Perdóname Laszlo, por usarte para torturar a Severus, pero sabes que te quiero mucho.
4.- The Boggart
Evan camino lentamente alrededor de mi habitación, aun le quedaban indicios del hechizo de la noche anterior, tenia las mejillas coloreadas de color rojo. Yo lo miraba desde mi cama, con un libro de Artes Oscuras sobre mis piernas y lo hojeaba sin prestarle atención, seguía mirando fijamente a Evan, Avery mataba moscas con su varita.
"¿Bien?" pregunte, haciendo que los dos se sobresaltaran.
"Necesitamos entrar al aula de Defensa" dijo Evan mirando el techo, sus ojos verdes vagaban de un lado a otro "El profesor nos mando un temario, veremos a los boggart y quiero ver donde lo podemos guardar"
"¿Y para que quieres un boggart Rosier?" le pregunto Avery mirándolo.
"Los Gryffindors parecerán muy valientes a la hora de hacer sus tonterías, ¿pero que aran cuando se tengan que enfrentar a su mayor miedo?" dijo Evan en un susurro, con la malicia impregnada a cada palabra que brotaba de sus labios.
Parpadee por varios segundos queriendo comprender o mas bien razonar sobre lo que haría Evan, con unas cuantas señas de él, salimos de mi habitación y caminamos por el estrecho corredor húmedo, Avery no dejaba de decir que era tonta la idea de Evan y que solo nos ganaríamos una reprienda, pero a mi no me parecía tan mala. Nuestro día de clases había pasado aquel día sin ninguna novedad, pues no habíamos compartido ninguna clase con los leones. En cambio a las horas de los alimentos, desde el primer año hasta el séptimo, de ambas casas, habían intercambiado insultos, maldiciones y golpes. Solo por la broma de unos cuantos estúpidos.
Apresure mi paso, Evan y Avery eran mas altos que yo, por lo que casi tuve que trotar ligeramente por detrás de ellos. Pronto subimos apurados la escalinata de piedra que daba a la Sala Común y nos encontramos a un Lucius Malfoy muy furioso. Intente pasar desapercibido, puesto desde lo que había pasado con Black en Flourish & Botts aquel rubio se había puesto cabra conmigo. Aunque yo no le veía la razón para que se molestara, al fin y al cabo, eran solo mis problemas.
"Por fin te veo Snape" me detuvo Lucius jalándome por un brazo, Evan también se detuvo.
"¿Qué quieres Malfoy?" le enfrento Evan, aunque iba en tercero, tenia un intelecto muy alto, algunos decían que podía rivalizar con cualquier Premio Anual de Séptimo.
"No es tu asunto Rosier" le siseo Lucius fulminando a mi amigo con su mirada plateada "Tenemos que hablar" dijo suavizando un poco su tono conmigo.
"No puede hablar contigo Malfoy por que viene conmigo" dijo Evan interponiéndose entre Lucius y yo. No sabia que hacer, el corazón me latía muy fuerte, debía ser por el vértigo de la situación.
Lo primero que vi fue, un haz de luz color azul, Lucius estaba tirado en el piso con todo su cabello rubio revuelto, su rostro se había tornado de un color rojo gracioso. Evan volvió a blandir su varita y me jalo de la mano.
"Ve con Avery a la Biblioteca" me susurro "Llegare ahí en unos minutos" me sonrió largamente.
"Pero ¿y Lucius?" pregunte con miedo.
"Vete" se limito a decirme Evan.
Avery me miro con la boca abierta, los dos comenzamos a subir las escaleras y escuchamos gritos, gire para regresarme pero me detuvo, nos miramos y comenzamos a correr hacia la biblioteca, a pesar de que sabíamos que Evan y Lucius podrían ser unas grandes amenazas cuando se enfadaban.
"¿Qué tienes tu con Lucius Malfoy?" me pregunto Avery cuando nos detuvimos en una esquina del segundo piso, los prefectos de Ravenclaw apenas bajan hacia el primer piso.
"¿Qué quieres decir?" le pregunte en un siseo.
"¿Qué tienes con él que le hace buscarte de esa forma?" me pregunto él siendo mas exacto "Sabes, no es la primera vez que nos detiene a Evan y a mi en el día para preguntar por ti, supongo que Evan se harto"
"Yo no tengo nada con él, y no se a que te puedas estar refiriendo" dije comenzando a enfadarme.
"Cuando dicen que Hogwarts entero es de Lucius Malfoy, hablan por las dos partes" me dijo Avery mientras sacaba su varita y comenzaba a caminar en el corredor.
