ACLARACIÓN: Gravitation es propiedad íntegra de Maki Murakami-sensei, todo lo aquí leído es producto de mi enferma mente XD, y este fic esta hecho sólo con fines de entretenimiento ).
Por fin el capítulo 2, dije que iba a subirlo como compensación (porque el otro lo subí bastante tarde u.u) y lo hice! (no tan rápido, pero si), esta es mi manera de quitar el estrés después de una larga jornada de estudio así que espero disfruten.
CAPÍTULO 2: DE LO QUE FUE...
En el capítulo anterior:
El cuerpo del más chico se contraría ante cada embestida, no podría aguantarlo por mucho, las fuerzas se le iban.
¡Ahhhhhhh...!- la boca de Shuichi no pudo seguir acallada en la almohada y salió de su escondite dejando escapar un grito de dolor profundo cuando "Yuki" se adentró lo más que podía en su cuerpo. Sintió como un líquido invadía su interior y no era precisamente el orgasmo del rubio, había comenzado a sangrar.
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El sonido del viento en las afueras se dejaba oír mientras avivaba la blanca tormenta. Nevando en plena primavera, quien hubiese imaginado, pero así de impredecibles eran la naturaleza y el destino, ambos jugando con todos los seres que habitan este mundo, desvaneciendo un pasado lleno de dicha... sustituyéndolo por un camino de dolor.
Sus ojos se quedaron fijos en algún punto de la habitación, ninguno en particular, podía haber jurado que el aire ya no ingresaba a sus pulmones, estaba inmóvil, inmerso en un millar de pensamientos.
Un escalofrío recorrió su cuerpo haciendo que parpadeara y saliera del trance en el que se encontraba para inmediatamente volver a observar sus manos, sangre seca las cubría. Posó ambas en su rostro, sentía como temblaban al contacto con su piel, como aquel temblor se repetía por todo su cuerpo.
¿Qué... qué había hecho...?
Guió sus ojos dorados a la cama revuelta que cobijaba el cuerpo de aquel chico, viendo como esta desaparecía ante sus ojos y en su lugar estaba el oscuro piso de una habitación. La luz de la luna de adentraba a través de los grandes ventanales y el silencio era interrumpido por sonido de las sirenas de policía que patrullaban los alrededores... eran los recuerdos de su pasado.
Se vio a sí mismo, cuando apenas tenía 16 en el frío piso de una habitación de Nueva York, desnudo y estático.
El viento que ingresaba por las ventanas rotas golpeaba su frágil cuerpo mientras alejaba las manos de su rostro consiguiendo que algo cayera de estas. Abrió la boca levemente al mismo tiempo en que abundantes lágrimas llenaban sus ojos al ver el cuerpo de un hombre desplomado y desangrándose ante él.
Yu... Yuki...- balbuceó con dificultad cuando las lágrimas rodaron por su mejilla al reconocer a su maestro quien yacía a escasos centímetros de donde él se encontraba haciendo que sus piernas temblaran de tal manera que cayó al piso inevitablemente.
La sangre saltó al contacto de las manos del pequeño Eiri al caer, salpicando parte de su rostro y su cuerpo desnudo.
Eiri... mi... pequeño Eiri... – una mano acarició sus dedos aún dentro del charco de sangre sobre el que estaba sentado -lo siento... – dijo la imagen de Kitazawa al momento en que levantó el rostro levemente para ver por última vez esos hermosos ojos dorados que tanto admiraba, esos que ahora lo miraban temerosos, que borraban el recuerdo de tantas miradas llenas de pureza. Observaba el angelical rostro de facciones infantiles que lo habían llevado a la locura y por el que ahora moría, pagando el precio por destruir su vida –perd... – añadió en un último suspiro antes de que su mano detuviera las caricias al igual que sus pulmones el respirar.
¡¡YUKIIIIIIIIIIIIIII!- gritó roncamente volviendo a la realidad, al presente, mirando sus manos, sabiendo que lo que acababa de hacer con ese otro chico era lo mismo que su maestro había hecho con él, algo que nunca se perdonaría.
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Los dos integrantes de Nittle Grasper corrieron al encuentro de la esposa de su compañero, la cual con señas y lágrimas en los ojos les pedía que se acercaran más aprisa.
El cantante en su carrera volteó hacia Noriko quien comenzaba a llorar de la misma manera, ¿acaso algo había salido mal, no podía ser que Thoma...
A su mente vinieron los recuerdos de juventud, como el rubio fue el primero que en acercársele, amable, comprensivo, reconfortándole con esa sonrisa, brindándole su amistad sincera.
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: FLASH BACK :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Ryuichi, mírate estas todo empapado- reprendió cálidamente el de ojos verdes a su amigo que se encontraba a merced de la tempestuosa lluvia una tarde de verano.
Es que a Kumagoro le pareció bien salir- contestó saltando con el peluche.
Otra vez solo, ¿ne?- Ryuichi sólo ladeó la cabeza al comentario del rubio.
A ti no te puedo engañar...- la actitud infantil fue reemplazada por aquella de madurez.
Si te sientes así...- cubrió su cuerpo con el paraguas que llevaba en la mano -... puedes contar conmigo-
Tú a acabas de casarte... no tienes mucho tiempo como para perderlo conmigo- dijo casi en un reproche el vocalista, arrepintiéndose a lo pocos instantes –lo siento.. – aligeró la voz.
