Saint Seiya no me pertenece (ja ya quisiera ser la dueña) es propiedad de Kurumada y yo solo pedido prestados los personajes para dar rienda suelta a mi imaginación.

CAPITULO 3: viejos conocidos...¿amigos o mas que eso?.

Mu llevaba al pequeño Kiki en brazos al dormitorio, estaba cansado, después de todo había estado entrenando su mente toda la tarde y sin poder evitarlo de quedo dormido, por ahora su maestro se lo perdonaría pero en un futuro eso no debía repetirse.

-debes ser fuerte y dedicado Kiki- le decía suavemente al niño mientras lo acostaba en una sencilla cama.

-lo seré maestro- le contesto el niño entre sueños-si usted no me deja de nuevo-Mu se sorprendió por las palabras del pequeño, pero sonrió y lo cubrió con la sabana; se sentía culpable por lo que seguramente había sufrido el niño cuando el murió, después de todo el era lo único que el niño tenia-no...ahora también esta mi maestro, y de el también aprenderás muchas cosas pequeño- se dijo mas para si que para el niño. Fue entonces que lo percibió....una aura extraña había penetrado en su templo...no era en lo absoluto agresiva, al contrario era calmada, y muy calida...y era demasiado fuerte para tratarse de un humano normal, pero muy débil como para tratarse de un oponente de peligro. Mu se tele transporto desde el cuarto de su aprendiz hasta la entrada de su templo...y cuando llego no supo que hacer por lo que sus ojos veían.

Jizel entro con cautela al primer templo, el de Aries sabia que era arriesgado, nadie era capaz de llegar hasta ahí sin ser un caballero........entonces sintió la presencia del caballero que resguardaba aquel templo, era poderoso sin duda lo podía sentir, le oyó acercarse con pasos calmados hasta salir de la penumbra del templo, fue entonces que levanto la vista para mirarle a la cara.

Era una mujer...una mujer de color, llevaba una capota encima que le cubría el rostro, apenas atardecía era por ello que la hermosa figura de la femenina resaltaba en la entrada de su templo.....pero fue cuando lo noto...ella llevaba una pequeña en brazos; fue cuando el salio de las sombras que ella levanto su vista; jamás había visto una mirada tan piadosa en un humano...no ella no era como los demás...tenia un aura muy especial, lleno se sabiduría y compasión.

-¿quién eres mujer y como has logrado llegar hasta aquí?- le pregunto de una forma muy suave y tranquila.

-mi nombre es Jizel caballero, y he venido a pedirle un favor a tu diosa-

-¿por qué debería dejarte pasar?¿acaso no sabes que esta prohibido?-

Ella guardo silencio durante un momento con sus ojos clavados en los de Mu, después bajo la mirada hasta ver tiernamente a la niña que llevaba en brazo, el corazón de Mu salto al ver esto...eran solo una mujer y una niña inocentes ¿qué daño podían hacer? Sin embargo era el deber de Mu velar por la seguridad de su diosa antes de dejar a cualquiera verla, entonces la hermosa voz de ella lo trajo de vuelta.

tu sabes que no represento peligro alguno para Atena-¿qué? ¿acaso le había leído la mente?- si no me dejas hablar con Atena esta niña que ves en mis brazos morirá,...caballero he venido hasta tu templo a pedir tu permiso para pasar por respeto ¿o es que acaso debo pelear?- ¿qué había querido decir con eso? Mu lo reflexiono, ella no era una humana normal, además si pedía la ayuda de Atena debía ser importante. Clavo sus ojos en la pequeña, y después subió la mirada hasta ver los verdes ojos de la mujer.

Jamás alzaría mi mano en contra de una dama-le sonrió-no eres una mala persona, solo ten cuidado con los demás caballeros, y no te procures velare por ti desde aquí- no dejaría que el psicópata de Mascara Mortal la lastimase o alguien mas.

Eres un digno santo de Atena, no sabes cuanto te lo agradezco-

Mu se hizo a un lado y se inclino cuando ella paso a su lado, y la miro hasta desaparecer a la salida de su templo. Entonces otra punzada dio en su corazón, ella....aparecía tener algo demasiado conocido ¿pero que?.

