Capítulo 10 Guerra en el Bosque Prohibido

"Tienes compañía." Dijo Firenze a Harry señalando a Fawkes, mientras se adentraban en el bosque con Bane.

"No es mi culpa si no quiere irse. Además algo me dice que podríamos necesitar alguna fuente de cura rápida antes del fin de esto." Comentó el adolescente acariciando al Fénix.

"Hagan silencio." Indicó Bane a los 2 señalando a un Centauro que estaba haciendo patrulla.

"¿Leal a Arcane o Milos?" Preguntó Harry a los dos Centauros que estaban con él.

"Es uno de los tenientes de Milos." Informó Bane con odio.

"Uno menos entonces." Declaró Harry apuntando su arma a la cabeza del Centauro y matándolo inmediatamente.

"¿Algo que criticar?" Preguntó el adolescente cuando Bane y Firenze lo miraron con shock por lo que acababa de hacer.

"Rápido y efectivo." Dijo Bane simplemente, cuando se recuperó del shock.

"Diré esto una sola vez: esto es a matar o morir. Elijan que hacer ustedes, herir o matar. Pero si representa algún peligro para mi vida, yo no dudo: mato." Declaró Harry seriamente mientras los el grupo siguió avanzando tratando de encontrar el lugar donde los Centauros eran mantenidos en cautiverio.

"Tú pediste nuestra ayuda, Bane. No critiques nuestros métodos." Dijo Firenze seriamente siguiendo a Harry. Bane no hizo comentarios, solo los siguió.

"Allí están." Informó Harry a sus acompañantes apuntando a una especie de campamento donde varios Centauros estaban atados de piernas y manos, vigilados por otros varios que tenían arcos y flechas, que los amenazaban constantemente.

"¿Cuántos guardias?" Preguntó Bane estudiando el terreno. Para llegar al campamento debía bajarse por un barranco algo empinado. La bajada estaba cerca de donde estaba el grupo y llegaba directamente al centro mismo del lugar.

"Cuento 12 desde aquí. Hay 6 con los prisioneros, 4 vigilan el perímetro y los otros 2 están discutiendo algo." Dijo Harry señalando a los Centauros en sus posiciones.

"Tenemos intrusos!" Gritó uno de los que patrullaban al ver al grupo.

"Adiós factor sorpresa!" Gritó Harry lanzándose por el barranco abriendo fuego con su arma a diestra y siniestra contra los guardias. Mientras tanto, Bane y Firenze se lanzaron a correr disparando flechas. Los 3 atacantes fueron recibidos por flechas al mismo tiempo que ellos lanzaban la ofensiva.

De repente, Harry sacó algo de su mochila y lo lanzó, gritándole a Bane y Firenze: "Cúbranse los ojos!"

Lo que el adolescente lanzó, fue una bomba de humo que causó un estallido que encegueció a todos antes de hacer aparecer una cortina de humo, confundiendo a todos los Centauros.

Cuando el humo se había ido, solo quedaba un centauro de los que hacían guardia de los prisioneros vivos, todos los demás estaban muertos con balazos en la cabeza.

"Rápido y efectivo como dijiste tú, Bane." Declaró Harry mientras ataba al Centauro rebelde y comenzar a desatar a los otros con la ayuda de Bane y Firenze.

"Millos lanzará el ataque pronto!" Dijo uno de los Centauros al ser liberado.

"¿Dónde lo hará?" Preguntó Bane mientras Fawkes curaba algunos heridos con sus lágrimas.

"No lo sabemos." Dijeron todos.

"Ustedes no, pero apuesto que él sí." Dijo Harry señalando al Centauro que dejó vivo.

"Nunca diré nada! Y menos a un humano!" Escupió el centauro a Harry.

"Primer error." Dijo Harry disparándole en una las piernas, antes de preguntar: "¿Dónde atacará Milos a las Acromántulas?"

"No traicionaré a mi líder!" Gritó el Centauro. El adolescente viendo esto, volvió a dispararle, esta vez en otra pierna.

