N de la T: ¡Lo lamento!, en serio lamento la tardanza, pero entre
vacaciones e inicio de clases no he tenido tiempo. Les doy las gracias a
nombre del autor a todos los que han seguido esta linda historia esperando
que pasen un grato momento.
Espero poder subir un capitulo por lo menos cada tres días.ahora sí ¡A
leer!
¿Habrá leído alguien esto =P?
CAPITULO IX
"SE ACABA LA TOLERANCIA"
Aragorn, el Rey Elessar, se encontraba fumando su pipa tranquilamente frente al fuego mientras esperaba noticias de su esposa. Habían pasado 15 días desde que ella cabalgara a la salida del sol y él esperaba que pronto regresara. En su impaciencia, y una vez más contra los deseos de Arwen, había mandado a un hombre mortal al bosque de Lothlorién para que viera que le había pasado a su Reina. Repentinamente, la puerta se abrió, rompiendo el silencio de la noche con su crujir y su mensajero entró torpemente en la habitación.
"Mi Señor, traigo nuevas de Lothlorién."
"¿Que sucede? ¿Donde está la Reina?"- preguntó el rey, levantándose de su asiento.
"Creo que está preparando su regreso a Gondor."
"¿Por que no estás con ella?"
"Lo que sucede es que estaba acompañada. de un elfo."
"¡Legolas!"- Aragorn soltó un suspiro, disipando su alarma instantáneamente.- "Han pasado muchas estaciones desde la última vez que lo vi."
"Pero mi Señor."- El mensajero había quedado muy confundido por el repentino cambio de humor y temperamento de su Rey.
"No te alarmes, él ha sido mi gran amigo desde hace años y es el amigo más querido de la Reina."
"Pero ellos. Yo los vi su majestad."- intentaba no notarse confundido.
"¿Qué es lo que intentas decir?"
"La Reina y el elfo."
Aragorn esperó pacientemente a que continuara.
"Estaban en el bosque. los vi, ellos estaban. él la abrazó y luego. la besó."
La expresión de Aragorn se agravó y una sombra oscureció sus facciones. Sus ojos se oscurecieron y el hombre lo vio repentinamente más viejo. El cuarto se sintió más frío a pesar del fuego que estaba encendido, y el mensajero se estaba asustado.
"Muchacho, estás hablando mal de dos de las personas que yo más quiero en este mundo. Él es como mi hermano y ella es su Reina, te aconsejo escoger tus palabras cuidadosamente. ¿Juras por tu vida que lo que dices es solo la verdad, que no mientes. y que viste eso con tus propios ojos? "
El Rey ahora estaba parado frente al mensajero y todo lo que el pobre hombre pudo hacer fue contestar sumisamente.- "Si."
"¿Los viste?"
"Creo, no yo."
"¿Estás seguro?"
El hombre simplemente cabeceó con miedo o incertidumbre, Aragorn no lo sabía. Observó fijamente al hombre que se agachó ante él durante mucho tiempo hasta que le dio la espalda.
"Notifíquenme inmediatamente sobre su llegada."
*****
El camino de regreso a Gondor fue muy silencioso y a menudo las horas pasaban muy lentamente para los dos elfos. Entre más cerca se encontraban de su regreso a Minas Tirith Arwen pensaba más en escapar de todos y de todo. Su cuerpo entero parecía ser diez veces más pesado y le resultaba difícil respirar.
Parecía que regresaba a una vida irreal y que su verdadera felicidad solamente la podría encontrar con el elfo que cabalgaba a su lado. Muchas veces deseaba que se detuvieran para cabalgar lejos y nunca regresar. Y todavía, regresaban algunos de sus deseos más efímeros. Pero siempre que paraban a descansar se tomaba su tiempo para recoger sus cosas. Deseaba prolongar el viaje el mayor tiempo posible. Su regreso era demasiado pronto
Legolas montaba en silencio. No tenía nada más que decir. Nunca podría entender como era posible que dos personas que deberían estar juntas, no lo estuvieran. Deseaba ser más fuerte. pero él no era quien para decidir como ella debía vivir su vida.
