Capitulo 3º
RITUALES Y CEREMONIAS DE MATRIMONIO SEGÚN ALBUS DUMBLENDORE.
Transcurrieron unos instantes, hasta que los dos jóvenes se recuperaron de la sorpresa, y pudieron dar una respuesta inteligible a la declaración de Albus Dumbledore, Director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Orden de merlín primera clase, Gran Hechicero, Jefe de Magos del ministerio, Jefe Supremo de Confederación internacional de Magos.
- Pero... ¿Dónde... ? ¿Dónde va a quedarse? - Logro tartamudear Harry. - Solo hay tres habitaciones, la de tío Vernon y tía Petunia, la de Dudley, y la mía.
- Había pensado, que usted podría dormir con su primo, y la señorita Weasley en su habitación. - Respondió tranquilamente el profesor Dumbledore, causando un escalofrió a Harry, ante la idea de dormir con su primo.
- Mis tíos no lo aceptaran nunca. - Dijo Harry rotundamente.
- Sus tíos eran ciertamente reacios a la idea, pero finalmente hemos llegado a un acuerdo. - Dijo el profesor Dumbledore con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Qué tipo de acuerdo? - Casi grito Harry, completamente blanco.
- Usted debe comprender que sus tíos no tienen la obligación de alojarlo, y mucho menos a la señorita Weasley. - Dijo con gran seriedad el profesor Dumbledore. - Si ellos decidieran, que no los quieren en su casa... No podríamos obligarlos, usar la magia contra ellos nos haría iguales a Lord Voldemort.
- Ya lo sé. - Dijo Harry con desgana.
- Espero que comprenda también, que en estos momentos no existe otro sitio, donde usted y la señorita Weasley estarían seguros. - Dijo el profesor Dumbledore, mirando fijamente a los ojos de Harry y Ginny. - Sus tíos pueden ser sumamente desagradables, y hacerles la vida imposible, pero por mucho que me duela el corazón tener que dejarlos aquí, por ahora es necesario.
Tras una pausa para que ambos adolescentes asimilaran sus palabras, el profesor Dumbledore continuo con gran seriedad en el semblante.
- Me he comprometido con sus tíos, que hasta que abandonen su casa, los dos quedaran bajo su responsabilidad exclusiva, sin ninguna interferencia, salvo que ustedes sean dañados. - Dijo lentamente el profesor Dumbledore. - También he estado de acuerdo, en que los dos han de ayudar a su tía, con los quehaceres domésticos de la casa.
- Yo haré todos los trabajos que mis tíos quieran, estoy acostumbrado a ello, Ginny no tiene que hacer nada. - Acepto a disgusto Harry.
- Ni hablar, no voy ha estar sin hacer nada, mientras tú haces todo el trabajo. - Dijo con gran convicción Ginny. - Si lo hacemos entre los dos, acabaremos antes.
- Ginny, mis tíos no son como tu madre, si tu me ayudas nos darán mas tareas para hacer. - Explico Harry. - Se inventaran nuevos quehaceres, solo para mantenernos ocupados todo el día, y poder humillarnos.
- No me importa, prefiero acabar agotada y estar contigo, que pasarme todo el día sola en esta habitación. - Dijo decidida Ginny, y añadió dedicando una sonrisa a Harry, que a este le recordó terriblemente a los gemelos. - Estoy segura que tus tíos no son tan malos, ya veras como con un poco de esfuerzo, conseguimos ablandarles el corazón.
Harry busco con curiosidad los ojos de Ginny, cuando esta le hizo un guiño, Harry le devolvió una sonrisa de complicidad, y se encogió de hombros en aparente derrota.
- Me alegro, que se lo tome con tan buen talante, señorita Weasley. - Dijo el profesor Dumbledore, ajeno al mudo intercambio entre los dos jóvenes. - Pero aun queda un asunto que resolver, para que usted pueda quedarse aquí.
- ¿Cuál es profesor? - Pregunto Harry.
- Harry usted sabe, que la magia que le protege en esta casa, esta basada en el vinculó de sangre que comparte con su tía, y la protección que le dejo su madre al morir. - Explico el profesor Dumbledore. - Esa magia, solo protege a quienes comparten su sangre, usted, su tía y su primo.
- ¿No protege a tío Vernon? - Pregunto Harry sorprendido.
- No, él esta casado con su tía, pero no comparte su sangre, que es el requisito fundamental. - Afirmo el profesor Dumbledore.
- Pero entonces, tan poco funcionaran para mí, estaré completamente indefensa. - Dijo Ginny desconcertada.
- Eso seria exacto en un principio señorita Weasley, pero hay una solución, si los dos están de acuerdo. - Dijo el profesor Dumbledore, con destellos en los ojos. - Bastaría, con establecer un vinculo intimo entre los dos, para que usted estuviera protegida.
Harry y Ginny se miraron desconcertados, y al empezar a alumbrar cual era la posible solución, apartaron sus miradas ruborizados. Finalmente Harry, se atrevió a expresar sus pensamientos en voz alta.
- ¿Usted esta sugiriendo que nos casemos? - Pregunto Harry con un hilo de voz. - Eso no funcionaría. ¿No? Quiero decir, tío Vernon y tía Petunia están casados, y usted dijo que tío Vernon no esta protegido.
- Las ceremonias de matrimonio en el mundo mágico, crean lazos entre las parejas, mucho más fuertes, y más permanentes, que las muggles. - Dijo el profesor Dumbledore, con una picara sonrisa en los labios.
Ante esta respuesta, la sangre de unos balbuceantes Harry y Ginny, se agolpo en su totalidad en las caras de ambos. Tras unos instantes de diversión a costa de los dos adolescentes, un sumamente risueño profesor Dumbledore, continuo.
- Ustedes son mucho más maduros, que lo que su edad indicaría, los dos han superado mas situaciones difíciles, que muchos adultos a lo largo de toda su vida. - Dijo el profesor Dumbledore ante unos temblorosos Harry y Ginny. Dirigiéndose a Harry continuo. - Harry, usted es amigo intimo de la mayoría de los hermanos de la señorita Weasley, y sus padres lo ven como un hijo mas, toda la familia, exceptuando quizás el joven Percival, vería con muy buenos ojos un compromiso entre los dos.
A estas alturas Harry y Ginny tenían que hacer verdaderos esfuerzos para continuar respirando. El profesor Dumbledore compadeciéndose finalmente de ellos, y algo preocupado por su salud, se apresuro a tranquilizarlos.
- Pero, si quieren el consejo de un viejo mago, yo les diría que esperaran unos años. - Dijo el profesor Dumbledore, haciendo un gran esfuerzo para no reír. - Den tiempo a su relación a crecer y florecer, dense la oportunidad de conocerse y aprender a amar los pequeños defectos del otro, antes de dar el paso definitivo.