"Es un poco sanguinario." Comentó uno de los Centauros a Bane y Firenze, que veían la escena sin entrar en ella.

"Sanguinario, pero efectivo." Replicó Firenze, cuando el Centauro dijo la ubicación del ataque, luego de que Harry le apuntara el arma a la cabeza, habiéndolo herido en la 4 piernas ya.

"Tenemos la localización. Tenemos menos de una hora antes de que comience. Será mejor que nos movamos ahora." Indicó Harry a sus acompañantes mientras Fawkes curaba las piernas del Centauro herido y volvía al hombro de Harry.

"Encárguense de él. Algo me dice que será uno de los pocos Centauros leales a Milos que sobreviva a esta noche." Dijo Bane a uno de los Centauros liberados, mientras Harry, Firenze y Fawkes se alejaban del Campamento con dirección el sitio del ataque de Milos.

"Bane, ¿por qué te has aliado al traidor y a un humano?" Preguntó uno de los Centauros más ancianos a Bane, antes de agregar: "Estás deshonrando a tu padre."

"Mi padre está vivo gracias al Fénix que viaja con el humano, Ancor. Y ellos son los únicos que me pueden ayudar a parar esta locura. No te entrometas con mis decisiones. Ellos son los únicos que se aliaron a mí sin quejarse por que sea Centauro. Y ambos sabían del riesgo que corrían al venir aquí. Sobre todo mi hermano Firenze." Replicó con tono duro Bane antes de seguir a los otros 3.

Ancor vio partir a Bane con respeto. Era raro que el Bane solicitara ayuda, sobretodo a su hermano Firenze, con quien se había peleado hacía varios años ya. Nadie conocía las razones, pero los rumores indicaban que tenía algo que ver con Harry Potter, el humano que estaba con ellos en esta misión. Si Bane, le había solicitado ayuda a él también, eso significaba que Bane estaba desesperado y trataba de detener esto a toda costa.

"Buena suerte a los 3. Que las estrellas los protejan en esta aventura. Por el bien de todos, no deben fallar." Rogó Ancor silenciosamente antes devolver con los otros.

Mientras tanto en el Castillo, Katie Bell, Premio Anual y Cazadora del Equipo de Quidditch de Gryffindor, estaba intranquila.

Esa noche debía patrullar con Harry y este no había dado ninguna señal desde el desayuno, última vez que alguien lo había visto antes de las clases. Sus clases después del almuerzo, con séptimo incluido, habían sido suspendidas. McGonagall quien había informado de esto a los estudiantes, no dio información sobre las razones de eso.

"No estoy en libertad de informar eso. Además no concierne a ninguno de ustedes." Dijo Minerva secamente cuando le preguntaron la razón de esto. Katie había notado cierto nerviosismo en su Jefa de Casa cuando informó esto. Claramente las cosas eran bastante difíciles si estaba de ese modo y para dar esa clase de respuestas.

"¿No hay nada nuevo de Harry?" Preguntó Hermione a Katie, sacándola de sus pensamientos.

"No y eso me preocupa. Harry suspendió las clases de la tarde y McGonagall no dio explicaciones sobre eso. Esto no me gusta." Dijo la Cazadora con preocupación.

"¿Harry también suspendió sus clases?" Preguntó Dean habiendo escuchado lo que Katie dijo.

"¿Qué quieres decir con también? ¿Quién más suspendió?" Preguntó Hermione sorprendida.

"Firenze tampoco dio clases a la tarde. McGonagall tampoco dio ninguna explicación. Solo dijo que era un tema personal de Firenze y que no debíamos entrometernos en eso." Contestó Dean.

"Esto no es casualidad. Cuando Harry está metido, nada lo es. Si los dos suspendieron clases, están en lo mismo." Dijo Ron seriamente levantando la vista del libro que estudiaba.

"Vamos con McGonagall." Dijo Katie seriamente a Ron y Hermione, quienes asintieron y la siguieron hasta la oficina de la Directora en búsqueda de respuestas.