Somos amigos Ryuichi, eres mi mejor amigo, siempre estaré cuando me necesites, somos Nittle Grasper y eso nadie lo puede borrar... nadie... –
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: FIN DEL FLASH BACK :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Thoma...- el castaño apretó los puños con fuerza, corriendo lo más rápido que podía, siguiendo de cerca de Noriko, necesitaba saber de él, que no lo había abandonado, que seguían siendo Nittle Grasper como siempre repetía.
Mika-san, ¿qué sucedió, ¿Thoma esta bien?- preguntó la tecladista de NG tomando sus manos, adelantándose a Ryuichi quien no hizo más que esperar la respuesta.
El asentimiento llegó como un alivio para ambos, no pudiendo evitar sonreír, lo que tanto habían pedido finalmente se hacía realidad, Thoma ya podría caminar.
Debemos verlo, ¿ya salió de la sala de operaciones?- acotó un entusiasmado Ryuichi rompiendo el silencio después de la noticia –Kumagoro quiere ver a su amigo Thoma, quiere saber que en verdad esta bien-
La sonrisa en el rostro de Mika se desvaneció al sólo comentario del cantante, sintiendo otra vez ese dolor de rechazo que a duras penas comenzaba a olvidar, sería difícil decirles aquello, eran sus amigos, no lo entenderían, ¿cómo justificar la actitud que ella misma no comprendía?.
Thoma... Thoma pidió que nos fuéramos...- dijo Mika entre lágrimas ante la mirada atónita de los integrantes de NG –no quiere ver a nadie...-
¡¿Thoma dijo eso, ¡no lo creo!- objetó el dueño de Kumagoro, Thoma jamás sería capaz de decir algo así, aunque... por otra parte... Thoma ya no era el mismo -voy a hablar con él- aseveró tomando una actitud sería –¡va a escucharme!-
Mika corrió a detener al cantante, sabía que si permitía esto Thoma nunca la perdonaría -¡No, Sakuma-san... por favor, si el no quiere vernos será por algo... – bajó la mirada tristemente -... tal vez esto sea todo culpa mía...- la mayor de los Uesugi hizo un mutis, no podía evitar sentirse culpable por todo lo que pasaba, ella como esposa debería ser capaz de comprender a su marido, sin embargo, era como si ambos fueran dos completos extraños.
Ryuichi volteó hacia la mujer, suspirando hondo para ocultar un poco del enfado que se apoderaba de él, ¿culparla a ella?.
La única culpable aquí es la actitud de Thoma…- finalmente murmuró posando una mano sobre el hombro de la castaña, quien se sorprendió al oír la madura voz del compañero de su marido -desde que Shuichi desapareció hace más de un año se ha portado extraño, no esta bien... tenemos que ayudarle-
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Sus ojos se abrieron de golpe liberando las lágrimas que rogaban por salir, estaba en el piso, desnudo, con las manos manchadas, igual que aquella vez.
Su maestro ya no estaba allí, le había arrebatado la vida en su dolor y desesperación, el mismo dolor que acababa de repetir.
Veo que te enseñe bien- oyó una voz que le susurraba al oído, sintiendo a la vez el mismo frío que caló sus huesos aquella noche –buen trabajo... Eiri... ahora somos iguales-
Se puso de pie sin saber cómo, llevándose ambas manos a la cabeza para cubrir sus oídos, pero era imposible, la voz estaba en su cerebro.
Me mataste para vengar lo que te hice, ¿qué se siente, ¿ahora ese niño querrá matarte a ti también?-
Basta... yo no quise matarte, Yuki... perdóname, te amaba... –
¿Y ya no lo haces?-
Yo... – abrió los ojos como despertando de un sueño, encontrándose con la hermosa sonrisa enteramente dedicada a él, con los ojitos amatista que lo miraban con total devoción.
"Yuki..."
Dibujó el nombre en sus rosados labios, cantándolos como hacía con las canciones en los conciertos.
"... Adiós..."
La sonrisa del pelirrosa se esfumó al camino de las lágrimas que surcaron su rostro, aquellas que nublaron el brillante color violeta de su jovial mirada, siempre pura y límpida.
Shuichi... ¡Shuichi!- salió del trance en el que se encontraba, olvidándose de todo, de Kitazawa, de Ryohei, dándose cuenta que nada le importaba en este mundo más que el pequeño pelirrosa, pero… ¿dónde estaba este?.
Un mal presentimiento hizo mella en el escritor al percatarse la hora que era, y no habían rastros del cantante.
Abrió la puerta desesperado sólo para toparse con una bolsa en su camino, la levantó para observar lo que llevaba dentro. La fina tela resbaló de sus dedos al momento en que sus pasos lo llevaron instintivamente hasta el comedor.
Una de sus lágrimas impactó contra el piso al ver la mesa impecablemente arreglada, las flores en el centro, dos platos extremadamente juntos, las bolsas de comida comprada a un lado y lo peor... la puerta de la entrada abierta advirtiendo que alguien había salido por ella recientemente.
Shuichi... lo siento tanto... – apoyó una mano sobre el blanco mantel, dejando que su cuerpo resbalara hasta quedar de rodillas en el suelo –yo... te amo... –
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Apretó la cara contra la almohada mojada por sus lágrimas, le dolía, le dolía bastante, cada rincón en su interior se destruía y podía sentirlo, tenía miedo...
Yu... ¡ah!-
... a que lo odiara, a que muriera allí y al rubio le importara muy poco, a que esto fuera un mensaje para alejarse de su vida definitivamente.
"Yuki... ¿me amas?"
"No preguntes cosas sin sentido"
"Por favor, quiero saberlo"
"Lo sabes"
"Quiero que me lo digas siempre, saber que aún lo sientes, que no es algo del pasado"
"... Te amo..."