Fue así como Jizel fue subiendo uno a uno por los templos no encontrando mas resistencia que las misma preguntas que le había hecho en santo de Aries, a las cuales respondió de la misma forma, en géminis solo recibió una mirada atemorizarte de su dueño a la cual ella no se inmuto, en cáncer no había nadie gracias al cielo, leo no objeto nada, virgo ni siquiera le hizo cuestionamientos simplemente la dejo pasar, con todos los demás fue igual, los caballeros se negaban a levantar la mano en corta de una mujer, además todos lo sintieron ...de aquella niña emanaba una pequeño cosmo muy débil pero muy calido parecido al de Atena.

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

En algún volcán; en su interino una gran barrera de fuego, guardaba en lo que en sus adentros parecía ser la silueta de una persona...de una mujer.

-que tonta has sido Jizel, Calisto vigílala-

Lo que parecía ser una gato, se encontraba arriba de una roca rodeada por lava, no era un animal normal sus orejas eran muy grandes y puntiagudas, el contorno de estas eran negras, de un cuello largo en el cual llevaba un collar de oro con una gema roja, de una complexión muy delgada, su cola igualmente era mas larga que su propio cuerpo, sus ojos felinos eran de color ámbar los cuales destellaron al oír la orden de su ama, y una corriente de fuego la cubría para después desaparecer.

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Atena estaba sentada en su trono mientras Shion a un lado suyo le explicaba las mejoras y reparaciones que se le habían hecho al santuario.

-me siento muy complacida Shion has hecho una trabajo impresionante- Shion solo le sonrió a su halago.

-solo he cumplido con mí deber Atena-

Unos pasos se oyeron a lo largo del pasillo, ambos voltearon a ver a la enorme puerta, cuando esta se abrió, ambos se asombraron al ver a una mujer entrar por esta.

Jizel había entrado a la cámara de Atena y ahora se encontraba de pie frente a ella. Shion se volvió hacia la mujer, ante la mirada desconcertada de Atena y con voz firme y ronca le pregunto:

-mujer... ¿cómo has podido llegar hasta aquí?- fue cuando Atena que había notado la niña en sus brazos se levanto.

-dime ¿a que has venido ante mi?- fue la pregunta amable de Atena, al notar el silencio de la mujer.

Jizel levanto el rostro para que los presentes lo mirasen...los ojos de Shion se abrieron enormemente ante la sorpresa.....no, no podía ser ella.

-Atena...he venido hasta tu presencia para pedirte un favor-

-habla-

- quiero que cuides a la niña que llevo en mis brazos, ella es muy importante para el futuro de mi gente-

-¿cuál es tu nombre?-

-Jizel- contesto Shion que ya se había recuperado de la impresión, pero se había puesto muy pálido-¿cómo es posible que estés viva?-

Atena volteo a verle sorprendida.

-¿ya la conocías Shion?-

Jizel dirigió su mirada a este, sus ojos se volvieron melancólica al enfrentarse los de Shion, solo bajo la mirada una vez más hacia su princesa que aun dormía en sus brazos.

-si Atena la conocí....o al menos recuerdo haber conocido una hermosa mujer de color en mis años de aprendiz....mujer a la que vi por ultima vez cuando pelee junto a usted contra Hades la primera vez- la mirada de Shion parecía reprocharle algo a Jizel, también parecía triste, y esto Saori lo noto. Miro de nuevo a la mujer...y analizo su cosmo, fue cuando se dio cuenta de lo amable y piados que este era, cuando dirijo su mirada al a niña; su sorpresa creció cuando por fin la recordó.....era ...era la niña que había visto en sueños, no había podido identificarla antes por que Jizel le había cubierto la cabeza, pero ahora que la tela había caído y podía ver sus cabellos naranjas se había convencido a si misma, sin embargo dejo de dudar por completo al sentir su alma pura y su cosmo tan amable. Entonces se acerco a Jizel hasta estar frente a ella.

