Capítulo 21 Zombis en Haití

"¿Seguro que está aquí, Cajún?" Preguntó un hombre a su acompañante. El hombre era conocido solo como Logan, aunque muchos lo conocían por su nombre de los Hombres X, Wolverine.

"Cerebro la ha localizado en Haití, Logan. Mi hermano me solicitó ayuda en esto." Contestó su compañero, el también hombre X, Remy LeBeuau, también conocido como Gambito.

Ambos mutantes se encontraban en Haití en busca de la sobrina del francés, Lara, que se suponía que estaba allí junto a otros 3 adolescentes. Los dos hombres habían estado buscándola durante los últimos 3 días sin resultados.

"¿Qué hace Extraño es estos sitios?" Murmuró el mutante Canadiense viendo al hechicero entrando en el bar donde se encontraban.

"Wolverine, Gambito." Saludó Extraño viendo a los mutantes, sentándose a la mesa con ellos.

"¿Qué haces aquí, Doc?" Preguntó Remy.

"He recibido informaciones sobre la reentrada en este plano de dos dioses egipcios muy poderosos. Además de una gran actividad de Zombis en Haití. No creo en las casualidades, así que decidí venir a investigar." Contestó el hechicero a los mutantes.

Antes de que pudieran agregar algo más, escucharon gritos de terror además de una gran cantidad de balazos. Los 3 se levantaron de sus sitios para ir a revisar las dos cosas y se encontraron a un grupo de adolescentes enfrentándose a Zombis usando armas.

"Parece que la hemos encontrado." Dijo Logan a Remy viendo a Lara entre los adolescente.

La respuesta de Gambito fue una carta cargada de energía mutante hacia unos zombis que se acercaban peligrosamente al grupo, que los hizo retroceder al momento del estallido de la misma.

"Tío!" Gritó Lara al ver a Remy cuando él, Extraño y Logan se lanzaron a apoyar al cuarteto.

"Cherie, deberíamos dejar de vernos así!" Dijo LeBeau al tiempo que entre todos se encargaban de destruir a los Zombis restantes.

"Retirada!" Ordenó Harry a sus amigos viéndose superados en número, aun con la ayuda del trío.

"Ron, lanza una granada para cubrirnos!" Gritó Hermione mientras ella y los mutantes cubrían sus espaldas en el escape.

El pelirrojo lanzó 2 granadas, mientras todos tomaban la cola de Fawkes que alzó vuelo y los sacó de allí a toda velocidad inmediatamente. Unos momentos más tarde aterrizaron en el hotel donde los adolescentes estaban residiendo.

"¿Está todo el mundo bien?" Preguntó Harry mientras se guardaba el arma, cosa que sus amigos también hacían.

"Sí." Contestaron los demás.

"Harry Potter, también conocido como Ángel Negro, MI-5." Se presentó el adolescente a los 3 hombres. Luego presentó a sus amigos: "Ron Weasley y Hermione Granger. Guardián Rojo y Zorra Marrón."

"Logan. Hombres X." Se presentó el Canadiense estrechando la mano de Harry, antes de presentar a sus acompañantes: "Remy LeBeau, también Hombre X. Stephen Extraño, hechicero Supremo."

"Genial, ahora estamos todos." Murmuró Diabalo en la cabeza del Buscador.

"¿Qué quieres decir?" Preguntó Harry al Dios que habitaba en su cuerpo.

"Extraño es poderoso y dudo que haya venido hasta aquí sin una buena razón. Probablemente sea por la entrada a este plano mía y de mi hermano." Contestó el Dios seriamente.

"¿Qué haces aquí, Tío?" Le preguntó Lara a Gambito seriamente.

"Tu padre me ha solicitado que vea como estás. Te he localizado aquí." Contestó Remy antes de preguntar: "¿Ustedes?"

"Buscando la segunda parte del Aguijón de Diabalo. Los rumores indican que se encuentra en Haití." Explicó Hermione a los 2 mutantes y al hechicero.

"¿Qué es ese Aguijón?" Preguntaron los mutantes confundidos mientras Extraño los miraba sorprendido.

"Yo puedo explicar eso." Dijo Diabalo tomando posesión de la voz de Harry. Acto seguido, el Dios Egipcio les dio a los 3 una breve reseña de lo que era la espada y su importancia en esta guerra.

