ACLARACIÓN: Gravitation no me pertenece, todos los personajes originales de la serie de TV y manga son propiedad de Maki Murakami, cualquier otro personaje es creación mía para narrar esta historia.
CAPÍTULO 7: REENCUENTROS
En el capítulo anterior:
No, por favor, no me dejes... quiero que te quedes conmigo- rogó apegándose más a él. Ni Yuki, ni Hiro daban crédito a lo que sus ojos veían pero era cierto.
Hayato sonrió para sus adentros, sabía perfectamente a qué venía ese comportamiento e iba a aprovecharlo.
Claro que no voy a irme, voy a quedarme contigo...- dijo tomando al pequeño por la barbilla, acercándolo para unir sus labios en un beso.
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El sonido producido por el ruidoso aparato lo despertó obligándolo a que abriera los ojos lentamente, giró hacia su derecha topándose con el reloj despertador que timbraba indicándole que eran las 7:15 a.m, estiró una mano y silenció la alarma.
Hiro bostezó sin mucho ánimo y volvió a acomodarse dentro de la confortable cama, la noche anterior había dormido bastante tarde y no estaba con humor de ir a disfrutar del paisaje matutino como se lo había prometido a su novia.
5 minutos después...
Ya estaba de pie y listo para salir en cuanto Ayaka golpeara la puerta de su habitación, muy a su pesar tenía que admitir que la joven de Kyoto tenía más de un poder sobre su persona, además una promesa era una promesa.
Estaba peinando su largo pelo rojo cuando divisó una hoja de papel al lado del reloj despertador la cual tenía un mensaje escrito con vivos colores, la tomó entre sus manos y leyó en un susurro.
"Llegó anoche, no quise despertarte por eso la dejo aquí para que la leas a gusto. Besos, Ayaka..."- no supo que significaba la nota hasta que observó el pequeño sobre que había estado bajo la misma, lo abrió y solamente con reconocer el perfume supo de quien se trataba.
Hola Hiro, si ya te diste cuenta esta bien, soy Shuichi, ¿cómo va todo por allá, ¿esta bien el clima de Kyoto, ¿visitaste la ciudad, ¿me traerás un recuerdo cuando vuelvas, ¡recuerda que lo prometiste!.
Si, ya sé lo que piensas... "¿por qué una carta si pude haberte llamado por teléfono?", pues... ¿acaso mis razones no son obvias?... estoy aburrido y esta es una manera de invertir bien mi tiempo, además ya es una semana desde que te fuiste allá y... ¡NO, no te estoy reprochando nada, es más me sentí feliz al saber la noticia de tu misma boca, ¡TU Y AYAKA-CHAN SE CASAN EN TRES SEMANAS, bueno... dos si contamos la que ya pasó, ¡¿cómo pudiste olvidarlo, creo que en parte fue mi culpa, ne?. Lo siento tanto, ahora no te preocupes, ya estoy mejor.
¿Sabes? ya pasaron 4 semanas desde que estoy internado en el hospital y en dos días me dan de alta... seguramente cuando leas esto yo ya este en casa... eso me recuerda, ¡gracias por permitir que me quede en la tuya mientras consigo un departamento propio, no me enteré hasta ayer que Sakano me dio las llaves que tu le dejaste, espero no ser una molestia, por el momento sólo necesito un lugar donde poder dormir y cocinar algo, agradezco tu gesto.
Espero que los preparativos de la boda les salgan de maravilla, saber que finalmente se decidieron tu y Akaya-chan me alegra mucho, en especial por ti Hiro, tu que siempre te preocupaste por mi ahora es tiempo de que pienses sólo en ti y en tu felicidad que de alguna manera también es la mía, amigo te deseo lo mejor.