¡Ah!...- lloriqueó a una nueva embestida, ya no podía, no podía más, lo había dado todo y era consciente de ello, aún si Yuki lo rechazara, aún si Yuki lo odiara... había escogido morir, sólo por él...
El rubio se dejó caer completamente sobre el cuerpo del pelirrosa, cargando en este el peso de su cuerpo, consiguiendo hacerle mucho más daño aún, sintiendo los latidos del corazón de este sobre su pecho. Sonrió de manera lasciva mientras se acariciaba una mejilla en la piel tersa del muchacho.
Las finas hebras doradas del hombre se agitaban con cada movimiento, dejando entrever de tanto en tanto unos ojos grisáceos, que aún se ocultaban bajo en manto de la oscuridad del lugar.
¿Qué acaso ya no te gusta... mocoso?- preguntó de manera burlona mientras mordía el lóbulo de la oreja derecha de Shuichi revelando otra identidad.
Los ojos del pelirrosa se abrieron de pavor en acto reflejo al oír una voz distinta de la que esperaba, percibiendo como esos brazos rodeaban su cuerpo obligándolo a pegarse mucho más a él, arrancando de sus labios un grito desesperado al verse siendo poseído por otro que no era su Yuki.
¡¡NOO...!... hmmff...-
Una mano sobre su boca logró callarlo a la vez que el sujeto devoraba cada milímetro de su cuello, lamiendo, besando, dejando marcas en la pálida piel del cantante.
¿No se siente bien terminar lo que teníamos pendiente... Shuichi-kun?- remarcó el nombre con rencor plasmando en la voz –yo lo estoy disfrutando bastante y pensé que a ti también te gustaría, ¿o es que acaso ya te olvidaste de mi...? ¿no recuerdas a tu amigo Kouji?- apretó con más fuerza la mano con la cual callaba al pelirrosa –como podría olvidarte... si tengo este recuerdito que me hace pensar en ti a cada instante...- con su mano libre elevó los mechones rubios revelando parcialmente un par de ojos grisáceos de un joven apuesto de aproximadamente 25 años, su rostro de delicadas facciones marcado por una cicatriz de un corte de gran magnitud que surcaba su mejilla quitándole la belleza que pudiera tener en antaño –cumpliré lo que me pediste, ¿no era lo que querías? te haré mío hasta cansarme-
Los ojos de Shuichi miraron con temor el rostro de aquel hombre, reconociéndolo de inmediato, regresándolo a ese día cuando lo conoció, hace dos semanas...
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: FLASH BACK :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
Sus ojitos se abrieron perezosamente a los primeros rayos de sol de la mañana acompañados de un bostezo profundo, se talló ambos párpados con una mano para poder reaccionar mejor, esfuerzo casi inútil porque a los pocos segundos volvió a cerrarlos.
No le apetecía mucho levantarse, ni siquiera para ir a desayunar, Yuki era el mejor desayuno que cualquiera pudiera soñar, el sólo hecho de estar en sus brazos le llenaba de una dicha tan inmensa que todo lo demás salía sobrando.
Yuki...- dijo en un bostezo mientras se aferraba al cuerpo del susodicho, apoyando la cabecita en su pecho, cuidando de no despertarlo, le gustaba tenerlo así... sólo para él, tranquilos, sin problemas, sólo los dos acompañados por el gran amor que se tenían.
Sonrió al recuerdo de la locura que acababa de hacer hace poco gracias a uno de los jueguecitos de Tatsuha,
"Recuerda cuñadito que el que no puedas hacerlo no significa que tenga que haber abstinencia extrema en tu relación"
Y fue así como le propuso al escritor algo diferente aunque al principio a este no le agradó la idea al final acabó por aceptar que le había gustado
Pasó el dedo índice limpiando el poco chocolate que el escritor aún tenía en el pecho.
Sin querer comenzó a reír por lo bajo, al parecer sus intentos por dejar completamente limpio al rubio con la sola ayuda de su lengua no fueron del todo exitosos.
El alboroto que se armó de repente consiguió despertarlo del profundo sueño en el que se encontraba -¿Qué es tan gracioso?- preguntó aún con somnolencia en la voz. Shuichi volteó de inmediato a la pregunta formulada por el rubio, sorprendiéndose al verlo totalmente despierto y con una cara de "Que estupidez estas haciendo?".
Oh!... ¡nada, ¡nada!... ehm... sólo recordé un chiste que hizo... eto... Fujisaki-kun... ¡si, Fujisaki-kun... ja ja ja ja- Yuki lo miró con desconfianza mientras arqueaba la ceja derecha.
¿Y desde cuando Fujisaki-san hace bromas?- interrogó jugando a amenazarlo, la verdad le encantaba lo extremadamente pésimo mentiroso que podía ser el cantante a veces.
Shuichi se vio acorralado, era verdad que el poner precisamente a Suguru de bromista no había sido buena idea, 'Baka, baka, baka, baka', se reprendió mentalmente.
Me dijeron que para cortar los malos hábitos a las personas se deben imponer castigos cada vez que se cometa la falta, ¿no estas de acuerdo?- continuó manteniendo la postura seria asustando cada vez más al pelirrosa –te mereces un castigo por mentirme de esa manera-
De un momento a otro Shuichi se encontraba bajo en cuerpo del rubio recibiendo un beso por demás apasionado, ¿este era su castigo?.
El rubio se alejó consiguiendo que el cantante se abrazara a él -Si hubiera sabido de esto... – el beso en su cuello le hizo algunas cosquillas -... mentiría más seguido- rió con más ganas al ver la cara de pocos amigos del escritor.
