COMO SER UN CORRECTO ANFITRION POR PERCY WEASLEY
Nº 4 de Privet Drive, Little Whinging, Surrey.
3 días más tarde.
- ¿Cuánto falta? - Inquirió Ginny ansiosa.
- Un momento, un momento,... Casi estoy. - Dijo Harry agobiado. - ¡Aquí están! Yo sabia que había visto unas tijeras por alguna parte.
- ¿Para qué quieres unas tijeras? - Pregunto Ginny alarmada.
- Para cortarlo. - Respondió como si fuera lo más evidente del mundo Harry. - ¿Que esperabas que lo rompiera a dentelladas?
- ¡Hombres! No podéis hacer nada al derecho. - Se quejo vehementemente Ginny.- Date prisa, esto parece apunto de alcanzar el punto de ebullición.
- ¿Crees que no lo sé? - Exclamo Harry desde el fondo de su alma.
- Venga Harry por favor, estoy muy incomoda en esta posición... Y me duele la mano de tanto agitarlo. - Se quejo Ginny.
- ¡Eh! Eras tu que quisiste hacerlo en el baño. - Dijo con voz acusadora Harry. - No en la habitación donde estaríamos mucho más cómodos, no, tenia que ser en el baño.
- ¿Y que querías, mancharlo todo? - Replico mordazmente Ginny.
- Vamos Ginny cálmate un poco, esto casi ya esta. - Suplico cansadamente Harry. - ¿Que te ocurre? Antes estabas completamente segura y ahora eres un manojo de nervios.
- ¡¡¡Es la primera vez que hago algo así!!! - Chillo histérica Ginny. - ¿Que pasa si algo va mal?¿Que vamos hacer si no sale como pensamos?
- No te preocupes nada va a salir mal, y si no volveremos a probar y ya esta. - Intento tranquilizarla Harry.
- ¡¡¡Cállate!!! Y Mételo de una vez. - Exigió Ginny fuera de sí.
- ¡Listo! He terminado... ¡Prepárate!... ¡Voy a introducirlo!... - Grito Harry dejándose llevar por la excitación del momento. - ¡¡¡Yyyyyyyyy!!!... ¡¡¡Dentroooooo!!!
Tras varios minutos de gran intensidad, los dos adolescentes se relajaron finalmente, cansados pero con la satisfacción que comporta el trabajo bien hecho.
- ¡¡¡Uffff!!! Creía que no íbamos a conseguirlo. - Dijo dando un suspiro Ginny.
- Te dije que no tenias que preocuparte. - Respondió cansinamente Harry. - Mira ya esta empezando a cambiar de color.
Harry y Ginny observaron atentamente el pequeño caldero ante ellos, donde una burbujeante poción empezaba a adquirir un luminoso tono plateado.
- Ya esta, ahora solo hemos de dejarla reposar durante una semana, antes de añadir los ingredientes finales, y después otra semana más antes de poder tomarla. - Declaro Harry satisfecho.
- Estoy deseando que este apunto, no sé si voy a poder esperar. - Dijo Ginny dejando traslucir un poco de su ansiedad anterior.
- ¡Ah! La emoción de la primera poción a escondidas. - Exclamo alegremente Harry dándole palmaditas en la espalda a Ginny. - Yo todavía recuerdo esos días en el baño de Mirtle la Llorona elaborando aquella poción Multijugos.
- ¡Oh Cállate! - Exclamo Ginny, y tras levantarse confronto a Harry con los brazos en jarrón. - ¿Se puede saber porque no habías cortado antes las raíces de mandrágora?
- Eh, estaba distraído. - Susurro avergonzado Harry.
- ¿Y se puede saber que es eso tan importante que te estaba distrayendo para que te arriesgaras a echar por la ventana las tres semanas de trabajo en esta poción? - le recrimino Ginny a Harry.
- Estaba pensando en ti. - Respondió casi inaudiblemente Harry con la cabeza gacha.
- ¿En mi? - Pregunto sorprendida Ginny.
- Si... Hoy hace un mes que nos casamos... Estaba pensando en como había cambiado mi vida durante este mes maravilloso... Y lo mucho que tengo que agradecerte. - Respondió Harry mirando a Ginny a los ojos fijamente.
