Leyenda Urbana
Por Dark Wing Fairy
Capítulo cuatro
-Ehhhhhh,- todas las jovencitas salieron de su adormilamiento, alguien había entrado en la recamara haciendo gran estruendo.
-Pero que pasa,- preguntaba Sara mientras se levantaba toda mareada.
-Mei? Y tú que haces aquí,-
-Algo me decía que había problemas en este lugar,- la chica de pelo negro azulado se acercaba a grandes zancadas hasta el futón en el que Sora y Layla dormían, -Sora, como te atreves a dormir junto a la Señorita Layla, eso no lo voy a permitir,-
-Pero Mei, es muy tarde, y además yo tengo sueño, vete a dormir con Sara,- respondía Sora mientras se acomodaba nuevamente en el futón.
-OYEME, QUE NO ME ENTIENDES, NO TE PERMITO DORMIR CON ELLA,-
-Disculpa, Mei, así es como te llamas, verdad,-
-Oh, Señorita Layla, perdón no quise despertarla,- los ánimos subidos de Mei cambiaron inmediatamente al escuchar la voz de su heroína.
-Mira, no es hora de estar haciendo ruido; por favor, déjanos dormir, además Sora y yo ganamos el derecho de quedarnos con este futón, así que buenas noches,- y así como así la chica de ojos azules se volteo, se echo la frazada encima lista para regresar al reino de los sueños, con angelitos borrachos.
-Ppe, pe, pero, yo no puedo permitir esto,-
-Ay, Mei has logrado tú cometido, me has espantado el sueño, bueno niña, y a todo esto como llegaste aquí,- preguntaba Sara mientras se incorporaba y tomaba posición de flor de loto encima de su futón.
-Oh, es que, yo…,- la joven china se estaba poniendo de mil colores, ni ella misma sabia el porque de su llegada a los dormitorios, no podía explicar semejante cosa; se suponía que estaban de vacaciones, además tenia que escoger con cuidado sus palabras pues no podía rebelar que se la paso la noche en vela fuera de la Mansión de la Señorita Layla, ya que últimamente era su costumbre espiarla; eso sería confesar que era una ACOSADORA.
-Suficiente, ya me espantaron a mí también el sueño,- ahora era Anna quien reclamaba.
-Ah, esta bien, yo también estoy más despierta que el gallo madrugador, y ahora que hacemos,- preguntaba Mia mientras se incorporaba.
-Creo que las únicas que no se dan por enteradas son Sora y Layla,- Sara mencionaba esto mientras señalaba al par de chicas que estaban muy abrazadas en el futón y profundamente dormidas.
-"AY NO ESO NO PUEDE SEEEEEEEEEEER",- pensaba Mei mientras se mordía un labio al ver la escena.
-Agh, y ahora,-
-Bueno pues a seguir la fiesta, ni modo,-
-Ay si, bien sufridas,-
-Bueno, pues porque todo esto es tú culpa, ahora Mei tendrás que entretenernos, venga, cuenta algo o haz algo, pero ya,- decía Sara mientras se servia el último vaso de jugo de frutas.
-Yo no voy a entretenerlas, pues que se creen,- replico la chica.
-Cómo que¿qué nos creemos, a ti se te ocurrió la magnifica idea de venir a despertarnos, así que eso es lo menos que puedes hacer,- ahora era Mia quien hablaba.
-Oigan ya se acabo el jugo, no queda más en la cocina,-
-Este, si quieres yo voy por más,- Anna tomo rápidamente la jarra y se dirigió a la cocina mientras las chicas seguían discutiendo acaloradamente.
-Bueno haré lo que me piden, pero con una condición,-
-Cuál-
-Qué Sora y la señorita Layla participen,-
-Si no te haz fijado, están profundamente dormidas,-
-Pero las podemos despertar,-
-Bueno si ya estamos despiertas todas, no veo el caso para que ellas no lo estén,- y al momento Sara se incorpora y se dirige hasta el futón en el que descansan las susodichas.
-Sara, qué vas hacer,- preguntaba curiosa Mia.
-Ya veras, ya veras,- respondió la rubia mientras se acercaba despacio al oído de Sora, -ÚLTIMA LLAMADA, ÚLTIMA LLAMADA A ESCENA,- grito Sara.
