¡Hola! Ya hace unos veinte días desde que publiqué el tercer capítulo. ¡Ha pasado mucho tiempo! Siento muchísimo la espera, este capítulo me costó mucho escribirlo, en especial la historia de terror. No me gusta tanto como la otra, pero espero que sea buena.

Gracias por vuestra paciencia, aquí está el cuarto capítulo.

Así que, con una última mirada maliciosa hacia Kaoru, Megumi comenzó a narrar su historia.

"Las malas lenguas cuentan la terrible historia de un hombre que se comportó de forma indebida con la persona equivocada...

Se dice que muchos años atrás, este hombre vivía aquí, en Japón. No era lo que se dice una buena persona: solo pensaba en si mismo y despreciaba a los demás, en especial a los débiles. Pese a eso, no causaba problemas en general y vivía su vida en solitario, odiando en silencio.

Por lo visto, su odio y desprecio hacia la gente se debe a que en el pasado, fue traicionado cruelmente. Por aquella época se dedicaba en cuerpo y alma a proteger a las personas que sufrían a causa de la guerra. No recibía nada a cambio, ya que simplemente se sentía solidario e identificado con ellos. Y eso le era suficiente.

Pero una noche, mientras caminaba por el bosque, se encontró a un hombre con aspecto demacrado tirado en el suelo. Se fijó en que estaba temblando de miedo, y que eso lo tenía paralizado. Cuando iba a ayudarle oyó ruido de pasos y voces que gritaban enfadadas. Entonces lo entendió: era un fugitivo perseguido. Se arrodilló frente al hombre demacrado y le preguntó por que le perseguían. Este balbuceó que había tenido que robar comida porque estaba hambriento y que ahora le perseguían para matarle.

El hombre no se lo pensó dos veces: ayudó al fugitivo a ponerse de pie y echó a correr junto a él. Sus perseguidores les oyeron y corrieron tras ellos.

Así estuvieron un rato, pero cuando ya empezaban a poner distancia entre ellos y sus perseguidores, el hombre tropezó y se torció el tobillo, cayendo al suelo. El hombre demacrado paró y se giró a mirarle, horrorizado. El otro le devolvió la misma mirada horrorizada y le suplicó que le ayudara. Pero el fugitivo, en vez de hacerlo, se volvió y echó a correr otra vez, sin mirar atrás.

Los perseguidores no tardaron en cogerle y empezaron a pegarle y a gritarle, obviamente confundiéndolo con el hombre demacrado. Estuvieron torturándole durante muchísimo tiempo, hasta que creyeron que estaba muerto y se fueron. Pero el hombre sobrevivió y se arrastró como pudo hacia su casa. Y fue desde aquella noche que empezó a odiar, y se juró a si mismo que jamás volvería a ayudar a nadie.

¿Cómo hubiera podido imaginarse que lo peor de su vida estaba aún por llegar?

Una noche en la que se encontraba otra vez caminando por ese bosque, encontró a otro hombre, también tirado en el suelo. Se trataba de un anciano herido que parecía estar sufriendo mucho. Cuando el anciano vio al hombre, le suplicó que le ayudara. Pero éste, recordando los sucedido en el pasado, siguió caminando, ignorando las suplicas y los terribles llantos del anciano.

Seguía caminando hacia las profundidades del bosque, cuando escuchó un ruido de voces. Un ruido de voces que parecía venir siempre de detrás de él, pero por mucho que se girara no veía a nadie. Y eso que las voces se oían terriblemente cerca...

El hombre se puso tan nervioso que perdió la compostura y empezó a correr con todas sus fuerzas, tan rápido como podía. Pero las voces seguían ahí, detrás de él. Estaba tan desesperado, que perdió el equilibrio y cayó al suelo. Y fue entonces cuando las voces desaparecieron, pero en vez de eso notó la presencia de alguien justo delante de él.

Asustado, levantó lentamente la cabeza para ver de quien se trataba. Y entonces le vio.

Era el anciano.