Déjame decirte algo... – alegó el rubio para defenderse –tienes CERO talento incluso en las mentiras-
Pero me va bien, ¿no?- dijo en una risita burlona.
Increíblemente... si, hasta llego a pensar que tienes tratos con el diablo-
¡Yuki!-
El escritor sonrió para sus adentros, cuanto le encantaba eso –Lo intento decir es que me llegas a incitar de tal manera que siento que todo esto es un pecado– volvió a reclamar sus labios a la vez que sus manos acariciaban el pecho desnudo de Shuichi bajo la pijama.
Te amo... Yuki...- habló aún en la boca del escritor, consiguiendo que este se abrazara a su cuerpo para luego romper el beso de manera lenta, sin despegar los ojos de los del otro.
Y yo... a ti...-
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¡Liiiiiiiiiiiiiiiiiiiiisto!- llevó con gran emoción la charola con tazas de café y una pila de hotcakes al centro de la mesa. Yuki estiraba una mano la para levantar uno cuando recibió un pequeño manotazo de Shuichi –¡alto, si yo no lo sirvo no puedes probarlo-
¿Y por qué?- respondió en un bostezo.
Porque antes de eso tengo algo para ti... – se acercó al rubio y parándose de puntillas lo besó. Yuki sostuvo el pequeño cuerpo en un abrazo dejándose llevar por la agradable sensación de los labios del pelirrosa sobre lo suyos, atreviéndose a profanar la cálida boca de su koi con la lengua.
¿Te... gusta...?- preguntó en los pequeños lapsos de tiempo en que ambas bocas se apartaban.
No... – respondió como si nada. Bastante aludido Shuichi intentó alejarse forcejeando con las manos que se negaban a soltarlo.
Yuki, déjame, me estas lastimando-
¿Por qué habría de hacerlo?- preguntó con voz provocativa, atrapando las muñecas del cantante con una mano.
¿Por qué, ¡porque no te gusta, ¡porque me comporto como un idiota haciendo todo esto en vano!- comenzó a gimotear a la presión que el rubio ejercía en sus muñecas –Yuki, basta...-
No me dejaste terminar... no me gusta, esto... me fascina- soltó de golpe las pequeñas manos que cayeron paralelas al cuerpo de Shuichi, quien estático vio como el rubio tomaba asiento y cogía una taza de café.
¡Eres un tramposo!- corrió a reclamarle –me distrajiste para comerte casi todos los hotcakes-
El que supone cosas eres tu- sorbió un poco de café a la vez que derramaba miel sobre sus hotcakes.
Yo no supongo cosas, si tu las dices, yo las creo- se sonrojo a sus propias palabras.
No debes creer todo lo que te dicen, baka... ni siquiera a mi- suspiró tristemente.
No importa que me lo digas, yo siempre te creeré- se abrazó a su cuello sentándose en su regazo, robando de sus labios el reciente trozo de hotcake que se llevaba para comer –ahora yo gané- canturreó satisfecho a su fechoría, haciendo que Yuki notara tarde que le había robado parte de su porción.
¡Baka!- el pelirrosa se apartó lo suficiente como para que el rubio no lo atrapara.
Que dulce, que dulce- cantó para fastidiarlo desde el otro extremo de la mesa, haciendo gestos extraños, propios de un niño de 7 años –Yuki no me atrapa-
¿A que no?- tranquilo se puso de pie para dirigirse al refrigerador, elevando una mano para tomar lo que descansaba allí arriba, dos trozos de papel –estas son dos entradas para la convención anual de escritores que será esta noche y quería que alguien me acompañara, si estas de acuerdo te regalo una y vamos juntos, pero si no, pues... invitaré a Tatsuha-
No, no, no, no, no, ¡si quiero, ¡si quiero!- afirmó eufóricamente.
Pues ven y tómala- sonrió triunfante balanceando la entrada delante de su propia cara, ya anticipándose a los seguros y más que obvios resultados.
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Horas más tarde...
No sabía como siempre terminaba cayendo en sus trucos, pero que iba a hacer, ése era el poder principal de los Uesugi, "la extorsión".
El escritor tenía la vista fija en el volante, claro que eran sólo por momentos ya que de lo que verdaderamente no podía apartar la mirada era del pequeño sentado a su lado. El traje formal que llevaba combinado con el aire infantil que siempre lo caracterizaba le daba un toque especial, algo demasiado tentador como para no apartarle ni por un segundo la vista.
No se sentía bien, la ropa de este tipo nunca se le dio y al parecer hasta a Yuki le causaba gracia, de otro modo no estaría volteando a cada momento para mirar lo ridículo que estaba, sólo esperaba no avergonzar al escritor una vez hubieran llegado.
Temía tantas cosas, jamás se había relacionado mucho con lo concerniente a la profesión de Yuki, es más la única con quien trataba era con su editora, Kanna Mizuki, ella le había apoyado en su relación, pero... ¿los demás?.
Por la prensa sabía que muchos de los colegas del rubio no veían con buenos ojos que fueran pareja y usaban eso como un arma para intentar hundirlo, celosos de lo popular que era tanto entre lectores japoneses y extranjeros.
Conociendo eso... ¿había sido buena idea venir?. Volteó hacia Yuki con los ojos suplicantes, buscando llamar su atención.
Ya llegamos- dijo pisando el freno, borrando la sonrisa en su rostro al ver la cara melancólica que tenía el pequeño -¿Que sucede?- interrogó seriamente al no entender a qué iba todo aquello de un momento a otro.
