Title: -The Sin in You-
Rated: M
Warning: (repeat) MxM relations, rape, blood, angst, dark….anything else? Mas detalles en el primer capitulo….si, si el que leíste (se supone) antes de el anterior a este…confuso?
Comments: Creo que me alucine con Prodigy (Smack my bitch up) y Colplay (Speed of Sound), y con problemas varios no cumplí el update , ya me parezco a Kantarou-chan que no escribe cuando debe -sigh-. Hasta el siguiente, dejen review pls.
Perdonen la falta de guiones iniciales para los dialogos, ya me dio flojera buscar que simbolo emplear en vez de los guiones que suprime el sistema (si tienen un simbolo o marca para hacer eso y que el sistema acepte avisenme please, thanks in advance)
Thanks to: Azuru, Shalimar Kurts, Aika y Nancy-Hiwatari-17.
Y en 4Spirits: Physis.
Chapter 3: Owned
Parpadeó ligeramente luego con mas fuerza a medida que la penetrante luz parecía a punto de quemarle la retina. Sus ojos ardían aunque no era capaz de decir porque, se detuvo tratando de abrirlos pero parecían inflamados, como si hubiera llorado. No entendía la razón. Que recordara, no lloraba desde hacia demasiado tiempo, es decir, llorar sin razón alguna, y derrochar lagrimas por sentimientos no estaba mucho mas permitido, sin contar con que los castigos sin duda se las arrancaban pero de ahí a no recordar cuando o porque? había algo extraño.
Además, su cuerpo le dolía, en particular la zona entre sus caderas, acaso le habían impartido un castigo con fuego y con tanto dolor que no recordaba nada? No, por alguna razón se evitaba ese tipo de castigos con él, desde que Voltaire mencionara que dejarían marcas, o mas bien algo como "dañarían la codiciada perla" le había escuchado. Sin poder abrir demasiado los ojos trató de incorporarse, le dolía todo el cuerpo. Algo se lo impidió.
Una mano. Reprimía sus movimientos para que su torso se irguiera para que se pueda sentar.
quien eres?- inquirió sin demora, no le gustaba nada y empezaba a ubicarse a pesar de no recordar mas que algunas cosas confusas y sin sentido demasiado borrosas-
Shhh-se limitó a contestar la persona, colocando su índice en los labios del chico-
Después de lo cual, escuchó como depositaba un objeto en un mueble cercano, probablemente un vaso con agua por el sonido que emitió. Luego de eso le llegó una voz camuflada, sin duda por su propia ropa a lo que pudo suponer.
ponte la toalla húmeda en los ojos, despacio para lavártelos-indico-
por qué? Que sucedió? Que hiciste?-cuestionó aun tratando de enfocar la vista pero todo parecía tan quedó sin respuesta, pasaron unos instantes, al no sentir presencia alguna en la habitación o donde fuera que estuviera, extendió una mano a donde se suponía estaba el agua, en efecto rozó un vaso y dentro una pequeña toalla que aplicó a sus ojos. Al cabo de una aplicaciones el ardor fue desapareciendo, ya debían haber transcurrido varios minutos hasta que logró enfocar la vista.
Acababa de percatarse en donde se hallaba, una habitación y él, en la cama con la sabanas revueltas, sedosas y blancas….eso fue antes de observar las manchas rojas y frescas que las mancillaban, acercó su mano una vez se hubiera podido sentar a pesar del dolor. Luego de recoger un poco de la sustancia la pasó por su nariz, sangre.
pero..-
La puerta se abrió de golpe, dejando colarse una sirena de alerta, al marco de la puerta se sostenían Balclovf, ligeramente atrás dos cabezas destacaban, una lila claro casi plata, la otra color de fuego, no se necesito mas para que el bicolor los identificara como las Yuriy Ivanov y Boris Kuznestov sus alumnos o mejor dicho soldados mas destacados y un par de guardias que al parecer vigilaban el pasillo.
