DURMIENDO CON EL ENEMIGO

Capítulo III : Un gran poder reside en su interior...

-Mamá, papá, ¿os ha gustado? – preguntó Hermione sonriéndoles a sus padres.

-Claro cariño – respondió la señora Granger – ha sido fabuloso, hacía muchísimo tiempo que no te oíamos cantar.

-El trimestre que viene tienes que repetirlo- dijo el señor Granger- no nos vayas a fallar.

Disfrutaron de la cena hasta que hubo sido la hora de irse, cuando los señores Granger se fueron, todos los acompañaron hasta los carruajes.

-¡Cuida bien de Hermione Josh!-dijo la señora Granger sacando la cabeza por la ventanilla cuando el carruaje comenzó a andar.

-¡Descuida!- dijo Josh pasándole un brazo por el hombro a la aludida- Nos lo pasaremos bien...

Josh pudo apreciar complacido que Hermione se ponía a temblar.

-Se enterará alguien – dijo Hermione con asco en voz baja- pasarás en Azkaban lo que te reste de vida.

-Ya sabes lo que les pasará a tus padres si se entera alguien cariño- dijo Josh pasándose el dedo por el cuello a modo de amenaza- Y tu no quieres que les pase nada ¿verdad preciosa?

Un escalofrío le recorrió el cuerpo a Hermione haciendo que se estremeciera provocando aún más a su "querido" hermanastro.

-Será mejor que vaya a la sala común-dijo Hermione para alejarse de aquel ser repugnante-he de hablar con el otro prefecto de Gryffindor de algunas obligaciones que tenemos...

-Mmmmmm... ese tal Ron... –dijo Josh de pronto-no quiero que se te acerque demasiado...

-Pero si siempre estamos juntos... –dijo Hermione- es el otro prefecto... y además de eso es uno de mis mejores amigos...

-Podéis ser amigos... –dijo Josh apretándole el hombro hasta hacerle daño- eso no me molesta...pero nada más... Hermione desde que has sufrido este cambio me obsesionas y quiero que seas mía, te guste o no...

Hermione no hizo nada a pesar del dolor que sentía.

-Y por favor... –dijo Josh- deja el orgullo a un lado... me gustabas más cuando eras sincera y franca...

Josh aflojó la presión y se dirigió al castillo.

Hermione se dirigió a su habitación en donde se acostó en la cama e hiciese lo que hiciese, era incapaz de quitar a Draco se su cabeza...

[Malfoy tú...] pensaba mientras se quedaba dormida [me gustas...]

Draco mientras tanto cantaba distraídamente la canción que Hermione le había dedicado durante la cena.

-And I wanna beliable you...

-Draquito... - le dijo Pansy- ¿Porqué cantas la canción de la sangre sucia?

-Porque me gusta...-respondio Draco refiriendose a Hermione

-Sí... –le dio la razón Pansy pensando que se refería a la canción – no está mal.

-No sabes cuanto –dijo Draco- no sabes cuanto... bueno... será mejor que me vaya a la cama, nos espera un largo día.

-Buenas noches Draco... –se despidió Pansy mirándolo con ojos tristes.

Draco subió a su habitación sin dirigirle la palabra a nadie y se metió en la cama en donde al cabo de un rato se quedó dormido con la voz de Hermione rondándole en la cabeza.

[Tomorrow, tomorrow... it's a different day]

A la mañana siguiente Hermione estaba tan nerviosa que se le caía todo de las manos y era incapaz de recordar nada que estuviese relacionado con los estudios. Tras media hora de estar encerrada en el baño, Parvaty le gritó:

-¡Hermione!¿Se puede saber que te pasa? Primero no te acuerdas de que entró en el examen pasado de transformaciones luego con tanto paseo me ponías nerviosa hasta a mí y ahora te encierras en el baño y no sales.

-No me pasa nada-dijo Hermione abriendo la puerta del baño con la sonrisa más falsa que se ha visto en el mundo – mejor me voy a desayunar que tengo mucha hambre.

En realidad Hermione sentía que si comía algo, no sería capaz de retenerlo durante mucho tiempo, pero aún así decidió que iría al Gran Comedor porque un café nunca viene mal. Bajaba de la torre silbando la canción que le enviara Draco y tan absorta iba en sus pensamientos que no vio que un chico que iba leyendo doblaba la esquina y se la dio de bruces con él cayendo los dos al suelo.