Yo por mi parte estoy bien, jamás me sentí mejor, Hayato es muy bueno, siempre se esta preocupando por mi, no sé que haría sin él, en estas tres semanas a su lado me he dado cuenta de que lo quiero en verdad y que por Yuki sólo sentía una fuerte atracción, nada más allá de la intimidad en una habitación, ¿viste que cuando ya no pudimos mantener ese tipo de relación todo murió, creo que fue mejor así, él hará su vida y yo la mía como debió ser desde un principio, además según sé es muy feliz con el chico con el cual convive ahora, de todas maneras eso ya no me incumbe, yo jamás lo amé.
Cuídate, K y los demás están ansiosos por el tan esperado día. Un abrazo a ti y a Ayaka-chan.
Atte: Shuichi
PD: ¡No te olvides de los recuerdos!
Hiro dobló en silencio la carta escrita de puño y letra del pelirrosa, se notaba lo aburrido que estaba Shuichi para escribir tanto y con tanto desorden, sonrió al ver los dibujos de coloridas flores que tenía detrás, posible colaboración de Sakuma-san.
Lo metió con sumo cariño en el pequeño sobre no sin antes recordar las palabras escritas por su amigo: "Yo jamás lo amé".
Mentiroso...- dijo suspirando suavemente dejando de sonreír paulatinamente -... Shuichi, a mi jamás conseguirás engañarme, lo sigues amando, amas a Yuki-san igual o quizá más que antes y saber que está con otro te lastima, ¿por qué es tan difícil decírselo?-
El guitarrista recordó las veces que oyó hablar al pelirrosa entre sueños cuando se quedaba a dormir con él en el hospital, de sus labios siempre salía el nombre del escritor acompañado con el dolor del cantante expresado en lágrimas.
¿Acaso renunciaste a él?-
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El cálido aliento del pelirrosa empañó su propia imagen que se reflejaba débilmente en el vidrio de la ventana de su habitación mientras echaba un vistazo hacia el exterior, lugar al que volvería después de cuatro semanas de encierro en el hospital.
Cuatro semanas que habían pasado como cuentagotas y ahora finalmente terminaban para llevarlo por un rumbo diferente. Nada sería igual al salir por esas puertas, ni siquiera él terminaba de aceptar el giro que había dado su vida en tan poco tiempo.
Primero ese accidente de hace más de un año, luego la muerte de Shirou y ahora la traición de Yuki, de las tres sin duda la que más le había dolido era la tercera porque era difícil hacerse a la idea de que aquel que considerabas amor eterno era sólo una falsedad, una mentira, un juego.
El ruido de la puerta al abrirse lo interrumpió haciendo que volteara hacia el recién llegado sabiendo perfectamente de quien se trataba ya que era el mismo que minutos antes le había dejado solo.
¿Ya estás listo?- preguntó Hayato acercándose hasta el pequeño para abrazarlo por la espalda.
Si...- respondió el cantante sin muchos ánimos volviendo a su vista anterior hacia la ventana.
¿Sigues molesto porque les dije a tus amigos que no vinieran?- murmuró en su oído lamiéndole el lóbulo. Shuichi bajó la cabeza y no contestó –¿acaso quieres que vengan a tenerte lástima, porque eso es lo que vas a provocar...- habló sin la menor delicadeza –"estas tan débil que no puedes ni caminar por ti mismo", ¿quieres que digan eso de ti al verte en esa silla de ruedas?. "No puedes cantar y tienes que mendigar un lugar para vivir, eres un inútil"... ¿quieres eso?- preguntó por última vez forzando al cantante a que lo viera a los ojos -¿lo quieres?-
Ellos no dirían eso...- trató de refutar débilmente lo que el hombre mayor le intentaba obligar a creer.
No lo dicen pero lo piensan, ¿Qué tal Yuki Eiri?- los ojos de Shuichi se abrieron enormemente a la mención del nombre –él si que se burlaría de ti, de tu desgracia- al ver la reacción que produjo en el joven de pelo rosa continúo –Una vez ya te dijo todo lo que quiso sin importarle tu estado, ¿por qué no lo haría ahora?-
Shuichi se apartó del moreno y fue hasta su cama para tomar apoyo en esta, Hayato por su parte lo siguió y volvió a abrazarlo –¿Por qué siempre dices y haces cosas que me lastiman?- preguntó el pequeño.