- ¡Oh! Harry. - Exclamo Ginny emocionada.
Tirando a su marido de pie, la adolescente le dio un fuerte abrazo.
- Ya que es nuestro primer aniversario, quizás deberíamos tomarnos la tarde libre para poder celebrarlo. - Sugirió con una sonrisa picara Ginny, mientras arrastraba a Harry de la mano hacia su habitación. - ¿No crees?
- Creo que seria una gran idea. - Respondió Harry con ojos chispeantes, en el preciso instante que alguien golpeaba a la puerta.
- ¡Oh Merlín! Ahí va nuestra tarde libre. - Gimió desilusionada Ginny.
- ¡Adelante! - Grito Harry con voz irritada, tras darle una mirada de soslayo a Ginny.
Dudley entro despacio en la habitación sin levantar la cabeza del suelo.
- Lord... Lady Potter... Tienen una visita. - Tartamudeo Dudley.
- ¿Dijo quien era? - Inquirió Harry interesado.
- Dijo... que era un representante del... Ministerio de Magia. - Respondió asustado Dudley.
- ¡¡Bien!! - Exclamo Harry saltando de alegría. - ¡He ganado la apuesta!.
- Un momento. - Exigió Ginny con mala cara. - ¿Dudi el señor a dicho su nombre?
- ¡Eeeh! Perky... Perky Weaby. - Respondió Dudley inseguro.
- ¿Percy Weasley? - Sugirió con voz dulce Ginny.
- Si... Eso es, Percy Weasley. - Confirmo aliviado Dudley.
- ¡Sí! Yo gane. - Exigió alegremente Ginny.
- No, viene de parte del ministro. - Se opuso rotundamente Harry. - No importa quien sea, viene dEl ministerio, y por consiguiente yo gane.
- No señor. - Lo contradijo Ginny golpeado con un dedo en el pecho a Harry. - Es uno de mis hermanos, y eso significa que yo gane.
Dudley observo con la boca abierta como Harry y Ginny continuaron peleándose durante varios minutos, hasta que finalmente reunió suficiente valor para carraspear, y llamar su atención.
- ¡¡¡Sí!!! - Contestaron abruptamente Harry y Ginny, molestos por la interrupción.
Dudley dio un salto ante la replica mordaz, y temblando retrocedió hasta aplastarse contra la puerta.
- El... Señooor... Es... Essta espe... Esperandooo... ¿Queeee?.... ¿Que le digo? - Pregunto con un hilo de voz.
- ¡¡¡Oh!!! - Murmuraron Harry y Ginny pareciendo avergonzados por su arranque.
- Hazlo pasar a la salita Dudley. - Respondió tras unos instantes Harry. - Dile que bajaremos enseguida.
- Ofrécele un poco de té y galletas. - Indico Ginny, y volviéndose a Harry le susurro. - Mi hermano siempre a dado mucha importancia a los pequeños detalles.
- Percy el Perfecto. - Contesto en otro susurro Harry, y añadió en voz alta para Dudley. - Gracias por avisarnos, ya puedes retirarte Dudley.
Nada más decir Harry estas palabras, Dudley se havia girado, abierto la puerta, y en menos que el parpadeo de un ojo había abandonado la habitación, dejando a dos jóvenes preguntándose si realmente había estado ahí.
Media hora después Harry y Ginny entraron de la mano en la salita, después de una ducha rápida y haberse vestido cuidadosamente con su mejor ropa informal.
- ¡¡¡Percy!!! Estoy tan alegre que hayas reflexionado, y hayas venido a pedirnos perdón. - Grito con evidente alegría Ginny, mientras se lanzaba a los brazos de su aturdido hermano. - Tenia tanto miedo que no comprenderías que estabas equivocado, y te perderíamos para siempre.
- Yo... Yo no... - Percy intento refutar las asunciones de su hermana sin demasiado éxito.
- No tienes que disculparte Percy. - Afirmo rápidamente Harry estrechando la mano del hermano de Ginny. - Ahora que estoy casado con Ginny, somos familia, y la familia no tiene que disculparse.
- ¡Oh Percy! Estaba tan preocupada de que esos... Esos cortos de miras degenerados sicópatas con los que trabajas te hubieran lavado el cerebro. - Exclamo Ginny besando la cara de su hermano sin romper su abrazo. - Yo estaba segura que te habían puesto bajo la maldición Imperio.