-SI, YA VOY,- el efecto fue genial, al momento Sora se levanto de un salto y hizo respiración y moviendo los brazos se dispuso a entrar en escena.
-Calmada Sora, no estamos en el escenario, solo queríamos despertarte, jijij,- rió Sara mientras le ponía la mano en el hombro para que se calmara.
-Eh, pero por que me hiciste eso Sara,- se quejo la joven.
-AAAH, qué es lo que pasa,- preguntó Layla mientras se incorporaba, -Por qué me despiertan,-
-Venga chicas que todavía no se acaba la fiesta, además ya tenemos nueva integrante y por ser la recién llegada nos va a entretener,- decía Anna mientras regresaba de la cocina con una nueva jarra de jugo y más vasos, -Y para que no pasemos sed, aquí traje más jugo, UJUUUUUUUU,-
-Oye, Anna tú lo preparaste,-
-Si Sora, por qué,-
-Es que yo sólo había preparado una jarra,-
-Bueno, pruébenlo, tal vez no sea tan bueno como el tuyo pero creo que causará el mismo efecto, ejejeje,- rió por lo bajo la chica mientras colocaba la jarra al alcance de las jovencitas.
Este gesto no paso desapercibido por Mia quien seguía preguntándose por la extraña actitud de su amiga hacia la bebida; pero dejo el tema por la paz al momento en el que todas bebieron y felicitaron a la cocinera por el buen sabor del jugo.
-Oye Anna, está mejor que la anterior y no es por ofenderte Sora,- dijo Sara mientras bebía con entusiasmo.
-No te preocupes, puesto que yo también pienso los mismo, esta muy sabrosa,-
-Venga que yo también quiero,- pidió Mia mientras extendía su vaso para que le sirvieran.
-Toma Mei, y aquí tienes la tuya Layla, digo Señorita Layla, perdóneme,- repuso Anna mientras les hacia entrega de sus bebidas.
-No te preocupes Anna, al contrario que bueno que tocas el tema, quiero que se dirijan a mí de una forma menos formal, llámenme por mi nombre, no veo problema en eso,-
-Esta bien entonces Layla toma tu vaso,-
-Gracias,- dijo la chica oji-azul mientras aceptaba el vaso.
-Bueno chicas pues SALUD, hasta el fondo,-
-Wuau, que rico, lo bueno es que podemos refrescarnos y más con el calor que esta haciendo esta noche,-
-Y ahora qué,-
-Pues, le toca a Mei, ella nos tendrá que entretener. Venga chica somos todas tuyas, ejejeje,-
-Bueno, pero que es lo que quieren que haga,-
-No sé, cuéntanos algo, baila, canta, lo que sea, pon un juego,-
-Que les parece si jugamos verdad o reto,-
-No gracias,- contestaron las chicas.
-Por qué, es un juego muy entretenido,- decía Mei tratando de convencerlas.
-Es que tuvimos ya nuestra ración de verdad o reto hace un rato, invéntate otra cosa,-
-mmm, bueno, tienes barajas o domino Sara,-
-Tengo un domino que me regalo un amigo, déjame ver donde lo deje,-
-Esta bien jugaremos domino,-
-Y eso como se juega,-
-Ah, ahorita les explico,-
-Miren aquí está,-
-Bueno tráelo y jugamos,-
Así las chicas se pusieron a jugar domino, Mei les enseño y como es un juego muy fácil pues en un momento todas se convirtieron en expertas.
-Venga, que yo he cerrado la partida,-
-No se vale Layla, eres buena, ya déjanos ganar,-
Pero algo raro pasaba con las chicas, seguían bebiendo jugo de frutas y este nuevamente estaba causando estragos, puesto que la actitud de las muchachas era diferente.
-Nada, otra vez, vamos a jugar,- Layla se había ambientado de maravilla, incluida Mei ahora la atmósfera era mucho más relajada, se diría que DEMASIADO.
-Qué te parece Sorita?; si no te apuras te voy a ganar otra vez,- decía la chica rubia de ojos azules mientras se acercaba a Sora.
-No se vale, yo todavía no entiendo este juego,- respondía la susodicha con una mueca infantil en su rostro.
