El Secreto Real
Disclaimer: Los personajes, lugares, el idioma élfico y demás elementos son propiedad del profesor J. R. R. Tolkien y solo los utilizo para escribir historias que tal vez él no se atrevió (jeje, o que solo yo puedo imaginar)
Summary: Un príncipe tiene un secreto que debe permanecer oculto a toda costa. El problema es la clase de secreto…
Advertencias:
Posible lemmon (creo que más que posible) más adelante. Los lugares y personajes existen igual que en el libro (con algunos cambios de personalidad), pero no hay Sauron (a menos que cambie de opinión) ni Anillo (más que el de compromiso, jeje) y para aliviar los corazones de una vez: NO hay Arwen (que conste que dije "hay", no aseguro que no habrá). De antemano les agradezco si piensan leerlo. Ah, lo olvidaba, si no os gusta el slash, por favor léanlo bajo su propio riesgo y no manden reviews para hacérmelo saber. Bien, una vez advertidos, comenzamos
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Capítulo 3.
Un buen escondite…
Legolas estaba inquieto por haber olvidado comentar a su compañero su verdadera identidad. En aquel momento en que Trancos comentó que las atenciones que recibía eran como de príncipe, pasó por su mente revelar aquel pequeño detalle…sin embargo, por alguna razón no lo hizo. Se quedó callado y salió lo más pronto posible de la habitación, para evitar cualquier comentario similar. Es cierto que tarde o temprano el montaraz sabría todo, pues el título de príncipe no se puede ocultar por mucho tiempo en un palacio donde se es tratado con grandes honores y en medio de lujos.
Pero sin saber porqué el Elfo rubio prefería ocultar todo eso…Trancos era una persona muy diferente de lo que él había conocido. Si bien era cierto que no había conocido muchos mortales en su vida, recordaba haber visto algunos hombres del Lago, que hacían negocios con Mirkwood a veces. Solo que ellos no eran tan extraños. La mayoría hablaban a los hermosos Elfos como si fueran dioses, con infinito respeto y amabilidad. Quizás por eso el príncipe se sorprendió cuando Trancos se comportaba hacia él como un igual, cosa que ni entre su propia gente ocurría. No quería perder ese trato. La amistad había surgido entre ellos, que se apoyaban mutuamente incluso sin conocerse bien, y era demasiado valiosa para perderla por un título insignificante y una estúpida corona.
Mientras tanto, Trancos se sentía demasiado hambriento y cansado para notar que su pregunta había sido ignorada. Casi al instante se dedicó a una plática diferente. Legolas aprovechó este hecho y desvió la conversación lo más posible de su padre y su lugar en el reino.
Hablaron de muchas cosas comunes, conociéndose mutuamente un poco mejor cada vez. Al caer la tarde, el Elfo ofreció su propia cama a Trancos, y poco después éste último se encontraba descansando tranquilamente. Legolas salió a pasearse por el palacio. Unas horas más tarde, encontró a su amigo mortal medio sentado en la cama, al parecer adormilado todavía, pero dispuesto a levantarse de una vez.
Estaba por ofrecer un segundo banquete a su amigo, pero escuchó claramente que alguien se acercaba a la habitación. Estaban en las escaleras cercanas. Aguzó el oído y distinguió la voz de su padre y otros Elfos de acento extraño…los Elfos de Imladris. Hablaban en élfico y decían algo acerca de registrar el lugar …entonces pensó en alguna manera de ocultar a su invitado para que no lo vieran…con gran rapidez jaló a Trancos hacia el cuarto de baño, abrió el grifo de la enorme tina y vertió una gran cantidad del líquido para hacer burbujas en el interior de ésta. Conforme se iba llenando la tina, las burbujas y la espuma iban aumentando, hasta que se formó una gruesa capa en la superficie, que impedía ver el fondo.
