada año, los alumnos de EXTASIS de esta materia deben hacer un trabajo que será su nota en uno de los 3 trimestres.

"Este año, este trabajo será un tablero de Ajedrez realizado una parte por ustedes y la otra por Sexto Año. Ambos cursos tienen 16 alumnos cada uno así que cada uno de Ustedes tendrá como trabajo realizar una pieza del tablero y hacerla mágica."

"¿Ese tablero es mágico también?" Preguntó una alumna de Hufflepuff, Maribel Lirrow.

"El Sr. Potter ha decidido dejarlas Muggles. No sé la razón pero respeto sus deseos. Son su tablero y piezas después de todo." Contestó la Profesora antes de continuar:

"En la clase de hoy, deberán decidir que tema usarán en su lado del tablero. Pueden usar cualquier motivo que ustedes deseen, solo asegúrense de que puedan tener motivos suficientes para lograr las 6 clases de piezas." Dijo Minerva antes de añadir: "No se permitirá usar el mismo del Sr. Potter."

"¿Los de sexto usarán el mismo motivo que el nuestro?" Preguntó Vlad Mirr, de Slytherin.

"Sexto Año elegirá sus propios motivos. No necesariamente coincidirán con el suyo." Agregó la Profesora antes de llamar a un Elfo para que le devolviera el tablero a su creador.

Mientras McGonagall comenzaba su clase con Séptimo Año, Harry tenía su primera con Sexto Año, sus compañeros de año. Las luces del salón estaban apagadas y el cuarto totalmente a oscuras. Cuando estuvo seguro de que todos estuvieran por entrar, Harry abrió la puerta del Salón.

Una vez que los estudiantes estaban todos adentro, tomó su varita y comenzó a lanzar hechizos y maleficios a todos ellos a diestra y siniestra sin aviso ni advertencia.

Entre las luces y los sonidos de sorpresa, escuchó varios estudiantes cayendo al piso al ser alcanzados por los hechizos y también varios gritos de 'Protego!" que indicaban que varios habían levantado un escudo para defenderse.

"Veamos los resultados." Pensó Harry mientras hacía volver la luz al Salón.

Hermione, Ron, Padma, Terry Boot, Ernie, Hannah, Susan y Neville eran los únicos que no habían sido alcanzados por los ataques. Los 8 habían levantado el escudo, solo eliminándolo cuando vieron a su Profesor revisando a los demás.

"¿Me dan una mano para revivirlos?" Pidió Harry comenzando a decir los contra maleficios. Los estudiantes asintieron y comenzaron a colaborar en la tarea.

Luego de que todos fueron revividos, Harry les indicó que se sentaran y tomó lista de todos. Varios comentaban lo que había sucedido mientras el adolescente hacía esto.

"Sres. Weasley, Boot, MacMillan y Longbottom. Srta. Granger, Abbot, Bones y Pattil. Vayan al frente por favor." Indicó Harry al terminar de tomar presente.

"De todos ustedes, ellos fueron los únicos que trataron de defenderse de mis ataques." Comenzó Harry señalando a los 8 que estaban adelantes, antes de dirigirse a los demás: "Esto fue patético. Si esto hubiera sido ataque de Mortífagos, todos estarían muertos.

"Vuelvan a sus asientos." Ordenó el Profesor a los 8 antes de añadir: "15 puntos por cabeza."

"Disculpa, Harry, necesitamos hablar contigo." Dijo Dumbledore entrando en el salón con Snape.

"Comiencen a leer el primer capitulo del libro. Cuando vuelva comenzaremos con ese tema." Instruyó Harry a los estudiantes antes de ir a su oficina con los otros 2 Profesores, colocando encantamientos silenciadores en el sitio así los demás oirían nada de lo hablado entre los 3.

"Espero que sea rápido. Tengo clase que enseñar, Director." Dijo el joven cerrando la puerta.

"¿¿ESA ES TU MANERA DE ENSEÑAR?? ¿¿ATACANDO A LOS ESTUDIANTES SIN AVISO APENAS ENTRAN EN EL SALÓN??" Gritó Snape.

"Los Mortífagos no envían notas diciendo cuando atacarán." Replicó Harry irónicamente.

"Tengo curiosidad por saber que querías ver con tu experimento, Harry." Informó Dumbledore con una sonrisa de curiosidad.