"Adelante!" Gritó alguien desde adentro. Los 3 estudiantes se miraron confundidos, esa voz era de Dumbledore.

Al entrar, confirmaron sus sospechas al ver al anciano mago sentado en su silla. Pero Dumbledore no estaba solo en la Oficina. Allí también estaban Remus, que caminaba preocupado alrededor de la Oficina, y Minerva que miraba por la ventana hacia el Bosque con una expresión similar a la del Hombre Lobo. Esta también estaba en Dumbledore. También notaron la ausencia de Fawkes.

"Srta. Bell, Srta. Granger, Sr. Weasley, ¿a qué se debe su presencia aquí?" Preguntó Dumbledore invitándolos a sentarse haciendo aparecer 3 sillas.

"¿Dónde está Harry? Tenía patrullaje conmigo esta noche y no lo he visto." Preguntó Katie a los 3 adultos.

"Intentando parar una guerra en el Bosque Prohibido." Murmuró Remus mientras seguía caminando por la Oficina.

"Remus, detente! Me estás poniendo más nerviosa de lo que ya estoy!" Le gritó Minerva a Lupin, quien continuó caminando como si no la hubiera escuchado en absoluto.

"¿Qué quisiste decir con eso de parar una guerra en el Bosque, Remus?" Preguntó Hermione preocupada.

"Los Centauros y las Acromántulas se han declarado la guerra mutuamente. Bane, uno de los Centauros y hermano de Firenze, vino a pedirle ayuda durante el almuerzo. Los 3, además de Fawkes que se les unió a último momento, han salido hacia el Bosque a detenerla." Explicó Albus, antes de decirle a Remus: "O te sientas de una vez, o te ato a una silla! Pones nervioso a todos con eso!"

"No hacen falta amenazas." Murmuró Remus sentándose.

"Gracias!" Exclamaron Minerva y Albus a la vez cuando Remus se había sentado.

"¿¿Harry se fue solo al Bosque??" Preguntaron los 3 Gryffindor al mismo tiempo.

"¿Por qué creen que estamos tan nerviosos?" Preguntó sarcásticamente Remus comenzando a levantarse de su silla.

"Te levantas de allí y te aturdo!" Amenazó McGonagall con su varita apuntándole directamente a la cabeza de Remus. El Licántropo se sentó de nuevo sin decir nada.

"Ha hecho eso toda la última hora. Pone nervioso a cualquiera." Explicó Dumbledore al trío de estudiantes que veían esto con confusión y shock. Nuca habían visto a su Jefa de Casa amenazar a nadie de esa manera.

"Nuca lo han visto a Harry haciéndolo eso entonces." Murmuró Ron por lo bajo.

"Deberían haber visto a James haciendo eso! Volvía loco a todos en 10 minutos!" Exclamó Remus habiendo escuchado a Ron.

"Tardó 2 cuando internaron a Lily para el parto de Harry si te has olvidado, Remus." Recordó la Profesora de Transformaciones, tomado su sitio caminando alrededor de la Oficina.

"Termina uno, comienza el otro." Dijo Albus con malestar por la actitud de ambos adultos. Terminó de decir esto, y Remus se levantó de su silla, retomando su caminata.

"Al menos todavía no se ha enterado su madre, Sr. Weasley." Comentó Albus a Ron.

"¿Enterarme de qué?" Preguntó Molly entrando en la Oficina con su marido, Tonks, Shackebolt y Moody.

"Antes de que le respondan, yo necesito una respuesta a algo: ¿con quién patrullaré esta noche?" Preguntó Katie a los Directivos de la Escuela antes de que le contestaran a la Sra. Weasley.

"Iré yo con usted, Srta. Bell. Si permanezco aquí más tiempo, me volveré loca." Dijo Minerva saliendo de la Oficina con la Cazadora e indicándoles a Ron y Hermione, que si no tenían patrulla que regresaran a la Torre.

"También la tenemos. ¿Les molesta si la hacemos con Ustedes?" Contestó Hermione antes de que Ron abriera la boca. Ni Minerva ni Katie tenían inconvenientes con eso, así que los dos Prefectos se les unieron en su patrulla.