Sin ninguna explicación ni nada, se quitó rápidamente la ropa (y Trancos no podía abrir más los ojos) y entró a la tina. Con un breve movimiento de mano, indicó al montaraz que hiciera lo mismo. Una vez ambos dentro, Legolas se llevó el dedo índice a los labios, en señal de silencio y escucharon…las voces estaban en la habitación contigua. Según los sonidos que se percibían, los Elfos de Imladris estaban registrando el lugar. Era la habitación del Rey (aunque esto Trancos no lo sabía), así que seguramente pasarían también a la del Príncipe, que en ese momento apenas estaba tomando conciencia de lo que había hecho frente a su amigo. Se ruborizó por un instante, pero casi de inmediato logró controlarse. Trancos aún lo miraba con la boca abierta. Era obvio que no entendía nada de lo que había pasado y estaba demasiado idiotizado con el "espectáculo" que acababa de presenciar (cabe destacar que los únicos seres que habían podido ver al Príncipe en tales condiciones eran su madre, quién ya había fallecido, su nana, quién era tan maternal que no representaba un peligro y su padre, quien a pesar de todo jamás se atrevió a ver más abajo de la cintura). El Elfo se limitó a sonreír (y el aturdimiento del mortal aumentó con este acto) y murmurar muy bajo:
- Todo estará bien. Es solo mi padre y los Elfos de Imladris.- esto no tranquilizó a su interlocutor en absoluto.
¿Bien¿Cómo va estar bien¡Si tu padre me ve en la tina contigo va a descuartizarme vivo, y eso si los Elfos esos lo dejan antes correr para atraparme! – en medio de su angustia, Trancos ignoró su cautela y se le salió decir parte de su secreto, sin embargo, Legolas estaba tan divertido con la cara de terror del montaraz que no se dio cuenta. Una leve carcajada se escapó de sus labios, como música esparcida con el viento. De una u otra manera, la tensión de Trancos desaparecía con la voz cantarina del Elfo hermoso y desnudo que tenía enfrente (y bajo el agua tibia y espumosa¡que suertudo es!)
Los pasos se acercaron y las voces estaban frente a la puerta. Legolas hasta podía sentir el temblor de su amigo. Rió nuevamente. Una voz, muy similar a la del Príncipe se escuchó:
-Mi hijo no se encuentra ahora, pero si lo desean, pueden revisar su habitación, para que se vayan más tranquilos.
-Por favor- contestaron dos o tres voces élficas a la vez.
- No sabe que estoy aquí- murmuró Legolas con tranquilidad. Se escuchó el sonido de una llave en una cerradura y casi inmediatamente un chasquido. La puerta se abrió. Para aumentar la credibilidad, el joven Elfo levantó la voz como sin saber quién estaba allí.
¿Ada¿Eres tú?
-Ah, Legolas, ya regresaste de tu "paseo". No me había dado cuenta.- contestó la voz desde la habitación.
¿Qué haces aquí- dijo con un tono de voz muy convincente.
-Eh, bueno, hijo, verás. Estos Elfos vienen de Imladris en busca de un mortal. Están revisando cada lugar posible, así que les he dejado asegurarse de que aquí no hay nadie. Espero que no te moleste.
- No, claro que no.- A continuación, se escuchó como con susurros, Thranduil les guió a través de la amplia habitación, dejándoles ver en los armarios y demás. Por último, se escuchó un leve golpe en la puerta del baño, y Legolas tomó a Trancos de los hombros mientras contestaba "Adelante". Justo cuando la puerta se abría, empujó al mortal dentro del agua y lo mantuvo debajo, cuidando que no se viera ninguna parte de su cuerpo entre la espuma.
El Rey y los guardias entraron, y estos últimos se quedaron bastante sorprendidos de la visión que encontraron tras la puerta: el Elfo más encantador que habían visto tomando un relajante – y tentador- baño de burbujas. Por lo que parecía, estaba desnudo y los tres Elfos maldijeron la espuma que no les permitía ver nada más que la parte alta del pecho de aquel maravilloso ser. Thranduil notó las miradas de los guardias, y en parte por su celo natural de padre y en parte por la visible incomodidad de su hijo, habló en voz alta y un poco amenazadora:
- Bien, no hay nada aquí, como pueden ver. Ningún mortal escondido en los aposentos de mi hijo. ¿Gustan pasar al resto de las habitaciones? – los Elfos de Imladris asintieron, aunque era obvio que de haber tenido elección, se quedaban allí por la eternidad. Legolas estaba deseando que se fueran y dejaran de mirarlo así, pero una idea surgió en su mente.
¿Buscan a un mortal- dijo, con un tono de inocente curiosidad.
- Así es. Aragorn hijo de Arathorn.
¿Puedo saber para que?
- Mmm, digamos que tiene responsabilidades que no quiere asumir. Nos envía lord Elrond para llevarlo ante él y que aclaren sus asuntos.
¿Qué asuntos?