-Yo ya me canse,- replicaba Sara mientras lanzaba sus fichas, -Es hora de hacer otra cosa,-
-Si yo también ya me aburrí,- ahora era Anna quien replicaba.
-Bueno y qué proponen,- preguntaba Mia.
-Lo que pasa es que no quieren que les gane,- nuevamente hablaba Layla.
-A decir verdad, yo también me aburrí, oigan, les propongo algo,-
-Si, que propones Mei,-
-Vayamos al escenario y hagamos unas cuantas acrobacias, no creen que sería divertido,-
-Pero si el Jefe Kalos se entera nos mata,- replicaba Sora mientras movía la cabeza en señal de negación.
-Vamos, le ponemos a Sara enfrente y verán que ni se enoja,- respondía Layla mientras se levantaba dirigiéndose a la puerta.
-Siiiiii. Yo lo apaciguo, vamos al escenario,-
-Entonces está decidido, vamos al Escenario Kaleido,.
Y de pronto las seis mujeres estaban en camino del Escenario, algo extraño les pasaba, estaban muy desinhibidas y felices, era como si estuvieran borrachas.
-Chalalalala,- tarareaban tontamente una canción.
-Por cierto ahora que recuerdo,- decía Mia, -Me contaron una vez una historia,-
-Otra historia de fantasmas Mia,-
-Si, pero esta es referente al Escenario Kaleido¿se las cuento,-
-Si, venga yo no he escuchado tus historias,- decía Mei mientras iba muy abrazada de Sora.
-Bueno, todo comienza así, dicen que hace tiempo cuando apenas habían creado el escenario existió un hombre, más bien dicho un actor, un acróbata, que en aquellos tiempos era el mejor, pero él vivía fuera del país; y su máxima ilusión era participar en alguna obra de este escenario, dicen que una vez decidió abandonar su lugar de origen y venir a probar fortuna aquí. Su sueño y esperanza eran ser aceptado para cualquier obra, ya que no le importaba si era como el actor principal o de elenco; el chiste era actuar encima de este escenario,-.
-Y luego que pasó,-
-Ah, pues llegó el día en el que se presentó a la audición,.
-Aja, y lo más seguro es que lo aceptaron y entro a la obra como actor de reparto,- dijo Layla en tono de burla.
-No, si fuera eso, la historia no sería interesante,-
Para este caso las jóvenes estaban a unos cuantos metros de distancia del Escenario, pero aún así Mia seguía contando la historia.
-Bueno entonces qué paso con él,-
-Ah, pues el día del estreno, sucedió un accidente en este lugar, el escenario se incendio,-
-Oh, creo que recuerdo ese accidente Mia,- decía Sara mientras su cara se tornaba cada vez más pálida, -fue hace unos siete años, alguien dejo una colilla de cigarro encendida y todo el escenario se quemo, por suerte todos los actores que en ese momento estaban audicionando se salvaron; el seguro pago los daños y santo remedio,-
-Bueno, Sara ya lo confirmo ese accidente fue verdad; entonces no tienen porque dudar de lo que les estoy contando,-
-Pero Mia, Sara nos acaba de decir que todos se salvaron,- dijo Sora mientras ella y Mei se abrazaban más.
-Si, todos excepto uno, el cual quedo aprisionado entre bambalinas y el escenario, dicen que su traje se atoro en uno de los armazones, bueno; pues esta persona murió, y se dice que cuando el escenario esta en calma, y en silencio se ve encima de él las acrobacias de aquel cuyo sueño era actuar,-
-Eso no puede ser verdad, es otra de tus historias,- dijo Anna mientras se colocaban frente a la puerta de entrada.
-Tómenlo como quieran, pero esta historia me fue contada por alguien de aquí, de la ciudad y no por cualquiera sino por una persona que trabaja en el Escenario,-
-Lo conocemos Mia,- preguntó Sara.
-Si, me la contó el papá de Marion, dice que él y sus ayudantes han visto al fantasma cuando en ocasiones tienen que trabajar a altas horas de la madrugada con el fin de terminar las escenografías,-
-Pero tú misma acabas de decir que no se aparece a menos que este todo en calma,- ahora era Mei quien hablaba.
