ACLARACIÓN: Gravitation no me pertenece, es propiedad de la grandiosísima Maki Murakami-sama n.n, este es un fic hecho con el único fin de entretener a sus lectoras, así que cualquier demanda esta fuera de lugar.

Y llegamos al capítulo 1, gracias a todas las que leyeron, es para ustedes y por ustedes que este fic va hacia delante. Gomen por la tardanza T-T pero tenia que estudiar para algunas pruebas de la facultad y... bueno, ya tendré tiempo para escribir todo lo que quiera en las notas XD, así que vamos al fic!.

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CAPÍTULO 1: UNA TRISTE MELODÍA

En el capítulo anterior:

Los ojos verdes se cerraron con fuerza debido al dolor que le produjo oír el nombre de "él" en labios del hombre a quien amaba, pensaba en ese cantante al hacerlo suyo, sabía que las pastillas cumplían esa función... pero aún así... le dolía...

Te amo... – añadió besando los labios del moreno ante unos ojos llenos de lágrimas que los veían desde la puerta.

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La nieve caía copiosa dando vida a aquella ciudad a momentos monótona, alegrando los corazones de cientos de personas que veían con total admiración como la misma se expandía en a lo largo de la metrópoli.

En las sombras apoyó una mano en el cristal del que estaba compuesta la puerta corrediza que se encontraba a su delante, la cual le transmitió lo frío del exterior, observando admirado como la noche había cambiado trascendentalmente.

Es... nieve... – se dijo a sí mismo con cierto tono de melancolía en la voz.

Suspirando hondo corrió la puerta y dio unos pasos fuera de esta hacia el balcón en uno de los pisos del gigantesco edificio que era su cárcel para encarar de lleno a las partículas que caían gentilmente desde el cielo. Extendió una mano logrando capturar un pequeño copo blanquecino, lo observó por breves instantes antes de que este se derritiera por completo convirtiéndose en cristalinas gotas que resbalaron por sus dedos.

¿Cómo algo tan frágil y pequeño podía irradiar tanta belleza, embelesando al más duro con una mirada, con un gesto de calidez, con toda su pureza...

En el viento oyó a su risa, esa que era única. El lazo que mantenía sujeto su pelo resbaló facilitando el trabajo de la fría brisa que elevó las largas hebras negras elegantemente, meciéndolas en un continuo vaivén.

Bajó la mano permitiendo que el agua siguiera su curso, respirando profundamente el fresco aroma del ambiente, dejándose llevar por el pasado que revivía con cada frío roce sobre su piel.

Ko... ichi... –

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Las lágrimas que luchaban por salir de sus ojos nublaron su mirada momentáneamente, sentía como cada parte de su cuerpo temblaba al momento en el que el mundo, sus ilusiones y su corazón se hacían añicos.

Soltó la bolsa que sostenía en las manos instintivamente, la misma que hizo un ruido casi inaudible al caer conjuntamente con sus lagrimas, las cuales empaparon su rostro joven, borrando la gran sonrisa que llevaba segundos atrás. Sentía como el tiempo se detenía, como el silencio interrumpía cada uno de sus sentidos.

Sólo él y aquel cuadro tan triste... sólo él y su dolor...

Desvió la mirada clavándola en el piso, negándose a aceptar lo que sus ojos le mostraban tan cruelmente, viendo con suma tristeza la bolsa que yacía a sus pies y en la que llevaba tan ilusionado el atuendo especial que pensaba ponerse en ése mismo instante y había comprado sólo por él...

¡YUKI!... ¡ahhh!- cerró los ojos con fuerza al oír la voz joven gritar el nombre del escritor, aquel nombre que alguna vez saliera de sus labios en tantas situaciones similares, sin embargo... ahora...

Dio media vuelta, apoyando su espalda contra la pared a un lado de la puerta que permanecía semiabierta, haciendo intentos vanos por seguir manteniéndose en pie, obligándose a no derramar más lágrimas, recibiendo cada gemido proveniente de la habitación como una daga directa a lo más profundo de su ser.

Te amo...

Se llevó ambas manos en su pecho, presionando con fuerza la delgada chaqueta naranja que llevaba, recordando con sumo dolor las palabras que acababa de oír y que iban dirigidas a otra persona, aquella que había llenado el espacio que él no podía, aquel que habitaba el corazón del escritor en su lugar...

'¿No me amabas a mi, Yuki?'

Su cuerpo resbaló hasta quedar sentado en el piso a la vez que negaba con la cabeza todo lo que estaba sucediendo, rogaba que fuera un sueño, que pudiera despertar y verse en los brazos de Yuki como tantas mañanas que aparecían lejanas e ilusorias en su mente.

Cubrió su rostro con una mano, intentando calmar el llanto incontenible que escapaba de sus ojos violetas.