Kai por su parte solo permaneció sentado tratando de fingir su acostumbrada indiferencia sin embargo la sorpresa no dejaba de filtrase en sus rostro, además de las marcas en sus mejillas cuales surcos de lagrimas secas, las sabanas desarregladas y revueltas cruzaban desordenadamente la cama.
que sucedió aquí?-se limitó a preguntar Balclovf, su tono era el mas amenazador que Kai le oyera hasta ese día, como si algo realmente terrible hubiera sucedido, algo importante-
El bicolor se sentía sin fuerzas, desvió la mirada.
me preguntaba lo mismo-respondió el bicolor recobrando su cinismo en contra de su voluntad-
Realmente fue una muy mala idea contestar en ese tono, en lo que le cabría mirar sus dedos manchados de sangre la gigantesca mano del pelimorado lo cogió del cuello impidiéndole respirar.
Ivanov se queda, el resto afuera-ordenó sin soltar el cuello del bicolor-
Cuando todos salieron, excepto el pelirrojo, Balclovf fijó su vista nuevamente en el bicolor. La alarma habría sido controlada o la puerta habría sellado la habitación acústicamente? Eso no lo preocupaba al bicolor, su garganta apresada entre las manos del hombre se cerraba con cada segundo. Kai urgía ahora por aire y el dolor solo lo empeoraba todo, pero lo mas atroz sin duda, era que no entendía realmente que sucedía. Es decir, lo único que recordaba era vagamente Voltaire ordenándole hacer algo que él no quería, él negándose sin pensarlo, y luego un batallón de guardias lanzarse sobre si, luchar vanamente contra ellos y de pronto….nada, hasta que despertó ahí mismo hacia momentos, con alguien, y ese alguien le había hecho algo.
Su cabeza trataba de hallar la pieza faltante a ese rompecabezas temporal, en vano. Lo que sabia era que algo había sucedido en el lapso que llevaba inconsciente, pero, qué? Y a que se debía la alarma ahora silenciada? También había ocurrido algo mas, una falla de seguridad no podía ser, sino un incidente mayor, uno de tal magnitud que alterara al ya inestable abad. Sin aire los pensamientos se mezclaban, una parte de si clamaba por oxigeno, otra parte se quejaba de los dolores, sumados la confusión, la frustración por no hallar respuestas y, el ….miedo.
Miedo a qué? Eso mismo quería saber. Es que acaso su incidente o lo que fuera estaba relacionado con el que provocaba el alboroto de la abadía? Tenía que preguntar por ello o guardárselo? Aún tendría que cumplir con lo que su abuelo le exigía? Por qué el bastardo de Ivanov seguía viéndole? Por qué le dolía el cuerpo? Por qué no era más fuerte para librarse de esas manos? Por qué simplemente no lo dejaban en paz?...
silencio-
P.O.V. Kai
Cuando desperté el silencio me acompañaba. El silencio y los punzantes dolores en todo el cuerpo. Un recordatorio como pronto le llamaría.
Un instante después, el rechinido de una puerta metálica captó mi atención.
abuelo- atine a decir, hacia tiempo que no le llamaba así-
Voltaire se acercó, sin quitarme la vista de encima, en sus ojos otros pensamientos se arremolinaban, sus pupilas temblaban, sus labios trataban de mantenerse quietos sin demasiado éxito y su mano, solo lo vi llegar por el rincón de mis ojos, instinto? Eso pienso ahora. Sin duda debió ser lo que evitara la perdida de un de ellos en cualquier caso. Su bastón era duro, frío e infalible, nunca lo podría olvidar.
maldito bastardo!- exclamó luego de golpearme-
Debo decir que me chocó, no era que nunca me lo hubiera dicho, de hecho no podría recordarlas todas, pero su tono esta vez, la ira que en su voz se percibía era inesperada, tanta que la misma pregunta que me atormentaba anteriormente regresó.
que hice?...que hice?-la pregunta traspasó mis labios inconscientemente, mientras un liquido caliente y metálico corría en mi boca, algo de sangre-
osas decirme que no sabes nada? Niegas lo que has hecho!- grito exasperado, sus ojos brillaban, sus manos temblaban, por un segundo en verdad temí por mi cuello, temí que el oxigeno me faltara nuevamente y que lo ultimo que vería seria a ese hombre, mi abuelo.