"Hermione, nuestra patrulla es mañana. ¿Por qué dijiste que era hoy?" Preguntó Ron en un susurro a su mejor amiga.

"Esta es la única manera de saber algo sobre Harry cuando vuelva. Mañana inventaremos una excusa y la cambiaremos." Contestó Hermione también en un susurro. Ron solo asintió mientras continuaba su caminata con los demás.

"Harry Potter, por aquí no se va al sitio del ataque." Dijo Bane mientras los 4 caminaban por el bosque.

"Lo sé, Bane. No iremos allí todavía." Comunicó el adolescente mientras continuaban su marcha.

"¿Adonde vamos entonces?" Preguntó Firenze confundido.

"A ver a Aragog." Dijo Harry seriamente mientras llegaban al sitio donde estaban las Acromántulas.

"Aragog, sal! Necesitamos hablar contigo!" Gritó Harry mientras él y los 2 Centauros eran rodeados por cientos de arañas que los rodeaban amenazadoramente. Tanto Bane como Firenze alzaron sus arcos.

"¿Qué haces aquí nuevamente, humano? ¿Crees que escaparás con la misma suerte que la última vez?" Preguntó la Acromántula saliendo a la superficie.

"Vengo a detener una guerra. La que ustedes y los Centauros se han declarado." Replicó Harry sin sentir miedo por las arañas.

"¿Qué te hace pensar que te oiré? Tú mismo vienes acompañado por dos de ellos." Dijo Aragog sintiendo a Bane y Firenze, que aún tenían sus arcos levantados.

"Esto." Dijo Harry sacando algo de la mochila y colocándolo en el suelo. Con un movimiento de su varita, lo agrandó hasta que recuperó el tamaño debido. Era el cráneo del Basilisco que había matado en la Cámara Secreta de Slytherin hacía dos años y que había sacado de allí antes de entrar en el Bosque.

"La Bestia ha muerto." Declaró una Acromántula entendiendo lo que era el cráneo.

"¿Qué tienes para decirnos, humano?" Preguntó Aragog mientras las otras arañas comenzaban a alejarse del grupo. Bane y Firenze bajaron sus arcos, aunque nunca abandonando la posición defensiva que habían mantenido desde su entrada en el lugar.

"En 20 minutos, Milos lanzará una ofensiva masiva en contra de ustedes. Si quieres que tu y tú familia sobreviva, aléjense de aquí." Contestó Harry seriamente.

"¿Y si no lo hacemos?" Preguntó Aragog pensando lo que Harry había dicho.

"La temporada de Caza está abierta esta noche y yo soy cazador. ¿Quieres convertirte en presa?" Dijo Harry simplemente antes de abandonar el sitio con sus acompañantes.

"Surtió efecto tu amenaza." Comentó Bane a Harry viendo como las arañas abandonaban el sitio a toda velocidad.

"¿Quién dijo que eso fue una amenaza, Bane?" Preguntó Harry mientras colocaba las granadas de los mellizos en varios sitios del lugar donde Milos atacaría.

"Milos abrió la temporada de caza al lanzar el ataque. Si él quiere ser un cazador, se va a encontrar a uno peor en su camino." Añadió el adolescente mientras los 3 comenzaban a esperar el arribo de Milos y los otros.

"Te recuerdo, hermano, que tú solicitaste la ayuda. Nunca dijiste nada de cómo tenían que ser los métodos que utilizáramos." Comentó Firenze a Bane, que miraba a Harry con shock por sus palabras.

"Eso es algo de lo que no me voy a arrepentir." Dijo Bane.

"¿De pedir ayuda o de no decirnos como hacer las cosas?" Preguntó Harry con curiosidad.

"De las 2." Contestó el Centauro antes de agregar: "Harry Potter, recuerda esto muy bien: Milos es nuestro. Si quieres matar a los demás tienes luz verde. Pero Milos no es tu presa, es la nuestra."