Yuki... eto... no, no es nada- apartó la vista de los ojos dorados que lo miraban con cierto recelo, no iba a estropearle la noche con las ideas que se le venían a la cabeza, esta era la noche de Yuki y lo único que importaba realmente era él –vamos- dijo regalándole una de sus mejores sonrisas, logrando desconcertar aún más al rubio que veía como el pelirrosa salía por la otra puerta.
En verdad no entendía del todo esos cambios de humor tan repentinos, a veces deseaba poder adivinar sus pensamientos. Ya no era el mismo niño en extremo hiperactivo al que conoció una noche en el parque, cuando la letra de su estúpida canción llegó por azares del destino a sus manos, cuando sintió por primera vez la calidez de los verdaderos sentimientos con sólo leerla, cuando se enamoró de la persona que le había enseñado que el amor es espontáneo, que el amor se da de mil maneras y cuando menos lo imaginas.
Yuki... te estas quedando atrás... Yuki... – llamó el cantante desde lo lejos agitando la mano en lo alto, haciéndole salir de sus recuerdos para sonreírle suavemente y de manera sincera. Eso era lo que quería, lo que había escogido y por lo que luchaba continuamente, lo que le daba fuerzas para seguir, ESO era el amor.
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Shuichi se quedó sin habla al ingresar dentro del salón lujoso, todas las luces y los adornos, no se comparaban con las fiestas que conocía y a las que estaba acostumbrado, todas las personas vestidas de la misma forma, sentía que se podían perder allí dentro.
Los murmullos no se hicieron esperar, ya sabía de algo así, es más estaba seguro. Todas las miradas centradas en ellos, podía intuir lo que cada una decía leyéndoles los labios, sin embargo, poco le importaba todo aquello.
Yuki-sensei- el escritor volteó hacia la rubia que se les acercaba –que alegría que viniera, oh! Shindo-san, hace tiempo que no lo veía, se ve muy bien con ese traje- dijo posando una mano en el hombro del susodicho.
Mizuki-san, eh... arigatou- se sonrojó al comentario.
¿No quieren tomar algo?- preguntó mostrando la copa que llevaba en los dedos.
Kanna, quédate con Shuichi por favor, mientras yo voy a hablar con el organizador- dio media vuelta dispuesto a irse cuando la voz de la chica lo detuvo.
¿Ya se lo dijeron Yuki-sensei?-
¿Decir qué?- preguntó el pelirrosa sintiéndose bastante ajeno a la conversación de ambos.
El maestro a vuelto a ganar el premio nacional de literatura con su última novela y van a premiarlo dentro de algunos instantes- explicó bastante contenta -¿no es fabuloso?-
¿Es verdad, Yuki?- los ojitos le brillaron, lo sabía, Yuki era el mejor escritor de novelas del mundo y ese premio que iba a recibir sería la mejor prueba de ello.
Me voy- dijo alejándose de su editora y el cantante que bastante emocionados comenzaron a intercambiar frases de elogio para el rubio.
Sólo vienes cuando sabes que vas a recibir algo, ¿no es así... Yuki?- preguntó sarcásticamente una voz a sus espaldas.
Es mejor que sólo venir a compadecerte sabiendo que los demás siempre son mejores que tu, ¿no lo crees así... Kouji?- repitió el tono, volteando para encontrándose con un hombre de su misma edad, cabellera rubia y corta, sus ojos pardos, vestido elegantemente y sosteniendo una copa de champagne en la mano.
Podía haber ganado- alegó en defensa.
Podías, pero yo lo hice-
No se cómo un hombre como tú, que ha manchado nuestra reputación al llevar una relación marital con un hombre puede seguir teniendo tanta suerte, ¿o es acaso que tu amante les ha hecho favores a todos los jueces para que ganaras?... ahhh- la mano que sujetó el cuello de su traje le impidió continuar.
Una palabra más y me olvido que estamos ante mucha gente para hacerte tragar las cosas que acabas de decir, ¿entendido?- mas al no recibir otra respuesta que no fuera la mirada de odio que aún le sostenía, lo soltó con algo de brusquedad y se alejó como si nada hubiera ocurrido.
Maldito, seré yo quien te haga tragar tus palabras-
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A toda la audiencia, tomen su lugar por favor- comenzó el maestro de ceremonias hablando por el micrófono. Mizuki guió a Shuichi hasta una de las muchas mesas perfectamente distribuías ante el escenario tomando asiento junto con él mientras las luces se apagaban para dar paso al inicio de la ceremonia.
Esta será nuestra mesa, Shindo-san, desde aquí se ve muy bien el escenario- dijo con una sonrisa al ver lo entusiasmado que estaba el cantante cuando uno de los meseros se acercó a murmurarle algo –Bien, enseguida voy... Shindo-san, me pidieron que fuera yo quien dé las palabras iniciales antes de que el premio le sea otorgado a Yuki-sensei, ¿le importaría si lo dejo solo por esos instantes?-
No hay problema, Mizuki-san, no haré nada que pueda enfadar a Yuki- sacó la lengua juguetonamente ante la risa cómplice de la mujer.
Enseguida regreso- se puso de pie siendo guiada por el mesero.
El discurso de apertura le pareció interminable, llevaba cerca de media hora y parecía no acabar, lo único que le permitía seguir despierto era el saber que de un momento a otro su Yuki saldría de entre las cortinas ante la ovación de propios y extraños, admirando como un escritor tan joven podía llegar tan lejos.
Ahhh... Yuki...- suspiró a la imagen mental del escritor.
¿Aburrido?- preguntó el joven rubio apoyando una mano en su mesa.
Si... quiero decir ¡no, ¡no, eso no es aburrido, para nada- despertó a la voz que de improviso comenzó a hablarle.
