Leyenda Urbana
Por Dark Wing Fairy
Capítulo tres
-MIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIAAAAAAAAAAAAAAAAA,- Grito Sora desesperada.
-Buenas noches,-
-MMM,-
-Señorita Layla,-
-Layla que haces aquí,- preguntó Sara mientras agitaba a Sora para sacarla del estado de shock.
-Ah, Sara, lo que pasa es que tuvimos un problema en mi Mansión y por un día no contaremos con luz eléctrica, así que decidí venir a los dormitorios del escenario Kaleido a pasar la noche, no hay problema verdad,-
-No claro que no, pasa,-
-Este, no se olviden de mí,- Mia estaba tirada en el suelo, y hacia señas para que la ayudaran a levantarse.
-Y tú como te caíste,- preguntaba Sara mientras se acercaba al umbral para recibir a Layla.
-Creo que fue mi culpa,- dijo Layla, -Mia se resbaló puesto que yo abrí la puerta antes que ella,-
-Ah, y nosotras que pensamos que se la habían llevado,- dijo Anna mientras ayudaba a su amiga a ponerse en pie.
-Ouch, me duele,-
-Vez, por andar contando cosas que no debes,- decía Anna mientras cerraban la puerta.
-Sora,- preguntaba Layla mientras se acercaba a la chica de pelo rosa, la cual seguía con la mirada perdida, - Pero que le pasa a esta niña,-
-Ah, no es nada, ahorita lo arreglamos,- diciendo esto Sara tomaba a la chica por los hombros agitándola a mas no poder para que reaccionara.
-EH, donde, MIA, MIAAAAAAA, SE LA LLEVO EL ESPIRITUUUUUUUU,-
-Calmate Sora, Mia esta bien,-
-Si mira, solo me duele el brazo, pero ningún espíritu me ha raptado, jejeje,-
-Ah, entonces, AAAAAAAAAAAAAH, señorita Layla y usted¿qué hace aquí,-
-Vengo solo a pasar la noche, Sora, te parece bien si me siento junto a ti,-
-Oh, claro, usted es libre de sentarse donde quiera,- finalmente Sora había recobrado toda la cordura, (bueno al menos casi toda).
-Y qué es lo que hacen todas reunidas aquí,- preguntaba Layla mientras se colocaba junto a Sora.
-Oh, es que decidimos hacer una pijamada,-
-Ah, y los gritos que escuche antes de llegar, a qué se debieron,-
-Eso fue solo un poco de ambiente,- contestaba Sara mientras ella y las otras dos chicas se colocaban otra vez en los futones.
-Bueno, yo no vengo a interrumpir, sigan con la fiesta,-
-Claro que sí, Layla quieres sake,- preguntó Sara mientras le ofrecía un pequeño vaso.
-Ey, porque a ella si le ofreces y a mí no,- reclamaba Anna mientras Layla negaba con la cabeza el ofrecimiento.
-Esta bien, y ahora que hacemos,- preguntaba Mia, un tanto inhibida; la verdad es que juntar a Sara en sus fiestas era una cosa, puesto que le tenían mucha confianza, pero ahora con la Señorita Layla, la atmósfera se había puesto un tanto pesada, no se sentían con la libertad de hacer o decir muchas cosas y todo por el gran respeto que le tenían.
-Chicas no quiero que se inhiban delante de mí, hagan de cuenta que yo soy una de ustedes,- sabiamente hablo Layla; había captado a la perfección el cambio de ánimo de las jóvenes, y para relajar un poco la tensión decidió emitir este comentario.
-Es verdad,- dijo Sora un poco más respuesta del susto, -SIGAMOS CON LA FIESTA, TODAVÍA HAY NOCHE POR DELANTE, UJUUUUU,-
-SIIIIIIIIIIIIIIIIIII,- se unieron las demás al grito.
-Bueno, en que íbamos,- preguntaba Sara mientras se servia otra copa de sake.
-Yo estaba contando una historia, pero ahora propongan otra cosa,-
-Como qué,-
-Pues no sé, que tal un juego,-
-Y que clase de juego quieren,-
-Mejor sigue con las historias Mia, eso es más interesante,- decía Sara mientras volvía a llenar el vaso.
-Esta bien, pero ahora no contaré historias de terror, sólo serán historias normales, a todo esto, ahora que recuerdo tengo una idea sensacional para una de las puestas en escena. Quien que les cuente,-
-SI,- contestaron todas entusiasmadas.
Después de una hora las chicas seguían escuchando atentamente y participando en el relato que Mia estaba contando, todas excepto Sara quien ya tenia unas cuantas copas encima.
-Chi, hic, chicasssss, se me acabo el sa…hic,… sake, voy por mashhhh,- apenas y sus palabras eran entendibles, y tambaleándose Sara se dirigió a la cocina en busca de la segunda Botella de sake patrocinada por Sora desde Japón.
-Sora,-
-Si, Mia,-
-Cuantas botellas de sake le regalaste,-
-Creo que fueron tres,- respondió muy quitada de la pena la chica de pelo rosa, sin entender a lo que se refería su amiga con la pregunta.
-Ah,-
-Oye, no es justo, ella ya va por la segunda botella y nosotras nos tenemos que conformar con un simple jugo de frutas,- Anna volvía a reclamar.
-Shhh, no digas eso Anna, y menos delante de la srita. Layla, qué va a pensar de nosotras,- dijo en un murmullo Mia mientras le propinaba un leve codazo a la chica de pelo corto.
-Ella ni se enteró,- respondió Anna al momento en el que señalaba el lugar vació en donde se supone que estaba Layla.
-Y a donde fue,- preguntó Mia sorprendida.
-MM? Ah si se refieren a la Srita. Layla, hace un rato dijo que tenia ganas de ir al tocador,- respondió Sora.