Sin embargo, un nuevo dolor, fulgurante como el anterior me hizo torcerme a un lado, nuevamente el bastón arremetía, en mis costillas. Una vez mas y otra, y otra. Para ese momento mis muñecas y piernas apresadas impedían que huyera de ahí, en verdad no daba para mas, mi cabeza trabajaba como podía, mis sentidos estaban en su máximo nivel recibiendo la información del dolor y transmitiéndola al resto de mi, y que podía hacer? Seguía sin saber lo sucedido, una laguna que ya parecía un abismo interminable y yo le miraba tratando de sacar de ahí mi memoria.
Finalmente deje de contar los golpes, me costaba demasiado preocuparme por algo así cuando apenas podía respirar sin infligirme mas dolencias pero de pronto, cesaron. Ni siquiera le miraba, mis ojos estaban prendidos del bastón, el puñal había cambiado de color, del dorado al rojo. Goteaba.
Ahora. Me dirás quien fue, pequeño iluso ingrato?- preguntó lo mas calmado que pudo aunque deseaba que le diera un paro ahí mismo, ni que estuviera muy lejos de la realidad en cualquier caso-
Seguía prendado del bastón, el liquido carmín era mío, por tercera vez lo sentí, lo probé y lo vi. Permanecí así por unos instantes, perdido, encontrado en la nada. Cuando el bastón de movió nuevamente, de pronto sentí su punta metálica bajo mi quijada, Voltaire Hiwatari nunca soporto la indiferencia, y mucho menos la tolera.
no piensas contestarme acaso, nieto?-
no lo sé. no lo sé……ni siquiera se que rayos pasó! No sé como termine en esa habitación, no sé que sucedió, no sé nada!- esta vez era yo que perdía la cordura, no importaba el dolor en mi pecho, no importaba la sangre que perdía-
Ante mi el hombre encolerizado desapareció en unos instantes, luego de una mirada escéptica, y pronto regreso la faceta que muy dentro me atemorizaba aún mas. Frialdad y calculo. En esos momentos dejaba de ser yo ante sus ojos, y regresaba a lo que el llamaba, herramienta.
Pasaron unos minutos, no sé si serían uno, dos, tres….en esos momentos la sensación del tiempo siempre tiende a ser mas lenta y larga, hasta que pareció concluir con sopesar sus planes.
eso…esta bien-farfulló y retiro su bastón que hasta el momento aún se hallaba en mi quijada-
Se acercó a mi, tendió su mano y, me besó en la mejilla…..
Perplejo, solo sentí como pasaba su mano entre mi cabello, con suavidad, con cariño?
Seguido a eso, sacó un pañuelo, limpió la sangre en mi quijada y la que se hallaba en su bastón. Y sin decir mas abandonó la celda.
Cuando la puerta se cerraba parecí volver en mí, confundido, alterado, alcé la vista hacia le entrada de metal.
gracias…-murmuré-
Solo me quedé en la oscuridad, solo pero reconfortado.
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Luego de la visita de mi abuelo, siguió al poco tiempo la de otros, a esos les conocía bien, seria justo decir que era algo como cliente frecuente de sus servicios, con eso me refiero al equipo medico.
En esos momentos "amnesia" quedo como sombra, al segundo plano, me dolía respirar, ahora sentía también liquido caliente bajar hasta mi pierna izquierda, mas sangre, me sorprendí preguntarme cuantos litros habría perdido desde que llegue a este lugar? Pero, eso no importaba, a que me llevaría saberlo? De momento me parecía bueno. Es decir, aún bajo ordenes, con vigilancia constante, y demás, esa era la vida que me tocaba vivir, la que mi abuelo quería para mi. Acaso existía algo mejor o peor? Era lo único que conocía no podría saberlo.
Mientras me curaban afanosamente, regresó a mi mente el suave beso de mi abuelo y con eso un sentimiento. Una palabra que en este lugar no se oía, y tal vez mucho menos se mencionaba. Familia.