Ninguno habló de su aventura ni de la decisión de ella de permanecer con Aragorn. De hecho, evitaron mucho el contacto y cualquier situación donde tenían que estar demasiado cerca el uno del otro. Aunque eso les dolía profundamente, también estaban asustados, avergonzados y heridos como para hacer cualquier cosa.
Por fin alcanzaron las puertas de la ciudad. Se detuvieron brevemente antes de entrar. ninguno deseaba aventurarse adentro pero estaban poco dispuestos a permanecer ahí.
Inmediatamente a su llegada fueron recibidos por una pequeña compañía de los hombres del Rey.
"Legolas, hijo de Thranduil, del reino élfico del Bosque Negro, esta bajo arresto por traición al Rey."
Arwen se interpuso entre el elfo y los hombres- "¿Qué significa esto?"
"Reina Arwen, tenemos órdenes de apresar al elfo llamado Legolas."
"No ha cometido ningún crimen."
Un hombre se abrió paso entre la multitud, era el mensajero del bosque.-"Mi Reina, sería prudente dejarlo que valla con ellos ya que actuamos bajo las órdenes del Rey. Si no lo hace estaría actuando en contra del Rey Elessar al ayudar al acusado."
Hubo algunas risas que se escucharon entre la gente. Ella vio sus caras y miró en sus corazones. Eran hombres que se apenaban de ella y odiaban el hecho de que la Reina fuera elfo y gobernara a hombres.
Permaneció desafiante ante ellos, viéndolos con ojos llenos de rabia. Los hombres se intimidaron ante ella y no se atrevieron a moverse. Estaban acostumbrados a una Reina maravillosa, gentil, sabia y templada. La que ahora estaba frente a ellos era fuerte y poderosa. Como si la estuvieran viendo con nuevos ojos, se dieron cuenta de eso, ella era fuerte, poderosa y extraordinaria entre elfos. Con una mirada les demostró todo su linaje, esplendor y magnificencia. Sintieron temor de la Reina Elfo.
Legolas puso una mano sobre su hombro forzándola a hacerle frente y la vio a lo ojos profundamente.- "Calmate Arwen. Iré."
"¡Legolas!".- lo miró incrédulamente. "No eres ningún criminal. Sigo siendo Reina aquí y están bajo mis órdenes!"
"Con todo respeto, mi Señora, creo que lo mejor sería que fuera con ellos.".- Habló lentamente, ocultando una advertencia en su voz.
A Arwen no le gustó eso pero aún así bajó la mirada en un acuerdo silencioso.- "Llévenselo, pero les advierto. no le hagan daño o sufrirán mi ira."
Vio como los hombres tomaron a su amante y se lo llevaron.
*****
Aragorn, el Rey Elessar, se sentó ante el fuego en la oscuridad de la noche. Se imaginaba de regreso en Rivendell, sentado ante el cálido fuego de aquel lugar, antes de la guerra del anillo, antes de que la sangre de Númenor regresara al reino unificado. Regresó al tiempo donde podía pensar en paz y en donde sabía, realmente sabía que ella lo amaba.
Pero estaba sentado frente a otro fuego como el Rey Elessar y las cosas no estaban tan claras como alguna vez lo estuvieron.
En ese momento, Arwen entró a través de la puerta muy enérgicamente, y a pesar de todo su linaje y toda su gracia, se veía impaciente y enfurecida.
"Aragorn, ¿Qué significa todo esto?"- le exigió- "¿Por que has capturado a Legolas?"
"Quel úndome Arwen," (Buenas tardes) - su voz fue fría e insensible - "Seguro, querida esposa, no se de que me hablas."
"¡Tus hombres lo han detenido y lo han lanzado a una prisión!" - le gritó. Él la estudió por un momento, como para determinar si estaba mintiendo. Después atravesó la habitación y abrió la puerta para dirigirse a sus guardias y al mensajero, quienes estaban parados cerca.