- sicópatas... Maldito... - Musito Percy con un hilo de voz. - Realmente no acabábamos de entender como era posible, que alguien tan inteligente y de principios morales tan férreos, se dejara influenciar por personas con la talla intelectual de una sabandija. - Declaro con voz alegre Harry, mientras le daba palmadas amistosas en la espalda a un cada vez más sulfurado Percy. - No hacia para el Percy que todos conocemos, colaborar con personas que juegan sucio y no les importa romper los principios más elementales de la legalidad y la justicia.
- Bien, ese farsante de Ministro que tenemos a tenido engañado a todo el mundo durante años, así que no es de extrañar que estando bajo su influencia directa le haya costado más darse cuenta de sus mentiras - Respondió a su marido Ginny, al tiempo que le daba una sonrisa consoladora a Percy.
- ¡¡¡El Ministro no es un farsante!!! - Grito finalmente indignado Percy. - ¡¡¡Y yo no he venido a disculparme por cumplir con mi deber!!!
Ginny se aparto de su hermano con cara llorosa, rápidamente Harry se acerco a ella y paso un brazo por encima de sus hombros en señal de apoyo, visiblemente agradecida la adolescente reposo su cabeza en él.
- No me importa a que haya venido señor Weasley, ni departe de quien venga, si usted desea permanecer en mi casa, usted cumplirá las más elementales normas de educación y conducta. - Exigió con voz dura Harry. - Si vuelve a gritar, o ofender en cualquier forma o manera a mi esposa, veré que lo echen a puntapiés de esta casa.
Percy se quedo con la boquiabierta, sin saber que decir durante varios segundos.
- Yo estoy aquí en misión oficial. - Arguyó levantando la cabeza orgullosamente. - He venido a petición del Ministro de la Magia.
- Si ese cretino quiere disculparse, lo primero que puede hacer es venir en persona, y no enviar uno de sus lacayos glorificados. - Replico ácidamente Harry.
- ¡¡¡Disculparse!!! - Repitió resoplando indignado Percy. - ¿De que tendría que disculparse el ministro?
- ¿Lo quiere alfabéticamente o cronológicamente? - Replico irónicamente Harry.
- Vamos haber, intento de asesinato, torturas, abuso de poder, difamación,... - Dijo Ginny añadiéndose a la discusión. - ¿quizás seria mejor nombrar el por que no tiene que disculparse? Terminaríamos antes, bastaría con no decir nada.
- ¡El Ministro no intento asesinar a Harry! - Objeto furiosamente Percy. - Eso es una calumnia.
- Dolores Umbridge lo hizo, en dos ocasiones, y usando su posición como subsecretaria de Ministro de Magia y Alta Inquisidora de Hogwarts, dos nombramientos efectuados por el Ministro, lo que lo hace a él responsable. - Acuso con voz dura Ginny. - Y es Lord Potter para usted.
- Eso no se a probado. - Se apresuro a exigir Percy. - Solo son rumores infundados, y que es esa estupidez de Lord Potter.
- ¡Oh por favor! ¿Esta tan acostumbrado a mentir que ni se para a pensar a quien dices las mentiras? - Inquirió exasperado Harry. - Fui yo el que fue atacado, Ginny y yo estábamos delante cuando esa loca reconoció ser la responsable. ¿Cómo puede hablar a nosotros de rumores o falta de pruebas?
- Y por si no lo sabia, la familia de Harry a ostentado el tituló de duques de Nessex desde hace treinta y dos generaciones, y dado que tras contraer matrimonio conmigo él es un adulto legalmente, tiene derecho a todos los honores y beneficios derivados de ese titulo, incluyendo el tratamiento de Lord. - Dijo con voz altiva Ginny.
- Honores y beneficios a los que también tiene derecho mi esposa, así que usted se dirigirá a ella como Lady Potter. - Apuntillo con una sonrisa irónica Harry.
- ¡¡¡Ella es mi hermana!!! - Exigió enfurecido Percy.