"Odio cuando hace eso." Dijo Harry recuperando su voz nuevamente.

"¿Tienen idea de donde está?" Quiso saber Gambito seriamente.

"Hay 2 noticia con eso. La buena es que lo sabemos. Está en el Museo que se encuentra dentro del Ministerio de la Magia de Haití. La mala es que tiene más seguridad que el Ministro. Hay Aurors, alarmas y todo tipo de cosas protegiéndola. Llegar a ella es prácticamente imposible." Dijo Ron mostrando los mapas y los sistemas de seguridad del sitio.

"Eso sin contar a los Zombis que nos están buscando." Añadió Hermione, mirando por la ventana que ya era de noche.

"Armas listas! Tenemos compañía!" Gritó Harry de repente desenfundado su arma y apuntándola a la ventana. El resto de los ocupantes se pusieron en estado de alerta.

"Vaya, no esperaba tal recibimiento." Comentó un hombre entrando por la ventana.

"Michael." Dijo Extraño reconociéndolo e indicándole al resto que baje sus armas.

"Michael Morbius a sus servicios." Se presentó el extraño a los demás.

"¿Qué hace por aquí un vampiro como tú, Morbius?" Preguntó Logan enfundando sus garras, que había sacado en cuanto Harry dio su alerta.

"Me preguntaba la razón de porque 2 mutantes, 4 adolescentes y un hechicero supremo se juntaban en un hotel, al que los Zombis están a punto de atacar liderados por un tipo con cara de serpiente." Explicó el vampiro al mismo tiempo que los os zombis intentaban atravesar la puerta.

"Fuego a discreción!" Ordenó Harry sacando su arma y comenzando a disparar hacia la puerta al tiempo que se lanzaba desde la ventana hacia el patio del hotel que estaba a solo 8 metros de su habitación.

"¿Siempre es tan suicida?" Le preguntó Logan a Hermione, mientras Remy y Lara se lanzaban detrás de Harry.

"A veces es peor." Contestó la Prefecto mientras ella y los demás se unían a sus amigos.

"Fawkes, llévanos lo más lejos posible! Es hora de irse a otro sitio!" Dijo Harry al Fénix al verse rodeado por demasiados zombis como para defenderse. Todo el grupo tomó la cola del Fénix e inmediatamente se marcharon del hotel.

"Me comienzo a cansar de jugar al gato y al ratón!" Exclamó Ron cuando aterrizaron en una antigua mansión desierta.

"No eres el único." Contestó Hermione mientras Harry y Wolverine revisaban el exterior, Remy y Morbius el interior y Extraño colocaba barreras alrededor de la casa.

"Afuera está limpio." Declaró el adolescente, mientras Gambito declaraba lo mismo sobre el interior.

"¿Qué hacemos ahora?" Preguntó Lara.

"Planear como robar la parte de la espada antes de que Voldemort y sus Zombis nos encuentren y lo hagan primero." Declaró Harry sacando mapas del Ministerio con todos los detalles sobre la seguridad del sitio.

"¿Cómo los conseguiste?" Preguntaron todos a la vez.

"Cuando tienes a un Dios adentro, son pocas las cosas que no puedes hacer." Declaró Harry revisando el mapa.

"Sistemas infrarrojos aquí, aquí y aquí." Dijo Gambito revisando el mapa también.

"Los Aurors están en estos 3 sitios." Señaló Ron revisando la localización de las fuerzas del Ministerio.

"Censores de movimiento además de calor." Añadió Wolverine sumándose al resto.

"Eso sin contar que el museo se halla en el último piso. Un escape es casi imposible. Hay barreras que impiden el uso de trasladores y aparecerse en el Edificio. Olvídense también de la Red Flu." Dijo Hermione revisando los papeles de Harry.

"La salida será provista por Fawkes. El mayor problema aquí es como conseguir la espada." Declaró Harry seriamente.

"Yo puedo hacerlo pero debo ver bien donde se encuentra." Dijo Gambito a los demás.

"Visitaremos el Ministerio en la mañana. Entretanto haremos esto: Logan y yo haremos guardia hasta las 3. Luego ocuparán ese lugar Remy y Hermione. Doctor Extraño, usted y Morbius vean si pueden obtener información de los zombis y de donde se encuentran ellos y Voldemort." Indicó Harry a todos antes de preguntar: "¿Alguna objeción?"