"¿Es verdad que han tomado a Legolas y ahora lo tienen preso?"- les exigió.
"Si, Mi Señor, el elfo se encuentra en prisión como el resto de los traidores."
"Yo no di tal orden. Libérenlo y tráiganlo aquí."
"Pero. ¡Es un traidor a la corona!"
Aragorn desató su furia.- "¡No me aconsejes la manera en que debo elegir, gobernar y ocuparme de los asuntos que solo a mi me incumben!"
Regresó de nuevo al cuarto y cerró de golpe la puerta. Inclinó su cabeza pesadamente y contempló profundamente.
"Gracias Aragorn.".- su voz fue como música alrededor de su cabeza.
"No lo hice por ti.".- Suspiró pesadamente y volteó para ver la eterna cara de su esposa.
"¿Eres infeliz aquí?".- Preguntó con voz amable.
Arwen pensó que era una pregunta absurda, pero había un brillo en la mirada de sus ojos que hicieron que se helara su corazón. Finalmente logró salir su voz.- "No, mi Señor."
"Entonces no entiendo. ¿es cierto que Legolas estuvo contigo durante tu viaje?"
Arwen comenzó a asustarse. ¿Los habían descubierto? ¿Cómo era posible? Su corazón latía terriblemente fuerte en sus oídos.- "Si, pero no fue planeado. Por casualidad nos encontramos en Rivendell."
"¿Por casualidad?".- Aragorn le preguntó, desconfiado.- "¿Ahora te arrepientes de tu elección, Úndomiel?"
"No, y no te mentiría."
Repentinamente entró Legolas, para angustia de Aragorn, y se inclinó ante la pareja.
"Pudiste haber tenido a cualquiera Legolas. ¡Pero insistes en tomar lo que es mío! ¿No tienes dignidad? ¿Nuestra amistad no significa nada para ti?"
Legolas permanecía callado y orgulloso. Eso era lo que había hecho, y ahora tenía que sufrir las consecuencias.
Aragorn se dirigió a los dos.- "Por años he tolerado su relación independientemente de mi amor por ambos. ¿Y ahora escucho esto? Mi esposa y amiga se encuentra en el bosque absorta en el abrazo de un amante. ¡Ni en mis peores pesadillas, nunca creí que esto pasaría!"
Arwen había tenido suficiente.
"Supone demasiado, mi Señor. Aunque me han hecho Reina de Hombres. soy y siempre seré un elfo. El saber que toda mi gente y mi familia han dejado estas tierras no es una carga fácil de llevar. Su luz se ha extinguido y sus casas han sido abandonadas para siempre. Y si, Legolas me besó, pero no fue por romance. Fue simplemente un Príncipe Elfo consolando a una Reina. ¿¡Como dejas que tu nube de celos afecte tu juicio tan fácilmente!?"
"No me puedo permitir creer las palabras que salen de tu boca."- Aunque deseaba profundamente creerlas y hacer que la situación desapareciera por completo.
"Entonces las escucharás de otro."- Legolas caminó hacia fuera y arrastró por el cuello al mensajero.- "¿Eras tu el que nos espiaba en el Bosque?"
"Yo soy. ¡Lo vi besando a la Reina!"
"¡Esta en un error! ¿No estaba angustiada? ¿No me encontraba llorando?".- Arwen estaba desesperada por respuestas.
El hombre se quedó sin habla. Sus ojos pasaban por cada uno de los tres que ahora lo rodeaban.
"¡Habla!"
"N. no lo recuerdo. tal vez."
"¿No recuerda? Creo que debería ser lanzado a los calabozos para que le ayude a recordar."
"Creo que ahora recuerdo.si, creo que la Reina estaba en un estado de desdicha. ¡¡Pero eso no excusa sus acciones o su comportamiento!!"
Legolas lo lanzó fuera del cuarto.