Ante la declaración de Dumbledore, las caras de Harry y Ginny se convirtieron en un verdadero poema. Desconcierto, vergüenza, enojo, alivio, y algo de desilusión también, todos estaban presentes en sus ojos.
- ¿No hace falta que nos casemos, para que Ginny este protegida aquí? - Consiguió preguntar Harry.
- Claro que no. - Respondió el profesor Dumbledore, sacando su mejor aire de sorprendido. - ¿Que les ha hecho pensar eso?
- Sí, realmente. ¿Que puede habernos hecho pensar en algo así? - Dijo Ginny fulminando con la mirada al profesor Dumbledore.
- Realmente esa podría ser una solución, pero yo tenia en mente algo menos definitivo. - Contesto el profesor Dumbledore, riendo por lo bajo.
- ¿Y cual es su idea? - Pregunto Harry irritado, mirando con muy malos ojos al profesor.
- Yo había pensado en un hechizo antiguo y casi olvidado, anterior a la misma fundación de Hogwarts. - Respondió el profesor Dumbledore. - Cuando dos adversarios debían colaborar, se usaba este hechizo, para garantizar la buena conducta de ambos.
Viendo como tenia la atención de los dos, el profesor Dumbledore continuo
- Una vez realizado sobre dos sujetos voluntarios, solo el lanzador, generalmente alguien en quien los dos confían, puede quitar el hechizo. - Dijo el profesor Dumbledore empezando a describir el hechizo. - Las personas afectadas por el hechizo, no pueden alejarse mas de veinte metros la una de la otra, y cualquier hechizo, herida, veneno,... que afecte una de ellas, afectara ambas por igual, llegando a causar la muerte de una, la muerte de la otra.
Mostrándose repentinamente serio, el profesor Dumbledore continuo.
- Si la situación no fuera tan seria, ni siquiera les habría hecho pensar en este hechizo, han pasado siglos desde la ultima vez que se uso, y existen muy pocos documentos escritos en que se mencione, hay mucho que desconocemos. - Dijo con gran gravedad el profesor Dumbledore. - Les pido que mediten cuidadosamente antes de aceptar, demasiadas cosas podría salir mal, a pesar de la magia protectora de esta casa, un accidente podría causar graves heridas o la muerte a ambos, o si algo me pasara, ustedes quedarían ligados juntos para siempre.
- ¿Hay alguna alternativa? - Pregunto Ginny.
- Usted podría quedarse igualmente, es improbable que Lord Voldemort, conozca el funcionamiento exacto de la magia que protege a Harry. - Respondió cuidadosamente el profesor Dumbledore. - Solo un ataque que la singularizase evitaría las protecciones en la casa, y en ese caso, aun Harry podría defenderla.
- Yo no necesito que Harry me defienda. - Dijo indignada Ginny.
- Estoy seguro de ello señorita Weasley, pero los atacantes deberían evitar activamente dañar a Harry, o activarían la magia protectora. - Contesto con una sonrisa apaciguadora. - Es difícil, por no decir imposible, batirse en duelo con alguien, al que no puedes intentar dañar tan siquiera.
A esta respuesta Ginny pareció calmarse un poco. Mientras Harry, tras sopesar cuidadosamente los argumentos del profesor Dumbledore, llego a una conclusión.
- Todo se reduce al conocimiento que Lord Voldemort tiene de las defensas de esta casa. - Afirmo Harry. - Si conoce como actúan, hay docenas de formas de matar a Ginny.
- Tiene razón Harry, a pesar de ello, Ginny tiene mas posibilidades aquí que en otro sitio. - Dijo el profesor Dumbledore con tristeza. - Hasta donde yo sé, Voldemort no tiene, ni tiene forma de obtener esa información.
- No estoy dispuesto a correr el riesgo. - Dijo Harry rotundamente. - Cuando quiera puede realizar el hechizo.
- ¿Mi opinión no importa? - Dijo Ginny algo molesta. - Yo no quiero que corras ningún riesgo innecesario.
Harry se volvió a Ginny, le cogió las dos manos, y mirándola a los ojos, dijo en un susurro.
- Ginny, yo no podría seguir si te pasase algo, sabiendo que había alguna posibilidad de evitarlo, y yo no lo había intentado. - Sujetando las manos de Ginny con firmeza, continuo. - Por favor Ginny, hazlo por mí, no puedo perder a otra de las personas que amo.
Ante la suplica de Harry, una pequeña lagrima escapo de los ojos de Ginny, mientras un escalofrió recorrió su espalda. Dando un suspiro Ginny se dirigió al profesor Dumbledore.
- Estoy dispuesta, cuando usted lo este, profesor. - Dijo Ginny al tiempo que alumbraba una pequeña sonrisa en sus labios.
- No puedo decirles, que esta es la decisión correcta, ni puedo darles mas tiempo para decidirse, pero si puede decirles, que yo hubiera tomado la misma decisión de estar en su lugar. - Dijo solemnemente a los dos jóvenes el profesor Dumbledore.
Pasaron unos instantes de profundo silencio, hasta que el profesor Dumbledore continuo.
- Antes de realizar el hechizo, hay otra cuestión que desearía discutir con usted Harry. - Dijo el profesor Dumbledore. - Tenia previsto, venir a verlo dentro de unos días, pero no hay motivo para no hablarlo hoy.
- ¿De que se trata? - Pregunto curioso Harry.
- Han llegado a mi atención, varias informaciones sobre los resultados de los BUHOS de este año. - Dijo el profesor Dumbledore, con destellos en los ojos. - Principalmente de los resultados de Defensa Contra las Artes Oscuras, parecen ser sumamente curiosos, incluso históricos.
Esta declaración, llamo la atención de Harry y Ginny, algo ansiosos por saber que quería decir el profesor Dumbledore, continuaron escuchando con gran atención.
- Según estas informaciones, los resultados de siete estudiantes están entre los veinte mejores de la historia de Hogwarts. - Dijo sumamente orgulloso. - Incluyendo el primero, tercero, y quinto mejores resultados, para usted, la señorita Granger, y sorprendente el señor Longbotton.
Dando un gran chillido, Ginny se arrojo sobre un boquiabierto Harry, haciéndole caer boca arriba en la cama, mientras le daba uno de los famosos abrazos aplastantes de la señora Weasley.
- ¡¡¡Oh!!! Harry, es maravilloso. - Grito Ginny llena de felicidad. - Estoy tan orgullosa. ¡¡Oh!! Merlín, estoy tan contenta.
Un Harry extremadamente rojo, y extrañamente feliz, intento calmar a Ginny.