Pero no parecía el mismo. Tenía una mirada terriblemente fría, no como la de antes que estaba llena de miedo y dolor. Y su postura era firme, sin ningún temblor y sin rastro de la herida de antes. Entonces el anciano sonrió sádicamente y le dijo al hombre:

'Si me hubieras ayudado, te hubiera concedido cualquier deseo. Pero al haberme ignorado tan abiertamente, me has demostrado que no eres más que escoria, y por tanto, te daré lo que te mereces'

Lo siguiente que vio el hombre fue como la oscuridad lo envolvía todo.

Según la historia, ese anciano era un servidor del mismo Diablo. Envió al hombre directamente al infierno, condenándolo a pasar allí el resto de la eternidad. Así que, desde entonces, el hombre estuvo solo, en medio de esa oscuridad, viviendo su muerte. Y siguió odiando, en silencio..."

Las últimas palabras de Megumi resonaron por todo el dojo. Kaoru estaba aterrada e impresionada a la vez por la profesionalidad de la doctora al narrar ese tipo de historias. Conseguía que se le pusiera la piel de gallina, aunque no estaba dispuesta a admitirlo.

"Bueno, no ha estado del todo mal" dijo Sano rompiendo el silencio. "Aunque las he oído mejores, eso sí." su tono era calmado y algo arrogante, pero por alguna razón, Kaoru pensó que tal vez esa historia sí le había dado algo de miedo. Y por la mirada que lanzaba Megumi al luchador, ella parecía pensar lo mismo.

"¿Ah, sí? Cualquiera lo diría con esa expresión de miedo que tenías mientras explicaba la historia…" dijo Megumi maliciosamente, con las orejas de zorro y riendo arrogantemente.

" ¡ ¿ Miedo ! ¡ ¿ Cómo va a darme miedo semejante historia cutre ! " le dijo enfadado Sano a Megumi. Ese comentario paralizó la risa de Megumi y esta se volvió furiosa hacia él.

"¿Qué has dicho que es mi historia?" le dijo despacio, fulminándole con la mirada.

"¡He dicho que no es más que una historia cutre! ¡Con eso no podrías quitarle el sueño ni al mocoso!"

" ¡ ¿ Se puede saber a quién llamas mocoso ! " saltó Yahiko, metiéndose también en la discusión.

'Me duele la cabeza…' pensó Kaoru algo cansada y fatigada. Oírles discutir no era nada nuevo, pero eso no quería decir que no le molestara. Aunque en el fondo les estaba agradecida de que pusieran a hacer el tonto, porque de esa manera no pensaba tanto en esa horrible historia y así no tenía tanto miedo.

"Vamos, vamos, no empecéis a pelearos otra vez…" la dulce voz de Kenshin captó toda la atención de Kaoru, sacándola de sus pensamientos. Se giró hacia él y ahí le vio, con su adorable sonrisa de vagabundo, intentando calmar a ese trío de escandalosos.

La mirada de Kaoru se perdió en el rostro de Kenshin. Especialmente en su sonrisa. Esa sonrisa que intentaba ser alegre, pero que no podía ocultar un fondo de tristeza. Aunque tenías que fijarte mucho para notarlo. Pero después de tanto tiempo viviendo con Kenshin, Kaoru había aprendido a ver más allá de su mascara. Aunque había veces que su dolor era tan grande que preferiría creer que esas sonrisas eran auténticas. Sobre todo durante esos días, desde que sabían de la existencia de Enishi y su plan de venganza.

'Ese maldito bastardo…' pensó Kaoru sin compasión. 'Si él no hubiera aparecido…' suspiró tristemente. Solo el mero hecho de imaginarse por lo que tenía que estar pasando Kenshin hacía que su corazón se encogiera de dolor. Si como mínimo él permitiera compartir su dolor con ella…

De repente le vino de nuevo a la memoria el recuerdo del suceso de esa mañana. El contacto de sus cuerpos, las dulces palabras de Kenshin, su intensa mirada, su tierna sonrisa, la cercanía de sus rostros… sus labios… Sin poder evitarlo, se le dibujó una estúpida sonrisa en los labios de tonta enamorada. Había sido muy romántico, justo como en sus sueños.