"Nos vemos en la mañana." Dijo Morbius saliendo de la casa con Extraño, mientras Ron, Hermione Lara y su tío se iban a descansar.

"Esta será una noche larga." Comentó el mutante al adolescente mientras comenzaban a patrullar la casa y sus alrededores.

-----

Cerca de las 1.30 de la mañana ambos vigías continuaban en sus puestos sin que se hayan reportado problemas en todo el tiempo. Harry usó un alto en su tarea para fumar un cigarrillo mientras Shadow caminaba junto a él.

"Noche tranquila." Dijo Logan acercándose a él con un habano en su boca.

"Son las que más odio. Nunca sabes cuando te atacarán." Comentó Harry viendo por la ventana.

"Varias veces mencionaste a un tal Voldemort. ¿Quién es?" Quiso saber el canadiense.

"Alguien que intenta conquistar el mundo y hacerlo a sus deseos. Además es el asesino de mis padres." Contestó el joven mago antes de darle un versión resumida de la historia.

"Irónico. Alguien que intenta matar a todos los que son impuros cuando él es uno de ellos." Dijo Wolverine cuando Harry concluyó su historia.

"¿No son todos los conquistadores igual a él? Tratan de exterminar aquello que es distinto, sin darse cuenta que ellos lo son." Contestó el Buscador apagando su cigarrillo con el pie.

"Conozco esa historia más de lo que puedes imaginar." Murmuró Logan para si mismo.

"¿Te gusta lo que haces, Logan? ¿Defender al mundo sabiendo que te seguirán odiando y que nunca te darán las gracias por ser distinto a ellos? ¿Pelear una guerra que no es tuya pero no puedes salir de ella? A mí me metieron esta guerra y todos sacan su provecho excepto yo. ¿Sabes que hicieron cuando me revelé? Me encerraron, me alejaron de todo y me abandonaron en los momentos que más los necesité.

"¿Qué hicieron cuando les dije la verdad? Me acusaron de mentiroso, de ser un mago oscuro, que inventaba las cosas y que deliraba. ¿Crees que alguien me dijo que tenía razón o se disculpó? Nadie dio la cara.

"Tengo 16 años, Logan. El mundo mágico depende de lo que yo haga en la guerra. Un mundo mágico que me apoya o me da la espalda según se les cante las pelotas ese día. Me estoy cansando de pelear. Pero sé que nadie aceptará mi decisión porque no les conviene a ellos ni a sus planes.

"Estoy en el medio de una misión de la que no sé si saldré vivo. Y si muero aquí, sé que también lo harán mis amigos. Ellos son los únicos en los que confío. Dos personas entre miles! Esto no es justo. Pero la vida nunca lo es, ¿cierto?" Dijo Harry soltando un monologo que se había mantenido dentro de él mucho tiempo.

"En mis años en esto, he sentido eso más veces de las que recuerdo. Pero siempre algo me impide detenerme. No sé lo que es, pero sé que muchos dependen de mí, al igual que de ti depende todo tu mundo, Harry. Si paras, dejas que los otros ganen. ¿Estás dispuesto a que los malos venzan?" Preguntó Logan luego de unos minutos de silencio.

"Cuando te cuestionas quienes son los buenos y quienes los malos, quienes son tus amigos o enemigos, dejas de pensar en el bien de todos y lo haces por el tuyo." Replicó Hermione entrando en ese momento y escuchando el monologo de Harry.

"Eso es de egoístas, pero yo no lo soy. Creo que es hora de replantearme todo de nuevo en cuanto vuelva a casa." Dijo Harry buscando un cigarrillo, pero viendo que ya no tenía más, así que tomó un habano de Logan y lo prendió.

En ese momento entraron Extraño y Morbius. El vampiro tenía señales de heridas, que Hermione se apresuró a comenzar a curar. El Hechicero tenía una cara de mucha preocupación.

"¿Qué ocurrió, Extraño?" Preguntó Logan de inmediato.

"Fuimos atacados hace un rato. Escapamos casi de milagro. Estos zombis son más peligrosos de lo que creía." Explicó el hechicero seriamente.

"¿Qué haremos ahora?" Quiso saber Gambito escuchando la información entrando en ese momento.