- Ginny, no es nada extraordinario. - Dijo Harry en un hilo de voz.
- No puedo estar de acuerdo con usted, Harry. - Dijo un sumamente divertido profesor Dumbledore. - Yo fui él ultimo en obtener esa posición, y la he mantenido por mas de ciento veinte años, y el segundo lugar ha correspondido por mas de cincuenta años a Tom Ryddle.
Harry enrojeció aun más si es posible, mientras Ginny abrazo aun más fuerte a Harry. Al cabo de unos minutos, cuando Ginny se había calmado, y ambos jóvenes habían reasumido su posición sentada en la cama, el profesor Dumbledore continuo.
- Lo sorprendente del caso, es que este año, también ha habido cuatro de los peores resultados de la historia de Hogwarts. - Dijo el profesor Dumbledore con un tono algo mas serio. - De hecho, con la excepción de un pequeño grupo de Slytherins, todos sus compañeros han obtenido, o Excelente, o Terrible, en sus BUHOS de DAO.
Harry y Ginny parecían sumamente sorprendidos ante estas noticias.
- Algo realmente desconcertante, hasta que se observa que los excelentes, corresponden a todos los miembros de quinto año del DA. - Dijo el profesor Dumbledore con una gran sonrisa.
- Eso es magnifico. - Dijo Harry alegrándose por sus amigos.
- Cierto, pero también significa que la mitad de los estudiantes de Hogwarts tienen una pésima preparación en DAO, justo cuando más falta les hace. - Dijo un pesaroso profesor Dumbledore.
Harry y Ginny ponderaron cuidadosamente las palabras del profesor Dumbledore, dándose cuenta de la gravedad de la situación.
- Hay que hacer algo al respecto. - Dijo Harry mortalmente serio. - Esa situación no puede continuar.
- Eso es correcto Harry, esa es la razón por la que quería hablar con usted, quiero pedirle que convierta el DA en una clase Practica de Defensa Contra las Artes Oscuras, abierta a todos los cuartos años y superiores. - Dijo el profesor Dumbledore.
- Es una gran idea. - Exclamo Ginny.
- Es una idea terrible. - Dijo Harry simultáneamente.
- ¿Por que? - Pregunto Ginny mirando a Harry algo confundida.
- Yo solo soy un estudiante. - Respondió Harry. - Esto es muy importante, tiene que dar la clase alguien que sepa que hace.
- Harry usted se subestima, su resultado en los BUHOS es extraordinario, pero el conjunto de los resultados de sus compañeros son absolutamente asombrosos. - Dijo el profesor Dumbledore con gran convicción. - Ningún maestro a conseguido nunca, lo que usted a hecho este año, si fuera posible que lo compaginase con sus estudios, yo le habría pedido que fuera el maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras.
- Es absurdo, yo solo he acabado quinto año, como podría enseñar sexto y séptimo año. - Contesto Harry.
- Un buen maestro debe conocer lo que esta enseñando, pero no siempre el que mejor conoce un tema, es el mejor maestro. - Respondió el profesor Dumbledore con destellos en los ojos. - Usted esta muy avanzado en DAO, hubiera podido aprender fácilmente, todo lo que necesitaría saber de los temarios de sexto y séptimo año, durante el verano.
Harry medito las palabras de profesor Dumbledore, durante unos instantes, momento en que Ginny aprovecho para hacer unas preguntas, al director del colegio.
- ¿Cómo seria la clase? - Inquirió entusiasmada Ginny. - ¿Que autoridad tendría Harry?
- La clase seria cada día después de la cena, yo sugeriría en el gran vestíbulo, pero el lugar queda a la elección de Harry. - Explico con una gran sonrisa el profesor Dumbledore. - La asistencia seria voluntaria, enviaríamos los formularios para inscribirse con las cartas escolares.
Harry levanto la cabeza con interés.
- Las materias a enseñar, y la organización de la clase, quedan en las manos de Harry. - Continuo el profesor Dumbledore. - Harry seria un profesor asistente, tendría su propio despacho, la misma autoridad que cualquier profesor en su clase, y fuera de ella la autoridad y beneficios de un premio anual, sin sus responsabilidades.
- ¿Esto es una compensación por no haber me nombrado prefecto? - Pregunto Harry haciendo una mueca.
- ¿Por que debería compensarte por no haber sido nombrado prefecto? - Interrogo Ginny a Harry.
- Como el señor Potter sabe, él debió ser nombrado prefecto en lugar de su hermano, pero yo considere que tenia demasiadas preocupaciones para añadirle más. - Respondió rápidamente el profesor Dumbledore. - Y no Harry, si yo quisiera compensarlo, lo hubiera nombrado prefecto este año, no es infrecuente nombrar un alumno, de sexto o séptimo año, prefecto en reconocimiento a logros excepcionales, y usted cualifica plenamente para ello.
Adoptando un semblante mortalmente serio, el profesor Dumbledore continuo.
- Si usted acepta, tendrá una gran responsabilidad, estará libre del toque de queda, podrá dar y quitar puntos de todas las casas, dar detenciones y asignaciones, firmar pases a la sección prohibida de la biblioteca,... - Dijo el profesor Dumbledore. - No es una responsabilidad que yo, o el resto de profesores nos tomemos a la ligera, ni usted debe hacerlo, tras lo ocurrido con la escuadra inquisitorial de Umbridge el año pasado, esta es una gran muestra de confianza, tómelo como tal.
Harry se tranquilizo algo ante la declaración del profesor Dumbledore, mientras Ginny lo miraba orgullosa.
- Harry, mi propuesta solo es en beneficio de los estudiantes de Hogwarts, se acercan tiempos muy oscuros, y usted es quien mejor puede prepararlos, no para aprobar un examen, si no parar sobrevivir. - Afirmo con contundencia el profesor Dumbledore.
- Tiene razón Harry, otras personas nos han enseñado mas hechizos, mas avanzados, o más poderosos, pero tu nos enseñaste como usarlos para defendernos. - Dijo Ginny con gran convicción. - Cuantos más magos y brujas sean capaces de defenderse, más fácil será acabar con Voldemort, esto puede ser muy útil para detenerlo.
Harry se levanto y se dirigió a la ventana, durante unos instantes, permaneció mirando la luna mientras reflexionaba, finalmente viniendo a una decisión, se volvió y se dirigió al profesor Dumbledore.
- Acepto, pero con algunas condiciones. - Dijo Harry.
- ¿Cuáles? - Pregunto sorprendido el profesor Dumbledore.
- Primero, quiero que haga los arreglos para que Ginny, Ron, Hermione, yo, y si quieren Neville y Luna, recibamos entrenamiento especializado para el combate. - Pidió Harry.