Lo hago porque me importas- respondió jugando con el cabello rosa que había crecido todo este tiempo hasta llegar a los hombros del muchacho -eres muy joven e inocente, deberías saber que no existe eso llamado amistad, mucho menos el amor por eso estas aquí, ¿no?-
Las amatistas se nublaron y el silencio se hizo de nuevo en el lugar.
Nadie te quiere- lo tomó por la mejilla y comenzó a besarlo –nadie...-
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Batió nuevamente su malteada de chocolate con la pajilla antes de echar un vistazo hacia su reloj en la muñeca, era cerca de las nueve y ni señales de Noriko y los otros, ¿no se suponía que debían estar hace media hora para ir todos juntos a recoger a Shuichi al hospital?.
Volteó aburrido hacia su derecha donde Kumagoro estaba sentado sobre la blanca mesa con una versión más pequeña de su malteada y una pajilla en la boca dándole el aspecto de estar bebiendo también.
Si no llegan en 5 minutos tu y yo nos vamos- aseguró el cantante ya harto de la espera.
No irás a ningún lado- dijo una voz femenina a sus espaldas con una risita infantil que reconoció de inmediato.
¡Noriko!- el cantante se abalanzó sobre la chica sin darle tiempo a defenderse.
Ba...basta... Ryu-chan!...- consiguió liberarse a duras penas respirando agitada por el cansancio que le había originado eso.
Unos minutos más y Kumagoro y yo nos íbamos con Shuichi sin importar que ustedes no aparecieran- comentó el vocalista de NG haciendo un pucherito de enfado –por cierto... ¿dónde están K' y los demás?- preguntó dándose cuenta que hablaba solamente con la chica y con nadie más de los citados allí.
No van a venir...- respondió la tecladista –esta mañana les avisaron a todos que Shuichi iba a salir más temprano de lo planeado lo cual estropeó nuestros planes-
¡¿Qué!- se exaltó el dueño de Kumagoro –pero Shuichi dijo que iría conmigo al parque de atracciones, me mintió, ¡no es justo!-
No te mintió- Noriko trató de tranquilizar a su colega –seguro que ni él sabía de esto sino nos lo habría dicho ayer, ¿no?- Ryuichi sólo la miró con una graciosa lagrimita en un ojo derecho –Vamos, podrás visitarlo en la casa de Nakano-kun cuando quieras-
Es cierto...- dijo el vocalista más tranquilo y dejando atrás su postura infantil –Shuichi jamás se alejaría como lo hizo Thoma, ¿no?- Noriko hizo la cara a un lado al comentario de su compañero de banda.
Thoma es Thoma, él no es un chiquillo, si fue su decisión estoy segura que es la más correcta, imagínate haber pasado por lo que él pasó, supongo que esta tratando de olvidar todo eso y despejarse, ya verás que en poco tiempo lo tenemos nuevamente de vuelta, recargándonos con excesivo trabajo como siempre hace- Ukai extendió una mano tomando a Kumagoro e imitó la voz de este como Ryuichi siempre hacía –Kumagoro quiere que ensayemos mucho para que Thoma sepa que en su ausencia también nos hemos esforzado, ¿que dices Ryu-chan?- preguntó tiernamente extendiendo la pata del peluche.
Que Noriko me debe la malteada de Kumagoro que acaba de echar al levantarlo- bromeó con una fingida mueca de enfado señalando efectivamente el vaso volcado y el líquido derramándose por toda la mesa.
La chica golpeó a Ryuichi con el peluche en la cabeza mientras este comenzaba a reír, sin darse cuenta que a los pocos instantes ella también se encontraba riendo a causa de su propia tontería.
El cantante se tranquilizó después de un rato y antes de que lo hiciera su compañera de grupo le estrechó la mano derecha que tenía libre.
Acepto, Noriko-chan-
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En un lugar de Nueva York...
