Saint Seiya no es mío, le pertenece al sensei Masami Kurumada.

Sumario: Si de por sí la vida de las amazonas no es fácil¿qué pasa cuando una decisión no sólo afecta el destino de una de ellas, sino también determina el futuro de quienes más le importan en la vida?

Parejas: MiloxOC, AioriaxMarín


Entre el amor, la gratitud y la amistad.

Capítulo 3. Desconcierto

"Ay, eso duele"

"Quédate quieta o no podré vendarte este herida"

"Sí, pero no tienes que ser tan brusca Marín"

"¿Brusca? Eres tú la que exageras".

Shaula suspiró, al tiempo que miraba muy pensativa por la ventana de su cabaña el hermoso ocaso, éste empezaba a invadir el horizonte con una combinación de color rojo y amarillo, el viento soplaba todo alrededor al tiempo en que movía las nubes. Todo parecía tan tranquilo que parecía imposible que apenas unas horas antes había tenido su combate con Shaina y aun no terminaba de asimilar lo ocurrido: la pelea, su derrota y el consecuente hecho inesperado.

"Bien, ya terminé" – sólo la voz de Marín pudo quitarla de su letargo.

"Gracias, espero sane pronto" – Shaula se tocó su antebrazo izquierdo, el cual fue seriamente herido por el ataque de Shaina.

"Y ¿qué piensas hacer?"

"¿Hacer con qué?"

"Con lo ocurrido hoy..."

"¡Ah! Eso..."

"Lo tomas bastante a la ligera"

"Tampoco hay que ser trágicas, Marín".

Shaula se mostraba muy tranquila. Aunque esto sólo era en la apariencia, ya que su interior era todo lo contrario. Su corazón latía muy rápidamente y su mente era asaltaba por constantes interrogantes y dudas, sin una respuesta aparente.

"Sabes bien lo que significa que un hombre vea tu rostro" – Marín se levantó de su asiento y caminó hacia la ventana mientras cruzaba sus brazos y miraba el ocaso –"es mejor que vayas decidiendo".

"¿Entre amar o matar?"

"No, entre a quién vas a amar y a quién vas a matar" – Marín lo dijo lento, pausado y con un toque de seriedad digno de la situación.

Al oír esto, Shaula abrió grandemente sus ojos y volteó rápidamente hacia donde estaba la pelirroja ¿había escuchado bien lo que dijo su amiga?

"¿Qué¿qué quieres decir con eso?" – la voz de Shaula temblaba al hablar.

"Que por lo visto no te explicaron o no aprendiste bien el Código de Atena respecto a los santos femeninos. Cuando el rostro de una amazona es visto por un hombre, tiene que elegir entre amarlo o matarlo, pero, si dos hombres ven el rostro al mismo tiempo, la elección es de a quién decides amar y a quién le quitarás la vida. En caso de ser más de tres hombres, tendrás que amar a uno y matar a los demás y así consecutivamente. No importa si es una aprendiz o un caballero, las reglas son las mismas".

"¡Pero son tan ridículas esas reglas! Tan irreales, tan inhumanas, tan..."

"Lo sé Shaula, pero yo no las hice. Al decidir entrar a la Orden de Atena para protegerla y salvaguardar la paz aceptamos también atenernos a su Código y a sus reglas, por ridículas e irracionales que éstas sean" –Marín suavizó el tono mientras le explicaba la situación a su consternada amiga.

Después de unos minutos que parecieron eternos, Marín caminó hacia Shaula, y, colocándole una mano en su hombro, le repitió la anterior pregunta.

"Y ¿qué piensas hacer, amiga?"

Y ahora sin rodeos y ya sin aparentar la tranquilidad del principio, Shaula levantó la vista y respondió:

"Simplemente, no lo sé, Marín".


Continuará...