¿Por... por qué...?- susurró débilmente mientras la mano que llevaba en el rostro descendía lentamente hasta llegar a su pecho, descubriendo un pequeño dije con forma de dos corazones entrelazados que era sostenido en una fina cadena de oro que rodeaba su cuello, regalo que el escritor le había dado hace tan sólo dos semanas. Lo apretó con todas sus fuerzas haciendo que la imagen del dije se trasladara a su palma, por un momento quiso arrancarlo de su cuello, borrar todo recuerdo suyo... pero no podía, no tenía las fuerzas suficientes como para acabar lo único que le permitía respirar... vivir...

Lo siento... – dijo poniéndose de pie apoyado en la pared –lamento haberte hecho perder el tiempo...- habló mirando por última vez a hacia la puerta antes de echarse a correr para alejarse del departamento y de la vida del escritor.

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Tantos meses internado después de accidente en el coche, tantos meses y ahora esto.

Operación...

Vio con algo de desesperación como la luz por encima de la puerta del quirófano seguía roja, se arrepentía de no haber acompañado a Ryuichi y Noriko a la cafetería... pero sinceramente no podía dejarlo ni por un instante. La operación llevaba cerca de cinco horas y no daban señales de terminar pronto. La incertidumbre la estaba matando, ¿y si sucedía lo mismo que las anteriores veces, ¿y si Thoma no volvía a ser el mismo jamás?.

Thoma...- se llevó una mano a la boca recordando los ataques de furia que había tenido el rubio después de cada una de esas operaciones, no soportaba verlo así, ni la sombra de quien solía ser, el hombre distinguido, educado, su más grande amor... su esposo.

Sus ojos verdes se veían apagados, llenos de rencor, ¿a quien iba ese odio, ¿dónde estaba el hombre de quien se enamoró y que tanta falta le hacía?... ¿dónde...?.

¿Por qué Thoma, ¿por qué no quieres vernos, ¿por qué no me avisaste que hoy te operaban?- reprochó a la imagen mental que tenía del rubio. Hace más de dos semanas que no sabía nada de él, sólo que había exigido cero visitas, no quería ver a nadie, ni siquiera a ella que era su esposa.

Como si sus ruegos fueran oídos la luz roja cambió a una verde provocando que saliera de sus meditaciones y se dirigiera a toda prisa hasta la entrada a la Sala de operaciones a la espera de noticias sobre el estado de su esposo.

Uno de los enfermeros fue el primero en cruzar la puerta, quitándose a su paso la mascarilla de la boca se detuvo frente a la mujer que a su parecer era más atractiva de lo que le habían contado.

Uesugi-san, ¿verdad?- preguntó con una sonrisa algo confiada a la mujer de pelo castaño, 'tal como esperaba el señor Seguchi', pensó para sí.

Así es, ¿cómo está mi marido?- fue lo único que atinó a decir, porque que en su mente no cabía algo más en que pensar que no se tratase del rubio -¿esta bien, ¡¿mi marido esta bien!- continuó tomando inconscientemente el brazo del hombre, apretándolo en su angustia.

No se preocupe señora, su esposo no podría estar mejor- habló con algo de ironía en la voz –tranquilícese –

¡Gomen nasai!- dijo bastante apenada al notar dónde estaba su mano, quitándola de inmediato -Eso significa que... –

Todo salió a la perfección, Seguchi-san estará bien dentro de poco, claro que más detalles se los darán los médicos que participaron en la operación, es mas, yo no debía haberle dicho nada, pero lo vi necesario al verla tan angustiada-

Se lo agradezco, en verdad... muchas gracias- inclinó la cabeza en acto de respeto, algo más aliviada al saber que no sólo la condición de su marido mejoraría con aquello sino también todo aquello por lo que había luchado a lo largo de su carrera y tanto deseaba retomar.

No tiene por que agradecérmelo aún, todavía no acabo de comunicarle lo que el señor Seguchi me pidió que le dijera personalmente-

¿Thoma, ¿qué le dijo mi marido?- la preocupación comenzó a invadirla nuevamente, Thoma no querría que...

No quiere que ver a nadie, así que le rogaría que se retiraran todas aquellas personas que vinieron de visita, si usted las conoce por favor sería bueno que se los comunicara- habló serenamente.

¿Por qué...?- murmuró con evidentes lágrimas en el rostro -¿hay algo que me esté ocultando, usted debe saberlo, por favor... ¡dígamelo!... –

Lo siento señora, quisiera poder saber algo más pero sólo soy un simple enfermero... lo único que haría sería el limitarme a darle un consejo- Mika lo miró esperanzada, como si de algún modo sus palabras lograran calmarla –su esposo no necesita estresarse más de lo que ya esta, denle esa calma que esta buscando y estoy seguro que dentro de poco accederá a verla, fue un placer conocerla- imitó el gesto de reverencia de la mujer y se alejó no sin antes darle un apretón de manos.