Sentado en una silla bastante incómoda en la sala de visitas de una cárcel se encontraba el ex-presidente de NG Records y teclado de Nittle Grasper esperando conversar con la persona que había mandado a llamar a uno de los guardias del recinto.
Sabía poco de él y esa poca información había bastado para saber que era la persona indicada para el trabajo que necesitaba.
En sus manos llevaba el recorte de periódico que dio hace casi un año la noticia que lo había llevado hasta esa persona: "RED DE MAFIA NORTEAMERICANA CAE DESPUÉS DE UNA PELEA SANGRIENTA CON SU CONTRAPARTE JAPONESA".
Shirou, Shirou- ironizó al ver la imagen del susodicho a un lado del titular –¿te estabas divirtiendo mucho, verdad, lástima que tu amor por Shindo te destruyera. Eso es lo que me trae aquí, yo evitaré que Eiri-san termine como tu...-
Señor- ingresó el guardia que había enviado con un hombre algo mayor que portaba el uniforme de la prisión y llevaba las manos atadas con esposas por seguridad –30 minutos- fue lo único que dijo el guardia antes de dejar a ambos hombres solos en la sala designada a las visitas.
¿Quién es usted?- La primera intervención la dio el preso mirado con desconfianza a aquel rubio elegante el cual se le hacía un completo desconocido.
No importa quien soy...- repuso el de ojos verdes –sólo el por qué estoy aquí- dijo con tranquilidad.
¿Y por qué esta aquí, señor?- preguntó el hombre que cada vez sentía más desconfianza por lo que estaba pasando -...por su acento puedo asegurar que es un extranjero y yo no conozco a ninguno-
No mienta... señor Clark, ¿no es así? (1)- habló dedicándole una de sus peculiares sonrisas –he venido a sacarlo de aquí... siempre y cuando cumpla todo lo que yo diga-
El sujeto se las pensó un poco, un hombre salido de la nada le ofrecía su libertad a cambio de una propuesta que desconocía totalmente, ¿era inteligente aceptar?.
¿Qué tengo que hacer?- preguntó el hombre recibiendo en respuesta la imagen del recorte de periódico que Thoma le extendió por la mesa.
Quiero que termines el trabajo que una vez comenzaste...- habló el rubio con una frialdad única mientras apretaba el delgado trozo de papel en sus manos –... que acabes con el chiquillo que es culpable de tu encierro... que desaparezcas al que era amante de Shirou-
Shirou...- murmuró Clark entre dientes al recordar al joven yakuza que le había quitado todo cuanto poseía.
Él esta muerto pero el chico que vivía con él no- comentó el rubio con decisión -¿no te gustaría vengarte de Shirou en la persona que él amó?... yo te daré los medios, tu sólo cumple-
Clark se acomodó mejor en el asiento y elevó la vista hasta Seguchi quien esperaba una respuesta –No sé quien es usted pero... trato hecho- contestó devolviéndole el recorte de periódico por la mesa.
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Shuichi salió del hospital despedido por una gran cantidad de enfermeras que eran fanáticas suyas, entre ellas la "Señorita Miyako" como el pelirrosa solía llamar a la mujer a cargo de sus curaciones en compañía del doctor Yagami, la misma que lo despedía agitando su mano en el aire.
Cuídate mucho Shuichi-kun- gritó Miyako viendo como el cantante se alejaba en la silla de ruedas que era empujada por el hombre moreno que le doblaba en edad.
No era por desconfiar pero ese hombre no le agradaba en lo más mínimo, siempre hacía comentarios que de una u otra manera conseguían herir al cantante, es más podía jurar que ese hombre se deleitaba haciéndolo sufrir.
Y ella sólo podía ver desde lejos todo lo que pasaba, una espectadora más, ya que aunque podía curar heridas físicas... sabía que las sentimentales eran otro asunto.
Buena suerte...- dijo bajando la mano y regresando a sus labores.