"¿Qué hora es?" Preguntó Harry a los demás.

"Casi las 2.30. ¿Por qué?" Preguntó Logan revisando su reloj.

"En un par de horas haré un viaje a casa a ver si consigo más información de Dumbledore sobre los zombis. Hasta entonces no tenemos más elección que descansar." Dijo el Buscador antes de irse a dormir.

"Esto está empeorando cada vez más." Murmuró Hermione cuando unos momentos más tarde escuchó el ruido de balas. Harry había decidido soltar presión a su manera: vaciar su cargador contra algo.

"¿Ese fue Harry soltando presión o estamos bajo ataque?" Preguntó Ron a través del enlace, sonando medio dormido. Obviamente había escuchado las balas y se preguntaba la razón de ellas.

"Harry." Dijo Hermione simplemente al tiempo que les explicaba a los demás el significado de las balas.

"Linda manera tiene de hacerlo." Comentó Morbius a los demás mientras Wolverine se iba a dormir también.

"Morbius, si estuvieras en su lugar harías lo mismo o algo peor." Dijo la Prefecto mientras ella y Shadow comenzaban a patrullar. La pantera había decidido estar con los adolescentes mientras estuvieran en esa tarea nocturna.

-----

La mañana siguiente el grupo se dividió en 2: el cuarteto de adolescentes daría una vuelta por el ministerio mientras los dos mutantes revisarían la seguridad cerca de la parte de la espada. Extraño revisaría los libros que Harry había traído de Inglaterra mientras lo hacían.

"Sito bastante concurrido este." Comentó Ron a los demás mientras veían el sitio. Los otros solo asintieron mientras observaban todo con detenimiento.

"Miren es Harry Potter!" Exclamó alguien reconociendo al Buscador.

Inmediatamente un torbellino de gente se acercó a él y comenzaron a hacerle preguntas, mientras desplazaban a sus amigos de su cercanía. Estaba comenzando a perder su paciencia y pensando en usar su arma para calmar a la gente, cuando llegó alguien y todos se alejaron un poco para darle espacio.

"Sr. Potter, es un placer tenerlo en nuestro Ministerio." Dijo el hombre con tono solemne, antes de presentarse: "Soy Henry MacGuffin, Ministro de la Magia de este país."

"Encantado, Sr. Ministro." Saludó Harry estrechando su mano, antes de presentar a sus acompañantes.

"Vayamos a mi oficina y allí hablaremos tranquilos." Invitó MacGuffin. Los adolescentes, deseosos de alejarse del público, aceptaron.

Antes de llegar a su destino, pasaron por una puerta que activó una alarma cada vez que ellos pasaron. Harry viendo que era un detector de metales, tomó su arma e identificación, mostrándoselas a los Aurors. Estos arribaron allí al momento de sonar la alarma. Los otros 4 hicieron lo mismo.

"Mi-5, Caballeros. Servicio de Inteligencia de Inglaterra." Comunicó Harry mientras los Aurors revisaban sus identificaciones. Luego de revisar las 4, viendo su autenticidad, los Aurors se las devolvieron con las armas.

"Siento curiosidad sobre la razón de sus visitas." Se sinceró el Ministro cuando todos se sentaron en su oficina.

"Estamos en busca de la segunda parte del Aguijón de Diabalo. Todos nuestros indicios nos trajeron hasta aquí." Explicó Hermione seriamente.

"El Aguijón es solo un mito." Dijo Henry.

"Supongo entonces que toda la seguridad en el museo, es para un pedazo de mito, ¿eh?" Preguntó Harry encendiendo un cigarrillo.

"Aunque fuera cierto el mito, Sr. Potter, se necesitan 3 piezas, y solo se ha descubierto una. La que está en este Ministerio." Respondió con total seriedad MacGuffin.

Harry sacó de sus ropas la parte de la espada conseguida en Egipto y la colocó en la mesa sin decir nada. El Ministro la tomó en sus manos y la observó con mucho cuidado hasta entender lo que realmente era.

"Esa es la primera. Ustedes tienen la segunda. Y nosotros no somos los únicos detrás de ella." Dijo Harry colocando la parte de la espada de vuelta entre sus vestiduras.

"¿El Innombrable he de creer?" Inquirió el ministro seriamente.