Aragorn ahora estaba parado, apartado de ellos. Miró a través de una ventana, apenas notaba las siluetas de los edificios en la ciudad de abajo. Para su sorpresa, se sentía extraordinariamente tranquilo. No era exactamente un alivio, pero era algo. Arwen caminó hacia atrás de él y momentáneamente puso una mano sobre su brazo. Su voz ahora era más suave.- "No debes dejar que tus celos afecten tu juicio. Ese no es el Rey que yo conozco. no es el hombre al que amo."
Legolas fue testigo de la exhibición y sintió pena.
Aragorn tomo brevemente la mano de Arwen antes de caminar hacia Legolas.- "Perdóname. Mis razones para quererte son muchas más que mis razones para odiarte. No obstante, ahora una sombra se interpone entre nosotros. Y la reputación de la Reina, así como la tuya, ahora son cuestionadas."
Legolas permanecía parado, muy silencioso, aceptando el destino que estaba a sus pies.
"Eres bienvenido para quedarte esta noche, pero pienso, que lo mejor que podrías hacer es irte lo antes posible."
El elfo se arqueó suavemente. -"Agradezco tu hospitalidad pero me iré esta noche."
"Legolas. por favor, quédate."
Legolas pudo ver que el irse ahora era muy duro tanto para Aragorn como para él. Podía ver cuanto significaba para Aragron que se quedara por lo menos esa noche.
"Muy bien, pero me iré a la primera luz."- Entonces Legolas se despidió del Rey y la Reina.
"Ha sido un largo viaje y me siento fatigada. Me retiraré a nuestra habitación. Buenas noches mi amor.".- Arwen beso ligeramente la mejilla de Aragorn antes de irse.
Aragorn, el Rey Elessar, ahora estaba solo en el cuarto. Se sentó frente al fuego por un tiempo antes de mandar llamar al mensajero.
"No hablaremos de esta noche otra vez. Se borrará de tu memoria y de todo aquel al que le hayas contado la historia."
"Por supuesto." - El hombre se inclinó y se fue.
Aragorn, el Rey Elessar, sentado frente al fuego que se extinguía, se preguntaba como su vida había tomado un camino tan torcido.
CAPITULO IX
"SE ACABA LA TOLERANCIA"
Aragorn, el Rey Elessar, se encontraba fumando su pipa tranquilamente frente al fuego mientras esperaba noticias de su esposa. Habían pasado 15 días desde que ella cabalgara a la salida del sol y él esperaba que pronto regresara. En su impaciencia, y una vez más contra los deseos de Arwen, había mandado a un hombre mortal al bosque de Lothlorién para que viera que le había pasado a su Reina. Repentinamente, la puerta se abrió, rompiendo el silencio de la noche con su crujir y su mensajero entró torpemente en la habitación.
"Mi Señor, traigo nuevas de Lothlorién."
"¿Que sucede? ¿Donde está la Reina?"- preguntó el rey, levantándose de su asiento.
"Creo que está preparando su regreso a Gondor."
"¿Por que no estás con ella?"
"Lo que sucede es que estaba acompañada. de un elfo."
"¡Legolas!"- Aragorn soltó un suspiro, disipando su alarma instantáneamente.- "Han pasado muchas estaciones desde la última vez que lo vi."
"Pero mi Señor."- El mensajero había quedado muy confundido por el repentino cambio de humor y temperamento de su Rey.
"No te alarmes, él ha sido mi gran amigo desde hace años y es el amigo más querido de la Reina."
"Pero ellos. Yo los vi su majestad."- intentaba no notarse confundido.
"¿Qué es lo que intentas decir?"
"La Reina y el elfo."
Aragorn esperó pacientemente a que continuara.
"Estaban en el bosque. los vi, ellos estaban. él la abrazó y luego. la besó."
La expresión de Aragorn se agravó y una sombra oscureció sus facciones. Sus ojos se oscurecieron y el hombre lo vio repentinamente más viejo. El cuarto se sintió más frío a pesar del fuego que estaba encendido, y el mensajero se estaba asustado.