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Los pasos de Hayato se detuvieron a escasos metros de la carretera donde una lujosa limosina negra los había estado esperando, mas a Shuichi eso ni le llamó la atención.
Este es mi transporte personal- indicó el moreno refiriéndose al ostentoso automóvil -el conductor tiene ordenes de llevarte hasta la casa de Nakano-kun y una vez allí ayudarte con el equipaje, ¿has entendido?- preguntó al percatarse que el chico parecía ignorarlo.
...- Hayato comenzó a exasperarse, la actitud del cantante lo sacaba de quicio, apretó con fuerza su mano en un puño tratando de canalizar allí su ira para no golpearlo en ese preciso instante, sabía que no podía... por el momento.
Bien...- dijo dando media vuelta –tengo que ir a otro lugar, supongo que puedes hacer esto solo, ¿o es que piensas seguir comportándote como un niño mimado?- remarcó la última frase –te veré en la noche- concluyó antes de alejarse del lugar.
Señorito...- Shuichi levantó la cabeza al oír la voz desconocida que lo llamaba de manera tan extraña, topándose de inmediato con el joven chofer que le hablaba –déjeme que le ayude por favor- dijo tomando su mano para ayudarlo a ponerse en pie –el señor Kobashi puede ser bastante brusco algunas veces, no haga caso de todo lo que dice- le sonrió.
Shuichi quedó en silencio viendo como ese extraño muchacho de corto pelo rojo como el de Hiro y ojos negros le acomodaba sus ropas y abría la puerta de la limusina para que ingresara. Sin saber por qué todo el resentimiento que estaba sintiendo se esfumó al ver esa amable sonrisa que el chico le dedicaba.
Pase por favor...-
Gracias- contestó tomando lugar dentro del automóvil mientras el joven conductor se encargaba de llevar sus cosas al portaequipaje para luego volver al coche y ponerlo en marcha.
Mi nombre es Akira, Akira Hayami. Mi familia ha servido desde hace muchos años a los Kobashi y podría decirse que más que empleados somos también parte de esa familia por eso me alegro mucho al poder conocerte, ¿sabes? he oído mucho de ti-
¿De mi?- preguntó el cantante.
El joven siempre esta hablando de ti, eres exactamente igual a como el describe a cada momento, parece quererte mucho-
¿Joven?... ¿te refieres a Hayato?- el cantante no entendía nada de lo que aquel chico le decía.
Lo sabrás a su debido tiempo, por el momento lo único que importa es llevarte al lugar que me indicó el señor-
Shuichi se dejó caer en el respaldo del sillón y decidió no preguntar más, de todos modos no tenía por qué importarle la vida de los Kobashi, es mas, ahora que estaba fuera del hospital quería romper cualquier lazo con Hayato, lo único que le importaría de ahora en adelante sería la música y nada más.
¡Detente!- gritó el pelirrosa de improviso haciendo que Akira frenara de golpe debido al susto.
¿Sucede algo, señorito?- le habló preocupado pero para cuando volteó el pelirrosa ya no estaba allí atrás sino fuera del coche y apunto de tomar un taxi.
Espérame aquí, volveré en una hora- le gritó el pelirrosa antes de abordar en su nuevo transporte.
¡Se... señorito!- su llamado fue a la nada porque el chico ya estaba muy lejos de allí, se llevó una mano a la cabeza quitándose el sombrero que la cubría antes de decir –el señor Hayato me va a matar...-
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Con los nervios haciendo presa de él Shuichi vio como cada vez estaba más y más cerca de su destino, por la ventana podía observar el camino que solía recorrer cada mañana cuando iba al trabajo en NG, incluso la pequeña confitería de donde compraba pastelillos seguía ahí como intacta en el tiempo.
¿Acaso sólo él había cambiado?.
:Siento que no te conozco:
Las últimas palabras del escritor resonaron en su cabeza mientras miraba perdidamente la palma de su mano segundos antes de que la cerrara en un puño.