"Sencillo. Quería ver su reacción ante un ataque imprevisto y que harían en ese caso. Solo 8 lograron levantar un escudo. Eso habla de que tan buenos fueron de nuestros anteriores Profesores de esta materia." Comentó el adolescente.

"Si no me equivoco esos 8 estudiantes formaron parte del DA el año pasado." Murmuró Dumbledore. Harry asintió sin decir nada.

"Discúlpenme, Señores Profesores." Se disculpó un Elfo Domestico entrando en ese momento.

"¿Qué sucede, Winky?" Preguntó Harry reconociendo a la Elfina.

"La Profesora McGonagall le ha pedido a Winky que le devolviera esto y le agradeciera que se lo haya prestado, Harry Potter." Dijo Winky dándole el tablero a Harry antes de desaparecer.

"Caballeros, a menos que quieran agregar algo más, debo seguir enseñando una clase. Así que si me perdonan." Indicó Harry yendo a la salida.

"¿Te crees tan valiente como para enfrentarme en un duelo enfrente de todos tus alumnos, Potter?" Desafió Snape a Harry antes de que salieran.

"Corran los escritorios contra las paredes y quédense allí! Habrá un duelo hoy!" Ordenó Harry a los alumnos antes de dirigirse a Snape: "No soy un cobarde, así que lo acepto. El Director será el referí del Duelo."

"Creo que..." Comenzó Albus pero una mirada a Harry y Severus le dijo que si no aceptaba ser árbitro de ese duelo, uno de los dos no saldría vivo del duelo.

"¿Cree qué?" Preguntaron los dos jóvenes Profesores al mismo tiempo.

"Aceptaré ser el árbitro del duelo con todo gusto." Dijo Dumbledore antes de murmurar para sí mismo: "Aunque solo sea para asegurarme de que los dos lo acaben vivos."

Harry y Snape fueron al centro del Aula mientras Dumbledore se puso en el medio de ambos. Todos los estudiantes veían esto con confusión y se preguntaban que estaba pasando.

"El Profesor Snape ha retado a un duelo al Profesor Potter, quien lo ha aceptado. Me han pedido que sea el árbitro de este duelo." Informó el Director a los estudiantes antes de hablarle a los dos contendientes: "Pueden usar todo menos los Maleficios Imperdonables. ¿Está claro?"

"Silencius!" Exclamó Harry apuntando su varita al Director, antes de dirigirse a Snape: "Escuchó las reglas. Excepto los imperdonables, aquí vale todo! Es hasta que uno de los dos esté inconsciente o no pueda continuar!"

"Expelliarmus!" Gritó Snape antes de que Harry pudiera añadir algo más.

"Rictusempra!" Gritó Harry evitando el hechizo de Snape.

"Desmaius!" Contraatacó el Profesor de Pociones.

"Protego!" Se defendió Harry.

Mientras los dos continuaban el Duelo, Dumbledore se acercó a Hermione y le pidió por señas que dijera el contra hechizo del que Harry le había colocado, callándolo.

"Gracias, Srta. Granger." Agradeció el anciano mago a la Prefecto que sonrió.

"Creo que Harry no quería que se pusiera en el medio, Director." Comentó Ron mientras los hechizos de Harry y Snape aumentaban en poder: un hechizo de Harry evitado por Snape había creado un agujero en una de las paredes.

"Creo lo mismo, Sr. Weasley." Dijo Dumbledore viendo el poder que los dos estaban usando.

En un momento del Duelo, Snape desarmó a Harry de su varita, quedándose con las 2. Con su típica sonrisa, el Jefe de Slytherin se acercó a Harry dispuesto a terminar el combate, pero se encontró con un adolescente con una sonrisa en sus labios.

"Que haya perdido mi varita, no significa que haya perdido el duelo!" Dijo Harry.

Antes de que alguien supiera que pasaba, Harry sacó 2 pequeños cuchillos de sus tobillos y los lanzó contra las varita que Snape sostenía, Severus, no esperando esto en absoluto, vio como las 2 varitas se iban de sus manos. Su shock creció aún más cuando vio a Harry lanzándose contra él en un ataque físico.

"Eso debió doler!" Comentó Ron viendo a su amigo estrellar a Snape contra la pared que venía luego del hueco abierto por los hechizos.

"Ahora termina el duelo!" Anunció el Profesor de Defensa dándole un puñetazo en la cara a Snape, dejándolo sin sentido.