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Pasó cerca de una semana, no volví a ver a Voltaire hasta esa mañana.
Entrenaba desde hacia 2 días, bajo la atenta e incansable lente de las cámaras, aislamiento especial. Después de todo ya perdido 5 días de practica y si seguía de ese modo no solo tendría que tratar de recobrar infructuosamente mi memoria sino que soportaría entrenamiento especial, algo mucho peor que el aislamiento.
Además me sentía mucho mejor, ya no me dolía el pecho, respiraba normalmente, las heridas y golpes se curaban por si solas, y mi mente ya se había estabilizado, aunque eso lo atribuya mas al tratamiento que venia recibiendo.
Por ahora me concentraba en el estadio, y el blade que en él giraba. A la vuelta echaba centellas, giraba casi perfectamente, digo casi porque hace rato me concentre tanto que lo mande de plano a volar y se estrello en una columna cerca de aquí, y dejo mella en el.
El blade azul, gira y gira, concentrado como estoy es apenas si oigo las pesadas puertas abrirse hasta que el guardia me llama. Abruptamente el blade se detiene y alzo la vista. El hombre menciona a Voltaire, recojo el blade y me encamino tras él.
Rápidamente llegamos hasta la oficina de mi abuelo, ahí el guardia tocó anunciando mi presencia, abrió la puerta y me indico que pasara, una vez dentro dio media vuelta y cerro la puerta tras él.
pasa Kai-me invitó la voz de mi abuelo girando sobre su silla ejecutiva-
Probablemente debí percatarme de sus planes, ese momento habría sido propicio, el único. Pero en mi solo florecía el sentimiento de había una semana, cuando volvió a ser mi abuelo.
Error.
Mas exactamente , error no desaprovechado.
Kai, quien eres?-inquirió de pronto-
soy Kai, Kai Hiwatari. -no entendía el porque de su pregunta-
Kai, que eres?-siguió-
tu nieto-respondí sin pensarlo-
Intenta otra vez. Kai, que eres?-preguntó nuevamente sin inmutarse. Súbitamente realice que buscaba en mis palabras-
una herramienta. Un eslabón en un plan grandioso para la familia Hiwatari.-contesté sin temblar-
si eres una herramienta, a quien le debes lealtad y obediencia?-
a ti-respondí, me miro con severidad-A Voltaire Hiwatari-añadí-
ahora, sabes cual es tu propósito?-
perfección?- dudé, era la primera vez que me preguntaba algo así-
no. Ese es tu objetivo.- permaneció en silencio antes de seguir, frotó sus manos y sonrió-
como Hiwatari debes ser perfección, pero como herramienta debes servir a tu propósito-Enunció aquello con esa sonrisa que rara vez le vi al tiempo que dejaba el escritorio y se acercaba a mi-
Supuse que esperaba mi afirmación así que asentí con la cabeza. Como hacia días atrás, lucia complacido, acercó su mano y acarició mi mejilla. Por un breve momento recordé algo, al menos eso pareció, una sensación de seguridad, de calor, pero cuando me habría sentido así?
no preguntaras cual es tu propósito en estos momentos?- preguntó deteniendo su mano-
Balclovf – se coló de mis labios-
ve y yace, nieto- ordenó en primer lugar y suavizo cuando se refirió a nuestra unión filial-
Antes de partir, elevó mi rostro en su dirección para depositar un nuevo beso en mi mejilla.
P.O.V. End
Kai se sentó silenciosamente al borde de la cama, sus manos apoyadas en sus rodillas, su mirada fija en ellas. En su mente solo resonaba una voz, Voltaire le ordenaba sin rodeos y por segunda vez en esos días yacer con ese hombre, le repetía por enésima vez que ése era su deber, su retribución por el bien de la familia, en si, que su cuerpo era un pago por su propia vida y que nada tenia que decir o reflexionar al respecto, encima de que lo decía con tanta normalidad frotándose las manos, dejando una curiosa mueca que el chico identifico como una sonrisa complacida, se sorprendió preguntarse si esa era la felicidad de su abuelo. Como podía pensar en oponerse? Voltaire era su único familiar, era su abuelo, y él, era parte de la familia, Kai Hiwatari en algo debía ser útil, eso era lo que Voltaire esperaba de él y así debía ser. En su recuerdo asintió una vez mas resignado a su destino.