"A tus ordenes, Bane." Asintió el adolescente viendo la sed de venganza que Bane tenía, al igual que Firenze.

"¿¿¿ADONDE FUE???" Preguntó Molly Weasley con un grito cuando Dumbledore le informó a ella y los demás adonde estaba Harry.

"A detener la locura que uno de los míos ha comenzado." Dijo Arcane entrando en ese momento.

"Deberías estar descansando, Arcane." Comentó Albus seriamente.

"Habrá tiempo para descansar si mis hijos y Harry Potter tienen éxito en su misión, Dumbledore." Replicó Arcane.

"Comenzó la guerra." Dijo Remus quien miraba por la ventana, al ver la bomba de humo que Harry había hecho explotar en el Campamento de los Centauros.

"Todavía no. Ese es el sitio donde Milos mantenía cautivos a los otros Centauros." Informó Arcane viendo la localización de donde estalló la bomba.

"Voy al Bosque! Esto no lo soporto más!" Exclamó Remus de repente yendo a la salida de la Oficina. Kingsley y Tonks se levantaron también de sus sitios, claramente con intenciones de ir con él.

"No irán. Ese sitio es demasiado peligroso para ustedes 3 solos." Dijo Arcane deteniéndolos antes de añadir: "Si quieres ir, te llevaré conmigo, pero debes venir solo."

"Nos vamos!" Respondió Remus sin titubeos.

"Ninguno de los 2 irá a ningún lado!" Ordenó Dumbledore levantándose de su silla. Pero era tarde, Remus y Arcane ya habían salido de su Oficina en dirección al Bosque.

"Será mejor que subas a mi lomo, licántropo. Tardaremos menos en llegar al campamento de esa manera." Dijo Arcane. Remus asintió y se subió a la espalda del Centauro que comenzó a correr a toda velocidad hacia el lugar de la explosión.

"Arcane!" Gritó Ancor cuando los 2 habían arribado al sitio.

"Ancor ¿qué ha sucedido aquí?" Preguntó Arcane mientras Remus revisaba a los Centauros muertos.

"Harry Potter pasó, Arcane. Esta es su firma de ataque." Dijo Remus viendo que la mayoría de los Centauro muertos tenían todos un balazo en el cráneo.

"¿Adonde fueron él y mis hijos, Ancor?" Preguntó el líder de los centauros al otro.

"Hacia el claro de las Acromántulas. Milos las atacará allí," Informó Ancor seriamente.

En ese momento se escucharon varias explosiones y sonidos de disparos, que indicaron el inicio de las confrontaciones entre el grupo de Milos y el trío conformado por Harry, Bane y Firenze.

"Prepara un grupo de Guerreros! Salimos de inmediato!" Ordenó Arcane a Ancor, quien asintió sin hacer preguntas y comenzó a dar órdenes a otros Centauros.

"Necesitarán todo el apoyo que le podamos brindar. Y no dejaré solos a dos personas que han venido a brindarme su apoyo a pesar de poner en riesgo sus vidas como lo han hecho mi hijo Firenze y Harry Potter. Tengo lealtad a quienes me ayudan." Dijo Arcane seriamente a Remus.

"¿Pueden darme un arco y flechas, Arcane? Yo no me quedaré atrás en esto!" Pidió el Hombre Lobo cuando el grupo de ataque de los Centauros estaban listos para partir en apoyo al trío.

"Consíganlos!" Ordenó el líder de los centauros a uno de los miembros del grupo, que salió corriendo para cumplir con su misión.

"Nos vamos!" Gritó Arcane liderando el grupo hacia el sitio del ataque. Remus se había subido a su lomo nuevamente para no quedarse atrás en esto.

Mientras tanto en el claro de las Acromántulas, Harry, Bane y Firenze se encontraban atando a Milos y su grupo quienes no se esperaban esto en absoluto.