- Ya tenia previsto, cuando llegaran a Hogwarts, ofrecerles a usted, el señor y la señorita Weasley, y la señorita Granger, recibir clases extras. - Dijo con una gran sonrisa el profesor Dumbledore. - Serian dos horas diarias antes del desayuno, con varios profesores y miembros del Orden.
- ¿Porque antes del desayuno? - Pregunto Ginny interrumpiendo al profesor Dumbledore.
- Usted esta en quinto año, y su hermano, el señor Potter y la señorita Granger, tomaran probablemente diferentes TIMOS, los únicos momentos en que con seguridad sus horarios coincidirán, son antes del desayuno, o después de la cena cuando Harry dará su clase. - Tras responder a Ginny, el profesor Dumbledore pregunto dirigiéndose a Harry. - ¿Por que el señor Longbotton y la señorita Lovegood?
- Su presencia en el ministerio los convirtió en blancos para Voldemort. - Respondió Harry, y tras una pausa. - Y se lo debo, si ellos quieren.
- De acuerdo, ¿cuales son sus otras condiciones?. - Acepto el profesor Dumbledore con ojos chispateantes.
- Quiero poder continuar con el DA, y que ellos me ayuden en las clases. - Prosiguió Harry.
- ¿Por que? - Pregunto el profesor Dumbledore.
- Si va haber tantos estudiantes, como para tener que usar el gran vestíbulo, voy a necesitar ayuda. - Contesto Harry. - Y como usted a dicho, los miembros del DA están mucho más avanzados que el resto de la escuela, no progresarían trabajando junto a los otros estudiantes.
Tras una pausa, algo renuente Harry añadió.
- Una vez hayan graduado, los miembros DA pueden ser excelentes candidatos a incorporarse al Orden del Fénix. - Afirmo Harry. - Y dependiendo de cuanto dure la guerra, harán falta magos y brujas preparados, y dispuestos a luchar contra Voldemort.
El profesor Dumbledore medito la petición de Harry cuidadosamente, antes de dar la respuesta.
- Todos los decretos de Umbridge se han anulado, nada le impide continuar el DA, fuera del tiempo de clase, si usted quiere, pero no puede mencionar el Orden de Fénix, sin mi permiso expreso. - Indico el profesor Dumbledore
Cuando Harry cabeceo en acuerdo a sus palabras, el profesor Dumbledore continuo.
- Cualquier estudiante que usted decida, puede ayudarle en sus lecciones, pero no recibirán ningún beneficio especial por ello, aunque usted puede otorgarles puntos de la casa, por su colaboración. - Especifico el profesor Dumbledore. - Durante las clases, usted puede distribuir a los asistentes en diferentes grupos, según le convenga, pero debe tratar por igual a todas las casas y estudiantes.
- ¿Le ha dicho eso alguna vez al profesor Snape?. - Contesto Harry.
- Puede que el profesor Snape sea algo parcial en su trato con los estudiantes, pero año tras año, Slytherin es la casa con las peores marcas en los BUHOS y TIMOS de pociones, y aun estas son magnificas. - Afirmo el profesor Dumbledore con gran seriosidad.
- ¡¡¡Bromea!!! - Exclamo Ginny.
- No, es cierto. - Aseguro el profesor Dumbledore. - Los estudiantes de las otras casas, dedican tantas horas a pociones, por miedo al profesor Snape, que sus resultados son excelentes.
- ¡Increíble! - Dijo Ginny sacudiendo la cabeza. - ¿Quién lo hubiera pensado?
- ¿Hay alguna otra condición? - Pregunto el profesor Dumbledore a Harry.
- Si, quiero que me envié lo antes posible, los temarios y los libros de los siete cursos de DAO, y los manuales del curso de entrenamiento para Auror. - Pidió Harry.
- Puedo enviarle todo el material de DAO inmediatamente, pero los manuales del curso de Auror contienen información restringida. - Dijo pensativamente el profesor Dumbledore.
- Voy a empezar las clases con cosas básicas, y ir avanzando poco a poco, podría enseñar algunas técnicas básicas de los manuales en el DA, pero principalmente quiero usarlos como referencia al planear las clases. - Explico Harry. - Las clases extras que recibiremos, seguramente incluirán parte de los manuales, el resto puede que no nos sea útil, ¿pero realmente hay algo que no podamos saber?
- De acuerdo, se los enviare en breves días. - Dijo el profesor Dumbledore tras reflexionar unos instantes. - ¿Hay alguna condición más?
- No. - Respondió Harry, negando con la cabeza.
- Sí. - Interrumpió rápidamente Ginny, sorprendiendo a Harry y al profesor Dumbledore. - También devolverá su Firebolt a Harry, y levantara las prohibiciones de por vida de jugar al quidditch, de él y los gemelos.
- Las prohibiciones de jugar al quidditch, han sido levantadas con el resto de decretos. - Dijo un profesor Dumbledore sonriente, al tiempo que sacaba de su bolsillo, una miniatura de la escoba de Harry, y la agrandaba con su vara. - No se lo había devuelto ya, porque quería que lo examinaran cuidadosamente antes, Harry.
Harry cogió reverentemente el Firebolt, de las manos del profesor Dumbledore, y lo deposito cuidadosamente en la cama. Bajo la atenta mirada, de una sonriente Ginny, Harry se arrodillo al lado de la escoba, y dedico varios minutos a examinarla cuidadosamente.
De repente, respondiendo a un pensamiento súbito, Harry se levanto bruscamente y se dirigió al profesor Dumbledore.
- Hay una ultima cosa que quisiera, el año anterior le deje, al falso profesor Moody, un viejo pergamino parecido a un mapa. - Explico Harry. - Parece estar vació, pero si se usa magia en él varias voces hablan desde el pergamino, es un recuerdo de mi padre y mi padrino, y me gustaría recuperarlo.
- Creo que sé, a que pergamino se refiere. - Dijo el profesor Dumbledore mirando fijamente los ojos de Harry. - Un objeto sumamente útil... Se lo haré llegar con los libros.
- Muchas gracias. - Respondió Harry.
- ¿Esta es su ultima condición? - Inquirió el profesor Dumbledore, sin apartar los ojos de Harry.
- Sí. - Respondió Harry, apartando la vista, algo avergonzado, ante el escrutinio del profesor Dumbledore.
- Maravilloso, estoy muy contento de, que hayamos podido llegar a un acuerdo. - Afirmo el profesor Dumbledore con una gran sonrisa, y dirigiéndose a Harry y Ginny agrego. - Si están dispuestos, creo que es el momento para realizar el hechizo, del que hemos estado hablando.