"Eso,"Anunció Harry regresando al Aula arrastrando a Snape, "fue la mezcla de magia y técnicas de combate Muggles en un duelo. Como se dijo en el comienzo, se valía todo menos los imperdonables y esos no fueron usados. En otras palabras, soy el ganador de este duelo. ¿No es así, Director?"

"Ciertamente." Comentó Dumbledore con una sonrisa mientras la gran mayoría de los alumnos, todos excepto los de Slytherin, aplaudían al adolescente.

"Si me disculpa, tengo una clase que enseñar." Dijo Harry a Dumbledore antes de agregar: "¿Podría pedirle a Dobby que venga a reparar la pared?"

"Se lo diré cuando haya dejado a Severus en la Enfermería." Asintió Albus al pedido antes de abandonar el Aula, dejando que Harry continúe con su clase.

El Duelo en Defensa fue el tema de charla en la Escuela durante varios días, tanto entre los alumnos, como entre los miembros del Profesorado. Todos estaban sorprendidos por la táctica usada por Harry para ganar el combate.

Dumbledore dejó su puesto a cargo de la Escuela en manos de Minerva el martes por la mañana. Esto no modificó en absoluto la vida normal de los estudiantes.

El miércoles, Harry tuvo su primera clase con los alumnos de séptimo. Estos, obviamente enterados del ataque sorpresa que Harry había hecho con los de Sexto, estuvieron más listos cuando lo realizó contra ellos. Solo 6 alumnos habían sido afectado con los hechizos del adolescente. Todos los demás habían levantado sus escudos o los habían evitado. Incluso algunos enviaron contraataques que no tuvieron éxito, siendo todos desviados o evitados.

"Veo que ustedes se prepararon para mi clase. Seguramente luego de escuchar lo que pasó con Sexto." Comentó Harry luego de revisar y revivir a los alumnos afectados.

"Nos hablaron más de tu duelo con Snape que del ataque al comienzo de la Clase." Comentó Cho a Harry.

"Era obvio que eso pasaría!" Se rió el joven antes de tomar lista y comenzar con la clase.

"Hoy al igual que con Sexto, comenzaré con uno de los Encantamientos más complicados y difíciles de todos. Quien me lo enseño hace unos años, me contó que pocos son los magos adultos capaces de hacerlo." Anunció Harry escribiendo en la pizarra: 'Encantamiento Patronum."

"Srta. Chang, ¿podría decirnos algo sobre este encantamiento?" Preguntó Harry a Cho.

"Es la única defensa conocida contra los Dementores y los Lethifold. Para crearlo, quien lo realice debe concentrarse en un pensamiento feliz. Cada Patronus tiene una forma distinta, tomando una forma diferente con cada mago que lo realice." Explicó Cho.

"Sr. Limmo, ¿algo que agregar a la información?" Preguntó Harry a un estudiante de Hufflepuff. El chico sacudió la cabeza, no pensando en algo que decir. Harry preguntó a varios más antes de llegar a Katie: "¿Sabe usted que han omitido sus compañeros en todo esto, Srta. Bell?"

"Sí, la encantación es 'Expecto Patronum'." Dijo Katie segura de sus palabras.

"Srta. Chang, ese es el único detalle que se olvidó en su explicación. Igualmente 20 puntos para Usted y 10 para la Srta. Bell." Anunció Harry antes de comenzar a hacerlos practicar el Encantamiento a todos.

Para el final de la clase, nadie había logrado encontrar una forma identificable en su Patronus. Todos solo habían formado niebla, pero no una forma. Harry los tranquilizó explicándoles que a él le había tomado casi un año entero lograr su Patronus con 13 años y que a ellos no les costaría tanto el hacerlo.

Como después de esa clase estaba el almuerzo, Harry decidió ir a hablar con alguien. Desde el comienzo del año escolar, había tenido un mal presentimiento y todos los indicios de problemas llevaban a un solo lado: el Bosque Prohibido.

"Adelante." Escuchó la voz de la persona que buscaba al golpear la puerta de su Aula.

"¿Estás ocupado o podemos hablar, Firenze?" Preguntó Harry al Centauro entrando en el Aula de Adivinación que era donde enseñaba desde el año anterior.

"Tú también lo has sentido." Declaró el Centauro invitando al adolescente a sentarse.

"¿Sabes qué es lo que sucede?" Preguntó Harry seriamente.

"Problemas con mayúsculas. Me han llegado rumores de posibles peleas entre los Centauros y las Acromántulas. Pero ninguno de ellos están confirmados." Informó Firenze con seriedad.

