Capítulo 14 Falcore

Las relaciones entre las chicas de Gryffindor con Harry y sus amigos se convirtió en tensa luego de la venganza contra ellas. Las cosas empeoraron cuando Andrea fue expulsada por liderar los ataques contra Karen y Anne además de atacar a un Profesor de Hogwarts.

"A menos que deseen continuar el camino de la Srta. Miller, les sugiero que este tipo de incidentes no vuelva a ocurrir." Dijo Minerva con tono de amenaza a todos los miembros de su Casa una noche en la Sala Común.

"¿Nos dejaron peladas y no les van a hacer nada a ellos?" Preguntó incrédula una alumna de Cuarto apuntando a los amigos de Harry.

"Ustedes comenzaron esto al atacar a la Srta. Weasley. Aténganse a las consecuencias." Dijo McGonagall simplemente antes de retirarse a una reunión de la Orden, junto a Ron y Hermione.

Cuando llegaron a la Oficina de Dumbledore, había allí varios miembros de la Orden aguardando al resto para comenzar la reunión. Harry estaba en silencio, revisando unas cosas con cara seria.

"¿Qué ocurre?" Preguntó Hermione cuando ella y Ron se sentaron a su lado.

"Estoy revisando una carpeta que me envió Alex por un tema importante." Dijo Harry sin quitar los ojos de los papeles.

"¿Cómo van las cosas en ese tema?" Preguntó Fred escuchando el comentario, sabiendo que el tema era Katie.

"Estamos haciendo progresos, pero es demasiado temprano para asegurar algo a ciencia cierta." Declaró el Profesor cerrando la carpeta y guardándola en una mochila. Unos momentos más tarde sacó otra y se la dio a los Mellizos, diciendo: "El informe que prometí."

"¿¿LAS DEJARON EN BOMBACHA Y CORPIÑO??" Preguntó George cuando leyó el informe.

"¿No es algo supremo ese detalle?" Preguntó Harry con una sonrisa diabólica.

"Tienes un humor negro muy pesado!" Declaró Minerva seriamente a Harry, mientras varios leían el informe.

"Gracias por el elogio." Contestó Harry con una sonrisa.

"Me parece conocida esta broma." Murmuró Remus leyendo el informe.

"Creo recordar, Remus,"comenzó Flitwick, "que los Merodeadores una vez dejaron sin pelo por 3 meses a los Slytherin durante su Cuarto Año."

"Ahora que lo mencionas, sí." Dijo Remus recordando el incidente.

"Que casualidad." Comentó Hermione con una sonrisa inocente.

"Tú no se los diste, ¿verdad?" Preguntó Lupin girando su atención a Dumbledore de repente.

"¿El qué?" Preguntó el Director con fingida inocencia.

"¿Qué más, Albus? El Diario de todas nuestras bromas!" Contestó el Hombre Lobo.

"¿Existe un diario con sus bromas?" Preguntó Minerva a Remus sorprendida.

"Lo escribimos en el Colegio. La idea era dárselo a nuestros hijos cuando vinieran a Hogwarts. Luego de la muerte de James, que lo tenía, fue a parar a Albus, junto con todas sus otras cosas como la Capa de Invisibilidad que le dio a Harry." Explicó Remus antes de preguntar: "¿Les diste ese diario o no?"

"Quizás lo hice." Contestó Dumbledore con una sonrisa.

"Si lo tienen, busquen la broma de Halloween de Séptimo. Esa es una obra de arte." Dijo Remus al trío en un susurro, antes de que la reunión diera comienza de forma oficial.

"Harry, ¿estarías dispuesto a dar otro discurso?" Preguntó Amelia al adolescente en el medio de la reunión.

"No quiero ver a un político en un largo tiempo, Madame Bones. No son de mi agrado." Declaró Harry seriamente.

"No a los políticos, Harry. Estamos planeando reunir el apoyo de los Colegios de Europa, y necesitamos a alguien que logre convencerlos de que la unión es la mejor salida para todos." Explicó Dumbledore seriamente.

"¿Cuándo?" Interrogó Harry pensando en todo el asunto.

"Halloween." Informó la Ministra.

"Denme unos días y se los contesto." Dijo Harry luego de meditar unos momentos.

"Hasta octubre, tienes tiempo. No te preocupes." Dijo Albus. Harry asintió y la reunión prosiguió.

La reunión continuó en normalidad, discutiéndose los ataque de Voldemort, las relaciones con los Ministerios de todo el Continente y otras cosas.

"¿Qué otras cosas de mis padres tiene?" Preguntó Harry a Albus de repente al final de la reunión.

"Algunos libros. Nada más quedó de la destrucción. El libro y la Capa ya estaban en mi poder antes de que fueran al Encantamiento Fidelius." Explicó Dumbledore tomando varios libros de sus bibliotecas y dándoselos a Harry.

"Todos de entrenamiento de Aurors." Informó el Director mientras el adolescente los veía atentamente.

"¿Mis padres eran Aurors?" Preguntó Harry con confusión.

"Tu padre lo era. Lily trabajaba en el Ministerio." Informó Remus.

"¿Ahora qué?" Preguntó Harry sintiendo vibrar su beeper en ese momento, y revisando el mensaje.

"¿Qué sucede?" Preguntó Minerva viendo la preocupación de Harry al leer el mensaje allí escrito.

"¿Puede llevarme a la Sala Común de Ravenclaw? Debo hablar con Axel." Pidió el Profesor de Defensa a Flitwick.