RITUALES Y CEREMONIAS DE MATRIMONIO SEGÚN ALBUS DUMBLENDORE.
Transcurrieron unos instantes, hasta que los dos jóvenes se recuperaron de la sorpresa, y pudieron dar una respuesta inteligible a la declaración de Albus Dumbledore, Director del Colegio Hogwarts de Magia y Hechicería. Orden de merlín primera clase, Gran Hechicero, Jefe de Magos del ministerio, Jefe Supremo de Confederación internacional de Magos.
- Pero... ¿Dónde... ? ¿Dónde va a quedarse? - Logro tartamudear Harry. - Solo hay tres habitaciones, la de tío Vernon y tía Petunia, la de Dudley, y la mía.
- Había pensado, que usted podría dormir con su primo, y la señorita Weasley en su habitación. - Respondió tranquilamente el profesor Dumbledore, causando un escalofrió a Harry, ante la idea de dormir con su primo.
- Mis tíos no lo aceptaran nunca. - Dijo Harry rotundamente.
- Sus tíos eran ciertamente reacios a la idea, pero finalmente hemos llegado a un acuerdo. - Dijo el profesor Dumbledore con una sonrisa de oreja a oreja.
- ¿Qué tipo de acuerdo? - Casi grito Harry, completamente blanco.
- Usted debe comprender que sus tíos no tienen la obligación de alojarlo, y mucho menos a la señorita Weasley. - Dijo con gran seriedad el profesor Dumbledore. - Si ellos decidieran, que no los quieren en su casa... No podríamos obligarlos, usar la magia contra ellos nos haría iguales a Lord Voldemort.
- Ya lo sé. - Dijo Harry con desgana.
- Espero que comprenda también, que en estos momentos no existe otro sitio, donde usted y la señorita Weasley estarían seguros. - Dijo el profesor Dumbledore, mirando fijamente a los ojos de Harry y Ginny. - Sus tíos pueden ser sumamente desagradables, y hacerles la vida imposible, pero por mucho que me duela el corazón tener que dejarlos aquí, por ahora es necesario.
Tras una pausa para que ambos adolescentes asimilaran sus palabras, el profesor Dumbledore continuo con gran seriedad en el semblante.
- Me he comprometido con sus tíos, que hasta que abandonen su casa, los dos quedaran bajo su responsabilidad exclusiva, sin ninguna interferencia, salvo que ustedes sean dañados. - Dijo lentamente el profesor Dumbledore. - También he estado de acuerdo, en que los dos han de ayudar a su tía, con los quehaceres domésticos de la casa.
- Yo haré todos los trabajos que mis tíos quieran, estoy acostumbrado a ello, Ginny no tiene que hacer nada. - Acepto a disgusto Harry.
- Ni hablar, no voy ha estar sin hacer nada, mientras tú haces todo el trabajo. - Dijo con gran convicción Ginny. - Si lo hacemos entre los dos, acabaremos antes.
- Ginny, mis tíos no son como tu madre, si tu me ayudas nos darán mas tareas para hacer. - Explico Harry. - Se inventaran nuevos quehaceres, solo para mantenernos ocupados todo el día, y poder humillarnos.
- No me importa, prefiero acabar agotada y estar contigo, que pasarme todo el día sola en esta habitación. - Dijo decidida Ginny, y añadió dedicando una sonrisa a Harry, que a este le recordó terriblemente a los gemelos. - Estoy segura que tus tíos no son tan malos, ya veras como con un poco de esfuerzo, conseguimos ablandarles el corazón.
Harry busco con curiosidad los ojos de Ginny, cuando esta le hizo un guiño, Harry le devolvió una sonrisa de complicidad, y se encogió de hombros en aparente derrota.
- Me alegro, que se lo tome con tan buen talante, señorita Weasley. - Dijo el profesor Dumbledore, ajeno al mudo intercambio entre los dos jóvenes. - Pero aun queda un asunto que resolver, para que usted pueda quedarse aquí.
- ¿Cuál es profesor? - Pregunto Harry.
- Harry usted sabe, que la magia que le protege en esta casa, esta basada en el vinculó de sangre que comparte con su tía, y la protección que le dejo su madre al morir. - Explico el profesor Dumbledore. - Esa magia, solo protege a quienes comparten su sangre, usted, su tía y su primo.
- ¿No protege a tío Vernon? - Pregunto Harry sorprendido.
- No, él esta casado con su tía, pero no comparte su sangre, que es el requisito fundamental. - Afirmo el profesor Dumbledore.
- Pero entonces, tan poco funcionaran para mí, estaré completamente indefensa. - Dijo Ginny desconcertada.
- Eso seria exacto en un principio señorita Weasley, pero hay una solución, si los dos están de acuerdo. - Dijo el profesor Dumbledore, con destellos en los ojos. - Bastaría, con establecer un vinculo intimo entre los dos, para que usted estuviera protegida.
Harry y Ginny se miraron desconcertados, y al empezar a alumbrar cual era la posible solución, apartaron sus miradas ruborizados. Finalmente Harry, se atrevió a expresar sus pensamientos en voz alta.
- ¿Usted esta sugiriendo que nos casemos? - Pregunto Harry con un hilo de voz. - Eso no funcionaría. ¿No? Quiero decir, tío Vernon y tía Petunia están casados, y usted dijo que tío Vernon no esta protegido.
- Las ceremonias de matrimonio en el mundo mágico, crean lazos entre las parejas, mucho más fuertes, y más permanentes, que las muggles. - Dijo el profesor Dumbledore, con una picara sonrisa en los labios.
Ante esta respuesta, la sangre de unos balbuceantes Harry y Ginny, se agolpo en su totalidad en las caras de ambos. Tras unos instantes de diversión a costa de los dos adolescentes, un sumamente risueño profesor Dumbledore, continuo.
- Ustedes son mucho más maduros, que lo que su edad indicaría, los dos han superado mas situaciones difíciles, que muchos adultos a lo largo de toda su vida. - Dijo el profesor Dumbledore ante unos temblorosos Harry y Ginny. Dirigiéndose a Harry continuo. - Harry, usted es amigo intimo de la mayoría de los hermanos de la señorita Weasley, y sus padres lo ven como un hijo mas, toda la familia, exceptuando quizás el joven Percival, vería con muy buenos ojos un compromiso entre los dos.
A estas alturas Harry y Ginny tenían que hacer verdaderos esfuerzos para continuar respirando. El profesor Dumbledore compadeciéndose finalmente de ellos, y algo preocupado por su salud, se apresuro a tranquilizarlos.
- Pero, si quieren el consejo de un viejo mago, yo les diría que esperaran unos años. - Dijo el profesor Dumbledore, haciendo un gran esfuerzo para no reír. - Den tiempo a su relación a crecer y florecer, dense la oportunidad de conocerse y aprender a amar los pequeños defectos del otro, antes de dar el paso definitivo.
