Capítulo 3

Seis menos diez de la tarde.

Por fin acababa el turno, aquel maldito día. Por fin Luka podía irse a casa y relajarse de una vez, o al menos intentar olvidar lo que había ocurrido. El día no había sido precisamente prometedor y lo único que quería era borrarlo de su memoria, borrar también durante un momento a Sam, a Nora, a todos los que se estaban esforzando en hacerle la vida imposible.

Entró en la salita deseando dejar la bata en su taquilla y salir de allí lo antes posible (bueno, se había escapado diez minutos antes, pero tampoco podía ser tan grave, al fin y al cabo en diez minutos no podría hacer nada) y encontró a Carter mirando por la ventana.

>>¿Qué haces?- le preguntó.

>>Supongo que lo mismo que tú, esconderme hasta que acabe mi turno.

Luka asintió lentamente. Abrió su taquilla, dejó las cosas como pudo y cerró de un golpe, tal vez demasiado fuerte. Estaba tan harto, de todos, incluso de él mismo. Apoyó la frente en el metal frío y suspiró.

>>¿Estás bien?- le preguntó Carter.

Él intentó forzar una sonrisa.

>>No me hagas caso, sólo... no sé, apenas dormí anoche y la mañana tampoco me ha ido muy bien que digamos.

>>¿Sam?

>>Exacto.

Carter se sintió un poco incómodo de repente. No estaba muy seguro de si hacía bien metiéndose en medio de una pareja, pero en el fondo no le quedaba otro remedio. Tal vez lo mejor era intentar animarle. Buscó las mejores palabras para aconsejarle sin parecer entrometido.

>>Bueno, otras veces lo habéis arreglado¿no? Habla con ella. No dejes que te amargue la vida.

Luka no respondió. Sabía que en esa ocasión no iba a ser tan fácil. Habían tocado el tema tan terrible para las mujeres del compromiso, la boda, las vistas al futuro. Y él no estaba muy seguro de seguir pensando lo mismo en el futuro, no porque no estuviera bien con ella, sino porque todavía era pronto. Y Alex necesitaría un tiempo para hacerse a la idea. De todas maneras, Sam era aún muy joven, tenía mucho tiempo por delante para pensar en ello, no entendía qué prisa tenía. Él la quería, eso seguro, pero no podía darle todo lo que ella exigiera... aún no.

>>Escúchala. Sé cariñoso, llévala a cenar y dile que sabes que te has portado como un imbécil, aunque no lo pienses en realidad. Volverá a ti, nunca falla.- siguió Carter explicándole.

Y ahora llegaba éste a darle consejos. Como si él y Kem fueran el prototipo de vida amorosa.

>>No todos tenemos una fantástica relación a distancia¿sabes?- saltó.

Carter le miró molesto.

>>Vale, vale, si no te apetece hablar me lo dices y me callo. Estás muy borde esta mañana, Nora tenía razón.

>>¡No me hables de Nora, por favor!

Luka respiró hondo y dio media vuelta dispuesto a salir. Eran las seis menos cinco, y ya no le importaba lo que le dijera Weaver si le veía escaparse antes.

>>Lo dices como si ella fuera la que se ha comportado mal contigo- dijo Carter.

>>Lo ha hecho- contestó Luka volviéndose- Admito que tenía razón en lo del éxtasis, pero eso no le da derecho a ponerse así.

>>Creo que deberías pedirle disculpas.

>>Claro, y suicidarme en cuanto llegue a casa- entonces se calmó, no tenía ningún sentido ponerse así- No es por ella, sólo ha sido la gota que colma el vaso. No me apetece verla...

>>¿... y admitir que te equivocaste?- terminó Carter la frase por él.

Luka asintió. Tenía razón. Sabía que debía disculparse, admitir que ella lo había hecho bien. El problema era que eso suponía darle una patada a su propia autoestima, cuando de hecho era lo único que le quedaba en pie. Suspiró y se pasó la mano por la cara. No veía el momento de llegar a casa, sacar una película y pasar tranquilo al menos lo que quedaba del día. Pero por otra parte se sentía mal, ahora que lo pensaba sí que había sido un poco borde con Nora. Siempre le pasaba lo mismo, se peleaba con la gente por onda expansiva, venía el primero y luego todos los demás.

>>¿Tienes algo que hacer esta noche?- oyó entonces que le preguntaban.

>>No. ¿Por?

>>Vamos a ir a tomar algo. Una copa de bienvenida para Nora- vio que Luka hacía un gesto de disgusto y se apresuró a arreglarlo- Vamos casi todos los que estamos libres esta noche, o sea Abby, Neela y yo. Y Nora, obviamente.

Luka negó con la cabeza.

>>Creo que voy a acumular horas de sueño- se disculpó- Las voy a necesitar, empiezo de noches la semana que viene.

>>¿Acumular horas de sueño un sábado por la noche? No me esperaba eso de ti.

Carter sonreía. Estaba bromeando. Sólo intentaba ayudarle, levantarle un poco el ánimo, pero no le estaba surtiendo efecto.

>>De todas formas, no.

>>Vamos, tienes que venir. No puedes dejarme solo con tres mujeres. Me torturarán.

Tuvo que reírse esta vez.

>>Sam no va- probó Carter como último intento.

>>No, de verdad. Contad conmigo para la próxima vez.

Carter se encogió de hombros, resignado. Al menos lo había intentado.

>>Si cambias de idea, estaremos en el Oliver Gallery a partir de las nueve. Es un pub irlandés, está por el centro¿lo conoces?

Luka asintió. Fue a decir "bueno, quizá nos veremos", más que nada por no dejarle mal, pero finalmente desistió.

Se despidió y salió de la salita. Por fin había acabado el día.