"¿Qué ocurrió?" Preguntó el diminuto Profesor guiando el camino de ambos a la Sala Común de su Casa.

"Murió el padre. Estaba muy enfermo. Alex me pidió que se lo dijera." Explicó Harry mientras los dos Profesores entraban en el sitio al que iban.

La Sala Común de Ravenclaw estaba llena de Bibliotecas con libros escolares, además de mesas de estudio colectivas. Sobre una chimenea estaba un retrato de la Fundadora de la Casa, Rowena Ravenclaw.

"Harry, Profesor Flitwick, ¿qué sucede?" Preguntó Cho al verlos, levantando la vista del libro que estaba estudiando.

"Busco a Axel. ¿Lo vieron?" Informó el adolescente a los miembros de la Casa.

"Se fue a dormir hace un rato." Informó una estudiante de Primer Año.

"¿Puede ir alguien a buscarlo? Necesito hablar con él de urgencia." Pidió Harry seriamente. Un chico asintió y subió las escaleras corriendo en busca del estudiante. Unos momentos más tarde, los dos descendían las escaleras, Axel con una cara medio dormida. Obviamente estaba durmiendo cuando fueron a buscarlo.

"Tu madre me lo acaba de mandar." Explicó Harry dándole el beeper al estudiante, que se largó a llorar en cuanto leyó lo que estaba escrito.

"¿Qué pasó?" Preguntó Cho a Harry mientras varios alumnos, el profesor incluido, trataron de calmar el llanto del estudiante. Harry solo le mostró el mensaje.

"Hable con Dumbledore para hacer preparativos para escoltarlo al Funeral. Yo veré si puedo averiguar donde y cuando se hará." Le pidió el adolescente a Flitwick antes de abandonar la Sala Común en dirección a su Oficina donde estaba su celular.

"Así lo haré." Prometió el Jefe de la Casa, cuando Harry se iba.

Al llegar allí, Dumbledore y Minerva lo esperaban, obviamente tratando de averiguar que sucedía. Harry entró y los dos directivos lo siguieron. El adolescente buscó su celular y marcó un número antes de hablar.

"¿Alex? Soy Harry... Lo siento mucho... Se lo acabo de decir... Estalló en llanto... Lo cuidarán, no te preocupes... Llamé para saber donde y cuando será..." Aquí, Harry sacó su agenda y una lapicera para escribir algo. "Dime... De acuerdo... De nuevo, lo siento... Mis condolencias por tu perdida... Nos vemos."

"¿Quién falleció?" Preguntó Minerva mientras Harry guardaba su celular de nuevo y se dirigía a la salida.

"El marido de Alex." Informó el Profesor antes de que Katie llegara para la patrulla de esa noche y ambos se fueran juntos, mientras los dos Directivos se iban también en otra dirección.

Unos días más tarde de la reunión, Harry, Ron y Hermione estaban en el Cuarto de Requerimientos, para comenzar a decidir su entrenamiento privado.

Junto a ellos estaban los libros del padre de Harry y los que Dumbledore les había recomendado, además del libro de Animago que Minerva le dio al Profesor de Defensa ese verano. También había varias armas, entre ellas unos revólveres.

"Empecemos con esto." Declaró Hermione cuando todas las cosas estaban ordenadas y listas.

"Primero veremos sus formas Animagas." Dijo Harry a sus amigos. Ya les había contado de sus formas, y, aunque se enojaron porque lo había hecho sin ellos, los dos adolescentes estaban shockeados con la habilidad de tener 4 formas.

"Voy primera." Dijo Hermione decidida.

"Animas Bestiarus!" Exclamó Harry apuntando su varita a su amiga. Luego de unos minutos, su sombra cambió a una gata.

"Linda forma, Hermione." Declaró Harry con una sonrisa, antes de decirle a Ron: "Ahora es tu turno."

"Estoy listo." Dijo Ron con determinación. Harry repitió el hechizo en el pelirrojo, y su sombra cambió a la forma de un Grifo.

"Sencillamente hermoso." Declaró Hermione fascinada con eso.

"Completamente de acuerdo!" Exclamaron los otros dos adolescentes.

"Ahora comencemos con las armas. Como lo he usado bastante, la primera serán los revólveres." Dijo Harry yendo a las 2 armas y dándole una a cada uno de los otros 2 adolescentes.

"Primero que nada, acostúmbrense a llevarla encima cuando no estén en el colegio. Les puede salvar la vida." Comenzó Harry a enumerar unas cosas.

"Segundo, lleven siempre 2 cargadores además del que tienen en el arma. Si están en ataque, eso los ayudará. Traten de llenar el cargador luego que efectúen disparos, apenas puedan. Traten de no tener nunca el cargador a medio llenar.

"Tercero, les conseguí esto." Dijo Harry dándoles una billetera negra a cada uno.

Ron y Hermione las abrieron confundidos y se encontraron con una placa del MI-5 en ella. Ambas tenían una foto suya 4x4 y había un nombre clave en ellas. El de Ron era 'Guardián Rojo', en alusión a su posición en Quidditch y su color de pelo. El de Hermione era 'Zorra Marrón', en alusión a su cabello y la característica de los zorros: la astucia e inteligencia.

"Ángela me debía unos favores. No la muestren a menos que deban explicar alguna participación suya en un combate y hayan usado el arma." Instruyó Harry a sus amigos, quienes asintieron con seriedad.