Ante la declaración de Dumbledore, las caras de Harry y Ginny se convirtieron en un verdadero poema. Desconcierto, vergüenza, enojo, alivio, y algo de desilusión también, todos estaban presentes en sus ojos.
- ¿No hace falta que nos casemos, para que Ginny este protegida aquí? - Consiguió preguntar Harry.
- Claro que no. - Respondió el profesor Dumbledore, sacando su mejor aire de sorprendido. - ¿Que les ha hecho pensar eso?
- Sí, realmente. ¿Que puede habernos hecho pensar en algo así? - Dijo Ginny fulminando con la mirada al profesor Dumbledore.
- Realmente esa podría ser una solución, pero yo tenia en mente algo menos definitivo. - Contesto el profesor Dumbledore, riendo por lo bajo.
- ¿Y cual es su idea? - Pregunto Harry irritado, mirando con muy malos ojos al profesor.
- Yo había pensado en un hechizo antiguo y casi olvidado, anterior a la misma fundación de Hogwarts. - Respondió el profesor Dumbledore. - Cuando dos adversarios debían colaborar, se usaba este hechizo, para garantizar la buena conducta de ambos.
Viendo como tenia la atención de los dos, el profesor Dumbledore continuo
- Una vez realizado sobre dos sujetos voluntarios, solo el lanzador, generalmente alguien en quien los dos confían, puede quitar el hechizo. - Dijo el profesor Dumbledore empezando a describir el hechizo. - Las personas afectadas por el hechizo, no pueden alejarse mas de veinte metros la una de la otra, y cualquier hechizo, herida, veneno,... que afecte una de ellas, afectara ambas por igual, llegando a causar la muerte de una, la muerte de la otra.
Mostrándose repentinamente serio, el profesor Dumbledore continuo.
- Si la situación no fuera tan seria, ni siquiera les habría hecho pensar en este hechizo, han pasado siglos desde la ultima vez que se uso, y existen muy pocos documentos escritos en que se mencione, hay mucho que desconocemos. - Dijo con gran gravedad el profesor Dumbledore. - Les pido que mediten cuidadosamente antes de aceptar, demasiadas cosas podría salir mal, a pesar de la magia protectora de esta casa, un accidente podría causar graves heridas o la muerte a ambos, o si algo me pasara, ustedes quedarían ligados juntos para siempre.
- ¿Hay alguna alternativa? - Pregunto Ginny.
- Usted podría quedarse igualmente, es improbable que Lord Voldemort, conozca el funcionamiento exacto de la magia que protege a Harry. - Respondió cuidadosamente el profesor Dumbledore. - Solo un ataque que la singularizase evitaría las protecciones en la casa, y en ese caso, aun Harry podría defenderla.
- Yo no necesito que Harry me defienda. - Dijo indignada Ginny.
- Estoy seguro de ello señorita Weasley, pero los atacantes deberían evitar activamente dañar a Harry, o activarían la magia protectora. - Contesto con una sonrisa apaciguadora. - Es difícil, por no decir imposible, batirse en duelo con alguien, al que no puedes intentar dañar tan siquiera.
A esta respuesta Ginny pareció calmarse un poco. Mientras Harry, tras sopesar cuidadosamente los argumentos del profesor Dumbledore, llego a una conclusión.
- Todo se reduce al conocimiento que Lord Voldemort tiene de las defensas de esta casa. - Afirmo Harry. - Si conoce como actúan, hay docenas de formas de matar a Ginny.
- Tiene razón Harry, a pesar de ello, Ginny tiene mas posibilidades aquí que en otro sitio. - Dijo el profesor Dumbledore con tristeza. - Hasta donde yo sé, Voldemort no tiene, ni tiene forma de obtener esa información.
- No estoy dispuesto a correr el riesgo. - Dijo Harry rotundamente. - Cuando quiera puede realizar el hechizo.
- ¿Mi opinión no importa? - Dijo Ginny algo molesta. - Yo no quiero que corras ningún riesgo innecesario.
Harry se volvió a Ginny, le cogió las dos manos, y mirándola a los ojos, dijo en un susurro.
- Ginny, yo no podría seguir si te pasase algo, sabiendo que había alguna posibilidad de evitarlo, y yo no lo había intentado. - Sujetando las manos de Ginny con firmeza, continuo. - Por favor Ginny, hazlo por mí, no puedo perder a otra de las personas que amo.
Ante la suplica de Harry, una pequeña lagrima escapo de los ojos de Ginny, mientras un escalofrió recorrió su espalda. Dando un suspiro Ginny se dirigió al profesor Dumbledore.
- Estoy dispuesta, cuando usted lo este, profesor. - Dijo Ginny al tiempo que alumbraba una pequeña sonrisa en sus labios.
- No puedo decirles, que esta es la decisión correcta, ni puedo darles mas tiempo para decidirse, pero si puede decirles, que yo hubiera tomado la misma decisión de estar en su lugar. - Dijo solemnemente a los dos jóvenes el profesor Dumbledore.
Pasaron unos instantes de profundo silencio, hasta que el profesor Dumbledore continuo.
- Antes de realizar el hechizo, hay otra cuestión que desearía discutir con usted Harry. - Dijo el profesor Dumbledore. - Tenia previsto, venir a verlo dentro de unos días, pero no hay motivo para no hablarlo hoy.
- ¿De que se trata? - Pregunto curioso Harry.
- Han llegado a mi atención, varias informaciones sobre los resultados de los BUHOS de este año. - Dijo el profesor Dumbledore, con destellos en los ojos. - Principalmente de los resultados de Defensa Contra las Artes Oscuras, parecen ser sumamente curiosos, incluso históricos.
Esta declaración, llamo la atención de Harry y Ginny, algo ansiosos por saber que quería decir el profesor Dumbledore, continuaron escuchando con gran atención.
- Según estas informaciones, los resultados de siete estudiantes están entre los veinte mejores de la historia de Hogwarts. - Dijo sumamente orgulloso. - Incluyendo el primero, tercero, y quinto mejores resultados, para usted, la señorita Granger, y sorprendente el señor Longbotton.
Dando un gran chillido, Ginny se arrojo sobre un boquiabierto Harry, haciéndole caer boca arriba en la cama, mientras le daba uno de los famosos abrazos aplastantes de la señora Weasley.
- ¡¡¡Oh!!! Harry, es maravilloso. - Grito Ginny llena de felicidad. - Estoy tan orgullosa. ¡¡Oh!! Merlín, estoy tan contenta.
Un Harry extremadamente rojo, y extrañamente feliz, intento calmar a Ginny.