No tienes por qué mentir conmigo, la verdad también estoy aburrido, odio el formalismo, ¿se puede?- preguntó señalando el asiento vacía a un lado del pelirrosa.
Claro- dijo sin mucho ánimo, apoyando el mentón en sus manos.
Kouji Tsuzuhara, un placer- le extendió una mano en saludo.
Shuichi Shindo- respondió tomando la mano del hombre.
¿Sabes, preferiría uno de tus conciertos a esto-
¿Cómo sabes que yo...?- volteó bastante sorprendido.
¿Qué eres cantante, niño, ¡medio Japón por no decir todo lo sabe, y ni que decir de la relación que llevas Yuki-san, yo también soy escritor, ¿gustas?- ofreció una copa de vino champagne recién servido.
Gracias, no lo sabía-
Es bueno conocer a la pareja de mi amigo-
¿Eres amigo de Yuki?- abrió los ojos bastante sorprendido -no sabía que Yuki tuviera amigos- añadió bajando la voz, había muchas cosas que no sabía de Yuki.
Eres lindo niño, me caes bien-
Estuvieron hablando de cosas sin sentido, burlándose del maestro de ceremonias que llevaba una peluca, o de las anécdotas que el rubio le daba sobre las diferentes personas que estaban allí, todo hasta que a Shuichi le dieron unas ganas terribles de...
Creo que tomé mucho, Kouji, ¿dónde esta el baño?- preguntó algo avergonzado apretando una de sus manos.
Por allá, si quieres te llevo, no sea que no lo encuentres y tengamos que lamentar un accidente- se rió de la carita que ponía el pelirrosa a su comentario.
Si, por favor- ambos salieron sin llamar la atención del público, que a diferencia de ellos SI estaban interesados en cada uno de los discursos que allí se presentaban.
Te apresuras, ¿ok?- encargó abriendo la puerta para él.
Claro, no pienso perderme por nada del mundo la premiación de mi Yuki- sonrió ampliamente perdiéndose tras la puerta que se cerraba.
Claro que no te la vas a perder...- murmuró sabiendo que ya no era oído, girando la perilla para abrir la puerta, ingresando al interior y cerrándola con seguro.
Jaló de la cadena antes de acomodarse mejor los pantalones, como odiaba la ropa formal y muerta que se usaban para este tipo de ocasiones, no era de su tipo, era un hecho, y tampoco le apetecía volvérsela a poner, salvo las contadas ocasiones en que Yuki con chantajes lo consiguiera.
Abrió la puerta sólo para toparse con su nuevo amigo mirándose en el gran espejo –Ah, Kouji-kun, tu también querías, ¿no?- dijo en burla sólo consiguiendo que el rubio volteara mostrándole una mirada gélida, bastante diferente a antes.
Claro que quiero- se acercó amenazadoramente al pelirrosa quien retrocedió unos pasos al no reconocer a su amigo en esa persona.
Kouji... me estas asustando, dime que es una broma... ah- la pared a sus espaldas truncó su camino.
Idiota, ¿en verdad creíste que quería tu amistad, iluso, lo que y quiero de ti es otra cosa y me la vas a dar ya sea por las buenas... o por las malas- atrapó entre sus manos el cabello rosado de la nuca del cantante, acercándolo para obligarle a besarlo, mas Shuichi en acto reflejo lanzó un puñetazo que justo fue a dar a la mejilla del rubio.
Aprovechó el breve momento en que lo soltó para correr a la puerta, sin embargo, para su sorpresa esta estaba cerrada.
No vas a salir de aquí, no hasta que me cobre por este golpe- levantó su puño estampándolo con fuerza en la cara del pelirrosa, haciendo que chocara contra la puerta antes de caer en el piso -¡levántate, todavía no he terminado- levantó de los cabellos al cantante, arrastrándolo hasta llegar al gran espejo en el cual se miraba minutos atrás -¿ves esta linda carita?- dijo con sarcasmo obligando a Shuichi a observar hacia su propio reflejo –mírala, porque será la última vez que lo hagas-
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Mizuki salió al escenario para finalmente comenzar con lo verdaderamente buen de la noche -Y el momento ha llegado, la primera premiación de la noche se destaca de las demás ya que las ventas de su libro llegaron hasta el cielo en tan sólo la primera semana de su debut, ha regresado después de una larga ausencia y hace su presencia esta noche para recibir un galardón realmente merecido, reciban con aplausos al señor Yuki Eiri!- las ovaciones no se hicieron esperar y las cortinas revelaron el perfil del joven escritor.
Con una sonrisa saludó a las cámaras, usando eso como pretexto para buscar entre la multitud a quien realmente quería ver, mas al no encontrarlo un mal presentimiento comenzó a acecharlo. No, no era posible, Mizuki estaba con él.
Yuki-sensei, esto es para usted- como haciendo realidad sus peores temores a su lado apareció la susodicha entregándole el premio en las manos.
¿y Shuichi?- fue lo único que atinó a decir sin importarle que aún estuviera en el escenario.
Estaba allá- señaló a la mesa vacía delante de ellos –oh no..-
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¡Noooooo!- gritó al contacto de las manos del rubio que descendía por su espalda hasta tocar sus glúteos bajo el pantalón y la ropa interior.
Vamos mocoso, esto lo has debido de hacer un montón de veces, apuesto a que te gusta- comenzó a presionar un dedo contra la entrada del pelirrosa.
No podía pasar aquello, no sólo por su salud, sino por Yuki, no lo permitiría.
¡¡¡YUKIIIII!- gritó con todas sus fuerzas en parte por el dolor a la invasión y por la esperanza de que el escritor pudiera oírlo.