-¡Lo siento mucho! No me di cuen... –Hermione enmudeció de repente cuando vio los ojos grises que tenía delante pertenecientes al chico con el que había chocado.

-La culpa es mía – dijo Draco levantándose y tendiéndole la mano a Hermione- es que iba leyendo, y cuando leo no fijo en lo que hago.

Hermione agarró la mano de Draco y se levantó, perdiéndose en sus ojos grises, Draco acercó su rostro al de Hermione, y ella confusa pero deseosa de recibir ese beso cerró los ojos. Sus labios estaban a punto de rozarse cuando oyeron la voz de Josh y Dumbledore, con lo que Hermione se soltó de Draco, y pasó fugazmente por su lado y se fue.

-Buenos días profesor Dumbledore, buenos días profesor Granger... – dijo Hermione al cruzarse con ellos.

-¡GRANGER! ¡Espera! –dijo Draco sin mirar a los profesores –tenemos que hablar.

-Ahí van nuestros dos mejores alumnos-dijo Dumbledore-aunque por ser de casas diferentes, son incapaces de hablar acerca de sus deberes como prefectos sin que suceda lo que acaba de ver.

-Hermione... perdón... ¿La señorita Granger es la mejor estudiante de hogwarts? –dijo Josh

-Sí-dijo Dumbledore- además de tener una inteligencia extraordinaria, tiene tanto poder mágico que siquiera yo sería rival para ella, podría echar abajo todo este castillo con sus ocupantes solamente con un chasquido de dedos.

-Me toma el pelo ¿no? –dijo Josh asustado.

-De ninguna manera, la señorita Granger tiene en la mano derecha una cicatriz muy similar a la del Señor Potter –dijo Dumbledore-¿no se ha dado cuenta?

-Sí, pero a mi me dijo que se la había hecho cortándose con una roca –dijo Josh.

-Pues no le dijo la verdad... –dijo Dumbledore –esa cicatriz es resultado de que la señorita Granger solamente con su mano consiguió desviar un Avada Kedavra que iba dirigido al señor Malfoy, el hechizo impactó en Voldemort y consiguió que el señor Potter lo derrotara, de echo ahora mismo la señorita Granger es tan famosa como el señor Potter en el mundo mágico.

-Pues no lo sabía –dijo Josh- aunque también he de reconocer que la señorita Granger es una muchacha muy reservada y en casa jamás cuenta nada de lo que siente, se encierra muchísimo en sí misma y desde que fue el ataque del señor oscuro, no ha vuelto a recibir ningún ejemplar del profeta y para ser sinceros yo llevaba demasiado tiempo apartado del mundo mágico, desde que deje Dumstrang exactamente...

-Me alegro de que vuelva a ponerse en contacto con el mundo mágico –dijo el viejo director- aunque volviendo al tema de la señorita Granger, tengo la opinión y creo que es acertada que la señorita Granger no sabe el gran poder mágico que tiene.

-Una pregunta profesor Dumbledore –dijo Josh- yo creía que la señorita Granger y el señor Malfoy se llevaban fatal, tal y como acaban de pasar por nuestro lado.

-Y así es-dijo Dumbledore con una sonrisa-no se pueden ver delante.

-Y entonces... ¿Por qué la señorita protegió al señor Malfoy del Avada Kedavra exponiéndose a morir? –preguntó Josh interesado.

-El señor Malfoy proviene de una familia de mortífagos-dijo Dumbledore-y decidió traicionar a su familia y amigos para luchar contra Voldemort. Ese gesto fue muy admirado por la señorita Granger y además ya sabe que la valentía es un rasgo característico de los pertenecientes a la casa Gryffindor.

-Sí... –dijo Josh distraido- sí...

-¡Granger!¡Granger!-le gritaba Draco a Hermione para que se detuviera.

A pesar de que no había nadie en el pasillo, había algo que impedía a Hermione detenerse y era que en el fondo sabía que Draco no la quería, porque jamás se lo había dicho, y Hermione lo último que quería era sufrir más.

-HERMIONE, ¡maldita sea!, ¡Hermione! TE QUIERO-dijo finalmente Draco.