- Ginny, no es nada extraordinario. - Dijo Harry en un hilo de voz.
- No puedo estar de acuerdo con usted, Harry. - Dijo un sumamente divertido profesor Dumbledore. - Yo fui él ultimo en obtener esa posición, y la he mantenido por mas de ciento veinte años, y el segundo lugar ha correspondido por mas de cincuenta años a Tom Ryddle.
Harry enrojeció aun más si es posible, mientras Ginny abrazo aun más fuerte a Harry. Al cabo de unos minutos, cuando Ginny se había calmado, y ambos jóvenes habían reasumido su posición sentada en la cama, el profesor Dumbledore continuo.
- Lo sorprendente del caso, es que este año, también ha habido cuatro de los peores resultados de la historia de Hogwarts. - Dijo el profesor Dumbledore con un tono algo mas serio. - De hecho, con la excepción de un pequeño grupo de Slytherins, todos sus compañeros han obtenido, o Excelente, o Terrible, en sus BUHOS de DAO.
Harry y Ginny parecían sumamente sorprendidos ante estas noticias.
- Algo realmente desconcertante, hasta que se observa que los excelentes, corresponden a todos los miembros de quinto año del DA. - Dijo el profesor Dumbledore con una gran sonrisa.
- Eso es magnifico. - Dijo Harry alegrándose por sus amigos.
- Cierto, pero también significa que la mitad de los estudiantes de Hogwarts tienen una pésima preparación en DAO, justo cuando más falta les hace. - Dijo un pesaroso profesor Dumbledore.
Harry y Ginny ponderaron cuidadosamente las palabras del profesor Dumbledore, dándose cuenta de la gravedad de la situación.
- Hay que hacer algo al respecto. - Dijo Harry mortalmente serio. - Esa situación no puede continuar.
- Eso es correcto Harry, esa es la razón por la que quería hablar con usted, quiero pedirle que convierta el DA en una clase Practica de Defensa Contra las Artes Oscuras, abierta a todos los cuartos años y superiores. - Dijo el profesor Dumbledore.
- Es una gran idea. - Exclamo Ginny.
- Es una idea terrible. - Dijo Harry simultáneamente.
- ¿Por que? - Pregunto Ginny mirando a Harry algo confundida.
- Yo solo soy un estudiante. - Respondió Harry. - Esto es muy importante, tiene que dar la clase alguien que sepa que hace.
- Harry usted se subestima, su resultado en los BUHOS es extraordinario, pero el conjunto de los resultados de sus compañeros son absolutamente asombrosos. - Dijo el profesor Dumbledore con gran convicción. - Ningún maestro a conseguido nunca, lo que usted a hecho este año, si fuera posible que lo compaginase con sus estudios, yo le habría pedido que fuera el maestro de Defensa Contra las Artes Oscuras.
- Es absurdo, yo solo he acabado quinto año, como podría enseñar sexto y séptimo año. - Contesto Harry.
- Un buen maestro debe conocer lo que esta enseñando, pero no siempre el que mejor conoce un tema, es el mejor maestro. - Respondió el profesor Dumbledore con destellos en los ojos. - Usted esta muy avanzado en DAO, hubiera podido aprender fácilmente, todo lo que necesitaría saber de los temarios de sexto y séptimo año, durante el verano.
Harry medito las palabras de profesor Dumbledore, durante unos instantes, momento en que Ginny aprovecho para hacer unas preguntas, al director del colegio.
- ¿Cómo seria la clase? - Inquirió entusiasmada Ginny. - ¿Que autoridad tendría Harry?
- La clase seria cada día después de la cena, yo sugeriría en el gran vestíbulo, pero el lugar queda a la elección de Harry. - Explico con una gran sonrisa el profesor Dumbledore. - La asistencia seria voluntaria, enviaríamos los formularios para inscribirse con las cartas escolares.
Harry levanto la cabeza con interés.
- Las materias a enseñar, y la organización de la clase, quedan en las manos de Harry. - Continuo el profesor Dumbledore. - Harry seria un profesor asistente, tendría su propio despacho, la misma autoridad que cualquier profesor en su clase, y fuera de ella la autoridad y beneficios de un premio anual, sin sus responsabilidades.
- ¿Esto es una compensación por no haber me nombrado prefecto? - Pregunto Harry haciendo una mueca.
- ¿Por que debería compensarte por no haber sido nombrado prefecto? - Interrogo Ginny a Harry.
- Como el señor Potter sabe, él debió ser nombrado prefecto en lugar de su hermano, pero yo considere que tenia demasiadas preocupaciones para añadirle más. - Respondió rápidamente el profesor Dumbledore. - Y no Harry, si yo quisiera compensarlo, lo hubiera nombrado prefecto este año, no es infrecuente nombrar un alumno, de sexto o séptimo año, prefecto en reconocimiento a logros excepcionales, y usted cualifica plenamente para ello.
Adoptando un semblante mortalmente serio, el profesor Dumbledore continuo.
- Si usted acepta, tendrá una gran responsabilidad, estará libre del toque de queda, podrá dar y quitar puntos de todas las casas, dar detenciones y asignaciones, firmar pases a la sección prohibida de la biblioteca,... - Dijo el profesor Dumbledore. - No es una responsabilidad que yo, o el resto de profesores nos tomemos a la ligera, ni usted debe hacerlo, tras lo ocurrido con la escuadra inquisitorial de Umbridge el año pasado, esta es una gran muestra de confianza, tómelo como tal.
Harry se tranquilizo algo ante la declaración del profesor Dumbledore, mientras Ginny lo miraba orgullosa.
- Harry, mi propuesta solo es en beneficio de los estudiantes de Hogwarts, se acercan tiempos muy oscuros, y usted es quien mejor puede prepararlos, no para aprobar un examen, si no parar sobrevivir. - Afirmo con contundencia el profesor Dumbledore.
- Tiene razón Harry, otras personas nos han enseñado mas hechizos, mas avanzados, o más poderosos, pero tu nos enseñaste como usarlos para defendernos. - Dijo Ginny con gran convicción. - Cuantos más magos y brujas sean capaces de defenderse, más fácil será acabar con Voldemort, esto puede ser muy útil para detenerlo.
Harry se levanto y se dirigió a la ventana, durante unos instantes, permaneció mirando la luna mientras reflexionaba, finalmente viniendo a una decisión, se volvió y se dirigió al profesor Dumbledore.
- Acepto, pero con algunas condiciones. - Dijo Harry.
- ¿Cuáles? - Pregunto sorprendido el profesor Dumbledore.
- Primero, quiero que haga los arreglos para que Ginny, Ron, Hermione, yo, y si quieren Neville y Luna, recibamos entrenamiento especializado para el combate. - Pidió Harry.