Su corazón se apaciguó reflejándose claramente en la mirada de esperanza que llevaba en el rostro, probablemente tuviera razón, aunque todavía le quedaba una posibilidad.

Se lo tengo que comunicar a Eiri-

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¡AHHHHHH!...- gritó a una nueva arremetida del cuerpo del rubio en su interior, las cuales se habían vuelto salvajes desde hacía rato. No importaba el dolor, el saber que aquello no era más que sexo, que el rubio no sentía lo mismo que él... al fin lo había conseguido.

El ver sus ojos, el sentir el sudor de su piel, el deseo en su cuerpo... el hecho de ser suyo a pesar de todo era lo que le importaba, era el primer paso, ganaría su amor de una u otra manera.

¡Ah!... ¡Yu... Yuki!- gimió al momento en que el susodicho salía y volvía a penetrarlo de manera algo brusca, llenándolo con su placer al mismo tiempo que él lo hacía en ambos abdómenes.

El escritor se dejó caer en el pecho del muchacho, respirando agitado a la par con los jadeos del moreno.

Te amo, Shu... – murmuró cerrando los ojos debido al cansancio, dejándose llevar por el sueño que le llegaba con más fuerza, quedando profundamente dormido a los pocos instantes.

Un último suspiro salió por los labios del joven, quien al igual que el rubio se había quedado exhausto.

Yuki... sensei...- susurró mientras acariciaba la tersa piel pálida de su rostro cubierta aún por el sudor cristalino, testigo de la pasión que habían experimentado.

Los ojos verdes se quedaron viendo el rostro agotado del rubio antes de rodear con ambos brazos el cuerpo de su ahora amante. Jamás imaginó llegar tan lejos, que el deseo de tantos años se hiciese realidad de la noche a la mañana. Apartó algunos mechones dorados de la frente sudada de su dueño, sonriendo al saber que ya no habrían impedimentos para ganar el corazón del hombre al que amaba, la triste mirada violeta de hace algunos instantes le daba la seguridad.

:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: FLASH BACK :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

Su cuerpo se movía violentamente a cada embestida, arqueando la espalda en busca de un contacto más profundo con el cuerpo del rubio el cual le hacía estremecer con cada caricia, con cada hambriento beso que le exigía.

Elevó una mano para rozar el pálido rostro del escritor, quien la tomó de inmediato apartándola de allí, acercándose para besarle nuevamente. Volvió a derramar algunas lágrimas, no por el dolor, eso ya era cosa del pasado, eran de felicidad...

Te amo... – pronunció el escritor al separarse lentamente haciendo que su llanto se intensificara, no importaba que sólo fuera una ilusión momentánea, esas palabras significaban mucho para él y más viniendo del hombre a quien ahora pertenecía, al que le había regalado lo más preciado que tenía... su primera vez...

Los suaves rayos de luz interrumpieron por un momento el hechizo en el cual lo tenían envuelto esas hermosas pupilas doradas, haciendo que volteara inevitablemente hacia la puerta, la cual, para su sorpresa vio entreabierta.

'Él... él es...', pensó al reconocer la silueta que permanecía estática en la entrada y que los miraba con una tristeza indescriptible.

Sus verdes ojos se quedaron fijos en los violetas que no parecían tomarle mayor importancia, parecía haberse muerto allí en pie al verlos juntos, al enterarse que lo había engañado, era su oportunidad.

Dejando atrás todo remordimiento extendió una mano rodeando el cuello del rubio, obligándolo a que lo besara nuevamente a la vez que enroscaba sus piernas a la cintura de este de una manera mucho más atrevida al saber que eran observados por aquel a quien consideraba el único obstáculo en su felicidad.

¡YUKI!... ¡ahhh!- gimió intencionadamente, sonriendo satisfecho al ver como el pelirrosa se alejaba de la puerta claramente destrozado.

:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: FIN DEL FLASH BACK :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:

Un leve movimiento del rubio lo sacó de sus cavilaciones, sintiendo como era ahora el escritor quien buscaba más contacto con él. Rodeándolo con fuerza de la cintura se abrazó a su pequeño cuerpo dejándolo a una distancia mínima, transmitiéndole el calor inmenso que tenía.

Llegarás a amarme Yuki, tanto como yo te amo ahora- besó sus labios aún dormido cobijándose en su pecho, dejándose envolver también por el sueño, teniendo la certeza de que sus palabras se harían realidad.

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Las bruscas pisadas rompieron el silencio que se había apoderado de la ciudad, corría lo más rápido que le permitieran sus piernas, ni el viento helado combinado con la fuerte nevada que ahora caía podían detenerlo.