Y esa mirada de antes… Justo antes de que Megumi contara la historia, Kenshin la estaba mirando de una manera muy extraña, nunca antes la había mirado así. En sus ojos había…como decirlo... ¿ternura? ¿Pero qué quería decir con eso? ¿Tendría algo que ver con lo que le había susurrado Megumi al oído? Aunque quizás se lo había imaginado… No, no, imposible. Estaba segura de que había pasado de verdad. Pero había sido una mirada tan profunda…

Justo como la que le estaba lanzando en ese momento.

Kaoru reaccionó de golpe al darse cuenta de que aún estaba mirando a Kenshin y de que este le estaba devolviendo la mirada. Dio un respingo y se puso colorada. ¿Cuánto tiempo llevaba mirándole, sumergida en sus pensamientos? No, más importante, ¿cuánto tiempo llevaba él observándola?

El rostro de Kenshin esbozaba ligera preocupación. "¿Está bien, Kaoru-dono? Hacía una cara rara..."

"¿Eh?" preguntó Kaoru tontamente. "¡Ah, no, nada, no me pasa nada! Tenía la cabeza en otro sitio, solo eso. Jeje..." dijo con una sonrisa nerviosa y poniéndose aún más roja. 'Suerte que no hay mucha luz, que si no...' pensó algo aliviada.

"Creo que ya sé lo que le pasa." la voz de Megumi se hizo oír. Por lo visto esos tres ya habían parado de pelear y habían escuchado lo que le había dicho Kenshin a Kaoru. "Lo que pasa es que mi historia la ha dejado aterrada, lo quiera admitir o no. ¡Ho,ho,ho,ho!" acabó riendo burlonamente.

Kaoru enrojeció aún más ha ser posible, pero esa vez de pura rabia. Abrió la boca para negarlo y hacer que se callara, pero Sano habló por ella.

"¿Cómo quieres que le de miedo una historia tan ridícula? Ni siquiera se lo daría a un crío como Yahiko..."

"¿Cómo qué ridícula?" le gritó Megumi, olvidándose de Kaoru.

"¿Quién es el crío?" se le encaró también Yahiko.

Y venga otra vez con la misma historia. Pero esta vez la discusión fue a peor y Yahiko y Megumi se abalanzaron sobre el pobre Sano. Estuvieron forcejeando un rato mientras Kaoru y Kenshin intentaban calmarlos, pero sin éxito. Al final estaban unos sobre otros, tan ocupados con sus tonterías que no se dieron cuenta de que se acercaban hacia las tres velas que iluminaban la escena.

Pasó tan repentinamente que no pudieron impedirlo. Sano, en un intento de apartar a Yahiko con el pie, dio una patada a una de las velas, haciéndola tambalearse antes de caer, no sin antes golpear a las otras dos que acabaron cayendo también al suelo.

El ruido les hizo parar en seco. Los cinco se volvieron lentamente hacia el lugar donde estaban las velas. Solo una se había apagado, y las otras dos estaban tendidas en el suelo, con la llama tocando el suelo de madera y haciendo que el fuego empezara a propagarse.

Ante ese suceso, se quedaron horrorizados y se dejaron dominar por el pánico. Intentaron desesperadamente desengancharse los unos de los otros, pero solo consiguieron empeorar la situación. Al final Kenshin fue el primero en quedar libre y, con gran rapidez, recogió el abrigo mojado de Megumi del rincón y apagó el fuego con él. El problema fue que al apagar el fuego, ya no había luz alguna que les iluminase y todo quedó a oscuras.

"Uff, menos mal, ha ido de un pelo. ¿Estáis bien?" preguntó Kenshin, girándose hacia donde suponía que estaban sus amigos. En respuesta escuchó un "¡Ay!" de Yahiko y unos ruidos de forcejeos. Al cabo de un momento se escuchó la voz cansada de Kaoru.