Cuando oyó las dos últimas palabras, Hermione se paró en seco perdiendo todo de vista.

[¿Qué acaba de decir?]se preguntaba a si misma la chica.

Draco la alcanzó y se quedó detrás de ella sin decir nada, muy nervioso por la reacción que tendría Hermione, ¿Y si ella no lo quería?

-¿Qué has dicho?-preguntó Hermione sin darse la vuelta y sin llegar a creérselo.

-He dicho... –dijo Draco abrazándola por detrás y acercando sus labios al oído de la chica-Hermione, te quiero.

Hermione no reaccionó se quedó parada, cualquiera diría que era una estatua de cera.

-¿Qué ocurre? –le preguntó Draco girándola y poniéndola frente a él- ¿Es que tú no me quieres a mí?

-¡Sí! –dijo Hermione abrazándolo – Sí que te quiero, es por eso que me parece increíble que tú también me quieras a mí. Soy una sangre sucía.

-No vuelvas a decir eso nunca más –dijo Draco-nadie se merece ser llamado eso, el enamorarme de ti me ha hecho cambiar muchas cosas y darme cuenta de que no por la sangre se es mejor con otro. Además... muchas chicas se han entregado a mí en cuerpo.

-¿Ah sí? –preguntó Hermione separándose molesta – pues...

-Pero solo tú en corazón y alma –dijo Draco- y eso es lo que más me importa, además... tú me salvaste la vida.

Hermione volvió a abrazarlo y Draco le dio un beso en el pelo aspirando el aroma de este.

-Huele a miel –dijo Draco- igual que saben tus labios y tu piel.

Hermione se puso de puntillas y lo besó en los labios, fue un beso corto pero que decía todo.

-Ahora será mejor que vayamos a desayunar... –dijo Hermione.

-¡Si! Tienes razón-dijo Draco pasándole el brazo por la cintura.

-...cada uno por un camino diferente... –terminó Hermione.

-Tienes razón... –dijo Draco con fastidio- ¿Es que tú no te equivocas nunca?

-A veces... –dijo Hermione –como cuando te juzgué...

Dicho esto Hermione se dio media vuelta y ondeando su melena empezó a andar hacía el Gran Comedor. Pero en un momento dado se dio media vuelta y le dijo a Draco guiñándole un ojo:

-Nos vemos por la tarde... hoy es Domingo ¿recuerdas?

Draco solo asintió con la cabeza y se quedó mirando para la chica mientras que esta se alejaba.

[Si no lo veo, no lo creo] dijo mirando para la chica [yo y Hermione Granger]

Unos pensamientos parecidos rondaban por la cabeza de Hermione mientras entraba en el Gran Comedor sacudiendo la melena y con una sonrisa de felicidad en el rostro, y para no variar, muchos de los presentes, siguieron sus pasos hasta su mesa.

-Vaya Hermione-dijo Luna Lovegood apareciendo por detrás de ella- tienes muchísimos admiradores en mi casa, incluso aquellos que tienen novia me piden por favor que te presente. ¡Es una pasada!

-Este año te has vuelto muy popular –dijo Ginny la cual estaba sentada a su lado-medio colegio suspira por ti.

-Virginia, calla porque tú también tienes tantos admiradores como ella en el colegio–dijo Luna.

-¿Ah si? –preguntó Ginny-¡que bien!

-A mi no me hace mucha ilusión-dijo Hermione jugando con su desayuno.

-¿Eres marciana o que?-preguntaron las dos chicas a la vez.

-No es eso, es que ninguno me llama la atención-dijo Hermione.

-¿Ni siquiera ese? –dijo Luna señalando a la puerta.

Un chico rubio y de ojos grises entraba en ese momento en el comedor.

-Luna... –dijo Hermione haciéndose la escandalizada-¡Es Malfoy!

-¡Ya sé que es Malfoy!-dijo Luna-pero sea como sea no me puedes negar que es guapo.

-Muy guapo, he de decir-dijo Ginny.

-Sí, es guapo-dijo Hermione jugando distraídamente con su desayuno-pero el físico no lo es todo.

-Se acerca hacía aquí... mejor yo me voy –dijo Luna en voz baja –y con una sonrisa burlona añadió-¿Queréis un cubo? Lo digo porque se os está cayendo la baba de forma exagerada...

-¡Granger!-dijo Draco de forma autoritaria.