- No creía que fuera necesario recordarle a usted precisamente, que las normas y protocolos de comportamiento del ministerio especifican que los funcionarios deberán usar en todo momento durante el ejercicio de sus cargos, el tratamiento protocolario adecuado en su trato con cualquier mago o bruja, con la única excepción de que hayan sido expresamente autorizados a hacerlo por otra parte por el mago o bruja en cuestión. - Contesto dogmáticamente Harry. - No hay a mi conocimiento, ninguna excepción referida a los vínculos familiares, de los que por otra parte usted parece haber renegado completamente señor Weasley.
Percy completamente púrpura fijó sus puños a su lado, sumido en una batalla interna para decidir si debía maldecid a Harry o simplemente molerlo a golpes con sus manos desnudas, finalmente tras realizar algunos ejercicios respiratorios, consiguió recuperar un amago de control.
- Les agradecería que dejásemos esta discusión infructuosa... Señores Potter. - Dijo Percy apretando los puños a cada palabra. - El Ministro me ha enviado a hablar con ustedes sobre la entrevista que concedieron a Rita Skeeter.
- perdón... ¿Cómo se a referido a nosotros? - Inquirió Harry mirando fijamente a los ojos a Percy.
- Lord y Lady Potter. - Corrigió Percy, haciendo una mueca como si le hubieran hecho tragar una poción horrible. - Por favor. ¿Podríamos tratar el asunto que me a traído aquí?
- Le concederemos unos minutos de nuestro tiempo señor Weasley, aprovéchelos sabiamente. - Respondió altivamente Harry, tras lo cual él y Ginny procedieron a tomar asiento en uno de los sofás.
- Yo creo que no le hemos invitado a sentarse, señor Weasley. - Dijo rápidamente Ginny cuando Percy hizo el gesto de imitarlos y sentarse frente a ellos.
- ¿Cómo...? - Atino a decir desconcertado Percy.
- Señor Weasley, mi esposa no esta acostumbrada a que los mensajeros se tomen semejantes libertades. - Reprocho severamente Harry.
- ¡¡¡Yo soy su hermano!!! - Exigió indignado Percy. - ¡¡¡Yo no soy un Mensajero!!!
- Señor Weasley el año pasado dejo muy claro que no querías saber nada de mi familia, hoy ha dejado muy claro que no ha cambiado de opinión, y solo esta aquí debido a su trabajo, traer un mensaje del ministro de magia, consecuentemente usted es un mensajero. - Afirmo Ginny calmadamente, inclinándose hacia adelante y mirando a los ojos a su hermano, añadió con voz dulce. - Percy, yo quiero recuperar a mi hermano, mama, papa, Bill, Charlie, incluso Ron y los Gemelos, todos quieren que vuelvas a casa, todos, hasta Harry, estamos dispuestos a perdonar y olvidar lo que paso el año pasado, pero tú tienes que dar el primer paso.
- Hasta que no estés dispuesto a volver a formar parte de esta familia, Percy, nosotros no te trataremos como tal. - Termino con voz suave Harry.
- Yo... Yo... - Dijo Percy con voz temblorosa intentando formular una respuesta.
- Señor Weasley usted esta perdiendo nuestro tiempo. - Reconvino fríamente Ginny. - ¿Cuál es el mensaje del ministro?
- El Ministro esta descontento con la entrevista que ustedes concedieron. - Respondió con un suspiro un aparentemente abatido Percy.
- ¡Oh! ¿Y que es lo que ha incomodado a nuestro querido Ministro? - Pregunto irónicamente Harry.
- Las veladas acusaciones contra él, Dolores Umbridge, y el ministerio. - Afirmo Percy inflándose ligeramente con el sarcasmo de Harry.
- ¡Oh! Agradézcale al ministro el habernos llamado la atención sobre este punto, nosotros no sabíamos que había veladas acusaciones en la entrevista. - Afirmo cándidamente Ginny. - Nosotros creíamos que las acusaciones eran claras y contundentes.
- Ustedes son muy jóvenes para entender las complejidades de la política, sus acusaciones solo han servido para provocar disensiones en nuestro lado, en unos momentos que es más necesario que nunca, que permanezcamos unidos y enfocados en la lucha contra el señor oscuro. - Dijo condescendientemente Percy.