"Ahora les enseñaré a cargar el arma y a como limpiarla y mantenerla." Dijo Harry antes de comenzar con eso. Tanto Ron como Hermione lo escucharon con total atención e hicieron siempre lo que él les decía al pie de la letra.

Luego de que terminara con esa explicación, Harry le pidió al Cuarto varios blancos con forma humana, iguales a las que la Policía y los Servicios Secretos usaban cuando practicaban puntería.

"Veamos que tan buenos son en esto." Dijo Harry parando a sus amigos a unos 25 metros de los blancos e indicándoles que les disparen hasta la última bala de su arma.

Mientras los dos adolescentes practicaban eso, en el Cuarto entraron Dumbledore con Minerva y Remus. Harry al verlos, les hizo una señal de que no hablaran.

"Gran puntería." Declaró Albus cuando los dos se quedaron sin balas. Hermione, sorprendida por la voz, se giró y apuntó su arma a la cabeza del Director.

"Una lección menos para enseñarte: reflejos." Dijo Harry con risa mientras revisaba los agujeros de bala de los blancos. Hermione estaba toda colorada, pidiéndole disculpas al Director, que le dijo que no había daño alguno.

"Deberé recordar no tomar por sorpresa a ninguno de los 3 de ahora en más." Murmuró Albus.

"Si usaras tu puntería en el Quidditch, tal como disparaste tu arma, serías una Bateadora casi tan bueno como los mellizos." Declaró Harry a Hermione mostrando su blanco: solo 4 balas no habían dado en la zona central.

"¿Hermione de Bateadora?" Preguntó Ron sorprendido.

"Si no fuera porque no le gusta volar, ¿por qué no?" Contestó Harry revisando el de Ron. En su caso, solo 6 de las balas dieron en el centro, las demás estaban esparcidas alrededor del cuerpo.

"Buena puntería." Comentó Harry antes de tomar su arma y vaciar su cargador en un tercer blanco. La mitad de las balas dieron en el centro, la otra mitad dio en la cabeza.

"La tuya es soberbia." Declaró Remus impresionado, mientras los 3 cambiaban el cargador de sus armas y se las guardaban en sus cinturas.

"¿Otros dos estudiantes armados?" Preguntó Minerva shockeada al trío.

"Tres miembros del MI-5." Dijo Hermione mostrando su placa al igual que Ron.

"Ángela me debía ciertos favores." Explicó Harry cuando los adultos se giraron hacia él preguntando la razón de las placas.

"No preguntaré." Dijo Dumbledore prefiriendo no hacer comentarios sobre el tema.

"Agreguen sus nombres claves a la lista del Ministerio. Nos ahorrará publicidad en caso de que debamos ir allí." Pidió Harry al Director, mientras en el cuarto aparecía un maniquí.

"Segunda parte del entrenamiento: defensa personal." Anunció Harry a sus amigos, moviendo su varita apuntándola al maniquí y dándole vida.

"Esto que van a ver, es parte de lo que me enseñaron. Véanlo bien." Ordenó el Profesor a los dos Prefectos, comenzando su combate.

Por más de 20 minutos, tanto el adolescente como el maniquí combatieron en Karate lanzando golpes de puño y patadas a gran velocidad y maniobrabilidad. Los otros 5, solo los miraban con shock por la destreza de mostrada por Harry.

"Esto es suficiente." Declaró adolescente acabando el combate.

"Impresionante show." Dijo Remus impresionado, mientras el maniquí volvía a quedar sin vida.

"Eso solo es una parte de lo que les enseñaré." Informó Harry a sus amigos, antes de preguntarle a los adultos cual era la razón de la visita.

"Queríamos saber en que estaban metidos." Respondió Dumbledore simplemente.

"¿Cuál es la razón de eso?" Preguntó Harry mientras el quinteto salía del Cuarto.

"Curiosidad." Contestó Remus con una sonrisa.

"La curiosidad mató al gato, tengan cuidado que no les pase a ustedes también." Advirtió Harry al trío de adultos antes de que el grupo se dividiera en distintas direcciones.

Unos días más tarde, el trío fue a la cabaña de Hagrid para la clase de Cuidado de Criaturas Mágicas, la única que Harry tomaba con el resto de Sexto Año.

Durante las primeras dos semanas, la clase no había sido dada por la ausencia de Hagrid, que estaba en misión para la Orden, y la ausencia de Grubby-Plank, quien había tenido una emergencia familiar y había tenido que dejar el Colegio por tiempo indeterminado.

"Espero que no veamos nada peligroso hoy." Comentó por lo bajo Ron cuando los tres, y el resto de los alumnos que tomaban la clase, arribaron a la Cabaña.

Harry estaba a punto de contestarle, cuando, junto al resto de la clase, escuchó un ruido. Todos giraron para todos lados intentando encontrar de donde venía o cual era la fuente del ruido.

"Fawkes." Sonrió Harry al ver a Hagrid llegando hasta los alumnos con el Fénix en su hombro, lugar que inmediatamente abandonó al ver al Profesor de Defensa. El ave fue volando a situarse en su hombro, mientras todos los demás lo veían con shock.

"¿Nunca vieron a un Fénix?" Preguntó Harry con una sonrisa, acariciando a Fawkes, que soltó unas notas de alegría.

"Clase," comenzó Hagrid luego de recuperarse del shock, "este Fénix es el ave del Director Dumbledore y su nombre es Fawkes.