¡Cállate idiota!- cubrió la boca del chico con una mano, siendo mordido en el preciso instante en la palma hacía contacto con sus labios -¡MALDITO MOCOSO!- su mano estaba sangrando, eso incrementó su ira y ya sin pensarlo empujó la cabeza del cantante contra el espejo, el cual se quebrantó un poco acompañada por la sangre de Shuichi, quien cayó semiinconsciente al piso.
Se acomodó por sobre el cuerpo del cantante, bajándole los pantalones y abriéndole las piernas en el acto –Si quieres grita, a mi me da igual, quien quedará mal con todo esto será el Yuki-san, ¿no, ¿estarías dispuesto a arruinarle su noche tan especial?- sonrió al ver las lágrimas que emanaban de los ojos violetas, sólo era un niño ingenuo -¿esa es tu respuesta, bien- volvió a incrustar un dedo en el interior del pequeño cuerpo que se esforzaba por no gritar –así me gusta-
Abrió de un patada la puerta, revelando ante sus dorados ojos la cruel escena de ver a Shuichi tendido en el piso, sangrando por la cabeza y con Kouji sobre él dispuesto a tomarlo.
Yuki...- dijo débilmente al ver como un milagro al rubio allí.
Eiri no necesito más explicaciones y sin mediar palabra alguna se abalanzó sobre el sujeto, alejándolo con un golpe certero en su rostro. Volteó hacia un lado encontrando el vidrio roto y bañado en la sangre del pequeño luego viró hacia el rubio que se sostenía la mejilla con una mano, lo levantó por el cuello lanzándolo contra el vidrio de la misma manera en que seguro hubiera hecho con Shuichi.
Ahhhhhhh- el grito doloroso salió de los labios de Kouji al sentir el corte en su pómulo derecho, intentando parar la abundante hemorragia que salía de la herida.
Mizuki llegó lo más rápido que pudo, viendo horrorizada lo que ante ella se mostraba.
Kanna, ¡llama a una ambulancia de inmediato!- gritó el escritor sosteniendo entre sus brazos a Shuichi que había perdido la conciencia.
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Entró en el cuarto en penumbras, viendo como a lo lejos la única cama de la habitación era iluminada por la luz de la luna y el perfil de un joven se dibujaba perfectamente en ella. Dio unos cuantos pasos para acercarse, procurando no interrumpir tan hermosa imagen.
¿Te sientes mejor?- preguntó acariciando a mejilla del chico consiguiendo que este al reconocer la voz posara una mano sobre la misma que lo tocaba con tanto afecto.
Yuki, ¿crees que soy bueno, es decir, ¿soy lo suficientemente bueno para ti?- preguntó mientras apretaba la piel de la mano del escritor –¿no soy sólo alguien que te da problemas y complica tu vida, acabo de arruinarte la noche, creo... creo que la respuesta esta allí-
No seas más baka de lo que ya eres- respondió con un susurro en su oído.
Quizá te molestes cada vez que te lo pregunto, pero...- giró su cuerpo para dar la cara al rubio que se había acomodado a un costado suyo -¿Me quieres, Yuki?-
Claro que te quiero- pasó dos dedos acariciando el contorno del rostro bonito del pelirrosa.
Lo siento, pero necesito saberlo en todo momento... saber que a pesar de todo lo que haya ocurrido en el pasado soy sólo tuyo...-
Lo eres...- dijo besando delicadamente los labios que se mostraban tentadores ante él, separándose a los pocos instantes -por eso... - metió una mano en el bolsillo de la gabardina beige claro que llevaba. Los ojos violeta se abrieron de la impresión, perdiéndose en el brillo del precioso metal que se balanceaba débilmente en las manos del escritor –es para ti, para que cada vez que lo veas escuches el "te amo" que siempre saldrá de mis labios, nuestros corazones están entrelazados como en el tallado, símbolo de que eres sólo mío...-
:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-: FIN DEL FLASH BACK :-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:-:
"Sólo mío... sólo mío... sólo mío... sólo... mío..."
La voz del escritor se desvaneció lentamente, alejándose en un eco que repetía una y otra vez aquellas palabras, de eso ya nada quedaba, él único lazo que lo mantenía atado a Yuki le había sido arrebatado.
'Lo siento Yuki, no puedo oír tu voz... no puedo sentirme tuyo... porque ya no lo soy...' pensó con lágrimas en los ojos a los movimientos que desgarraban su interior con cada embestida, ignorando completamente a las verdes pupilas que veían todo desde un rincón de la habitación, ocultas en las penumbras de la noche, sabiendo que este era el principio del final.
CONTINUARÁ...
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NOTAS DE AMAI: Konnichiwa! n.n, aquí hace su presencia Amai, ya dí algunas pruebas y creo que no fue tan mal... aunque eso esta en un gran CREO T-T, además que acabo de terminar con mi novio, no es que me importe mucho, el tipo no resultó ser como yo pensaba u.u, sino un completo idiota que no me comprendía para nada, parecía ignorarme cada vez que hablaba de las cosas que me importaban y ni que decir cuando hablaba de Gravi, me miraba con una cara de nauseas... ¬¬, en resumen: un BAKA.
Bueno, basta de hablar de mi vida, mejor me voy a los reviews!.
Hikaru Yuy: Graxias por las palabras, en verdad hago mi mejor esfuerzo y me siento mucho mejor al saber que les está gustando . , así luego me maten XD, ya di algunas pruebas y como que salvo, todo depende. Nos vemos en el siguiente, ja ne.