Es cierto, había cambiado mucho, las circunstancias le habían obligado a eso ¿no, si sólo das confianza y amor eso jamás te será retribuido, sólo te dará debilidad ante todo y ante todos. Abrió nuevamente su palma revelando las pequeñas heridas que se había producido por las uñas, quienes a causa de la fuerza se habían clavado en su piel.
Ya llegamos, joven- pudo oír la voz del chofer, sin ánimos de contestar solamente asintió y le pagó lo que correspondía antes de salir del automóvil sin molestarse en corresponder a ese "Que tenga un buen día" que dijo el conductor antes de poner en marcha el taxi.
Finalmente había llegado, el edificio se alzaba imponente como siempre, clara muestra de la posición económica de los que vivían allí.
Cerró los ojos momentáneamente dándose las fuerzas que necesitaba para ingresar en ese que una vez fue también su departamento, sabía a lo que se atenía a ver y a sentir pero aún así lo haría, de todas maneras su posición allí ya era diferente, iba sólo por sus cosas, nada más a recoger sus cosas, terminar con ese capítulo de su vida y seguir adelante.
Con paso dubitativo entró en el gran edificio dirigiéndose al ascensor de este, conociendo la limitación de sus piernas tenía que apresurar la visita. Una vez cerrada la puerta presionó el botón número 6 que había a un costado de ella, el ascensor dio una leve e innotoria sacudida antes de moverse hasta el piso indicado donde abrió sus puertas nuevamente demostrando que había llegado.
Salió lentamente y casi en acto reflejo viró hacia la derecha, donde su destino: una puerta al final del pasillo lo esperaba.
Elevó la mano dispuesto a tocar el timbre cuando se detuvo a escasos centímetros del pequeño botón rojo. Las piernas le temblaron y el corazón se le encogió al percibir el aroma del perfume perteneciente al escritor que salía ligeramente hasta donde se encontraba.
Con tristeza los ojos violetas desprendieron un brillo fugaz que se extinguió con la misma rapidez en la que se produjo, convirtiéndose ahora en una mirada agresiva comparable con la del Yuki que conoció por primera vez -Tadaima...- murmuró segundos antes de llamar a la puerta.
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Yuki cerró la llave de la ducha cortando el paso al agua, cogió dos toallas una de las cuales fue a parar alrededor de su cintura mientras que con la segunda secó parte de su cuerpo y pelo húmedos, salió del cuarto de baño para ir a su habitación en busca de ropa cuando en medio camino algo lo detuvo.
Era el sonido que hacía Ryohei mientras preparaba el desayuno como cada mañana, desde que vivían juntos.
Ya se cumplían tres semanas desde que el pequeño de ojos verdes había pedido "Una oportunidad" y él se la había dado sin vacilar, ¿ira, ¿despecho tal vez le había orillado a tomar semejante decisión, ni siquiera lograba recordar con seguridad el por qué y ahora lo tenía allí, ocupando el puesto de Shuichi.
¿Qué sería de sus vidas si ahora estuviesen juntos de nuevo, seguramente en lugar de un desayuno respetable Shuichi lo obligaría a tragarse esa porquería de cereal que tanto le encantaba.
: ¡Yuki! :
Vio la imagen de Ryohei transformarse en el pelirrosa, quien con una tierna sonrisa se acercaba a él, se paraba de puntillas y lo besaba.
Posó sus manos en la delgada cintura del cantante y lo apegó más a su cuerpo para profundizar el beso, podía sentir ese fresco aroma a frutas, la dulzura en esos labios finos y la exquisitez de la pequeña lengua que acariciaba la suya con una delicadeza única.
- Din Dong -
El sonido del timbre hizo que abriera los ojos de golpe y volviera a la realidad, no había nadie junto a él. Volvió a voltear hacia el interior de la cocina donde Ryohei parecía no haberse percatado del llamado a la puerta y esta seguía sonando.
Sin tiempo para vestirse se quitó ambas toallas quedando completamente desnudo, tomó la bata que había dejado sobre el sillón de la estancia y se cubrió con esta antes de dirigirse a la puerta.