"¿Quién me puede decir algo sobre las cualidades mágicas de los Fénix?" Preguntó el Profesor a la Clase. Inmediatamente varias manos se levantaron en el aire, entre ellas la de Hermione, además de todos los de Ravenclaw.

"Debo dejar de pararme a su lado en las clases. Un día me va a sacar un ojo cuando levante la mano." Susurró Harry a Ron señalando a Hermione, mientras comenzaba su explicación luego de recibir una seña de Hagrid.

"Los Fénix, entre otras cualidades, tienen la habilidad de curar con lagrimas y dar sensaciones de tranquilidad y calma con su canto. También son capaces de hacer grandes viajes a grandes velocidades instantáneamente." Dijo Hermione haciendo una pausa. Antes de que agregara algo más, Harry añadió:

"También son mascotas muy leales a sus amos. Esta confianza no suele darla a nadie más que esa a su amo, a menos que esa otra persona le sea leal al dueño del Fénix." Informó el Profesor / Estudiante, recordando las cosas dichas por Dumbledore en su Segundo Año, haciéndole una mueca a Hermione para que siga su explicación.

"Habitualmente el Fénix arde en llamas una vez al año, para renacer de sus cenizas como un bebé." Añadió Hermione concluyendo su información.

"Esa no es una experiencia que se desee ver muy a menudo. Especialmente si tienes 12 años y te mandaron a la Oficina de tu Director por creerte responsable de la petrificación de varios alumnos, una gata y un fantasma." Susurró en tono lúgubre Harry a Ron, que debió esforzarse con tal de no reírse en voz alta.

"Y a punto de quebrar montones de reglas entrando ilegalmente en la Sala Común de una Casa que no es la tuya." Agregó Ron mientras Hagrid continuaba explicando algunas cosas. Esta vez fue Harry quien debió esforzarse para no reírse.

"¿Cuándo nace el tuyo?" Preguntó Hermione a su amigo de repente.

"Excelente pregunta, me la he estado haciendo todo el verano." Contestó Harry simplemente.

"¿Cuándo nace el qué?" Preguntó Dean escuchando su conversación.

"Mi Basilisco." Respondió Harry volviendo a sacar a flote lo peor de su humor negro.

"Tienes que acabar con tu humor negro, Harry! Si sigues así, alguien se va a morir de un infarto al escucharlo!" Le reprochó Hermione, mientras Ron se reía. A su alrededor, todos se alejaron de él como si se hubiera convertido de repente en un monstruo de 10 cabezas.

"No lo pude contener." Se defendió el Profesor de Defensa, antes de asegurarle a todos que su comentario era solo una broma y que no tenía un Basilisco cercano a nacer.

"Sigamos con la clase." Dijo Hagrid, recuperándose del shock que la broma le había provocado.

En ese momento, del Bosque salió Bane y se acercó a la cabaña de Hagrid al ver a Harry allí. Cuando el adolescente lo vio, se levantó y fue hacía él, con Fawkes aún en su hombro.

"Espero que no se haya declarado una nueva guerra, Bane." Dijo Harry al Centauro luego de que se dieran la mano.

"Ese no es el motivo de esta visita." Informó Bane en tono calmante.

"Bane, ¿qué sucede?" Preguntó Firenze yendo hacia ellos en ese momento. Ninguno de los 4, había notado que toda la Clase de Hagrid había girado su atención al inusual grupo.

"Me envía Arcane. Estoy aquí como emisario de los Centauros del Bosque." Comenzó Bane cuando los 3 se sentaron en el suelo y que Harry creara una burbuja a su alrededor para no ser molestados por los demás, ni que ellos los molestaran con su charla.

"Hace unos días, comenzaron las negociaciones por el delimitado de los terrenos entre Arcane y Aragog. Estas no han dado mucho resultado. Varios creen en la chance de nuevos combate entre las dos manadas.

"Ambos lideres han decidido que ya que Ustedes dos fueron parte de la solución del anterior conflicto, quieren que estén allí cuando comiencen a hablar nuevamente." Finalizó Bane con su tono más serio de voz.

"Bane, yo con las Acromántulas no tengo buenas experiencias. Y con los Centauros mis relaciones hasta este año, nunca han sido las mejores. Entré la última vez, para conservar el equilibrio entre las partes. ¿Por qué Arcane y Aragog me buscan para esto?" Preguntó Harry seriamente.

"Tú y Arcane se hicieron un juramento una vez, Harry Potter. Mi padre te pide que lo respetes en este momento. Aragog, por su parte, te debe la muerte del Basilisco. Esas son las razones de la llamada." Informó Bane.

"¿Cuándo será esta nueva negociación?" Preguntó Firenze, luego de que Harry confirmara su presencia en ellas.

"La próxima Luna Llena en el sitio de los Centauros." Informó Bane antes de pedirle a Harry que haga desaparecer la burbuja y retornar al Bosque cuando esto había pasado.

"¿En que diablos me he metido esta vez?" Se preguntó Harry a si mismo antes de volver a la Clase y Firenze a la suya.

"¿Debes parar otra guerra?" Le preguntó Albus a Harry esa noche cuando estaba por comenzar una reunión de Profesores.

"Algo por el estilo." Comentó el adolescente antes de explicarle las razones de la visita de Bane ese día.

Mientras el resto del Profesorado llegaba, Harry sacó un mazo de cartas de su bolsillo y comenzó a jugar al solitario en silencio. Albus lo miró con curiosidad y le preguntó la razón del mazo en el bolsillo.