-Legolas, creo que eso no nos incumbe.- interrumpió el Rey, con cortesía.
-Es cierto, perdón.- contestó Legolas, y su cara de absoluta inocencia dejó anonadados a los Elfos, que se olvidaron de todo lo demás. Sin embargo, Thranduil los regresó bruscamente a la realidad con su voz potente, indicándoles el camino de salida con un poco de exageración, aunque no hubiera necesidad de señalarla. Cuando voltearon, el Elfo dejó que Trancos levantara levemente la cabeza para respirar, pero luego volvió a hundirlo. Ya se iban, pero Legolas tenía demasiadas preguntas que hacer. Pensó en algo que pudiera preguntar sin pasarse de curioso.
-Disculpen. ¿Podrían decirnos cómo es ese Aragorn? Quizá aparezca por aquí.
-Es cierto, no sabemos cómo es ese humano- dijo Thranduil.
- Bueno, es de tez clara, aunque probablemente tantos viajes lo hayan vuelto algo moreno. Tiene los ojos grises, el cabello oscuro. Es alto y de apariencia poderosa. Además tiene un carácter muy extraño, arrogante, diría yo-contestó uno de los extranjeros. El interés de Legolas parecía agradarle, se le quedó viendo como si deseara que siguiera preguntando, pero aquella respuesta había dejado a Legolas mucho que pensar.
-De acuerdo, si lo vemos avisaremos de inmediato. Hijo, cuando salgas de tu baño, me gustaría charlar contigo- dijo el Rey, llevándolos afuera.
La puerta se cerró por fin y Trancos salió del agua absorbiendo aire con premura. Las últimas palabras del Rey no habían sido una amenaza, pero de cualquier modo el joven Hoja Verde no pensaba apresurarse a salir, especialmente porque mientras todo estaba ocurriendo, Trancos se agitaba dentro del agua desesperado por aire, y además de que era divertido, Legolas sentía una extraña sensación por todo su cuerpo al pensar en el mortal. En el momento en que su amigo salió por segunda vez, se había impulsado con una mano, y esa mano se había posado en el muslo del Elfo. Obviamente Trancos no se dio cuenta, pero el Príncipe no dejó de notarlo.
El montaraz tardó unos minutos en respirar con tranquilidad y miraba a su amigo Elfo con reproche.
-Podrías haberme dicho que me querías ahogar.
- No quería ahogarte, y además te salvé.
-Pero si me hubieras avisado habría tomado suficiente aire.
-Lo que pasa es que los mortales no soportan nada.
¿Ah, no?
-No- contestó Legolas, mientras volvía a hundir a Trancos en el agua. Podía sentir el cuerpo de éste luchando para salir. Una de las manos humanas estaba en su pierna nuevamente. Aquella extraña sensación de deseo surgió en el Elfo por segunda ocasión, pero esta vez se empezó a manifestar en algún lugar de su entrepierna. ¿Por qué diablos ese mortal tenía que ser tan deseable¿Y porque además tenía que posar sus manos en sitios tan sensibles? Pero a todo esto ¿Por qué él, Legolas, había pensado en esa como la única forma de escapar si después de todo era el maestro del escondite?
Trancos salió del agua aprovechando la distracción del Elfo. Por un momento pensó en hundirlo para vengarse, pero al siguiente se encontró viendo los labios húmedos del rubio príncipe y recordó que ese Elfo había ganado un lugar de lujo en su corazón en tan solo cuatro días. Levantó la vista a los ojos azules y encontró que estos lo enfocaban a él. Tratando con todas sus fuerzas de contenerse, se alejó un poquito y pregunto con un murmullo:
¿Qué pasa?
-Te pareces a Aragorn.- el mortal se asustó. No había podido escuchar claramente lo que habían hablado los Elfos de Rivendel con Legolas.
¿Cómo sabes?
-Por la descripción del extranjero. Ojos grises, cabello oscuro, piel morena con apariencia de haber sido clara, y un carácter arrogante…- Trancos soltó una carcajada.
¿Eso dijo de mí- Legolas enarcó una ceja. Aragorn se dio cuenta de sus palabras demasiado tarde…
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¿Qué tal?