- Soy, y era cuando hicimos la entrevista, muy conciente de las posibles consecuencias de mis acusaciones señor Weasley. - Respondió fríamente Harry. - Pero no voy a seguir y apoyar un incompetente como el Ministro.
- ¡El ministro no es ningún incompetente! - Exigió irritadamente Percy.
- ¡Naturalmente! Su actuación el ultimo año ha sido modelo de eficacia y competencia. - Objeto irónicamente Ginny.
- Ustedes tienen que comprender que las declaraciones del regreso que Tu-sabes-quien eran muy difíciles de creer. - Defendió Percy.
- No tan difíciles de creer, cuando como convenientemente pareció olvidar todo el mundo, el hecho de que Voldemort murió hace dieciséis años era solo una suposición, que nunca se pudo demostrar fehacientemente, o de cualquier otra manera. - Replico contundentemente Harry.
- Mucho más tras la inexplicable fuga de Azkaban, del que presuntamente era la mano derecha del señor oscuro, y la presencia durante todo el año a Hogwarts de un reconocido Mortifago supuestamente muerto en prisión. - añadió rápidamente Ginny casi sin dejar terminar a su marido.
- Pero no importa. - Interrumpió rápidamente Harry. - Tras el torneo de los Tres Magos es descubierto un Mortifago usurpando la identidad de uno de los profesores de Hogwarts, dos estudiantes son secuestrados, y cuando regresan uno esta muerto, y el otro con visibles signos de haber sido maldito, anuncia el regreso de Lord Voldemort. ¿Que hizo el Ministro Señor Weasley?
- El ministro tomó las medidas necesarias... - Se apresuro a responder Percy.
- ¿Que medidas?¿Envió un sanador para comprobar que yo había sido puesto bajo la maldición cruciatus o no?¿Comprobó si mi memoria había sido modificada?¿Comprobó que hechizos había lanzado con mi varita para descartar que yo no hubiera matado a Cedric?¿Me pidió que repitiera mi declaración bajo veritaserum?¿O que pusiera mis recuerdos en un pensieve?¿Comprobó si las personas que yo había acusado de estar presentes habían desaparecido repentinamente?¿Interrogo al Mortifago capturado para saber con quien trabajaba?¿Envió Aurores para comprobar si había alguna pista en el lugar que yo había indicado?- Exigió Harry irritándose cada vez más con cada pregunta. - ¡¡¡¡No!!!! No hizo nada, hubiera regresado Lord Voldemort, fuera una simple invención mía o un plan de Dumbledore para tomar el ministerio, un estudiante había sido asesinado, una de los jefes de departamento del ministerio había sido asesinado, un Mortifago supuestamente muerto había personificado a uno de los profesores de Hogwarts durante un año entero, el Ministerio debía haber aclarado todos estos hechos sin dejar lugar a la más mínima duda, así que no me diga que Cornelius Fudge es algo más que un incompetente.
- Un incompetente y un cobarde. - Tercio contundentemente Ginny. - Cobarde para aceptar el regreso de Lord Voldemort, y cobarde para enjuiciar a Harry y al profesor Dumbledore por el asesinato del Cedric Digory, si realmente creía que eran los responsables.
- Yo... La situación... Tienen que comprender... - Murmuro un anonadado Percy.
- Yo espero que usted y el ministro comprendan que ninguna de estas acusaciones aparecieron en... ¡Esta!... Entrevista. - Recalco con dureza Harry. - Mi esposa y yo somos plenamente conscientes de la situación política actual señor Weasley, y de la necesidad de mostrar un frente común, simplemente esperamos que el ministro sea igualmente conciente de este hecho, así como de sus limitaciones, y preste su apoyo incondicional al profesor Dumbledore.
Percy se seco con un pañuelo las gruesas gotas de sudor que tenia en su frente, mientras desesperadamente daba vueltas a su cabeza intentando encontrar una forma de cumplir con su misión.
- Si ustedes comprenden la necesidad de mantener la cohesión de nuestro lado frente a Tu-sabes-quien, también deben comprender que sus acusaciones contra Dolores Umbridge no solo afectan a uno de los funcionarios más capaces del Ministerio, si no que también salpican al Ministro y al propio Ministerio. - Trato de argumentar Percy. - Nosotros entendemos que la señora Umbridge fue excesivamente dura y exigente con los estudiantes, y con usted especialmente señor Potter, pero esa dureza y exigencia son justamente lo que necesitamos para hacer frente a la crisis actual.