-ya he visto a esta niña en mis sueños.....y se que necesita de mi ayuda, y con gusto se la brindare como ella no dudo en hacerlo conmigo- le decía con una tierna sonrisa que le dedico a Jizel mostrándole que confiaba en ella, después miro a la pequeña, con mucha mas ternura, acaricio su cara para quitarle unos cuantos cabellos mojados que se pegaban a su pequeña rostro que se veía tan cansado-muchas gracias – le dijo tan bajo que solo las tres mujeres lo escucharon, levanto su mirada otra vez encontrando la sonrisa de Jizel.

-muchas gracias a ti Atena-

-no me agradezcas, mientras ella este a mi cuidado no dejare que la lastimen-fueron las palabras de la diosa para luego dirigirse al patriarca.

-Shion lleva a la pequeña, a una habitación y pidele a alguien que le cambie sus ropas esta empapada...y Jizel acompáñame a mis aposentos quiero hablar contigo- solo hubo un asentimiento de parte de ambos como respuesta.

Shion se acercó Jizel y dedicándole una mirada penetrante y esperanzada tomo ala niña de sus brazos-"tambien es preciso que hablemos, creo que me debes una explicación también a mi"- fueron las palabras que Shion le dirigió a la Jizel a través de su mente, ella solo asintió mirándolo con ternura.

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

En los fríos océanos congelados de la antártica, en medio del hielo un lobo blanco se encontraba acostado en uno de sus costados, mientras el frió y violento aire le golpeaba y el hielo le cubría y este siquiera le parecía afectar, el animal recargo por fin su cabeza en hielo; comos si vigilase algo o como si esperara a alguien. Y efectivamente debajo de una gruesa capa de hielo había una esfera hecha se agua que parecía proteger dentro de ella la silueta de una mujer, lo extraño era unos finos hilos negros entraban en este y parecían amarrar ala figura dentro del la protección de agua.

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

-¿dime quienes son ustedes de donde han venido?- pregunto Atena.

-veo que te has dado cuenta que no somos humanas- la diosa solo asintió.

Saori y Jizel ahora se encontraban dentro de los aposentos de la primera.

-¿Atena que es lo que sabes de la Atlántida?-

-se que era una gran civilización que fue hundida en el mar por los dioses, por sus pecados- dijo esta, y Jizel solo sonrió ante ese comentario.

-crees que la Atlántida fue castigada por Zeus y los otros?...no, la Atlántida no se hundió en la océanos por eso, si no por que fue la única forma de salvar a su gente de la ambiciones de el-

-que quiere decir?...¿acaso tu...?-

-si Atena yo soy una habitante de la Atlántida-

Saori no pudo responder a eso.

-la Atlántida es mucho más antigua que la nueva humanidad misma –

-pero como es eso posible-

-con el tiempo sabrás todo...pero por ahora yo debo marcharme, si me quedo mi pequeña Sara correría peligro-

-quien es esa niña....ella no es una humana-

-es una diosa-

-¿!que?!-

-esa pequeña niña es la reencarnación de la diosa Jesai-

-¿la diosa de la Atlántida?-

-si....escucha Atena debo irme, dentro de poco 3 mujeres vendrán por ella, después de eso no tendrás que preocuparte- le decía Jesai mientras se daba la vuelta para irse.

-espera... ¿y tu?-

-yo estaré bien no te preocupes- le dijo con una sonrisa sincera, mas sin embargo su rostro mostraba mucha tristeza.

-Adiós Atena- le dijo antes de salir de la habitación, Saori la dejo ir sabia que si se iba era por el bienestar de la niña, además presentía que había mucho mas detrás de esto de lo que ella le había dicho.

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

En un bosque muy denso había una cápsula de aire que protegía la silueta de otra mujer dentro de ella, los mismos lazos negros parecían amarrarla. Era observada por los ojos grises de un halcón que se encontraba a pocos metros posado sobre una rama, como si cuidase de esta.

SSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSSS

Jizel fu interceptada por Shion a la salida del recinto de Atena.