-Ya les dije tómenlo como quieran;, pero esto es solo una advertencia para lo que nos podemos encontrar en ese lugar,-
Las chicas dudaron en su intento de entrar al escenario, nuevamente la historia de Mia había causado mella en su valor.
-Nada¡. Ya llegamos hasta aquí y ahora no vamos a volver a los dormitorios,-
-Pero señorita Layla,-
-Ya te dije que me dijeras Layla, sin el señorita,-
-Bueno Layla, estas segura que quieres entrar,-
-Claro, o me vas a decir que tienes miedo Sora,- preguntaba la chica mientras se acercaba cada vez más a ella.
-No. No tengo miedo, ya bastantes cosas han pasado en esta noche, así que vamos,-
-Bueno pues vamos,-
Sara abrió la entrada principal y el grupo de chicas se interno en los corredores vacíos, que a esas alturas de la noche se veían más escalofriantes que nunca.
Así pues envalentonadas, avanzaron por los pasillos, iban en hilera un detrás de la otra, las primeras en la fila eran Layla y Sara, seguidas de Mia y Anna y por último Mei y Sora; de pronto una luz paso rápidamente a lado de las muchachas.
-AHHHHHHHH,-
-¿Qué te pasa Sora,-
-No, no, no vieron eso,- decía la chica mientras se abrazaba a si misma.
-No vimos qué,-
-La luz, paso una luz a un lado,-
-Ya estas viendo cosas, yo no vi nada,-
-Calmate niña, sigamos,-
-Es… esta bien, pero estoy segura que no era mi imaginación, yo vi una luz,-
-Sí te creemos, ha estas horas todo lo que vez es por culpa de la imaginación y más después de escuchar un relato como el que Mia nos contó,- decía Mei mientras caminaba delante de la joven de pelo rosa.
-O sea, que estas insinuando que es mi culpa,-
-Pues la verdad si; a quién se le ocurre contar una leyenda vieja de este escenario, cuando se nos ocurre venir a visitarlo en la noche,.
-Ah, si lo recuerdas, fue tú idea el que viniéramos aquí,-
-Ya calmense ustedes dos. Que no ven que me desconcentran,-
-Y por qué necesitas concentrarte Layla, además ¿estás enojada,- preguntaba Sara con un murmullo.
-No lo necesito y no; no estoy molesta, pero veo que la única forma en la que entienden esas niñas es cuando les hablo en ese tono,-
-En eso tienes razón, jejeje,-
Tal y como había dicho Layla los efectos del enojo fueron suficientes para calmar los ánimos subidos de Mei y Mia; así pues las chicas siguieron avanzando en silencio. Más no todo era miel sobre hojuelas, de pronto y sin previo aviso, todas las ellas empezaron a sentir escalofríos, y de sus bocas emergía una nube de bao al momento de respirar.
-Oigan, soy yo, o es que está descendiendo la temperatura,- decía Anna mientras se frotaba las manos.
-No. Creo que es la temperatura,- respondía Mei mientras se frotaba los brazos.
-Yo tengo frió,- ahora era Sora quien se quejaba.
-Por cierto ahora que recuerdo,-
-Ya vas con otra de tus historias,-
-No, esto no es una historia, más bien es un dato; se dice que cuando sientes que la temperatura desciende repentinamente es porque hay una presencia espiritual en el lugar,-
-No me digas eso,- decía Sora mientras temblaba por el miedo y por el frío XDD.
-Listo ya hemos llegado,-
-Uhmm,-
-Qué pasa Layla,-
-No van a creer lo que estoy viendo,-
-A qué te refieres,- preguntó Sara mientras se acercaba al lugar en donde estaba la chica de ojos azules; -Pe, pe, pero y esto qué eees,- la chica palideció.
-Qué les pasa a ustedes dos,- preguntaron Mia y Anna mientras se acercaban hasta ellas.
-No puede ser,- dijo Mia cubriéndose la boca con la mano izquierda. Anna ni siquiera emitió un sonido.
-QUÉ ES LO QUE VEN, QUE ES LO QUE VEN,- preguntaba Mei mientras las hacia a un lado, Sora iba tras ella, -Pero que DEMONIOS ES ESO,- dijo la chica de pelo azul marino.