"¿Acaso estas insinuando que soy gay?" le pregunte captando de inmediato la insinuación.
"No lo estoy insinuando" me murmuro Avery mientras que con las horquillas comenzaba a abrir la puerta, ambos nos agachamos por que reboto un hechizo "Quiero confirmarlo"
Entre con la cara crispada por el enojo, Avery que ya sabia lo que había provocado, se mantuvo alejado de mi, por instrucciones de Evan, me acerque lentamente al armario que estaba al fondo del aula con mi varita en alto, sabia vagamente a lo que me iba a enfrentar, el armario se sacudió de repente haciendo que Avery se sobresaltara por detrás de mi y mantuve la respiración. Las puertas del armario se abrieron de golpe y una sombra negra se extendió entre la oscuridad del aula.
Mire sus ojos azules una vez mas, se acercaba lentamente a mi, con el negro envolviéndole el ser.
"Severus" me llamaron, aunque no sabia si era Avery o ese miedo que carcomía mi mente, mis emociones, mi todo.
Respire con dificultad y baje la guardia, seguía mirando fijamente sus ojos azules, sobrenaturales, tan fríos como un témpano de hielo. Me llamo de nuevo, pero supe que era el chico que también miraba mi pesadilla.
"Ridikulo" pronuncie lentamente y se transformo en una pelota de goma pegajosa de un color rosa demasiado llamativo.
"¿Qué fue eso?" pregunto Avery con la voz temblándole.
"Acabas de conocer a Laszlo" dije lentamente guardando mi varita .
"¿Quién es Laszlo?" me pregunto él mientras yo me agachaba para recoger la pelota de goma y guardarla en mi bolsillo de la túnica "¿Me lo dirás Severus?"
"Después" dije evitando mirarlo "Tenemos que ir con Evan"
El corazón me latía con fuerza, después de todo, ver a Laszlo de nuevo me causaba una gran impresión, en nuestro descuido, estuvimos dos veces a punto de ir directamente a las fauces del león, en sentido literario, Mc Gonagall permanecía muy aguerrida al primer piso, dispuesta a capturar a quien se dejase ver. Por suerte, Avery sabia muchos caminos para llegar a Slytherin sin tener que cruzar todo el primer piso y parte del vestíbulo principal. Tranquilos, cruzamos el retrato del Barón del Veneno, llamado así por haber asesinado a una centena de personas, con una sola mezcla de mortíferos venenos de serpiente.
"¿Lo han conseguido?" fue la pregunta de Evan al mirarnos entrar, ya no había rastros de Lucius.
"Si" Avery fue el primero en hablar. Aun no me salían las palabras de la boca.
"Eso es perfecto, mañana tendremos todo listo, ¿aun conservas aquel baúl viejo Robert?" le pregunto Evan contento a Avery.
"Eh si creo que si" murmuro él y me miro de reojo "Creo que iré a dormir un poco, ese boggart me dejo un tanto pensativo"
"¿Por qué?" le pregunto Evan arqueando las cejas.
Avery hizo una seña y bajo las escaleras apurado, me moví lentamente mientras dejaba la pelota de goma sobre el escritorio y me sacaba la túnica, Evan se volvió para mirarme y en cuanto me di la vuelta, sus enormes ojos verdes estaban fijos en mi.
"¿Qué vieron que dejo a Robert tan pensativo?" me pregunto Evan, camino lentamente hacia mi.
"Solo a una persona" dije bajando la mirada, no quería hablar sobre esa persona en aquel momento "Al parecer le causo mucha impresión"
Evan pestañeo un momento, entre sus manos, la pelota de goma pegajosa se contraía entre sus dedos, asustado note como esta comenzaba a temblar, Evan la dejo caer al piso y se alejo unos cuantos pasos, un remolino de humo la cubrió y tuve que cerrar un momento los ojos, solo para ver de nuevo a mi miedo.
Laszlo se irguió completamente y asustado comencé a caminar hacia atrás, no tarde en ver sus manos enterradas en mi cuello, axisfiandome, eso ya era suficiente como para ser solo un bicho fastidioso, Evan me lo quito de encima y se volvió una caja musical. De esas que les ponen a los niños pequeños, respire profundamente, alterado como nunca me había encontrado.
"Así que ¿él era...?" me pregunto Evan ayudándome a levantar.