Giró la perilla con total normalidad sin imaginarse que del otro lado estaba...
Los ojos violeta se toparon inmutables con el dorado del escritor, quien se quedó estático al reconocer inmediatamente a quien tenía frente a sí después de tres semanas de no haberlo visto.
El pelo rosa algo crecido, la piel más blanca que de costumbre.
El cantante oía con claridad el fuerte latir de su corazón que parecía querer salírsele de un momento a otro, no quería ver al escritor pero ahora estaba allí para enfrentarlo, para demostrarle que tenía el valor suficiente para darle la cara y decirle... –Vengo por mis cosas, si no te molesta-
Tu...- fue el único farfullo que pudo articular el rubio, sentía como el cuerpo se le paralizaba, como el aire parecía faltarle y como cada parte de sus pensamientos se perdía en ese mar amatista que eran los ojos del pequeño.
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En otro lugar de Tokio...
Lamento llegar tarde doctor pero algo me retrasó, espero no haber complicado algo- preguntó Hayato tomando asiento donde el médico le indicaba cortésmente.
No se preocupe, el que usted haya llegado tarde no cambia la actual situación- contestó el doctor de aproximadamente la edad de Hayato con la única excepción de presentar algunas canas en el pelo.
¿Ya perdió la vista en el ojo derecho, verdad?- preguntó con dolor en la voz adelantándose a cualquier comentario del médico quien sólo asintió en respuesta.
Y la condición del izquierdo me lleva a pensar que seguirá el mismo destino, es una lástima pero hay que estar preparados señor-
Hayato se puso de pie en silencio y sacó una cajetilla de cigarrillos que tenía en el bolsillo de su saco, cogió uno con la boca y lo encendió.
Mi hijo es fuerte, siempre lo ha sido y esta no será la excepción- dijo orgulloso aspirando el tibio humo del cigarrillo para luego expulsarlo en un suspiro.
Él lo esta esperando en su habitación, señor Kobashi. Rogaría que no le dijera nada que lo perturbara, su hijo ha estado muy nervioso últimamente-
Hayato solamente asintió y dejó solo al medico para ir al sitio donde la persona que más apreciaba le esperaba. Había llegado finalmente el día de llevárselo de ese hospital especial, acabar con su silencio, y por ende recuperar el tiempo perdido.
Abrió la puerta con mucho cuidado encontrándose con el cuarto en completa penumbra, revisó cada punto intentando encontrar algún rastro de vida allí dentro cuando su búsqueda lo llevó a divisar una silueta dibujada por la tenue luz que ingresaba del exterior por los pequeños espacios de la ventana que la cortina no alcanzaba a cubrir.
Hijo... estoy aquí...- murmuró tratando de no perturbarlo.
...- sin embargo, no obtuvo respuesta más que un leve movimiento por parte de aquella persona oculta entre las sombras.
Muy pronto saldrás de aquí y tu soledad terminará- continuó Hayato sin apartar la mirada –lo he conseguido, pequeño. Tu sueño finalmente esta realizado...-
La sombra se giró dándole la cara al oír esas palabras. Hayato, al saber que había conseguido su atención extendió una mano hacia el interruptor de la pared para encender la luz.
El brillo borró la oscuridad descubriendo el largo pelo negro, el blanco rostro, el cuerpo delgado pero bien definido del joven alto que tenía en frente, y más que nada las hermosas gemas celeste claro que lo miraban sin expresión alguna.
He cumplido... Shirou, he traído de vuelta a tu Koiichi- terminó diciendo con una sonrisa -
CONTINUARÁ...
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NOTAS DE AMAI: La li hoo, y así termina un nuevo capítulo, ¿qué les ha parecido, ¡Shirou no esta muerto, muahahaha, el siguiente lo subiré más pronto de lo que piensan, ya me faltan sólo algunas correcciones.(1) Para quienes no recuerden este personaje aparece en el capitulo 13 de "El Camino Perdido", ¿qué hace Thoma con él?.