Las granadas puestas por Harry estaban haciendo estragos. Más de 30 Centauros ya habían muerto por sus efectos. Mientras tanto, el adolescente continuaba usando su revolver, solo qua ahora en vez de uno tenía dos, el último cortesía de Ángela que se la había enviado esa tarde con Dobby. Bane y Firenze atacaban con sus flechas, y al igual que Harry, lo hacían a matar.

Luego de casi 30 minutos, las cosas estaba serias para el trío. Harry había sido herido en su hombro izquierdo, al igual que Firenze. Harry se quedó con una de sus armas y le dio la otra al Centauro que aprendió a usarla con extrema rapidez, y con gran precisión en sus disparos. Bane había sido herido en una de sus piernas, pero continuaba combatiendo, ignorando la herida.

"Escucho ideas!" Dijo Harry a Bane y Firenze cuando los 3 se vieron rodeados por los últimos 20 Centauros que le quedaban a Milos.

"Prepárense para morir los 3. Aquí se acaba su vida." Se rió Milos al frente de los atacantes.

Harry de repente vio a Remus con Arcane y los demás Centauros. El adolescente le hizo una seña con la mano para que actuaran a su señal, no antes. El Hombre Lobo asintió, antes de comunicarle la orden a Arcane.

"Mátenlos!" Ordenó Milos a los Centauros que le eran leales.

"Ahora!" Gritó Harry a Remus antes de ordenarle a Bane y Firenze: "Cúbranse los ojos y arrójense al suelo!" Dicho esto, el adolescente lanzó una bomba de humo.

Bane y Firenze lo obedecieron al instante sin preguntar y se tiraron al suelo al mismo tiempo que Harry. A su alrededor, sonidos de flechas se escucharon de inmediato, además de cuerpos cayendo al suelo.

"¿Están bien los 3?" Preguntó Arcane al trío cuando el humo se había disipado. Alrededor de ellos, Milos y sus seguidores yacían todos muertos por las flechas del grupo de Arcane.

"No pudieron haber llegado más a tiempo!" Declaró Harry mientras Fawkes curaba las heridas suyas, de Bane y Firenze.

"Vinimos tan rápido como pudimos. Nos alegra haber llegado a tiempo para intervenir." Contestó uno de los guerreros a Harry.

"Se aprecia su rapidez, Milue." Agradeció Firenze antes de devolverle el arma a Harry, quien se la colocó en el lado izquierdo de su cintura, mientras la otra estaba en el derecho.

"Volvamos al Campamento." Dijo Arcane mientras Remus se subía a su espalda una vez más y Harry hacía lo mismo en la de Firenze.

El grupo fue recibido con alegría, especialmente cuando informaron sobre la muerte de los Centauros leales a Milos. Varios trajeron comida para el trío, quien la comió agradeciendo por esto.

"Repito lo que he dicho varias veces, Harry Potter, eres un sanguinario, pero muy efectivo." Declaró Bane cuando habían acabado de comer.

"Gracias por el elogio, Bane." Dijo el joven con una sonrisa.

"A caballo regalado no se le miran los dientes, Bane." Dijo Remus cuando le explicaron a él y los demás la razón de la frase.

"Agradecemos su ayuda en esto. Sabemos que conocían el riesgo al venir aquí, especialmente tú, hijo mío." Comenzó a hablar Arcane al Harry y Firenze.

"Por esto, yo, Arcane, hijo de Lilus y Gladier, líder de la manada de los Centauros de este bosque, juro respetar su presencia y asegurar su seguridad si alguna vez vuelven a este lugar." Dijo solemnemente Arcane.

"Yo, Harry James Potter, hijo de James y Lily Potter, juro mantener esa confianza y prometo regresar si mi ayuda es requerida por los Centauros mientras viva para cumplir esta promesa." Juro Harry con la misma solemnidad que Arcane.

"Que las estrella sirvan de testigos de esta promesa y juramento." Dijo Arcane estrechando la mano del adolescente, quien lo hizo sin dudar ni un momento.

"Que así sea." Finalizó Harry el juramento.