No sabía a donde iba, en su mente sólo quedaba una profunda huella de dolor incurable, una verdad que jamás quiso aceptar.

¿Por qué había sido tan idiota, Yuki no lo esperaría por siempre, era natural que terminara cansándose de un bueno para nada, de una carga, una responsabilidad que no le pertenecía, de alguien que lo había engañado un montón de veces y que ahora pagaba todas y cada una de ellas.

Se detuvo en seco, ¿De qué servía luchar si todo se acababa de una u otra manera, estaba cansado de tanto dolor.

No más... – dijo en la soledad de la desierta calle.

Sus pies finalmente se dieron por vencidos haciendo que su cuerpo impactara con el frío piso de concreto ahora cubierto totalmente con la nieve que comenzaba a intensificarse terriblemente.

Se odió en ese instante viendo su debilidad al no poder ni siquiera mantenerse en pie, una de las secuelas de sus viejas heridas, por eso Yuki no lo quería, por eso buscó a alguien más.

Se quedó allí, estático, a merced de la fuerte tormenta que comenzaba a cubrirlo con su blanco manto, siendo sus lágrimas lo único que se movía con total libertad –quiero morir... Yuki... perdona... por no decirte adiós... – dijo tiritando, con la voz apagándosele lentamente, dejándose abrazar por el sueño que comenzó a llegarle -... ya me di cuenta que este sueño... se acabó... –

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Sus ojos se abrieron de golpe al sentir el repiqueteo de su móvil en algún lugar de la habitación, gruño momentáneamente mientras se asía con fuerza de la cálida piel de su acompañante, descansando su frente en la espalda de este, prestándole más atención a él que al sonido que comenzaba a parecerle tremendamente molesto.

Nuevamente el sonido parecía destrozarle los tímpanos, no sabía como Shuichi aún podía dormir tan profundamente con aquello. Apretó los dientes al resignarse a contestar, de otra manera no podría dormir tranquilo, soltó la cintura de su "koi" y se dirigió al lugar de donde provenía el sonido, estaba muy cerca de la puerta semiabierta siendo alumbrado por la luz que provenía del exterior.

'Maldita sea, ¿la dejé encendida?' se preguntó interiormente, no recordando bien el por qué ya que nunca se le escapaban detalles como esos. Levantó el teléfono celular que llevaba tiempo sonando sin cesar, al parecer debería ser algo urgente para que insistieran de semejante manera.

¿Si?- contestó con la total molestia en su voz, a la vez que se llevaba una mano a la cabeza intentando calmar un poco el dolor de cabeza que tenía, no estaba para que un bromista le jugara una de las suyas a esa hora de la noche.

/ ¿Eiri/- reconoció la voz femenina que provenía del otro lado.

¿Qué diablos quieres, ¿no te das cuenta que es bastante tarde, no tengo tiempo para tonterías- por más que fuera su hermana la que le hablara no tenía el derecho de molestarlo esas horas.

/ Eiri, por favor, no son tonterías, necesito que vengas al hospital central /-

¿Hospital?- el claro llanto de su hermana a través del teléfono lo alarmó.

/ Thoma... Thoma ha sido operado y según los doctores salió con bien, no desea ver a nadie pero estoy segura de que si tu se lo pides él no se negará, Eiri... por favor... /-

Hospital... Shuichi...- sus ojos se abrieron considerablemente mientras giraba su rostro hacia la persona que permanecía en la cama cubierta con las sábanas.

/ ¿Eiri?... Eiri, ¿estas ahí, ¿sucede algo con Shuichi?... Ei... /– el rubio cortó la comunicación dejando que le móvil resbalara por sus manos, notando recién que se encontraba desnudo y como sangre seca cubría su miembro y parte de sus manos.

No, no pude haberlo... haberlo hecho...- titubeó recordando vagas escenas de momentos atrás.

¿Qué había pasado? lo último que recordaba era la dulce mirada del pelirrosa antes de besarlo, no era posible que hubiese llegado a tanto, Shuichi aún no podía... el no estaba listo aún para...

Temeroso se acercó hasta la orilla de la cama donde el pequeño cuerpo descansaba apaciblemente -... Shu... ¿Shuichi...?- levantó suavemente las sábanas topándose con lo que sus ojos jamás imaginaron, ¡él no era Shuichi!.

No puede ser... ¡Ryohei!-

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Abrió sus párpados lentamente topándose de lleno con la oscuridad del lugar en el que se encontraba, se sentía algo mareado, no sabiendo por qué estaba allí.

¿El departamento... de Yuki? ¿Estoy... muerto...?- susurró con la voz apagada, sintiendo como iba a desvanecerse de un momento a otro, las fuerzas le habían abandonado por completo, nunca antes se había sentido tan indefenso como ahora, ni siquiera cuando lo drogaban para ser violado tantas veces.