- Ya tenia previsto, cuando llegaran a Hogwarts, ofrecerles a usted, el señor y la señorita Weasley, y la señorita Granger, recibir clases extras. - Dijo con una gran sonrisa el profesor Dumbledore. - Serian dos horas diarias antes del desayuno, con varios profesores y miembros del Orden.
- ¿Porque antes del desayuno? - Pregunto Ginny interrumpiendo al profesor Dumbledore.
- Usted esta en quinto año, y su hermano, el señor Potter y la señorita Granger, tomaran probablemente diferentes TIMOS, los únicos momentos en que con seguridad sus horarios coincidirán, son antes del desayuno, o después de la cena cuando Harry dará su clase. - Tras responder a Ginny, el profesor Dumbledore pregunto dirigiéndose a Harry. - ¿Por que el señor Longbotton y la señorita Lovegood?
- Su presencia en el ministerio los convirtió en blancos para Voldemort. - Respondió Harry, y tras una pausa. - Y se lo debo, si ellos quieren.
- De acuerdo, ¿cuales son sus otras condiciones?. - Acepto el profesor Dumbledore con ojos chispateantes.
- Quiero poder continuar con el DA, y que ellos me ayuden en las clases. - Prosiguió Harry.
- ¿Por que? - Pregunto el profesor Dumbledore.
- Si va haber tantos estudiantes, como para tener que usar el gran vestíbulo, voy a necesitar ayuda. - Contesto Harry. - Y como usted a dicho, los miembros del DA están mucho más avanzados que el resto de la escuela, no progresarían trabajando junto a los otros estudiantes.
Tras una pausa, algo renuente Harry añadió.
- Una vez hayan graduado, los miembros DA pueden ser excelentes candidatos a incorporarse al Orden del Fénix. - Afirmo Harry. - Y dependiendo de cuanto dure la guerra, harán falta magos y brujas preparados, y dispuestos a luchar contra Voldemort.
El profesor Dumbledore medito la petición de Harry cuidadosamente, antes de dar la respuesta.
- Todos los decretos de Umbridge se han anulado, nada le impide continuar el DA, fuera del tiempo de clase, si usted quiere, pero no puede mencionar el Orden de Fénix, sin mi permiso expreso. - Indico el profesor Dumbledore
Cuando Harry cabeceo en acuerdo a sus palabras, el profesor Dumbledore continuo.
- Cualquier estudiante que usted decida, puede ayudarle en sus lecciones, pero no recibirán ningún beneficio especial por ello, aunque usted puede otorgarles puntos de la casa, por su colaboración. - Especifico el profesor Dumbledore. - Durante las clases, usted puede distribuir a los asistentes en diferentes grupos, según le convenga, pero debe tratar por igual a todas las casas y estudiantes.
- ¿Le ha dicho eso alguna vez al profesor Snape?. - Contesto Harry.
- Puede que el profesor Snape sea algo parcial en su trato con los estudiantes, pero año tras año, Slytherin es la casa con las peores marcas en los BUHOS y TIMOS de pociones, y aun estas son magnificas. - Afirmo el profesor Dumbledore con gran seriosidad.
- ¡¡¡Bromea!!! - Exclamo Ginny.
- No, es cierto. - Aseguro el profesor Dumbledore. - Los estudiantes de las otras casas, dedican tantas horas a pociones, por miedo al profesor Snape, que sus resultados son excelentes.
- ¡Increíble! - Dijo Ginny sacudiendo la cabeza. - ¿Quién lo hubiera pensado?
- ¿Hay alguna otra condición? - Pregunto el profesor Dumbledore a Harry.
- Si, quiero que me envié lo antes posible, los temarios y los libros de los siete cursos de DAO, y los manuales del curso de entrenamiento para Auror. - Pidió Harry.
- Puedo enviarle todo el material de DAO inmediatamente, pero los manuales del curso de Auror contienen información restringida. - Dijo pensativamente el profesor Dumbledore.
- Voy a empezar las clases con cosas básicas, y ir avanzando poco a poco, podría enseñar algunas técnicas básicas de los manuales en el DA, pero principalmente quiero usarlos como referencia al planear las clases. - Explico Harry. - Las clases extras que recibiremos, seguramente incluirán parte de los manuales, el resto puede que no nos sea útil, ¿pero realmente hay algo que no podamos saber?
- De acuerdo, se los enviare en breves días. - Dijo el profesor Dumbledore tras reflexionar unos instantes. - ¿Hay alguna condición más?
- No. - Respondió Harry, negando con la cabeza.
- Sí. - Interrumpió rápidamente Ginny, sorprendiendo a Harry y al profesor Dumbledore. - También devolverá su Firebolt a Harry, y levantara las prohibiciones de por vida de jugar al quidditch, de él y los gemelos.
- Las prohibiciones de jugar al quidditch, han sido levantadas con el resto de decretos. - Dijo un profesor Dumbledore sonriente, al tiempo que sacaba de su bolsillo, una miniatura de la escoba de Harry, y la agrandaba con su vara. - No se lo había devuelto ya, porque quería que lo examinaran cuidadosamente antes, Harry.
Harry cogió reverentemente el Firebolt, de las manos del profesor Dumbledore, y lo deposito cuidadosamente en la cama. Bajo la atenta mirada, de una sonriente Ginny, Harry se arrodillo al lado de la escoba, y dedico varios minutos a examinarla cuidadosamente.
De repente, respondiendo a un pensamiento súbito, Harry se levanto bruscamente y se dirigió al profesor Dumbledore.
- Hay una ultima cosa que quisiera, el año anterior le deje, al falso profesor Moody, un viejo pergamino parecido a un mapa. - Explico Harry. - Parece estar vació, pero si se usa magia en él varias voces hablan desde el pergamino, es un recuerdo de mi padre y mi padrino, y me gustaría recuperarlo.
- Creo que sé, a que pergamino se refiere. - Dijo el profesor Dumbledore mirando fijamente los ojos de Harry. - Un objeto sumamente útil... Se lo haré llegar con los libros.
- Muchas gracias. - Respondió Harry.
- ¿Esta es su ultima condición? - Inquirió el profesor Dumbledore, sin apartar los ojos de Harry.
- Sí. - Respondió Harry, apartando la vista, algo avergonzado, ante el escrutinio del profesor Dumbledore.
- Maravilloso, estoy muy contento de, que hayamos podido llegar a un acuerdo. - Afirmo el profesor Dumbledore con una gran sonrisa, y dirigiéndose a Harry y Ginny agrego. - Si están dispuestos, creo que es el momento para realizar el hechizo, del que hemos estado hablando.