Tikal-Neo: Es bueno tenerte en este nuevo fic -, la familia de El Camino perdido se reúne... no me hagas caso, estoy un tanto baka hoy XD. Sayonaraaaa.
Ashley Vulpix: Gracias por los deseos, ruega más por mi que me faltan algunos, siento haber tardado tanto en el anterior, al menos adelanté una semana este , ¿no crees?. Besos y nos vemos al siguiente.
Eli-chan1: Voy a hacer el intento por no hacer daño a Shu, pero es inevitable siendo él el centro de todo el conflicto, ne, mejor veamos que pasa. Espero que actualices pronto tu fic que tengo ganas de saber que pasa. Cuídate, ja ne.
Kiam Yukino: Que el maltrato es para querer a muerte?... pues... algo así XD, ni yo misma me entiendo y voy a explicarte lo que pasa por mi cabeza? Jajajajja. Espere tu fic pero nada, a ver si me respondes para decir que pasó, sayo.
Uriko No Da: Gomen y este seguro te dolió más T-T, pobre Shu pero así es la vida, esperemos que esto se arregle, y... ¿Quién era el tipo que apareció al final?. Dewa matta.
Grin: Si, me lo han venido repitiendo desde El camino perdido, soy cruel y con intención, claro que no todo será lágrimas y muerte, mejor a esperar los siguientes. Sayo no da!.
Onii-chan: Como que el anterior era una especie de entrada para la sarta de recuerdo del capítulo que acabas de leer n.n, de allí la confusión, lo malo es que ahora que lo saben van a matarme Y-Y, jajajajaja, nos vemos, ja ne.
Molisha: ya lo subí lo más rápido que pude, es que la tarea de la facultad me quita tiempo y nada que hacer contra eso Y-Y, espero te haya gustado. Nos vemos al prox.
Angy Kohai: A que soy cruel, hasta yo misma me sorprendo de lo mala que puedo llegar a ser ). Besos, ja ne.
Lahome: Jajajajaja, ahora ya sabes a quien odiar, aunque... por otro lado aún resta esperar al siguiente para saber mejor que esta pasando, así que hasta la próxima. Sayonara na no da!.
Lady darkness: Es porque no era Yuki T-T, que mala soy, necesito urgente una taza de café para calmar estos nervios ¬¬'. No te preocupes el próximo se viene a la semana!. Bye bye.
Cerdo Volador: Gracias, trato de hacerlo lo mejor que puedo en la facultad, pero como siempre el fic esta presente n.n. Que será de Thoma, por que no quiere ver a nadie, respuestas al siguiente, ja ne.
Zoldick Neo Queen: Si te preguntas el por qué, la respuesta es simple, es porque Shuichi es así, le guste a quien le guste ¬¬. Ja ne.
Rubinegro: Sabes que soy cruel, ya veremos como acabara este fic, espero te guste aunque n de pistas de si va a ser trágico o no, mejor queda en suspenso. Saludos y sayonara.
Hikaru Itsuko: Vaya, a veces fanfiction net se pone extraño e incluso a las escritoras nos prohíbe cosas ¬¬, sin embargo, si no fuera por esta página no habría nada, ne?. Espero si puedas dejar review de este. Nos vemos, sayonara.
Dary Kyana: Que decir, se siente lindo además que mi autoestima sube hacia el cielo con cada una de las palabras de aliento que me dan, en fin... las quiero a todas D. Ya esta aquí el capi y esper que te guste, nos vemos.
Toffi-chan: Intento subirla lo más rápido posible, claro que cuando tenga más tiempo podré volver a mi rutina semanal, sólo espérenme unos dos capis más. PD: Gracias por leer n.n, sayonara.
Chihiro: jajajaja multicolor, le alegra que te haya gustado, aléjate del hermano, bye bye.
Zafiro: Hola amiga, ya no tengo problemas con la red, ahora es el tiempo quien me pisa, algunas de tus respuestas ya se respondieron, las siguientes en el prox. Cuídate.
Fukaru Rhyan: Jajaja, que lindo, te aventuraste a leer uno por uno y dejar review D, la fórmula es simple, ustedes felices y yo también, sólo que últimamente me estoy retrasando un poquitin debido al factor tiempo y ya no puedo actualizar cada semana como lo hacía en la antecesora del fic, pero de abandonarlo no lo haré, amo demasiado a mis fics como para dejarlos a medias, además que sé lo gacho que es que te dejen y actualizen de año en cuando en el amplio sentido de la palabra. Me extendí bastante, saludos y cuídate!.
Nat-chan07: Holas, y acertaste, no era Yuki XD, gracias por leer, ya te estaba extrañando, ¿creo que vi la continuación de Kumagoro se ha perdido, ya la estaba extrañando, ahora mismo me pongo a leer, sayo, nos vemos n.n.
Mis agradecimientos especiales a quienes me escriben al mail:
Palagata(No sé si te llegó mi correo, pero te escribí, me avisas, ¿ok?), Claudia-chan(Nos leemos!), Natalia, Selpelin, Mika Sakuma, zzagide, Norikokuchan, Frida-chan(Graxias), Sami-chan, Clari-chan, kaouruko, chibi girl hentai, Tifanny-chan, Cristal-san, princesserenity, Pares, Kriada, yuyiohx, Teodekd.
Bueno, como aperitivo final las frases de la felicidad n.n ---- FÓRMULA DE LA ESCRITORA FELIZ: Escritora presionada con reviews ¡Capítulos largos y actualizados con rapidez! (me pasé con lo de largos n.n).
Y... nos vemos al siguiente, saludos a todas, bye bye noda!.