"Ni más ni menos que nuestro odiado Voldemort." Contestó Harry seriamente.

En ese momento comenzaron a sonar las alarmas de todo el edificio sorprendiendo a todos ellos: el plan no era robar la espada hoy sino estudiar el terreno antes de intentarlo hacer.

"Hay Zombis atacándonos!" Informó un Auror entrando a toda velocidad a la Oficina.

"¿Con quien vienen?" Preguntó preocupado el Ministro.

"Con nosotros no!" Exclamaron todos los adolescentes a la vez, mientras iban al museo donde los zombis combatían contra los 2 mutantes, además del hechicero.

"No se rinden nunca!" Exclamó Wolverine al tiempo que clavaba sus garras una y otra vez contra los zombis.

"Diabalo, ¿puedes sacar a todos los presentes en el Ministerio como hiciste en la Pirámide?" Preguntó Harry mientras Extraño les enseñaba el hechizo del libro de Dumbledore.

"Me tomará unos minutos el hacerlo." Contestó el Dios mientras comenzaba con su tarea de evacuación.

Uno a uno, todos los Aurors, miembros del Ministerio, el Ministro mismo y visitantes fueron desapareciendo hasta que solo quedaron el grupo de Harry y Voldemort junto a sus Zombis.

"Gambito, ocúpate de la espada! Nosotros nos encargaremos de esto!" Gritó Harry al Hombre X mientras lanzaba el hechizo que mataba a los Zombis, reduciéndolos a cenizas solamente.

A partir de ahí, una lucha entre todos comenzó por obtener la espada. Harry y los demás cubrían a Remy, mientras Voldemort y sus zombis a un Mortífago que tenìa la misma misión que el hombre X: balas, hechizos, maleficios y garras volaban por todos lados.

"Logan, tómala!" Gritó Remy lanzando la espada a su compañero.

Pero antes de que el canadiense pudiera tomarla, fue atrapada por un zombi, que a su vez fue pulverizado por Ron, quien cuando la iba a tomar fue alcanzado por un hechizo de otro Mortífago que lo alejó de ella. Cuando el mago iba a tomarla, fue alejado de ella por un maleficio de Lara, quien a su vez fue lanzada de ese sitio por otro hechizo.

Este ir y venir de quien atrapaba la espada continuó por otros 45 minutos antes de que Fawkes apareciese y tomara la espada en su pico y se la diera a Harry, que consideró ese como el mejor momento para largarse de ese sitio.

"Nos vamos!" Gritó Harry tomando a Ron, que estaba herido, por el brazo y acercarlo a Fawkes, mientras Remy hacía lo mismo con su sobrina.

Toda una marejada de hechizos y maleficios les fue lanzada, pero Extraño levantó una barrera antes de que alguno los tocara, dándoles libertad en su retirada.

Fawkes los llevó a un sitio cercano del Ministerio donde estaban todas las personas que Diabalo había evacuado. Justo cuando aterrizaron, el Edificio del Ministerio voló en pedazos. Extraño debió levantar un nuevo escudo para proteger a todo el mundo, aunque esta vez recibió colaboración de Diabalo. Entre los dos afianzaron el escudo.

"Si necesitas viajar, usa a Fawkes. Debo recuperarme." Indicó Diabalo a Harry antes de cerrar el contacto.

"Supongo que quieren una explicación del por que su Ministerio acaba de ser volado en pedazos por Voldemort y sus zombis." Comentó Harry a los trabajadores del Ministerio de Haití, que no los veían con buenos ojos.

"20 Galeones que Haití también rompe relaciones ministeriales con nosotros." Dijo Ron a sus amigos por el enlace.

"Perdón, Ron, pero no tengo ganas de perder plata." Contestó Harry mientras los Aurors los apuntaban con sus varitas en una posición amenazadora.

"Podemos explicarles todo esto, si nos permiten." Dijo Hermione en su tono más diplomático posible.

"Arréstenlos!" Ordenó el líder de los Aurors a sus subordinados.

Todo el grupo sacó sus armas, garras, cartas y otros, listos para combatir en caso de que fuera necesario. Pero eso no fue necesario. El Ministro hizo una señal a sus Aurors, que bajaron sus varitas inmediatamente. El grupo de Harry hizo lo mismo lentamente sin dejar de mirar a los Aurors.