"Noche de Poker estudiantil en la Torre Gryffindor. Reviso el mazo." Contestó Harry simplemente, concluyendo el juego guardando el mazo.

"¿Quiénes participarán de ella?" Preguntó Minerva sorprendida.

"Yo, Hermione, Karen, Ron, Katie y Ginny. Los únicos que sabemos jugar al Poker." Contestó Harry antes de que comience la reunión.

Durante la reunión, continuaron las quejas contra Malfoy de todos los profesores. Los problemas que causaba eran peores cada semana. Snape fue advertido que si para octubre esto no cambiaba, sería expulsado del Colegio.

Cuando acabó la reunión, que se extendió un poco más de lo previsto debido a ciertos problemas que debieron discutir, el principal fue el humor negro del Profesor de Defensa, Harry salió corriendo hacia la Torre Gryffindor, donde lo esperaban sus amigos.

"Le reunión duró más de lo que pensé." Explicó Harry tomando su mazo de cartas, mientras los demás sacaban su dinero y lo ponían a sus lados. En el sentido de las agujas del reloj, estaban sentados Harry, Karen, Ginny, Ron, Katie y Hermione.

"Conocen las reglas: nadie se levanta de la mesa mientras tenga una moneda para jugar. Es hasta que uno de nosotros se quede todo el dinero." Informó Hermione mientras el Profesor de Defensa comenzó a dar las cartas.

"Agreguen un sitio." Dijo de repente una nueva voz entrando en la Sala Común. Los adolescentes se giraron para ver quien era, y se sorprendieron de ver a Minerva tomando asiento entre Karen y Ginny.

"También sé jugar al Poker. Ustedes deben ser más divertidos que los Profesores cuando nos juntamos a hacerlo." Comentó la Vice Directora tomando sus cartas, colocando sus monedas a su lado.

"Profesora, solo una cosa: lo que pase aquí esta noche, queda aquí. No se tomarán represalias por si pierde. Si no acepta esas reglas, le pediremos que se retire." Advirtió Katie seriamente a su Jefa de Casa.

"5 Knuts." Fue el único comentario de Minerva colocando 5 monedas de Bronce en el centro de la Mesa.

"Veo y subo a 7." Apostó Harry colocando sus monedas.

La partida de Poker duró al menos otras 2 horas antes que solo Harry y McGonagall quedaran con algo de dinero, que ambos apostaron en la última mano.

"El ganador se lleva 16 Galeones, 9 Sickles y 6 Knuts." Dijo Hermione luego de contar las monedas.

"Poker de Ases." Dijo Minerva con una gran sonrisa mostrando sus cartas.

"Buena mano, Profesora, pero la última vez que jugué al Poker, una Escalera Real le ganaba a eso." Dijo Harry mostrando sus cartas: tenía el 9, el 10, la J, la Q y la K de Corazones.

"La verdad que sí." Dijo Minerva derrotada, mientras el adolescente juntaba las monedas y se las guardaba.

"Hora de ir a dormir. Son más de la 1 de la mañana y a nadie le queda dinero para seguir con esto." Dijo Ginny antes de agregar: "Además, quiero dormir un rato antes de mi patrullaje de esta noche." Dicho esto, la Prefecto de quinto se fue a dormir, siendo seguida por Karen, Katie y Hermione.

"Buenas noches, Profesora." Se despidió Ron antes de irse a dormir, mientras los 2 Profesores dejaban la Sala Común para ir a sus respectivos dormitorios.

Para Sexto, la primer clase del día siguiente fue Transformación con Minerva de Profesora. Afortunadamente para todos, ni la Vice Directora ni los dos estudiantes hicieron mención sobre la noche anterior.

"Infórmele a sus compañeros que espero una revancha por lo de anoche." Dijo Minerva a Hermione en un susurro cuando acabó la Clase.

"Estamos pensando repetirla cada 3 sábados en las Sala de Harry. Creemos que la Sala Común es peligrosa para hacerlo seguido." Informó Ron que había escuchado las palabras de Minerva.

"Por supuesto que estará invitada a participar mientras siga las reglas establecidas anoche: los que pase en la Mesa, queda en la mesa." Añadió Hermione antes de ir a otra clase con Ron a su lado. Minerva asintió antes de la entrada del nuevo curso: Primero.

Mientras tanto, Harry estaba en su Salón corrigiendo algunos papeles escuchando algo de música, antes de la entrada de Segundo, su primera clase del día, ya que el primer horario de clases lo tenía libre.

"Alohomora!" Gritó el Profesor apuntando su varita a la puerta cuando golpearon a ella, sin quitar la vista de los papeles.

"Veo que mantienes la costumbre de tener la puerta cerrada." Comentó Dumbledore entrando junto a Charlie Weasley y un hombre del Ministerio desconocido.

"Intento tener paz para corregir." Explicó Harry señalando a los papeles y apagando la música, antes de preguntar la razón de la visita del trío.

"Harry, ¿qué sabes de la colonia de Acromántulas del Bosque?" Preguntó Charlie sentándose junto a los otros dos.

"Es grande. No es un grupo al que desee ir a visitar muy a menudo." Explicó Harry prendiendo un cigarrillo.

"¿Qué tan grande es?" Preguntó el hombre anotando algo en un pergamino.