Gracias por los reviews, adoro responderlos y también a sus mails, son las mejores en verdad, como ya comienzan nuevamente las clases trataré de apresurar el paso antes de los exámenes así que volvemos a las actualizaciones semanales.
Un abrazo nuevamente a aquellas que confían en mi por eso aquí esta las respuestas a sus reviews:
Luaxan: jejeje, hola amiga Lua-chan, no te preocupes, desde ahora voy a actualizar semanalmente, esto esta que arde, y la razón por la que Hayato no le hizo nada es porque a Shirou no le gustaría que maten a su amor, ne?. Gracias por tu rew, tambien sigue con tu fic que esta super kawaii (Hikari x Ryuichi? NOooooooo) bye bye no da.
Eli-chan1: Hola amiga! Pues claro que tu review no podía faltar, eres de mis lectoras la más fiel y por eso te dedico todos los capis que veas n.n. Actualiza pronto tu fic lo dejaste en lo mejor!.
Zoldick Neo Queen: Aquí esta, disfrútalo!.
Hikaru Itsuko: Creo que el final respodió tus dudas, ne, que se trae en manos Thoma, por qué Hiro se casa con Ayaka!. Ja ne y gracias por el rew.
Hikau Yuy: Si y ahora no podían estar más distanciados el uno del otro. El siguiente capi lo actualizo en un parpadeo, Bye noda y gracias por escribirme.
Mizuky-chan: No puedo asegurar nada T-T Si algo pasa ya pasará, mis personajes hacen lo que se les antoja y no puedo detenerlos (en especial Hayato ¬¬). Gracias por el rew y hare lo posible por detener cualquier mal en contra de Shu. Ja ne.
Kyoko: Gracias Kyoko-chan, me encantaría unirme a tu grupo pero no puedo ver la dire, hazla con espacios porque el ff, net no acepta que escribamos todo corrido u sino escribeme al mail: amai (guion bajo) shirabe (arroba). Y como le lo pides puedes subir mi fic al grupo, no hay problema, se despide Amai Shirabe. Bye bye.
Angy Kohai: Si, parece que todas odian a Hayato-san (yo tambien me incluyo por algo que hizo en el pasado a mi queridisimo Ko-chan) jejeje espero este capítulo te haya gustado. Bye bye.
Chihiro: Felicidades por tu cumple, esta capi va de regalo atrasado tambien, gracias por el rew!.
Tikal-neo: Eso si, hasta yo me sorprendo lo mala que puedo ser, ya vez Shirou no esta muerto, profundizare más eso en el siguiente, realegra que te guste el fic, espero que los siguientes capítulos tambien. Nos vemos!.
zunade: Jajajajaja, la tortuguita de Shu la tiene Ryohei por el momento, si no fue por él esta ya habría muerto, mira que Yuki es un poco negligente y la habría matado de hambre XD. Espero te haya gustado el capítulo, nos vemos en el siguiente!. Ja ne.
Ashley Vulpix: Es cierto, este camino va para largo, más con lo que acaba de pasar, ¿Thoma hará algo imperdonable, ¡¡¿Por qué rayos Hiro se casa! (Amai: Lo siento pero me voy a suicidar T-T). Gracias por el review, y disfruta de las vacaciones… ¡Actualiza pronto tu fic!. Bye bye noda.
Dary Kyana: Jajajja, si… Hayato es capaz de todo y lo verás más adelante (Nota Mental, dejar de dar spoliers). Gracias por dejar review, ja ne.
Toffi-chan: Muchas gracias, los capitulos que vienen estarán más intrigantes, espero que te gusten. Gracias por el rew, hasta la otra noda!.
En fin, gracias a todas por los review, incluso a aquellas que no dejaron pero que leen, hacia ustedes va dirigido el fic y es por ustedes que se continúa. Nos vemos la semana que viene y no abusen del yaoi! (mira quien habla ¬¬).
Amai Shirabe (Diosa de las desgracias XD)