"Muchacho, estás hablando mal de dos de las personas que yo más quiero en este mundo. Él es como mi hermano y ella es su Reina, te aconsejo escoger tus palabras cuidadosamente. ¿Juras por tu vida que lo que dices es solo la verdad, que no mientes. y que viste eso con tus propios ojos? "
El Rey ahora estaba parado frente al mensajero y todo lo que el pobre hombre pudo hacer fue contestar sumisamente.- "Si."
"¿Los viste?"
"Creo, no yo."
"¿Estás seguro?"
El hombre simplemente cabeceó con miedo o incertidumbre, Aragorn no lo sabía. Observó fijamente al hombre que se agachó ante él durante mucho tiempo hasta que le dio la espalda.
"Notifíquenme inmediatamente sobre su llegada."
*****
El camino de regreso a Gondor fue muy silencioso y a menudo las horas pasaban muy lentamente para los dos elfos. Entre más cerca se encontraban de su regreso a Minas Tirith Arwen pensaba más en escapar de todos y de todo. Su cuerpo entero parecía ser diez veces más pesado y le resultaba difícil respirar.
Parecía que regresaba a una vida irreal y que su verdadera felicidad solamente la podría encontrar con el elfo que cabalgaba a su lado. Muchas veces deseaba que se detuvieran para cabalgar lejos y nunca regresar. Y todavía, regresaban algunos de sus deseos más efímeros. Pero siempre que paraban a descansar se tomaba su tiempo para recoger sus cosas. Deseaba prolongar el viaje el mayor tiempo posible. Su regreso era demasiado pronto
Legolas montaba en silencio. No tenía nada más que decir. Nunca podría entender como era posible que dos personas que deberían estar juntas, no lo estuvieran. Deseaba ser más fuerte. pero él no era quien para decidir como ella debía vivir su vida.
Ninguno habló de su aventura ni de la decisión de ella de permanecer con Aragorn. De hecho, evitaron mucho el contacto y cualquier situación donde tenían que estar demasiado cerca el uno del otro. Aunque eso les dolía profundamente, también estaban asustados, avergonzados y heridos como para hacer cualquier cosa.
Por fin alcanzaron las puertas de la ciudad. Se detuvieron brevemente antes de entrar. ninguno deseaba aventurarse adentro pero estaban poco dispuestos a permanecer ahí.
Inmediatamente a su llegada fueron recibidos por una pequeña compañía de los hombres del Rey.
"Legolas, hijo de Thranduil, del reino élfico del Bosque Negro, esta bajo arresto por traición al Rey."
Arwen se interpuso entre el elfo y los hombres- "¿Qué significa esto?"
"Reina Arwen, tenemos órdenes de apresar al elfo llamado Legolas."
"No ha cometido ningún crimen."
Un hombre se abrió paso entre la multitud, era el mensajero del bosque.-"Mi Reina, sería prudente dejarlo que valla con ellos ya que actuamos bajo las órdenes del Rey. Si no lo hace estaría actuando en contra del Rey Elessar al ayudar al acusado."
Hubo algunas risas que se escucharon entre la gente. Ella vio sus caras y miró en sus corazones. Eran hombres que se apenaban de ella y odiaban el hecho de que la Reina fuera elfo y gobernara a hombres.
Permaneció desafiante ante ellos, viéndolos con ojos llenos de rabia. Los hombres se intimidaron ante ella y no se atrevieron a moverse. Estaban acostumbrados a una Reina maravillosa, gentil, sabia y templada. La que ahora estaba frente a ellos era fuerte y poderosa. Como si la estuvieran viendo con nuevos ojos, se dieron cuenta de eso, ella era fuerte, poderosa y extraordinaria entre elfos. Con una mirada les demostró todo su linaje, esplendor y magnificencia. Sintieron temor de la Reina Elfo.