-¿Qué tripa se te ha roto Malfoy?-preguntó esta sin poder disimular una sonrisita en la comisura de los labios.

-El profesor Dumbledore nos llama a su despacho- respondió el chico de ojos grises-ni preguntes para que, porque yo tengo la misma idea de lo que puede querer de nosotros que tú.

Hermione puso una cara que venía a significar "Yo no he sido, nadie me ha visto, no tienen pruebas" y siguió a Draco al despacho.

Cuando llegaron, Dumbledore los hizo pasar.

-¿Quería algo profesor Dumbledore?-preguntó Hermione con cierto temor en la voz.

-Nada malo señorita Granger, relaje esa cara –dijo el anciano y amable director- tengo que pedirles un favor.

-¿Qué favor?-preguntó Draco interesado

-El próximo fin de semana va a haber un congreso de escuelas mágicas y cada escuela debe llevar a sus dos mejores alumnos –dijo Dumbledore – y a pesar de que su nivel y el de el señor Potter están totalmente igualados, decidimos que fuese usted con la señorita Granger porque creemos que posee mayor seriedad y para así favorecer la compañía entre las casas Slytherin y Gryffindor.

Draco simplemente asintió con la cabeza.

-¿Qué profesor nos acompañará y cuantos días serán?-preguntó Hermione.

-El congreso tendrá lugar en París –dijo Dumbledore-y puesto que nos fiamos de su buen criterio y ya son ambos mayores de edad, irán solos y con todos los gastos pagados.

-¿A París? ¿Todo un fin de semana? ¿Solos? ¿Con todos los gastos pagados?-preguntó Hermione- esto tiene que ser un sueño...

-Pues no lo es –dijo Dumbledore el cual se puso a mirar por la ventana.

-Vaya señorita Granger... –dijo Dumbledore- parece que esa idea le ha gustado mucho ¿eh?

-Sí... –dijo Hermione- me ha encantado.

-Señor... –dijo Draco- ¿requiere nuestra presencia para algo más?

-No señor Malfoy –dijo el profesor Dumbledore-ya pueden volver a sus ocupaciones.

Hermione y Draco salieron del despacho y en cuanto hubieron cerrado la puerta. Hermione se lanzó al cuello de su novio y le dio un gran abrazo y un beso en los labios.

-Draco todo un fin de semana en París los dos solos – dijo Hermione.

-Sí –dijo Draco igual de contento –en la ciudad del amor.

-Bueno... –dijo Hermione- será mejor que vaya a la biblioteca o van a pensar que me he muerto...

-Anda ve... –dijo Draco- antes de que te abrace y no te suelte.

Hermione con una sonrisa en los labios comenzó a caminar hacía la biblioteca. Tan absorta en sus pensamientos que no se dio cuenta de que una brazo salía de una clase y la agarraba, el dueño del brazo llevó a Hermione a dentro de la clase de un tirón.

-¿Pero qué...? –preguntó Hermione, pero se quedó helada al ver a Josh.

-Hermione... –dijo Josh- el próximo fin de semana no tendremos oportunidad de estar juntos... así que deberíamos aprovechar ahora el tiempo perdido ¿No crees?

En ese momento y ante la repulsión de Hermione, Josh comenzó a besarle el cuello.

[No debo hacerlo enfadar] pensaba Hermione [ por mis padres...][... pero Draco...¡DRACO!]

Draco el cual estaba llegando al Gran Comedor, sintió como si algo lo llamara, se paró en seco y volvió sobre sus pasos.

-No Josh, por favor –decía Hermione- no lo hagas.

Josh, quien había comenzado a desabrocharle la túnica a Hermione, se hacía el sordo.

-Sé buena-le decía Josh mientras le desabrochaba la camisa- la perdida de virginidad duele solo un momento, además, piensa en tus padres.

[Me vas a contar a mi que duele] pensaba Hermione.

Josh ya le había desabrochado la camisa y Hermione y esta se debatía para que no continuase, pero la fuerza de su hermanastro era demasiada...

CONTINUARA...

Hola a todooooos:

No seaís malos conmigo, tuve que estudiar muchísimo, no os lo imaginais ¡lo peor! Y no tuve tiempo a nada. Ya sabesis¡! Dejadme Reviews y esas cositas