Levantó la vista tras escuchar un par de pies detenerse a escasos pasos de él, lo suficiente sin embargo para deducir de quien se trataba, ante él, Balclovf se erguía mas amenazador que en cualquier otra ocasión, parecía contemplarlo a través de su máscara. Finalmente se acerco una mano al rostro retirando la mencionada antifaz y sus ojos violeta se cruzaron con los carmín del chico. Kai no pudo evitar sino sentir un escalofrío, un mal presentimiento. Y luego, temor, cuando la mirada del hombre se detuvo en cada centímetro de su cuerpo, alargándose sobre todo en su parte media. Definitivamente no le agradaba la sensación.
Súbitamente una nausea le invadió, eso no se sentía bien, no era correcto, no lo era. Pero, Voltaire se lo ordenaba, además, ya estaba ahí, a punto de yacer con Balclovf y no había modo alguno de evitarlo.
Una áspera mano tomo su rostro, acariciando su mejilla casi con suavidad, su mirada se fijo fugazmente en Balclovf pero no aguanto rehuyéndolo. La mano lo abandono con brusquedad.
algo que te moleste, joven Kai?- pregunto maliciosamente-
El chico se sobresalto, que haría si Voltaire se enteraba, no podía rehuir, no podía negarse, en cierto modo había jurado y su vida no le pertenecía mas que a su abuelo. Con esfuerzo encaro nuevamente al pelimorado, tratando de mantener contacto.
nada, nada en lo absoluto-respondió con todo el orgullo que pudo agrupar-
bien- se limitó Balclovf luciendo una rara sonrisa, la cual Kai ya había presenciado en repetidas ocasiones. Le recordaba las veces en que el pelimorado se detenía a mirarlo de pies a cabeza en su entrenamiento o cuando "jugaba" con él en sus comentarios sarcásticos y esperaba la respuesta siempre presuntuosa del bicolor-
Acto seguido, y sin mas preámbulos ordeno al chico escuetamente que se despojara de su ropa, la poca que le quedaba en cualquier caso, mientras a su vez hacia lo mismo. Pronto el pesado abrigo cayo en una silla seguido por el resto de su vestimenta. A los poco momentos se hallaba nuevamente ante el chico, con la misma sonrisa que antes, solo que ahora era apenas perceptible, y mucho mas amenazadora sin duda.
échate-murmuro el hombre, no le quedo duda de que fuera mas una orden que una solicitud-
Las sabanas eran frías, sedosas como podría ser su piel y mas, pero eran frías. Sus músculos se contrajeron al entrar en contacto con la materia, mientras se deslizaba por la tela un suave "fru-fru" le acompañó, el sonido que sin duda le acompañaría mucho en los momento venideros.
Sin embargo a penas y si se hubiera acomodado que el peso del otro hombre cayó en Kai, un breve deseo de escapar se apodero de él pero ya era muy tarde. Sin casi esfuerzo Balclovf sujeto al chico por las muñecas incapacitando sus brazos, las nauseas volvieron junto a la desesperación pero el jefe de la abadía ya tenia otros planes. Sin soltar las muñecas del bicolor saco de por dios sabe donde un par de ligas, mas parecían cintas de cuero, Kai las vio y sabia lo que vendría, ya no podría luchar, seria un animal encadenado como hacia pocos días en otras circunstancias de castigo. Sintió la segunda liga ajustarse a su muñeca, igual que a la primera Balclovf se cercioro que ajustaran lo suficiente sin margen a soltarse o a liberar a su prisionero aun si intentara dislocárselas, si, eso también sucedía con frecuencia en la abadía y por igual de dislocaciones voluntarias de los residentes se procedía a otras a modo de castigo por lo cual no se fiaba, nunca. Esa era a primera regla en su extraño y retorcido código. Su presa debía estar a su merced o no podría disfrutarla, no podría romperla.