Estornudó -Al menos en esa ocasión tenía algo porque vivir, algo que me ataba a este mundo y me obligaba a luchar con todas mis fuerzas... ¿ahora qué me queda?... he perdido lo más he amado... si pudiera retroceder el tiempo... no dudaría... yo... –

Ladeó la cabeza haciendo que en el acto algo cayera de su frente, sacó una mano de la protección de las sábanas para palpar que este algo era un pequeño pañuelo humedecido que encontraba bastante caliente.

Se llevó una mano a la frente para constatar que estaba ardiendo en fiebre. Sin mucho cuidado logró ponerse difícilmente en pie, sintiendo el suave roce de la tela perteneciente a la camisa holgada que llevaba como única prenda encima.

Yuki... no... – balbuceó sintiéndose mareado.

¿Cómo era posible que el escritor fuera tan cínico y saliera por él después de lo que había pasado?.

No iba a quedarse, pensaba salir de allí ahora mismo, no quería verlo.

En un momento de lucidez de repente sintió algo extraño. Desesperado se pasó una mano por el cuello buscando su cadenita, pero no había nada... ¿qué estaba pasando? los mareos se hicieron más fuertes, la vista se le nubló y su cuerpo cedió de un momento a otro, siendo sostenido fuertemente por unos brazos antes de que llegara al piso.

La borrosa silueta que distinguía con dificultad se aclaró mostrándole el rubio cabello que cubría parcialmente sus ojos –¿Yuki...?– dijo casi sin creérselo empezando a llorar inevitablemente, lo que menos quería era volver a enfrentarlo, que le dijera que ya no lo quería, que fuera él mismo quien acabara de confirmar todos sus temores.

Sin embargo "Yuki" no respondió al llamado.

Yo... te vi... con ese chico... y... salí de casa... Yuki... ¿por... qué..., si estas... harto de mi... yo... hubiese preferido que... que me lo dijeras... a tener que...- el beso en su cuello lo detuvo –... ha... ha sido mi culpa... lo sé... yo te obligué a hacer eso... y... –

Algunas lágrimas cayeron del rostro de Shuichi al sentir los labios de su amante sobre los suyos, acallando las palabras que tanto le dolerían decir, ya no le importaba si eso en realidad estaba pasando o era producto de la fiebre en su cuerpo, no quería que ese momento terminara, no quería que Yuki se alejara de él...

Se quedaba quieto, dejándose besar por los mismos labios que habían probado los de otro hace sólo unos instantes, pero... ya no importaba.

Abrió la boca consiguiendo que la lengua del "escritor" se adentrara en ella, explorando cada uno de los rincones que tan bien conocía, acariciando la lengua del joven pelirrosa que se ofrecía enteramente para él.

Cerró los ojos con fuerza dejándose hacer todo cuanto el rubio quisiese, tomando finalmente una decisión.

Amaba a Yuki por sobretodas las cosas, no podía negarlo era débil ante él, ante sus besos, antes sus caricias; aquello podía ser una mentira y él estaría dispuesto a creerla, borrando de su mente todo lo pasado, sólo por él, por la persona a que amaba más que a su vida.

Yuki... – llamó débilmente al separarse de la boca del rubio –quiero... quiero que me... que me tomes... – dijo sin titubear.

Mas el "rubio" no contestó.

Ante el silencio a su petición Shuichi llevó una mano hasta el brazo de su koi, palpando la fina tela de la cual estaba compuesta dicha prenda -... no quiero... obligarte a que busques... eso... en otros... no entiendes... que prefiero morir siendo tuyo... a morirme... sin ti... tómame... –

El silencio se apoderó de la habitación arrancando nuevas lágrimas de los violáceos ojos del pequeño.

O es que... en verdad ya no me quieres... ¿es eso..., ha sido mi culpa... por no poder corresponderte, por... – un débil gemido escapó de sus labios al sentir el suave contacto de los dedos del "rubio" que acariciaban el contorno de su cuerpo bajo la fina tela de la camisa, desde el pecho hasta sus caderas.

Los rosados labios se vieron atrapados nuevamente en el beso apasionado que le brindaba su pareja, jugueteando al rozar con la lengua del otro una y otra vez.

Ah... ¡Yuki!- gimió aún en su boca al contacto de la mano del susodicho sobre su sexo, quien acariciándolo de manera lenta consiguió robarle muchos más gemidos que se volvieron casi desesperados.

Ya ni los labios del "escritor" sobre los suyos podían contener el placer que emanaba de su cuerpo, un placer que hace mucho no sentía y que tanto como el rubio lo estaba necesitando. El ritmo de las caricias de Yuki acabarían por vencerlo, no quería terminar allí, necesitaba hacer sentir a su amante que no encontraría en otra persona lo mismo que él podía darle.