-Y tú donde andabas,-
-Ah, fui por uno vasos, lo que pasa es que me dio sed y preparare un poco de jugo de frutas, gustan,-
-Claro Sora, si quieres te ayudo,- dijo muy solícitamente Anna, al momento en el que se levantaba, -Dejaste la jarra en la cocina, verdad,-
-Si Anna, que linda eres, entonces si tú me ayudas con eso, yo voy acomodando los vasos y la botana que preparé,-
-Claro, ahorita vengo,- diciendo esto la chica se va muy feliz a la cocina.
-"mmm, por que estará tan feliz?",- pensaba Mia mientras la veía partir.
Antes de que Anna llegase a la cocina escuchó voces en ella, entonces muy sigilosamente se acerco a la puerta; era nada menos que Sara y Layla, la chica rubia le decía a dueña del departamento que quería tomar una ducha pero que no había traído consigo una bata, así que le estaba pidiendo de favor que le prestase una de ella.
Así pues el par de rubias dieron la vuelta y se dirigieron hacia donde se encontraba Anna, esta reacciono rápidamente y se oculto entre la sombras para que no la vieran.
-Vaya, vaya,- dijo silenciosamente la chica de pelo corto, -bueno, me dejan el camino libre,- y como un ninja se introdujo en la cocina.
Después de unos cuantos minutos…
-No crees que Anna ya se tardó Mia,-
-No te preocupes, mira vez ahí viene,-
-Hola chicas, ya regresé,-
-Por qué te tardaste tanto, si el jugo ya estaba preparado,- preguntaba Sora mientras Anna depositaba la jarra en el centro del salón.
-Por cierto, donde están Sara y la srita. Layla,-
-Eh, ellas están un poco ocupadas,-
-Y tú como sabes eso Anna,-
-Ah, es que las vi salir de la cocina antes de que yo entrara por el jugo,-
-Oh, bueno,-
-Mientras que vuelven que hacemos,-
-Qué les parece si les sirvo un poco del jugo que preparo Sora,-
-Si, yo quiero,-
-Bueno, a mí sírveme también,-
-Ey, yo también quiero no se la terminen,- de pronto de quien sabe donde aparece Sara muy respuesta, aparentemente ya se le había bajado la borrachera.
-Bueno, a mí también denme un poco, por favor,- tras ella emergió la figura de otra conocida rubia.
-Esta bien, todas beberemos del jugo que preparo Sora,-
-SIIIIII,-
Pasaron unos cuantos minutos, y las chicas estaban muy contentas, platicando del clima y de cosas sin trascendencia.
-MMM, no sé porque me siento un poco mareada,- decía Sora mientras dejaba en el suelo su quinto vaso de jugo.
-¿Q…qué di…ces Sora,- Mia apenas y alcanzaba a articular palabras.
-Hic, chiiiicas, que bien me siento, hic,- intervenía Sara, -Shorita, que buen, hic, jugo preparashte, te hic, conviertes en la preparadora de be,… hic, bebidas ofishiial..,-
-Si, Sara lo que tú digas,- contestaba Anna con una gran sonrisa en el rostro, - Mientras tanto SALUUUDDDDDDDDDDDDDDD,-
-Yo lo que tengo es sueño,- en el otro extremo de la sala hablaba Layla pero su tono de voz era mas informal, no tan rígido como el que ocupaba siempre, -Y si nos dormimos, ya,-
-No Layla, no seas aguada,- decía Sara mientras se acercaba a la chica para abrazarla.
-Es que tengo sueño,- reclamaba la rubia, con un tono un tanto infantil.
-Si Layla, te sirvo otra para que te alivianes,- mientras decía esto Anna se levantaba de su lugar para tomar el vaso de la chica.
-No, mejor yo aquí ya le paro, déjenme descansar,-
-AAAAAAAAAAAAAAAAWWWWWWWWWWWW,- (bostezo)
-mmm,-
-Sora, tú también tienes sueño,-
-Siiiiiii, yo también quiero dormir,- ahora la chica de pelo rosa clamaba por una cama, o por una almohada, lo que viniera primero.
-Bueno entonces, ya hasta aquí le paramos, vamos a dormir,- decía Mia mientras se acomodaba en el futón.
-Oigan pero solo son tres futones,- dijo Sara mientras hacia como que contaba con un dedo.
-Bueno, nosotras somos cuatro,- ahora era Anna quien hablaba.
-Entonces cuatro de nosotras tendrán que compartir el futón, y una se quedará sola,-
-Bueno, y como lo decidimos,-
-Que les parece un juego de "piedra, papel o tijera",-
-Si, vamos jugaremos eso,-
Las chicas estaban muy mareadas y no sabían porque; tal parece que el efecto de la bebida era devastador, aunque simplemente era jugo de frutas 0o.
-Venga, "piedra, papel o tijera",-
-Tijera mata papel; Gano yo, entonces ustedes cuatro tendrán que repartirse en los otros dos futónes,-
-Esta bien, ahora nosotras, "piedra, papel o tijeras",-
-Anna y yo somos tijeras, entonces nosotras dormimos juntas,- decía Mia mientras se veía las manos.
-Tú y Layla dormirán en el otro futón, Sora,-
-Lo que sea, yo tengo sueño,-
-Bueno, Sora y yo dormiremos juntas,- para este caso Layla ya se estaba acomodando en el futón.
Las chicas se preparaban para dormir cuando…
-OYE TÚ NO TIENES DERECHO A DORMIR CON LA SEÑORITA LAYLA,-
-Ehhhhhh,- todas las jovencitas salieron de su adormilamiento, alguien había entrado en la recamara haciendo gran estruendo.
FIN DE CAPÍTULO TRES