"Sr. Potter, acompáñeme." Indicó MacGuffin a Harry antes de indicarles a los Aurors: "Lleven a los acompañantes del Sr. Potter al Edificio anexo."

"Si, Señor!" Obedecieron los Aurors mientras escoltaban a los demás.

Harry y el Ministro fueron hacia una de las casas linderas que estaba vacía. Al entrar, un elfo apareció preguntándoles si deseaban tomar o comer.

"Café negro, cargado y sin azúcar." Indicó Harry mientras conectaba las partes de la espada en sus sitios.

"Lo mismo." Indicó el Ministro viendo la espada con detenimiento.

"Espero que esta arma valga la pena por todo los problemas que está causando el armarla." Comentó Harry mientras el Elfo traía los cafés.

"Escuché lo de Egipto y su Ministerio. Asumo que ese quiebre se debió a esa parte." Comentó Henry.

"Volamos una pirámide." Contestó Harry encogiéndose de hombros.

"Sabe que este suceso no puede ser tomado a la ligera. Sé que el encarcelarlo a usted y sus compañeros provocarían más problemas de los que ya existen." Dijo el Ministro seriamente.

"Madame Bones nos va a matar." Murmuró casi en un susurro el Buscador sabiendo como terminaría esa charla.

"Probablemente no lo haga. Nuestros países nunca han tenido buenas relaciones diplomáticas." Comentó MacGuffin mientras escribía en un pergamino el quiebre entre los ministerios mágicos de ambos países y las razones de la decisión.

"Eso no evitará que se enojen en el Ministerio." Dijo el estudiante antes de ir a reunirse con su grupo.

-----

Dos días, una despedidas entre los adolescentes y los 4 aliados temporales, y una visita corta a Inglaterra (con charla entre Harry y sus padres incluida) más tarde, los 4 adolescentes, la pantera, el fénix y el Dios estaban listos para volver a embarcarse en su próximo destino, donde, si todo salía bien, encontrarían la última parte de la espada.

Esa noche, como era costumbre, Harry y Hermione eran los únicos despiertos en las habitaciones del hotel donde pasaban la noche en La Habana, Cuba. Decidieron ir a otro sitio en Centro América, antes de ir hacia el Sur.

"¿Has tomado alguna decisión sobre lo que hablamos con Logan la otra noche?" Preguntó Hermione a su amigo mientras los dos bebían café en el balcón de su habitación.

"Nada definitivo. Solo que cuando volvamos todo va a cambiar." Dijo Harry seriamente.

"¿Como que?" Quiso saber Hermione con seriedad.

"¿Tienes un lápiz y un papel?" Pidió el Buscador.

"Dame un segundo." Dijo la chica antes de ir en busca de esas dos cosas.

"Primero: vuelve el DA. Revisaremos lealtades de los viejos miembros, sobre todo Smith, Cho y Marieta.

"Segundo: nos abriremos completamente de la Orden. De paso nos llevaremos a los mellizos. Por lo que hablé con Dumbledore, Fred y George renunciaron también, aunque solo temporalmente.

"Tercero: comenzaremos a entrenar a los estudiantes más jóvenes. Haremos un DA versión más infantil: de primero a tercero.

"Cuarto: veré que tal están las cosas en el bosque para ver si hay chances de armar alianzas con las criaturas de allí. Para eso deberé hablar con Firenze o Bane.

"¿Estás planeando armar una especie de Orden?" Preguntó Lara incrédulamente entrando con Ron y escuchando la charla.

"Algo por el estilo." Contestó Harry antes de continuar:

"Quinto: ver que alianzas no fueron hechas por Voldemort, la Orden o el Ministerio, y ver en cuales tendríamos chances de hacer nosotros.

"Hablas como si no contaras adentro a nosotros." Comentó Ron.

"¿Acaso no están en esto conmigo?" Replicó Harry antes de preguntarle a los demás: "¿Alguna idea más?"

"Una: consigamos calmantes para la Orden el día que les digamos esto. Sobre todo para mis padres y los tuyos." Dijo Ron en tono medio de risa, medio de seriedad.

"Ese será el sexto." Se rió el Buscador. Los demás se echaron a reír también. Cuando se calmaron, decidieron irse a dormir antes de comenzar el último traslado en la misión.