Ante sus ojos el Escenario Kaleido estaba cubierto por una neblina impresionante, (quizá por eso sentían tanto frió XDD), pero eso no era lo más extraño, miles de luces de colores resplandecían tan intensamente que parecía que las estrellas habían bajado desde las alturas.
-Impresionante,- susurro Sora al ver esto.
-Mire, en los trapecios,- decía Anna mientras señalaba con su mano hacia un punto lejano en el techo.
-E.. es una persona,- ahora era Mia quien hablaba.
-Esta haciendo acrobacias,- dijo Layla.
-Es bueno, pero no tanto como yo,- intervenía Mei.
La figura que se veía en los trapecios se balanceaba de un lado a otro con gran habilidad, la imagen era bella pero terrorífica a la vez.
-Ven, les dije, la historia que me contaron era verdad,-
-No, no puede ser,-
-Por qué no?; ustedes lo están viendo con sus propios ojos, ese es aquel actor que murió en el incendio, o ¿como se explican su presencia aquí?-
-YO NO TE PUEDO EXPLICAR NADA, PERO ES IMPOSIBLE QUE TENGAMOS A UN FANTASMA DELANTE NUESTRO,- Mei gritaba a Mia; aparentaba fortaleza pero la realidad era que estaba muerta de miedo. Y no solo ellas dos sino todas las chicas.
-Es, es, es HERMOSO,-
-Eh,- todas voltearon al escuchar esas palabras.
-Sora, ESPERA SORA A DONDE VAS,- decía Layla mientras avanzaba en dirección de la joven, la cual estaba internándose en la neblina, hasta perderse. -SORAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA,- la chica de cabellos dorados no pudo alcanzarla, cuando menos pensó desapareció ante sus ojos.
-Esperen, no se separen, esta neblina es muy espesa, nos podremos perder,- intervenía Sara mientras veía que las chicas iban una tras de la otra en pos de Layla y Sora.
-Pero es que no ves que ellas desaparecieron,- preguntaba angustiada Anna.
-Si lo veo, pero si nosotras también entramos nos perderemos,- Sara trataba de entrar en razón con las jovencitas y lo estaba consiguiendo pues ninguna de las tres se movió de su lugar.
-Entonces¿qué es lo que propones,- ahora era Mia quien hablaba.
-Tomémonos de las manos y entremos a la neblina, así no nos separaremos y con suerte llegaremos hasta Sora y Layla,-
-Bueno, que así sea pero pronto,-
Y sin más demora las cuatro se tomaron de las manos y en forma de cadena humana ingresaron a la gruesa neblina, en espera de dar con el paradero de las otras chicas.
-Sora, SORAAAAAAA, RESPONDEME,- gritaba desesperada Layla mientras estaba parada en medio de la nada, no había señas de la chica de pelo rosa, -"Demonios qué te paso, niña?",- pensaba mientras trataba de fijar su vista.
En otro punto del escenario una pequeña silueta se divisaba.
-No me importa si es un fantasma, espíritu o lo que sea, sus acrobacias son increíbles,- decía para sí una joven de ojos rojo quemado mientras observaba en la parte baja el movimiento de los trapecios. Quien sabe como le había hecho Sora, pero había llegado hasta la parte más delgada de la neblina, así que podía observar con atención todo lo que sucedía encima de ella. Sumergida en sus pensamientos no se percató que alguien estaba tras de ella.
-TE TENGO,-
-AAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHH,-
POOOOOOOOOOOWWWWWW (sonido de golpe)
-Espera soy yo¿por qué me atacas?-
-Srita. Layla,-
-Ay, Sora tienes la mano pesada, me duele,- decía la chica mientras se sobaba la mejilla izquierda.
-LO SIENTO, LO SIENTO, PERDONEME,- la joven no sabia como pedir disculpas y estaba haciendo reverencias a más no poder; y como no hacerlo, por un descuido había atacado a la persona que más admiraba, -"UF, para mi suerte Mei no esta aquí XDD, sino, ay no quiero ni pensar en su reacción XO".
-Ah (suspiros), bueno al menos di contigo. Por favor a la próxima no te separes de nosotras, que no ves que esto es muy peligroso,-
-Sí Srita. Pero es que al ver esas acrobacias, el miedo se me quitó y lo único que quería es observarlas más de cercas,-
-Estas disculpada, y ahora, tenemos que esperar a que las demás nos encuentren,-
-Por cierto desde aquí se ven a la perfección todos los trapecios, mire,- y señalando con un dedo levanto su mano hacia el cielo.