Con mucho pesar llevó una de sus manos hasta posarla sobre la mano del "escritor" que aún estaba bastante concentrada en masturbarlo –Yu... ki... para... por favor ¡ah, no quiero... ¡ah!... terminar tan pronto... – haciendo caso de las palabras del chico detuvo sus caricias para fijar su vista en las pequeñas manitas que hacían varios intentos por desabrochar uno a uno los botones de su camisa, sonriendo maliciosamente intentó ayudar pero las mismas lo detuvieron.

Esto déjamelo, que ya casi... – un inoportuno mareo hizo que se fuera para atrás quedando cayendo de espaldas sobre la alfombra, sacudiendo la cabeza volvió a incorporarse, topándose de improviso con la tibia mano del "rubio" sobre su frente, aseverando que su fiebre en verdad estaba altísima.

Lo miró con una sonrisa, hace tiempo que no veía a ese chico y jamás pensó que la vez que volviera a hacerlo sería de esta manera, tocó su frente y ahí encontró la respuesta a la actitud del pequeño, la fiebre le impedía que lo reconociera y eso iba a aprovecharlo.

Bajó la mano para luego posarla en su hombro, rodeando con un brazo el delgado cuerpo desnudo del pequeño, levantándolo de un momento a otro, obligándole a recostarse sobre el colchón para que "descansara" sabiendo que esto era lo que el pelirrosa no quería y tal como esperó a los pocos segundo oyó una queja.

No... yo... estoy bien...– con decisión, Shuichi se apoyó sobre una mano a la vez que empujaba su cuerpo nuevamente para sentarse, abrazando con la otra el cuello del supuesto escritor a quien volvió a besar haciéndole saber que no desistiría en su decisión. Volvió a tomar la camisa terminando por desabrochar los últimos botones a la vez que con sutileza hizo que la prenda resbalara por los hombros del rubio.

Sus dedos resbalaron hasta llegar a su pantalón el cuál para su sorpresa estaba abierto, lo bajó delicadamente junto con la ropa interior, liberando lo que tanto deseaba.

Un gemido involuntario salió de sus labios al tocar por error la sensible piel endurecida a causa de la excitación, no pudiendo evitar que sus dedos recorrieran cada centímetro de su extensión, queriéndole brindar el placer que el "escritor" le había dado antes.

Lo que comenzó con ligeras caricias se convirtió en un vaivén desenfrenado de la mano del pequeño, quien no contento con lo que hacia se puso de rodillas sobre el colchón tal y como se encontraba él, guiando su mano hasta que su sexo rozara con el suyo en caricias mutuas.

Shuichi sentía como ya no aguantaría más era demasiado para él y seguramente también para Yuki, aunque no oía sus gemidos también sabía que disfrutaba con todo aquello.

¡Yuki...!- fue lo último que dijo antes de dejar salir todo su placer el cual también fue seguido por el del rubio.

La agitada respiración de su boca fue cortada por el sutil beso que le brindaba el "escritor" posiblemente satisfecho por su acción, un gesto que vio irreal por culpa de la fiebre que le impedía notar con claridad e incluso hacerle olvidar por ratos lo que estaba y por qué lo estaba haciendo.

Con una sonrisa en los labios se dejó caer nuevamente en el colchón, llevándose consigo a "Yuki", el cual quedó a cuatro patas sobre él con las rodillas en medio de sus piernas. Shuichi extendió una mano hasta tocar la mejilla de su koi y buscando dar a entender lo que quería abrió las piernas.

Yuki... hazme tuyo... onegai... - pidió con lágrimas en los ojos temiendo la negación a su pedido, ocultando lo aturdido que se encontraba, negándose a perder la consciencia como su cuerpo se lo estaba ordenando desde hacia un rato.

El hombre sonrió con malicia a tan apetitosa propuesta, claro que iba a hacer suyo a ese mocoso, era lo que habían planeado desde el principio, no? Iba a desgarrarlo, a destruirlo.

Las manos de "Yuki" recorrieron la perfecta piel de las piernas del joven, deteniéndose en el contorno de sus caderas, donde con un suave movimiento indicó que se diera la vuelta. Shuichi quedó boca abajo y estuvo a punto de dejarse vencer por la fiebre de no ser por los dedos húmedos del rubio que rondaron su entrada acariciando la zona de manera incitante.

¡Ah!... ¡Yuki!... ¡ah! ¡ah!... – gimió al sentir las suaves caricias que el rubio le propinaba, advirtiendo que de un momento a otro ingresarían en su interior –¡Ahh!... – se llevó una mano a la boca intentando acallar sus propios gemidos al sentir claramente como el escritor internaba ambos dedos en su cuerpo.