"Lo bastante para llegar a declararle una guerra a los Centauros." Contestó Harry simplemente.

"¿A qué vienen estas preguntas?" Interrogó Harry antes que alguno de los 3 pudiera preguntar algo más.

"Estamos corroborando los rumores de la Colonia y queremos averiguar que tan grande es." Explicó el hombre mostrando una identificación del Departamento de Control de Criaturas Mágicas del Ministerio de la Magia.

"Si quieren saber eso, deben visitarlos, y conmigo no cuenten para eso. La menor cantidad de veces que vea a Aragog y su familia, mejor." Dijo Harry seriamente.

"Me temo, Harry, que eres el único. Hagrid acaba de salir en una misión para mí y Charlie ocupará su lugar. Aparte de Rubeus, tú eres el único capaz de ir allí." Informó Dumbledore seriamente.

"Preparen té, café y masas y se las llevaré si quieren." Dijo Harry con sarcasmo.

"No estamos bromeando, Sr. Potter." Informó el hombre del Ministerio con seriedad.

"A Hacer un conteo de Acromántulas al claro de la colonia, no voy ni loco, ni borracho ni drogado! Amo mi vida lo suficiente como para hacer eso!" Exclamó el adolescente desechando la idea totalmente.

"Harry, esto es importante." Trató de razonar Charlie.

"Lo que me piden es como ir a suicidarse, Charlie! Las dos veces que estuve allí escapé de suerte! La primera me salvó el auto de tu padre, y la última vez, salí de allí por que tenía el cráneo del Basilisco conmigo!" Replicó Harry casi gritando.

"¿Qué basilisco?" Preguntó el hombre del Ministerio.

"No pedimos que hagas el conteo, Harry." Dijo Dumbledore serenamente tratando de clamar al Profesor de Defensa. Realmente no lo culpaba por querer negarse a ello. Como Harry, él también veía eso como un suicidio.

"¿Entonces?" Preguntó el adolescente comenzando a calmarse un poco.

"La reunión entre los Centauros y las Acromántulas sería una buena oportunidad de hablar con Aragog y obtener esa información." Explicó Dumbledore.

"¿Quiere el Árbol Genealógico de Aragog y sus hijos también? Se los consigo si quieren." Replicó Harry usando más sarcasmo.

"Ayudaría bastante." Dijo el Oficial del Ministerio con seriedad.

"Venga conmigo y lo hace usted mismo." Replicó Harry.

"Tengo una clase que dar. Buenos días a los 3." Dijo Harry invitando a los adultos a retirarse, cuando el Oficial comenzó a dar excusas para no ir con él.

"Nos vemos en el almuerzo, colega." Se despidió Charlie de Harry cuando los 3 se iban.

"Felicitaciones por el nombramiento!" Le gritó Harry al pelirrojo cuando estaban fuera y los alumnos de Segundo entraban y tomaban asiento.

"Buenos días a todos." Saludó el Profesor antes de tomar asistencia, tratando de calmar su enojo un poco.

"Buenos días, Profesor." Contestaron los alumnos mientras este terminaba de tomar lista.

"Por 50 puntos para la casa del estudiante que me responda esta pregunta: ¿Cuál es el animal más peligroso de todos los que existen, ya sea en el Mundo Mágico o Muggle?" Preguntó Harry comenzando la clase y sentándose sobre el escritorio.

"La Mantícora." Contestó una alumna de Ravenclaw muy segura de su respuesta.

"Hay algo más peligroso que eso, Srta. Beller." Corrigió Harry.

Por espacio de casi 40 minutos, los alumnos dijeron toda clase de animales en búsqueda de la respuesta correcta. Todos estaban equivocados y parecía que nadie iba a sacar la respuesta correcta.

"La última posibilidad para el único que no ha arriesgado. Sr. Andrews ¿cuál es el animal más peligroso de acuerdo a su opinión?" Le preguntó Harry a un alumno de Gryffindor.

"El ser humano." Contestó el niño con confianza.

"¿En que apoya su respuesta?" Preguntó Harry seriamente.

"El ser humano es el único animal que no mata a animales de su propia especie para alimentarse. Muchas veces es por placer de matar o sin razón para hacerlo. El ser humano es capaz de armar guerras por razones tontas, solo para demostrar su poder. No respeta a las demás especies que no sean de la misma solo por considerarlas inferiores." Dijo el estudiante, haciendo una pausa.

"Suficiente, Sr. Andrews. Esa es la respuesta que buscaba." Dijo Harry asintiendo al estudiante antes de agregar: "50 puntos para Gryffindor."

"El Ser Humano," Comenzó Harry dirigiéndose a todos los alumnos, que escuchaban con total atención: "es el animal más peligroso de todos.

"Todas las guerras, Mágicas o Muggles, estaban signadas por una sola cosa: la búsqueda de poder. No encontrarán guerra en toda la historia que no haya comenzado por eso. Las razones tras la que se esconden son variadas, pero el poder es la principal.

"Hace 50 años, en Alemania existió alguien que comenzó una guerra porque consideraba a los judíos como un mal de la humanidad y mató a más de 5000000 de ellos en Campos de Concentraciones.