Legolas puso una mano sobre su hombro forzándola a hacerle frente y la vio a lo ojos profundamente.- "Calmate Arwen. Iré."
"¡Legolas!".- lo miró incrédulamente. "No eres ningún criminal. Sigo siendo Reina aquí y están bajo mis órdenes!"
"Con todo respeto, mi Señora, creo que lo mejor sería que fuera con ellos.".- Habló lentamente, ocultando una advertencia en su voz.
A Arwen no le gustó eso pero aún así bajó la mirada en un acuerdo silencioso.- "Llévenselo, pero les advierto. no le hagan daño o sufrirán mi ira."
Vio como los hombres tomaron a su amante y se lo llevaron.
*****
Aragorn, el Rey Elessar, se sentó ante el fuego en la oscuridad de la noche. Se imaginaba de regreso en Rivendell, sentado ante el cálido fuego de aquel lugar, antes de la guerra del anillo, antes de que la sangre de Númenor regresara al reino unificado. Regresó al tiempo donde podía pensar en paz y en donde sabía, realmente sabía que ella lo amaba.
Pero estaba sentado frente a otro fuego como el Rey Elessar y las cosas no estaban tan claras como alguna vez lo estuvieron.
En ese momento, Arwen entró a través de la puerta muy enérgicamente, y a pesar de todo su linaje y toda su gracia, se veía impaciente y enfurecida.
"Aragorn, ¿Qué significa todo esto?"- le exigió- "¿Por que has capturado a Legolas?"
"Quel úndome Arwen," (Buenas tardes) - su voz fue fría e insensible - "Seguro, querida esposa, no se de que me hablas."
"¡Tus hombres lo han detenido y lo han lanzado a una prisión!" - le gritó. Él la estudió por un momento, como para determinar si estaba mintiendo. Después atravesó la habitación y abrió la puerta para dirigirse a sus guardias y al mensajero, quienes estaban parados cerca.
"¿Es verdad que han tomado a Legolas y ahora lo tienen preso?"- les exigió.
"Si, Mi Señor, el elfo se encuentra en prisión como el resto de los traidores."
"Yo no di tal orden. Libérenlo y tráiganlo aquí."
"Pero. ¡Es un traidor a la corona!"
Aragorn desató su furia.- "¡No me aconsejes la manera en que debo elegir, gobernar y ocuparme de los asuntos que solo a mi me incumben!"
Regresó de nuevo al cuarto y cerró de golpe la puerta. Inclinó su cabeza pesadamente y contempló profundamente.
"Gracias Aragorn.".- su voz fue como música alrededor de su cabeza.
"No lo hice por ti.".- Suspiró pesadamente y volteó para ver la eterna cara de su esposa.
"¿Eres infeliz aquí?".- Preguntó con voz amable.
Arwen pensó que era una pregunta absurda, pero había un brillo en la mirada de sus ojos que hicieron que se helara su corazón. Finalmente logró salir su voz.- "No, mi Señor."
"Entonces no entiendo. ¿es cierto que Legolas estuvo contigo durante tu viaje?"
Arwen comenzó a asustarse. ¿Los habían descubierto? ¿Cómo era posible? Su corazón latía terriblemente fuerte en sus oídos.- "Si, pero no fue planeado. Por casualidad nos encontramos en Rivendell."
"¿Por casualidad?".- Aragorn le preguntó, desconfiado.- "¿Ahora te arrepientes de tu elección, Úndomiel?"
"No, y no te mentiría."
Repentinamente entró Legolas, para angustia de Aragorn, y se inclinó ante la pareja.
"Pudiste haber tenido a cualquiera Legolas. ¡Pero insistes en tomar lo que es mío! ¿No tienes dignidad? ¿Nuestra amistad no significa nada para ti?"
Legolas permanecía callado y orgulloso. Eso era lo que había hecho, y ahora tenía que sufrir las consecuencias.