"No tengo por que hablar contigo de él" dije temblando, me libre de su brazo y comencé a caminar hacia la escalinata que daba rumbo a los dormitorios "Lo siento Evan"
No estuve seguro de que me halla escuchado, pero me encerré en mi habitación hasta que amaneció, durante el desayuno, Evan permaneció en silencio, Avery extrañado intento establecer una platica entre nosotros tres, cosa que se volvió un total fracaso. Lucius permanecía desde el otro lado de la mesa, mirando a Evan fijamente, como si quisiera terminárselo con la mirada. Levante la mirada en cuanto escuche un par de carcajadas.
Sirius Black hacia ademanes algo extraños, como si imitara a alguien, y todos a su alrededor reían, en especial Lupin. Me parecía una actitud totalmente idiota, me recargué sobre un brazo revolviendo mi plato de cereales, volví a levantar la mirada y note que los Gryffindors habían dejado de reír y se estaban dedicando a devorar todo lo que había en su mesa, asqueado seguí mirando hasta que coincidí con unos ojos grises, Sirius me miraba desde su mesa, en la misma posición que yo, parpadee intentando comprender la situación y sonrojándome me resbale.
"¿Ahora que te sucede Severus?" me pregunto Avery arqueando una de sus delgadas cejas.
"Nada, solo me distraje" dije en voz baja volviendo a mi desayuno, aunque en realidad ya no tenia ganas de comer nada.
"El boggart esta encerrado debajo de un tablón en el tercer piso" comenzó a decirnos Evan con voz perdida "Ustedes y los Gryffindors tienen clase de Transformaciones después del desayuno, sin duda alguna tienen que cruzar aquel corredor donde esta" lo mire con la boca abierta "Primero serán ellos, después ya me encargare del resto"
"¿Estas loco Rosier?" siseo Avery jalándolo por la túnica "Con un solo año basta, no tienes que vengarte de la casa entera, nos dejarías sin diversión" agrego con una entre sonrisa en la boca.
"Tienes razón Robert" dijo Evan también sonriendo, de una forma malévola "Creo que con eso será suficiente, ¿no lo crees Severus?"
Tarde un momento en razonar la pregunta, asentí con pesar mientras volvía a ver a Sirius, él se giro un poco y también me miro, parecía ser que siempre sentía cuando yo le miraba, me sonrió y se levanto, acompañado por los lamebotas de sus amigos. Respire pesadamente y jale a Avery por la túnica para que se levantara, ambos nos despedimos de Evan y comenzamos a caminar lentamente hacia el tercer piso.
"¿Qué crees que hagan?" me pregunto Avery con la mirada fija hacia el frente.
"No lo se, depende de la primera persona que se acerque al boggart" dije en un murmullo "Como no saben que es, dudo que lleguen a confundirlo"
"Esto será fantástico" dijo Avery sonriendo y deteniéndose antes de llegar a un pilar.
El nuevo cuarteto de Gryffindor, Potter, Lupin, Pettigrew y Sirius fueron los primeros en llegar, tenia la mirada fija en Sirius, me costaba respirar, sabia que algo malo iba a pasar y por mala suerte mía, siempre mis presentimientos se hacían realidad, Avery se oculto mas y me llevo consigo para tener una mejor vista de la broma. Un tablón en el piso comenzó a temblar, justo como lo había hecho el armario la noche pasada. Potter estaba justo de pie encima del tablón, emocionado pensé que iba a ser el primero en caer en la trampa. Pero fue reemplazado.
Por Lupin.
El tablón salió volando haciendo sobresaltar a todos los Gryffindors, Sirius también se había apartado asombrado por lo que seguro era algo inesperado. Lupin cayo al piso de sentón y lo que vimos, fue desconcertante. Una esfera blanca se elevaba por lo alto del corredor, el Gryffindor de aspecto enfermo parecía que le faltaba el aire, había tomado un tono mas pálido de lo que era comúnmente y comenzó a temblar. Sirius de inmediato se había arrodillado a intentar ayudarlo, una punzada me pico en el estomago.
"No intentes salir Sev" me dijo Avery "Si la Leona sabe de la broma, rastreara varitas"
"¡Alguien ayúdeme!" gritaba Sirius cuando vio a Lupin desmayarse "¡James ayúdame!"
Entre los dos Gryffindors intentaron levantar al muchacho pálido y mire como la esfera blanca se transformaba en un enorme perro negro, el animal gruñía y se le erizaba el pelo de una forma espantosa, Sirius se aparto comenzando a ponerse pálido, algunos cuantos Gryffindors comenzaban a gritar presas del pánico. Avery me jalo por el puño de la túnica y ambos salimos al otro lado del vestíbulo, donde algunos cuantos Slytherins intentaban ver que sucedía.