"¿Qué tan graves son las cosas?" Inquirió el joven procesando la información.

"Si los rumores son correctos, bastante. Se habla de varios muertos en ambos bandos."

"¿La razón?"

"Nadie la sabe con precisión, pero al parecer uno de los dos lados invadió territorio del otro." Explicó Firenze antes de que golpearan su puerta nuevamente.

"Firenze, un centauro te busca." Informó Minerva entrando en ese momento. Al ver a Harry, quien estaba pensativo, McGonagall se vio sorprendida, pero no hizo comentarios.

"Bane." Saludó Firenze al centauro que entró junto a la Directora.

"Ha sido bastante el tiempo desde que nos vimos por última vez, hermano." Saludó Bane a Firenze.

"Sí, desde su traición y que me expulsaran." Replicó Firenze con tono ácido.

"No he venido a discutir el pasado sino el presente." Respondió el otro Centauro sin hacer comentarios a la frase de Firenze.

"¿Hay guerra entonces?" Preguntó Harry a Bane seriamente.

"Así es, Harry Potter. Los Centauros y las Acromántulas estamos en combate." Respondió Bane a la pregunta.

"¿Qué te trae aquí, Bane?" Preguntó Dumbledore entrando en ese momento con Minerva, quien obviamente lo había llamado al escuchar la respuesta de Bane a la pregunta de Harry.

"He venido en busca de ayuda para parar esta guerra." Contestó el Centauro seriamente.

"Profesora, avise a los alumnos de tercero de Ravenclaw y Slytherin que su clase conmigo luego del almuerzo está suspendida." Indicó Harry a McGonagall.

"Hágalo también con mis alumnos de Sexto, por favor." Pidió Firenze. La Directora asintió y salió del Aula con dirección al Gran Salón para comunicar las 2 noticias.

"Te escuchamos, Bane." Dijo Dumbledore.

"Desde hace varias semanas, las Acromántulas han acusado a los Centauros de haber invadido sus territorios. A la vez, nosotros hemos hecho lo mismo." Comenzó Bane con su historia.

"No se sabe bien quien invadió a quien, pero la muerte de uno de nuestros Centauros, fue tomada como una agresión y por ende los combates han comenzado. Últimamente, estos han subido en ferocidad y heridos. Ya han muerto más de 15 Centauros y otras tantas Acromántulas.

"Ciertas cosas que he escuchado y encontrado, me han llevado a pensar que la muerte del Centauro que comenzó todos estos ataques, no fue por una Acromántula sino por uno de los nuestros."

"Milos." Dijo Firenze. Bane solo asintió.

"¿Quién es Milos y que ganaría con todo esto?" Preguntó Harry preocupado.

"Desde antes de mi expulsión," Comenzó a explicar Firenze, "el liderazgo dentro de la manada de Centauros ha estado en discusión. Arcane, nuestro padre, ha sido el líder por varios años. Milos ha estado peleando por el liderazgo, acusándolo de ser demasiado viejo y débil para ese puesto."

"Si Arcane no toma decisiones con respecto a esta guerra, será visto como débil, apoyando lo que Milos dice y dejándole el terreno libre para que sea elegido como el líder, ¿verdad?" Preguntó Harry procesando todo lo que los dos Centauros le habían dicho.

"Exactamente. Esa es la razón por la que estoy aquí. Aunque no confío en los humanos demasiado, sé cuando necesito ayuda. Si esta guerra no es detenida, habrá un baño de sangre en el Bosque muy pronto." Explicó Bane seriamente.

"¿Qué tan pronto?" Preguntó Dumbledore preocupado.

"Milos está preparando un ataque masivo a las Acromántulas para esta noche." Informó Bane.

"Dobby!" Gritó Harry llamando al Elfo Doméstico.

"¿Ha llamado, Harry Potter?" Preguntó el Elfo apareciendo de repente.

"Necesito un par de favores. Primero ve a esta dirección y dale esta nota a Ángela McKinnon. Va a darte un paquete, quiero que me lo traigas. Luego de eso, ve a la tienda de los Mellizos en el Callejón Diagon y diles que necesito una caja llena con sus granadas y una par de pantanos portátiles. Diles que son para mí." Explicó Harry a Dobby dándole un papel con una dirección y algo escrito allí. Dobby asintió y desapareció para ir a llevar a cabo su misión.

"Hay que prepararse para la guerra." Explicó Harry simplemente a los 2 Centauros y el Director que lo miraban con una cara de interrogación antes los pedidos al Elfo.