"Adolf Hitler, el nombre de este hombre... corrección, monstruo desde mi punto de vista, solo buscaba perpetuarse en el poder. Invadió casi todo el Continente Europeo y comenzó lo que se conoce como la Segunda Guerra Mundial." Contó Harry antes de agregar: "Si quieren más información sobre esto, pregúntenle al Profesor Binns o vayan a la Biblioteca y pídanle a Madame Pince libros sobre esa guerra." Aquí el profesor hizo aparecer un vaso de agua que tomó inmediatamente antes de continuar:

"Todo esto viene a que estos son tiempos de guerra. Voldemort es un humano. Conozco pocos adultos que pueden soportar ese nombre, entre ellos el Director. Lo que nadie entiende es que no es al nombre a lo que deben temer, sino a la persona. Se los dice alguien que peleó contra él en varias ocasiones y puede contarlo.

"La Magia puede ser oscura o no de acuerdo a quien la practique. Hay maleficios que sí son Oscuros, pero otros que no son considerados como tales, puedes ser usados para la Oscuridad.

"Para nuestra próxima clase quiero que traten de encontrar al menos un caso de estos. Pueden trabajar en grupos si lo desean y pedirle ayuda a los alumnos mayores si no encuentran nada." Informó Harry antes de anunciar el temprano fin de la clase para que puedan comenzar a hacer los deberes.

Todos los alumnos dejaron el Salón hablando excitadamente sobre la clase de ese día y la gran mayoría fue a la Biblioteca para encontrar información usable en los deberes.

"Una excelente clase, aunque corta." Comentó Remus entrando en ese momento.

"No estaba de humor para hacerla durar todo el periodo. Los hice ir temprano pero con algo para pensar mucho." Dijo Harry mientras el Licántropo tomaba asiento.

"Albus me contó lo del pedido." Informó Remus tomando una taza de café que Dobby les trajo.

"¿Te mandaron a ti para convencerme de hacer el conteo?" Preguntó Harry con seriedad.

"Pienso como tú, solo borracho iría a hacer ese conteo. Solo a Hagrid se lo permitirían hacerlo y que salga con vida de allí." Respondió Remus.

"¿A que viene el conteo?" Preguntó Harry de repente.

"El Ministerio está tratando de averiguar la localización de todas las criaturas peligrosas y saber cuantos hay de cada especie. Quieren frenar posibles alianzas con Voldemort." Explicó el Hombre Lobo con seriedad.

"Ya hicieron el conteo de los Hombres Lobos, Trolls y Centauros. Solo faltan vampiros y Acromántulas entre otros." Añadió Dumbledore entrando en la Oficina en ese momento.

"Director, verlo a Usted aquí me está empezando a dar dolores de cabeza. Cada vez que viene, tiene una loca idea en mente o un problema." Dijo Harry con un cansado tono de voz, antes de preguntarle: "¿Cuál es la razón esta vez?"

"Nació tu mascota en mi Oficina." Informó Albus con una sonrisa, obviando el comentario del adolescente.

"Era hora de que naciera ya." Murmuró Harry mientras el trío iba a la Oficina del Director a ver el ave.

Harry entró solo a la Oficina de Dumbledore. Como Dumbledore le había explicado a él y Remus, la primera persona que un Fénix debía ver era quien había conseguido el huevo.

"El ave te mirará fijamente a los ojos antes de determinar si eres la persona idónea para ser su amo. Pase lo que pase, hagas lo que hagas, NUNCA apartes tus ojos en ese momento. Lo tomará como que ocultas algo y que no eres digno de tener un Fénix como mascota." Advirtió seriamente el Director al Adolescente cuando este iba a entrar.

"¿Cómo sabré si me ha elegido para ser su amo?" Preguntó Harry colocando su mano en la manija de la puerta, a punto de abrirla.

"Lo sabrás en ese momento, créeme." Sonrió Albus viéndolo entrar en su Oficina.

Harry recorrió la Oficina con la vista hasta que vio lo que buscaba: en una percha, más pequeña de la de Fawkes, había un bebé Fénix. Al verlo, el adolescente recordó el momento del renacimiento de Fawkes cuatro años atrás durante la visita a la Oficina de Dumbledore.

Fawkes lo recibió con una notas al verlo. El bebé, escuchando las notas, giró su atención hacia la nueva persona y Harry decidió ir hasta él. Ambos se miraron a los ojos fijamente antes de que una nueva canción sonara.

Harry sintió algo extraño en su interior. Todas sus memorias parecían estar yendo hacia el Fénix. El bebé estaba analizando sus memorias desde su infancia hasta ese momento.

Cuando las memorias acabaron, también lo hizo la canción. Harry sintió una especie de aura que se formó alrededor de los dos, mientras una nueva canción comenzaba a sonar, esta más fuerte que la anterior.

"¿Te encuentras bien, Amo?" Preguntó una voz en la cabeza de Harry, sobresaltándolo.

"¿Qué... quién?" Comenzó a preguntar el adolescente confundido y sin entender que pasaba.

"He preguntado si estás bien, Amo o debo llamarte Harry Potter." Repitió la voz, aunque esta vez fue acompañada por una música que le dio a Harry la pista para saber quien le había hablado.

"Bienvenido a mi zoológico de mascotas." Dijo Harry con una sonrisa acariciando al pequeño Fénix.

"¿Te han dicho que tienes un humor negro muy malo, Harry?" Preguntó un tercera voz en la cabeza del joven.

"Muchas veces, Fawkes, muchas veces." Contestó el adolescente sin mirar al otro ave. No sabía el porque, pero ahora podía hablar con dos Fénix en su cabeza a la vez.

"Debes mejorar tu humor, Harry." Comentó Dumbledore entrando en la Oficina con Remus en ese momento.

