Capítulo II: La princesa de mis sueños
Mismo día lluvioso, misma ciudad, mismo momento. James Potter vio como la que era su chica, salía corriendo, después de que él terminara con la relación que mantenían.
En mis sueños sigues siendo
La princesa de mi reino
Soledad en mis sueños.
Cuesta tanto el buscar
Una razón a este final...
Ayúdame a encontrarlo.
Esa melena roja, que se podía distinguir entre la multitud, se fue alejando… al igual que él, que poco a poco daba pasos hacia una dirección desconocida. En ese instante no le importaba a donde fuera. Como si se dirigiera al mismo infierno, eso da lo mismo. En verdad, no estaba muy seguro de lo que acababa de ocurrir, se veía a sí mismo diciendo palabras que no sentía… mientras por dentro se moría de ganas por volver a abrazarla. Y la excusa más tonta que se le ocurrió, se la dio. "Te quiero, pero no te amo."
Y ahora te busco sin razón;
Fui yo quien dijo que no. ¡No, no, no!
¿Cómo es posible tanto dolor?
Ahora sé lo que es amor.
Duele tanto el saber
Que nunca más te volveré a tener
En mis labios.
En todo esto pensaba James, caminando por las mojadas calles de Londres. Sin darse cuenta, llegó a un lugar conocido, una calle cercana a Grimmauld Place. Sin otra cosa que hacer, decidió ir hasta la casa de Sirius, a sabiendas que no sería muy bien recibido por los padres de su amigo, ya que discrepaban de los Potter en varios aspectos, principalmente en la pureza de sangre. Suerte que Sirius no era así. Llamó a la puerta, y Kreacher, un elfo que idolatraba a la Señora Black, le abrió la puerta.
-Oh, el señorito Potter… un honor –sonrió con falsa alegría
-James! –Una voz resonó tras el elfo- ¡Por fin has venido a verme! Esto….¿qué te pasa?
-Lily…la he dejado
Sirius no preguntó nada más. Llevó a James a su habitación y mandó a una elfina que le trajeran ropa nueva, y algo para comer. James se sentó en la cama, sin mirar hacia delante, con la mirada perdida y la cabeza baja. Aún no entendía por qué lo había hecho. La gran pregunta llegó al poco tiempo.
-¿Por qué?
-Realmente… no lo sé, Sirius.
-¿La quieres?
-Demasiado
-¿La amas?
-Con toda mi alma
-¿Entonces?
-No quiero que sufra por mí…
-Prongs, habla más claro.
-Los últimos acontecimientos del mundo mágico… todo indica que van detrás de nosotros, los Potter… No quiero que ella sufra si algo me pasara, no quiero que se involucre en nada de esto… Si Voldemort averigua quiénes nos importan más… irá a por ellos.
-Y a ella¿le has dicho eso?
-No.
-¿Por qué?
-…
-¿James?
-Porque quiero que se olvide de mí, toda mi vida estaré en peligro. Y si ella sabe la verdad, tendrá esperanzas de que volvamos, y no le importará arriesgarse. Pero a mí si me importa.
-Pero... ¿eso no sería decisión de ella?
-Si yo puedo evitarlo, no.
-¿Qué le has dicho pues?
-Que no la amo.
-¡James Potter¡No puedes haber hecho cosa más cruel¿Cómo has podido hacer eso?
-Diciéndoselo mientras me moría por dentro.
-James…
Moriré pensando que
Nunca supe retener
Al ser que más he amado.
Y ahora te busco sin razón;
Fui yo quien dijo que no. ¡No, no, no!
¿Cómo es posible tanto dolor?
Ahora sé lo que es amor.
Acto seguido, James no pudo más, se derrumbó por completo, y empezó a llorar. Necesitaba a Lily, pero eso era lo mejor. De nuevo el dilema de elegir entre lo fácil y lo correcto. Y lo que había hecho era lo correcto. Sirius no sabía que hacer, sólo vio a James así una vez, cuando Aarón Potter, abuelo de James, murió a causa de un combate contra uno de los mortífagos más peligrosos. De pronto, James dejó de llorar. Sirius le miró. Estaba sentado, apoyado en la cabecera de la cama, con las piernas encogidas y abrazando a un cojín, de nuevo con la mirada perdida. Estaba reviviendo los mejores momentos de su vida con Lily.
Flashback
-¡Mira Lily!
-James¿cómo quieres que mire, si tienes mis ojos tapados?
-Ups, perdón, ahora te quito la venda…
Una vez fue despojada la venda, Lily se llevó la mano a los ojos, para restregarlos un poco y acostumbrarse a la poca luz. Era un atardecer. Lily sonrió. El paisaje era espléndido, veía como un gran sol anaranjado se iba uniendo con el Lago de Hogwarts…mientras a la derecha, el castillo se alzaba, como la sombra de un gigante, muy oscuro. Todo esto estaba viendo, cuando James le puso enfrente una flor: Un Lirio blanco, precioso.
-Para ti, princesa.
-Gracias, James.
Se miraron a los ojos… El tiempo en ese instante se paró. Solo existían ellos, nadie más… El viento les rozaba el rostro suavemente, despeinando el encendido cabello de Lily. James, con un gesto, apartó el pelo de su rostro. Y ese gesto hizo que supiera lo que iba a pasar a continuación. Empezó siendo un delicado roce sobre los labios de la pelirroja, pero terminó en una apasionada prueba de lo que fue, es, y será su amor. Con un atardecer tras de sí, y el viento acariciándoles, empezó la historia de amor más bonita y difícil de todo Hogwarts… ¿estaría ya esa historia acabada? En ese momento no importaba…
Fin del flashback
Y ahora te busco sin razón;
Fui yo quien dijo que no. ¡No, no, no!
¿Cómo es posible tanto dolor?
Ahora sé lo que es amor.
Sirius no sabía lo que pensaba, pero vio como inconscientemente, su amigo sonreía. Mientras estaba en ese estado de aislamiento en sus propios recuerdos, él Sirius Black, arreglaría todo esto. Fue hasta su escritorio, y con pluma y tinta, empezó a escribir una misiva a Lily.
Querida Lily:
¿Cómo estás? James me ha contado todo. Pelirroja, no llores, por favor. Sé que todo esto te duele, pero todo tiene una razón. Y no pienses que James no te ama, aunque él te lo haya dicho. Aún así, no te puedo garantizar nada de que volváis, eso depende de vosotros. Solo decirte, que a mí me tienes para lo que sea, no te derrumbes, esto será solo un obstáculo más. Pronto nos veremos, te lo aseguro.
Anímate,
Sirius.
Ató el pergamino a la pata de la lechuza, y vio como se alejaba. Miró de nuevo a James. Seguía recordando. Y él también recordó. Recordó la cara de felicidad de su amigo cuando dijo que estaba saliendo con Lily. Y sus palabras exactas respecto a ella:
"Padfoot… ¿no ves la suerte que tengo¡Mírala, es preciosa! Es inteligente, dulce, cariñosa… es más de lo que yo deseaba. Lo es todo, lo tiene todo. Sirius, ya sé con quién quiero pasar el resto de mi vida… "
Canción: La princesa de mis sueños - OBK