¡Ahhhhhh!...- gritó a la invasión sintiendo como la zona se abría difícilmente, sintiendo un dolor inimaginable. Hundió su cabeza en la almohada para no dejarse oír, la verdad ahora sabía por qué le habían prohibido tanto el tener sexo, no era como antes, se estaba desgarrando con cada movimiento.

Lloró en silencio esto pasaba de ser agradable a tremendamente doloroso, y lo peor es que apenas comenzaba, percibió como los dedos salían de su cuerpo, para ser reemplazados por el miembro del "escritor".

Se mordió el labio inferior anticipándose al dolor que sentiría, iba a aguantarlo todo... por Yuki.

Sus ojos se cerraron fuertemente mientras "Yuki" comenzaba a penetrarlo, las abundantes lágrimas nos se hicieron esperar, su cuerpo se arqueó de dolor a la vez que un hilillo de sangre emanaba de su labio ante la fuerza con la que se lo estaba mordiendo.

Gimoteó al momento en el que el escritor quedó totalmente dentro sabiendo que la poca calma que aún le quedaba se esfumaría nuevamente.

El hombre comenzó a moverse de manera lenta y pausada, después de todo no iba a ser muy violento con el chiquillo, no después de lo mucho que había llegado a excitarlo y más al haberse entregado con tanta devoción, patético.

Lamió el lóbulo de su oreja antes de dar la primera embestida algo brusca, llegando a sentir el ligero temblor en el pequeño cuerpo bajo él, salió nuevamente para empujar esta vez con mayor fuerza.

El cuerpo del más chico se contraría ante cada embestida. Shuichi no podía aguantarlo, las fuerzas se le iban.

¡Ahhhhhhh...!- la boca de Shuichi no pudo seguir acallada en la almohada y salió de su escondite dejando escapar un grito de dolor profundo cuando "Yuki" se adentró lo más que podía en su cuerpo. Sintió como un líquido invadía su interior y no era precisamente el orgasmo del rubio, había comenzado a sangrar.

CONTINUARÁ...

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NOTAS DE AMAI: Konnichiwa, espero les haya gustado el cap. La verdad es un milagro que lo suba hoy, antes que nada no sé que rayos pasó con mi documento (desapareció como si nada o.o), asi que tuve que volver a escribirlo T-T cosa que no pude hacer nada rápido a causa de que tenía algunas pruebas en la facultad y eso me quitó un tiempo tremendo, mil disculpas por esta tardanza, ya veré como recompensar n.n si saben a lo que me refiero.

Muchiiiiiiisimas gracias por los reviews, me sorprendí al ver tantos o.o y me puse más contenta todavía, por eso no podía estar tranquila sabiendo que estaba en deuda y con remordimientos nocturnos al no haber actualizado, así que gomen gomen gooooomen, procuraré subir el otro cuanto antes.

Bueno aquí mis respuestas a los reviews:

Zafiro: La primera en leer el fic, gracias por los deseos, es una alivio que no haya tenido problema para subirlo esta vez (con lo que me costó la otra ¬¬) y creo que no te equivocas con lo de futuro negro U.U. Cuídate tu también!.

Eli-chan1: Eliiiii me vas a matar, ¿pero qué se la va a hacer?... soy cruel! (corrijo... "somos crueles") n.n y Shu esta en nuestro camino así que sólo queda compadecernos del pobre T-T, es una alegría volver y aunque no sea muy seguido estaré acá con las actualizaciones... ejem... y tu también niña... ¡actualiza!.

Hikari-chan: Jajajaja, veamos como va la cosa, ¿Yuki merece a Shuichi?... mmmmm... eso hasta yo lo pongo en duda, esperemos que vendrá después, quien sabe. Bye bye no da.

Lahome: Creo que ya se sabe algo de Thoma, ¿cómo percudirá esto en la relación de Yuki y Shuichi, ¿Y habrá tenido él algo que ver con todo esto, respuestas al siguiente. PD: Gomen por la tardanza T-T.

Randa1: Sé que actualicé muuuuuuuy tarde (esa no es mi costumbre) y tengo que dar disculpas a todas, lo cierto es que el 2 saldrá muy rápido en compensación, espero te haya gustado el capítulo. Nos vemos no da.

Sabrina: Si, soy cruel T-T, no sabes cuanto me fascina, me alegra que te este gustando, nos vemos al siguiente!.

Cerdo Volador: Jajajajaja me alegra que te gusten (con respecto al sadomasoquismo), este fic guarda muchas sorpresas asi que no te pierdas el siguiente. Sayonaraaa!.

shinta-kun: Muchas gracias por las palabras de ánimo, me siento muy halagada al tener nuevos lectores n.n no sabes cuanto, espero me sigas en esta y en las siguientes, nos vemos.