"Sabes que no puedo regresar, Padre. Yo elegí mi lado en esta guerra. Si los Centauros han decidido mantenerse neutrales, yo no lo haré. Pero si me necesitas tú u otro Centauro, no dudaré en estar a su lado." Prometió Firenze seriamente a Arcane.

"Serás bienvenido si deseas vernos, Firenze." Aseguró el líder de los Centauros abrazando a su hijo.

"Espero volver a verte, Bane. Y que la próxima vez, no sea por una guerra." Bromeó Harry estrechando la mano del Centauro.

"También yo espero eso, Harry Potter." Declaró Bane estrechando la mano del adolescente.

"Creo que ya es hora de volver, Harry. Entre Molly y Minerva volverán loco a Albus si tardamos mucho más." Dijo Remus de repente.

"Sube." Dijo Bane a Remus, quien asintió y subió a su lomo mientras Harry lo hacía en el de Firenze y los 4 comenzaban a ir hacia el Castillo, con Fawkes situado en el hombro del adolescente.

Cuando llegaron al colegio, Remus y Harry se bajaron de los lomos de ambos Centauros. Bane se despidió de los 3 antes de regresar al Bosque. Los 3 Profesores y el Fénix entraron en la Escuela y se dirigieron directamente a la Oficina de Dumbledore.

"HARRY JAMES POTTER Y REMUS JOHN LUPIN, DETENGANSE AHÍ DE INMEDIATO!!" Gritó Minerva McGonagall al cuarteto en su viaje a la Oficina.

"Te dejaron afuera de esta, Firenze!" Se rió Harry girando para ver a la Directora acompañada de Katie y sus 2 mejores amigos.

"Demonios me olvidé de mi patrulla de anoche!" Exclamó el adolescente de repente.

"¿Y bien?" Preguntó Minerva seriamente a Harry.

"Estamos vivos. ¿Qué le dice eso?" Contestó el Profesor de Defensa con sarcasmo.

"Minerva, vamos a ver a Albus. Vengan con nosotros y se enterarán de todo allí." Dijo Remus a los 4 mientras él, Firenze, Harry y Fawkes continuaban su camino.

Tres cuartas partes de la Orden del Fénix estaban en la Oficina esperando por el retorno del grupo. Apenas entró, Harry fue atrapado por Molly en un abraza que casi le quitó el aire, antes de ser rescatado por Bill y Charlie.

"¿Y bien?" Preguntó Dumbledore a Firenze y Harry mientras Fawkes regresaba a su percha, donde se durmió instantáneamente.

"Nunca me dijeron que fuera tan sanguinario!" Exclamó el Centauro apuntando a Harry.

"Sanguinario, pero efectivo, Firenze." Replicó el adolescente con una sonrisa antes de comenzar a contar todo lo que había sucedido en el Bosque desde que entraron hasta que salieron.

"¿Qué sucederá con las Acromántulas?" Quiso saber el Director con seriedad.

"Mi padre se reunirá con Aragog próximamente para discutir todo lo que pasó y delimitar los territorios nuevamente." Informó Firenze.

"¿Quedó alguno vivo de los leales a Milos?" Preguntó Remus seriamente.

"El guardia que no mató en el asalto al Campamento." Informó Firenze apuntando a Harry, que se había quedado dormido en la silla.

"Lo llevaré a la Torre Gryffindor. No sé la contraseña para sus habitaciones personales." Declaró Ron mientras realizaba un hechizo de movilización en su amigo. Hermione y Katie se levantaron con él.

"Buenas noches a los 3." Se despidió Dumbledore cuando el grupo dejó la Oficina luego de decir adiós a los adultos.

"¿A cuántos mató, Firenze?" Preguntó Remus al Centauro.

"Más de 50 sin duda. No llevé la cuenta." Informó Firenze antes de retirarse de la Oficina también.

"Pasó los 100 muertos ya." Dijo Albus de repente haciendo cuentas de las personas que había matado Harry ese verano.

"¿A cuántos llegará al final del año?" Preguntó Remus sarcásticamente antes de que Albus iniciara la reunión para discutir el ataque de Voldemort de ese día.