Agradezco a las personas que me enviaron reviews. Gracias a ustedes este capítulo está aquí. No iba a subirlo pronto porque mis clases me impiden desarrollar ampliamente mi imaginación. Solo que mi sentido de la responsabilidad me hizo apurarme lo más posible, en consideración a la gente que lee, aunque acepto que escribo muy poquito. Bueno, eso fue una mínima probadita de lo que vendrá pronto…vean que no aseguro un lemmon pero probablemente estos encuentros incómodos (ni tan incómodos para esos dos, de hecho) seguirán ocurriendo, jejejeje. Ah, y un cordial saludo a los(as) lectores(as) de Slasheaven. Mi amiga Princesselvenfromhell, o Princess of Time, me hizo el favor de publicar mi historia allí (tramposa, lo que quiere es ser la primera en recibir el Cáp.) y también saluditos a la gente de Babar, que me pidieron que pusiera allí mis historias. No se preocupen, "Una Vida Nueva" está en versión slash y también mary sue. Ahora contesto los reviews:
Princesselvenfromhell: Aiya mellon nin. Te agradezco las largas pláticas por Messenger, aquello de la tina espumosa no hubiera surgido sin ti y la película de The Grudge, jejeje. (Insisto en que no me parezco). Gracias por pasarme lo de Ancanar, ahora ya me muero por verla. El chico guapo (nuevo chico que amar)¿Cómo se llamaba? Curugon ¿Es un elfo, porque Ancanar es un humano y supongo que la copia barata de Arwen, Laliel (nueva persona que odiar) es una elfa. El tipo misterioso, Finlomë (ya notaste que tengo los ojos igualitos a él?), es un elfo oscuro, creo…en fin, si investigas algo más, platícame de inmediato. Jjejejeje, ya tengo nuevo novio (Curugon, obviamente) pero no por eso descuidaré a Leggy y Aragorn, los sigo amando igual. Y un último detalle que presumirte: Yo tengo la foto donde Curugon está en la última puerta, pero en forma de Wallpaper y también la de la Biblioteca, jjejejeje. Y además ya investigué: la espada bonita se llama Tilneya, hay una que es Ianylfal , y la otra es Moonstone. Las cotas no están muy claras y me pareció estúpido pero dice: Starmail y Starfield. Conseguí el mapa, solo me falta entender la historia. Espero que no sea un plagio de Lord, que es lo que me estoy temiendo. Lo que me falta contarte te lo diré más tarde o en Babar (ahí nunca falta espacio, jejeje) ¡Tenna rato!
Sam611: Ya noté que la página andaba de mal humor, incluso una amiga que anda publicando mi fic en otras páginas actualizó antes que yo. Bueno, aquello de si se enterará Aragorn del secreto del elfito...sigue leyendo la historia y lo sabrás. Ahora por lo menos sabes que Leggy ya se enteró de uno de los secretos de Trancos (y ahora ya escribiré Aragorn, antes no podía) y en el siguiente Cap. sabrás lo que hará al respecto. En cuanto a porque lo buscan los Elfos...pues ya puse unas pistas, pero la verdadera razón saldrá a la luz mucho después. Mientras eso ocurre, sigue disfrutando de la historia, que va a empezar a cambiar a partir de ahora. Cuidate, saluditos.
Gatha-Black: No sé porque te dan risa los slash, será que yo ya me acostumbré, pero al menos espero que mi historia te siga gustando y pareciendo simpática. Y bueno, es cierto que Leggy y Aragorn son una bella parejita. Gracias por leer. Te cuidas, nos leemos en el próximo Cap. PD: Me encantó tu nick (es que I love Sirius)
Erika: Aiya. Que bueno que te haya gustado el fic, es muy lindo saber que alguien lee. Mis maestros son muy malos, eso si, pero ya me las arreglo yo para escribir. La parte "buena" vendrá aunque espero que de todos modos esto te esté gustando también. Entiendo que creas que esta parte es importante en la relación de los tortolotos, porque se están conociendo y también nosotros los estamos conciendo. Pronto las cosas cambiarán de tono y surgirán problemillas, claro está. Hasta el próximo Cáp.
KagomeArtemis: Aiya! Me desamparaste. niña. Ahora tienes a una Ana Claudia llorosa y triste porque no dejaste review. Aún así te saludo, y comprendo que andes "ocupada" con tu comu y el maldito programa ese. Espero que ya hayas aprendido a usarlo por que espero mi banner de ANTISOCIAL, jajajajaja. En fin, espero que te guste aunque no te acostumbres a mis locuras y por cierto¿Que onda con Sake para Aome y Sango¿cuando lo continuaremos? Tenna rato! PD: Yeah:p