"Será mejor que avise a algunos miembros de la Orden para que se preparen y estén aquí tan pronto como sea posible." Dijo Dumbledore saliendo del Aula.

"¿Necesitan arcos y flechas? Sé como conseguir en gran cantidad." Preguntó Harry a los dos centauros que asintieron y salieron del Aula con él en dirección al Cuarto de Requerimiento.

Para el anochecer, Harry, Bane y Firenze estaban listos para entrar en el Bosque a detener la guerra.

Dobby ya le había traído al adolescente lo que había pedido y Harry lo había guardado todo en una mochila que tenía con él. En ella también había varias linterna, otros productos de los mellizos y la capa de Harry para hacerse invisible.

"Lamento decir que no podré brindarles refuerzos. Acabamos de ser informados de un ataque de Voldemort y toda la Orden está en el sitio combatiendo." Informó Dumbledore cuando los 3 iban a salir.

"Sobreviviremos." Aseguró Firenze, preparando sus flechas al igual que Harry y Bane.

Al llegar a la entrada del Bosque, los 4 vieron a alguien caminando hasta allí tambaleándose. Los 2 Centauros y los 2 humanos se acercaron corriendo a ver quien era y vieron a un Centauro.

"Padre!" Exclamaron los otros 2 Centauros a la vez, reconociéndolo.

"Está malherido." Anunció Dumbledore revisándolo.

"Necesitamos curarlo!" Apremió Bane preocupado.

"No llegaría a la Enfermería." Dijo Dumbledore.

"Si el enfermo no va a la cura, la cura va al enfermo." Anunció Harry al tiempo que los 4 escucharon un sonido que identificaron rápidamente: la canción de un Fénix.

Fawkes se colocó en el suelo y apoyó su cabeza en la herida de Arcane y lloró algunas lagrimas plateadas curándolo inmediatamente. Mientras el Centauro herido comenzaba a recuperar el conocimiento, el Fénix se situó en el hombro de Harry quien lo acarició.

"El mío no nació todavía! Necesitábamos un Fénix con urgencia y Fawkes fue el único que se me ocurrió!" Explicó el adolescente cuando el Ministro lo miró con interrogación por la presencia de su mascota sin que él lo haya llamado.

"Buen pensamiento el tuyo." Comentó Albus con una sonrisa ante la velocidad de Harry para solucionar la situación.

"Padre, debes descansar. Estás herido." Dijo Bane cuando Arcane trató de hablar.

"Estaré bien, hijo mío. Ese Fénix me ha curado." Dijo Arcane sonriéndole a Fawkes.

"Arcane, ¿qué ha sucedido?" Preguntó Dumbledore seriamente.

"Milos ha apresado a todos los que se han puesto en su contra y prometió matarlos cuando acabe el ataque a las Acromántulas. Debemos liberarlos y detener a Milos en esta locura suya." Explicó Arcane comenzando a caminar hacia el Bosque.

"Arcane, no está en condiciones de hacerlo." Dijo Harry deteniéndolo.

"Él tiene razón, padre. Déjanos esto a nosotros." Rogó Firenze a su padre cuando el más anciano de los Centauros iba a discutir con el joven.

"Es peligroso, Firenze. Además tu no eres muy bienvenido entre nosotros. Entrar en el Bosque pondrá en peligro tu vida." Replicó Arcane al Profesor de Adivinación.

"Bane vino a pedirme ayuda. No se la negaré aunque eso me cueste la vida." Contestó Firenze antes de dirigirse a Bane y Harry: "¿Están listos los 2?"

"Cuando quieras." Dijeron los 2 al mismo tiempo, comenzando a caminar al Bosque

"Es un suicidio de su parte, Dumbledore. Lo sabes tan bien como yo." Dijo Arcane a Albus.

"Nada puede detenerlos. Ellos han tomado su decisión y nada de lo digamos los hará cambiar de opinión, Arcane." Dijo el anciano mago antes de llevar al Centauro a la Enfermería. Arcane necesitaba ser revisado a pesar de haber sido curado por Fawkes.

Mientras caminaban hacía la Enfermería, Albus se dio cuenta de una cosa: su Fénix nunca había abandonado el hombro del adolescente cuando este se adentró en el Bosque Prohibido.

"Espero que puedas servirles de ayuda, Fawkes." Pensó Dumbledore al darse cuenta de que Fawkes se había unido al trío en la aventura.