"Vamos que no tenemos toda la mañana" gritaba Avery y empujaba a unos cuantos "¿Qué sucede aquí?" pregunto como si no supiese nada.
"Alguien soltó un boggart" gruño un chico rubio "Los Gryffindors no pueden con él, parece que vamos a tener que ayudarlos"
"De eso nada, si solos se metieron en esto, que se salgan solos" dije mientras lo apartaba y me situaba hasta el frente.
El perro, resultaba ser el peor miedo de Black, que se encontraba temblando a lado de un Lupin desmayado y con un Potter que no sabia que hacer, Avery estaba a mi lado, al igual que el chico rubio, en cuanto mayor numero de gritos escuchaba el enorme perro, mas temible era su apariencia, al igual que su tamaño.
"Al parecer aquí alguien ya se ha divertido mucho" grito un voz "Ridikulo"
Un prefecto de Ravenclaw, que identifique como Hatch, se acercaba a ver la situación, el grupito que se había juntado alrededor de ellos se disperso tan rápidamente como Hatch había mandado a Lupin a la enfermería y había lanzado hechizos tranquilizadores en Sirius. Avery gruño.
"¿Están seguros de que no saben quien pudo haber puesto ese Boggart ahí?" escuche que Hatch le preguntaba a Potter y a Sirius.
"No tenemos idea" decía Sirius temblando aun "Pero eso ha sido espantoso"
"Ya lo creo" comentaba Hatch "Creo que hablare con su Jefa de Casa para que se continué con esto, los responsables lo pagaran muy caro"
Avery me jalo hacia dentro del aula, donde la mayoría de los de nuestra casa estaban ya hablando en voz baja sobre lo ocurrido fuera, nos sentamos al final de la fila y él me miro, parecía muy molesto.
"Pueden buscar hasta el fin del mundo pero nunca sabrán quienes fueron" me siseo "Esta puesto manualmente, por lo que no pueden rastrear magia"
"Pensé que lo habían puesto con varita" murmure sorprendido.
"Evan no es tan estúpido, supongo que ya había anticipado alguna actuación heroica por parte de algún prefecto" Avery miraba a nuestro alrededor "Mc Gonagall se cabreara por lo que le paso a sus leoncitos, así que hay que ser mansos durante esta clase"
Asentí en silencio, pensando. La puerta se abrió con estruendo, todos nos quedamos callados, la profesora de Transformaciones, Minerva Mc Gonagall entraba hecha un tornado, sus gafas estaban desacomodadas, su cabello revuelto y una expresión de pocos amigos en la cara, me sudaron las manos y baje la cabeza lentamente, mientras mi cabello negro me ocultaba mayor parte del rostro. Cuando hablo, sentí un terrible dolor por debajo de mi ombligo.
"¿Quién es Severus Snape?" fue su pregunta, hecha con una voz, que no sabia con exactitud si esa mujer se encontraba enfadada o ese era su tono normal para hablar.
Levante la mano lentamente, todos mis compañeros me miraban, algunos con la boca abierta. La mujer camino con pasos precisos hasta mi lugar y Avery se removió inquieto en su asiento, levante la cabeza, mirando directamente a esos ojos castaños.
"Vaya a la Sala de Profesores, hay alguien que quiere verle" me dijo y después vi un brillo singular en sus ojos.
"Si profesora" murmure algo aliviado, por saber que ella no había descubierto que yo había sido parte de la broma.
Avery me sonrió mientras le salía un tic en la ceja, respire profundamente antes de salir del aula de Transformaciones. Camine perdido por un rato hasta que choque con alguien, Sirius Black me sonrió algo culpable.
"Hola" me saludo.
"Oh, hola" dije en un susurro, intente seguir mi camino pero Sirius me cerro el paso.
"¿Cómo estas?" me pregunto acercándose mucho a mi.
"Bien, vi lo que te sucedió en el corredor, ¿cómo te encuentras?" le pregunte sonriendo hipócritamente. Al Gryffindor le apareció un rubor en las mejillas.
"No estoy tan mal" dijo haciendo un ademán "Solo un susto, ¿tu madre te ha escrito?"
Me quede callado un momento, Sirius no parecía estar bromeando con ese asunto, parpadee y justo cuando iba a hablar, para responderle, una voz me calo hasta los huesos.
"Creo que Minerva le aviso, que había alguien que quería verle en la Sala de Profesores"