Aragorn se dirigió a los dos.- "Por años he tolerado su relación independientemente de mi amor por ambos. ¿Y ahora escucho esto? Mi esposa y amiga se encuentra en el bosque absorta en el abrazo de un amante. ¡Ni en mis peores pesadillas, nunca creí que esto pasaría!"
Arwen había tenido suficiente.
"Supone demasiado, mi Señor. Aunque me han hecho Reina de Hombres. soy y siempre seré un elfo. El saber que toda mi gente y mi familia han dejado estas tierras no es una carga fácil de llevar. Su luz se ha extinguido y sus casas han sido abandonadas para siempre. Y si, Legolas me besó, pero no fue por romance. Fue simplemente un Príncipe Elfo consolando a una Reina. ¿¡Como dejas que tu nube de celos afecte tu juicio tan fácilmente!?"
"No me puedo permitir creer las palabras que salen de tu boca."- Aunque deseaba profundamente creerlas y hacer que la situación desapareciera por completo.
"Entonces las escucharás de otro."- Legolas caminó hacia fuera y arrastró por el cuello al mensajero.- "¿Eras tu el que nos espiaba en el Bosque?"
"Yo soy. ¡Lo vi besando a la Reina!"
"¡Esta en un error! ¿No estaba angustiada? ¿No me encontraba llorando?".- Arwen estaba desesperada por respuestas.
El hombre se quedó sin habla. Sus ojos pasaban por cada uno de los tres que ahora lo rodeaban.
"¡Habla!"
"N. no lo recuerdo. tal vez."
"¿No recuerda? Creo que debería ser lanzado a los calabozos para que le ayude a recordar."
"Creo que ahora recuerdo.si, creo que la Reina estaba en un estado de desdicha. ¡¡Pero eso no excusa sus acciones o su comportamiento!!"
Legolas lo lanzó fuera del cuarto.
Aragorn ahora estaba parado, apartado de ellos. Miró a través de una ventana, apenas notaba las siluetas de los edificios en la ciudad de abajo. Para su sorpresa, se sentía extraordinariamente tranquilo. No era exactamente un alivio, pero era algo. Arwen caminó hacia atrás de él y momentáneamente puso una mano sobre su brazo. Su voz ahora era más suave.- "No debes dejar que tus celos afecten tu juicio. Ese no es el Rey que yo conozco. no es el hombre al que amo."
Legolas fue testigo de la exhibición y sintió pena.
Aragorn tomo brevemente la mano de Arwen antes de caminar hacia Legolas.- "Perdóname. Mis razones para quererte son muchas más que mis razones para odiarte. No obstante, ahora una sombra se interpone entre nosotros. Y la reputación de la Reina, así como la tuya, ahora son cuestionadas."
Legolas permanecía parado, muy silencioso, aceptando el destino que estaba a sus pies.
"Eres bienvenido para quedarte esta noche, pero pienso, que lo mejor que podrías hacer es irte lo antes posible."
El elfo se arqueó suavemente. -"Agradezco tu hospitalidad pero me iré esta noche."
"Legolas. por favor, quédate."
Legolas pudo ver que el irse ahora era muy duro tanto para Aragorn como para él. Podía ver cuanto significaba para Aragron que se quedara por lo menos esa noche.
"Muy bien, pero me iré a la primera luz."- Entonces Legolas se despidió del Rey y la Reina.
"Ha sido un largo viaje y me siento fatigada. Me retiraré a nuestra habitación. Buenas noches mi amor.".- Arwen beso ligeramente la mejilla de Aragorn antes de irse.
Aragorn, el Rey Elessar, ahora estaba solo en el cuarto. Se sentó frente al fuego por un tiempo antes de mandar llamar al mensajero.
"No hablaremos de esta noche otra vez. Se borrará de tu memoria y de todo aquel al que le hayas contado la historia."
"Por supuesto." - El hombre se inclinó y se fue.
Aragorn, el Rey Elessar, sentado frente al fuego que se extinguía, se preguntaba como su vida había tomado un camino tan torcido.