"Sí, sí, todo va bien. Gracias por apagar el fuego Kenshin, si no llega a ser por ti..."

"Sí, suerte tenemos de tu rapidez. Como pille al que ha hecho caer las velas..." dijo la voz de Sano.

"¡Qué cara tan dura, pero si has sido tu! ¡He visto como le dabas una patada a las velas!" dijo la voz enfadada de Megumi.

"¿Yo? ¡Eso es mentira, yo no he sido!"

"¡Serás...!"

"¡SILENCIO!" gritó furiosa Kaoru. Todo quedó en silencio al instante. "¡Para empezar, nada de esto habría pasado si no os hubierais puesto a pelear de esa manera por una tontería!" su voz sonaba tan enfadada que nadie se atrevió a contradecirla. Además, lo que decía era muy cierto. "Bueno, arreglemos esto y volvamos a encender las velas"

Los cuatro obedecieron al instante, en especial Sano, Megumi y Yahiko, que se sentían culpables de lo sucedido. Volvieron a colocar las velas en pie y se sentaron otra vez en círculo, esperando a que Kaoru encontrara la caja de cerillas de antes y encendiera las velas. Al cabo de un rato de buscar por la oscuridad, Kaoru encontró la caja de cerillas y se sentó con los demás. Encendió una cerilla y la acercó cuidadosamente hacia las velas, pero entonces, Yahiko, que estaba a su lado, estornudó inoportunamente y apagó la cerilla.

"¡Yahiko!" gritó frustrada Kaoru a su discípulo.

"Lo siento, ha sido sin querer..."

"¿No podías haber estornudado hacia otra parte? ¿Y ahora qué, eh?"

"Pero bueno, no te pongas así. Enciende otra y ya está" le replicó enfurruñado Yahiko.

"¡Esa era la última cerilla que quedaba, idiota!"

"¿QUÉ?" gritaron todos a la vez.

Bueno, eso es todo de momento. ¿Qué tal? Por favor, enviar reviews diciéndome que os ha parecido (el próximo capítulo tardará menos, de verdad...).

Y ahora la respuesta a los reviews:

gabyhyatt: Espero que te haya gustado la historia de Megumi, me dices que te ha parecido, vale? Y en cuanto a lo de si Kaoru contará alguna historia de terror...en principio no lo tenía planeado así, pero quizás me lo pienso. Aunque de momento, no, ella no contará ninguna. Bueno, gracias por tus reviews, se agradecen.

Ishi-dora: ¡Holaaaa! Jejejejej ¿Qué le habrá dicho Megumi a Kenshin? Tranquila, más adelante se descubrirá :) Me alegro mucho de que te guste mi fic, me das muchos animos para continuarlo. Bueno, haber que te ha parecido la historia de Megumi, también es invención mía, como la de Sano. Siento mucho haber tardado tanto en actualizar, pero es que este capítulo me ha costado mucho de escribir, y como yo ya he empezado con exámenes... Buenu, pero el próximo no tardará tanto (¡de verdad!). Venga, cuídate tu también, oks?

Kaoru Himura Saito: ¡Buenas! ¿Qué te ha parecido el capítulo? Espero que te haya gustado, yo me divertí escribiéndolo, en especial cuando se pelean y se caen las velas. Ah, y gracias por avisarme por lo de recibir reviews anónimos, ahora ya está arreglado (¿verdad?). Es que aún no tengo muy claro como va todo esto, gracias por ayudarme (y por tus reviews!)

Kao-ryu: ¡Muchas gracias por tus ánimos! Que bien que te guste tanto el fic, me alegra mucho, en serio. Si te dio miedo la historia de Sano, a ver que tal la de Megumi (aunque creo que no está tan bien). Y tranquila, no pienso abandonar el fic, llegaré hasta el final ;) Espero que te siga gustando.

sukeena: ¡Hola! Me alegro de que te guste tanto mi fic, como es el primero que escribo este tipo de ánimos me ayudan mucho a continuar. Siento haber tardado tanto en actualizar, pero espero que este capítulo también te haya gustado :)