El primer contacto como Kai supuso no seria nada gentil, de un brusco jalón de pelos el pelimorado arqueó el cuello del chico dejando su garganta totalmente al descubierto, y sin aguardar mas su lengua empezó a lamerlo y besarlo, el ojicarmín no sabia ya que hacer sus pocas fuerzas comparadas con el adulto le abandonaban, así, la resignación le fue envolviendo hasta que dejó de luchar.
Balclovf sintió la baja de tensión en los músculos del chico, y con eso siguieron sus besos ligeramente mas agresivos sin mencionar las cuantas succiones que le hacia, hasta que abandonó el cuello y sus manos acariciaban la tersa piel esperando la reacción en sus pezones, en cuanto mostraron señales atrapo a uno sin dejar de pasear sus manos por el resto del torso y espalda del bicolor.
Una extremidad erguida le sorprendió de pronto, y se detuvo a observar. Sonrió de manera enferma, aquello solo aumentaba su apetito. Ya era tiempo suficiente.
Sin mostrar siquiera consideración del hecho que sin duda al entrar en él lo lastimaría Balclovf lo poseyó a toda prisa, a lo que el chico solo pudo soltar un desgarrador grito sin oídos que escucharan o atendieran sus suplicas. El dolor era demasiado, al momento le recordó el mismo dolor con el que se despertó aquella vez, también en una cama ajena.
Eso en cualquier caso pareció entre frustrar y aumentar el placer de Balclovf, con cada segundo lo poseía con mas fuerza, adentrándose mas y mas sin impórtale lo que sintiera el pequeño cuerpo en sus brazos.
Entonces sin desearlo siquiera su cuerpo sucumbió al efecto del sexo, éxtasis, y para la mayor frustración de Kai su propia semilla fue la que cubrió las sabanas, lagrimas salían de sus ojos cerrados por el dolor y la vergüenza. Balclovf solo atino a sonreír sádicamente.
porque ocultas tu placer?- le susurro entre dos bocanadas de aire-
Un momento después el cuerpo del chico empezó a moverse con el que lo hacia dueño, arqueando la espalda con cada abatida, sus muñecas atadas se debatían con fuerza sin mayores logros, su respiración mas agitada le impedía gritar. Aprovechando ello el pelimorado presiono aún mas contra las caderas hasta que tuvo paso libre y sembró su semilla.
Como un latigazo Balclovf se retiro del chico y se dejo tumbar sobre él aún tomando bocanadas de aire ardientes que soltaba en las orejas del bicolor. Ya todo habría terminado? Fue lo único que sobrevino en su mente. Guardaba miedo, sentía asco, pero ya había acabado.
Sin embargo. Nunca nada es de una sola faceta, muy dentro de sí, mientras su mente clamaba descanso y sus ojos ya ni podían abrirse del ardor que sentían, un pensamiento lo atravesó, no pudo rechazarlo, no pudo negarlo, simplemente no pudo luchar contra él y dejo que le susurrara como el lejano eco de una voz familiar.
le perteneces, y aún con negación o sin ella lo disfrutaste…..-
Le resultaba sin duda demasiado familiar, era suya pero las palabras las había oído antes. "Me perteneces", "me pertenecen", todo era pertenencia, todo era poder, el poder de subyugar una voluntad, de poseer un alma, en sí la sublime sensación de ser quien tiene control en algo o alguien.
TBC-
Lo sé, lo sé, quieren matarme, ciertos beyluchadores anónimos (personajes) y otros no tanto (lectores) quieren lincharme, y yo? quiero vivir en un instituto psiquiátrico o ….tal vez, darme a la fuga –sale corriendo dejando una estela de polvo—
PD: al menos no hubo una araña cerca esta vez…-sigh-
Review please y trataré de actualizar mas seguido -sigh- al menos estuvo un poco mas largo felices?