-Sora, yo no veo nada,-
-Pero hace un momento estaba ahí,-
-Pues sí, pero yo no veo nada,-
-Es… est… este, y ahora¿qué hacemos,-
-Mientras no se baje todo perfecto,-
-Mire Srita. Una sombra, y viene hacia nosotras,-
-Tranquila, no te desesperes, y pase lo que pase NO SALGAS CORRIENDO,- decía la rubia mientras se ponía frente a la peli rosada.
-Tengo, tengo miedo, tengo miedo AAAAAAAAAAAAAAAAHHHHH,-
-Ay Sora por qué gritas,-
-Mei,-
-Si, somos nosotras,-
-Ah, que alivio,-
-Gracias a tus gritos las encontramos,- repuso Anna mientras lanzaba una sonrisa a las chicas.
-Al menos ya estamos juntas,-
-Si, pero lo malo es que nuestro acróbata fantasma ha desparecido,-
-Bueno, esa es una buena señal, no lo creen,-
-Por qué lo dices Mia,-
-Si no está, eso quiere decir que no nos piensa hacer daño, a lo mejor ya termino por el día de hoy y espantará hasta mañana en la noche,-
-Ay, Mia, sólo a ti se te ocurre,- decía Anna mientras la veía de reojo.
-JAJAJAJAJAJA,- soltaron tremendas carcajadas las 6 mujeres mientras se daban cuenta de la situación en la que se encontraban; puesto que andaban en fachas, es decir todas con pijama y Layla con una bata sexy patrocinada por Sara.
-Creo que por hoy, hemos terminado, será mejor que regresemos a los dormitorios, no lo creen,-
-Yo apoyo tú moción Sarita, a los dormitorios,-
-Sí, vamos a dormir,-
-Ujuuuuuuu,-
-Aunque creo que no lo haremos por mucho tiempo, han de ser como las dos y media de la madrugada,-
-Y eso que Sora, lo interesante es que esto ya termino,-
-Bueno, eso creen ustedes,-
-Por qué lo dices Mia,-
-Porque ahora que recuerdo, dicen que a estas horas, es la hora de las brujas, es decir es la hora en la que TOOOOOOOOOOOOOOOODOS los ESPIRITUS, salen a pasear,-
-No empieces Mia, eso no es verdad, y ya lo hemos comprobado,-
-No hemos comprobado nada, todavía sigue en pie el misterio del TRAPECISTA FANTASMA,-
-Eso es otra historia, a la camita,- diciendo esto Sara se da la media vuelta en dirección a la salida del escenario, pero un sonido la detiene.
-GGGGGGGGGGGGGGGUOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOAAAAAAAAAAAAAA,- detrás de bambalinas se escuchó esto haciendo que a las chicas se les pusieran los cabellos de puntas.
-Este, la qué llegue al último al dormitorio APAGA LA LUUUUUUUUUUUUUZ,-
-AAAAAAAAAAAHHHHHHHHHHHH,-
Y sin más una a una salieron corriendo como alma que lleva el diablo; después de todas sus aventuras no tenían ni la menor intención de ver a quién le pertenecía esa voz.
-Mujeres, como hacen ruido, y yo que quería descansar,- al fondo en un lugar muy oscuro una figura emergió de entre unas cajas, su silueta denotaba que pertenecía a un hombre, cuyo peinado parecía ser de picos, un pequeño as de luz ilumino su perfil y un brillo proveniente de unos lentes fue lo único que se vislumbro entre la penumbra de la madrugada.
-Vaya, vaya, con que fueron capaces de ver al ESPÍRITU DEL TRAPECISTA; querido amigo pensé que yo era el único que tenia el privilegio de ver tus grandes acrobacias,- diciendo esto el hombre se cubrió y volvió al reino de los sueños.
Mientras en lo alto, en uno de los trapecios una sombra observaba desde las alturas el esplendor del escenario; al momento en el que unos cuantos ases de luz provenientes de la luna llena iluminaban este, en espera de que reanudara su presentación.
Fin Capítulo cuatro