- ¿Usted esta diciendo que lo que necesitamos es una loca sádica sin escrúpulos, que no da la menor importancia a las leyes y las personas? - Inquirió acusadoramente Ginny. - ¿Usted considera que dos intentos de asesinato es ser especialmente dura?
- Realmente ella no intentó nunca asesinar al señor Potter. - Aventuro a decir Percy.
- ¿¿¿Enviar dos Dementores a darle el Beso a Harry no es un intento de asesinato??? - Reclamo voz en grito a su hermano Ginny, levantándose de golpe y encarándolo con los brazos en Jarro. - ¿¿¿Que era eso una declaración de amor???
- No quería decir eso. - Se disculpo Percy retrocediendo unos pasos ante el arranque de su hermana.
- ¿¿¿Entonces que querías decir??? - Inquirió Ginny sin dejar de gritar, con los brazos cruzados en el pecho, y golpeando impacientemente el suelo con un pie.
- Todo lo que les dijo la señora Umbridge cuando les cogió en el despacho era falso, solo intentaba asustarlos para que confesaran. - Declaro lentamente Percy, y con una ligera sonrisa añadió. - Y en cierto modo funciono.
- ¿Y la maldición Cruciatus que iba a lanzar contra Harry también era una falsa? - Cuestiono irritada Ginny.
- Ella no iba a completar la encantación, simplemente se puso afortunada que en ese preciso momento la interrumpiera la señorita Granger. - Se apresuro a declarar Percy.
- ¿Y esto también es falso? - Exigió abruptamente Harry mostrando las palabras grabadas en el dorso de su mano derecha.
- Durante siglos las plumas de sangre demostraron ser un instrumento sumamente eficaz hasta su prohibición, y aunque muchas personas pueden considerar esta decisión cuestionable, el Ministerio decidió reintroducir su uso, debido al incremento de infracciones de las reglas, peleas y travesura acaecido en los últimos años, algo a lo que mis hermanos y usted señor Potter, no son ajenos. - Explico Percy sin mirar a su hermana o su cuñado a la cara. - Y admitiendo que hay que regular más estrictamente la utilización de las plumas de sangre, y que Dolores Umbridge se excedió claramente en su uso, sobretodo en su caso señor Potter, el hecho es que actuó dentro de lo que le permitía la legislación vigente.
- Así de simple, era legal así que nos olvidamos, dice que mintió y nosotros creemos que ahora dice la verdad. - Respondió ácidamente Ginny. - ¿también hemos de disculparnos por lo que dijimos en la entrevista?
- Ehhh... Yo... - Murmuro incómodamente Percy.
- ¡Eso es a lo que usted ha venido! Fudge pretende que nos disculpemos. - Exclamo levantándose completamente indignado Harry. - Yo creía que nos ofrecería alguna disculpa, algún tipo de compensación para que estuviéramos callados, pero pretender que nos disculpemos nosotros.
Harry miro a Ginny, que sumamente irritada cabeceo afirmativamente a la silenciosa pregunta de su marido, y los dos se dirigieron a un escritorio situado en un lado de la sala, donde Harry saco un voluminoso sobre de uno de los cajones.
- Señor Weasley usted era el secretario del Wizengamot el año pasado durante mí juicio. - Declaro Harry volviéndose a mirar a Percy. - ¿Aun ocupa ese cargo en la actualidad?
- Sí. - Contesto escuetamente Percy sorprendido por el giro de los eventos.
- En ese caso usted esta autorizado a recibir alegaciones dirigidas al tribunal. ¿No es correcto? - Inquirió Harry con voz fría.
- Si. - Volvió a contestar un Percy mucho más pálido.
Harry sin decir nada avanzo unos pasos hacia Percy, y le ofreció el sobre que tenia en sus manos.
- ¿Que es eso? - Cuestiono visiblemente preocupado Percy.
- Un pliego de cargos contra Dolores Umbridge. - Respondió calmadamente Harry.
Toda la sangre desapareció de la cara de Percy, mientras miraba desesperadamente de Harry a su hermana, finalmente levanto una mano temblorosa para dejarla caer de nuevo.