-¿te vas tan pronto?...sin ni siquiera despedirte de mi-

-Shion-

-¿cómo es posible Jizel?... ¿como es posible que no hayas muerto y que siguas tan joven como hace doscientos años?- Jizel le dedico una tierna sonrisa, la vez que se acercaba y acariciaba una de las mejillas del patriarca cuya mano este tomo mientras cerraba los ojos al contacto.

-por eso te dije que seguramente te vería morir Shion....por eso debía irme-

Shion abrió los ojos.

-que eres Jizel, ¿acaso eres inmortal? ¿o eres un ángel como crei hacer tantos años?- le preguntaba con ternura Shion, mirándola de la misma forma que le veía aquel día en que la conoció.

-Shion dime ¿que edad crees que tengo?-

-debes tener mi misma edad más o menos-

Jizel negó suavemente con la cabeza.

-tengo mucho mas de tres milenios Shion, yo ya era vieja cuando te conocí-

-¡eso es imposible...seria mas antigua que los mismos dioses!-

-lo soy...por eso te dije que te vería morir- Jizel bajo la cabeza y unas gotas cayeron de sus ojos- y no solo sentí como eras asesinado, también te he visto convertido en piedra..-alzo la mirada de nuevo llorando- mi corazón se ha destrozado cada vez que te he visto sufrir Shion-

-no llores por favor-le dijo mientras limpiaba las lagrimas de sus ojos con su dedo pulgar a la vez que la tomaba en una abrazo- siento ser e l motivo de tus sufrimientos...sabia que quien me había visitado esa noche eras tu pero...¿cómo hiciste florecer ese jardín?- ella sonrió.

-también has sido una de mis más grandes alegrías Shion,.....y ese jardín solo fue un regalo, pues pensé que tu lugar de descanso debería ser hermoso, por eso lo cree para ti-

-¿quién eres Jizel?... ¿quien eres en realidad?- le pregunto mientras apretaba fuertemente a la mujer entres su brazos con los ojos cerrados y el ceño fruncido.

-soy....una atlante milenaria Shion, la razón por la cual te encontré esa noche fue por que tú como descendiente de mi pueblo me guiaste hacia ti-

Shion quedo atónito ante estas palabras...se separo de ella mirándola a los ojos sorprendido.

-tu eres ....-

-no no solo soy una habitante original de la Atlántida –

-¿que?-

-soy una de las cuatro guardianas-bajo la cabeza al decir esto y al sentir como Shion la soltaba por completo-soy Jizel guardiana de la tierra, la más antigua de todas-

Shion ya no podía moverse solo se quedo mirándola fijamente, Jizel cabeza sabia que el no podría comprenderlo.

-adiós Shion-le dijo al pasar a su lado y ponerse el la capota de su capa; Shion reacciono ante esto ¡¡ ella se iba de nuevo reacciona Shion!!, muy tarde cuando volteo solo la miro desvanecerse en el aire en un remolino de tierra.

Shion supo en el fondo que ella se había ido para cumplir alguna misión peligrosa, deseo con toda su alma que no le pasase nada.

-tienes que volver ............después de tantos tiempo te veo una vez mas y tu...-el patriarca no acabo la frase pues las lagrimas corrieron libres por sus ojos.

La escena solo era observada por un serio Docko detrás de una de las columnas del templo.

-pobre Shion...no debiste enamorarte de una mujer inalcanzable- dijo mientras miraba las flores que habían nacido de las lagrimas que cayeron de al suelo lagrimas que eran de Jizel –"así nació el jardín"- pensó, mas sus palabras solo fueron escuchadas por el viento.

¿Continuara?

HOLLAAAAAA!! Si ya se quedo horrible pero casi no me pude inspirar, en el próximo capitulo se revelara como conoció Shioncito a Jizel, también se revelara el misterio de la Atlántida además de la aparición de las guardianas (haber si depuse de este fiazgo quieren seguir leyendo) gracias a todos por su apoyo y espero mas reviews, me mandaron muy poquitos. Nos vemos pronto,

NO SE PREOCUPEN ES JURO QUE VA A MEJORAR, LENTO PERO VA A MEJORAR.

Por cierto las votaciones sigguene n pies siganme diciedo que quiere que pase ahora.

ATTE: YUKI-ONA. nn