Melissa-yueirishu: Jejeje, lamento haber tardado tanto, prometo subir más rápido los siguientes °-°, promesa de escritora XD. Bye bye.

Ashley Vulpix: Jajaja, que bueno que ya estaban preparadas para mis cosas XD (Ryuichi: quiere decir maldades) (Amai: Como sea ¬¬), claro que luego se podrá consolar a Shu n.n, yo me encargo de eso °¬°. Gomen por la tardanza, en verdad que fue mucha, hasta para mi T-T, pero te haya gustado, nos vemos al siguiente Ja ne.

Angy Kohai: Que bueno que te haya gustado, espero que me sigas en los siguientes. Ja ne no da.

Kiam Yukino: No es por ser mala... eto... si es n.n, eres escritora supongo que me entenderás, que a veces se nos pasa la mano con nuestro personaje favorito, ¡no lo nieguen, además no esta mal que comience a gustarte Shu-chan °¬° jajajaja. Espero pronto su visita XD. Bye bye.

Clarisa: Gomeeeeeennnnnnn, ¿lo he dicho suficientes veces? Y-Y, no suelo tardar tanto en actualizar, a lo mucho eran semana y media, lo bueno es que el siguiente lo subiré pronto, quizá lo haga semana por semana, pero como el fic es un tanto corto a lo mucho serán una y media n.n. Gracias por las palabras, y otra vez gomen por el retraso!.

Keiko-cvl: Es cierto, (ya me han restregado kilo de veces el por qué lo hago), lo cierto es que me gusta cuando el pobrecito esta en problemas, ¿esta mal ser sadomasoquista, jajajajaja, las dos lo consolaremos al fin, hecho!. Ja ne y hasta la prox.

Zoldick Neo Queen: Jajajaja, me pregunto que había en el censurado o.O. Otra a la que tengo que decir gimen, el siguiente lo subo rápido, eh?. Sayo.

Lady darkness: gracias, muchas gracias de verdad, voy a poner mi mejor entusiasmo, ya veremos que pasa, ja ne.

Dary Kyana: Pues te digo que va a sufrir... no, quien sabe, quizá y hasta le vaya mejor que a Yuki, mejor no digo nada y les reservo el privilegio de la duda u.u. Gracias por el review, ja ne.

Kmiloncia: Juasss, n.n.

Uriko No Da: Creo que todas haríamos lo mismo, ne, jajajaja espero te haya gustado este, no seré tan mala con Shuichi... ¿o si?. mejor nos leemos al siguiente. Sayonara na no da.

Hikaru Yuy: Me alegra que hayas leído "El Camino perdido" y que te haya gustado, espero lo mismo de este fic, del cual pronto veremos el siguiente capi, juro que estará rápido. Bye bye.

Hayou: Gomen por la tardanza también, pero aquí esta.

Grin: Jjejeje, esto se pone cada vez más dificil, ¿será que volverán a estar juntos, gracias por leer "El camino perdido", espero te guste también este fic mio n.n. Sayo no da.

Chihiro: Gomen Y.Y no pude actualizar antes. PD: Gracias por darme la página n.u. Ja ne.

Onii-chan: Jajajja, tienes razón, creo que todos notaron mi ausencia por acá, pero es bueno estar de vuelta, espero te prepares para capis aún más crueles (que se le va a hacer, así soy yo XD). Sayonara y gracias por leer.

Rubinegro: Sami-chan, konnichiwa, gomen, la otra vez me caí, espero que te haya gustado el capi y nos veamos pronto en el messenger, saludos a Clari y sayonara.

Nat-chan07: No problem, gracias por leer, y pronto te enteraras de quien se trata (mas no puedo decir -.-). Cuídate y nos vemos en el prox.

Y como no olvidarme a las chicas del mail:

Palagata, Claudia-chan, Natalia, Selpelin, Mika Sakuma, zzagide, Norikokuchan, Frida-chan, Sami-chan, Clari-chan, kaouruko, chibi girl hentai, Tifanny-chan, Cristal-san, princesserenity, Pares, Kriada, yuyiohx y Teodekd.

Goooooooooomeeeeeeeeeeeeeeeeennnnnnnnnnnnn, lo dije tantas veces que creo que no tiene sentido ¬¬, aquí la famosisisisisisisisissisima FÓRMULA DE LA ESCRITORA FELIZ: Escritora presionada con reviews ¡Capítulos largos y actualizados con rapidez! (ahora si).

Bueno, gracias a todas y nos vemos en el siguiente, lean fics, doujinshis XD, nahhh, depende de gustos, hasta el prox!.

Se despide: Amai Shirabe (sumamente estresada ¬¬)