- ¿Usted no aprendió nada el año pasado? Usted puede ser de nuevo el niño mimado de la presa, pero el Ministro no tardara a volver a poner los medios de comunicación en vereda, y esta vez Dumbledore no lo salvara, necesita demasiado la colaboración del Ministerio para enfrentarse al Ministro de nuevo. - Declaro cabizbajo Percy, y dándole una mirada de suplica a Harry añadió. - Lord Potter... Harry, si no es por usted hágalo por mi hermana, deje esta inútil vendetta o el Ministro lo aplastara, y a ella con usted.
Trascurrieron algunos segundos de intenso silencio, mientras Harry y Ginny se comunicaban con la mirada.
- Percy, aun cuando mi relación con Dumbledore no es la mejor en estos momentos, y sin lugar a dudas no será nada agradado por mis acciones, él me apoyara, aun cuando estuviera en la balanza el Ministerio, Hogwarts y todos sus aliados, él me apoyaría, me necesita demasiado. - Respondió con seguridad Harry.
- ¿Cómo...? - Exclamo levantando la cabeza sorprendido Percy
- Y si algún periódico o revista publica algún articulo contra Harry o a favor del Ministro, los responsables estarán de patitas en la calle antes incluso que la primera edición salga a la venta. - Informo con una sonrisa picara Ginny. - Hay algunas ventajas en ser el dueño de la mayoría de medios de comunicación del mundo mágico.
- ¿Qué...? - Musito Percy sorprendido. - ¿Entonces porque el año pasado...?
- Solo recientemente he sido hecho consciente del alcance real de las herencias que me han dejado mis padres y mi padrino. - Interrumpió con suavidad Harry.
- ¿Cuánto...? -No pudo evitar preguntar Percy, al tiempo que miraba con curiosidad a Harry.
- Digamos que en comparación podrías llamar pobres a los Malfoy. - Fue la rápida contestación de Ginny.
Harry volvió a ofrecer el sobre a Percy, que lo miro aun renuente a cogerlo.
- Señor Weasley, creo que usted esta obligado a aceptar cualquier alegación que se le presente. - Dijo asumiendo de nuevo un tono frió.
Percy no contesto, pero con un profundo suspiro, después de dar una ultima mirada de suplica a Ginny, cogió el sobre de las manos de Harry.
- Esto no servirá de nada, Cornelius Fudge no ha sido el Ministro de la Magia durante la ultima década por nada, no deberían subestimarlo, domina perfectamente todos los entresijos del poder. - Dijo en la derrota Percy.
- Veremos quien subestima a quien. - Contesto con una sonrisa fría Harry, ofreciéndole la mano a Percy añadió. - Bien, creo que ya no tiene nada más que tratar con nosotros, señor Weasley.
- No. - Acordó en un hilo de voz Percy estrechando la mano de Harry, y con una ligera inclinación de cabeza se despidió. - Lord Potter... Lady Potter.
Ginny lo abrazo rápidamente antes de que pudiera salir, y le dio dos besos en las mejillas.
- Cuídate Percy. - Le susurro en la oreja Ginny a su hermano. - Y regresa pronto.
Percy abrazo con fiereza a su hermana durante unos instantes, para seguidamente abandonar abruptamente la habitación, dejando a Ginny refugiarse en los brazos de su marido llorando.
- Lo hecho mucho en falta. - Dijo Ginny con la cabeza sepultada en el hombro de Harry.
- Parece que logramos que reflexionara sobre su actitud el año pasado. - Afirmo consoladoramente Harry. - Estoy seguro que no tardara mucho en ver donde deben residir sus verdaderas lealtades.
- Gracias. - Dijo dulcemente Ginny.
- ¿Gracias por que? - pregunto Harry en un susurro.
- Por perdonarlo. - Respondió en un susurro también Ginny. - Tú eras el que tenia más motivos para odiarlo, y él no es tu hermano después de todo.
- Quizás... Pero a mí también me han perdonado errores en muchas ocasiones. - Afirmo encogiéndose de hombros Harry. - Y tú estas sufriendo por él, eso es motivo más que suficiente para mí.
- Gracias. - Repitió Ginny con una gran sonrisa, y lentamente con suavidad beso a su marido en los labios.
