II.
Cuando la vi por primera vez no me pareció especial en absoluto, una chica normal, de ojos acaramelados, mirada sincera, pelo endemoniadamente rizado.
Cuando vi por primera vez sus alas capté su esencia, es de esas personas que te enganchan la segunda vez que las miras, porque son especiales, y sólo ellas te atrapan en la segunda ocasión. Quienes te atrapan a la primera, te atrapan a ti y a todo el mundo, y eso no es especial, es común. Qué tiene de especial pensar lo hermosa que es una mujer que gusta a todos por igual? A mi me gustan los tesoros escondidos en todos los sentidos.
Lloraba como una niñita pequeña que acaba de quedarse sola en el mundo y en parte así era. A sus 22 años acababa de quedarse huérfana, y yo tampoco entendí muy bien cómo era posible que eso le sucediera a alguien con semejantes alas blancas.
Os cuento que soy capaz de ver ese tipo de cosas, y aunque a veces no se trate de ángeles propiamente dicho, sí son seres angelicales o capaces de cosas angelicales(o demoníacas en tal caso).
Aline.
Aline estaba sola y perdida y no entendía absolutamente nada de lo que sucedía a su alrededor.
El funeral por su familia fue oficiado en la Iglesia de Santa Clara cuando casualmente yo andaba investigando por allí.
No se por qué siempre voto porque lo que nos sucede nos sucede por algo, no por azar, y aquella niña había sido puesta justo delante de mí.
La observé quedamente tras una de las columnas mientras recibía los pésames de su gente, y vi como iba hundiéndose poco a poco, cómo su mirada se volvía cada vez más sobrenatural, y ella estaba allí pero su mente viajaba a miles de kilómetros imaginándose corriendo por algo parecido a un jardín de su niñez.
Y de repente vi algo que me asustó, por así decirlo, alguien se acerco a ella como uno más, y le estampó un beso para nada recatado en la frente, creo q ella ni se enteró, pero supe que allí había algo de lo mío, de lo que yo se ver.
Sus padres habían muerto brutalmente, se habían ensañado con ellos como si se tratara de un motivo personal, un ritual, una venganza… y la noche en que murieron Aline debía de estar en casa, pero el periódico contaba que se encontraba en casa de una amiga.
Era mentira, había ido a pasar la noche a un hotel con su novio, el novio que sus padres nunca conocerían porque ella lo llevo en secreto por miedo o por vergüenza… el novio que acababa de besarla con fuego y no con cariño.
Al igual que en ella vi las alas, en él vi rojo sangre en sus ojos, y me pregunto cómo Aline no había captado nada de él… si acaso la había engañado, pero estaba tan clara su naturaleza…
Salió cabizbajo con una sonrisa sarcástica en el rostro por la puerta trasera de la Iglesia, le seguí silencioso, le llamé y se giró.
Tuve el tiempo suficiente de sujetarle la garganta y sacar mi medalla, una medallita de oro gastada por los siglos que encontraron en un campo de batalla de la IGuerra Mundial y que había sido famosa por sus propiedades disuasivas a la hora de arrancar confesiones.
El efecto fue extraño, tras la cara de sorpresa pasó a la de pavor, y luego a resistirse como el mal bicho que era, farfulló algo entre dientes que me sonó a conjuro apocalíptico y supe entonces a qué naturaleza pertenecía por completo.
Vigila tu espalda, y jamás vuelvas a por ella… ahora estará bajo mi cuidado-
Le dejé caer.
John Constantine, no te metas en lo que no te corresponde…-
Oh… veo que ya te habían advertido sobre mi…-saqué mi habitual cajetilla de tabaco, y tranquilamente me encendí un cigarrillo, me lo pedía el cuerpo.
Si, sabemos que andas trabajando por esta zona. No te metas, esto no tiene nada que ver contigo o con tus historias para no dormir- sonreí, el muchacho tenía chispa, quizás eso había bastado para llamar la atención de una niña como Aline…
No te acerques a ella, sólo eso.- frunció el ceño indeciso y salió corriendo como un loco.
No entendí muy bien de qué iba todo aquello, pero ella era una inocente, y aunque no soporto encargarme de cuidar ni animales de compañía, no podía darle la espalda a una chiquilla… a una chiquilla con los ojos más mágicos que había visto en una y mil vidas.