"¿Por qué no se lo dicen a Snape eso y se dejan de criticar el mío?" Replicó Harry a Fawkes y Dumbledore.

"Al de Severus lo hemos intentado cambiar durante todos sus años como Profesor. No lo hemos hecho como te habrás dado cuenta." Contestó Dumbledore con una sonrisa.

"¿Y espera cambiar el mío después de sufrir el de Snape por 6 años y tratar con la maestra del humor negro como Jefa del MI-5? Profesor, debe dejar de fumar lo que sea que consuma." Dijo Harry con su peor humo negro.

"Te acaba de acusar de consumir drogas!" Dijo Remus en medio de sus carcajadas habiendo entendido el chiste de Harry, mientras Albus los miraba confundido.

"Tienes cambiar tu humor definitivamente!" Sermoneó Minerva al Profesor de Defensa entrando en ese momento, habiendo escuchado el chiste del adolescente además de la información de Remus.

"La verdad que nunca me habían dicho eso, Harry." Comentó Albus con una sonrisa. Conocía al adolescente lo suficiente para saber que su comentario no era nada más que una broma.

"Si usted escuchara lo último que me pidió, lo acusaría de lo mismo!" Replicó Harry a la Vice Directora.

"Le pidió que fuera al claro de las Acromántula a hacer un conteo manual de ellas." Explicó Remus cuando Minerva los miró a él y Albus confundida.

"Ustedes están locos!" Gritó McGonagall al trío de hombres tomando asiento entre Harry y Remus enfrente del escritorio del Director.

"Dejando mi humor negro y los sermones de lado, ¿cómo es posible que Fawkes y mi Fénix...?" Comenzó a preguntar Harry pero fue interrumpido por la voz de su mascota en la cabeza.

"Mi nombre es Falcore." Informó el ave.

"...y Falcore hablen en mi cabeza?" Concluyó la pregunta el adolescente, agradeciendo la información a su mascota.

"Hermoso nombre debo decir." Comentó Albus en la cabeza del adolescente.

"Ahora no entiendo nada de nada." Dijo Harry cada vez más confundido.

"Sencillo. Cuando un Fénix elige un nuevo amo, crea un vinculo con este. El ave es capaz de hacer telepatía con él y responder así a las llamadas del amo al instante cuando es necesitado." Explicó Dumbledore al trío.

"Entonces, ¿por qué Fawkes acudió a Harry en su Segundo Año si no era el amo?" Preguntó Minerva confundida.

"Harry me era leal a mí y en ese momento necesitaba ayuda de urgencia. Fawkes respondió a esa necesidad." Informó Dumbledore acariciando a su mascota.

"¿Qué estás planeando ahora?" Preguntaron los 3 adultos a Harry al mismo tiempo viendo una cara de idea en el adolescente.

"Nada de nada." Se defendió el Profesor con su sonrisa más inocente. Obviamente, esta no convenció a los adultos en absoluto.

"Harry, somos pocos y nos conocemos mucho. ¿Qué tienes en mente?" Volvió a preguntar Remus seriamente.

"Nada!" Volvió a defenderse el adolescente mientras los adultos lo miraban cada vez más desconfiados.

"Además si planeo algo, eso es asunto mío." Replicó Harry antes de que alguno le preguntara algo de nuevo.

"Solo tenemos curiosidad de saberlo." Informó Dumbledore serenamente.

"La curiosidad es algo peligroso. Y yo, lo soy más." Advirtió Harry antes de retirarse llevándose a su Fénix con él a sus habitaciones.

"Me empiezo a preguntar quien es más peligroso: Harry o Voldemort." Murmuró Minerva a los dos hombres.

"Cada uno por su lado son peligrosos, pero al menos uno de ellos está de nuestro lado." Dijo Albus seriamente.

"Amén a eso." Comentó Remus asintiendo al comentario, mientras Minerva hacía lo mismo.

"Minerva, ¿qué se dice en tu casa de sus clases?" Preguntó Albus de repente a la Jefa de Gryffindor.

"Todos los alumnos que lo han tenido a Remus, los han comparado y lo han definido como el mejor de sus Profesores desde él." Comentó Minerva seriamente.

"¿Qué se dice en las otras casas de él como Profesor?" Quiso saber Remus con curiosidad.

"Los de Slytherin, al menos los de cuarto año en adelante, lo odian, cosa previsible. En segundo y tercero tiene mediana aceptación, pero tampoco lo aman. En Primero están bastante contentos con su manera de explicar y lo aceptan mucho a pesar del odio de los alumnos mayores." Dijo Albus seriamente.

"Ravenclaw nunca ha tenido problemas con él excepto el incidente del año pasado con el DA. Pero no han mostrado ninguna hostilidad en su contra. En Hufflepuff sucede lo mismo. Y sacando algunas alumnas, en Gryffindor lo respetan tanto como lo han hecho siempre." Añadió Minerva.

"Debieron haber escuchado la clase de hoy con Segundo. Fue magistral lo que les dijo." Comentó Remus antes de repetirles textualmente todo lo dicho esa mañana.

"Cuanta razón tiene." Dijo una nueva voz sumándose a la charla: el Sombrero Seleccionador, antes de agregar: "Espero que a él le presten más atención que la que prestan a mis canciones."

"Eso esperamos todos." Comentó Albus con seriedad. Tanto Minerva como Remus asintieron expresando que pensaban lo mismo.